De pie frente al edificio de Cooperación OHSH, con una altura de quince pisos por encima del horizonte era, para Luhan, más que intimidante. Fue enviado aquí con el fin de encontrar un trabajo, porque su madre... bueno, no solo su madre, sino también Baekhyun, comenzó a tener sospechas sobre cómo consiguió un nuevo iPhone 6. El mismo que Baekhyun y el mismo día, solo que en un color diferente, algo que Luhan nunca se podría dar el lujo, porque en realidad, ni siquiera tenía un trabajo.
Tuvo que mentirle a su madre acerca de obtener un trabajo a tiempo parcial como asistente personal en una gran empresa, y así es como se podía permitir todas estas cosas. No podría decirle a su propia madre que él simplemente se acostaba con un CEO rico, que también resultó ser el padre de su mejor amigo y su propio Sugar Daddy cubierto de miel. Entonces tenía que ser capaz de mostrar alguna evidencia, que “de hecho” tenía un trabajo, y eso hizo que no pudiera evitar preguntarle a su Daddy si tal vez necesitaba un asistente personal. Sehun, por supuesto, no podía rechazar a Luhan, no cuando su bebé simplemente le preguntó en el medio de las embestidas en el asiento trasero de su Audi negro, Sehun aceptó ofrecerle un trabajo como asistente personal: que constaba de actividades laborales como chuparle el pene, pero, como todos, tuvo que hacer una entrevista y dar a Sehun su currículo, porque Sehun quería jugar con su lindo pastelito de juguete que tanto le gustaba.
Es por eso que Luhan estaba parado frente a este alto edificio de cristal, en el centro de Seúl.
La entrevista de Luhan era hoy, a las 2 p.m., solo durante la hora del almuerzo. Sehun sabía que Luhan no tenía clases ese día después del almuerzo, pero no le habría importado si igual tuviera. El día anterior, su Daddy dijo que lo esperaría con ropa formal, así que decidió que usaría su nueva camisa azul cielo con botones, con lunares blancos y blancos jeans ajustados, un obsequio que recibió del Sr. Oh unos días antes de la cita. Su cabello estaba prolijamente peinado, no en una cola de caballo como de costumbre; Incluso se colocó base y un poco de delineador de ojos. Se veía como la combinación perfecta de lindo y confiado. Mirando el reloj rosa-blanco en su diminuta muñeca por última vez, a las 1:45 p.m., Luhan decidió que era hora de irse, sin haber calculado el tiempo para perderse en el enorme edificio.
Perdió toda su confianza tan pronto como pasó por las puertas automáticas. No vio más que intimidantes personas, hombres y mujeres, con trajes caros y vestidos elegantes. Estaban casi corriendo de un punto a otro en el pasillo. Se sintió pequeño, como un niño de kínder perdiéndose en el mundo de los adultos. Sintió hasta ganas de llorar. No le gustaba estar en una situación así, porque no era un adulto, e incluso cuando lo era, no podía llegar a sentirse como uno. Él necesitaba a alguien que pudiera decirle que se calmara, y que todo estaría bien porque es un chico bueno e inteligente. Quería ver a Sehun, inmediatamente. Solo necesitaba su presencia, porque siempre se calmaba cuando el Sr. Oh estaba cerca. Luhan se sentía seguro con él y nadie puede ganar su confianza a menos que se sienta seguro con respecto a esa persona en particular. Nació para calmarse con los besos de su Daddy. Pero en su situación actual, ser tranquilo no era factible en lo absoluto.
Al final del pasillo, vio algo que se parecía a una recepción. Sus ojos se iluminaron con esperanza, de que realmente llegaría a las puertas de su Daddy él solito. Se dirigió al escritorio blanco en la gran sala, casi tropezó con algunas personas hasta que llegó a su destino, donde una mujer hermosa, que parecía estar en sus treinta años, lo recibió. Tenía el pelo largo, rojo, cara bonita, y un cuerpo realmente agradable, incluso a los ojos de Luhan. La mujer llevaba un vestido rojo vino que abrazaba todas sus curvas. Sonrió a Luhan cuando este colocaba sus pequeñas manos en la superficie de la recepción, mientras se paraba de puntillas innecesariamente. Todavía se sentía inseguro, pero la mujer parecía alguien en quien podía confiar.
"¿Cómo puedo ayudarlo, señor?" Preguntó la mujer, todavía sonriéndole. Luhan quiso reírse. Nunca antes le habían llamado señor. Sonó raro, pero bueno al mismo tiempo. Luhan echó un vistazo al broche clavado en su pecho que tenía grabado su nombre. Decía SoJin en cursiva.
"Y-yo... tengo una cita con el Sr. Oh". Luhan no planeo tartamudear, pero lo hizo, lamentándose al momento que las sílabas salieron de su boca.
"Oh, está bien. ¿Puede decirme su nombre, señor...?" SoJin preguntó con la misma bondad que antes.
"Yo... yo soy... mi nombre es Luhan". El adolescente dijo, las palabras salieron de su boca más tranquila que antes, casi como un susurro.
SoJin captó las palabras casi incoherentes. Miro la computadora, buscando algo después de unos segundos miró de vuelta a Luhan, el chico se mordió los labios nerviosamente porque la mujer bonita no estaba sonriendo más.
"Tú eres el que será su asistente personal. Me pidió personalmente guiarlo a su oficina. Por favor, ven conmigo". La mujer se puso de pie y se dirigió al ascensor, con Luhan siguiéndolo detrás. Entraron en la cabina, y SoJin presionó un botón: el qué tenía un gran 15 incrustado en él, Luhan jugueteaba con sus dedos, su cuerpo temblando al más mínimo de camino a la oficina de su Daddy, probablemente estaba en el último piso. Tenía miedo de las alturas. Las alturas eran su mayor miedo y las arañas pero realmente, ¿quién no tiene miedo de las arañas?
SoJin notó que el chico estaba un poco incómodo, inquieto con sus dedos, doblándolos para que dejasen un sonido bastante fuerte. Ella realmente no sabía por qué Oh Sehun querría contratar a un chico que ni siquiera era capaz de pararse sobre sus piernas por un minuto. Lo más que sabía era que su jefe contrataba a todos sus trabajadores según el tipo de personalidad. Los fuerte, seguros, ásperos, pero agradables si era necesario. Y siempre tiraría a los que no eran capaces de soportar el estrés y presión. Este chico definitivamente no podía tomar ninguno de esos; ni siquiera podía soportar estar en un ascensor. Ella simplemente no entendía. Era la asistente personal de Oh Sehun desde hacía años, y hace una semana, acaba de anunciar de la nada que contratará un nuevo asistente personal por sí mismo, un niño. Un adolescente, un chico. El Sr. Oh se aseguró de que ella entendiera que su trabajo todavía era necesario, y que no debería temer perder su posición. Pero si todavía se necesitaba su trabajo ¿Por qué contrataría a este chico con aspecto de hada? Ella necesitaba respuestas, pero ella sabía, en el fondo, que no era algo que ella debería tratar de averiguar porque puede encontrar algo que ni siquiera quería saber acerca de él.
Con el sonido de una campana, las puertas del ascensor se abrieron y Luhan salió lo más rápido que pudo. El aire dentro lo sofocaba. Vio a Sojin mirándolo de una manera peculiar, pero ella no dijo ni una palabra. Solo lo miraba con una mezcla de confusión, celos y un toque de disgusto. Tal vez era su ropa, no lo sabía. Al entrar en el largo pasillo, vio los mismos muebles monocromáticos, que vio en la sala y también en la casa de Sehun. Todo era blanco y negro. A Luhan no le gustó. Quería traer algo de color a la vida de su Daddy. Decidió que comenzaría siendo una pequeña nube rosa en el corazón y la mente de Sehun, y lentamente se convertiría en un arcoíris, llenando la vida de su Daddy con todos los colores posibles. El chico se rio entre dientes a sus propios pensamientos, y se aseguró de decirle esto a su Daddy después de que terminaran. SoJin se acercó lentamente a él, tocando su hombro con sus largas uñas de color negro.
"La oficina está al final del corredor. El señor Oh te está esperando ahí. Buena suerte ", dijo SoJin con una voz rígida, apuntando con su barbilla hacia las grandes puertas de madera que eran casi dos veces más grandes que él mismo. Sojin estaba a punto de dar un paso atrás en el ascensor cuando Luhan agarró su mano.
"P-¿Puedes acompañarme hasta acá, noona?" Luhan dijo nuevamente, tartamudeando, con mejillas rojas brillantes. Uso contra la mujer sus ojos de ciervo, que brillaban con un poco de humedad. Nadie podría decirle no a Luhan con un aspecto de cachorro. SoJin le lanzó un débil suspiro sonriendo y aceptando. Se abrieron paso por el pasillo. Había otras 6 oficinas en el piso decimoquinto, pero ninguna de ellas tenía una puerta tan grande como la de Sehun. Luhan estaba emocionado; ¡finalmente se encontraría con su Daddy después de tres días de no haberlo visto! Extrañaba tanto al otro. Sus llamadas telefónicas por la noche no fueron igualmente satisfactorias. Él quería verlo, para que le besara sus mejillas y frente, para sentarse en su regazo, besar sus labios... Y tal vez darle todo el placer que Daddy necesitaba, pero eso podría esperar. También estaba aterrorizado por la idea de no ser capaz de calmarse cuando entrase a la oficina de Sehun. ¿Qué pasa si no puede contenerse y simplemente corre hacia su Daddy para poder hacer las cosas por las que estaba ansioso? Esta era una entrevista y tenía que ser formal, tranquilo y, sobre todo, un niño grande. Eso era lo que importaba más. Respirando profundamente, relajó las manos que estaban acurrucadas en un puño hace unos segundos.
SoJin abrió la puerta y entró en la oficina del CEO, haciendo una reverencia con su cabeza mientras saludaba. Sehun estaba sentado en su gran blanco escritorio, con nada más que un currículum pobremente escrito y una computadora en reposo. Y también alrededor de 20 plumas, que se veían igual, en una taza de blanco y negro, saludó a la mujer con una cara inexpresiva, lo usual. La mujer pelirroja se apartó para dejar entrar a Luhan. Su cuerpo estaba temblando y no pudo mirar hacia arriba. Sin decir nada más que: "Su invitado está aquí Sr. Oh," SoJin salió de la habitación, dejándolos solo.
Sehun miró al chico por un momento, lamiéndose los labios. Se había puesto el atuendo que compró para él. Fue una elección perfecta, Luhan parecía perfecto. Aparte, Sehun no podía esperar para verlos en el piso desnudo. Oh sí. Pero eso debería esperar un poco. Hizo un gesto a Luhan con la mano, para que tomara el asiento frente a él. Luhan lo hizo, dirigiéndose a la silla negra de lujo.
"Entonces, el Sr. Lu" Sehun comenzó, sin mostrar ninguna emoción. No quería más que tener a su pequeño allí mismo, pero él realmente no puede solo hacer eso. Incluso cuando lo echaba de menos más que nada. "¿Cómo estás hoy?"
"Yo... estoy bien, señor. Gracias". Dijo Luhan, apenas audible, enviando una leve sonrisa hacia la dirección de Sehun antes de mirar hacia atrás a sus manos, que descansaban sobre su regazo. Simplemente no tenía ganas de mirarlo, Sehun El hombre mayor, notó que algo estaba apagado con él. Su comportamiento, y no le gustó en absoluto. Por lo general era muy intrépido, juguetón y una zorra necesitada, llena de confianza si se tratara de conseguir el miembro de su Daddy. Luhan ahora actuaba infantil y débil. Como un bebé. Este no era el Luhan al que estaba acostumbrado. Con el ceño fruncido en la cara se movió.
"Entonces el Sr. Lu, dígame, ¿por qué quiere este trabajo?" Luhan nunca realmente pensó en lo que respondería o diría. La voz de su Daddy había llegado a todos sus sentidos, así que se calmó. No tenía que estar asustado y menos cuando su Daddy estaba aquí; podía ser él mismo otra vez.
"Tengo que mostrar alguna evidencia a mi madre, que tengo un trabajo, porque le dije que sí. Y tal vez ella dejará de preguntarme de donde saco mis cosas, realmente no necesito este trabajo, porque tengo un sugar daddy, pero lo necesito al mismo tiempo." Soltó, haciendo pucheros, no importándole si tenía sentido o no. Sehun se esforzó por no reírse de la adorable expresión de su bebé. Quería tener esos lindos labios alrededor de su pene.
"¿Es esta la única razón?"
"No, sería divertido venir durante receso del almuerzo todos los días, así que podría comer aquí." dijo Luhan, volviendo ligeramente hacia su interior atrevido una vez más.
"¿Entonces quieres este trabajo para que puedas comer aquí todos los días?" Sehun preguntó, levantando una ceja.
"Sí, el pene del Sr. Oh es mi favorito. Me encantaría tenerlo para el almuerzo." Luhan se rio de su propia declaración, levantando su mano hacia su boca para poder esconder su sonrisa. Sehun ya no podía soportarlo más. Ese era el verdadero Luhan una vez más, al menos el último cuando estaba con Sehun.
"Oh, cariño, eres una puta". Sehun rio de todo corazón, tirando el currículo, para que terminara en el contenedor de basura al lado del escritorio "A la mierda esta entrevista, ven aquí. Siéntate con daddy en su regazo." Hizo un gesto con la mano, llamando a Luhan para que obedeciera. Luhan lo hizo sin cuestionar, parándose de su silla, se dirigió directamente a su daddy, mirándolo directamente a los ojos.
Sehun se apartó un poco del escritorio con la silla, apoyándose contra la espalda, esperando que Luhan coloque su trasero justo en la longitud de su miembro, Luhan no perdió el tiempo, se puso en los firmes muslos de su daddy, rodeándole el cuello con las manos. Sehun quería estar más cerca, no pudo estar con Luhan por unos días porque Baekhyun decidió que ya no saldría más y no podía follarse a Luhan aunque él estuviera allí, entonces lo había extrañado. Colocó sus manos en las caderas del joven, agarrándolo con fuerza, tirando del cuerpo ágilmente más cerca para que el trasero de Luhan esté justo en su ya endurecido pene.
Se miraron por unos segundos, admirando la belleza y tomando en cuenta la presencia del uno y del otro, antes de atacarse. Sehun lo besó con fuerza y r03;r03;pasión. Sus manos vagaron alrededor de todas partes, acariciando la piel suave que no estaba cubierta con la molesta ropa, Luhan comenzó a desabrocharse su propia camisa, mientras mordía el labio inferior de Sehun por última vez antes retirarse. Mordiendo su propio labio, suavemente se bajó del regazo de Sehun, y dio dos pasos atrás, su trasero tocando el borde del escritorio. Sehun se inclinó de vuelta en su silla de oficina negra, anticipando lo que su bebé tenía en mente. A Luhan siempre le encantó probar cosas nuevas que aumentaran la tensión sexual, Sehun nunca dijo que quería algo nuevo, Luhan era siempre el que lo sugirió, no porque no estuviera satisfecho, fue solo para hacerlo más perfecto de lo que ya era. Al menos eso fue lo que dijo cuando Sehun le preguntó por qué lo hacía. Entonces con eso en mente, se lamió los labios y miró a su bebé desde la cabeza hasta los pies. Tenía que admitir que Luhan estaba increíblemente ardiente hoy. No es que él no siempre lo fuera.
"¿Tienes música aquí?" La dulce voz de Luhan rompió su tren de pensamientos sobre cómo quería follar duro con él.
"Yo sí. ¿Pero qué haces, Lu?" Preguntó al más joven, sonriendo, anticipando cualquier cosa que su bebé tenía en mente.
"Oh, daddy, puedes ser tan impaciente. Ya verás" Luhan se rió entre dientes con entusiasmo. "¿Podrías poner algo de música sensual? Sabes, algo lento". Arrastró la última palabra e hizo un gesto con la mano para lo que Sehun encontró adorable. Y eso hizo que su pene se contrajera en sus pantalones. Sin preguntar más, agarró el control remoto de su televisor inteligente, y tocó una de las canciones que siempre escucha cuando hay demasiadas personas estúpidas que lo molestan durante su trabajo.
El ritmo era lento, justo lo que Luhan pidió. El adolescente cerró los ojos se balanceó, sus caderas de izquierda a derecha, a un ritmo que coincidía con la canción. Se miró desabrochándose la camisa donde la había dejado, las pequeñas manos rozando la camisa abierta con cada toque, para que más piel fuera visible. Luego, hizo clic en la mente de Sehun. El chico estaba desnudándose para él. Gimió ronco al pensarlo, agarró su propia entrepierna, masajeándose lentamente a través de la tela.
Luhan sonrió a su daddy mientras le desabrochaba el último botón de su camisa pastel, y pasó su dedo índice por su pecho a sus blancos pantalones, desabrochándolos lentamente al igual. Sehun estaba, en ese momento, dolorosamente duro, y su pene estaba adolorido en los incomodos límites. Luhan era increíblemente sexy, y la forma en que movía sus caderas era excitante, y más si imaginaba esos movimientos de Luhan mientras montaba su miembro. El deseo era insoportable, por lo que intentó liberar su pene de la tela que lo mantenía en su lugar, pero Luhan lo detuvo, poniendo sus manos sobre su abdomen. La piel de Luhan era más suave que de un bebé recién nacido y se sentía como la seda más cara en la puntas de los dedos. Miró sus orbes de color marrón oscuro, brillaban con lujuria e inocencia, como siempre. Algunas de las hebras marrón miel de su cabello cubriendo solo unas pocas partes, haciendo su rostro majestuoso.
Luhan era perfecto; llegando a la conclusión una vez más.
Luhan dejó que la camisa se deslizara de sus hombros, bajando los pantalones justo después. Sehun gruño ante la vista agradable delante de él, su miembro palpitante, que no le hacía justicia. Y Ahora entendía por qué. Luhan quería desnudarse para él porque llevaba sus braguitas de encaje rojo sangre. Fue lo primero que compraron cuando se convirtió en el Sugar daddy del menor. Luhan le dijo que se imaginaba a sí mismo usándolas, pero nunca sucedido hasta ahora. En el mismo momento, la ropa del adolescente aterrizó en el suelo, se escuchó un rápido golpe y sin respuesta, al escuchar el sonido de un clic de alguien que abría las puertas de madera, esto les golpea en el tímpano del oído.
Para su horror.
Afortunadamente, Luhan fue lo suficientemente rápido como para arrastrarse debajo del escritorio, tomando su ropa con él, y Sehun rodando hacia el escritorio con su silla, pero no todo el camino, temiendo lastimar a Luhan.
Sehun maldijo al ser interrumpidos y juró que mataría al que atravesara esa maldita puerta. En el siguiente segundo, un hombre alto y torpe con traje de diseñador entró en la oficina, con una sonrisa espeluznante. Extendió sus manos, como si quisiera que Sehun lo abrazara, o simplemente porque quería decirle algo 'increíblemente increíble' que era, la mayoría de las veces rumores relacionado con las estrellas de las que Sehun casi no sabe nada, o sería un video sobre animales vestidos en trajecitos, sin hacer nada, solo correr alrededor. Chanyeol era la única persona que se entretenía haciendo algo así, sin ser despedido en el momento exacto. Ser amigos de Sehun seguramente tenía sus beneficios, y Chanyeol abusaba ellos ingeniosamente.
"¡Amigo, tengo algo que decirte!" Chanyeol anunció vertiginosamente, acercándose a Sehun tan rápidamente que casi entró en la zona de peligro donde posiblemente podría ver las lindas extremidades de Luhan ser empujadas debajo del escritorio.
Antes de que pudiera advertir a Chanyeol que mejor se quedase allí y de ninguna forma se acercarse si su vida era preciada para él, sus palabras eran ahogadas en su garganta, mientras dos manitas agarraron la longitud de su pene a través de la tela de sus calzoncillos mientras Chanyeol continuaba con su balbuceo sobre el reciente rumor que encontró interesante, sin notar la inquietud de Sehun. Se puso rígido, cuando las manos de Luhan no se detuvieron. Tiraba del bóxer hacia abajó para que el pene de Sehun saliera de él, golpeando la nariz de Luhan al instante. Luhan se rió un poco. Vio que Sehun ya estaba agarrando el costado de la silla, y lo encontró bastante divertido ver a su daddy jugueteando en su silla mientras sus pequeñas y suaves manos se aferraban a la base de su erección. Sehun respiró hondo, esperando que su bebé solo le dé una especie de trabajo manual con las manos, nada más. O eso deseaba, porque no estaba seguro de si sería capaz de mantener sus gemidos si Luhan decide chuparlo. El adolescente daba las mejores mamadas de todos los tiempos, e incluso cuando el mayor no era del tipo de gemir por una mamada, siempre lo haría cuando su bebé lo hacía.
Segundos después, sus esperanzas se rompieron en pequeños pedazos, pues sentía algo caliente y húmedo lamiendo la punta roja de su miembro. Antes de que pudiera agarrar del pelo del jovencito para pararle de ir más allá, el chico ya había engullido todo el eje, tragándolo hasta que su nariz pudo oler el glorioso aroma del vello púbico de Sehun. El hombre mayor jadeó en voz alta, agarrando el costado de la silla con más fuerza, volviendo a tragar gemidos que de otro modo se habrían escapado de su boca cuando la pequeña boca rosada le chupaba celestialmente. Chanyeol, por supuesto, notó la inquietud de Sehun, mientras mantenía su boca presionada en una delgada línea. Levantó su ceja, sin entender realmente lo que podría causar un ambiente tenso alrededor de su amigo.
"Amigo, ¿qué sucede?" Preguntó Chanyeol, desconcertado, después de que Sehun dejó salir un "mierda" bastante enojado. El director general lanzó una mirada debajo de la mesa, solo para ver si Luhan tenía la intención de continuar, o se detendría por ahora, lo que él desearía hiciera, pero al mismo tiempo, no. Pero por un momento sus ojos se encontraron, y Luhan le sonrió inocentemente, mientras lamía el miembro de la base a la punta, como si fuera la paleta más sabrosa en todo el universo. El menor lo estaba intrigando hasta el punto en que Sehun solo quería joder el culo del de cabellos miel, hasta que el chico se desmayara. No le importaría si Chanyeol lo veía, pero por el bien de su reputación y relación con su hijo, ya que Chanyeol y Baekhyun se llevaban bastante bien, y al hombre alto le gustaba chismorrear: llegó a la conclusión de que sería mejor deshacerse de Chanyeol primero. Respiró profundamente, esperando que eso lo tranquilizara por el momento. Chanyeol comenzó a acercarse a él una vez más, preguntando cual era el problema. Sin embargo, antes de que él pudiera tomar más de un paso, Sehun lo detuvo "No vengas un paso más cerca, a menos que quieras morir. No estoy bromeando" dijo el hombre, con un tono de sangre fría. Chanyeol quedo congelado en su lugar. Conociendo a su amigo, sabía que el otro estaba siendo serio esta vez y que era mejor no burlar su paciencia. "Y ahora, por favor, fuera de aquí" dijo Sehun, ahora con un tono más tranquilo, pero aun así muy enserio. "Pero, Se-..."
"¡Dije, fuera maldición!" Gritó Sehun, dando un puñetazo en el escritorio de madera con tanta fuerza que soltó un sonido de quebrarse, lo que provocó que el hombre más alto se fuera de la oficina sin mirar atrás.
Una vez que Chanyeol estaba fuera de la oficina, Sehun agarró el cabello de Luhan, tirando de él de sus rodillas. El chico no soltó ni un solo sonido, solo dejo que su daddy lo arrastrase como él quisiera. Sehun se veía cerca de lo furioso. Sus ojos estaban llenos de ira y lujuria. Le asustó a Luhan un poco, nunca había visto a Sehun tan salvaje. El niño sabía que había hecho algo incorrecto. Antes de que pudiera darse cuenta, estaba inclinándose sobre el blanco escritorio de la inmaculada oficina, manos sujetadas con un cinturón de cuero, justo arriba de su espalda baja, y una corbata atada alrededor de su cabeza, bloqueando su visión, escuchó a Sehun caminar hacia la puerta y cerrarla, haciendo que un eco resonara en la habitación. La música lenta seguía encendida, pero ya no sonaba tan atractivo. Cuando Sehun se le acercó, Luhan escucho cómo las suelas duras de sus negros zapatos golpeaban el negro suelo con cada paso. Mientras se acercaba, Luhan podía sentir el calor de su aliento contra su cuello. Tenía miedo y estaba emocionado al mismo tiempo. La situación era demasiado excitante. Luhan sabía que él debería sentir arrepentimiento, pero de alguna manera no pudo hacerlo.
La respiración de Luhan se enganchó cuando su daddy le lamió la oreja. Ligeramente, la lengua apenas tocaba la piel. "Luhan", un escalofrío corrió hacia debajo de su columna vertebral al escuchar su nombre proveniente de la boca del mayor, la voz sonaba más profunda de lo que ya era, lleno de lujuria y sutil ira.
"Fuiste un chico muy, muy malo, ¿estás al tanto de eso, pequeña florecita?"
Sabiendo esto, Luhan asintió con la cabeza repetidamente.
"¡Respóndeme! ¿Eres consciente de eso?" Sehun comenzó a levantar su voz al estar insatisfecho con la respuesta de su bebé. Exigió palabras del menor, no un movimiento de comprensión. El quería escucharlo gritando y pidiendo perdón.
"¡Sí Daddy!" Luhan gritó, temblando de las emociones mixtas de miedo, excitación y anticipación, sino también el frío que rodeaba su cuerpo al desnudo.
"Entonces, dime, ¿qué se merecen los niños malos?" Sehun dijo, burlonamente acariciando los hombros desnudos de Luhan con los dedos, descuidadamente dibujando símbolos aleatorios sobre la suave piel. Hizo que la pequeña erección de Luhan se volviera aún más dura, si eso era incluso posible. Continuando el guion, ahogando las palabras, como si realmente estuviera asustado.
"C-castigo, d-daddy" Dijo entre la respiración entrecortada del muchacho, para lo que Sehun sonrió, haciendo un clic con la lengua derecha después.
"Maldición, que si bebé" acarició suavemente el cabello del menor.
"Ahora escucha atentamente a daddy" dijo Sehun, agarrando un puño de los suaves cabellos del menor, tirando de ellos en dirección al techo, haciendo que Luhan le diera la cara.
"Tienes la oportunidad de elegir. Hazlo sabiamente, sé que puedes hacerlo con esa bonita cabeza tuya." Luhan se mordió el labio inferior, deseando que su daddy acabara de llegar al asunto, tenía la anticipación de comérselo desde el interior. Entonces, Sehun continuó: "Opción uno, me voy te quedas colgado, sin follarte, y sigues trabajando hasta que mi tiempo de trabajo haya terminado" Luhan lo pensó, pero no pudo encontrar una razón para elegir esta opción; ya estaba congelado, y su cosita le dolía por la necesidad de terminarse. No era una pregunta: sea cual sea la segunda opción, solo podría ser mejor que esto.
"O dejas que daddy rellene tu agujero cachondo con esas lindas plumas, que están en su mesa" Esas plumas eran realmente bonitas, de hecho, eran negras con un pequeño diamantes blancos en el centro, y estaban brillando. Luhan pensó que eran bonitas, y no le importaba tener cosas bonitas metidas en el culo. El pene de daddy también estaba constantemente en lo más profundo de él, después de todo.
Sus pensamientos fueron interrumpidos por más golpes en el piso de madera de la oficina monocromática escuchó a su daddy caminando por otro lado, eso siendo el lugar justo detrás de él. Luhan sintió que Sehun se acercaba ligeramente pasando sus dedos en su espina dorsal, que era tan hermosa mientras menor yacía atado en la mesa. El pequeño se estremeció, su miembro casi cediendo por lo sensible. Pero no se podía venir sin permiso, y estaba seguro de que su daddy no le daría ese placer, ya que ni siquiera había sido tocado, y era un chico muy, muy malo. Él en realidad ni siquiera estaba seguro de que se le permitiera venirse en lo absoluto durante este pequeño juego. Aunque lo sabía muy bien, casi comenzaba a llorar por la negación, cuando Sehun enganchó su dedo en la prenda de color rojo sangre que todavía cubría su pequeño trasero, comenzó a susurrar nuevamente en el oído del menor.
"Entonces bebé, ¿qué eliges?" Sehun susurró, haciendo que Luhan respirara en gran medida una vez más. La respuesta del menor ya era clara para él. Conocía a su bebé muy bien, incluido el hecho de que nunca, bajo ninguna circunstancia, se negaría a sí mismo el placer de que el pene de Sehun lo follara. Pero Sehun estaba increíblemente satisfecho cuando la respuesta del menor era exactamente la que quería, el CEO pelinegro no perdió más tiempo, bajó por completo las bragas rojas y Luhan abrió las piernas automáticamente, como la pequeña y perfecta zorra sumisa que era. Sehun le agradó la vista, adorando ese pequeño anillo del cielo entre las mejillas del culo perfecto de bebé que tenía el menor. Agarró su adolorido pene, y bruscamente, dejó que se deslizara entre las mejillas saltonas del menor haciendo que Luhan se quejara con necesidad pero pronto se apartó, buscando las lapiceras en la taza. Sacó uno y escupió en él para hacerlo menos doloroso para el otro. Haciendo lo mismo con el pequeño anillo de músculos. Aun así Sehun sin advertencia insertó el primer bolígrafo, haciendo que Luhan soltara un lindo sonido de sorpresa y placer ya que tales cosas ya no eran realmente dolorosas para él, pues su agujero ya se había adaptado a su miembro y sus dedos. Tales cosas tan delgadas no llegaban a él. Su daddy comenzó a mover la pluma un poco, y Luhan retrocedió, queriendo más. Sehun tuvo la idea de presionar tres plumas más, haciendo que Luhan gritara de dolor, por un segundo, mientras que en el siguiente, una vez más entraba, y gritaba "¡Oh cielos, sí! Sí Daddy! más!".
El menor había conseguido lo que quería, mientras Sehun continuaba llenando de lindas plumas el agujero excitado del de cabellos miel, hasta que contó veinte. Luhan estaba jadeando duro cuando su daddy logró deslizar en él, el último. Algunas de las plumas estaban tropezando con su punto dulce, haciendo que un gritó de placer saliera cada vez que su daddy las moviera, o cuando él movía su culo para hacer que Sehun le metiera uno más. Así como lo hizo después de que el último fue absorbido por él, pero Luhan desconocía cuantos había dentro de él y aun así rogaba por más, lo que resultó en una risa desde el fondo de su corazón por parte de Sehun.
"Realmente eres algo Luhan. Teniendo 20 plumas en tu lindo agujero, pero aun rogando por más." Sehun chasqueó su lengua, una sonrisa aparecía en su hermoso rostro.
"¿Qué debo hacer contigo?" Habló de nuevo, acariciando sus lados con ambas manos, provocando a Luhan cuando rozaba ligera y lentamente la punta de su pene contra su suave muslo. Luhan estaba ya al r03;r03;borde del llanto. Odiaba cuando daddy lo burlaba, pero al mismo tiempo lo amaba tanto porque hacía una extraña sensación en lo bajo de su estómago aún más intenso. Su mente se rompía, y la primera gota de lágrimas se derrama de su ojo, seguido de un medio enojado grito de placer cuando Sehun continuó acariciándole esta vez, sus muslos interiores, peligrosamente cerca de sus bolas. No podía hacer más que sacar un asfixiado e indefenso, "Daddy, tómame por favor", de una manera tan dulce, alta y vulnerable voz, haciendo que Sehun pierda la última gota de cordura. Quedando en su cerebro que no estaba completamente nublado con la lujuria depredadora de tener a su bebé. "Tan exigente" gruñó Sehun, arrancando las plumas de una sola vez, y reemplazándolas en el mismo segundo con lo que Luhan por tanto tiempo deseaba. Sin perder tiempo, entro en él y, agarró las caderas del muchacho, volviéndolo completamente blanco debajo de sus dedos. Luhan lloriqueo con cada empuje, sintiendo esa sensación familiar en el inferior de la panza quemándole. Sabía que en unos pocos segundos, lo haría, de ninguna manera quería venirse sin permiso, pero incluso si no lo quisiera era casi imposible. Uno, el castigo por día ya era más de lo que se suponía que tenía.
"Da-daddy. P-permíteme... D-déjame" suplicaba entre inhalaciones cortas de aire. Antes de que pudiera terminar lo que tenía que decir, Sehun agarró a su pequeño miembro, y comenzó a frotar la punta con el pulgar, disminuyendo la velocidad de su empuje drástico, y se inclinó tan cerca de su cuello que podía sentir su aliento ardiente en la nuca. Sehun continuó deslizándose dentro y fuera del chico perezosamente, susurrando en voz baja y ronca, "Vente para daddy, bebé". Y Luhan lo hizo. Se corrió completamente en el elegante piso negro, con un grito no tan elegante, haciendo-en el punto de vista de Sehun: un hermoso patrón que contrastaba tan hermosamente con el negro que debería haber sido considerado arte. No dejando que Luhan descansase, Sehun aceleró una vez más. La sensibilidad hizo que Luhan gritara en dolor con cada impulso que hizo su Daddy. Pero no dijo nada. Este era un castigo después de todo. Él debería soportarlo. No fue mucho tiempo hasta que Sehun se corrió duramente en él. Luhan solo procesó la información, cuando sintió largas y calientes rayas de una sustancia pegajosa aterrizando en su espalda desnuda. Después de alcanzar su máximo, Sehun se tambaleó hacia atrás y cayó en su silla de oficina. Todavía estaba jadeando, y su cuerpo estaba cubierto de sudor. Observó la vista ante él, tomando la hermosa vista del abusado, estirado y rojo agujero de Luhan. La espalda del chico estaba cubierto de su semen, y todavía estaba tan bien encorvado sobre la mesa. Sacó su teléfono, tomó una foto y luego sonrió satisfecho con el resultado. Esta imagen debe considerarse arte. Miró a Luhan, que no escuchó el sonido de la cámara porque ya se había dormido.
Después de que Sehun se recuperó y sus sentidos estaban bajo control, pasó sus dedos por su cabello húmedo y negro, pensando en cómo deshacerse del desorden en su oficina. Pensó en SoJin, quien había sido su ayudante y mano derecha durante diez años; ella era la persona de más confianza en todo el edificio. Sin pensar demás, llamó a la recepción. En un segundo, la llamada fue aceptada y se escuchó una voz familiar en la otra línea.
"¿Si, jefe?" SoJin preguntó con una voz indiferente. La mujer estaba sorprendentemente estática hoy, Sehun se dio cuenta.
"Sí, Sojin, tráeme un trapeador, un cubo de agua tibia, unas toallas y una limpia camiseta junto con pantalones para mí. Date prisa" Sehun enumeró las cosas que necesitaría para limpiar su oficina, junto con lo que necesitaría para limpiar a Luhan él mismo.
"Estaré allí en 5 minutos" respondió SoJin, cortando la línea inmediatamente. Ella nunca pidió detalles, ella solo hizo el trabajo. Ya que sabía que mejor era no cuestionar a su jefe.
Según lo prometido, después de exactamente 5 minutos, SoJin se paró frente a Sehun, tocando en la puerta grande con la mano sosteniendo artículos.
Sehun abrió la puerta, tomando el trapeador y el agua en el momento en que ella entró. Vio cómo su cara se transformaba de confusión a sorpresa en cuestión de segundos. Ella notó que Sehun estaba sin camisa y se sonrojó al pensar en las veces que habían follado en el pasado, cuando miró al hermoso cuerpo de Sehun. Entonces, sus ojos vagaron hacia el escritorio, donde un hombre inconsciente, y desnudo yacía esparcido, le tomó otro segundo reconocer que el chico era el mismo que sería entrevistado y que había llevado a la oficina un momento antes.
"Puedes poner el resto de las cosas allí" Sehun hizo un gesto a una de las sillas vacías con la barbilla mientras caminaba hacia la obra maestra en su piso que se le hacía tan reacio a limpiar.
Rígidamente, SoJin hizo eso, mirando nerviosamente hacia su jefe y el niño, de vez en cuando.
"¿Algo más que necesite, señor Oh?" r03;r03;Preguntó, educando su expresión en calma a profesionalismo.
"No. Puedes irte."
Con un rígido asentir, SoJin frunció los labios y salió de la oficina, pero no sin echar otra ojeada al muchacho cataléptico y destrozado.
Realmente no quería saber nada de esto, de hecho.
~ × ~
"¡Y luego él me echó de su oficina!" Chanyeol se quejó, un puchero formándose en su rostro.
"Suficiente" fue la respuesta. "Ya no quiero saber nada de él" Baekhyun dijo, agarrando la cara del hombre mayor y forzando su atención a él. "¿No me has extrañado? ¿Por qué siempre estas usando nuestro tiempo para hablar de el? "
Chanyeol gruñó, apartando las manos del hombre más joven de la suya. "Parecías haber olvidado quién estaba a cargo durante nuestro corto y pequeño descanso, bebé”. La cara de Chanyeol se transformó a la de un hombre despreocupado y dominante en cuestión de segundos. "¿Te acuerdas de lo que pasa cuando te pasas de la raya? ¿Hm?"
Baekhyun tragó saliva, ocultando su sonrisa, mientras retorcía el trasero contra los muslos del hombre más altos. "Me castigan, Daddy".
"Desnúdate. De rodillas. Ahora. "Chanyeol gruñó, los ojos nublados por el deseo.
Baekhyun hizo lo que le dijeron, y momentos después, estaba desnudo, arrodillado en el suelo contra el sofá blanco, culo en el aire y retorciéndose en anticipación. Chanyeol sonrió mientras se paraba detrás del más joven, quitándose el cinturón y poniéndolo en su mano. "Cuéntalas."
El primer golpe de cuero en sus mejillas desnudas hizo a Baekhyun jadear por sorpresa "U-uno", contó, cerrando los ojos y esperando para más. "Dos. Tres. Cuatro”. El conteo continuó hasta que estaba rojo y adolorido. "¡Ah! T-T-treinta y nueve".
"Uno más, bebé" Chanyeol consintió, levantando el cinturón sobre su cabeza para el golpe final, Baekhyun contó el cuadragésimo golpe, las lágrimas amenazantes a verter desde sus ojos. Tan rápido como comenzó, fue que termino y Baekhyun sintió más al ver a Chanyeol a su lado, corriendo sus grandes manos sobre su sensible trasero. "Duele, bebé?" Preguntó Chanyeol, preocupación en sus ojos mientras apartaba el brillante cabello que caía sobre los ojos de su Baekhyun.
Baekhyun gimió y se inclinó hacia Chanyeol, saboreando la comodidad que el hombre mayor le daba. "Duele, daddy. Hazlo mejor" el menor hacia puchero.
"Lo haré bebé. Lo haré..." dijo Chanyeol, agachándose y tomando el pasivo miembro del otro en su mano. Baekhyun jadeó al contacto con su órgano sensible "¿Te gusta eso, bebé?", Preguntó el hombre mayor, bombeando su mano hacia arriba y hacia abajo, provocando al pene en su mano.
"¡Sí, daddy!" Respondió Baekhyun, arqueando la espalda cuando los dedos del alto alcanzaban rozar sus bolas cada vez que su mano se dirigía hacia la base de su miembro mientras una mano continuaba con sus ministraciones, Chanyeol alcanzó detrás con la otra mano, un vibrador grueso, azul brillante. Metió el juguete sexual azul en la boca de Baekhyun, llevándola adentro y afuera, asegurándose de lubricarlo tanto como pudo con la saliva de su bebé. "Mmph" murmuraba Baekhyun alrededor del juguete, excitando a Chanyeol en aún más. Con un empuje más del vibrador en la boca de su bebé, Chanyeol sacó el juguete de su boca y lo sumergió en el agujero no preparado del adolescente, inclinándose para tomar la boca del niño en la suya para amortiguar la reacción. "¡MMPHH!" Baekhyun gritó en la boca de Chanyeol, tambaleándose hacia adelante desde la violenta intrusión.
"Tómalo", murmuró Chanyeol, alejándose del otro y centrando su atención en el trabajo de ambas manos: una mano acariciando el pene del menor; el otro empujando el juguete dentro y fuera de su agujero.
El dolor se desvaneció gradualmente, y fue reemplazado por puro placer tan pronto como Chanyeol golpeó la próstata de Baekhyun por cierto botón del vibrador. "¡Ah! Daddy, allí ¡Más!" Gritó Baekhyun, apretando las manos en la camisa de Chanyeol. "Ahhh... ah... AH! Daddy, voy a....AHHHH!" Baekhyun siguió empujando su culo contra el juguete sexual cuando se corría violentamente en la mano de Chanyeol hasta quedar y caer como una muñeca sin vida sobre él.
"¿Qué se dice bebé?"
"Gracias... Daddy" Baekhyun con ojos débiles y susurrando. Chanyeol le sonrió al muchacho mientras se movía para desabrocharse los pantalones.
"¿Estás listo para la segunda ronda, bebé?" Preguntó Chanyeol, tirando de sus pantalones para bajarlos, dejando que su erección salga libre. Baekhyun asintió perezosamente, una sonrisa formándose en su rostro.
"Dámelo daddy. Realmente quiero la segunda ronda, daddy".
Chanyeol sonrió cuando volvió a colocarse detrás del menor alineando su pene hacia el agujero extendido del otro. "Deja que daddy te muestre cuánto te ha echado de menos, bebé"
~ × ~
Más tarde ese día, Luhan insistió en ir a la tienda de muebles, quejándose de que Sehun carecía de colores tanto en su oficina como en su casa. Sehun, obviamente, obligado pero feliz condujo al de cabellos miel a la tienda de muebles más cercana, sonriendo durante todo el viaje. Luhan era tan increíblemente lindo cuando no era el pequeño bebé sumiso que suplicaba por obtener una follada; era simplemente su adolescente ser, sonriendo tímidamente mientras miraba desde la ventana del auto. No hablaban mucho en la ida a la tienda; más bien, se conformaron con disfrutar de la presencia del otro en silencio.
Cuando Sehun estacionó con éxito el automóvil, Luhan abrió la puerta y corrió hacia la puerta automática en un estilo infantil, haciendo que Sehun se riera de lo adorable del chico. Silenciosamente siguió al menor, riéndose cuando Luhan señaló varias cosas y explicó por qué deberían comprarse.
El corazón de Luhan golpeó rápidamente en su pecho cuando finalmente alcanzaron el departamento de accesorios de los hogares, y recordó la promesa que se había hecho a sí mismo antes. Vio una linda almohada violeta y rosa, y en un abrir y cerrar de ojos, ya estaba caminando en la dirección del objeto de su deseo, tirando de su daddy quien lo seguía.
"Daddy, deberías comprar esto. Hablo en serio". Luhan dijo con calma en su rostro, incluso cuando sus ojos suplicantes lo traicionaban.
"¿Por qué debería comprar esto, bebé? Sabes que no me gustan los colores en casa". Sehun dijo en un tono dulce, acariciando la cabeza del de cabellos miel, pasando sus dedos por él.
"No, daddy, no lo entiendes. Tienes que hacerlo. Tengo mis razones, tú... ¿Quieres escucharlos, Daddy?" dijo Luhan entusiasmado tomando la mano del hombre mayor en la suya, mientras abraza la almohada a su pecho con el otro.
Sehun le sonrió, realmente sintiendo curiosidad por cualquier razón que posiblemente fuera "Continúa, lindura" dijo suavemente.
"Está bien, en primer lugar, ya que soy tu bebé, debería tener una almohada en tu habitación que me represente mientras no puedo estar contigo para que así no me extrañes mucho. En segundo lugar, solo quiero ser el color en tu vida. ¡Daddy, como la pequeña nube rosada de la que todos hablan! "Luhan sonrió, picoteando a Sehun en los labios ligeramente antes de huir hacia la próxima sección interesante. No era consciente de que el corazón de Sehun se les escapo un pálpito. 'Tal vez un poco de rosa no sería tan dañino después de todo...' Sehun pensó con una sonrisa en su rostro.