Yuna sonrió al ver a Yuri removerse en su sitio y extendió su mano por encima de la mesa para apoyarla en la del omega, llamando su atención.
- No te preocupes, mi marido es un buen hombre - le sonrió - te aseguro que le gustarás cuando haya podido procesar todo lo que está sucediendo.
- S-Sí, claro - hizo una mueca, apoyando su mano en un lado del vientre. Esos engendros iban a romperle una costilla.
- ¿Te encuentras bien?
- Mhm... - asintió respirando hondo y cerrando los ojos unos segundos - Es que... tienen mucha fuerza. Además hoy están muy moviditos.
Volvió a removerse en su silla intentando ponerse cómodo, cosa que parecía imposible. Le dolía el culo de estar sentado, la espalda por el peso de su barriga y los pies de lo hinchados que estaban. Le entraron ganas de llorar, solo quería irse a dormir y no despertarse hasta tres días después.
No tuvo tiempo de seguir pensando en sus miserias cuando Tae volvió a aparecer seguido de un hombre de casi su misma altura con el que charlaba animadamente. Tragó saliva y se encogió en su sitio, en ese momento toda su valentía había desaparecido y su omega parecía haber tomado el control de la situación, obligándolo a comportarse de una forma sumisa.
- Cariño - Yuna se levantó y le dio un familiar beso a su marido - al final la reunión se ha alargado mucho, ¿no?
- Trabajo es trabajo - contestó el hombre, sonriéndole con amor - Ahora Tae, ¿por qué no me presentas al motivo de esta cena? - pidió mirando a Yuri con una sonrisa cálida.
- Papá, este es Yuri, mi pareja destinada - el menor se levantó con un poco de dificultad y sonrió avergonzado y cohibido - Yuri, este es Seung, mi padre.
Al hombre por poco no le dio un infarto al ver la barriga del omega. Se quedó en silencio unos segundos, mirando del vientre a Yuri, de Yuri a Tae y otra vez al vientre.
- Papá, ¿por qué no te...?
- ¡Voy a ser abuelo! - y sin que nadie pudiera siquiera preverlo envolvió a Yuri en un enrome abrazo de oso que lo dejó sin palabras.
- Papá... ¿no estás enfadado? - preguntó Taehyung con cuidado - quiero decir, no estamos casados y le fui infiel a Jungkook, yo...
Seung lo hizo callar cuando estiró su brazo izquierdo y lo atrajo también al abrazo, haciendo sándwich de Yuri y bebés.
- Hijo, te voy a ser sincero. Jungkook nunca me cayó bien, - confesó - así que para mí es imposible enfadarme con esta maravilla que además de separarte de ese beta te va a convertir en padre. Además, si es cosa de destinados no se puede hacer nada, era irremediable. Siento decirte esto TaeTae pero des de que empezaste a salir con Jungkook supe que en algún momento romperíais por más enamorados que estuvierais, cada alfa está unido a un omega por el destino y cuando ambas almas se encuentran ya no pueden volver a separarse. Supongo que ya me entiendes - dijo mirando hacia Yuri quién tenía un lindo sonrojo en sus mejillas.
- Gracias por ser tan comprensivo, señor - murmuró avergonzado.
- Oh chico, llámame Seung o incluso papá, a partir de ahora somos familia.
***
Esa noche nada ni nadie fue capaz de arruinarle la alegría a Kim Seung. Ni siquiera cuando le confesaron que Yuri era menor de edad y que se había fugado de casa, y mucho menos cuando dijeron que eran gemelos, en ese momento el hombre volvió a abrazar a la joven pareja con orgullo y alegría. Más tarde entendieron que ese humor tan espléndido era, en parte, producto de las copas que se había tomado con sus compañeros cuando la reunión terminó.
La agradable cena terminó una hora después de la llegada del padre de Taehyung, justo en el momento en que el rostro de Yuri se estrelló contra la mesa. Al principio se preocuparon, pensando que se había desmayado o algo peor, pero no tardó demasiado en soltar un ronquido que expresó claramente su sueño profundo. Ante eso Yuna y Seung sonrieron por la ternura del omega y después de despedirse de su hijo con abrazos, besos y otra felicitación, y tras de besar la frente de Yuri, se marcharon asegurando que la próxima cena sería en su casa y con sus hermanos.
Cuando la casa quedó en silencio, Tae cargó a Yuri en brazos y lo llevó a su habitación, donde le quitó la ropa que llevaba y la sustituyó por una de sus camisetas viejas y unos pantalones de chándal que solía usar en sus ensayos de la banda, aún no habían tenido tiempo para desempacar las maletas de Yuri y tampoco tenía ganas de empezar a rebuscar en ellas. Después lo cubrió con el edredón y tras quedarse en ropa interior se metió también en la cama, juntando su pecho con la espalda del omega y pasando uno de sus brazos por su cintura para poder apoyar su mano en la barriga. Adoraba sentir las suaves pataditas de los bebés aunque Yuri siempre lo maldijera cuando los despertaba adrede para poder sentirlas.
***
Calor, calor, calor, calor, ¡calor!
Eso era lo único que sentía.
Su cuerpo estaba hirviendo y sudando como un pollo asado y se vio obligado a abrir los ojos luego de llevar más de media hora intentando ignorar esas sensaciones que tanto odiaba. Pero es que ya había llegado a su límite.
Soltó un gemido desesperado y frustrado al reparar en que ni siquiera había amanecido, y giró su rostro para poder ver qué hora era. Las tres y cuarto de la madrugada. Perfecto. Se incorporó un poco tratando de ir con cuidado para no despertar al alfa que dormía a su lado - aunque tenía la sensación de que aunque le estampara una almohada no se despertaría - y activó la linterna de su móvil para no sentirse tan desorientado y sin aguantarse más se deshizo de la camiseta que por lo visto Taehyung le había puesto, pero no fue suficiente, su cuerpo aún seguía como en llamas, así que se encogió de hombros y se quitó también los pantalones. Total, no tenía nada que esconder al alfa.
Volvió a recostarse en la cama y cogió su móvil a sabiendas que no volvería a conciliar el sueño en un largo rato. Estaba por entrar en instagram cuando la pantalla y el móvil empezó a sonar al máximo volumen con una melodía estridente que hacía meses que no escuchaba.
Robert.
Alias "papá".
Tragó intentando deshacer el nudo en su garganta. No le importó que Taehyung se despertara sobresaltado y empezara a preguntarle qué pasaba. Esa llamada no designaba nada bueno, de eso estaba seguro.
- ¿Yuri? ¿Qué pasa? ¿Quién es Robert? - en otras circunstancias se habría reído por la pésima pronunciación del alfa.
- Es... mi padre - confesó en el momento que la habitación volvió a quedarse en silencio.
- ¿T-Tu padre? - balbuceó con un hilo de voz - ¿Sabes qué quiere?
- Supongo que arruinarme la vida - se levantó de la cama y se acercó a la ventana, abrazándose a sí mismo.
A esas alturas ya no podía esconder su miedo. De solo pensar en la furia de su padre al enterarse de que estaba embarazado, no se atrevía ni a imaginarse su ira cuando supiera que ya estaba marcado. Aunque eso por otro lado le aseguraba que ya no podía obligarlo a casarse con nadie. Pero tratándose de su padre nunca se sabía.
- Shh... Yuri, cálmate. - sonó como una orden - Tu padre no puede hacerte daño, no cuando yo estoy aquí para protegerte y defenderte - lo abrazó para transmitirle esa seguridad que tanto ansiaba - Vamos, dime, ¿qué es eso tan terrible que podría hacerte? No es mi estilo hablar de esto pero, actualmente tengo más dinero del que podría gastar en una vida viviendo normalmente y, tampoco es para presumir, pero puedo decirte que mi carrera acaba de empezar.
- Eso a él le va a dar igual. Tu dinero no le va a importar. Seguramente ni siquiera sentirá la necesidad de hablarte... él está enfadado conmigo, él va a ir a por mi... y a por los engendros - su voz se rompió y sus ojos empezaron a aguarse - Lo más probable es que mande a unos matones a por ti para que te den la paliza de tu vida mientras me coge y se me lleva. Y como el embarazo está demasiado avanzado como para interrumpirlo, cuando los engendros nazcan ¡los dará en adopción! Y a mí me obligará a someterme a uno de esos tratamientos ilegales para deshacerme de la marca y poder casarme con quién él quiera, lo más seguro a una familia que trate a los omegas como simples agujeros para follar y para dar hijos, y-y-y...
Los labios de Tae sobre los suyos lo callaron.
- Él no va ha hacerte nada de eso. No voy a permitirlo - lo aplastó entre sus brazos, confirmándole que nadie le hará nada - No soy el alfa más grande ni el más fuerte, pero no soy un debilucho. Nadie va a darme una paliza y nadie os va a apartar de mi lado. A partir de ahora no voy a dejarte ni un instante solo así que ya te estás preparando para llamar a tu trabajo y dejarlo, me acompañarás a mis ensayos y a mis entrevistas. Haremos nuestra relación oficial y la anunciaremos a los medios, entonces si alguien llegara a pasarte todos se enterarían, y tu padre lo sabrá y le será más difícil intentar dañarte. Quiero que entiendas esto y te lo metas en la cabeza - y para reafirmarlo golpeó la frente de Yuri un par de veces con su dedo índice - ¿Te ha quedado claro?
- Sí... sí, gracias - murmuró llorando silenciosamente y enterrando su rostro en el pecho del mayor - Gracias.
Taehyung sonrió enternecido pero en ningún momento su preocupación se desvaneció. A la mañana siguiente pondría al caso a sus compañeros del grupo y les presentaría a Yuri, estaba seguro que lo ayudarían.
- Volvamos a la cama, tú necesitas descansar, hoy ha sido un día largo.
- No sé de quién es la culpa - bromeó Yuri suavemente - si por mí fuera llevaría diez horas en la cama pero alguien se empeñó en hacer una cena con sus padres este día.
El alfa carcajeó mientras los tapaba a ambos con la manta y abrazaba a Yuri contra su pecho. Sinceramente, ahora ya no sabía qué haría sin Yuri a su lado; y sin esos preciosos bebés en camino. Así que no iba a permitir que nada ni nadie los dañara.
- Tae... - el omega se giró entre sus brazos para que quedaran cara a cara así que bajó su mirada hasta encontrarse con los ojos pensativos de Yuri - Gracias por no haberme hecho caso cuando nos encontramos y te dije que no te quería en mi vida. Debo admitir que... estaba equivocado - admitió por lo bajo, lo cierto era que decir eso lo avergonzaba bastante - Y también gracias por presentarme a tus padres, realmente son muy buenas personas - se quedó en silencio unos segundos hasta que volvió a mirare a los ojos - Y siento que tengas que soportar mi carácter de mierda, no entiendo cómo puedes aguantarme con lo hormonal y bipolar que estoy.
- No necesitas agradecerme nada de eso - casi como un acto reflejo besó su frente - era lo que debía y quería hacer. En cuanto a tu carácter... podríamos decir que solo le añade emoción a la vida. Cuando te enfadas conmigo y te lanzas encima mío nunca sé si es porque vas a darme una paliza, vas a besarme, o vas a violarme. Es algo realmente emocionante, ¿sabes?
Yuri soltó una carcajada y golpeó su hombro con el puño.
- Imbécil...
- ¿Ves? Lo que te decía - Yuri rodó los ojos y Tae lo miró con dulzura - Y ahora durmamos, mañana a primera hora tenemos que ir al médico para la revisión de este par de aquí - murmuró, acariciando su vientre.
- Buenas noches - balbuceó Yuri que prácticamente se había dormido en un segundo con esas caricias que le daba en su barriga.
- Buenas noches.