CAPITULO 4
Año 1859 Nación de Kumogakure
6 años después
¡Vamos mas rápido Sharingan!, más rápido – gritaba un pelinegro muy apuesto, tenía el cabello largo atado en una coleta baja, ojos negros con destellos rojizos, piel blanca, vestía con una hakama color negro y su haori del mismo color, una hermosa espada sujeta en su cintura, muy sonriente, cabalgando a su hermoso corsel un sangre pura, de color blanco, miro hacía atrás y logró visualizar cómo una tropa entera lo seguían en sus caballos de lejos – jajaja idiotas – se burló al perderlos de vista.
Hmp... el único idiota eres tu Itachi – pronunció un azabache, uniéndose en la carrera, tenía el pelo corto atrás terminaba en punta, con sus flequillos cayendo por su frente, piel blanca, ojos negros y rasgados, este se parecía mucho al otro varón, era muy apuesto, vestía una hakama color negro, su haori era blanco, en su cintura tenia amarrada su espada – mi Chidori es el más veloz – presumió con una sonrisa de lado a su corcel otro sangre pura de color negro.
Cállate Sasuke, quién es el idiota que decidió atacar al viajó A y dijo “no te preocupes padre deja todo en nuestras manos, que la nación de Kumogakure no tiene buena vigilancia” – trató de imitar la voz de su otouto baka – “será fácil” ¿si como no? ja – miro con reproche al azabache, que esté solo chasqueo la lengua mirando con recelo a su aniiki.
No tengo la culpa de que la maldita nación se encontrará de festival y que el maldito viejo de A éste siempre en guardia – explico sus razones el azabache a su hermano mayor, tratando de excusarse.
Bueno… Sasuke, como veo que siempre presumes de tu Chidori, te sugiero que lo pongas en riendas ¿sabes por qué?, nos acaban de alcanzar – informó el mayor con una sonrisa de lado y empezó a calopear más rapido dejando atrás a su tonto hermano menor.
Hmp… maldito Itachi, mira que dejarme toda la carga a mi solo – soltó un largo suspiró y miro atrás, vio como los jinetes se acercaban más rápido – ¡bueno mi hermoso Chidori!, demostremos al idiota de mi aniiki de que estas hecho... ¡vamos! – ordenó el azabache, cómo si el caballo entendiera, el corcel empezó a correr rápido, perdiendo de vista a los guardias de Kumo.
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¡Eres un idiota aniiki!, no debiste dejarme solo – comentaba divertido el azabache, galopeando colina arriba donde Itachi lo esperaba en la cima de una montaña, montado en su corcel muy divertido al ver que su tonto hermano menor había escapado de esa maldita trampa que les habían tendido hace unos minutos atrás y que el había decidido dejar a su hermanito como carnada.
Tonto hermano menor eres una tortuga – se burlo el mayor, con una sonrisa de medió lado, acariciando a su Sharingan – es una tortuga ¿verdad Sharingan? – hablo a su caballo, causando que esté relinche fuerte y cause enojo al menor por ver como ese par se burlaban de su maldita suerte.
Una vez llegó con su hermano mayor, el azabache bajó de su Chidori, dejando ver su altura, era muy alto, con un físico bien trabajado que se apreciaba debido a que su haori lo tenia abierto hasta casi su abdomen, Itachi igual bajo de su caballo, mostrando su altura, este era más alto que su hermano menor, cuerpo escultural, tenía las mismas fracciones que su otouto, con la única diferencia, su cabello era largo y con unas líneas debajo de sus ojos, ambos eran muy guapos, casi parecían dioses griegos.
¿Por qué tardaste tanto Sasuke? – interrogó el mayor divertido, al ver como su otouto tenia la cara de fastidió – no pongas esa cara, que te volverás viejo – sugirió Itachi, soltando una carcajada al ver como su hermanito arrugaba su frente.
No fasties Itachi, sabes bien porque mi tardanza – reprochó el menor, el muy idiota de su aniiki en pleno escapé lo había entregado en bandeja de plata a sus enemigos, mientras el desgraciado escapaba, tubo que ingeniarse para escapar de ese lugar.
Mala suerte otouto baka, ¡en otra debes ser más rápido! – aconsejo el mayor despreocupado, sabía que su hermanito escaparia del lugar, pero no tan rápido, eso sí le sorprendió – reconozco tu habilidad Sasuke, felicidades – dijo el mayor, el azabache se sorprendió a la mención de las palabras del mayor.
Por esta vez lo pasaré por alto aniiki – advirtió el menor con una sonrisa de medio lado – y ¿cuándo atacaremos Suna? – preguntó como si nada el azabache, arreglando su silla de montar.
Mañana al alba, cuándo el príncipe vaya de visita a Konoha, padre ordenó robar todo lo que el principito lleve… incluso su ropa – informó divertí Itachi, causando que Sasuke frunciera su ceño.
¡Idiota!... entonces eso quiere decir que solo atacaremos a su caravana y ¿no el castillo? – reclamo el menor, causando una carcajada al mayor.
Claro Sasuke jajaja ¿qué pensabas?, que solo los dos atacariamos la maldita nación de Suna – respondió con burla, recibiendo un golpe en un costado – auch… ¿por qué hiciste eso Sasuke?, eso me dolió – se quejo el mayor, agarrandose el lugar lastimado.
Bien merecido lo tienes – demandó el menor muy serio – creó que es mejor acampar en un sitio seguro, no vaya ser que nos asalten – sugirió con ironía Sasuke empezando a bajar con su Chidori.
Si… mejor busquemos un lugar seguro para descansar, no quiero morir joven y sin haber conocido a una hermosa mujer o un lindo doncel – bromeó el mayor siguiendo la corriente al menor, ambos se echaron a reír al saber que ellos eran los más buscados de las naciones por robar a cada nación sin ser atrapados conocidos como los demonios de Kiri.
Nación de Sunagakure
Gaara mañana partirás a Konoha – hablo el rey Raza muy serio, mirando a su hijo menor quien atento escuchaba a su padre – para llevarle los presentes a Lord Fugaku y te encargaras personalmente de entregarle ¿así que?, prepárate – comunicó, a un doncel pelirrojo, de hermosos ojos color verde, piel blanca, con una figura de ensueño, muy bonito, vestía un hermoso kimono color rojo, sujeto con un obi color negro.
Si padre, como ordene, con permiso – acató de inmediato el mandato de su padre, saliendo del salon junto a su escolta personal, ante la atenta mirada de su hermano mayor, quién solo estaba en silencio.
Padre… ¿por qué Gaara tiene que ir? y no yo – reclamó el doncel mayor, Raza solo se quedo unos minutos en silencio, para luego hablar a su primogénito.
Hijo… si quieres puedes ir con Gaara, pero recuerda que eres mi primogénito Sasori y si te pasa algo… no me lo perdonare – menciono el mayor, Sasori solo asintió y salió con una sonrisa de superioridad, era un doncel muy lindo, de cabello rojo y corto hasta los hombros, ojos verdes claros, piel blanca con un cuerpo de ensueño, vestía un hermoso kimono color purpura con bordados de oro, su obi era color rojo.
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A la mañana siguiente Gaara se preparaba para partir rumbo a Konoha, mientras sus guardias preparaban sus armas y caballos para partir, cuándo estaba por montar a su corcel vio salir a su hermano mayor.
Cuidate Gaara y trata de llegar sano y salvó – se despidió el mayor con una tristeza fingida en su rostro – te estaremos esperando hermano – soltó y luego se dio la vuelta y entró al castillo.
Gaara monto a su caballo y empezaron a partir rumbo a Konoha, todos sus escoltas lo protegían, mientras sus guardias lo seguían desde atrás, varias horas estuvieran cabalgando hasta llegar a un pequeño rio, donde se detuvieron para que los caballos descansarán y tomaran agua, mientras Gaara, sus escoltas, sus guardias descansaban y otros comían, por otro lado en una colina dos jinetes observaban todo los pasos de los hombres de Suna.
¿Preparado otouto?, porque mi Izanagi esta ansiosa para cortar cabezas – sonrió con prepotencia Itachi sujetando su hermosa espada, el azabache solo le mando una mirada indescifrable al mayor.
Si… mi Kusanagi también desea la sangre – respondió el menor, con una sonrisa macabra, ambos tomaron riendas a sus caballos y galoparon a todo dar hasta llegar donde los hombres de Suna, que al darse cuenta trataron de defenderse, pero tarde fue su reacción, los dos demonios como eran conocidos, en un abrir de ojos ya habían matado a tados los guardias que escoltaban al principe de Suna.
Gaara solo se quedo quieto, mirando como ambos pelinegros se acercaban a él, Itachi al ver tan asustado al príncipe de Suna, decidió ignorarlo, pasando de largó, el doncel no era de su gusto, el queria el tesoro que su padre les ordenó conseguir, mientras Sasuke se quedo mirando al doncel, reconocía que era muy bonito el principito pero no era de su gustó, pero esa mirada que le dirigía el pelirrojo le recordó a su doncelito dorado, movió su cabeza alejando esos recuerdos de su mente.
¿Cómo te llamas príncipe? – pregunto Sasuke, dando vueltas a su alrededor, colocando nervioso al doncel.
Gaara... Sabaku no Gaara – respondió el doncel, mirando al varón, era un hombre muy guapo, esos ojos le atraían como a un imán – ¿usted es? – decidió preguntar temeroso Gaara, ese varón le gustaba y no podía apartar sus ojos de él, se parecía mucho a su amante de turno Sai.
Creo que debemos darnos prisa otouto – sugirió Itachi, al ver como el tonto de su hermanito no dejaba de ver al doncel – recuerda que debemos llegar rápido ¿si no?, sabes que él se enfadara mucho con nosotros – recordó el mayor, a su padre no le gustaba esperar.
Hmp ya voy aniiki, nos volveremos a ver Gaara – susurro en el oído del doncel, causando en el príncipe un sonrojo, Sasuke se dio la vuelta y ayudo a Itachi a subir los cofres a los caballos, mientras Gaara observaba en silencio, debía hacer algo para llamar la atención de ese azabache.
Veo que te gusto el principito – comento divertido Itachi, mientars aseguraba bien los cofres en la silla de su caballo, mirando como su hermanito se tensaba a sus palabras.
Y si fuera así ¿qué?, a nadie le importa – contestó enojado el menor, no le gustaba que se entrometan en su vida privada, no era un niño como antes.
¿Si tu lo dices?, bueno… creó que es mejor que te despidas de tu principito, ya es hora de irnos – ordenó subiendo a Sharingan, mientras Sasuke se acercó al doncel con una sonrisa de medio lado.
Creó que esté es un adiós majestad – comentó el azabache divertido, realizando una reverencia al doncel, quién solo se quedo unos segundos mirando esos ojos tan negros y profundos.
¿Por que no me lleva con usted? – propuso el doncel muy serio, sorprendiendo al varón, quien se quedo unos segundos pensando en la oferta del doncel, muy tentadora a su parecer.
Jajaja principe Gaara… creó que se cayó del caballo y se golpeó la cabeza – soltó una carcajada, al ver que el doncel se ruborizaba más, pero Gaara decidió continuar no podía dejar que ese varón se fuera.
Prometo no causarle problemas… si usted me lleva, prometo serle fiel – comunicó al varón, Gaara queria ir con el azabache, le gustaba y mucho, cuando escuchaba hablar de los dos demonios de Kiri se emocionaba de tan solo pensar que algún día los vería y ahora que los conocía y que se había enamorado a primera vista de uno de ellos no podía dejarlo ir.
¿Estás loco?, la vida que tengo no es para un príncipe como tú, lo lamento – dijo serio Sasuke, se dio la vuelta y antes de poder subir a su Chidori, una suave mano lo detuvo de su haori y al darse la vuelta solo pudo sentir unos cálidos labios posarse a los suyos, eso le sorprendió y mucho, pero correspondió al beso, sujetando fuerte la cintura del doncel pegándole a su cuerpo, después de todo era un hombre con sangre en sus venas y el principito era muy lindo.
Gaara sentía que se le iba el aire y poco a poco se despegó del cuerpo del varón, quién solo se quedó contemplando al lindo doncel, tenia las mejillas rojas y jadeaba, no se resistió y volvió a besarlo, esta vez de forma demandante, parecía como si se lo quisiera comer, el doncel solo se dedico a sujetarse fuerte al haori blanco del azabache y responder de la misma forma al contacto.
Hmp, ¡creó que el tiempo se nos acabó baka! – ambos salieron de su transe al escuchar la voz de Itachi, Sasuke se separó y miro a su hermano con odio por interrumpir, el mayor solo empezó a cabalgar dando marcha a Sharingan rumbo a su nación.
Quiero verte – pidió Gaara, al ver como el azabache estaba montando a su corcel – por favor, quiero verte y saber tu nombre – suplicó el pelirrojo muy triste al saber que el azabache se disponía a partir.
Yo te buscaré príncipe, no importa cómo… pero te buscaré – con esas palabras tomó riendas de su Chidori y empezó a alejarse sin mirar atras.
Es una promesa – susurró el doncel, tocando sus labios que aún ardían por la fuerza del beso, tomo su caballo y monto rumbo a Sunagakure, sabía que su padre estaría muy enfadado con el, pero eso no le importaba, estaba muy contento ese azabache era un dios griego y aría loque sea por conseguir la atención de su demonio, enamoraría al varón para que lo llevara lejos de ese maldito castillo donde permanecía encerrado, con ese demonio conseguiría ser libre como siempre quiso ser.
Gaara cabalgo a todo galope, el era un doncel fuerte, nada delicado su padre siempre lo entrenaba para estar preparado en la guerra, era bueno tanto con la espada y pelea cuerpo a cuerpo, si vestía con ropas finas y delicadas era porque debía dar buena imagen a su reino y comportarse como todo un príncipe, pero eso le molestaba no quería ser la princesa en apuros, no él era muy diferente “luchare por ti mi demonio griego” pensaba el pelirrojo con una sonrisa.
Continuara………………………………........