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EL PORTADOR por Day_Abril

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Notas del capitulo:

hola!! nuevamente no me aguante las ganas, jejejeje

queria decirles que planeo que este fanfic dure aproximadamente unos 20 0 22 capitulos, no se hasta donde llegue el desarrollo de la idea ya que saben que voy sobre la marcha. 

ademas debo admitir que pense que esto de escribir seria relativamente sencillo, pero me di cuenta que toca revisar mucho por temas de edicion y eso ( en pocas palabras no se en que me meti), peero bueno ya lo hecho esta y he descubierto que me gusta, supongo que con el tiempo mejorare....espero.

he descuebiero mi reciente obsecion por los reviews, asi que por pafor dejen sus comentarios ya que ayudan muchooo jejeje

CAPITULO 2

 

 El  rostro de mi padre denotaba preocupación y empezó a dar órdenes a todos los presentes  en la casa Feng, envió a mis guardianas para que se preparan, ellas solo optaron para ponerse en marcha. Vi cómo se alejaban y nuevamente dirigí mi mirada al jefe de la familia.

—Necesito un grupo de hombres que vigile la entrada, desplieguen la artillería y necesito arqueros en los techos, ¡ahora! —la casa se volvió un caos, todos movían sus pasos con diligencia y hacían lo ordenado, todo pasaba tan rápido que  tarde un momento en reaccionar.

—Padre ¿Qué sucede? —Solo se limitó a seguir dando órdenes sin dirigirme la mirada— ¡Padre! —grite tan fuerte que llame la atención de todos los presentes quienes se quedaron estáticos un tiempo antes de retomar sus actividades.

Mi padre me miro sorprendido y su rostro se tornó severo, me tomo de los hombros y me miro muy fijamente—escucha hijo, he hecho todo lo posible para tenerte a salvo bien  lo saben tu madre y los dioses, pero esto ya está fuera de nuestras manos. El príncipe Huang Zhao ha derrocado y matado a su padre esta noche, está atacando cada una de las casas poderosas que pueden representar un peligro para su posición, el pueblo es un caos ahora mismo. Debemos defendernos y eso te dará tiempo para huir, el muy maldito está interesado desde ya hace tiempo en ti y lo único que lo detenía era el antiguo Rey—mi padre saco un rollo de sus ropas y me lo entrego.

—Esto es la única salida que he podido conseguir para ti, es la última orden del rey, es legítima y tiene todos los sellos reales, en esta te nombra un esposo, el Rey Wang Jun. Guárdalo bien esa  tu única salida—Mantuve el pergamino en mis manos y lo guarde en mis ropas como él lo ordeno.

No podía asimilar bien la situación,  salte al  escuchar como la puerta era derrumbada dando paso a gritos,  estaban aquí.  Rápidamente mis escoltas Mei y Yu ya listas  con sus armas llegaron a nuestro lado junto a los hombres de mi  padre, me entregaron mis armas las cuales no dude en tomar con familiaridad. Se escuchó como un grupo del ejército real ingreso a lo que hasta ahora había sido mi hogar, mi refugio. Arrasando con todos y con todo.

Empezó la lucha, empezamos a correr  por el pasillo hacia las rutas de escape que tenía nuestra casa,  mi padre lideraba la comitiva junto a los soldados de la familia Feng, unos se quedaban para cuidar nuestra retaguardia y en la distancia pude ver cómo eran asesinados por el ejército del ahora Rey Huang Zhao, parecía que este había enviado todo un batallón por mí, estábamos claramente en una desventaja numérica.  Los muy miserables empezaron a prenderle fuego y asesinar a todo lo que se interponía en su camino, todo lo que conocía estaba siendo destruido ante mis ojos.

Solo unos pocos llegamos a la caballería que se encontraba al respaldo de la casa y daba salida al bosque, los caballos ya estaba ensillados y preparados con suministros, supuse que de eso se ocuparon mis guardianas mientras estuvieron ausentes, rápidamente me subí a la montadura que estaba preparada para mí, vi como Mei y Yu  me imitaban,  dirigí la mirada con desespero hacia mi padre quien aún no montaba su caballo — ¿Padre que haces?, ¡rápido vamos! —

Miro significativamente a mis guardianas y dijo — me quedare, los detendré lo que más pueda para darles tiempo y que puedan huir— empecé a negar con la cabeza, se dirigió a mí y me dijo — ¡Debes hacerlo hijo!, es hora de que todo lo que te di lo uses y te mantengas a salvo—  él apenas contaba con unos cinco hombres eso era una muerte segura, quise decirle muchas cosas pero las palabras no querían salir.

— Te amo hijo, vive bien—sus ojos tomaron un matiz de tristeza que yo quería borrar.

— ¡No, no,  no padre no te atrevas, te necesito!— dije en un tono desesperado mientras las lágrimas bajaban por mis mejillas. Me disponía a bajarme de la montadura cuando sentí que mi padre le daba una palmada al caballo y este emprendió su trote asustado, intente tomar las riendas para dar vuelta pero vi como Yu  ya las sujetaba,  empezando así una marcha sin vuelta atrás.

— ¡Yu! ¡Déjame volver! ¡No lo abandonare!-  le grite, volví mi mirada a donde él estaba su mirada estaba cargada de varias emociones llena de añoranza, de amor,  de determinación, de preocupación y  de esperanza, la esperanza de que yo pudiera llegar a salvo a mi destino. Abrí mis ojos con horror  cuando vi  como una flecha se incrustaba en su hombro, eso hizo que despegara su mirada de mí, el señor Feng se giró desenvainando su espada dándole la cara al enemigo, un grupo de aproximadamente veinte hombres llegaron dando inicio a la lucha, estaban en desventaja. Mientras enfrentaba a un enemigo otro lo ataco por la espalda, haciendo que este cayera arrodillado, con ímpetu se volvió a levantar arremetiendo contra un par de soldados más, en un momento todos lo atacaron al tiempo con sus lanzas y espadas. Mi padre caía arrodillado ya derrotado.  

— ¡Nooooo! — grite con el alma desgarrándose, fui solo un observador,  desde la distancia  ya solo podía ver la imagen borrosa a causa de las lágrimas de cómo se consumía en llamas  la casa en la que crecí y como mi padre dejaba ir lo poco de vida que le quedaba. Esa imagen quedaría por siempre impregnada en mi mente.

El señor Feng era un guerrero y moriría como uno, su cuerpo estaba ensangrentado, las heridas eran muchas pero pese a todo ya no sentía dolor, su pelo estaba suelto y caía pegándose a su rostro, miro como la casa que había construido para su esposa se hacía cenizas  por el fuego, dejo escapar un gran suspiro sabiendo que entrego todo por  el honor de proteger a su familia, solo rogaba  que su hijo pudiera encontrar un nuevo comienzo.

 —Amada esposa mía  por fin te veré—con esos últimos pensamientos cerro sus ojos para no abrirlos nunca más.

****

Feng Li, Yu y Mei, huían llevando a todo galope los caballos a lo lardo del bosque,  no había tiempo de  llorar la muerte del señor Feng, sabían que estaban siendo perseguidos por un grupo de hombres ya que desde su posición podían escuchar el sonido de los cascos, era una lucha por ganar distancia entre ellos y el enemigo. Se estaban ya infiltrando en lo profundo del bosque, lo que hacía que la vegetación se volviera más espesa dificultando el andar de los caballos.  Sintió varias flechas pasar a su lado, eso de seguro era una advertencia, pero decidió no mirar atrás  y  continuar afanando al animal que montaba.

Fue hasta unas  millas después   que su caballo cayó al suelo estrepitosamente haciendo que quedara atrapado de una pierna entre el peso del animal y el suelo,  este fue herido en sus patas por las flechas del enemigo, el pobre ya no podía más.  Yu y Mei se detuvieron y bajaron rápidamente para ayudarme, en eso el enemigo nos rodeó. No tardaron mucho en liberarme del animal,  así que tomamos nuestras armas dispuestos a pelear,  Mei era especialista en el uso de la lanza mientras que a Yu se le daban mejor una par de espadas cortas, cada una se ubicó a mi lado en posición de defensa.

Aún estaba en shock pero no me iba a quedar con la manos cruzadas, tome mis dos espadas firmemente, las cuales eran más largas y delgadas que las de Yu, fueron un regalo de mi padre por mi noveno cumpleaños, algo era cierto,  mi padre se encargó de que fuera algo más que una simple cara bonita, así que también fui entrenado en artes marciales siendo un experto en la danza de espadas, después de todo si bien es cierto Yu y Mei debían mantenerme seguro, siempre llegaría un momento en el cual ellas no estarían  así que por lo menos debía saber protegerme y era realmente bueno en ello.

Los hombres del rey también se bajaron eran  un total de diez, sabían que nos superaban en número, así que sus rostros no dejaban de mostrar prepotencia y seguridad. Uno de ellos, el parecer el líder del escuadrón hablo.

—Joven Feng  el nuevo rey demanda su presencia en el palacio, si se entrega nos encargaremos de escoltarlo a salvo —lo mire  dándole a entender que no daría lugar a ningún tipo de rendición.

Con un gesto de  su cabeza indico a sus hombres de que avanzaran a nosotros, casi inmediatamente se escuchó el choque de las hojas de las armas, Mei y Yu  se defendían  y cada una se ocupaba de dos o tres hombres alternativamente sus movimientos estaban llenos de gracia haciendo gala de la agilidad heredada de toda guerrera de la familia Fa cuyo estilo de pelea era único, parecía una especie de danza. Ninguno se dirigió a mí inicialmente, al parecer  no  representaba una amenaza, el líder de escuadrón se acercaba lentamente para desarmarme pero nunca retrocedí.

Cuando estuvo a menos de un metro lo ataque haciendo un corte en su brazo, me miro alzando una ceja  —deja eso niño te vas a hacer daño — lo volví a atacar hiriéndolo más, note su mirada de rabia y sacó su arma.  Empezamos en una lucha, no fue difícil para mí desarmarlo, rápidamente herí varias zonas de su cuerpo que le impedirían moverse,   al ver esto un par de hombres llegaron a ayudarle, podía ocuparme de ellos, Yu y Mei ya habían acabado con cinco hombres.

Nunca había asesinado a nadie, pero llevaba una cantidad de emociones negativas como rabia,  dolor y desespero de modo que sabía que si el enemigo lo buscaba no iba a dudar en hacerlo.  Eran ellos o era yo y ciertamente no pretendía perder a más personas esta noche. Estaba lidiando con uno cuando otro arremetió contra mí, con mi otra espada bloquee el ataque y le di una patada lo cual hizo que retrocediera y cayera, gire sobre mi eje y tire al otro contra el suelo dejándolo inmovilizado, rápidamente me agache y lo noquee. El otro se levantó con rabia, solté mis armas enfrentándolo, desvié su ataque en un movimiento y le di un codazo en la cara, el sujeto se tomó la nariz  tratando de detener el sangrado cayendo de rodillas.  

 

Mei y Yu llegaron a mi lado, el resto de los soldados estaban inconscientes o por lo menos no tenían capacidad para levantarse y pelear.  Ya que mi caballo se encontraba herido, Mei le dio final al dolor del animal.  No me quedo más opción que tomar uno de los del enemigo, pase rápidamente mis cosas a este, una vez listos empezamos nuevamente nuestro viaje.

 

****

Mientras tanto en el palacio el  Rey Huang Zhao se enteraba de la noticia del escape del joven Feng Li, sus expectativas se vieron truncadas ya que  este pensó que al final de la noche estaría disfrutando del pequeño y al dia siguiente desposándolo. La rabia corría por su cuerpo y empezó a gritar órdenes.

— ¡Bloqueen todos las salidas, quiero un punto de guardia en cada pueblo!, tráiganlo a mí y el que lo haga será bien recompensado— no pensó que Feng Li se le escaparía de las manos, el muy bastardo de su padre se encargó de  mantenerlo alejado y aun muerto se cumplía con la voluntad del muy maldito.  

 Con un suspiro se recostó en la silla del Rey en el gran salón del palacio. Aun recordaba la primera vez que vio al Joven Feng, había escuchado por parte de la servidumbre sobre la legendaria belleza del portador pese a la corta edad del mismo, sin embargo este nunca había sido visto en ninguna reunión, la curiosidad empezó a clavar en su  ser, así que un dia decidió escapar del palacio disfrazado de un simple noble. Logro escabullirse y trepar una de las paredes de la casa Feng, alli no espero encontrar a un joven de grandes ojos turquesa siendo perseguido por un par de jóvenes que al parecer querían terminar de vestirlo. Se escondió detrás de unos matorrales queriendo disfrutar de la escena que parecía ir lentamente, no despego la mirada del menor que dejaba sus cabellos al aire y de disfrutar del  sonido  de su risa impregnando el aire.  Desde ese momento supo que lo quería para él, que no dejaría que nadie más lo tuviera. Eso ya hace cinco años.

Intente muchas veces persuadir  al señor Feng de que me entregara a su hijo, pero el muy desgraciado se negaba rotundamente, Incluso intento razonar  con su padre pero este también se negó a cumplir sus deseos, gracias a eso se ganó el final que tuvo.  Sabía que siendo Rey no habría nadie que se negara a sus peticiones y podía tener al joven.

Le tomo tres años y mucho esfuerzo  planear este golpe además le toco adelantar sus planes ya que sus contactos le informaron que el señor Feng y el Rey estaban ya eligiendo un prometido para Feng Li , ahora menos que nunca renunciaría a él. 

 

****

Pasaron un par de horas antes de que normalizáramos nuestro ritmo, ya el sol se asomaba en el horizonte. No pude más y con rabia me baje del caballo.

— ¡Pudimos salvarlo! ¿Porque  lo dejamos allá? ¡Murió por mi culpa Y ni siquiera pude decirle que lo amaba, de agradecerle todo!– tenia los sentimientos a flor de piel— ¡Era mi padre y ustedes no dudaron en abandonarlo! —Solté con rabia esas palabras señalándolas, sabía que estaba siendo duro con ellas, pero no quería ser racional. Ellas solo se quedaron viéndome sin decir nada, sus miradas no reflejaban arrepentimiento alguno, eso aumento más mi enojo.

 Empecé a tirarles más palabras de resentimiento— ¡esta familia las acogió, el también fue un padre para ustedes y no pudieron cumplir su deber hacia nosotros! — ya en ese punto mis ojos solo soltaban lágrimas.  Yu bajo de su montura y rápidamente volteo mi cara de una bofetada, me quede estático, seguido de eso me abrazo —hemos honrado a tu padre manteniéndote vivo, tú eras lo más importante para él y cumplimos con nuestro deber para con  él, como lo  hubiera querido. Ahora lo mejor que puedes hacer para darle honor es vivir por él y por todos los que murieron allá, necesito que no te derrumbes ahora. Debemos continuar y créeme cuando te digo que él sabía lo mucho que lo amabas— llore la muerte de mi padre en brazos de Yu, sabía que ella tenía razón y debía vivir de acuerdo a todo los principios y valores que él me había inculcado, pero eso no quitaba de mi corazón el dolor de la perdida.

 

Poco después de mi escena  retomamos el camino sabiendo que no debíamos quedarnos mucho tiempo en un lugar,  debíamos planear nuestro viaje, lo más coherente era dirigirnos al  Reino del  Este ya que  allí estaba el que sería al parecer mi futuro esposo el Rey Wang Jun, el único con el suficiente poder para enfrentar a Huang Zhao. Todos en el continente habían escuchado de las hazañas del joven Rey Wang, quien entro a la milicia a la edad de dieciséis años liderando la derrota del Reino del Sur que pretendía conquistar su tierra hace ya aproximadamente diez años y consiguiendo la paz entre ambos países, demostró desde corta edad tener las cualidades de un Rey,  haciendo desde el comienzo de  su legado al  Reino del Este una nación grande y prospera.

Cuentan que se le conoce como el Demonio del Este, ya que era capaz de hundir al más grande enemigo si lo quisiera, se le conocía por ser un líder disciplinado e intimidante. No sabía si eso era falso o verdadero  pero  si el hombre era capaz de despertar dichos rumores era un hombre que valía tener de amigo que de enemigo. Al parecer este era  el único que podía impedir que cayera en las manos de ahora  Rey Huang, se acordó de la mirada que este le dirigió en su  breve encuentro en el jardín del palacio, un  escalofrió lo recorrió y  supo que en definitiva no podía  dejar que ese hombre lo atrapara.

El viaje hacia el Reino del Este duraría aproximadamente unos catorce días si manteníamos un constante paso,  tomamos un plano que venía dentro de nuestras provisiones y  detallamos las rutas menos transitadas ya que sabíamos que el Rey Huang no se quedaría con las manos cruzadas,  seguramente verían como interceptarnos en el camino por eso debíamos pasar desapercibidos. En el camino debíamos a travesar un pueblo costero llamado Qi, en el cual debíamos abastecernos, llegaríamos allá en dos o tres días por lo mucho.

Mientras tanto debíamos ver como camuflarnos ya que yo no era precisamente alguien común. Nos detuvimos en un quebrada para descansar, allí tome un baño para quitar el sudor y sangre de mis enemigos, Mei me paso ropas humildes y una tela que utilice para cubrir mi rostro ya que no sabíamos a quiénes podíamos toparnos en el camino. Agradecí que entre lo que se había preparado estuviera mi arco y un par de cosas que consideraba valiosas como un medallón que llevaba el sello de la familia Feng el cual mi padre me había heredado cuando considero que ya era todo un hombre así como un set de navajas que también fue un detalle de su parte, ahora que lo analizaba mi padre no era del tipo de hombre que me regalara prendas finas o seda para vestir, siempre me dio armas o me enseño a defenderme  recuerdo como decía con una sonrisa “no hay nada más peligroso que una cara bonita que sabe defenderse”, después de eso siempre se echaba a carcajadas como cuando dices  un chiste que solo tu entiendes. Una pequeña risa se aflojo de mis labios para dar paso a la tristeza de saber que  esos momentos ya no se repetirían. Él siempre me había preparado en cuerpo y mente en caso de que el faltara, ese pensamiento solo pudo hacerme sentir más dolor queriendo retroceder el tiempo y ser nuevamente ese niño que se dormía en sus brazos.

El arco me permitió cazar un par de conejos para alimentarnos, no duramos mucho tiempo en aquel lugar no podíamos darnos ese lujo, rápidamente nos dispusimos a eliminar nuestras huellas y continuar nuestro camino.  

Llegamos al pueblo Qi, en todo momento  mantuve mi cabeza gacha ya que  el color de mis ojos podían revelarme. Las calles estaban realmente llenas, la zona era muy concurrida y se vendían toda clase de víveres y mercancías, Yu y Mei se encargaron de las compras mientras yo cuidaba los caballos en un callejón no muy transitado, llenaron las bolsas con suministros como pan, carne y algunos frutos secos, de paso Mei me entrego  un sombrero de viaje para así ocultar más mi rostro.  Cuando pretendíamos salir con todo lo que teníamos, nos dimos cuenta que las salida del pueblo estaba siendo vigilada, un grupo de  hombres vestidos con los colores del Rey habían montado un punto de guardia cerciorándose  de quienes salían del pueblo, levantando sus rostros y verificando sus identidades.

Definitivamente estábamos en problemas, tratando de no llamar la atención  nos apartamos de la salida  y nos metimos en una de las calles.

—Están siendo realmente estrictos con tu búsqueda, necesitamos un plan si queremos salir— dijo Mei—necesitamos un distractor, armare una pelea con los sujetos que están en esa esquina—señalo a un par de hombres de no muy buen aspecto—los guardias tendrán que ayudar a esta pobre y sola mujer—dijo eso poniendo su mejor cara de inocencia, no pude evitar soltar una pequeña risa. —Yu una vez estén concentrados en mí,  lleva a Feng rápidamente,  y tu —me señalo— NO se te ocurra levantar la cabeza—

Asentí y poco después vimos como Mei pasaba junto a uno de los hombres anteriormente señalados cayendo contra uno de ellos, este inicialmente puso una cara de enojo al ver que alguien chocaba sin su permiso contra su robusto cuerpo, sin embargo cuando vio que se trataba de una hermosa joven no dudo en sujetarla contra si, Mei intento disculparse con el señor como parte de su teatro, pero este levanto su barbilla insinuándosele, cuando intentó besarla Mei le dio una cachetada. Ahora si el sujeto estaba de muy mal genio por el rechazo e intento sostener con más fuerza a la joven, esta pego un grito que alerto a todos los presente incluyendo al grupo de guardias que al ver a la hermosa mujer en peligro no dudaron en acercarse, justo en ese instante supimos que esa era nuestra oportunidad  asi que con una rapidez disimulada  logramos pasar por la salida sin ser vistos.

Un momento después vimos como Mei salía acompañada de  los guardias quienes al parecer estaban dichosos con la presencia de la joven y se les notaba a lenguas que tenían el ego inflado por ayudar a tan  encantadora jovencita. Esta se inclinó presentando sus respetos y agradeciendo por la ayuda prestada antes de girarse y salir del pueblo con una sonrisa de lado mal disimulada.

 

Durante la primera semana no hubo mayores percances en nuestro recorrido, estábamos cerca de nuestro objetivo,  esa noche decidimos acampar en un claro dentro del bosque. Yacíamos descansando cuando escuchamos un par de ramas quebrarse, sabíamos que estábamos siendo rodeados, sin embargo ninguno de nosotros se inmuto para no  alertar al enemigo. Al parecer eran tres, uno de ellos intento acercar una mano para descubrir mi rostro pero se vio interrumpido cuando de un movimiento Yu se levantó  poniendo una de sus espadas en el cuello del sujeto  amenazándolo— lo tocas y te corto las manos—el tipo se quedó estático y cuando quiso  pedir ayuda a sus compañeros se dio cuenta que estos yacían inconscientes, ya Mei se había ocupado de ellos.

 Los atamos y nos alistamos ya que teníamos que abandonar nuestro campamento a causa de la visita no deseada,  cuando monte mi caballo la tela de mi rostro se movió dejándome expuesto, pude notar como uno de ellos me observo atónito—una diosa de ojos turquesa— dijo, acomode nuevamente  la prenda y nos dispusimos a irnos, esperaba que ese pequeño incidente no trajera problemas…

 

Notas finales:

trate de hacerlo mas largo esta vez, espero les haya gustado!!

 ya saben que hacer y dejen sus comentarios por fis,,

Esta es una de las tramas que estaba rondando en mi mente, pero tengo otra en mi cabecita que abarca la idea del portador pero en la actualidad y con vampiros, tal vez me anime asi que  por favor pemitanme saber que piensan sobre eso ;)

 

ademas se me da bien el dibujo, he pensado en tal vez dibujar a los protagonista de esta historia para ustedes. - esa soy yo contemplando opciones-

Gracias y abrazos!!


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