Gladio se encontraba sentado junto al escritorio de Ignis revisando unos papeles para la reunión que tenía Noctis al día siguiente, cuando el castaño comenzó a despertar. Gladio escucho un leve gruñido proveniente de la cama, se volteo y se acercó al otro quien hacia ademan de moverse;
-Gladio- dijo Ignis intentando enfocar al más grande
-aquí estoy Iggy-. Ignis hizo ademan de sentarse, pero no podía mantenerse mucho tiempo sobre su brazo izquierdo, ya que el derecho estaba inmovilizado
-no te muevas. - dijo Gladio tomándolo de la cintura y ayudándole a sentarse -El doctor te maltrato un poco, así que no puedes hacer movimientos fuertes-. Gladio acomodo bien las almohadas detrás del estratega para amortiguarlo y así que estuviera cómodo. Ignis lo miro mientras volvía a la silla en la que se encontraba anteriormente;
- ¿Qué ha pasado? - pregunto Ignis, Gladio volteo a mirarlo por un momento y continuo con el papeleo
-el doctor te anestesio por el dolor y caíste redondito a los minutos
- ¿los chicos?
-se han marchado. Noct ira a la reunión del Consejo Real mañana por eso preparo sus papeles, ira con Cor para que no te preocupes. - y se volteo a mirarlo con ojos coquetos y una risita -Yo me quedare a cuidarte esta noche Iggy, así que lo que necesites, puedes pedírmelo- termino guiñándole un ojo. Ignis sonrió y le devolvió la mirada un poco sonrojado;
-entonces, - comenzó a decir -tráeme algo de comer y un poco de agua… por favor
-enseguida su Alteza- contesto Gladio levantándose y encaminándose a la cocina. Al momento, volvió con una bandeja llena del estofado que Ignis había preparado anteriormente y un enorme vaso de agua.
El mayor llego frente al castaño, le coloco una mesita sobre las piernas y coloco la comida sobre ella;
- ¿quieres que te dé de comer Iggy? - pregunto Gladio con una risita
-yo puedo solo… pero gracias por la oferta- eh Ignis comenzó a comer con su mano libre mientras que Gladio volvió a revisar los papeles que estaban en el escritorio.
Después de un rato, Gladio dejo todo listo para la reunión de Noctis del día siguiente, se estiro y se levantó de la silla en la que estaba;
-bien, iré a dormir al sillón. Si necesitas algo solo llámame. - dijo y se encaminó a la puerta ante la mirada que Ignis le lanzaba desde la cama -Vendré en una hora a ponerte el medicamento. Así que intenta descansar por ahora
-Gladio- exclamo Ignis con voz tentativa antes de que el otro cerrara la puerta -Podrías tu… ¿recostarte a mi lado? -. Gladio se volteo inmediatamente atrapando aquella petición con cautela y vio como los verdes ojos de Ignis lo miraban con ternura y suplica.
Se extendió un pequeño silencio entre ellos. Hasta que Gladio hizo un gesto con la cabeza, y sin decir palabra alguna, se acomodó en la pequeña cama del consejero, dejando su enorme cuerpo descansar junto al de Ignis. Automáticamente, levanto un brazo mientras Ignis levantaba la cabeza para acomodarse en el amplio pecho de Gladio, dejando su mano descansar cómodamente sobre el torso de este mientras se acomodaba y absorbía el calor que el cuerpo del otro emanaba;
-voy a cuidar mejor de ti Iggy- murmuro Gladio en voz baja mientras que su mano subía y bajaba con cuidado por el brazo vendado del otro. Al escucharlo, Ignis se inclinó un poco hacia atrás para mirar la suave expresión del que lo miraba fijamente.
El castaño se limitó a sonreír tiernamente y miro al guerrero con cautela antes de hablar;
-Gladio… ¿tú me quieres Gladio? - preguntó con ternura y una sonrisita tonta. El otro se sorprendió ante la pregunta;
-por supuesto que si- respondió el grande poniéndose un poco rojo
-eso es suficiente para mí entonces.
Ignis hizo ademan a levantarse de nuevo, a lo que Gladio lo impulso para que pudiera sentarse. Así que estuvo sentado, miró fijamente a Gladio, haciendo que sus enormes ojos verdes se quedaran fijos en los ámbar del otro;
-tienes unos bellos ojos… ¿lo sabias? -. Gladio lo miro confundido -Tu… eres. tan fuerte Gladio… sorprendente… -. Mientras hablaba, Ignis se iba acercando cada vez más al guerrero que aun lo miraba confundido. Ignis estiro su mano buena y con suma delicadeza, tomo el mentón de Gladio y lo bajo, acercándolo hacia él. Gladio reacciono y antes de que sus labios se tocaran, lo hizo hacia atrás con un empuje de sus manos;
-demonios… - comenzó a decir -Iggy, ya te está afectando la confusión de nuevo. Debería irme
- ¿será? - dijo el otro mientras se apoyaba con su mano buena sobre el fuerte brazo de Gladio y en un movimiento algo delicado, paso su pierna derecha por sobre las enormes piernas del escudo, hasta que quedo sentado sobre su regazo -Oh… ¿no será? - concluyo tomando de nuevo el mentó de Gladio, esta vez levantándolo un poco y acortando la distancia entre ambos, dejando así su nariz rozándose
-Iggy… - exclamo Gladio en un susurro cuando los suaves labios de Ignis se posaron en los suyos apasionadamente.
Ambos hombres comenzaron besarse. Gladio coloco sus manos en la cintura de Ignis y lo atrajo aún más hacia él, acortando más la distancia entre ambos. Los besos se volvieron más apasionados y ambos chicos estaban empezando a entrar en calor e intensificar los besos, hasta que Gladio se dio cuenta de lo que estaba pasando y con un movimiento rápido, aparto al otro de él empujando su pecho hacia atrás;
-I… Iggy- exclamo Gladio con voz agitada -Esto… esto no está bien… es por la toxina
- ¿toxina? - contesto el otro de igual forma y volvió a acercarse, siendo rechazado por Gladio de nuevo. Ignis lo miro molesto haciendo un breve puchero. Luego, rápidamente paso su mano libre por detrás de la cabeza del otro golpeando su cara contra la suya y así, atrapando sus labios de nuevo.
Gladio hizo ademan de separarse, sin resultado alguno y más bien, dejándose llevar por el momento;
“¡demonios!... ¡besa tan bien!” pensó mientras volvía a pasar una de sus manos por la cintura de Ignis y la otra comenzaba a explorar la espalda del castaño por debajo de su camisa, haciendo que este soltara uno que otro gemido en la boca del grande.
Gladio se separó de nuevo de la boca de Ignis, pero esta vez comenzó a besarle el cuello a este, dejando un camino de besos hasta que llego al lóbulo de su oreja y comenzó a mordisquearlo, haciendo que Ignis soltara uno que otro gemido ahogado por su mano;
-Gladio- exclamo casi sin aliento mientras que este comenzaba a desabrochar su camisa de pijama
-Iggy… - susurro el otro en su oído con lujuria - ¿estás bien? -. Ignis dirigió sus enormes ojos verdes hacia Gladio y este vio cómo se encontraba sonrojado
- ¿Por qué tardaste tanto? - pregunto el castaño ante la nueva mirada confundida del otro, quien comenzó a besar su pecho desnudo. Gladio tomo de nuevo la cintura de Ignis y con un movimiento suave, lo levanto y lo recostó sobre la cama, colocándose, esta vez, sobre él y continuando su labor de dejar pequeños besos desde el largo de su pecho hasta llegar de nuevo a su oreja;
- ¿Por qué tarde tanto en qué? - susurro de nuevo en el oído de Ignis. Este emitió un nuevo gemido y se sostuvo del fuerte brazo de Gladio
-de… de darte cuenta… de mis sentimientos
“¡¿Qué?!” pensó el escudo y se detuvo en seco atrapando la mirada de Ignis de nuevo “Tenia… ¿tenía sentimientos hacia mí?”.