Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Otras vidas por Yaoi lovers

[Reviews - 11]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Pensé que tendría el capítulo mucho antes pero la inspiración me abandonó y demoré más. Al menos conseguí terminarlo antes de entrar a clases.

Recién volvía de realizar las compras que necesitaba para preparar el desayuno y apenas entró al departamento ver a su amigo con el teléfono en las manos enviando un mensaje llamó su atención.


—¿Haru? ¿Está todo bien? —dejó las compras sobre la encimera mientras se acercaba a él.


—No es importante, estaba por estudiar mientras esperaba que volvieras hasta que vi que tenía un mensaje —dejó el aparato sobre la mesa de centro antes se volver a tomar el libro que estaba leyendo.


—Iré a preparar el desayuno entonces, te avisaré cuando esté listo —le dedicó una pequeña sonrisa antes de volver a tomar las compras para dirigirse a la cocina.


No conocía los detalles sobre el chico con quien pasaba tanto tiempo conversando; porque sí, Haruka no acostumbraba enviar muchos mensajes y mucho menos si no había una buena razón para hacerlo. Salvo que se conocieron cuando estuvo a punto de chocar contra un auto, volvieron a encontrarse en la ocasión que visitaron otra universidad buscando a alguien y que coincidieron en el centro comercial donde intercambiaron números el azabache no había hablado más de él.


Le causaba curiosidad la relación que ambos mantenían, si bien su amigo había comenzado a ser más sociable luego de salir de la preparatoria aún le era difícil relacionarse con personas que apenas conocía y algo debió ver en ese chico que ahora podían llevarse bien.


Prefería no indagar demasiado, pues además de que actuaba extraño desde el día que se conocieron, presentía que había otra razón para no hablar sobre la amistad que empezaban a entablar.


Sin embargo, la principal razón que tenía para no hablar del pelirrojo era que se sentía confundido. Y no sólo por actuar de manera impulsiva cuando de él se trataba, sino por la extraña sensación que le causaba pensar en él.


—Makoto —salió un momento de sus pensamientos aunque su vista seguía clavada en el libro—. ¿Estás libre el próximo fin de semana? —el castaño lo miró con curiosidad, eran pocas las ocasiones en que el de ojos azules quería salir y hacer cualquier otra cosa que no estuviera relacionada con el ejercicio o los estudios—. Me recomendaron un lugar para comer y quisiera visitarlo.


—Claro, los exámenes terminan esta semana así que no debe haber problema —detuvo su labor un momento, la pregunta de su amigo lo había tomado por sorpresa y esperaba más información para algo tan repentino.


Sin embargo, no llegó ningún otro comentario y dado que el chico ni siquiera lo miraba supo de inmediato que no era un tema del que quisiera hablar más. Sólo sonrió un poco, sorprendido por lo reservado que podía ser de un momento a otro, después continuó con la preparación que estaba realizando.


 


___________________________


 


Se encontraban conversando de regreso a casa, entre los pendientes que cada uno tenía apenas habían podido hablar y decidieron aprovechar ese tiempo para hacerlo.


Habían evitado tocar el tema de las pesadillas del pelirrojo y concentrarse en temas triviales y lo bien que les había hecho salir a correr tal como lo prometieron. La conversación era bastante animada y sólo pudo distraerlo el reciente mensaje que acababa de recibir.


—Dime por favor que no es del club, quería intentar descansar y estudiar lo que falta mañana —suspiró profundo antes de tomar el teléfono para revisar de que se trataba el mensaje.


—¿Qué pasa? —el castaño lo miró con curiosidad, su expresión no era fácil de descifrar.


—Es Nanase, no había respondido mi último mensaje y pensé que seguiría ocupado —le extrañaba recibir un mensaje suyo luego de tantos días pero de alguna manera le alegraba saber que se tomaba un poco de tiempo para conversar—. Quizá también decidió tomarse un tiempo libre.


Hizo una pequeña pausa mientras volvía a guardar el aparato en su bolsillo, tenía curiosidad sobre el contenido de su respuesta y a la vez prefería no saber que lo había motivado a enviarlo.


—Gracias por acompañarme, es mucho mejor regresar que regresar solo. Me aburro si no tengo con quien hablar —le dedicó una de sus características sonrisas en las que muestra sus afilados dientes, clara prueba de que su sentir era más grande de lo que sus palabras podían expresar.


Sólo atinó a corresponder su sonrisa, llevaba tantos días mirando al chico actuar de manera diferente a como lo es habitualmente que esa sonrisa lo había dejado sin palabras. Quizá la recuperación aún estaba muy lejos pero si de algo estaba seguro es que iba avanzando poco a poco y esperaba que un día todo volviera a la normalidad.


Luego de un par de minutos más en silencio retomaron la conversación compartiendo un par de bromas mientras caminaban de regreso al departamento. Una vez dentro, Rin estiró sus extremidades y caminó hasta la cocina por un vaso de agua; luego de beberlo miró a su amigo sentado en el sofá aparentemente demasiado concentrado en sus asuntos como para hablar.


—¿Y si vamos a algún lugar? —se apoyó sobre el respaldo justo a un lado de donde su amigo estaba sentado—. Quiero descansar pero estoy aburrido y no quiero pasar toda la tarde durmiendo.


—Creí que querrías dormir un poco, por lo general regresas cansado de la terapia —no sabía la razón pero sentía que el pelirrojo estaba actuando extraño desde el mensaje del otro chico.


—Estoy aburrido, prefiero dormir por la noche. Cuando menos demos una vuelta por el parque o el centro comercial, no quiero pasar toda la tarde aquí —no lo dio importancia, simplemente quería estar fuera del departamento, cambiar de ambiente y no pensar en los mismos temas de siempre.


—¿Quieres hacer ejercicio? Tendría que cambiarme, la ropa que estoy usando no es adecuada para eso —suspiró un poco mirándolo de lado, sólo quería saber lo que pasaba por la mente de su amigo y entender que ocurría.


—No, sólo quiero salir. Me siento un poco asfixiado aquí —sonrió de medio lado, no quería preocupar de más a su amigo y prefería evitar el tema—. Ya sabes, ver los libros y mis apuntes llenos de notas no me deja relajarme.


Salieron del departamento rumbo al parque cercano a la escuela del pelirrojo; durante el camino sólo intercambiaron un par de comentarios, cosa que no pasó desapercibida por el castaño y sólo generaba más dudas respecto a lo que estaba sintiendo.


Cuando por fin llegaron, entraron al lugar y comenzaron a seguir la ruta marcada para los transeúntes mientras a su lado pasaban algunos corredores y un par de personas que, al igual que ellos, deambulaban por el parque sin algún objetivo en particular.


Hicieron una pausa en una banca ubicada bajo un árbol, Sousuke se encontraba con las piernas ligeramente separadas y sus manos entrelazadas colocadas en el espacio entre ellas con la espalda ligeramente inclinada hacia el frente mientras miraba a su amigo con los brazos colocados tras el respaldo y su mirada dirigida hacia el cielo con los ojos cerrados.


—¿De qué se trata? —dirigió su vista hacia él recibiendo sólo un monosílabo como respuesta—. Estabas más animado cuando saliste del consultorio y de pronto sólo te quedaste en silencio, luego dijiste que querías salir cuando tus planes originales eran mantenerte en casa y descansar.


—Sólo... Me siento extraño —sonrió de medio lado sin mirarlo, no sabía como explicar lo que sentía y temía que su amigo preguntara—. No sólo hablo de mis pesadillas en la terapia, siempre pregunta como he estado, si me alimento bien y hablamos mucho sobre mi vida diaria. He hablado de ti, de mis amigos de la universidad, los miembros del club, de Nanase... —se quedó en silencio por unos minutos antes de imitar la pose en que estaba su amigo y mirarlo—. Sólo he estado pensando en muchas cosas, me siento un poco abrumado.


—Te ofrecí mi departamento, quizá puedas sentirte más relajado así. No queda lejos de la universidad y lo sabes —se estiró un poco dedicándole una sonrisa, en verdad le preocupaba verlo de esa manera.


—Y ya lo rechacé, te dije que era suficiente con tenerte ahí para ayudarme. Haces más de lo que piensas con eso y no quiero cargarte de más trabajo.


—No me das trabajo, si lo ofrecí es porque me preocupas y quiero que estés bien.


—Estoy bien, y es gracias a que estás ayudándome. No te preocupes tanto por esto, sé que no es lo que tenía planeado pero ir a un lugar diferente a los que acostumbro me ayudará, eso dijo la doctora Kaidou. Dice que aunque luzco menos cansado parezco tenso, incluso me recomendó practicar meditación —se estiró un poco y bostezo—. Acabo de recordar que no le respondí a Nanase ¿Hay problema si lo hago? —su amigo negó con una pequeña sonrisa viendo un ligero cambio en el chico.


En el mensaje le explicaba que aún estaba ocupado y por eso no respondió antes pero que para el fin de semana siguiente habría terminado sus exámenes y entonces visitaría el restaurante que tanto le había recomendado. No entendía porqué pero sus palabras siempre le causaban una sensación agradable.


—¿Algo interesante? —notó su sonrisa y le causó curiosidad, quería saber a que se debía.


—Dice que estará libre este fin de semana y aprovechará para ir a comer. Espero que le de una oportunidad a la carne, aunque de cualquier manera también le envié la sección de pescado. Supongo que decidirá ese día —terminó de escribir su respuesta hablando de lo emocionado que estaba por poder saber su opinión e intercambiar sus experiencias.


—¿Te invitó? —su curiosidad había crecido, le parecía extraño que el otro chico le avisara de su visita sin un motivo.


—Claro que no, sólo quería que lo supiera. Supongo —el aparato volvió a su bolsillo mientras miraba hacia el cielo antes de estirar sus extremidades—. Hoy tengo ganas de cocinar, he estado preparando cosas muy sencillas por falta de tiempo y creo que algo más elaborado estaría bien.


—Si quieres hacerlo está bien, tendremos que pasar a comprar lo que haga falta. Aunque creo que también sale de tus planes de descansar.


—Me hará bien, al menos mejor que dormir —sonrió un poco mirando al castaño quien le devolvió la sonrisa—. No quiero pasar toda la tarde durmiendo, quizá si ocupo todas mis energías tal como he estado haciendo pase más tiempo durmiendo.


—Si crees que es mejor adelante, tener algo de comida decente siempre es bueno —rio un poco mientras miraba a su amigo mostrar los dientes.


—Quien ha cocinado la mayor parte del tiempo eres tú, no puedes culparme de tu mal sazón —río un poco antes de levantarse esperando que el chico lo siguiera.


Y así, entre conversaciones triviales y unas cuantas bromas caminaron un poco más por el parque antes de pasar a la tienda de conveniencia a comprar las cosas que el pelirrojo necesitaba y poder volver a casa para preparar la comida.


—Iré a darme una ducha mientras empiezas con eso ¿Bien? —una vez el chico se instaló en la cocina el más alto decidió aprovechar el tiempo para realizar otras actividades.


Asintió con la cabeza mientras realizaba los preparativos para realizar el platillo que tenía en mente, era algo sencillo que había preparado un par de veces antes y a la vez algo que salía de lo cotidiano por la mezcla de sabores que presentaba.


Fue hacia el sofá mientras esperaba que los ingredientes se cocinaran. Estaba tan sumido en sus pensamientos que no notó cuando su amigo volvió y se sentó a su lado haciéndole un par de comentarios a los que no respondió logrando que el chico agitará su mano frente a él.


—Te estoy preguntando por la comida, si está lista para que puedas ir a bañarte y yo me dedico al resto -lo miró con una disimulada risa al notar lo confundido que parecía el de ojos rojos.


—Sólo esperaba que terminara de cocerse, iré a bañarme y después comemos ¿Te parece? —se estiró mientras se levantaba del sofá mirando unos instantes hacia la cocina—. Te encargo la comida, ya vuelvo.


Partió rumbo a su habitación para preparar todo lo que necesitaba antes de entrar al baño y dejar que el agua cayera sobre su cuerpo. Dejó que la cálida sensación invadiera su cuerpo relajando sus músculos y despejando sus pensamientos.


Una vez terminó salió de la ducha y se vistió antes de abandonar el baño para volver a donde su amigo lo esperaba.


—Dejar que el agua se lleve todos los problemas siempre es la mejor solución —estiró sus brazos dejándose caer en el sofá junto al chico quien sostenía un libro entré sus manos—. Incluso me abrió el apetito.


—Seguro que sí, te ves mucho más relajado que en el parque. Vayamos a comer entonces, ya está listo y si tienes hambre será lo mejor —se levantó de su asiento para ir hacia la barra y preparar la mesa.


El pelirrojo lo siguió antes de revisar rápidamente la pantalla de su teléfono que llevaba rato parpadeando. Sonrió ligeramente al percatarse de que era un mensaje del azabache antes de volver a guardar el aparato en su bolsillo y ayudar al castaño a servir la comida.


Comieron mientras hacían un par de comentarios respecto a lo sucedido durante el día y compartían su opinión sobre la comida. Era una conversación trivial y sin mucho que decir, sin embargo, en ese momento lo único que ambos querían era distraerse un poco y no pensar demasiado en lo que ha ocurrido ni en los exámenes.


—¿No te resulta difícil estar aquí? Quiero decir, tu departamento tiene mucho mejor ubicación que el mío y cuando tienes clases a primera hora debe ser más complicado.


—Si intentas correrme porque sigues pensando que hago demasiado por ti no lo conseguirás. Sólo un par de días tengo clases temprano y los aprovecho para pasar a casa y traer ropa y limpiar un poco, no necesitas preocuparte por eso —le dedicó una sonrisa mientras seguía comiendo.


—No estoy intentándolo, aunque me preocupa que no estés en casa. Pensaba en el esfuerzo que estás haciendo por trabajar, asistir a clases y cuidarme, ahora que dices que tomas tiempo para ir a casa veo que tu esfuerzo es mucho mayor —quizá estaba dándole muchas vueltas al asunto pero no podía evitar sentirse culpable por ello.


—Rin, entiendo que sea difícil para ti sentirte tan dependiente de mí y más aún considerando el poco tiempo que llevamos siendo tan cercanos pero sé que confiaste en mí para hablar de esto por una razón mucho mayor que todas tus preocupaciones. Eres mi amigo y si me pides ayuda no voy a negartela —lo miró seriamente, no quería que siguiera sintiéndose una carga y necesitaba decírselo para aligerar su pesar.


—No sé cuanto vaya a durar esto, puede ser sólo hasta el final de las vacaciones o incluso tomar un par de años —apenas lo miró, no se sentía capaz de afrontar su situación solo y tampoco quería obligar al castaño a nada aprovechándose de su amistad.


—Entiendo eso, tomaré un descanso en el trabajo durante el siguiente semestre y estaba pensando volver al club. Y no es una decisión que tomé por ti, pensé en esto mucho antes de que comenzaras a sentirte mal. Podemos arreglárnoslas y pasar unos días aquí y otros en mi departamento si es lo que te preocupa, no sabemos que ocurrirá después y sólo nos queda esperar. Somos amigos, y si confiaste en mí para apoyarte en esta situación lo haré hasta el final —extendió su brazo frente a él haciendo con su mano un puño esperando que respondiera el saludo.


—A veces puedes ser tan cursi —rio un poco antes de chocar su puño con el del chico. Definitivamente no había nadie en quien pudiera confiar más que como lo hacía en él.


Terminaron de comer tranquilamente y se dispusieron a realizar la limpieza antes de tumbarse en el sillón en completo silencio, no había un tema importante por tratar así que simplemente ambos se sumieron en sus propios pensamientos.


Fue entonces cuando Rin recordó el mensaje de Haru, por lo cual tomó su teléfono para leer su contenido. Una pequeña risa escapó de sus labios llamando la atención de su amigo mientras escribía la respuesta.


—Nanase es raro —sonrió al notar la incógnita en el rostro del de ojos turquesa—. Me dijo que no está seguro de probar la carne, que quizá lo haga pero preferiría probar el pescado porque varios platillos llamaron su atención. Ni siquiera insistí en que lo probara.


—Supongo que ya se dio cuenta de lo insistente que puedes ser, quizá incluso por ello haya tomado la decisión de ir este fin de semana —no pudo evitar reír al notar como el de ojos rojos mostraba los dientes antes se golpear su hombro con su puño.


—Sólo le insistí un par de veces, y fue él quien decidió ir ese día no yo —sonrió mirando unos instantes más la pantalla antes de guardar el aparato—. Deberíamos ir un día de estos, para celebrar que aprobamos todos los exámenes.


—También deberías ir a visitarnos, el gerente dijo que debía invitar a algunos amigos y eres el único que no ha ido ni una sola vez.


—Vayamos un día que descanses, con tu pésimo sentido de la orientación seguro me enviarás por el camino equivocado —río unos instantes dejando su cabeza apoyada en el respaldo del sofá—. Aunque debo admitir que me causa curiosidad que expresión tienes al atender a los clientes. Generalmente tienes esa aura seria y fría que da la sensación de que si alguien es indeciso en su pedido lo lanzaras a la salida —lo miró de reojo ocultando su risa, quería ver la expresión que haría luego de ese comentario.


—Probablemente si tardas en elegir terminaría lanzándote fuera, quizá sea mejor que no vayas —le sonrió antes de que sus risas invadieran el lugar.


—Todo este asunto no es tan malo, al menos hemos tenido más tiempo para pasarlo juntos. Al inicio del semestre apenas pude verte en la universidad.


—Te dije que tomaré un descanso en el trabajo y volveré al club, no tienes que seguir triste por ello —sonrió cuando el chico mostró los dientes frunciendo un poco el ceño.


Se limitó a sonreír ignorando las quejas de su amigo, sabía de sobra que aunque no lo dijera resentía la distancia que se había hecho entre ambos luego de que comenzara trabajar y que de ninguna manera iba a aceptarlo, esa era otra de sus razones para apoyarlo en ese momento tan complicado.


Quizá estaba pensando demasiado pero de alguna manera presentía que el regreso de sus pesadillas era algo mucho más complejo de lo que la psicóloga o él mismo pudiera entender; podía ser que luego de la tormenta viniera la calma o que simplemente fuera consecuencia de sus sentimientos reprimidos pero si de algo estaba seguro es de que se mantendría a su lado para apoyarlo pasara lo que pasara.

Notas finales:

Eso ha sido todo, espero haya sido de su agrado y podamos leernos antes de mis próximas vacaciones(?).

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).