Como si su mente lo hubiese llamado, frente a él divisó a la persona que inundaba sus pensamientos cada que podía. Su caminar recto e imponente, sus cabellos negros moverse ligeramente con el viento, sus ojos profundos de un color azul metálico que parecían devorarte de solo observarte... era él, Hibari Kyoya.
Sintió el impulso de desviarse del camino y alejarse. Odiaba admitirlo, pero el saludarlo con una sonrisa y que el pelinegro tan solo asintiera y le dedicara un "Uhm" le dolía en lo más profundo de su ser.
Eres el décimo, jefe de esta familia, debes de dejar de ser tan dame
...
Estaba por llegar a su lado y paré como siempre lo hacía. Esbocé en mi rostro una sonrisa y me dirigí hacia él.
-Buenos días, Hibari-san
A pesar de estos años, no había perdido la costumbre de hablarle de manera formal, me moría de la vergüenza de solo imaginar el llamarlo simplemente Hibari, o peor aún, por su nombre.
-Uhm... herbívoro
Me miró a los ojos y sentí que en cualquier momento mis mejillas se tornarían rojas. Él era la única persona que podía lograr eso en mí.
Malditos sentimientos
-¿A dónde se dirige?, Hibari-san
Estúpido, ¿a ti qué te importa a dónde irá? Eres un dame, no debiste preguntar nada, ni siquiera sé cómo pude hacerlo
-Iba a buscarte, necesito hablar contigo
Mi rostro ardió en llamas y desvié la mirada disimuladamente
Que no se dé cuenta, por favor
-Ya veo, acabo de regresar de una caminata, ¿vamos entonces?, si es muy importante no debe esperar ¿cierto?
Lo miré unos segundos y esperé su reacción. No sé por qué mi corazón se emociona con algo tan simple como que me estuviera buscando, intuía que él solo quería hablarme acerca de la misión de la que había regresado hace un par de días pero aunque supiera eso, el solo hecho de pensar que yo ocupaba un pequeño espacio de su mente por unos momentos me hacían querer saltar de felicidad... soy un idiota.
-Estás en lo correcto
Se giró y comenzó a caminar rumbo a la entrada principal de la mansión que era ya la morada, desde hace 4 años, tanto mía como de todos mis guardianes incluyendo a Reborn. Yo lo seguí rápidamente y aún con el nerviosismo inundando mi cuerpo, me daba palabras de aliento internamente para poder soportar estar a solas con la persona que amo en mi oficina.
El amor que no podemos tener es más duradero, duele más profundo y se siente más fuerte
.....
Luego de unos minutos de caminar por los pasillos de la mansión y esquivar por mi parte a Reborn, llegamos a mi oficina. Me dirigí a mi escritorio y tras sentarme en la mullida silla detrás de este espere paciente a que él se acercase un poco y comenzase a hablar.
-... la misión fue distinta a las otras como ya sabes. Le pedí a Kusakabe que hiciera un informe detallado- sacó un dispositivo de su bolsillo y lo colocó sobre mi escritorio- aquí hay imágenes y archivos importantes, es mejor que los revises por ti mismo
-Lo haré, gracias por todo Hibari-san- le sonreí
Por qué no puedes evitar hacer eso dame-Tsuna, debe pensar que soy raro por sonreir en cada ocasión
-También...
-¡Tsuna!
La puerta de la oficina se abrió estrepitosamente interrumpiendo las palabras del pelinegro.
Una cabellera roja se asomó y corrió alegremente hacia el jefe Vóngola, pero al ver que este no se encontraba solo en la habitación, desaceleró el paso debido a la vergüenza.
-¡Emma-kun! Que alegría, no me avisaste que vendrías
Hibari afiló su mirada y observó fijamente al herbívoro pelirrojo. Este se encontraba ahora siendo abrazado por el castaño y aunque su mente se negase a aceptarlo, el gesto le molestaba profundamente.
-Perdón por no hacerlo, pero quería darte una sorpresa, además tengo que hablar contigo de algo muy importante.
-¿Qué es lo q...
-Continuaremos luego herbívoro- dijo el pelinegro dirigiéndose al castaño para luego dar media vuelta y salir de la estancia.
-Tu guardián de la nube me odia Tsuna- hizo un puchero mientras se sentaba frente a su amigo
-¿Por qué lo dices, Emma-kun? Hibari-san es así con todo el mundo
-Su mirada grita "te morderé hasta la muerte" cada vez que me ve. Sé que se divierte de ese modo pero no veo que le dirija una mirada así a tus demás guardianes, mucho menos a ti
Tiene razón, solo mira de esa forma a Emma-kun, ¿Cuál será el motivo?
-Trataré de averiguarlo, pero no te preocupes, Hibari-san no hará nada Eso espero
-Y bien ehh... qué era eso tan importante que tenías que decirme
-ahh cierto- la sonrisa en el rostro de Emma se hizo gigante y sus ojos comenzaron a brillar- ¡me voy a casar, Tsuna!
Las palabras de su amigo lo dejaron atónito, ¿casarse?, eso era increíble
-No puedo creerlo Emma-kun- en su rostro una cálida sonrisa se dejó visualizar-¡muchas felicidades!
-Gracias Tsuna- los dos mejores amigos se abrazaron cálidamente durante unos segundos para luego mirarse a los ojos de manera cómplice
-Dino debe estar muy contento también, ahhh no puedo esperar por verte vestido de novia
-E-Eso...- el jefe de los Shimon se sonrojó- él dice lo mismo
-Ya veo- una sonrisa maliciosa surcó los labios de Tsuna- aunque supongo no podrás vestir de blanco, recuerda que tú y Dino ya...
-¡No lo digas!
Emma se abalanzó rápidamente sobre Tsuna para evitar que siguiese hablando; a pesar que sabía que estaban solos, no podía evitar avergonzarse.
-jajaja- se liberó del agarre de su amigo- está bien, solo te molestaba Emma-kun
-Eres muy malo- un puchero se formó en los labios de Kozato
-No lo soy, y para demostrarlo mmm... ya sé- los ojos caramelo brillaron de la emoción- organizaré una fiesta para el sábado, será como un regalo de pre-boda, ¿qué te parece?
-¿Una fiesta?
-Sí- la sonrisa de Tsuna se hizo aún más grande- invitaré a todos nuestros amigos
-Ehhh... me parece genial pero no quiero molest...
-Tú eres mi amigo y esto no es nada, anda, déjamelo todo a mí
Emma no pudo hacer otra cosa que asentir. Cuando al cielo Vóngola se le metía una idea en la cabeza no existía poder humano o sobrenatural que lo hiciese desistir.
-¡Muy bien! Haré todos los preparativos, tu solo preocúpate en ponerte muy lindo ese día y hacer que Dino traiga alguno de sus subordinados para que no termine tropezando... quiero que sea especial para ustedes
-Gracias Tsuna, lo haré- el pelirrojo abrazó nuevamente al décimo Vóngola, era sin duda el mejor amigo que podría tener
......
......
El día tan esperado por el castaño había llegado. La decoración de la mansión había costado tiempo y dinero pero todo valía la pena si era para su queridísimo amigo pelirrojo. El banquete, las marcas de vinos y diferentes tipos de licores que se servirían, los finos manteles, los músicos, la decoración del jardín, el salón principal... esa y muchas cosas habían sido parte de la decoración y aunque había sido difícil terminar todo y tenerlo listo para ese día, nada superaba lo que Tsuna tuvo que pasar convenciendo a sus aliados y queridos amigos
....
Primero, fue dónde su queridísimo aliado Xanxus. Esperó encontrarlo gritando sus usuales "Escoria" o "basura", comiendo carne como si su vida dependiera de ello, hasta acariciando a su mascota con una expresión llena de "ternura", pero nunca se imaginó encontrarlo sobre su guardián de la lluvia, acariciando su pecho mientras mordía su cuello y a un Squalo emitiendo sonidos... ustedes entienden; no, definitivamente eso no lo esperó.
Flash Back
-L-Lamento interrumpir
Trágame tierra... ¿Dónde estás cuando te necesito Emma? Ahh sí, seguro estás haciendo lo mismo que estos pero con Dino
-No encontraste un momento más oportuno para interrumpir basura
-¡Q-Quítate estúpido!
Squalo acomodó su camisa como pudo y con un fuerte sonrojo se apartó de su jefe
-Lo siento, pero venía a hablar contigo, si van a hacer cosas privadas deberían hacerlas en tu habitación ¿no crees?
No es que me guste ver este tipo de cosas estúpido Xanxus
-Ja...no vas a venir a mi casa a decirme que hacer, escoria, si quiero me tiro a la basura sobre la mesa y nadie tiene derecho a reclamarme
-VOIII.... ¡Que es lo que dices imbécil!- la espada del pelilargo voló rozando el rostro del de ojos rojos, pero este ni se inmutó
-C-Chicos, antes que peleen solo necesito confirmar su asistencia. Sé que les llegó la invitación así que...
-No iremos, odio las reuniones
-Pero...
-Ya hablé- Xanxus estaba dispuesto a girarse y salir de su oficina cuando la voz del castaño lo detuvo
-Podrás beber todo lo que quieras, habrán solo los mejores tragos
-¿Y carne?
-No es necesario responderte ¿cierto?
Tsuna lo miró con ojos esperanzadores y esto removió un poco el corazón de Xanxus, sin duda las expresiones de Tsuna siempre lo hacían cambiar de parecer
-Está bien, estaré allí
-Gracias- el castaño sonrió
-Ahora, es mejor que te vayas, la escoria y yo seguiremos con nuestro asunto
-¿QUE? PERO QUÉ DEMONIOS...
-Suerte Squalo, adiós Xanxus- y sin decir más, el menor de los tres se retiró
Fin del Flash Back
Luego de lo de Varia le siguió lo de confirmar la asistencia de Mukuro y Byakuran, por lo que fue a la mansión Millefiore. No hace falta mencionar que "el herbívoro piña", como lo llamaba Hibari, lo molestó varias veces e hizo que aceptara sus sentimientos por su guardián de la nube solo por el simple hecho de aceptar asistir a la reunión, era un chantajista de primera.
Después, tuvo que darle una visita a los arcobalenos. Lal y Colonello aceptaron de inmediato, a Mammon tuvo que pagarle, Skull aceptó con alegría y aunque Verde no quiso al inicio, terminó siendo convencido por su pareja. A Fon tuvo que llamarlo porque no se encontraba en Italia, pero dijo que con gusto asistiría ya que regresaba un día antes de la fiesta y eso le alegró.
Para terminar, pero no por eso menos importante, llamó a sus amigas, las cuales se encontraban en Japón. Haru y Chrome vivían juntas puesto que habían iniciado una relación hace ya unos meses y aunque la noticia de la boda les sorprendió, confirmaron su asistencia...las dos se alegraban mucho por Dino y Emma.
Hana y Kyoko también le dijeron que viajarían a Italia y con eso ya tenía a todas las personas más importantes para él como seguros asistentes en la fiesta.
Por supuesto que no contaba a los subordinados de Dino ni a los guardianes de Emma. Sabía que no era necesario convencerlos de nada, y a pesar que Adheleid al principio no aceptó la relación de su jefe, al final las lágrimas y la promesa de que Dino lo amaba como él también lo hacía por parte de su mejor amigo la convencieron.
De igual forma, sus guardianes era seguro estarían ahí, desde el pequeño Lambo, ahora con 9 años, Reborn, Ipin, su querido abuelo Nono y sus padres...todo estaba casi perfecto, hasta que Tsuna recordó que una persona posiblemente no asistiría a pesar de que viviese allí, algo apartado, pero allí a fin de cuentas.
Era conocido por él y todo aquel que conociera al pelinegro que este odiaba las multitudes. Le fue lógico suponer que por más que la invitación hubiese llegado a sus manos, no había carne, licor, dinero ni nada por el estilo que pudiese utilizar parta convencerlo de acompañarlos.
Fue, sin duda, una de las cosas más difíciles que le tocó hacer.
....