CAPÍTULO 7
Nación de Kirigakure
Itachi se encontraba en su alcoba mirando al doncel que ahora dormia profundamente, cuándo llegaron a sus aposentos Deidara había llorado y suplicado ir en ayuda de su hermano menor, el Uchiha le explicó que era muy peligroso ir al Ala Sur, que podían perder la vida, el doncel al enterarse de eso lloró más fuerte e inconsolable, Itachi al ver en ese estado al rubio doncel, no sabía porque pero un sentimiento que jamás había sentido nació, quería protegerlo y cuidarlo, ni el propio Itachi sabía el porqué.
Será mejor que descanse – susurro para sí mismo, se puso de pié y miro por la ventana de su alcoba – solo esperó que vuelvas pronto Sasuke – murmuró, miro el inmenso bosque que rodeaba toda la nación y luego elevó la vista hacia el cielo oscuro, cerró sus ojos y la brisa que tanto amaba sintió “debo ayudarlos así tenga que enfrentar a mi propio padre” esos eran los pensamientos del pelinegro.
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En el Ala Sur
Madara dormía profundamente, mientras tenía bien sujeto entre sus fuertes brazos la cintura de Naru, quién se encontraba con los ojos abiertos, hace tres horas atrás habían cenado y cuando regresaron el rey le había obligado al rubio dormir junto a él, Naruto obedeció solo para que ese maldito rey no lastimara a su hermano mayor.
“Dei nii espero te encuentres bien” pensaba el rubito mientras miraba al rey, no quería verlo ni estar en sus brazos, como pudo se dio la vuelta dándole la espalda, no podía dormir, era incómodo tener al rey sujetando fuerte su fina cintura.
El rey Madara al sentir los movimientos de su doncel y como se daba la vuelta se despertó – veo que no puedes dormir – susurró en el oído del menor, quien se estremeció por completó al sentir como el mayor empezó a besar su cuello, acariciar su cintura y cadera – tu aroma me vuelve loco – murmuró con una voz excitada el rey.
No... por favor – suplico asustado el menor al sentir como una de las manos del rey comenzó a subir su camisón de seda – ¡NO! – gritó desesperado al ver que el maldito rey no le hacía caso.
Madara muy molesto al sentir la negativa del menor, se levantó y colocó debajo suyo el menudo cuerpo del doncel – ya me cansé de tus malditos lamentos – hablo muy enojado el Lord, asustando a Naru al ver como la cara del rey, reflejaba maldad pura.
No snif... ¡NO! – gritó Naru chan desesperado al sentir como sus piernas fueron abiertas de manera violenta y ver como el rey se puso en medio de ellas para que no pueda evitar que los cerrará – suélteme… no quiero – empezó a removerse el menor, acto que causó más enfado al Lord de Kirigakure quién sin ninguna clase de delicadeza solto un fuerte golpe en la mejilla del rubito dejandole quieto.
Eso te buscas por ser tan insolente y rechazar a tu rey – mencionó el mayor mirando con enojo al menor, que estaba temblando de miedo y acariciaba su mejilla lastimada – no me obligues a ser un maldito contigo Naru chan porque te puedes arrepentir – menciono el rey, llevo su mano a la mejilla del doncel y le acarició – eres muy hermoso y quiero que seas mío – confesó.
Naruto al sentir esa caricia en su rostro trató de alejarse pero por miedo a otro golpe acepto tal acto y su cuerpo se tenso por completó al escuchar esas palabras dichas por el rey y más al sentir el peso del monarca quitándole toda posibilidad de movimiento.
No puedo aguantar más – susurró el rey, tener a Naruto en esa posición le causaba morbo y todo su cuerpo estaba excitado, sin poder aguantar más empezó a besar el cuello y succionar la suave piel, dejando varias marcas rojas en esa hermosa piel, Naru por más que trataba de alejar ese cuerpo de él no podía, el rey pesaba mucho hasta parecía que le faltaba el aire.
Tu cuerpo me enloquece y tu piel es una adicción – murmuraba el rey, mientras besa toda la piel expuesta, Madara quería más y no se detendría, de un solo tirón arrancó la fina prenda que el doncelito tenia puesto, dejándole completamente desnudo y a su merced, dejando al rey maravillado con la vista que tenia – eres una verdadera tentación – confesó el monarca comenzando a besar el pecho del menor hasta llegar a los rosados pezones, una de sus manos comenzó a acariciar uno de ellos mientras su boca daba besos al otro pezón.
No snif... no quiero esto snif... me da asco – confeso el menor, empezando a sollozar fuerte, le daba asco sentir esas caricias en su piel, cerro sus ojos con fuerza al sentir una mordida fuerte en su pezón – me lástima – se quejó el rubio doncel llorando más fuerte y desesperado al sentir como el rey empezaba a restregar su erección en sus nalgas – eres un miserable snif... maldito – soltó entre llanto el rubito, el rey al escuchar esas palabras se aparta de golpe y sin medir sus fuerzas golpeó con fuerza el abdomen del menor, acto que causo a Naru chan perder el conocimiento.
Ahaaa… ¡MALDICIÓN! – grito fuerte el rey al ver al doncel desmayado y no poder cumplir con su cometido de poseer al doncel, se bajó del cuerpo del menor y se echó a su lado – no me quedaré en estas circunstancias – dijo sujetó al doncel de la cintura y apego el cuerpo del menor al suyo, estaba muy excitado y su erección le dolía, pedía atención y lo complaceria.
Llevo una de sus manos a su erección y la guió al medió de los glúteos del rubio, no violaria a Naru inconsciente, pero se complacería con el cuerpo del menor, apego más a su cuerpo al menor hasta sentir a su erección chocar con la entrada de Naruto, quien seguía desmayado sin ser consciente de lo que el rey estaba apuntó de cometer.
Apenas despiertes serás completamente mío – comunicó a un inconciente rubio, sin poder aguantar más comenzó a moverse simulando penetrar al doncel, se movía rápido y fuerte, pasaron unos minutos y se corrió en medio de los glúteos del menor manchándole por completó, por lo tarde y el cansancio que tenía el monarca, se quedó dormido en esa posición.
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Naru lentamente empezó a despertar y se asustó mucho al sentir algo extraño en su parte trasera, sin poder aguantar más salió de golpe de la enorme cama y se puso de pie, ahí fue consciente de su estado y se cubrió rápido su cuerpo al ver como el maldito rey despertaba.
Esas no son formas de despertar a tu rey Naru chan – habló el rey con una sonrisa al ver como el rubio tenia su cara asustado y cubría su exquisito cuerpo para no ser visto, eso causo que el rey se excitara – creó que es momento para completar lo que dejamos anoche ¡no lo crees! – interrogó a un Naruto que solo tenía los ojos abiertos y con lágrimas, Madara en tres pasos ya tenía sujetó al doncel, que trataba de soltarse del fuerte agarré.
¡NO... SUELTEME... SNIF... ME LÁSTIMA! – grito aterrado al sentir como el rey sujetaba ambas manos del menor con una sola y lo arrastraba hasta llegar a la cama, donde sin ninguna delicadeza arrojó al menor y luego rápido se puso en su encima para comenzar a besarle su cuello y con su mano libre tocar esa piel – no quiero esto snif... ¡AYÚDENME!, por favor – lloraba el doncel gritando y con esto causando que todos los súbditos de su rey escucharán la súplica del rubio doncel.
Madara cansado de la actitud hostil de su futuro esposo, le solto otra vez un fuerte golpe en la otra mejilla dejando al doncel aturdido, con eso le dio acceso libre al monarca para continuar, quien sin perder tiempo abrió las piernas del menor y se colocó entre ellas, levanto las finas piernas de Naru y las puso sobre sus hombros, sujeto su hombría que ya se encontraba completamente erguida y estaba por poseer el cuerpo del menor, cuando escuchó que lo llamaban.
Majestad... su Majestad – escucho la irritante voz de Hidan “lo mataré” se dijo internamente el rey, bajo las piernas del menor y se puso su ropa, camino hasta llegar a la enorme puerta y abrirlo con brusquedad.
Hidan espero que aprecies tu vida ¿por que si no es algo importante?, te matare en este mismo momento – amenazó el monarca mirando al pobre doncel peligris con odio puro – ¡habla de una vez imbécil! – ordenó enojado el rey.
Pido disculpas majestad... pero su mensajero rastreador pide audiencia de urgencia – comunico de inmediato el peligris temblando de miedo – indica... que... que es de suma importancia majestad – termino de contar con los nervios a punta, al tener la mirada fija de su rey.
Zetsu – murmuró al saber de quién hablaban, había mandado a su único rastreador a que investigará al Lord de Iwagakure, miro hacía atrás y vio como su futuro esposo estaba cubierto por completó y que lloraba – esperó te prepares Naru chan... porque cuando regrese terminaremos lo que empezamos – informo al rubio que solo se asustó más y lloro más fuerte – andando y que nadie entré a mis aposentos – comunicó a sus guardias quienes aceptaron de inmediato la orden de su rey.
Nación de Sunagakure
El rey Raza estaba muy preocupado y a la vez molesto, debido a que no pagó la gratificante suma de oro que pidió Lord Fugaku, este desgraciado había mandado a un mensajero para comunicarle que ya no tendría el apoyo de Konoha y que ahora estaba completamente vulnerable para sus enemigos.
¡Maldición!, debo hacer algo o esos malditos se quedarán con mis tierras – murmuraba caminando de un lado para otro, mientras sus consejeros miraban en completo silencio a su rey – Kankuro reúne a la tropa y que se preparen para una batalla ¡ahora! – ordenó el monarca de Sunagakure, sí el Uchiha le había dado la espalda dejándole en completa vulnerabilidad, Raza no se quedaría con los brazos cruzados “no ellos no esperan una emboscada sorpresa y justamente eso aré” fueron los pensamientos del rey.
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Gaara estaba desesperado al no saber nada de su demonio ladrón, su padre le había prohibido salir de palacio o de las tierras según su padre por su bien y para estar a salvo del peligro, soltó un suspiró fuerte y volvió a sentarse en su gran cama – debo verlo, necesito verlo – habló inaudible el doncel pelirrojo, estaba por levantarse cuando escuchó la puerta ser llamada.
Príncipe Gaara ¿puedo pasar? – escuchó la voz de su escolta personal, dio un secó pase y luego vio como su puerta era abierta e ingresaba su escolta quién se inclinó de inmediato – príncipe su Majestad mando a comunicarle que hoy mismo junto al príncipe Sasori viajarán fuera de la nación – comunicó la escolta con la mirada en el piso.
¿Qué pasa Temari?, ¡responde! – ordenó el príncipe, su padre le había dicho que no saldría de la maldita nación y ahora mandaba para que le contarán que debía viajar a no sabía dónde – contesta de una buena vez... no tengo todo tu tiempo – ordenó molestó al no recibir respuesta de su escolta.
La nación de Konohagakure rompió el tratado de alianza y la nación corre peligro príncipe – explicó de inmediato la rubia – su carruaje sale en dos horas mi príncipe – contó realizando una reverencia, la rubia conocía muy bien a su príncipe, sabía que era caprichoso y siempre conseguía lo que quería, era un verdadero manipulador y eso le molestaba mucho a la rubia pero no podía hacer nada era su príncipe y futuro rey y ella le debía obediencia.
Puedes irte Temari y dile a mi padre que estaré ahí... ahora fuera – exclamó el pelirrojo con una mirada de superioridad a su escolta, Gaara sabía que no le caía para nada a Temari, pero eso no le molestaba, más bien le divertía, por eso pidió a su padre para que esa tonta rubia sea su escolta – idiota, ja es una inútil – murmuró para sí mimo.
Se puso de pie y fue a darse un relajante baño “mi guapo demonio muy pronto serás mío, pero antes debo de deshacerme del inútil de Sai” esos eran los pensamientos de Gaara mientras estaba en las deliciosas aguas termales relajando su cuerpo.
Nación de Kirigakure
Madara fue de inmediato al salón principal donde encontró a su grandioso rastreador, un varon alto de pelo negro y piel bien blanca, con un rostro muy extraño, el rey al ver que todo su consejo estaba presente les ordenó retirarse, estos de inmediato acataron la orden de su majestad, dejándole solo con el rastreador.
¡Qué información nueva me tienes Zetsu! – interrogó el monarca mientras se sentaba en su trono, mientras su rastreador tenia la cabeza hacía abajo.
Majestad... Lord Nagato salió con una tropa entera ayer por la noche rumbo a Konohagakure – informó de inmediato el rastreador.
Vaya... interesante… es juntó lo que esperaba – comenzó a hablar el rey – Zetsu informa a todo Akatsuki que partan de inmediato rumbo a Konoha y ataquen con todo, si es posible maten a todos – informaba el rey – y reúne a mi tropa entera para invadir Iwagakure… este es el mejor momento para atacar – contó sus planes a su súbdito quién solo obedeció y fue a cumplir con las órdenes de su majestad.
Jajajaja... por fin el reino de Iwagakure será mío, así como su príncipe heredero será igual mío – mencionó al saber que ya tenía la batalla ganada – lástima mi preciado Naru chan, creó que la suerte te acompaña, pero no por mucho jajajaja – volvió a reír como loco, sin más que decir salió del salón y fue a la alcoba de su hijo mayor, no le sorprendió encontrar el pasillo vacío conocía muy bien a Itachi.
Sin ninguna clase de prudencia el monarca abrió la enorme puerta e ingreso de igual forma, encontrando a su hijo mirando por el gran ventanal y luego su vista la posó en el ocupante de la cama, al otro hermoso rubio.
Veo que disfrutaste de mi regalo Itachi – mencionó el rey, Madara no sabía que su hijo conocía al doncel y menos que Itachi no era esa clase de persona que obligaba a un doncel o mujer a acostarse con él.
Buenos días padre – respondió Itachi mirando al mayor, quien miraba de manera atrevida al doncel durmiente – ¿se le ofrece algo majestad? – pronunció con un deje de molestia Itachi al ver como su padre miraba morbosamente a Deidara, por alguna razón eso no le gustó para nada al príncipe.
En unos minutos viajare a Iwagakure y no se cuando estaré de vuelta... por eso quiero que te encargues del reino hijo – comunicó el monarca desviando su vista hacia su hijo mayor – no quiero descuidos de tu parte Itachi… menos por un doncel – advirtió el rey.
Lo sé padre – respondió el pelinegro menor mientras caminaba hasta estar frente a su padre – sabe que puede confiar en mí majestad – exclamó el menor e inclinandose frente a su rey.
Me agrada escuchar esas palabras y me deja más tranquilo – mencionó con una sonrisa de medió lado al saber que su hijo siempre fue lean y obediente con él o eso pensaba Madara sin saber que tal vez se llevaría una gran sorpresa por parte de sus hijos – ahora te dejo... veo que tu obsequió está despertando – comento divertido y se dio la vuelta, salíendo de la alcoba de su hijo mayor.
Itachi a la mención de su padre miro donde su cama y vio que Deidara despertaba, caminó hasta la puerta y lo cerro bien, se dio la vuelta y avanzó hasta quedar al frente del doncel.
Buenos días Deidara... veo que dormiste bien – saludo el pelinegro con una sonrisa amable, acto que causo un sonrojo en el rubio.
Buenos días – respondió nervioso – y ¿donde esta mi hermano?, ¿puedo verlo? – preguntó el doncel mirando al guapo pelinegro.
Creó… que sí podrás verlo – contesto, Deidara le miro con interrogación – mi padre saldrá de viaje y me comunico que tardará en regresar... mientras yo estaré a cargo – informo de inmediato Itachi, el doncel al enterarse de tal información sus ojos brillaron de emoción y sin poder evitar su alegría, saltó al pelinegro.
Gracias itachi... ahora podre irme de aquí… junto a mi hermanito – exclamó alegre el rubio empezando a repartir besos en todo el rostro del príncipe, quién solo estaba confundido por las acciones del rubio, causando que su corazón empezará a latir más fuerte y rápido.
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Madara caminaba rumbo a la sala principal muy molesto, luego de ver a su hijo mayor e informarle de su viaje a Iwagakure fue a la alcoba de su hijo menor y cual fue su gran sorpresa “maldito Sasuke siempre causandome molestias, ahora donde te metiste” se dijo internamente el rey, si su hijo menor no se encontraba en su alcoba y parecía que el desgraciado de Sasuke ni siquiera había dormido ahí.
Estaba muy molesto, por su cabeza paso la idea de matar al siempre desobediente Sasuke, pero ya nada podia hacer, necesitaba al azabache con vida para sus planes al igual a Itachi, una vez ya no les necesitará mandaría a cortar las cabezas de sus adorados sobrinos, porque solo serían un estorbo, estaba por llegar cuando se encontró con su desaliñado hijo menor.
Padre – susurro Sasuke realizando una reverencia a su padre, quien solo frunció su ceño y miro a su hijo con odio, el azabache no se inmutó por esa actitud de su padre ya estaba acostumbrado a las miradas de odio y desprecio de su padre.
Sasuke... Sasuke siempre con tu maldita actitud – mencionó el rey, le indicó con la mirada pasar al enorme salon y se fue a sentar a su trono, mientras el azabache obedeció – tengo una tarea muy importante para ti Sasuke y espero esta vez no me decepciones – exclamó el monarca.
Lo siento padre... no era mi intención pasar la noche fuera del Castillo – se disculpo para no tener que escuchar los reclamos de su padre y que no sospeche de sus planes junto a su hermano, debía fingir que se fue de casanova.
Eso ya no importa – interrumpió al azabache – confiare por primera vez en ti hijo – dijo el rey mientras se puso de pie y camino hasta llegar al frente de su supuesto hijo, quien se mantenía en completo silencio – dejaré el cuidado de mi consorte en tus manos hijo... y esperó que cuides bien de mi futuro esposo – susurró lo último en el oído del azabache.
Sasuke al escuchar esas palabras y el trabajo que su padre le encomendaba sus ojos se abrieron grandes y por dentro saltaba de alegría “por fín estaremos juntos mi doncelito dorado” se dijo internamente Sasuke, Madara al no recibir respuesta de su hijo menor se alejo y lo volvió a mirar con odio, al imaginarse que tal vez a su estúpido hijo no le agrade cuidar de su futuro esposo.
Sasuke... no quiero ninguna clase de reclamos de tú parte, desde hoy tienes acceso al Ala Sur – seguía informando el monarca – saldré por unos días y ahora Itachi se ará cargó de la nación, mientras yo vuelvo y tu solo tienes que cuidar bien de mi consorte, es una orden – demando el Lord mirando de manera severa al azabache.
Como ordene su Majestad – respondió el azabache con ironía, mientras realizaba una reverencia – ¿y se puede saber como se llama su futuro esposo padre? – comentó el azabache, ansioso de saber el nombre de su amor dorado.
Naruto... ahora ve a darte un baño y cambiate ese horrible atuendo, luego dedicate a cuidar bien de él – informó molesto, Sasuke se inclinó y se fue con una sonrisa de victoria al saber que su propio padre le daba acceso a estar con su amor dorado.
Continuará....................................................