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Un problema muy problemático por LittleAyla

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Notas del capitulo:

Bueno, pues aquí está el nuevo cap y bastante largo tengo que decir.

¡Espero que lo disfruten!

Cuando el médico que les estaba atendiendo entró a la habitación junto con el doctor Jang, el ginecólogo de Yuri, ninguno de los dos pudo evitar que una pequeña sonrisa escapara por la comisura de sus labios, sobretodo el doctor Jang. Y es que ver al chico más terco, rudo y frío en cuanto al tema de estar junto a un alfa, totalmente dormido y relajado gracias a las suaves caricias de, precisamente, un alfa, era algo que des de luego, nunca pensó presenciar.

Tae tardó unos segundos en notar la presencia de ambos médicos pero cuando lo hizo posó su dedo índice sobre sus labios, pidiendo que hicieran silencio. Se levantó del lado de Yuri y se acercó a ellos.

- Acaba de dormirse, lo necesita - los miró nervioso - ¿Ya saben qué le sucede? ¿Es malo para los bebés?

Antes de responder, el médico preguntó:

- Perdone mi pregunta, es el procedimiento, pero... ¿qué relación tiene con Yuri Ostberg?

- Soy el padre de los niños – Jang se sorprendió ante eso pero no dijo nada – también soy yo el que lo ha marcado… ¿le he hecho daño? ¿Su cuerpo rechaza mi marca? – interrogó.

El médico – llamado Hyun – apuntó algo en unos papeles que tenía entre sus brazos y levantó la vista.

- Si bien es la marca la que está causando esto, no es porque su cuerpo la rechace… no a voluntad, al menos – Tae no entendió nada, así que lo siguió mirando fijamente – Después de recibir los análisis de sangre hemos encontrado tres feromonas de diferentes alfas. Las suyas, las cuales hemos podido identificar gracias a la pequeña muestra que nos ha ofrecido – cierto, una hora atrás también le habían sacado un poco de sangre – y después, las dos restantes las hemos podido identificar como las feromonas de los bebés – alzó las cejas, sorprendido, y miró al doctor Jang en busca de respuestas. Si bien no lo conocía en persona Yuri le había hablado un poco de él.

- Normalmente los bebés suelen empezar a fabricar sus feromonas a partir del sexto mes. En ocho dias Yuri entrará en este así que no es de extrañar que se hayan adelantado un poco – explicó.

El alfa no habló durante unos minutos, procesando todo lo que habían dicho.

- Pero Yuri dijo que usted – señaló a Jang – había insistido muchas veces en que se dejara marcar…

- Es que en teoria no debería haber sucedido esto – suspiró el doctor – En determinados casos pasa, no se sabe del todo bien el por qué pero en este caso muy posiblemente podría ser por el agotamiento de Yuri en los últimos meses. Su cuerpo está mucho más débil de lo habitual y de pronto le ha llegado una sobredosis de feromonas de alfas – explicó de una forma entendible para alguien no especializado en medicina.

- Pero se pondrán bien, ¿cierto? – se pasó una mano por el pelo con desesperación – lo único que quiero es que los tres estén bien, sanos y a salvo… quiero cuidarlos e intentar compensar mi ausencia en los primeros meses.

- Puede relajarse en cuanto a eso, ninguno de los tres va a salir dañado – Jang garabateó a una velocidad sorprendente lo que parecía una receta – Yuri deberá tomarse estas pastillas, dos al día, y también estaría bien que se aplicara esta pomada en la mordida, hará que disminuya el ardor hasta que cierre del todo – explicó, entregándole la hoja – Esto ya se lo he dicho muchas veces a él pero ahora también se lo digo a usted, a ver si puede convencerlo. Lo mejor sería que dejara de trabajar hasta que los niños nazcan, ahora con más razón aún. En los próximos meses necesitará hacer reposo y, sobretodo, no quedarse nunca solo, por precaución.

Taehyung asintió rápidamente, guardándose la receta en la cartera.

- Me aseguraré de que haga todo esto, puedo prometérselo.

- Bien – ambos médicos sonrieron – Le daremos el alta esta tarde, queremos asegurarnos que no suceda nada más y que los medicamentos funcionen.

El médico salió, dejando solos al alfa y al ginecólogo.

- Tenemos una cita para la semana que viene pero no me costaría nada hacer una ecografía ahora, tal vez hoy los bebés se dejen ver – ofreció amablemente.

Taehyung se lo pensó unos instantes, observando en ligero sueño del omega que descansaba sin ser consciente de nada.

- Me encantaría, de verdad, pero quiero que descanse bien – se acercó a él y le apartó un mechón de pelo del rostro – en las últimas noches no ha podido descansar como es debido.

Volvió a sentarse al lado de Yuri, esta vez más relajado al saber que había un remedio para lo que le sucedía al omega. No se perdonaría nunca si debido a su marca algo malo le pasara. Antes de que el doctor saliera de la habitación, volvió a hablar:

- Él... ¿lo ha pasado muy mal estos meses? - le asustaba la respuesta que podría recibir pero necesitaba saberlo.

El hombre soltó un suspiro.

- Es un embarazo muy delicado... tuvo una amenaza de aborto al inicio y como se ha empeñado en seguir trabajando ha estado muy débil y cansado. Ni siquiera puedo entender como ha dejado que lo marcaras, cada vez que se lo proponía podría asegurar que me asesinaba en su mente - guardó silencio unos segundos - Cuídalo y no le quites el ojo de encima. Puede negarlo todo lo que quiera pero te necesita a su lado - dijo sonriendo levemente - Oh, rebusca en su teléfono y llama al contacto guardado como Adela, bueno no, seguramente la tendrá como Vieja bruja. Le hará ilusión verla cuando despierte.

- Uh, claro, pero... ¿quién es? - el doctor ya había salido sin siquiera escuchar su pregunta.

Rebufó y se contuvo de lanzar un gruñido, no soportaba que lo dejaran con las palabras en la boca, que lo ignoraran. Pero aún así cogió el móvil de Yuri - que lo había cogido por pura casualidad - y rebuscó entre los contactos del chico hasta encontrar uno guardado como Vieja arpía del demonio. Supuso que era ese y sin pensarlo mucho llamó.

Siete tonos después respondió.

- ¿Por qué me despiertas a estas horas, niño inútil? No pienso complacer tus asquerosos antojos - cierto, tan solo eran las seis de la madrugada.

- Am, no soy Yuri, soy Kim Taehyung... no sé si le ha hablado de mi - habló un poco intimidado.

- El que lo preñó - soltó sin delicadeza alguna - Os encontrasteis hace unos días, ¿cierto?

- Eh, sí - afirmó - Verá, anoche yo... lo marqué, con su consentimiento, por supuesto - se apresuró a decir para ahorrarse los gritos que adivinaba la anciana le lanzaría - Pero hace apenas una hora se ha despertado porque no se encontraba bien. Estamos en el hospital y-

- ¿¡En el hospital?! ¿¡Están los tres bien?! - tuvo que apartarse el aparato de la oreja para no quedarse sordo - ¡Te vas a enterar maldito alfa!

- Y-Ya está todo solucionado, nos han atendido y nos han dado el remedio necesario - habló atropelladamente - El doctor Jang ha venido también y los ha revisado, están todos bien. Ahora mismo Yuri está dormido y me han dicho que se alegraría de verla cuando despierte... Por eso la he llamado.

La furia de la mujer pareció apaciguarse ante esa explicación y enseguida le aseguró que no tardaría en llegar. En cuanto colgó soltó un largo suspiro. Eso había sido demasiado intenso. Se acomodó lo mejor que pudo en la incómoda silla y cerró los ojos, él también necesitaba dormir un poco.

***

Yuri despertó horas más tarde, pasado el mediodía, encontrándose en lo que claramente era una cama de hospital. Miró su alrededor, reparando inmediatamente en una bolsa de deporte que reconocía como la de Tae - solía utilizarla para traer todos sus antojos y caprichos - cubierta por un enorme abrigo de piel - de imitación, por supuesto - que no podía pertenecer a nadie más que a Adela. Pero ninguno de los dos estaba allí.

Un momento.

¿Cómo se había enterado la vieja que estaba en el hospital?

Espera, espera, espera.

¿¡Los engendros estaban bien?! Posó ambas manos en su vientre y gracias a Dios no tuvo que esperar ni tres segundos para recibir una patada en sus costillas que lo dejó sin respiración. Bien, eso significaba que estaban sanos.

Entonces, ¿por qué continuaba en el hospital?

Se incorporó en la cama y se destapó, sacando las piernas con la intención de levantarse e ir en busca de una explicación. Un muy conocido mareo se lo impidió, obligándole a cerrar los ojos hasta que su vista volvió a ser clara. Pero no era solo eso. Sentía su cuerpo agotado, débil, con las fuerzas mínimas para mantenerse despierto.

Haciendo un gran esfuerzo se levantó - por unos momentos temió que sus piernas no lo sostuvieran - y alargó su brazo para agarrar su teléfono, que estaba en una pequeña mesita al lado de la pared. Volvió a sentarse en la cama - no pudo resistir la tentación de taparse otra vez con la manta - y buscó entre sus contactos hasta que localizó el de Taehyung - tampoco pudo evitar sorprenderse al ver que ya eran las dos de la tarde.

Marcó el número y no tuvo que esperar demasiado para que le contestara.

- ¿Diga?

- ¿Dónde estás? - gruñó - Acabo de despertarme y no hay nadie para explicarme qué sucede.

- ¡Yuri! - exclamó - Enseguida vamos para allá, estamos en la cafetería del hospital comiendo un poco. Danos dos minutos - y colgó.

Suspiró y casi sin ser consciente empezó a acariciar su vientre con ambas manos, era un hábito que había cogido meses atrás y ahora se le hacía imposible dejarlo. Y entonces lo recordó cuando volvió a sentir ardor en su nuca.

Era un omega marcado.

Con una mano temblorosa rozó la marca en la parte trasera de su cuello. Era real. Incluso soltaba algún quejido si tocaba la herida abierta. Su cuerpo tembló levemente ante eso. Se sentía... pequeño. Insignificante. Ahora que era consciente de la marca notaba la conexión que lo unía con Taehyung. Si se concentraba incluso podría decir a qué distancia estaban. Era como... como un magnetismo que iba incrementando, permitiéndole medir la distancia entre ellos. En esos momentos se hacía más débil, así que Tae estaba más cerca.

Era un magnetismo invertido.

Como más lejos estaban el uno del otro, más presión sentía y a la vez una necesidad aplastante se estar a su lado surgía.

Puta mierda.

Eso era justamente lo que había tratado de evitar toda su vida, sentirse atado a alguien. Y ahora no solo lo sentía, lo estaba. Completamente. No levantó la mirada cuando la puerta se abrió pero estaba seguro que Tae podía notar su angustia tal y como él sentía su preocupación.

- ¡Niño! - exclamó Adela nada más entrar, acercándose a él a una velocidad que parecía imposible para una vieja - ¡Qué susto me has dado! ¡No te atrevas a volver a hacerlo!

- Primero deberíais decirme qué ha pasado, ¿no os parece? - siseó fulminándolos con la mirada.

- Que te lo explique tu alfa - Tae se sonrojó en extremo cuando se refirió a él de esa forma y Yuri solo quiso asesinar a la anciana, no era gracioso - Yo de estas cosas de médicos no entiendo nada.

Taehyung pasó una mano por su pelo y se sentó a un lado de la cama.

- Por lo visto ambos bebés son alfa y ya han empezado a producir sus feromonas, así que cuando te marqué tu cuerpo empezó a colapsar por tener demasiadas feromonas de distintos alfas en tu sistema.

- Ahora entiendo por qué patean tan fuerte.

Tae sonrió un poco y acarició su vientre por debajo de la manta antes de levantarse y coger su bolsa de deportes, abriéndola y sacando de ella incontables chocolatinas, bolsas de patatas y más guarradas del estilo.

- Te he traído esto - murmuró lanzándole un par de chocolates - Supuse que tendrías antojo de dulces, es lo que me has pedido los últimos días.

No le dio las gracias - Tae tampoco esperaba que lo hiciera - pero se lanzó a atrapar los chocolates esparcidos por la cama y empezar a comérselos mientras le extendía la mano y le exigía más. Taehyung rio pero negó con la cabeza, dejando a Yuri atónito. Hasta el momento no le había negado nada.

- El médico ha dicho que ahora tenemos que cuidar más la dieta, así que tendrás que controlarte con esto - dijo alzando la bolsa.

- Tus muertos voy a controlarme, es culpa de tus engendros así que dame la bolsa - Tae solo negó, dejándola sobre el sofá y mirándolo con una sonrisa burlona. Sabía que se estaba ganando un buen golpe pero era muy divertido ver su rostro en esos momentos.

Siguieron discutiendo durante unos minutos mientras Adela atendía una llamada. Cuando volvió cogió su abrigo y dijo:

- Lo siento chicos, tengo que irme - le sentaba mal marcharse cuando apenas había podido estar con Yuri pero su hijo menor la necesitaba urgentemente - Uno de mis nietos ha cogido la gripe y ni mi hijo ni su mujer pueden quedarse a casa para cuidarlo - besó la frente de Yuri y le sonrió - Supongo que en un tiempo serás tú quien me llame - dijo antes de ir hacia la puerta - Oh y Taehyung, asegúrate que no le pase nada. Sinó te las verás conmigo, ¿entendido?

- Entendido - se apresuró a decir tragando saliva, esa señora daba miedo incluso cuando no estaba enfadada.

Se quedaron un rato en silencio, Tae mensajeándose con alguien y Yuri comiendo las chocolatinas mientras lo observaba fijamente, analizando su situación. Ahora era un omega marcado con dos bebés en camino. Eso ya estaba empezando a procesarlo del todo, era otra cosa lo que le inquietaba.

Zane no había vuelto a aparecer des de hacía casi tres meses atrás y sus padres tampoco habían vuelto a llamarlo y eso des de luego no era ni normal ni bueno. Evidentemente ya debían saber dónde se encontraba y tampoco les costaría mucho trabajo averiguar en qué edificio vivía. También sabían que estaba embarazado. Entonces, ¿por qué aún no habían ido para llevárselo a la fuerza y darle el castigo que ellos creyeran apropiado? Su estómago empezó a removerse y sus manos a sudar ante esa idea. Estaba cien por ciento seguro que sus padres no iban a quedarse de brazos cruzados y le asustaba lo que harían cuando sea que decidieran actuar. A fin de cuentas él era su único hijo, el heredero de su imperio. Con quien él se casar sería el nuevo jefe.

- ¿Yuri? - la voz de Tae lo sacó de sus pensamientos - ¿Está todo bien? - preguntó habiendo notado su angustia.

- ¿Eh? Ah sí... sí, todo bien, no te preocupes - intentó hacer una pequeña sonrisa, quedándose en una mueca - Solo... cosas de familia.

Los ojos del alfa se abrieron como platos.

- Cierto, ni siquiera se me ha pasado por la cabeza llamar a tus padres, ¿quieres que lo haga? - ofreció con una sonrisa mientras cogía su móvil.

Fue el turno de Yuri de abrir los ojos como platos. Cierto, Taehyung no sabía nada de él. Ni de dónde venía, ni que se había fugado, ni que era menor de edad. Lo miró dubitativo, debía decirle, lo sabía, pero de solo imaginarse cómo se quedaría el alfa cuando supiera la verdad sentía una pereza increíble. Pero debía decirle, a esas alturas ya era algo que lo afectaba directamente.

- No, no los llames - dijo con seriedad - De hecho... mejor siéntate, tengo que contarte unas cuantas cosas sobre mí - intentó mantenerse tranquilo para no alarmarlo - Bueno, supongo que ya habrás deducido que no soy de aquí - Tae asintió sentándose a su lado en la cama - bueno, vengo de Noruega, de una familia completamente de alfas a excepción de la abuela de mi padre que por desgracia murió hace mucho tiempo. También son extremadamente religiosos - Tae se removió un poco incómodo, con esas últimas palabras dichas por el rubio estaba seguro que ya no tenía ninguna posibilidad de caerles bien - La cosa es que, como ya has visto, yo no lo soy mucho, por no decir nada. Además soy bastante... ya sabes... adicto a salir y a follar. Pues hace exactamente seis meses mis padres me pillaron acostándome con un compañero de clase - el mayor empezó a imaginarse por donde iban los tiros - obviamente se quedaron muy decepcionados por mi comportamiento pero eso no me importa, nunca me he llevado bien con ellos. Lo que no esperé en ese momento fue que decidieran enviarme a un Internado para Omegas en Inglaterra - inevitablemente una de las cejas de Taehyung se levantó ante esas palabras - Así que no dudé en escaparme de casa y venir aquí, el sitio que menos les gusta en el mundo.

- ¿Así que te fugaste y directamente te fuiste del país? ¿Por qué sencillamente no fuiste con algún amigo? - preguntó y Yuri agradeció que hasta el momento no se hubiera escandalizado, si bien lo podía notar sorprendido no estaba ni de lejos enfadado, molesto u horrorizado.

- Es complicado, mi familia tiene una gran empresa - dijo remarcando el gran - y yo soy su único hijo, así que en teoría, si aún no me han desheredado, quien se case conmigo se convertirá también en dueño de la empresa - Tae tragó saliva - por eso me prometieron des del momento en que nací al hijo de uno de los empresarios más ricos de Europa.

- ¿¡Estás prometido?! - no pudo evitar alzar la voz, pero no de una forma agresiva sinó de pura sorpresa.

- Sí, lo estoy, pero el hombre es asqueroso, malvado y psicópata. Además de ser trece años mayor que yo - suspiró acariciando su vientre - Siento no habértelo contado antes - murmuró mordiendo su labio inferior. Aún no le había dicho que era menor de edad.

- Pero pese a todo tus padres no pueden obligarte a casarte con él - allá vamos, pensó tomando una bocanada de aire.

- Pueden hacerlo mientras sea menor de edad - el alfa se quedó helado ante esas palabras. ¿Había oído bien? ¿menor de edad? - Tengo diecisiete y mi cumpleaños es a finales de verano, ellos querían que terminara el instituto y como aún continuaría siendo menor cuando lo acabara me casarían con Zane. Después cuando cumpliera los dieciocho ya no habría marcha atrás porque para esas alturas ya me habría marcado - acabo de explicar, necesitando hablar para no centrarse únicamente en las expresiones de Taehyung.

Se quedaron en silencio unos minutos que parecieron horas.

- ¿Tienes diecisiete? - preguntó con un hilo de voz dejándose caer en el sofá.

- Siento no habértelo dicho antes... ya lo sabes, en teoría iba a ser solo un lío de una noche - miró su vientre unos instantes - no tenía pensado que pasara esto.

- Te he marcado... eres menor y te he marcado - murmuró en shock.

Yuri suspiró pero frunció el ceño.

- Mira, sé que impresiona darte cuenta que te has acostado y que vas a tener dos hijos con alguien de diecisiete pero... este año cumplo los dieciocho, apenas faltan cinco meses para eso, menos incluso. Podría haber nacido en enero y ya sería mayor de edad... Oye, no quiero que te enfades por esto.

- No me enfado - dijo después de minutos en silencio - No estoy enfadado, solo sorprendido - Yuri sintió como su cuerpo se relajaba cuando Tae extendió su mano y acarició su vientre - Además, aquí en Corea la mayoría de edad es a los veinte años. Bueno, diecinueve, aquí cuando naces es como si tuvieras un año.

- ¿¡A los diecinueve?! - fue el turno de Yuri de sorprenderse.

- Sí, así es - sonrió levemente para luego seguir hablando del tema de Yuri - Pero hay una cosa que no me acaba de encajar. Si eres el único hijo que tienen y por lo tanto su heredero... ¿no te han venido a buscar ya? Lo normal sería que hubieran movido tierra y mar para encontrarte.

- Saben muy bien donde estoy - de solo pensar en la "visita" de Zane unos meses atrás su cuerpo se tensó - Eso es lo que me preocupa.


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