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Christmas Day — YOONMIN ONE SHOT LEMON. por lauraochoask

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Notas del capitulo:

Girls, aquí tampoco olviden escuchar Adorn de Miguel. Una canción para que el ambiente se sienta mejor mienras lean el lemon, yas. "v5; v0;b2; v5;

 

Espero también les guste, sfjnsfbdnfn. <3

Había olvidado el regalo de Jimin, estaba tan perdido en sus pensamientos que simplemente lo había olvidado. ¿Qué le iba a dar? ¿Qué iba a hacer ahora si ya ni tiempo tenía?

 

Namjoon caminó hacia él, haciéndole una seña para que lo siguiera. Yoongi le hizo caso y se dirigió hasta donde le indico, el menor se paró frente suyo, mirándole fijamente y posando una mano en su hombro.

 

—Ahora dime, ¿Qué carajos piensas darle a Jimin? ¿Siquiera recordaste que tenías que preparar algo? ¡A Jimin sí le importan este tipo de cosas, ¿Qué mierda pasa por tu cabez-

 

—Tranquilo, viejo, sólo... ¡Sólo tengo que pensar algo rápido y ya, listo el pollo! Fácil, ¿No? —Yoongi se encogió de hombros, tomando una cerveza que estaba a su alcance, dando un trago. Namjoon se quedó callado por un momento pensando en algo.

 

—Oye, Yoongi...

 

— ¿Qué?

 

— ¿Acaso una buena cogida no es el mejor regalo de navidad? Eh, eh, eeeeh. —Cuestionó, pegándole levemente con el codo. Yoongi escupió el poco de cerveza que tenía en su boca, sintiendo de inmediato como sus mejillas comenzaban a arder.

 

—Uy sí, gracias, tú, gran Namjoon dios de las soluciones, me acabas de solucionar la vida entera. —Dijo sarcásticamente, abriendo sus ojos lo más que pudo y aplaudiendo, un tanto irritado por tal idea. Namjoon alzó ambas cejas, volviendo a pegarle con el codo.

 

—Gracias, sé que lo soy.

 

—No lo eres y además, ¿Cómo rayos voy a hacer eso? ¿Acaso estás loco, Kim Namjoon?

 

—Pues, ¿Qué más puedes darle? No tengo la culpa de que seas un idiota y no seas capaz de comprarle un mísero regalo a tu novio con anticipación, lo tomas o lo dejas, así de simple.

 

Y en parte tenía razón. Ni siquiera le importó que a su novio le importara tal fecha y lo dejó pasar, era un total y completo idiota. ¿Ahora qué iba a hacer? ¿Tendría que hacer lo que le dijo Namjoon? ¿Y si no le gustaba? ¿Y si no quería? ¿Y si la cagaba?

 

—Ahh, lo haré, lo haré. Pero normalmente las cosas como estas deben surgir "por sí mismas" —Simuló comillas con sus dedos. —Y nunca antes lo he hecho con Jimin.

 

—Sólo llévalo a tu habitación, ¿No crees que debe estar estresado por tanto ruido? Ponte bien cariñoso y boom, le das como a cajón que no cierra. Nada ni nadie los interrumpirá, yo me encargó de la música.

 

Seokjin de la nada llamó a Namjoon para que le ayudara a preparar unas cuantas bebidas. El chico se fue pitando de allí, dejando a Yoongi totalmente solo y decidido a hacerlo. No tenía más elección, por su propia culpa tenía que hacerlo y atenerse a las consecuencias, pero no era ni tan mala idea como para andarse quejando. Él ganaba, Jimin ganaba y todos ganaban.

 

El rubio respiró profundo y fue hacia la sala, buscando a Jimin para encontrárselo sentado en una silla mientras bebía una soda, se veía demasiado aburrido. Yoongi caminó hacia él y le dio su mano para que se levantara de allí, este sonrió y puso la lata de soda en el suelo, entrelazando sus dedos.

 

— ¿Quieres ir a la habitación, Jimin? Hay demasiado ruido aquí y algo me dice que no te encuentras bien aquí. —Preguntó mirándolo a los ojos, él asintió y caminó junto a él hacia la habitación, atravesando el pasillo que se encontraba lleno de personas borrachas y en un momento bastante caliente, sin importarles que los demás pudieran observarlos.

 

Entraron al cuarto y cerraron con seguro, el ruido era más que impresionante. Jimin se tumbó en la cama, soltando un gran suspiro. Yoongi se quedó observándolo, apoyado en la puerta. Estaba bastante animado pero el exceso de ruido le irritaba.

 

Escuchó con atención la música, notando que de la nada cambió de a una en específico. Esto no era obra del destino, ni tampoco casualidad y nadie quería tamales.

 

Era obra de Namjoon que estaba claramente facilitando las cosas con Jimin.

 

La canción era Adorn de Miguel, una canción con la que ambos solían estar demasiado obsesionados desde su lanzamiento. Y también la canción con la que Jimin le hizo un striptease a Yoongi como regalo, cofcof.

 

—Jimin, levántate.

 

— ¿Hm? ¿Por qué?

 

— ¿Recuerdas lo de aquel día, en mi cumpleaños y... ¿Con esta canción? —El menor soltó una pequeña risa, levantándose de inmediato y asintiendo. Miró hacia el suelo, mordiéndose el labio inferior mientras metía sus manos en los bolsillos de su pantalón.

 

—Sí, lo recuerdo, Hyung... ¿A qué viene la pregunta?

 

— ¿Crees que podrías repetir lo mismo antes de que acabe?

 

Jimin soltó un gran suspiro al aire, avanzando hasta su novio y tomando su mano para jalarlo y hacer que se siente en el borde de la cama de un solo intento. Yoongi apoyó sus brazos en la cama, totalmente dispuesto a observar, sin omitir un solo detalle, aquel acto que estaba a punto de presenciar.

 

La verdad es que tenía algo de nervios pero poco a poco se fueron desvaneciendo, sintiéndose más seguro de lo que haría. Primero que todo, revolvió su cabello para darle una pinta más "Sexy" y de inmediato una sonrisa ladina se dibujó en su rostro. Ahora nadie ni nada podría borrarla. 

 

Dio pasos al ritmo de la música, avanzando hacia su novio, previamente guiñándole un ojo con malicia. Sin vacilar y con toda la tranquilidad del mundo, comenzó a mover sus caderas de un lado a otro, procurando que fuera con mucha suavidad pero no sin dejar de ser algo "Provocador". De vez en cuando, alzaba su camisa o bajaba un poco una esquina de su pantalón, descubriendo su abdomen y aquella V en la pelvis que aún se le marcaba.

 

Se despojó de la prenda superior, dejando desnudo completamente su torso, avanzando hacia Yoongi y tomando sus dos manos, posándolas sobre su abdomen para que lo tocara mientras él seguía meneando sus caderas de arriba hacia abajo y de un lado al otro. El ambiente se volvió demasiado caliente y en cuestión de sólo segundos. 

 

Jugando con el elástico de sus pantalones, fue bajándolo poco a poco, siendo detenido inmediatamente por Yoongi. Jimin arqueó una ceja y ladeó su cabeza en modo de confusión, siendo tirado a la cama por esté segundos después. Su mirada ahora estaba llena de lujuria y excitación. 

 

Esta vez, Yoongi fue el que le quitó el pantalón poco a poco, descubriendo el hecho de que el menor ni siquiera llevaba ropa interior y claramente tras dar semejante baile, ya tenía una erección. Inevitablemente, Jimin soltó una pequeña risa en reacción, mordiendo su labio inferior. 

 

— ¿Qué haré contigo, Park Jimin?

 

—Qué pregunta, Hyung, qué pregunta...

 

Sin poder aguantar un poco más, el mayor subió hasta el rostro de su novio y junto sus labios con los ajenos, creando un caliente y mojado beso, donde ambas lenguas batallaban. Durante aquello, Yoongi hacia un camino con sus dedos del pecho hasta el abdomen de Jimin, llegando a tomar su miembro y moviendo su mano de arriba a abajo.

 

Jimin soltaba pequeños gemidos ahogados, llevando su diestra hasta la mano de Yoongi y haciendo que la moviera aún más rápido. El rubio sonrió entre el beso, dándole la velocidad que pedía y notando como su espalda se arqueó por un momento.

 

El chico se separó, recuperando aire pero al instante perdiendo el poco que había obtenido cuando sintió que su novio volvió a aumentar de velocidad, pero esta vez tenía su miembro en su boca. Gemidos, jadeos y gruñidos era lo único que retumbaba en las 4 paredes de la habitación, Jimin llevó sus manos al cabello Yoongi, dando suaves caricias pero al mismo tiempo daba embestidas en su boca un poco para que lo hiciera con más profundidad.

 

Yoongi no tuvo problema en hacerlo, procurando no ahogarse o la fiesta se acabaría para todos.

 

—Demonios, Hyung... —Soltó el chico, clavando su cabeza en la almohada donde la tenía apoyada debido al placer. Yoongi seguía moviendo su cabeza de arriba a abajo, sin cansarse un solo segundo.

 

Tras llamar su nombre como miles de veces, llegó a su punto final, corriéndose con fuerza en la boca de Yoongi; este tragó todo lo que pudo y limpió las comisuras de sus labios, sonriendo ladinamente.

 

Jimin sabía bien que ahora era el tiempo, así que empujó a Yoongi, haciendo que cayera sobre su espalda en la cama, desabrochando con desespero su camisa y dejando su pecho desnudo. Yoongi volvió a levantarse, enredando las piernas del menor en su cadera y acostándolo, no sin antes dar un par de caricias a su espalda y proporcionarle unos cuantos besos y mordidas a su cuello.

 

El rubio retiró la poca ropa que le quedaba, lanzándola a quién sabe dónde y volviendo con su chico, rozando ambas intimidades al ritmo de la canción que ahora sonaba, provocando que ambos gimieran al unísono.

 

Yoongi apretaba las caderas ajenas mientras trataba de mover las suyas y no perder el ritmo, pero llegó a un punto donde se hartó de que todo fueran nada más y nada menos que roces, gruñendo en respuesta.

 

Ambos se sentían en el paraíso, nada ni nadie podía detenerlos o interrumpirlos ahora. Después de todo no fue tan malo seguir la idea de Namjoon.

 

—Jimin, en tus manos y rodillas, ahora. —Ordenó Yoongi, jadeando mientras se retiraba para darle el espacio que necesitara para cumplir la orden. El mencionado se sonrojó inmediatamente, haciendo justo lo que le habían pedido, permitiéndole a su chico ver su gran y redondo trasero.

 

Ahora se sabe por qué dicen que si hay donde agarrar, es mejor.

 

—Lame. 

 

— ¿Eh...?

 

—Que lamas. —El rubio puso frente a la boca del chico dos de sus dedos, este sin saber el porqué comenzó a lamerlos, como si de una paleta se tratase. Luego de estar casi repletos de saliva, Yoongi sin avisar, metió uno de ellos en la entrada de Jimin, recibiendo un quejido de parte de él.

 

—Si duele demasiado, dime que me detenga, Min...

 

El bajito se quedó totalmente callado y quieto, sintiendo como aquel dedo salía y entraba de él, intentando acostumbrarse. No era su primera vez pero sí su primera con Yoongi después de estar en una relación con él.

 

Metió el segundo y esta vez se pudo sentir cómo Jimin se había tensado, apretando las sábanas de la cama con sus manos. Yoongi, notando esto, fue un poco más lento e intentaba simular tijeras pequeñas para acostumbrarlo lo más posible a pesar de que lo que se venía no era ni el doble de sus dedos.

 

—Jimin...

 

— ¿Sí...? —Respondió, volteando su rostro para mirar al de su novio, esperando a que hablara. Yoongi retiró sus dedos, dejándole un gran vacío. 

 

— ¿Puedo...?

 

—Sí, sí, sólo no seas demasiado brusco, Hyung...

 

El rubio tomó su miembro, rozando la entrada un par de veces con la punta, posando su mano libre en la cadera de Jimin y acariciándola lentamente. Soltando un gran suspiro al aire, comenzó a introducirse con mucha lentitud, intentando no herirle. 

 

A cambio no recibió ningún quejido de parte del adversario y aquello se le había hecho un tanto raro, pero más sin embargo continuó. Poco a poco resultó completamente adentro, sin mover una sola parte de su cuerpo.

 

— ¿Te duele mucho?

 

—No, pero es... Es incómodo.

 

Vaya vaya, pero qué sorpresa.

 

Yoongi duró por unos segundos así, bien quieto, hasta que decidió moverse despacio, estando atento a todo aquello que su novio le pudiera decir. El pelinegro por inercia movió sus caderas y ambos iniciaron un mismo ritmo que no era demasiado alarmante ni doloroso para el menor.

 

El mayor cambió de velocidad, procurando no ser brusco pero era algo un poco inevitable. Jimin se estaba acostumbando lentamente, pero lo hacía. Así que a medida de que el dolor y la extrañeza se iban esfumando, él soltaba pequeños gemidos. 

 

Ambos gruñeron al mismo tiempo, sintiendo como el interior de Jimin se ajustaba perfectamente. Era algo así como si Yoongi lo llenara por completo. Esto era algo que los dos querían desde el inicio y lo sabían.

 

Llegó un momento en el que Yoongi se detuvo para cambiar de posición, acostando nuevamente a Jimin y entrando en él sin problema, esta vez podía moverse con más libertad. 

 

Jimin rodeó a Yoongi con sus brazos, atrayéndolo a su cuerpo mientras besaba su cuello y clavícula. El mayor comenzó a embestir nuevamente, apoyando sus brazos en la cama, saliendo una y otra vez del interior del chico. ¿Cómo era posible que se hubiera acostumbrado tan rápido? Era obra de Satanás.

 

Sus embestidas eran fuertes y rápidas, incluso Yoongi sostenía la cadera ajena para lograr golpear ese punto dulce que cada uno tenía y pudo hacerlo. Jimin soltó varios gemidos agudos, enterrando sus uñas en la espalda de Yoongi, había vuelto a tensarse pero esta vez no era por incomodidad o dolor, era por placer.

 

La temperatura en ambos cuerpos aumentaba aún más, causando que sudaran debido al aumento de rapidez instantáneo, los dos soltaban gemidos, gruñido y jadeos, casi llegando al punto final.

 

—Voy a correrme... ¡Hyung!

 

Luego de dar su aviso, inevitablemente su espalda se arqueó, los dedos de sus pies se encorvaron y su interior se contrajo, quedando aún más apretado. Ahora su abdomen y el de Yoongi había quedado manchado de su esencia, pero no les importó mucho.

 

Yoongi, al sentir como el interior de su chico se volvió aún más apretado, gruñó en respuesta, dando unas cuantas más embestidas hasta que llegó también a su punto, llenando por completo el interior de Jimin.

 

Recuperando aún su aliento, Yoongi se bajó de la cama y caminó hasta el cuarto de baño, tomando una pequeña toalla que había al alcance para limpiar su abdomen, el de Jimin y su interior, cayendo rendido a su lado. Tras mirar hacia la ventana, se percató de que había comenzado a nevar, pero ninguno de los dos obviamente tenía frío.

 

Segundos después, me corrí manchando su interior con mi esencia. Al poco tiempo, Jimin hizo lo mismo corriéndose en mi mano. Gimió por última vez y salí por completo de él. Me tumbe a un lado de la cama poniendo una mano en mi frente para quitar el sudor que había allí.

 

Respiraciones pesadas eran lo único que se podía escuchar en toda la habitación, ambos pechos subían y bajaban en busca de equilibrio. Yoongi sonrió viendo a su novio, acercándose a él y rodeándolo con sus brazos, creando así un gran abrazo, seguido de un beso en cada zona de su rostro.

 

—Jiminnie, Jiminnie...

 

— ¿Sí, Hyung?

 

—No quiero que este sea uno de esos típicos momentos cliché en las películas románticas, pero te amo, te amo muchísimo.

 

—Yo también te amo, Hyung... —Le dedicó una amplía sonrisa, acurrucándose con el mayor. —Y además, si viene de ti ya no es un cliché, es un milagro.

 

— ¿Estás diciendo que no soy lo suficientemente cariñoso contigo?

 

—Síp.

 

—Park Jimin...

 

Ambos soltaron una risa al mismo tiempo, rozando sus narices y entrelazando sus dedos.

 

—Jimiiiiiin.

 

— ¿Qué quieres, Hyung?

 

—Te voy a hacer una pregunta y vas a tener que responderme muy seriamente.

 

—Lo que sea, Hyung.

 

— ¿Me veo bien estando desnudo? —Soltó Yoongi de la nada, recibiendo un empujón de parte de su novio, quien ahora negaba rotundamente y rodaba sus ojos. —Ya, ya, ahora viene la pregunta sería.

 

— ¿Qué es, Hyung?

 

— ¿Quieres casarte conmigo?

 

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