Los rayos de sol entraban por la ventana anunciando el comienzo del día, el trinar de los pájaros y el sonido de las hojas de los arboles revoloteando a causa del aire, fueron las primeras cosas que Kyungsoo escucho al despertarse por la mañana.
Una vez despierto pudo recordar todas las escenas por las que había pasado la noche anterior, imágenes de Luhan retorciendo ce del placer penetrándolo y haciéndolo suyo eran lo único que llegaba a su mente al ver las sabanas revueltas en su cama y la ropa esparcida alrededor de esta.
En ese momento pudo escuchar el sonido de una hermosa voz siendo acompañada por el sonido del agua golpear el suelo, efectivamente era Luhan duchan doce en el baño de Kyungsoo, la puerta estaba entreabierta y se podía ver claramente la silueta del cuerpo de Luhan siendo iluminado por los rayos del atardecer, que se asomaban por la ventana del tocador.
La imagen más hermosa y erótica que había visto Kyungsoo en su vida estaba ahí y acompañada de la hermosa voz de Luhan.
-Ta ra ra ra ra...ra ra...la la la
La imagen de Luhan masajeando su cuerpo desnudo cubriéndolo de finas capas de espuma era completamente excitante, frotaba sus brazos hasta llegar a sus hombros y después partir de nuevo por su pecho dejando rastros de jabón por todos lados llegando a su pelvis donde rebosó y cubrió del espumoso líquido.
-Puedes acompañarme si así lo deseas.- Respondió Luhan sonriente al ver el rostro serio y diabólico de Kyungsoo espiándolo a través de la puerta.
-¡Nooo! ... yo solo...yo...tú...es que...dejaste la puerta abierta. Jeje...
Kyungsoo estaba completamente nervioso y sonrojado, no pensó que Luhan se diera cuenta de su presencia, pero al estar tan cerca de la puerta no se dio cuenta de lo evidente que era.
Se maldijo interiormente ya que no quería darle a Luhan una idea errónea acerca de ser un pervertido o algo por el estilo.
-Lo siento.-respondió Kyungsoo avergonzado, rascando su nuca, mirando sus pies torpes pasar la línea de azulejos que dividen el dormitorio del tocador.
-No tienes por qué disculparte.
Para Luhan ver el cuerpo desnudo de alguien era la actividad más normal cuando vivía en el Olimpo. Su madre ya le había advertido lo quisquillosos que eran los humanos en cuanto a ese tema, algo que le parecía sumamente curioso.
Luhan ya había salido de la ducha, cerro la llave antes de hacerlo y tomo una toalla para quitar el excedente de agua en su cabello.
-La mayoría de los humanos tratamos de cubrir nuestro cuerpo primero antes de salir...y ese tipo de cosas.
Kyungsoo se sentía incómodo y totalmente nervioso.
Tener a Luhan total mente vulnerable frente a él, lo hacía de un momento a otro pensar todo tipo de situaciones ortodoxas, principalmente ver si el cuerpo desnudo de Luhan se vería bien cubierto de chocolate sobre su mesa, tal vez con un lindo gorro como única prenda.
-Que acaso, ¿No te gusta verme de este modo?-respondió Luhan de manera coqueta invadiendo poco a poco el espacio personal de Kyungsoo.
-No, no, para nada, si por mi fuera yo...emm ¡yo no quise decir nada ofensivo o algo por el estilo!...yo eeee.
Luhan al parecer no cedía a combatir las pesadillas internas de Kyungsoo. Y si Luhan no cedía, él tenía que poner las riendas en su "algo", ya que Kyungsoo no sabía exactamente que título tenía su nueva relación con Luhan.
Sabía que habían tenido sexo y hecho el amor al mismo tiempo, pero él no sabía que era lo que esto significaba para Luhan ya que para él en ese tipo de situaciones ya hasta le hubiera pedido matrimonio.
No solo por los intereses de ambos, si no que no conocía nada de Luhan, de donde venía, su edad, sus hobbys, su tipo de sangre, ni siquiera sabía si su nombre verdadero era Luhan o si realmente era un semidiós como ese libro decía. Kyungsoo estaba más que confundido y necesitaba respuestas ahora.
-Eres tan tierno.-Respondió Luhan rodeando el cuello de Kyungsoo besando sus labios.
-Luhan necesitamos hablar...- Murmuro Kyungsoo estático después de corresponder el pequeño beso de Luhan alejándose del cuerpo ajeno guiándolo a la sala, no sin antes entregarle algo de ropa.
Luhan estaba extrañado por la repentina seriedad que mostró Kyungsoo de un momento a otro, Luhan mas que nadie sabía que Kyungsoo tenía un montón de preguntas para él, pero Luhan no quería hablar de nada respecto a su vida, se sentía incómodo tocando ese tema con un humano, sobre todo el que sabía perfectamente que solo lo estaba utilizando para obtener sus rosas.
- Luhan ¿Cómo es que llegaste aquí?-Pregunto Kyungsoo totalmente serio sentando en frente de Luhan mirándolo directamente a los ojos. -¿Saliste del libro?- Pregunto inmediatamente después de 2 segundos de silencio por parte de Luhan.
-Jajajaja... buena pregunta.- Luhan no resistía las ganas de reír después de una pregunta tan boba y fantasiosa, sobre todo por la tierna expresión de Kyungsoo y sus ojos más abiertos de lo normal asemejando un Lemuroidea.- No, no salí del libro, amorcito. El libro sirve para escuchar y ver todo a su alrededor.
Una vez que escucho mi llamado solo tengo que venir.- Dijo por ultimo alzando levemente los brazos ejemplando el lugar en el que se encontraba.
-¿Eso significa que ha sucedido esto... con otras personas?-pregunto Kyungsoo un poco cabizbajo al analizar las palabras de Luhan.
- No amor, no. Tu eres el primero, lo juro.-respondió Luhan agitando sus manitas en negación.
Luhan se sentía un poco mal por Kyungsoo al saber lo que este pensaba, tal vez Luhan tenía una tarea muy compleja como para serle fiel a un solo hombre, pero esta vez no mentía, Kyungsoo era el primero en toda su lista e incluso su vida.
-Kyungsoo, solo estoy aquí para ti, no importa el tiempo que deba quedarme, no me iré hasta hacerte feliz, no importa si es hasta el último de tus días.
Luhan se había arrodillado a las piernas de Kyungsoo después de ver una mueca en el rostro de Kyungsoo, sabía que no le creía, sobre todo por la historia del libro, pero Luhan no mentía y eso era algo que solo él tendría que demostrarle a Kyungsoo con el paso del tiempo.
Kyungsoo estaba por tomar una de las decisiones más importantes de su vida no solo admitiría a un extraño a su hogar si no que a ser parte de su vida, a pesar de las circunstancias y los HECHOS él le creía a Luhan, pero también dudaba si era buena idea, el problema no era el hecho de ser unos desconocidos, ya que sus padres alguna vez lo fueron, el problema era que Kyungsoo no se sentía listo o preparado para cualquier tipo de experiencias, jamás había tenido una pareja formal, jamás había convivido con alguien que no fuera él o sus padres.
¿Qué tal si todo era un sueño y Kyungsoo estaba drogado en la camilla de un hospital?
-¿Lo prometes?- Pregunto Kyungsoo dudoso de poder confiar. - No sé qué decir cuando estoy contigo. Yo...Sé que parece estúpido pero a solo unas cuantas palabras de dirigirnos creo, creo...
Kyungsoo estaba más rojo que un tomatito y la bella sonrisa de Luhan no hacía que su colorado rostro ardiera menos.
-¿Crees?-Pregunto Luhan esperando una respuesta.
-¡¡Que te amo!! ¡Maldita sea!
Kyungsoo estaba decepcionado de sí mismo ya que para él era imposible amar a alguien en tan poco tiempo. Pero cada vez que tenía a Luhan frente a él solo quería hacerlo suyo, suyo en todo el esplendor de la palabra, quería ser dueño de su corazón de su alma de sus alegrías, sus sentimientos, de su cuerpo, quería que todo lo que Luhan pudiera respirar, pensar o comunicar fuera totalmente suyo.
Y eso era lo que lo re carcomía por dentro. Y un tan corto periodo para él era algo inimaginable.
-Bebe, no hay nada de malo en esto.- respondió Luhan con dulzura y empatía.- ¿Que acaso nunca has escuchado el amor a primera vista?
-Eso no existe.- aseguro Kyungsoo.
-¿Pero cómo lo sabes si se supone que nunca has amado?
*Touché*
-Kyungsoo, yo te amo y nunca te dejare solo a menos de que eso sea lo que tú quieras. Yo llegare hasta donde tú me lo pidas.
-Mientes.- aseguro Kyungsoo de nuevo sin mirar el rostro de Luhan un poco molesto.
Si el no conocía a Luhan y el tampoco como demonios podía decirle todo eso en sus cara, ¿Que acaso se burlaba de él? ¿Y si era así? el no resistiría ya que todo lo que dijo Luhan era lo que él pensaba de él en esos momentos y no lo entendía.
-Lo juro.- respondió Luhan arrodillan doce a las piernas de Kyungsoo besando sus manos.- Con el más fuerte latido de mi corazón.
-Maldición.- dijo por ultimo Kyungsoo antes de cargar y arropar a Luhan entre sus brazos lenandolo de todo su amor.
Kyungsoo por fin se había rendido y perdido la dura batalla entre su corazón y su cerebro, su corazón le pedía a gritos que corriera detrás de Luhan hasta el fin del mundo, ya que no todos los días se podía encontrar a un hermoso semidiós como pareja y peor si esta persona te amaba.
Y del otro lado se encontraba su cerebro totalmente furioso preguntandose una y otra vez si todo aquello era un sueño.
Y así es como Luhan y Kyungsoo formaron un vínculo especial.
Los días fueron pasando y la cercanía entre ellos fue avanzando cada día más con el tiempo, no solo eran pareja, si no que poco a poco se convirtieron en almas gemelas.
Cada día que pasaban juntos el amor entre ellos crecía a una gran intensidad. Haciéndoles tan necesario como el aire que respiraban.