Naruto trato por todos los medios de seguir durmiendo, porque sentía que hacía mucho tiempo no dormía tan bien, por lo mismo no quería abrir sus parpados, pero tenía que hacerlo muy a su pesar.
Cuando se decidió a abrirlos se encontró con la pared en tonto rosa pastel muy suave, había algunos muebles, además del monitor donde reflejaba sus constantes, estaba nuevamente en un hospital.
Cerró los ojos tratando de volver a dormir, no quería saber porqué estaba ahí, además ese calorcito que emanaba de algún lugar era rico quería quedarse pegadito a él y olvidar el mundo. Pero pronto su mente comenzó a mostrarles los hechos que habían sucedido para parar en el hospital, sin quererlo comenzó a llorar, por qué otra vez, por qué siempre a él, por qué siempre lo mismo, personas que lo golpeaban hasta dejarlo medio muerto para después violarlo, es que acaso no era un ser humano. Qué cosa tan horrible había hecho en esa vida o en las otras para que le ocurriese ese tipo de cosas, no supo en qué momento había comenzado a chillar de dolor, de desesperación, solo se dio cuenta de lo que hacía cuando sintió que alguien lo abrazaba, lo tomó tan a sorpresa que se quedó en silencio por el susto.
- Shuuuush, tranquilo, no grites te hará mal ¿sí?, tranquilo. Llora todo lo que quieras Naruto pero no grites, la doctora dijo que no esforzaras tu garganta – Sasuke estaba acostado al lado de Naruto con mucho cuidado de no incomodarlo pero sin querer separarse de él.
Después de subirlo a un cuarto privado, y que la anestesia se le fuera, Naruto despertó solo unos minutos donde desvarió unos momentos y luego cayó dormido pero en sueño sollozaba, así que Sasuke se acostó a su lado. No supo cuándo se quedó dormido mientras vigilaba el sueño del rubio.
- No quiero más, no quiero más – Balbuceó con voz ronca que no reconoció como suya. Trató de girarse pero su cuerpo no respondió y jadeo de dolor, así que Sasuke se incorporo para manipular el mando de la camilla y reclinarla, ayudo a Naruto a semi sentarse, para que así pudiese mover un poco mejor y pudiesen verse a la cara.
- Te prometo que nunca más pasará esto, nunca, nunca más –
- No puedes prometerme eso Sasuke. Una vez que me den alto tendré que volver a prisión – Dijo entre sollozos – No aguantaré estar ahí, primero me mato antes de volver – Admitió más para él que para Sasuke – No puedo pasar más por esto, que me golpeen, que me violen, que me quiebren, que me envíen al hospital, para que zurzan mis heridas, ya no puedo seguir así – Sollozó completamente quebrado – No puedo más. Creo que ni mi cuerpo ni me mente podrían pasar por esto una vez más –
- Lo sé, lo sé – Aceptó Sasuke tomando con delicadeza las manos de Naruto – Primero que nada, quiero que estés tranquilo, no volverás a prisión, con el fiscal llegamos al acuerdo que lo mejor es que pases todo lo que falta y todo lo que transcurra el juicio con prisión domiciliara. Y te juro Naru en el juicio demostraremos tu inocencia y así nunca más tendrás que ir a ese lugar – Le dio un suave apretón a sus manos tratando de reconfortarlo.
- ¿De verdad? ¿Me juras que no volveré? – Consultó entre esperanzado pero asustado, tener ilusión le daba miedo.
- Te lo juro – Soltó las manos del menor, para así acariciar su rostro con suavidad.
Sasuke miró la cara de Naruto toda magullada, con un ojo hinchado, el labio roto, una mejilla que parecía cualquier cosa menos una, era doloroso verlo así. Aún tenía muy fresca en su memoria las fotografías de todos los atentados que había sufrido antes el pequeño Doncel.
- Okey – Respondió bajito, cansando de haber llorado.
- Descansa estaré a tu lado en todo momento no me moveré –
Naruto trato de sonreír pero todo le dolía en ese instante – Teme no seas tonto, tienes que ir al baño y comer – Dijo somnoliento.
- Duerme – Besó la cabeza del menor para luego volver acomodar la cama y las almohadas para que volviese a dormir. Una vez que se cercioró que lo estaba, miró a la persona que estaba en la puerta mirando todo desde antes que Naruto despertara.
- Sabes que debiste llamar a Sakura verdad – Dijo Minato, observó todo y en efecto pudo vislumbrar el miedo en Naruto en voz. Aunque una parte de él daba gracias al cielo, que Doncel llorara, eso era algo sano, pero igual con lo poco que había visto estaba más que preocupado por el futuro de Naruto.
- Lo sé, pero creo que Naruto necesita solo dormir en estos momentos –
- Lo creo también – Caminó hasta sentarse en silla que había en el cuarto.
- Qué piensas, está muy serio –
- No puedo decir mucho, tengo que hacer sesiones con él, pero creo que será difícil. Lo que sea que hubieses avanzado con él, con lo que pasó el día de ayer eso seguramente se retrocedió hasta el principio – Comenzó a informar al abogado – Creo que lo primero que tenemos que hacer, es buscarle un lugar seguro, crearle un horario que pueda seguir, sin muchas presiones. Sasuke los golpes pasarán, todo el dolor física se irá, pero lo que este niño ha sufrido no se curara. Yo no creo en que el tiempo curara las heridas –
- Tampoco lo creó – Interrumpió Sasuke soltando un suspiro por la preocupación que retenía, acariciando por inercia al rubio.
Minato asintió con la cabeza y prosiguió hablando. – El transcurso del tiempo lo que hace es congelarlas, pero si no vamos al fondo de la herida, luego con el tiempo solo encontraremos una herida completamente infectada hasta los huesos. hay que pensar que esto es como una dolorosa quemadura, hay que hacer un desbridamiento de la herida, retirar toda la piel muerta, hacer unas cuantas curaciones sean necesarias, incluso injertar piel y hacer un seguimiento hasta que se cicatrice – Explicó al Uchiha – De otra manera jamás vivirá, solo sobrevivirá atormentado y con mucho dolor. Eso no es sano para nadie, por lo cual me lleva Sasuke a preguntarte – Lo miro muy seriamente antes de volver hablar – ¿Estás seguro que quieres hacer esto? ¿Estar a su lado? Tú no sabes que puede haber en la cabeza de Naruto, es un camino difícil y muchas veces muy frustrante. Tendrá avances pero también varias caídas, necesito que estés preparado con eso y que lo pienses muy en serio. Todos dicen de primera que están comprometidos, que estarán ahí, pero al final se cansan, cosa que es normal – Dijo de sopetón el rubio mayor.
- Sé de lo que hablas, no arranqué con Sai, no lo haré con Naruto. Solo necesito que lo ayudes y me ayudes a superar todo esto. Naruto no es único roto en esta habitación – Reconoció con dolor.
Desde lo sucedido con Sai, él, Sasuke, nunca más fue él mismo, no confiaba en las personas, ni en las relaciones, para él todo tenía fecha de caducidad. Lo único que valía era el amor proveniente de la misma sangre, de la familia. Los únicos amigos que tenía, eran amigos que tuvo en la preparatoria o antes de eso.
Naruto era la única excepción a cualquiera de sus reglas, porque Naruto lo encandiló con sus añiles ojos, esa inocencia que llegaba a desesperar, pero sobre todo por su personalidad lo atrapó, por lo mismo estaría ahí siempre para con él, Uzumaki Naruto era su redención.
- Está bien, cuándo vuelva a despertar te pido que favor no lo acapares para ti. Llama a Sakura y luego a mí – Minato salió de la habitación después de esa orden.
Sus piernas flaquearon se tuvo que sentar un momento ante la mirada curiosas de los dos policía que custodiaban el lugar. Naruto lo impresionó, se pasó toda la noche estudiando su caso, pidió a Sasuke todo lo que tenía con respecto al doncel; éste mandó a Itachi para que le trajéese copia de todo.
Efectivamente la madre del rubio era Kushina Uzumaki, su niñera, había una foto de ella en los expedientes. Se devoró todos papeles, temía que ese niño a quien culparon de un horrendo homicidio; de uno que tanto Sasuke, como Itachi y hasta los padres de ellos afirmaban que el chico no era culpable. Lo peor era lo que había sufrido en prisión ¡por Dios! Lo que él había vivido en el pasado era poco para todas los vejámenes que Naruto sufrió.
Lo peor fue verlo llorar, escucharlo hablar, mirar su rostro casi desfigurado por los golpes, pero esos ojos, su cabello, todo era como mirarlo a él y al mismo tiempo a Kushina.
¡¡Demonios!! Se tiraba los cabellos solo de estrés, su ser gritaba que Naruto era su hijo, pero su parte racional le decía que esperase hasta una prueba de ADN, que tendría que pedir a su madre hiciese discretamente. Habían muchos temas delicados, en el caso de que realmente él fuera el padre del Uzumaki. Primero que nada ¡por los mismos demontres! no podría vivir con eso.
Recordaba cuando su madre le dijo que su abuelo en el lecho de muerte le confesó que Kushina estaba embarazada, y como él se había alegrado de no haberse enterado antes. A pesar de que Tsunade hizo de todo para buscarlos no los encontró, aunque él sabía (por Madara quien a pedido del propio Minato, que investigó a la mujer) que Kushina estaba muerta y no se lo hizo saber a su madre que buscaba con ahínco a la pelirroja.
No pidió buscar si realmente existía un hijo o hija de ella, porque estaba aterrado de lidiar con eso, no quería revivir el pasado, viendo el rostro del niño o niña producto de una violación un recordatorio de algo que paso sin su consentimiento, algo que lo marco para toda la vida. Mas esa cobardía condujo a consecuencias atroces, si él hubiese cavado más a fondo, sabía que hubiese encontrado al niño, que ahora estaba detrás de esa puerta todo magullado. Quizás si hubiese llegado a su vida antes, él no estaría en la posición que estaba ni habría sido tan malsanamente herido por tantos.
No podía respirar, sentía que sus pulmones estaban llenos de CO2 Estaba ahogándose, su garganta quemaba sabía que estaba llorando. ¡Por el cielo! ¿Cómo iba a tratar a Naruto, sin sentirse culpable? ¿Cómo iba a tratar a su propio hijo? Cómo le iba ayudar a sanarse cuando quizás gran parte de todo lo que estaban pasando era su culpa.
Gaara aún trataba de decidirse si bajarse de su auto e ir a ver la condición de Naruto, al ser informado el día ayer que el doncel había sido atacado una vez más, se paralizó de miedo, el Uzumaki podría ser un asesino, un traidor, pero no era razón para que sufriera tanto.
Bajó al final del automóvil, estuvo varias horas antes de conseguir un poco de valor y así de poder abrir la puerta del automóvil y salir de ahí para ingresar al hospital.
Caminó nervioso hasta la habitación de Naruto, se presentó ante los policías y estos le dejaron entrar, sin mayores problemas porque era un Fiscal.
En blanco, así se sintió, era como si los circuitos de su cerebro no podían conectar para procesar lo que veía. Naruto estaba a sus ojos plácidamente durmiendo y un Uchiha Sasuke acostado a su lado del doncel, mirándolo fijamente lleno de ira y odio.
- Tienes el descaro de aparecerte frente a mí – Susurró con los dientes apretados. Sasuke se incorporó en silencio, moviendo suavemente al rubio para no despertarlo.
Los verdes del Fiscal, registraron cada delicado movimiento del abogado, para moverse del lado del pequeño doncel sin despertarlo, sintió furia al ver aquello.
Gaara observo en cámara lenta como Sasuke se acercaba a él, y se vio arrastrado hacía la puerta. Luego azotado fuertemente contra la pared al pasillo mientras, el Uchiha cerraba la puerta de la habitación con rapidez. Todo ante la sorpresa de los policías, enfermeros y pacientes que pasaban por ahí, por la violencia de la situación.
- Qué demonios crees que haces entrando a la habitación Naruto – Rugió el Uchiha, estaba tan furioso, estaba lleno de furia por años y ver al rubio en esa cama, verlo llorar, nuevamente herido, y todo por culpa de ese maldito que tenía frente a él.
Destruyó a su hermano, al pequeño que llevaba en el vientre, a Naruto y también a su pequeñito. Apenas se podía contener, solo quería matarlo, sentía una furia que salía desde su vientre que quemaba su ser, trataba de controlarse, apenas podía hacerlo, las ansias de matarlo eran fuertes.
- Se te olvida que soy el fiscal del caso, tengo preguntas que hacerle – Antes muerto que aceptar que estaba preocupado por Naruto, más con lo puta que era. el Uchiha había caído redondito ante los encantos de Naruto, cómo había sido tan idiota para creer en él, Naruto era sola una perra. Se avergonzó de haber estado preocupado por el Uzumaki, puede que si se mereciera todo lo que pasó.
- Crees que soy imbécil – Sasuke sonrió con sorna tratando de mantener su rabia a ralla – Sé que vienes a saber cómo estás, porque en el fondo te carcome la conciencia sabes que metiste a alguien inocente en la cárcel. O eres tan malditamente sádico que vienes a ver como quedó tu segunda obra de destrucción, después de arruinarle la vida vienes a ver como quedo – Siseo con los dientes apretados – Quieres saber acaso dónde está la primera, en una clínica Catatónico gracias a ti –
Gaara se sorprendió al escuchar de Sai, pero trató de recuperarse de inmediato y rebatir al abogado – Uchiha, te lo dije no tengo la culpa de la decisión que tomo Sai en el pasado, ni que Naruto sea un maldito de calzones sueltos – No iba a dejarse intimidar por nada en el mundo – Aprende a superar el pasado, Sai se hizo todo solo, esa bipolaridad es la culpable, no yo, y en cuanto a Naruto el solo se lo buscó a no poder ser fiel. Seguro ya te movió el trasero, es algo que aprendió bien, creo que en prisión es cotiza... –
Antes de poder terminar vio como el puño del Uchiha se estampaba contra su rostro, Gaara se incorporó rápidamente para arremeter contra Sasuke, comenzando a pelear, como un par de leones.
Las enfermeras dieron un alarido de sorpresa, los policías trataban de separarlos, pero los golpes y palabrotas iban y venían.
- Cuánto vas a esperar para ir a separarlos – Tobirama preguntó a Itachi se habían encontrado en el ascensor ambos iban con el mismo propósito saber cómo estaba Naruto. Además Tobirama quería poder hablar con él, pero ninguno de los dos espero ver a Sasuke y Gaara discutiendo y menos irse a las manos.
- Aprendí a valorar mi vida, no voy hacer yo quien separé a mi hermano del objeto de odio de tantos años, se merece una buena zurra –
- Puede ser, pero no puedo ver como dos abogados se estén matando fuera del cuarto de un doncel acusado de asesinato, sea culpable o no – Tobirama caminó hacia el par que trataba de ser separado no solo por los policías sino también por algunos enfermeros y auxiliares.
Tobirama se metió en medio de ambos, recibiendo golpes como daño colateral – ¡¡¡YA BASTA!!! – Gritó furioso - SE ME CALMAN LOS DOS, A MENOS QUE QUIERAN QUE LOS LLEVE DETENIDO, SOBRE TODO TU GAARA, ¡¡TERMINA CON ESTO YA!! – Vociferó con autoridad que hizo a todo el mundo en el lugar callar.
– Cómo es eso que a menos que nos lleven detenido – Dijo perplejo a su jefe - Exijo que detengas a ese imbécil ¡¡Atacó a un señor de la ley!! – Gritó Gaara apuntando furioso al Uchiha, éste trato de irse nuevamente contra el pelirrojo, pero Itachi lo detuvo.
- Gaara tu provocaste a Sasuke, todo el mundo aquí lo vio inclusive los dos policías, porque el tema que tienen junto cualquiera pensaría que lo hiciste con esa intención. Todos hemos cometidos errores en estos días, así que lo vamos a dejar pasar si me aseguran que no volverán a las manos – Miró a Sasuke quien le asintió de mala gana y luego a Gaara que se deshizo del agarre de un policía y enfermero para salir de ahí.
- Mira que se van a ver guapos los dos en el juicio de la próxima semana – Chistó Tobirama, entrando a la habitación de Naruto – ¡¿Y tú qué tratas de hacer?! – Miró con reprobación al rubio que estaba tratando de pararse de la cama – Vuelve acostarte o quieres que se te abran los puntos – Se giró para mirar hacia afuera de la habitación – Pueden ayudarle y llamen a un doctor – Ordenó.
Sasuke entró hecho un bólido para ayudar al rubio – ¡Estás loco piensa en tus heridas! – Le retó suavemente.
- ¿Viste tu cara? Te estabas matando con Gaara ¿Verdad? – Sasuke se fijó en que los añiles ojos de Naruto estaban llenos de lágrimas – No es justo, no es correcto pelear como los salvaje. Eres abogado, tu espada son las palabras, tus manos no son para golpear alguien, a nadie – Chilló con dolor – Ni ese maldito de Gaara, nunca vuelvas a golpear a alguien. ¡¡Mírame!! Recuérdame cuando pienses golpear a alguien, esto – Se apuntó a sí mismo – Es obra de alguien que uso la violencia para someterme, para dañarme, no vuelvas a pelear, si lo haces, olvídate de que seremos amigos. Me importa un pepino si afuera de aquí a Gaara lo arroya un camión, si le cae un rayó o lo caga una paloma por el karma. Lo que me importa es que tú no te ensucies las manos, no tú, tú eres la rama a la cual me aferro para que la corriente del río no me lleve, eres mi cable a tierra – Gimoteó angustiado.
- Perdón, perdóname – Susurró el mayor – No lo volveré hacer nunca más, te lo prometo – Prometió avergonzado de sus acciones.
Sakura carraspeo para hacerse notar, viendo como un doncel todo magullado tenía la fuerza suficiente para doblegar a un imponente varón como lo era Sasuke. Saludo a su amigo y a Naruto con quien ya tenían una amistad, revisó al doncel, le hizo algunas preguntas de rutina.
Estuvieron hablando unos minutos informándoles de su estado y cuanto tiempo iba estar hospitalizado, se despidió dejando entrar nuevamente a Tobirama.
- Buenas tardes joven Naruto – Saludó el Fiscal – Mi nombre es Tobirama Senju y soy el fiscal nacional. Necesito hacerle unas preguntas, sé que le indispone tener esta conversación con Gaara por lo cual le pido que pueda hablar conmigo – Pidió sentándose en una silla, su abogado se puede quedar –
- Buenas tardes, señor – Naruto se rasco el cabello, tenía dolor de cabeza, y en sí su cuerpo dolía, pero ya le había hecho el quite a esa conversación por mucho, no le parecía justo seguir haciéndolo – Claro, qué necesita que le responda –
Tobirama sonrió ante la respuesta de Naruto, tenía varias preguntas formuladas, pero al verlo creía que la mejor manera de abordar el tema.
- Naruto cuéntame tu verdad, dime como era tu relación con Neji, con Gaara. Cómo fue que te arrestaron y te enjuiciaron por la muerte de ese varón – Tomó su libreta un lápiz y se colocó los lentes, listo para tomar atención al menor.
Naruto miró a Sasuke, e inconscientemente tomó la mano de éste, necesitaba fuerzas que no tenía, para comenzar a relatar su historia.
- Neji Hyūga, era primo de mi jefa directa Hinata Hyūga, era abogado trabajaba para un bufete, además de eso estaba comprometido con Tenten editora de la revista donde trabajaba. Por la cual siempre frecuentaba la empresa, honestamente – Miró al fiscal como esperando su aprobación solo por cortesía – Él no me gustaba, era prepotente, misógino, miraba a donceles y mujeres como si fuéramos inferiores a él. Siempre decía cosas desagradables, al principio solo era pesado y me decía cosas desagradables, pero un día tocó mi trasero, otro día me arrinconó contra una pared y me forzó a besarlo, fue algo asqueroso – Recordó ese episodio desagradable estremeciéndose – Siempre me acosaba, traté de hablar del tema con mis jefas, pero Tenten era demasiado celosa y creía solo en la palabra de Neji y Hinata ella se hacia la desentendida. En una fiesta conocí a Gaara y comenzamos una relación a Neji no le gustó, un día sábado salí de mi departamento para ir de compras, Neji me estaba esperando. Me amenazó dijo que me iba a matar si no hacía lo que él me decía, dijo que tenía estar todos los sábados escondido en mi departamento y si alguien me llamaba decirle que estábamos trabajando en auditoria, así que estuve semanas mintiéndoles a todo el mundo, pero siempre estuve en mi casa – Miró desesperado al Fiscal.
-Sabes por qué te pidió eso – Tobirama escribía la libreta para luego mirarlo a los ojos y esperar la respuesta del chico.
-No, no lo sé – Aceptó con decepción – Pero siempre he creído que estaba haciendo algo o malo, o quizás estaba engañando a Tenten, pero nunca supe. Lo único que sé que cada vez era peor, quería decirle a Gaara sobre todo lo que me estaba pasando, pero para él Neji era su mejor amigo, según él, Neji era la mejor persona del mundo, pero para mí era solo un monstruo –
- Qué pasó la noche del asesinato –
Naruto soltó un suspiro de cansancio, recordaba esa noche a fuego – No lo sé, eso es lo peor de todo esto, no sé qué pasó – Dijo con mucha angustia y frustración – Estábamos celebrando el cumpleaños de Hinata, su casa es enorme de estilo antiguo, solo recuerdo haber ido al automóvil a buscar un medicamento estaba – Se quedó callado unos segundos tratando de hablar de ello, le costaba mucho – Estaba en gra…gra…videz, y tenía nauseas así que el tocólogo me prescribió unos medicamentos para contrarrestar los síntomas. Cuando regresaba a la casa, se escuchó unos gritos en una de las habitación, aún me odio por ir – Se recriminó con sufrimiento - Pero alguien estaba gritando de dolor, no podía ignorarlo. Busqué la fuente hasta que lo encontré, fue algo impactante, estuve congelando varios segundos, no podía procesar lo que mis ojos veían, comencé a gritar por ayuda, Neji estaba tendido en el suelo lleno de sangre, balbuceaba, tomé mi teléfono mientras me acercaba a él. Llame a urgencias fui a su lado porque él decía mi nombre, me pedía que sacara el cuchillo que estaba en su cuerpo, le dije que no, que si lo hacía iba a morir y él decía que le dolía mucho, sujete su mano y le rogué que no lo hiciera-Sin poder evitarlo comenzó a llorar.
Sasuke le pasó un vaso de agua – Bebe un poco de agua, Dobe – Acarició sus cabellos con suavidad – Tómate tu tiempo –
Tobirama vio la acción del Uchiha, ahí existía más que amistad o preocupación de parte del varón para con ese Doncel. Sonrió levemente, pensando que Naruto no sabía la suerte con la que contaba, un Uchiha enamorado, lo era toda la vida, devotos al ser que amaban.
- Me dijo que lo sentía por todo – Volvió hablar luego de unos minutos – Me dijo que no lo dejara morir, que lo perdonase, entonces con su mano libre fue a sacar el cuchillo le grité que no y tomé su mano pero también el cuchillo en la acción. En eso llego Hanabi la hermana menor de Hinata y comenzó a gritar cosas y me grito asesino, llegaron todos, fue un caos – Tomó un poco más de agua costaba hablar de lo que pasó después.
- No tiene que forzarse, su abogado le dijo que podía tomarse su tiempo, tenemos todo el tiempo que usted necesite – Tranquilizó el fiscal.
La puerta se abrió, Itachi entró en silencio, con una bandeja con café, para ellos tres y un té de hierbas para Naruto, todos agradecieron tener algo caliente que beber.
- La ambulancia llego, no sé en qué momento murió Neji, todo es confuso, los gritos de Tenten histérica y golpeándome. Gaara estaba como en shock, y en algún momento los policías me tomaron detenidos – Relató ese difícil episodio – Fue algo tormentoso, todos me gritaban, hacían insinuaciones, se descubrió que nunca hubo tal auditoria. Dije la verdad pero no nadie me creyó, no soy un asesino, no me gusta la violencia, lo que más recuerdo fue cuánto me costó sacar la sangre de Neji de mis manos, uno de los detectives me obligo a firmar una confesión a pesar de mi insistencia en que era inocente. Había estado horas dentro de esa habitación, pedí agua y me dijeron que no hasta que no firmara, me obligaron hacerlo – Naruto le pegó una mirada a Tobirama – Le dije a Gaara y me dijo que no, que ningún detective haría eso, pero sí lo hicieron –Limpió sus lágrimas – Señor – Llamó la atención de Tobirama que lo miró a los ojos muy atento a lo que el Uzumaki le iba a decir – Yo no maté a ese hombre, en cambio su justicia, su fiscal y sus detectives provocaron la muerte de mi hijo, provocaron que quizás nunca pueda dar vida y fue su gente que provoco esto – Se apuntó a sí mismo, mostrando su cuerpo magullado – Su fiscal, su gente son los asesinos no yo –
Tobirama se fue con una gran impresión sobre el Doncel, estaba tan furioso, si era verdad qué los detectives en ese caso lo obligaron a firmar, iba a dejar la grande dentro del departamento de policía y también con Gaara por no hacer su trabajo, aún no comprendía porque no lo había deshabilitado para el caso, era evidente que habían conflictos de interés. Pero él, Tobirama no supo de ese caso hasta la sentencia, por lo cual no pudo hacer nada para sacar a Gaara de ahí.
Naruto estaba acostado siendo abrazado por Sasuke, después que se fue el fiscal entró Sakura con un riñón con productos para curar las heridas del abogado, estuvieron los tres conversando hasta que llegó la cena, Sakura les dijo que pasaría antes de irse a casa para ver cómo estaban.
- Sasuke, he visto un hombre rubio deambular por mi habitación quién es – Dijo medio dormido el rubio.
-Es Minato Namikaze, es el esposo de mi tío Madara Uchiha, además es un psiquiatra – Contestó acariciando el brazo del doncel – Mamá lo llamó para ayudarte, dice que necesitas ayuda, yo también lo creo y creo que tú también lo sabes –
- Sé que no lo necesito, pero no sé si estoy preparado para hablar de ello – Miró el mueble que estaba frente a él lleno de flores, todos de los Uchiha – No creo poder hablar de ello, de nada de esto –
- Pero si quieres avanzar, es hora de hablar – La voz de Minato llegó a oídos de ambos – Ya no puedo esperar afuera he pasado todo el día aquí y Sasuke no me llamaste, así que pensé que era hora de decir hola – Sonrió a la pareja – Ustedes tienen un problema crean una burbuja y no se dan cuenta de lo que los rodea estoy hace minutos aquí y no se dan cuenta –
- Hola señor – Naruto miró al rubio frente a él.
- Hola Naruto – Minato se acerco nervioso, sin poder evitarlo llevo su mano a la cabeza del menor y peino sus cabellos – Soy Minato y te ayudare avanzar…