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KONOHAGAKURE por Yanel uchiha

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Notas del capitulo:

Holis acá con un nuevo capítulo para mis lectores.

Espero sea de su agrado mina.

Sasuke y Naru chan se conocen tambien Itachi y Deidara.

 

 

CAPITULO 3

 

10 años después

 

Nación de Kirigakure año 1853

 

¡Sasuke espera! – gritaba un niño de 14 años, tenía el pelo largo y negro, piel blanca, ojos negros – padre nos advirtió de jamás salir a las afueras de nuestra nación – comentaba, corriendo rápidamente donde estaba otro niño muy sonriente.

 

Eres lento aniiki – se burlaba el menor, un niño de 12 años, cabello azabache con un peinado muy peculiar que terminaba en puntas, piel blanca, ojos negros y rasgados, corria muy alegre, viendo como su hermano mayor lo trataba de alcanzar – quiero explorar… me da mucha curiosidad que hay a las afueras de nuestras tierras – contestaba el menor, el pelinegro mayor solo resoplo a modo de protesta.

 

Ya verás cuando padre se enteré de tus travesuras, el se enojara mucho – lo último murmuró para el mismo – Sasuke no seas terco y obedece – ordeno el mayor, al ver como su hermanito corria más fuerte a las afueras de las tierras de Kirigakure "padre se enfadara mucho con nosotros" penso Itachi, corriendo más rápido al ver como su tonto hermano menor, se perdia en el bosque.

 

El pequeño azabache corria a todo lo que sus piernas le permitian correr, al darse cuenta que había perdido de vista a su aniiki y que estaba en medio del extenso bosque, se empezó a preocupar mucho, no sabía dónde estaba, ni como salir de ese lugar, cuándo escuchó unos ruidos extraños, empezó a retroceder lentamente y sin poder evitar tropezó con una pequeña roca y rodó por una colina hacia abajo.

 

Eso me pasa por no escuchar a Itachi – se lamentaba el azabache, rodando sin parar, tratando de sujetarse de las ramas que sobre salían de los árboles “ayúdame aniiki” pensó el menor.

 

¡SASUKE! – grito Itachi al ver como su hermanito rodaba cuesta abajo, se preocupó mucho y buscaba la manera de bajar sin caer, mientras el pequeño azabache terminó de caer rodando, llevándose algunos fuertes golpes, pero nada grave.

 

Bien hecho Sasuke… eso te ganas por andar de curioso – se reprendió solo, levantándose con dificultad debido al dolor que sentía producto de los golpes, que bien merecidos se los ganó solito – ahora tengo toda la ropa estropeada, seguro padre me matará cuando se enteré – murmuraba Sasuke, sacudiendo sus ropas, tratando de limpiarse y quitar el polvo impregnado, un ruido le alertó y se puso a modo de defensa, dispuesto a atracar.

 

¡Kyubi!, ¿donde estas? – escuchó una vocecita aguda y suave, eso llamo la atención del pequeño azabache, que miro como entré los matorrales se dejaba ver a un niño muy pequeño a su parecer – ¿dónde estará?, juraría que lo vi correr por estos arbustos – escucho que murmuraba el menor, sin darse cuenta, que era observado por unos ojos negros y profundos.

 

Hmp… – soltó el azabache, para llamar la atención del pequeño niño, causando que el mas pequeño se asustara y lo miré de inmediato.

 

¿Ah? ho...hola – saludo con tímides el menor, observando al otro niño que se empezaba a acercar lentamente, mirándole con esos ojos tan negros, eso le causó un escalofrío al menor que empezó a retroceder.

 

Hola – saludó muy galán Sasuke, acercándose lentamente al pequeño, para no asustarlo, era el niño más bonito que habia visto en su corta vida, tenia el cabello dorado como el mismo sol, su piel era de un color canela muy brillante y sus ojos esos hermosos ojos color cielo e inclinó su cabecita azabache de lado, al ver como el niño rubiecito tenía en las mejillas unas muy curiosas marquitas “¿serán bigotes?, parece un gatito jijiji” rio para sus adentros – eres un doncel ¿verdad? – pregunto el azabache, quería salir de dudas.

 

¿Ah?, eh… si y tu... tu eres – respondió nervioso el doncelito, debido a la cercanía del otro niño, eso le causo un gran sonrojo, más al sentir como el niño pelinegro acariciaba sus mejillas.

 

Eres muy bonito y por eso serás mi esposo – sentencio el pequeño azabache, sonriendo de medio lado, no perdería la oportunidad de tener a un doncelito dorado para él – ven… vámonos, te presentaré a mi padre para que sepa que serás mi esposo – informó el niño pelinegro, arrastrando literalmente al doncelito, que solo tenia los ojos bien abiertos y se asustó mucho al ver como el otro niño lo llevaba a no sabía dónde, el tenia que volver con su padre y hermano mayor.

 

Es...espera yo... yo debo volver con… – no termino de realizar su oración al ver como entré los matorrales aparecía un mechón rubio, sabía quien era y grito fuerte – ¡DEI NII… AYÚDAME! – pidió ayuda desesperadamente el rubito, el otro rubio al parecer el mayor, al escuchar el grito de su pequeño hermanito y ver como era arrastrando por un niño pelinegro, que al parecer era de su misma edad, se asustó mucho y corrió para ayudar a su pequeño hermano, bloqueando el paso al azabache.

 

¡Oye tú... maldito!, ¿donde crees que llevas a mi pequeño y lindo hermanito menor?,  ¿he? Contesta – dijo, bloqueando el paso del pequeño azabache, que al mirar su camino obstruido por un rubio casi de su misma estatura, chasqueo la lengua de frustración en su propósito de llevarse al doncelito dorado.

 

Hmp... ¿eh?, bueno yo... solo quiero presentar a mi padre a mi futuro esposo – exclamó cómo si nada el azabache, jalando al pequeño doncelito que estaba como tomate maduro por lo dicho del niño pelinegro, Deidara solo se quedó en estado de shock al escuchar esas palabras.

 

Mira... como te explico... – pensaba el rubio mayor, al ver como el pequeño pelinegro le escuchaba muy atento, sin soltar a su hermanito, vio que lo tenía bien sujetó por la cintura a su pequeño otouto – todavía son muy pequeños para que se casen... además, mi hermanito esta muy pequeño para que sea tu esposo – explicó, tratando de hacer recapacitar al pequeño azabache que no quería soltar al doncelito, causando un puchero al rubito menor por lo dicho acerca de ser tan pequeño cosa que no era sierto, según él.

 

¿Y?, eso no me importa, el sera mi esposo y listo – determinó Sasuke muy serio, y detalló al otro doncel, mirándole de pies a cabeza, tenía el cabello largo y rubio, piel blanca y ojos azules, casi era de su misma altura “otro doncel dorado” se dijo así mismo – tu igual eres un doncel – comento, causando un tic en la frente a Deidara "se paciente y no asesines al pequeño atrevido" se trató de convencer el rubio mayor – ya lo decidí... serás para mi aniiki, eres de mi tamaño y a mí me gustan más pequeños – sentenció Sasuke, causando más enojó en Deidara "mata al atrevido y luego huye con tu lindo hermanito" se dijo internamente el doncelito mayor.

 

Dei nii – susurro asustado el doncelito menor, al ver como su hermano tenia un aura oscuro, “eso es muy malo” se dijo internamente Naru, mientras Sasuke se dio la vuelta sin tomar importancia y empezó a caminar arrastrando consigo al pequeño doncelito, cuando sintió un fuerte golpe que lo dejo casi inconciente, soltando a su prisionero, que sin perder tiempo el pequeño rubito corrió a refugiarse en brazos de su hermano mayor que ya lo esperaba con los brazos abiertos, mientras miraba atónito al recién llegado y que había golpeado al azabache atrevido.

 

Me disculpo por el mal momento que mi otouto baka les causo – comento el pelinegro mayor, realizando una reverencia a los dos doncelitos dorados – nos vemos... lo siento – sin recibir respuesta alguna, cargo a su hermano tonto y salió corriendo del bosque, para llegar rápido a Kirigakure, estaba muy preocupado, su padre se enfadaria mucho con ellos por no haber obedecido a sus advertencias.

 

Dei nii… ellos son muy extraños ¿verdad? – comento a su hermano mayor el doncelito, Deidara solo tenía la vista fija donde ambos pelinegros se habían perdido – ¿crees que los volveremos a ver? –  pregunto Naru, preocupado al saber que podía volver a ver a ese niño azabache otra vez.

 

Tal vez… de todos modos el quería ser tu esposo – comentó divertido el rubio de pelo largo, causando un nuevo sonrojo y pánico al menor – tranquilo Naru chan, que yo te cuidaré de ese atrevido – propuso, causando alivió al menor – vamos, que papá debe estar preocupa por nosotros – demando, empezando a caminar y perderse entre los matorrales junto a su hermanito.

 

Nación de Sunagakure

 

Gaa chan deja de llorar por favor – rogaba un niño pelinegro de carto cabello de 12 años, piel pálida, ojos negros – ten… sécate los ojos, si no se te hincharan – ofreció el pelinegro al otro niño de pelo rojo, piel blanca, ojos verdes, con un tatuaje en la frente, quién lloraba por el golpe en su rodilla al caerse.

 

Gracias Sai kun – menciono el pelirrojo limpiándose las lágrimas – espero mi padre no se moleste conmigo – menciono preocupado el doncelito, sabía que su padre era muy estricto.

 

Ven… vamos yo te ayudaré para limpiarte – ofreció el varoncito –  tu padre en estos momentos esta con mi tío – comento y ayudando a pararse al doncelito, llevándole al palacio.

 

Gracias Sai kun – agradeció el menor, sujetando fuerte la mano del pelinegro, mas alla eran visto por otro doncel de cabello rojo de ojos verdes claros.

 

¿Así que mi tonto hermanito esta interesado en ese tonto mocoso? –  murmuraba el doncel, llamando la atención de su compañero.

 

Eso parece… y ahora ¿qué aras? – respondió un joven de 15 años, de piel clara y cabello castaño – se nota que en un futuro esos dos serán pareja – completo su oración.

 

Eso… si yo lo permito – declaró con una sonrisa siniestra el pelirrojo, empezando a ir hacía palacio junto a su escolta personal, que lo siguió en silencio.

 

Nación de Kirigakure

 

Sasuke... Sasuke ¿qué aré contigo? – mencionó un hombre alto, de pelo largo y abultado, color negro, ojos del mismo color, fríos y penetrantes, que miraba con odio al menor – no te informé que está prohibido que salgas de las tierras – demando saber el mayor, con una voz amenazante al pequeño azabache – ¡responde maldición! – grito exagerado, al no recibir respuesta por su hijo.

 

Lo... lo siento padre – se disculpó el menor, con la mirada gacha – yo solo quería saber que había fuere de estas tierras, perdóname padre – suplico el pequeño azabache, su hermano mayor solo miraba en silencio como su padre regañaba a su hermanito.

 

Estaras castigado Sasuke, por tu falta de obediencia – sentenció el mayor, empezando a caminar y salir del salón dejando a los menores solos, Madara odiaba al pequeño por tener un parecido con la mujer que él tanto amaba, pero a la vez que por culpa de ese desliz fue desterrado.

 

Otouto yo… – trató de hablar Itachi, que fue detenido por su hermanito, que solo levantó la mirada muy sonriente, acto que sorprendió al mayor.

 

No te preocupes aniiki… yo sabía perfectamente que padre me castigaria, ¡pero valió la pena!, ¿porque hoy?, conocí a mi futuro esposo – comento con una gran sonrisa de medio lado – y tambien al tuyo jijiji – soltó una risita al ver como su aniiki lo miraba sin entender nada.

 

Hay… Sasuke que aré contigo – se quejo el mayor al ver como su hermanito no tenía solución, solo esperaba no tener problemas por culpa de ese comportamiento tan extraño que tenía su otouto.

 

******************************

 

Así los días pasaban, el pequeño Sasuke no dejaba de pensar en el doncelito dorado que había conocido, queria verlo, necesitaba verlo, sin pensar dos veces salio sigiloso de su alcoba y se escabullo por los pasillos y logro salir del castillo sin ser visto por los guardias de su padre, corrió a las afueras de las tierras de Kiri, llegó al mismo lugar donde se encontró con su doncelito dorado, pero se puso triste al no encontrarlo, busco por todos lados, hasta que escucho una melodiosa risa y sabía de quién era, como olvidar esa voz, corrió y pudo ver a su bello doncelito dorado que saltaba las piedrillas que estaban en medió del riachuelo, muy alegré.

 

Hola mi doncelito dorado – saludó el pequeño azabache saliendo de su escondite, causando un susto en Naru, que sin poder evitar cayó al río, mojándose toda su ropa, mirando con disgustó al niño pelinegro.

 

Eres un tonto, me asustaste – acuso el menor parándose y saliendo del agua – ¿porque siempre me asustas?, un día me matarás del susto – reprochaba el rubito demasiado exaltado a su parecer, causando gracias al pequeño azabache, que solo le miraba con una sonrisa de medio lado.

 

No exageres tanto… solo quería saber cómo se encontraba mi futuro esposo – exclamó como si nada el pequeño Sasuke, Naru solo se sonrojo y se puso nervioso al recordar que ese niño quería ser su esposo.

 

Yo... yo no... no te me acerques tanto – respondió, más bien grito el menor por tener tan cerca a ese niño, causando ternura en el mayor, al ver lo tierno y angelical que era su futuro esposo.

 

Sasuke decidió que no era bueno asustarlo, el queria verlo mas seguido, ganarse la confianza de su doncelito dorado, actuando de esa manera solo causaría alejarlo y eso no quería, Sasuke y Naru chan empezaron a fugar donde el pequeño azabache le enseñó a pescar, asi pasaron todo la tarde juntos muy felices, hasta que Sasuke notó que era muy tarde y se acordó de su padre “no puede ser” se dijo llevando dos de sus dedos a su frente y empezando a masajearlos, debia pensar bien que escusa poner cuándo vuelva.

 

¿Te encuentras bien? – preguntó su doncelito dorado, causando que saliera de sus pensamientos – te notó… muy extraño – comento el menor mirándole preocupado, causando una alegría enorme al azabache al saber que a su doncelito dorado le preocupaba su bien estar.

 

Estoy bien… no te preocupes, solo me quedé un momento pensando – respondió, brindándole una sonrisa tierna al menor – ¿sabes?, cuándo apretó mi frente con mis dos dedos, me ayuda a pensar y relajarme de todo mis problemas… para así encontrar esa paz interna en mí – comunicó el mayor, Naru solo se dedicó a escuchar muy atentó y realizar el mismo procedimiento del azabache –  ¿qué haces? – preguntó Sasuke, al ver como el doncelito dorado apretaba fuerte su frente – te lastimaras... debes masajearlos o apretarlos con menos fuerza – recomendó el niño pelinegro.

 

Quiero sentir esa paz que sientes – comentó el rubito, realizaron unas cuantas veces el procedimiento, hasta que el doncelito le miro de frente – ¡espera un momento!, yo... yo no sé quién eres – pronunció apenado, por no saber quién era el niño azabache.

 

¿Ah?, ¡hasta que preguntas!, eres muy despistado –comentó divertido, causando en el doncelito un puchero– bueno yo so… – no pudo presentarse, debido a que escucho los sonidos de caballos –  ellos están cerca, debes irte mi doncelito dorado – menciono antes de salir corriendo, cuando salió del bosque vio al ejército de su padre y para su sorpresa a su padre al frente, quien al verlo se bajo de su caballo y avanzó donde él, al llegar levantó su brazo y golpeó la mejilla del menor mandandole al suelo con el labio partido.

 

Eso te mereces y más mocoso – espetó el mayor, mirando con odio a su hijo – no sé que buscas en este maldito bosque, pero me encargaré de desaparecerlo – amenazó con una voz fría, Naru al ver como el niño azabache salió corriendo lo había seguido y cuándo vio como ese hombre mayor golpeaba a su nuevo y único amigo, quiso salir para ayudarlo, pero se quedo estático a la mención de las palabras de su amigo.

 

No… no por favor... padre no – rogó Sasuke, sujetando una de las piernas de su padre – no por favor padre, te lo prometo… no volveré a escapar, siempre te obedeceré – suplico el menor, Madara solo se inclinó y susurro a su hijo.

 

Esto… que te sirva de lección querido hijo – se levantó y miro a sus hombres – quiero que quemen todo el bosque, para que mi adorado hijo aprenda a que a su padre nunca se le debe de mentir – sentencio el mayor soltandose del agarré de su hijo – ahora que arda en llamas este maldito bosque – ordenó y sin ninguna consideración alguna sus guardias empezaron a quemar todo el bosque, Sasuke al ver esto, quiso ir al bosque, pero su padre lo detuvo con un fuerte agarré en su brazo.

 

Mi... mi doncelito dorado – murmuro entre llanto el pequeño azabache, mirando cómo el bosque enteró se quemaba, cayo de rodillas llorando, Madara solo se dedico a mirar como su hijo menor susurraba cosas que no entendía, ni le interesaba.

 

Es ahora de irnos, andando – ordeno Madara sujetando a su hijo y subiendo a su corsel junto a su hijo, todos emprendieron marcha, alejandose cada vez más del bosque, Sasuke solo vio como poco a poco el bosque en llamas desaparecía de su campo de visión, debia volver a empezar de nuevo y dejar su pasado atrás “siempre te recordaré mi doncelito dorado” se prometió internamente antes de caer inconciente.

 

******************************

 

Mientras tanto en las cercanías del bosque varias personas corrían para estar a salvó de las llamas del fuego que quemaban el bosque.

 

Siempre esos malditos destruyen nuestro hogar – reclamaba un varón adulto, mirando como todo el bosque se encontraba en llamas – para el alba no quedará nada, sera mejor irnos de éste lugar – informo a sus compañeros, quienes en silencio obedecieron y empezaron a caminar calina arriba.

 

Padre ¿por qué siempre tenemos que vivir huyendo? – pregunto Deidara, sujetando la mano de su hermanito, quien solo miraba hacia atrás, queriendo ver que pasaba con el niño azabache, al escuchar la amenaza del mayor, el pequeño Naru había corrido hasta llegar al pequeño campamento e informando a su padre de lo que había escuchado y así todo el campamento recogió toda sus pertenencias y salieron para no quemarse.

 

No podemos volver por ahora hijo – comento el mayor – por ahora solo nos queda buscar un lugar seguro donde quedarnos, lo siento – informo, sabía que A seguía buscandolos, por eso siempre debían estar moviéndose, para no ser atrapados, pero también del maldito de Lord Madara que hace años había invadido Kirigakure y ahora esa nación le pertenecía.

 

Minato y sus hijos buscaron donde quedarse, las personas que lo seguían igual buscaban donde poder pasar la noche, todos iban buscando la forma de sobrevivir, poco a poco los días pasaban, las semanas y los años, buscando la forma de vivir y subsistir en ese mundo lleno de ambiciones, por la dominación del mundo.

 

 

Continuara...............................................

 

 

 

Notas finales:

Nos vemos en el próximo capítulo mina san.

Gracias por dejar sus reviews y saludos para los que siguen mi fic.

Me disculpo por la demora, me encontraba mal de salud y además estoy en temporada de mis parciales finales, por eso quiero comentarles que demorare tal vez un poco en actualizar el próximo capítulo vale.

Avances del Cap.: pasaran 6 años donde nuestros personajes serán ya mayores y de ahí empezara la historia de nuestros protagonistas.

Arigato minaaaaaaaaaaaaaa.


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