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Otras vidas por Yaoi lovers

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Notas del capitulo: Luego de tanto tiempo que pasé desaparecida por aquí pensé que tardaría una eternidad más en volver (?_?)
 
Lamento mucho el tiempo que he pasado sin pasar por aquí, pero las cosas en la escuela fueron algo complicadas estos meses y tenía poco tiempo para escribir, además de que robó todas mis ganas de hacer cualquier otra actividad...
 
Pero bueno, estoy de vuelta y la situación mejoró un poco, así que me esforzaré por traer el siguiente capítulo en mucho menos tiempo que este.
 
 

Apenas había respondido los mensajes de Rin en esas últimas semanas y se sentía un poco culpable por ello sabiendo que el único motivo por el que lo evitaba era la vergüenza que sentía al no saber de que hablar y lo inseguro que se sentía intentando preguntar por las actividades del final de semestre.


Se sentía tan extraño evadiendo sus mensajes aún si una parte de él deseaba responder y dejar que la conversación fluyera hasta llegar al punto adecuado para realizar esa pregunta que no dejaba de rondar su mente, pues aunque no lo aceptara y el mismo no se diera cuenta, el interés que le despertaba era bastante.


Siguió un par de días apenas respondiendo a sus mensajes mientras el tiempo seguía pasando. El pelirrojo tampoco había insistido en conversar pues imaginaba que la razón para su ausencia eran los exámenes finales y resto de actividades y responsabilidades que tenía y no quería interferir en ello.


Ese día no era particularmente bueno para él, había dormido muy poco y el dolor de cabeza no había disminuido pese a que había tomado el medicamento para la migraña. Su amigo había insistido en faltar al trabajo para cuidarlo pero se había negado pues aún tenía muchas cosas por hacer como para pasar el día en cama ignorando lo que debía estudiar.


Cerró las cortinas y dejó únicamente una pequeña lámpara con luz tenue para iluminar el libro y la libreta en que hacía anotaciones. Cada cierto tiempo hacía una pequeña pausa para descansar y con ello intentar que el dolor no aumentara. Durante una de sus pausas su teléfono indicó que acababa de recibir un mensaje, sospechaba que se trataba del castaño así que se apresuró a responder para no preocuparlo.


Le sorprendió ver el nombre de Nanase y, pese a que realmente no se sentía bien para responder, tomó el aparato para revisar el mensaje. Era tan corto como de costumbre y no pudo evitar reír mientras redactaba su respuesta, tenía curiosidad sobre lo que estaría haciendo y mantenía toda su atención, así que no dudó en preguntar por los exámenes y si tenía más actividades que atender antes de que las clases terminaran.


Apenas habían pasado unos minutos y el nuevo mensaje había llegado, era inusual que el chico respondiera tan pronto y la curiosidad despertó en él debido a eso. Era un poco más largo que de costumbre y le explicaba un poco sobre los trabajos que tenía pendientes, las prácticas que debía realizar y los exámenes; lo que más le llamaba la atención era su pregunta.


Ya antes habían conversado sobre sus actividades escolares, pero en esta ocasión preguntaba además por lo que planeaban para el fin de semestre y se mostraba curioso sobre lo que estaba estudiando, pues incluso había mencionado que él no participaba en ningún club y que tampoco lo hacía demasiado en lo que su departamento organizaba.


Luego de unos minutos sin saber que responder redactó su mensaje, hablándole de las actividades que tenían planeadas en su club y un poco sobre lo que tenían preparado terminando el semestre, incluso prometiendo hacerle llegar el programa apenas estuviera autorizado.


Después de enviar su respuesta volvió a su lectura, suspiró profundamente antes de terminar el tema que estudiaba y tomar sus últimas notas; apagó la luz y rápidamente envió un mensaje a su amigo anunciando que dormiría un poco para no preocuparlo si llamaba y no recibía respuesta.


El dolor seguía igual que al principio y no parecía que fuera a detenerse pronto, no era la primera vez que ocurría -aunque sí desde que había regresado a terapia- así que optó por ir a la cama para intentar dormir; sus deberes estaban terminados de cualquier manera así que no había necesidad de preocuparse.


Intentaba conciliar el sueño pero el parpadeo en la pantalla de su teléfono no le permitía hacerlo, no dejaba de pensar que era su amigo y no quería causarle más preocupaciones. Rendido por fin tomó el aparato y nuevamente la sorpresa volvió al notar que una vez más era el azabache.


Era extraño que se encontrara tan activo en la conversación y nuevamente la respuesta no era la que esperaba, pues el chico se veía bastante entusiasmado con la idea de asistir a las actividades e incluso le aseguró que en cuanto supiera de lo que planeaba su departamento se lo comunicaría.


La sonrisa se grabó en su rostro antes de agradecer por su interés y por mantenerlo informado, no lo conocía lo suficiente pero esa pequeña conversación le había parecido increíble con lo reservado que siempre era en sus respuestas. Terminó su mensaje informándole que dormiría un poco y lamentaba si no respondía en un largo rato.


El aparato volvió a su lugar, tenía toda la intención de descansar y era necesario mantenerse alejado de él para poder hacerlo. Debía despejarse de cualquier cosa que requiriera su atención o de lo contrario el dolor permanecería y sus esfuerzos serían en vano.


Sorprendentemente logró dormir toda la noche sin que las pesadillas, o incluso la llegada de su amigo, lo despertaran. Cuando por fin lo hizo no tardó en revisar la hora para asegurarse de que no había dormido de más y aun estaba a tiempo para llegar a clase.


Comenzó a alistarse para partir, tomó las libretas que dejó fuera mientras repasaba los apuntes y finalmente preparó algo sencillo para el desayuno. Sabía que el castaño tenía clases más tarde así que guardó su porción y dejó una nota en la cocina de manera que pudiera verla. Una vez listo, tomó sus cosas y partió hacia la escuela.


El tiempo pasó rápidamente y antes que pudiera darse cuenta su clase había terminado. Tenía un par de minutos antes de que la siguiente comenzara y justo cuando estaba por salir del aula la vibración de su teléfono llamó su atención.


Creyó que se trataba de su amigo para avisar que estaba por salir, así que simplemente siguió con lo que hacía para responder una vez terminara su siguiente clase.


Había estado tan ocupado con las actividades en clase y sus exámenes que olvidó por completo el mensaje recibido hasta que iba rumbo al club para acordar lo que realizarían para el fin de semestre. Acababa de ingresar al aula en que se reunían y dado que el resto aun no llegaba tomó su teléfono para responder.


Su sorpresa fue evidente al notar que el mensaje no era de su amigo sino de Nanase quien se había limitado a desearle que descansara, una vez más había elegido la respuesta más corta. La risa escapó de sus labios mientras escribía su respuesta, el chico era muy extraño y al parecer un poco torpe para socializar, aun así no podía evitar mostrarse más animado con cada nuevo mensaje.


Rin siempre había sido del tipo parlanchín, que confía en la amistad, establecer una relación amable y de confianza con el resto de personas que lo rodean y dejar que la vida lo sorprenda con las personas que entran a su vida.


Sin embargo, lo que menos esperaba era encontrarse con alguien en la calle, evitar que le ocurriera un accidente, reclamar su imprudencia, intentar ser detenido por él y simplemente alejarse por la extraña sensación cuando sus miradas se encontraron. Después de varios días volverlo a encontrar en la universidad, en el restaurante de camino a casa, en el centro comercial, y justo en ese lugar intercambiar sus números telefónicos como si realmente se conocieran.


Se había perdido en sus pensamientos aun con el teléfono en sus manos mientras miraba la pantalla. Su "amistad" o lo que sea que había establecido con el azabache era algo que le intrigaba pues realmente no habían hecho más allá que hablar sobre la universidad y comida y aún así seguía con esa sensación que le provocaba sentirse mucho más cercano a él que eso.


Su expresión se mantenía indescifrable sin que sus ojos se apartaran del aparato y ni siquiera notó cuando el presidente había entrado con su característico saludo. Le sorprendió que el pelirrojo no respondiera y se acercó a él para que notara su presencia, aunque también fue en vano.


—¿Problemas con una conquista? —dio un par de palmadas en su hombro mientras acercaba una silla hasta donde él estaba.


—Hablaba con un amigo —sólo ese toque había logrado llamar su atención aunque su respuesta no era muy convincente debido a lo conflictuado que se sentía respecto a lo que había entre él y Haruka.


—Creo que aunque te llevas bien con el resto Sousuke te hace falta, no esperaba que saliera un tiempo del club.


—Pero piensa regresar para el siguiente semestre, y estoy seguro de que está más que preparado para asumir el puesto de presidente...


El mayor comenzó a reír, sabía que el castaño no estaba interesado en ocupar su puesto una vez que se graduara y que Rin aprovechaba cada oportunidad que tenía para volver a sugerirlo. Poco a poco el resto comenzó a llegar y una vez todos listos comenzaron con la reunión, acordando las fechas en que realizarían las actividades y como se organizarían para ello.


Volvió directo a casa una vez terminaron y encontró a Sousuke cocinando algo. Era extraño verlo en el lugar a esa hora y no dudo en preguntar la razón. Luego de que se lo explicara siguió con su labor mientras el chico le contaba sobre lo que habían organizado.


—Tienes que ir al menos uno de esos días, sigues siendo parte del club y no puedes faltar... Menos aun ahora que estás tan cerca de ser presidente —ocultó su risa cuando el chico lo enfrentó con esa expresión que conocía bien y sólo podía significar que no lo dejaría seguir más lejos con su broma—. Vamos, sabes que eres el indicado.


—No tengo tiempo suficiente para eso, voy a pasar las vacaciones trabajando para poder volver al club, pero no es tan sencillo si me convierto en quien lleva el orden.


—De acuerdo, de acuerdo. No voy a insistir más con eso, aunque no deberías descartarlo —río un poco antes de tomar su teléfono para enviarle a Nanase el cronograma que habían planeado—. ¿Irás temprano a trabajar?


—Sólo un par de horas, mañana tengo examen a primera hora y necesito estudiar un poco ¿Cómo vas con los exámenes?


—Tengo un par más esta semana y algunos informes, sólo eso; y claro, un par de pendientes en el club.


—Espero que no lo menciones sólo para hacerme cambiar de opinión —lo miró con una ceja levantada provocando la risa de su amigo—. Aun así estaré al menos uno de esos días, si todo queda en tus manos será un desastre —su comentario causó un gruñido por parte del pelirrojo antes de que ambos volvieran con sus pendientes.


Un par de horas después se encontraba solo de nueva cuenta mientras leía sus apuntes para el siguiente examen, estaba de mejor ánimo que el día anterior y debía aprovecharlo al máximo. Pasó largo rato con ello antes de levantarse del sofá para estirar sus músculos y beber algo para seguir repasando las notas que había tomado.


Mientras hacía un par de estiramientos la pantalla de su teléfono se iluminó mostrando la notificación del mensaje recibido. Luego de terminar el vaso con agua volvió a su asiento y tomó el aparato entre sus manos para responder.


Se trataba de Haruka agradeciendo por la información y hablando sobre los temas en que estaba interesado, además de recordarle que apenas tuviera información sobre las actividades en su departamento se las haría saber.


Respondió a su mensaje antes de volver a la lectura, realmente le causaba curiosidad que Nanase estuviera tan activo en la conversación pues suponía que, al igual que él, estaba muy atareado y entendería que tardara más en responder o no estuviera muy entusiasmado con ello.


Había preferido seguir con los pendientes que aún tenía por realizar mientras el aparato descansaba sobre la mesa, no era la mejor idea pues de vez en cuando lo miraba esperando que anunciara un nuevo mensaje de parte del azabache. Pese a lo poco que escribía le resultaba agradable leer algo diferente a lo que estaba acostumbrado así fueran sólo un par de palabras.


De un momento a otro su mente volvió a divagar pensando en lo extraña que era su relación con Haruka, no eran cercanos y apenas sabían uno del otro, fue hasta después del incidente con el auto que se percató de las muchas veces que pudieron coincidir y, pese a que en un principio Rin estaba seguro de que el chico buscaba formas absurdas para encontrarse desde ese día, había sido él quien más pasos dio hacia él, llegando incluso a pedirle su información de contacto para poder conversar.


Todo había ocurrido tan rápido que a veces olvidaba que no existían grandes conexiones entre ambos y que de no ser por ese impulso que lo hizo acercarse e intentar entablar una amistad probablemente sólo sería parte de sus recuerdos que terminaría por olvidar.


Al darse cuenta de lo distraído que estaba volvió a tomar su vaso y beber el líquido sobrante antes de levantarse y hacer un par de estiramientos. Quizá era a causa de su sueño tan irregular en las últimas semanas o de la presión a la que estaba sometido por sus actividades escolares, pero estaba seguro de que necesitaba concentrarse y dejar de divagar.


Mientras tanto Haruka había vuelto a casa luego de su última clase y una rápida charla con el representante de su departamento sobre las actividades de fin de semestre. Pasó por la tienda de autoservicio y compró un par de productos que hacían falta y algo para comer.


El día no fue especialmente agotador pues no presentó ningún examen y los reportes los había terminado con anticipación, pero por alguna razón que desconocía, se sentía cansado y sólo pensaba en llegar al departamento y entrar directo a la bañera.


Y así lo hizo, apenas puso un pie en el interior se dirigió rápidamente al baño y preparó todo para sumergirse en el agua. Sólo dejó que la calidez embargara su cuerpo mientras sus ojos permanecían cerrados negándose a interrumpir aquel ansiado momento.


Dejó el tiempo pasar y sólo el descenso de la temperatura del agua lo hizo volver a la realidad, además, el sonido de la puerta abriéndose llamó su atención pues sabía que si Makoto lo encontraba en la bañera con el agua a esa temperatura lo haría salir inmediatamente para evitar un resfriado.


—Estoy en casa —saludó mientras se descalzaba para entrar—. Tardé un poco más de lo que esperaba ¿Tienes hambre? Puedo comenzar a preparar la comida —suponía que su amigo estaba en la bañera y fue directamente hacia allá encontrándolo al salir de la habitación.


—Compré algo, no es necesario —se limitó a responder mientras acomodaba unos cuantos mechones de su cabello aún húmedos mientras se dirigía al escritorio para realizar los deberes pendientes.


—De acuerdo ¿Cómo estuvo tu día? Sé que no tenías exámenes y los informes los terminaste antes —colocó los libros que llevaba sobre el estante antes de buscar sus apuntes, sabía que algo rondaba la mente del chico aunque no era capaz de decirlo.


—Normal, tengo examen mañana —tomó la libreta que tenía a un lado evitando la mirada del castaño alejando un poco su teléfono.


—¿Aun no han decidido las actividades de fin de semestre? Imagino que deben estar atareados teniendo tan cerca la graduación —no estaba seguro de lo que estaba ocurriendo, pero suponía que su comportamiento era a causa de ese tema pues últimamente pasaba más tiempo intercambiando mensajes con el pelirrojo—. Supongo que es lo mejor, así las actividades estarán confirmadas para cuando lo hables con Matsuoka —Haruka siguió sin responder, apenas cambiando un poco su expresión al escucharlo y supo que era eso lo que no lo dejaba estar tranquilo—. Seguro no tiene problema con esperar un poco, debe estar ocupado con los exámenes. No hay que apresurar las cosas —consiguió que por fin lo mirará, sólo atinando a sonreír antes de dejar sus cosas e ir hacia la cocina—. Prepararé la comida, así estará lista para más tarde.


El azabache siguió leyendo sus notas intentando no pensar demasiado en lo que el chico había dicho. Al terminar sus clases había ido a buscar al representante de su departamento para preguntar por las actividades, pero sólo consiguió saber que dos grupos preparaban una clase muestra, los grupos de investigación mostrarían sus resultados parciales y un club preparaba su exposición; nada más, aún faltaba la aprobación de las fechas y espacios para las actividades y preferían no dar más detalles para evitar confusiones.


Se sentía frustrado de alguna manera, luego de que Rin hablara tan abiertamente de lo que su club planeaba pese aun no estar confirmado, sentía que debía poder hablar al menos un poco de lo que harían en su departamento. Estaba consciente de que no podía hacer mucho para cambiar la situación, y aún así no era capaz de responder al último mensaje que había recibido del chico.


Siguió revisando sus notas intentando no pensar demasiado en ese tema, después de todo aún le faltaban un par de temas por estudiar y terminar el último reporte antes del examen final en esa misma semana.


Luego de un par de horas estudiando guardó sus apuntes dispuesto a realizar el reporte faltante hasta que su amigo lo llamó pidiéndole ayuda con un par de cosas que necesitaba para terminar la comida. Luego de que regresara pasaron unos minutos más, en los que se dedicó a preparar la mesa, antes de disponerse a comer.


Ambos se mantuvieron en silencio hasta terminar, cuando Makoto no pudo seguir manteniéndose al margen de la situación al ver a su amigo tan incómodo.


—¿Matsuoka te habló de lo que prepara su club? —lo siguió con la mirada mientras el chico tomaba la vajilla para llevarla a la cocina ignorando sus palabras—. Debe estar entusiasmado por ello, aunque seguro también tiene muchos pendientes.


—Supongo que sí, no hemos hablado sobre eso.



—Seguro le alegrará saber que también investigaste, debe tener curiosidad sobre que encontrará ese día —intentaba animarlo para hablar un poco más, aunque al parecer el chico no tenía muchas intenciones de hacerlo—. Espero que se diviertan esos días, salir de la rutina siempre es bueno —y de nuevo el silencio, aunque presentía que eso ayudaría un poco a su amigo.




Pasó todo un día antes de que Haruka respondiera el mensaje, dando una breve explicación de la información que tenía, a lo que Matsuoka no tardó en responder que no había de que preocuparse, que entendía lo importante que era organizar y tener las autorizaciones antes de confirmar los eventos.




Siguieron hablando poco el resto de los días hasta que los programas estuvieron listos y ambos enviaron la información al mismo tiempo. Rin estaba entusiasmado y no dudó en compartirlo con Haruka, logrando que él también se entusiasmara y conversarán un poco más.




Mientras seguían conversando acordaron que se encontrarían en la entrada de su respectiva universidad y una vez juntos partirían a los lugares indicados para las actividades.




Ahora que las presiones habían acabado y sólo les quedaba esperar los días acordados. El castaño de inmediato notó el cambio en su amigo y esperó que fuera él mismo quien hablara de su sentir.




—¿Estarás libre esos días?




—Sí, lo estoy. Puedo acompañarte si quieres.




El azabache asintió en silencio antes de mostrarle también el programa y explicarle donde había quedado de reunirse con el chico. Luego de eso no volvió a tocar el tema y aunque a su amigo le preocupaba verlo tan poco interesado en el tema prefirió dejarlo así, después de todo, no conseguiría mucho mientras el azabache prefiriera evadirlo.

Notas finales: Y para compensar un poco la espera, aprovecho esta actualización para este anuncio: en el próximo capítulo por fin veremos a Rin y Haru interactuar mucho más ¡Yey! También estoy entusiasmada por ello, así que pondré todo de mi por no tardar demasiado.
 
Y eso es todo, nos seguimos leyendo. 

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