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Sangre Inocente por Silvia_Riffie

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Itachi miró la hora en su reloj llevaba al menos dos horas en el bar de un elegante hotel, mujeres y donceles se acercaron a coquetearle, pero ninguno de ellos lo convenció.

Dejó su escoses que ya estaba arruinado por el agua del hielo y se fue de ahí. Manejo por Tokio no quería volver a su casa, pensó en ir a la cabaña que estaba a las afueras de la gran ciudad, estaba de hecho muy cerca de la casa que compartía con sus padres, solo separadas por unos kilómetros, la cabaña estaba más cerca del bosque, era un lugar sin señal telefónica, no había televisión, era un lugar para desconectarse de todo, lo usaba para realmente descansar de su estresante trabajo.

Se fijo en unas personas en una cuadra más allá de donde estaba, se estacionó en una esquina de la calle para ver bien, lo que estaba sucediendo, esa calle era conocida porque estaba cercana al barrio rojo, y era justamente en donde estaban por decirlo las y los prostitutos más baratos o lo que se estaban iniciando.

Lo que le llamó la atención era como un rubio de cabellos largos discutía con dos hombres corpulentos, parecía no querer estar ahí, algunas mujeres gritaban que se salieran de ahí porque estaban ahuyentando a los clientes.

Itachi encendió su automóvil y se acercó al lugar, bajo la ventana del copiloto, una muchacha hermosa de cabello verde  azulado, era una peluca, como muchos utilizaban.

- Hola guapo – La mujer no podía creer su suerte, muy pocas veces aparecían clientes tan buenos como aquel.

- Hola –

- Qué deseas hacer esta noche –

Itachi le sonrió y le pasó unos cuantos billetes – Lo siento preciosa, pero me interesan los chicos – Le cerró un ojo pícaro, sonrió divertido al ver el puchero de la chica e igualmente tomó el dinero y lo guardo en su brasier.

- Oye rubio gritón, preguntan por ti – Gritó la chica girándose hacia el rubio.

Los tres hombres tanto los dos corpulentos como el chico rubio de cabello largos se giraron al ver la mujer, este último suspiró aliviado y se soltó del agarre de uno de los varones y caminó con una sonrisa en sus labios al automóvil de quien deseaba contratar sus servicios, solo se subió al auto sin ver a la persona que estaba de chofer, solo quería salir de ahí.

- Hola, que deseas que haga por ti – Sonrió aún sin mirar a su cliente.

- Hola Deidara – De inmediato Itachi puso en marcha el auto sin darle oportunidad al rubio para salir de ahí – Cuánto tiempo sin vernos – Sonrió divertido, él solo quería sexo para olvidar todo lo que estaba viviendo en esos momentos, pero va y se encuentran con quien tuvo sexo no consensuado en una de las fiestas a las que asistió de uno de sus clientes, quién le creería a Itachi Uchiha que un rubio y hermoso mesero doncel abusaría de él cuando estaba en un estado de ebriedad, había bajado la guardia esa noche.

- Itachi – Deidara maldijo su suerte a quien menos quería ver en su vida estaba a su lado manejando, tuvo miedo, quizás se iba a vengar de lo que una vez le hizo. Aún recordaba esa noche, uno de los invitados a la fiesta, lo drogó con un afrodisiaco y en él en su escape se topó con Uchiha Itachi, el afamado abogado de los comerciales, en un estado alto de ebriedad apenas lo pensó y se fue contra él, si iba a perder su virginidad que fuese con alguien que le gustase.

Lamentablemente a la mañana siguiente Itachi no estaba feliz con descubrir que había tenido sexo con él, menos en su estado de ebriedad que era alto, tampoco le dio el chance de explicarse.

- Desde cuándo estás ejerciendo la prostitución –

La pregunta le llegó de nada, el rubio suspiró y contestó – Desde hace unos días –

- Qué hiciste ahora, con quién te involucraste esos hombres son matones ¿cierto? – Itachi vio por el rabillo del ojo como el menor asentía – No me digas que violaste a otro hombre, que no fue tan benevolente como yo y lo dejó pasar –

Las mejillas de Deidara se tornaron de un furioso rojo carmesí – No, no tiene nada que ver con eso, tuvo un problema de dinero, y no tengo los medios para un crédito bancario así que tuvo que ir con un prestamista, pero me he atrasado con los pagos, no veía solución a mis problemas así que comencé a ejercer la prostitución –

- Cuánto y a quién le debes dinero – Itachi rodó los ojos, los chicos problemáticos siempre serían problemáticos.

- Es mucho dinero, casi seis millones de yens y se los debo a Hokuto Kakuzu –

La risa divertida del Uchiha fue humillante para el rubio – Diablos Deidara, nunca dejas de sorprenderme – Paró en una cabaña, el menor ni siquiera se había dado cuenta cómo habían llegado – Vamos baja –

- Dónde estamos –

- En uno refugio de mi familia, no tengo toda la noche rubio, vamos no serás tímido ahora –

Deidara hizo acopio de la poca dignidad que le quedaba, y se bajó del automóvil, luego de pensarlo un momento, quizás eran ironías de la vida, o quizás ayuda de ésta, porque tener sexo con Itachi Uchiha podría crear el milagro que tanto deseaba.

Decidido se bajó del auto y caminó junto  a Itachi al interior de la cabaña, le dio una mirada rápida al lugar tenía solo lo necesario todo era rustico. Al entrar se quedó parado en el recibidor pero Itachi lo tomó del brazo y lo arrastró hacia el interior de su hogar.

- Qué deseas que haga – Dijo casi en un susurro, nervioso.

- Mierda – Itachi suspiró – Solo quería sexo ¿sabes? – Se fue a sentar a uno de los sofás de la sala de estar – Olvidar por unas horas todo lo que está pasando en mi casa con mi familia, lo último que quería era encontrarme contigo –

- Tampoco esperaba que me volvieras a ver – Deidara se sentó frente a él – Esa noche uno de los invitados me drogó, no quería tener sexo con él, solo recuerdo haber escapado y me topé contigo, no estaba en mis cabales, no me estoy justificando, sé que lo debí hacer fue encerrarme en un baño, y no forzarte –

- No dijiste nada –

- Cuándo iba a decirte algo, cuando estabas furioso y me amenazaste con demandas y cosas que no recuerdo. Fue mi primera vez con alguien con quien no conocía además de claro verlo en anuncios publicitarios y noticias como un gran abogado –

- Pudiste buscarme y explicarme o gritarme no lo crees –

- Me daba miedo enfrentarte – Deidara se levantó - ¿Entonces quieres tener sexo conmigo? Si no es así prefiero que me vayas a dejar, necesito obtener dinero con desesperación, Kakuzu no es una persona con paciencia menos si se trata de dinero –

- Por qué le debes tanto – Itachi también se levantó y fue junto con Deidara mientras le quitaba la ligera blusa de gaza negra que llevaba puesto dejando expuesto su pecho, podía sentir con su mano el corazón del doncel palpitar fuertemente - ¿Por qué tan nervioso? Acaso me deseas –

- Siempre – Susurro apenado, a pesar de la droga recordaba lo sensacional que había sido el sexo con él, aún soñaba con tener relaciones con él, sobre todo las últimas semanas quizás por la desesperación – Estoy limpio, no tengo enfermedades y solo hace unos días comencé a trabajar en esto me he cuidado… ¡Aaah! – Gimió cuando Itachi tiró de su cola de caballo para quitar el elástico que lo sujetaba, éste cayó como cascada por sus hombros y espalda.

- ¿En cuántos problemas me meteré por acostarme contigo? –

- En ninguno, la vez pasada no obtuviste problemas ¿o sí? –

- Cierto – Itachi sonrió desabrochando el pequeño y ajustado short, bajándolo junto a los bóxer, dejando completamente desnudo al menor. Sintió las manos nerviosas del rubio sobre su camiseta negra, levantó los brazos para que el chico la sacara, ambos se descalzaron, sin quitarse la vista del otro, Deidara era hermoso tenía unas curvas suaves, un trasero levantado, era toda una visión.

Sintió como el menor se iba sobre sus labios para besarlo a tientas llegaron al sofá grande en donde Itachi quedó sobre él y Deidara sobre su torso, sintió como éste movía de arriba abajo su pelvis sobre su miembro que aun estaba atrapado en su pantalón y bóxer. Las manos de Itachi se fueron a los glúteos del doncel, algunos dedos traviesos se colaron entre medio de ellos hasta llegar al pequeño botón de carne, insertó un dedo en su interior haciendo gemir a Deidara, pero apenas y pudo hacerlo de algunas manera Itachi lo giró quedado este sobre el sofá, lo besó y comenzó de nuevo a penetrarlo con sus dedos, mientras que la otra mano lo masturbaba.

Itachi tenía que reconocer que una parte la más enferma de él quería a Deidara, por eso apenas y lo pensó cuando lo vio en la esquina de esa calle. Recordaba lo que había hecho esa noche de alcohol, algunas veces creía que la gente solo mentía al decir que no se acordaban de lo que hacían borrachas, cuántas veces había escuchado en juicios usar esa defensas en casos criminales con dolo o sin él. Además deseaba a Deidara, lo que no le gustó fue acostarse con él sin poder decirlo, decir que el sexo estuvo mal sería una mentira, pero no había sido correcto, trató muchas veces de detenerlo esa noche, pero su miembro tenía vida propia, además el maldito rubio era una visión y terminó guiándose por instinto  primitivo, por eso al despertar no solo estaba furioso con el chico sino con él por no poder controlarse, él no quería ser como esos que solo culpaban a la borrachera de sus actos ilícitos, y esa noche se había convertido en uno.

Para más cagarla, ahora nuevamente se estaba revolcando con ese rubio e iba a tener que pagar por sus servicios, por lo tanto además de todas las cosas era un asqueroso cerdo que le pagaba alguien para tener sexo, por qué siempre hacía cosas estúpidas por ese rubio.

Aún así acalló su consciencia enterrando su cabeza en la entrepierna del rubio, lo escuchaba delirar por sus caricias y eso lo hacía sentirse poderoso, hizo venir a Deidara con su boca, para luego girarse haciendo que éste quedará sobre él para que pudiera hacerle una felación y él pudiera besar su más tierna intimidad, estaban haciendo el perfecto sesenta y nueve.

Deidara gritó al sentir la lengua de Itachi en su interior, trataba de chupetear y besar el pene del Uchiha pero el moreno se lo ponía difícil, aún así comenzó con su tarea, tocó con la punta de su lengua el glande del mayor haciendo que él tampoco se pudiera enfocar en su tarea, eso lo hizo sonreír, aunque le duró poco por la mano de Itachi ya estaba en su miembro haciendo de las suyas.

Ambos llegaron nuevamente al nirvana, Deidara se giró para quedar de nuevo frente  a Itachi, se dejó caer sobre él.

- Necesito un condón – Itachi dijo de pronto.

- No, te dije que no tengo enfermedades, además uso anticonceptivos –

- ¿Estás seguro? – Preguntó escéptico, no sentía corrector no usar condón, no solo por las enfermedades de trasmisión sexual, ya se habían venido en la boca del otro. Por otro lado hacerlo sin codón era mejor

- Completamente – Aseguró, solo sintió como Itachi lo acomodaba sobre él.

- Entonces rubio bonito móntame – Dijo sensualmente besando sus labios una vez más, sin importar mucho el sabor de su propio semen en la boca del menor, no era lo más agradable del mundo pero tampoco lo peor.

Deidara se acomodó y con ayuda de Itachi pudo auto penetrarse, gimió ronco cuando las manos del mayor se acomodaron en sus caderas y lo hizo sentir en los más profundo de sus ser el miembro del Uchiha. Comenzó un vaivén lento al principio para acomodarse a la invasión, Itachi no parecía desesperador por más, pero él de alguna manera empezó subir y bajar con más vigor, ver a semejante varón debajo de él, jadeando por el placer que él le estaba otorgando le hacía nublar sus sentidos. Hubo un momento en donde era tanto el placer que sentía que apenas y se podía mover, pero el Uchiha lo levanto quedando ambos sentados y éste lo ayudaba a levantar y bajar las caderas, se besaron, él llegó primero al orgasmo gracias a las agiles manos y miembro del varón y poco después Itachi llenando su interior.

Se pasaron casi toda la noche haciéndolo, las poses iban y venían, el Uchiha lo cargo hasta la habitación en donde siguieron haciéndolo como conejos, casi al alba tomaron un baño en donde nuevamente el doncel fue tomado casi con salvajismo de Itachi. Deidara pensaba en que nadie podría seguirle el ritmo a ese lívido bestial que tenía el Uchiha, cayó rendido en la cama, ni siquiera podía sentir su cadera, sentía sus testículos secos y su miembro demasiado sensible al igual que sus hinchados y adoloridos pezones que fueron victima de las manos y boca de Itachi.

Itachi vio al rubio caer rendido en la cama, sonrió al escucharlo roncar bajito, pensó en una idea para ayudar a Deidara.

La luz de la mañana se filtró por la habitación, un teléfono sonaba en alguna parte, Itachi despertó ya que tenía el sueño ligero, algo propio de su insomnio, se levantó viendo como Deidara no daba señales de vida. Salió de la habitación, sonrió ido al ver el sembradío de ropas por todas partes, no era su teléfono aún no tenía llamadas de su hermano. Encontró en el teléfono del rubio dentro de una pequeña cartera que llevaba consigo en donde había muchos condones y lubricante, además de pastillas del día después. Enarcó una ceja al ver que decía hospital, quizás tenía algo que ver con la deuda de Kakuzu.

- Diga – Contestó preocupado.

- Señor Deidara, Daiki está empeorando –

- Disculpe soy conocido de Deidara, él olvidó su teléfono –

- Oh –

- No importa, en qué hospital está – Escuchó la información – Okey, muchas gracias, no tranquila, yo ubico a Deidara. Al cortar la llamada, comenzó a buscar su ropa para vestirse, mientras lo hacía llamó a Kakuzu.

- ¿Si no es mi abogado favorito? – Dijo el hombre con sarcasmo – Cómo estás Uchiha –

- Bien y tú – Dijo de cortesía.

- Bien, pero obviamente mi amigo no me llama para saber cómo estoy, qué pasó, que sepa no me he metido en problemas –

- No idiota, sé perfectamente que no lo estás o estaría salvándote el culo – Rodó los ojos – Tengo un conocido que tiene una deuda contigo, Deidara –

- Ooh, el rubio, ¿eres amigo de él? – Kakuzu guardó silencio – Sí me debe varios millones de Yenes, es por su hijo que tiene leucemia, ahora que lo pienso ese mocosito se parece a ti, no serás padre de la criatura o sí – Dijo entre divertido y serio a la vez el adicto al dinero.

- … - Itachi guardó silencio – Qué edad tiene lo sabes –

- Oh por amor al dios de mi Hiddan, tiene como 3 o 4 años algo así, pero si se parece a ti cabello negro y pálido pero ojos azules como los de Deidara, aunque le pregunté si te conocía y el rubio negó hacerlo –

- Pagaré su deuda, así que ya no lo molestes con tus gorilas –

- Eso me encantaría – Aceptó el hombre – Si es tu hijo, podría hacerte un descuento –

- ¿Tú haciendo un descuento? Dónde está la cámara escondida, por supuesto que es una broma – Dijo sarcástico.

- Espero mi dinero – Sin más Kakuzu cortó.

Itachi fue junto a Deidara para despertarlo, no quería pensar en nada en esos momentos, porque no era práctico y él era una persona que prefería tener todos los hechos para poder hacer un juicio de cómo proceder.

- Hey despierta – Meció del brazo al rubio, aún así el chico no reaccionaba así que lo hizo un poco más fuerte – Deidara despierta – Elevó la voz un poco más.

- Déjame dormir más – Dijo en un quejido, su cuerpo estaba aun entumecido por todo el sexo que había tenido.

- Llamaron del hospital, Daiki está empeorando –

Deidara de inmediato despertó levantándose de la cama – Cómo, qué le pasó – Se puso histérico caminando de aquí por allá – Mierda no tengo ropa – Itachi lo miró como caminaba en círculos – Diablos, dónde está mi celular –

- Toma – Itachi le estiró el móvil – Tranquilízate, aséate un poco, aquí debe haber ropa que te cabe, mientras estás en el baño, iré a buscarte algo –

Salió a la habitación de invitados muchos de sus amigos iban a la cabaña de paseo y siempre olvidaban prendas de ropa que nunca volvían a buscar. Tomó unos jeans, una polo color gris,  y un chaleco de punto abotonado en tono negro. Al volver a su habitación encontró al rubio vomitando bilis en el inodoro, suspiró para ir ayudarle.

- No sé cuán nervioso y preocupado debes estar, pero necesitas tranquilizarte, además hace cuánto no comes –

- No lo recuerdo – Respondió cuando las arcadas terminaron – Solo me importa mi hijo –

- Hay cepillos de dientes sin usar en el botiquín, termina de asearte, dejé ropa sobre la cama, te espero abajo…

El trayecto al hospital fue rápido, Itachi manejo con expertiz por las calles de Tokio, el hospital era un público, en donde la atención era decente no más que eso, Itachi conocía de sus casos de negligencia, su amigo y socio kisame hoshigaki se encargaba de llevar muchas demandas contra distintas instituciones que cometían negligencia, lo hacía pro bono, él era feliz haciendo traspirar un poco a los hospitales y médicos por alguna razón.

Deidara caminó por los pasillos sabiendo perfectamente adónde tenía que dirigirse, sentía a sus espaldas a Itachi, trató de decirle que lo dejará, pero éste se negó a abandonarlo, no sabía por qué estaba más nervioso porque la condición de su hijo empeorara o porque Itachi podría sospechar la verdad.

Llegó al piso de oncología infantil, saludó algunas de las enfermeras que cariñosamente le devolvieron el saludos, pero curiosas miraban a su acompañante. Una de ellas le dijo que podía ver a Daiki mientras iba en busca del oncólogo.  Las enfermeras trataron de decirle a Itachi que él no podía entrar pero una mirada de éste fue suficiente para hacerlas callar, la cara del Uchiha parecía esculpida en granitos en esos momentos.

Itachi vio al niño que estaba conectado a varios tubos y maquinas, que apenas y pudo abrir sus ojos azules para sonreírle débilmente a su papito mientras sus ojos se llenaban de lágrimas, parecía solitario.

Deidara fue junto a su hijo tocando su manita, tratando de controlar su dolor de verlo así – Ya tranquilo, estoy aquí, no me moveré de tu lado, no llores bebé –

- Qué hacen los dos aquí, él tiene las defensas muy bajas cualquier cosa puede afectar aún más su condición – Un médico bajito llegó a su lado molesto por verlos  ahí.

- Si no es mi querido doctor Goto – Itachi sonrió sombríamente al hombre que Kizame más de una vez había llevado a juicio.

- Qué haces aquí – El hombre se puso pálido de solo verlo, se giró molestó para mirar a Deidara – Por qué lo trajiste aquí, crees que he hecho algo mal con tu hijo, porqué no es así, yo lo he cuidado más que tú, hace días que no aparecías –

- Qué – Deidara lo miró sin entender – Cómo que no he venido, he estado aquí todos los días en las mañanas y las tardes es usted quién nunca se aparece cuando estoy, solo me enteró de cómo está mi hijo por las enfermeras – Dijo molesto.

Itachi tomó su teléfono y marcó – Señora Tsunade – Saludó cuando su llamada fue contestada –Estoy en el hospital Nakamura, necesito un favor, necesito un oncólogo infantil, necesito que revise el caso de un niño con leucemia, no sé el grado, solo que el doctor Goto lo está atendiendo y eso hace que me preocupe – Escuchó la respuesta – Si claro, esperaré lo necesario, es urgente –

- No puedes venir a mi hospital y hacer lo que quieras Uchiha –

- Por supuesto que puedo – Itachi estaba lo bastante furioso – Dile Deidara, dile quién soy para imponerme – La sola mirada del moreno hizo saltar al rubio, que no podía abrir la boca – Cómo él no puede yo se lo diré, soy el padre de Daiki – Eso era obvio era idéntico a Sasuke cuando era un niño.

- Oh – El galeno no dijo más – Esperaré a su oncólogo –

- Sí y mientras lo hace quiero que lo prepare para llevarlo a otro hospital – Itachi miró a Deidara – Tú vienes conmigo –

En silencio salieron a la escalera de emergencias del hospital, el rubio se mordía el labio – Yo… - Dijo pero el sonido de una afetada sonó en el lugar además de recibir un golpe que le giró el rostro.

- Quiero matarte – Itachi susurró tratando de no irse contra él – Preferiste pedir dinero a un prestamista, trabajar de putas, exponer a nuestro hijo un calvario, en vez de ir a por mí y decirme que esa noche engendramos un hijo – Siseó con los puños apretados de furia.

- Yo pensé que no querías saber nada de mí – Trató de defenderse.

- Claro y esa es tu maldita excusa – Ladró – Eso me tocaba a mí decirlo  no a ti, qué Deidara, te las estabas dando de papito luchón, de héroe, porque noticias no lo eres, solo eres un doncel insensato, que fue incapaz de buscarme en el momento que estabas gravidez, ni cuando Daiki se enfermó qué mierda tiene en la cabeza – Deidara sentía sus ojos escocer, lágrimas caían por su rostro que ardía de dolor por el golpe recibido, sabía que merecía el golpe pero aún así dolía como el demonio. – No puedo creer que seas tan demente cómo para no pensar en un minuto en lo mejor para nuestro hijo, viste como está en las condiciones que está hoy, yo merecía saber la verdad – Gritó – Desaparece de mi vista en este momento porque no quiero cometer una locura, ve a ver a nuestro hijo –

Deidara salió corriendo de ahí incapaz de seguir mirando a la cara a Itachi.

*

Sasuke manejaba en busca del hospital Nakamura, su hermano lo había llamado hecho una bola de emociones extrañas con una voz que nunca en su vida había escuchado desesperado porque fuese a su lado o iba a cometer asesinato. A su lado iba a su padre e Izuna, en caso de necesitar contención mientras que en casa Madara se quedó mientras Mikoto y los dos rubios cocinaban el almuerzo para ese día.

Al llegar encontraron a Itachi hablando con Shizune, la sobrina política de Tsunade, era oncóloga, al lado de su hermano estaba un rubio de cabellos largos también oyendo lo que ella decía.

- Itachi – Deidara fue el primero en mirar a la persona que llamo al que había sido su amante la noche anterior, sintió como si su estomago tuviese un yunque. Itachi era peligroso, pero su hermano menor Sasuke era tan o más que el mayor y claramente juntos eran el peor enemigo de cualquiera. El caso más bullado de los últimos años era el caso de Naruto Uzumaki que había supuestamente asesinado al heredero de los Hyuga, hasta que llegaron los Uchiha y expusieron la injusticia cometida, y ahora ese par que había hecho añicos no solo a la fiscalía, a un juez, sino a toda una familia poderosa, posiblemente serían sus enemigos, y él era un simple doncel donde caerse muerto. Además del hermano menor venía con otros dos hombres, uno era un doncel, y el otro por su edad parecía el padre de Itachi, ninguno tenía buena cara.

- Permiso Shizune – El mencionado fue junto a su hermano para abrazarlo, Deidara vio como el doncel iba junto a la doctora. Observó como Itachi con su hermano y padre se fundían en una acalorada conversación, dejó de mirar cuando sus ojos chocaron con los de Sasuke. Se sintió tan pequeño.

- Cómo es el estado del niño – El rubio escuchó al Uchiha Doncel hablar con la médico.

- En un estado muy delicado, el tratamiento acá no ha sido el mejor, necesito una ambulancia especial para poder trasladarlo a un buen hospital. Además de hacer exámenes a todo ustedes para ver si alguno es compatible con el pequeño, en su estado no sé si seamos capaces de poder mantenerlo con vida nueve meses, porque la opción más segura sería que tuviesen un bebé para que del cordón umbilical sacar lo necesario para un trasplante –

- Chico no te conozco, pero de ahora te digo, dile amén a todo lo que ellos te digan, hasta que el enfado de Itachi bajé y quizás solo quizás no te aplaste – Izuna miró a Deidara con cierta pena – Los Uchiha somos personas complicadas, las mentiras y omisión son lo peor que nos puede pasar y lo peor que le puede pasar a quien nos mintió es tenernos de enemigos…sobre todo a esos dos – Con su cabeza apuntó a Sasuke e Itachi.

Sentía que en cualquier momento se iba a desmayar, la presión de la enfermedad de su hijo, el sexo pasional con Itachi el día anterior y ahora el miedo que los Uchiha hicieran algo contra él, su cabeza punzaba de dolor, su estomago rugía de hambre y de pronto se fue a negro. Cayendo de bruces al piso ante la conmoción de todos.

Itachi corrió hacia el rubio mientras era asistido por Izuna y Shizune que solo pudieron reaccionar cuando el menor se había caído, había sido algo muy rápido.

*

Sasuke e Itachi estaban sentados ya instalados en el hospital donde trabajaba Tsunade y Shizune, en donde meses atrás estuvo Naruto hospitalizado. Ya habían tomado las muestras para ver si alguno de ellos era compatible, faltaba Madara y Mikoto, así como otros familiares.

- Mierda Itachi – Sasuke había escuchado todo, sabía del rubio osado que lo había atacado años atrás del cual solo supo el nombre. – Pensé que no querías saber nada de él –

- Bueno ayer lo vi y pensé ya he tenido sexo con él por qué no – Sintió un coscorrón en su cabeza.

- No sé, no pensaste es un delito penado por la ley tener sexo con un prostituto, o que es un delito golpear a un doncel –

- No te vas a poner del lado de él – Itachi lo miró ofuscado.

- No, por supuesto que no, fue un idiota insensato en no ir a por ti para decirte que tenías un hijo y que estaba con leucemia. No era como si no supiera quién eras o que fuese difícil de ubicarte, pero no lo quiso hacer, quizás por cobardía. Pero ya no puedes hacer nada por el pasado, menos hacer algo con la violencia, ni por muy enojado que estés, eso doncel debe estar desesperado Itachi por salvar la vida de tu hijo, tú estás en una posición de poder frente a él y sabes lo que provoca la violencia – Hablaba sobre Naruto y todo lo que su doncel había sufrido - Ahora hay enfocarse en salvar la vida de tu hijo. Mira ayer no tenía sobrinos y ahora tengo dos, ayer tú vida no era tan complicada ahora está igual que la de Sai y la mía, bienvenido al club –

- Siempre tan elocuente y empático a la hora de subir la moral – Sonrió casi sin gracia.

- El rubio despertó – Izuna les fue a informar. Deidara estaba deshidratado y bajo su peso, además de anémico.

- Okey, iremos hablar con él, gracias – Sasuke arrastró  a su hermano a la habitación del doncel. El rubio miró a los hermanos, ya le habían explicado que se quedaría uno a dos días hospitalizo por su diagnostico – Hola Deidara, sé que debes saber quién soy, pero igualmente me presento soy Uchiha Sasuke, el hermano menor de Itachi y además su abogado – Vio como el rubio abría sus ojos con miedo y tragaba duro – Sé que no es un buen momento para ti, tu hijo, mi sobrino está muy delicado de salud y necesita tanto él como tú mismo la ayuda de todos para que salga adelante. Sé que sabes que te puedo llevar a juicio y quitarte la tutela de tu hijo en un abrir y cerrar de ojo – Se sintió mal al verlo comenzar a llorar – Sé que si investigo un poco no tendrás ni dinero ni un buen lugar para vivir, menos con la enfermedad de Daiki ¿cierto? –

- Tiene razón – Apenas pudo aceptar la realidad para los Uchiha, vivía arrendando una habitación de dos por dos, que además no estaba en la mejor condición, pero era todo lo que se podía permitir.

- No sé qué tenías en la cabeza para no buscar a mi hermano, y francamente no me importa, pero no es lo mismo para Itachi, si yo estoy hablando es porque él está todavía demasiado furioso como para matarte. Así que tengo una opción para ti – Señaló el Uchiha – Dejarás que Itachi se haga un examen de ADN para poder reconocer de forma inmediata a Daiki. Dejarás de ejercer la prostitución, porque Itachi ya canceló tu deuda con Kakuzu. Cómo no tienes donde vivir vivirás con nosotros, y no te negarás. Por último y más importante, piensa con cuidado tu respuesta – Advirtió bastante serio – Adrede ayer en la noche no quisiste que usara condón para quedar gravidez y salvar la vida de Daiki –

- Sí – Respondió sincero y afligido por partes iguales.

- Eres lo que no hay Deidara, debería quitarte a Daiki y al niño que esperas en caso de que estés embarazado –

- Itachi – Llamó Fugaku desde la puerta – Sal de esta habitación junto a tu hermano, el jovencito y yo tendremos una charla – Miró a su hijo – Itachi fuera de aquí y ve a ver a tu hijo –

Sasuke lo tomó del brazo y lo arrastro hacia afuera, dejando a su padre con el doncel a solas.

- Yo no me siento bien, por favor no me amenace más – Pidió

- Sabes esos hijos que tengo son unos tiburones – Le sonrió – Cuando era joven tenía un carácter mil veces peor que el de ellos, aunque lo mañoso lo sacaron de su madre – Se sentó en la silla que estaba al lado de la cama del menor – Tengo otro hijo, el menor, Sai, es doncel como tú, pero se enamoró de un varón que no debía, lo hizo sufrir tanto que tuvo un aborto y luego casi lo pierdo para siempre, hasta hace unas semanas. Ayer me enteré que soy abuelo de un niño de cinco años, al cual conoceré dentro de nada, y hoy que tengo otro nieto más. Con Mikoto, mi esposa, hemos sufrido mucho, algunas veces por culpa de nosotros mismo, pero gran medida es por culpa de otros, no sé tus razones, ni la de la chica que mi hijo embarazó, pero siento amargura y dolor, por no saber de la existencia de mis nietos, pienso en mi mujer, en todo lo que ha sufrido. Tú no nos conoces, no sé cuales fueron tus razones, pero somos una familia decente, y tenemos los medios para cualquier eventualidad, sin importar qué debiste acudir a nosotros. La juventud es insensata – Soltó en un suspiro bastante cansando – Quiero que sepas que no debes temer a nada, Itachi no hará nada contra ti, ni nadie te tratará mal en casa, quiero que entiendas que tu hijo, mi nieto será amado y nada le faltara nunca más, y si llegas a estar gravidez – Había escuchado a Sasuke hablar de aquello – Recibirás los cuidados necesarios, solo te pediré tu honestidad solo eso –

- De verdad pensé que Itachi no iba a querer saber que tenía un hijo, él una entrevista dijo que no quería hijos, y esa mañana me trató tan mal, me amenazó que jamás volviera aparecer frente a él, soy huérfano, perdí mi madre a los dos años y mi padre me abandonó cuando tenía cuatro años, viví en casa de mis abuelos hasta que ellos murieron cuando tenía trece, estuve en orfanato donde apenas y pude sobrevivir para salir de ahí sin nada, desde entonces he estado completamente solo, sin nadie a quién acudir – Lloró – Al saber que estaba embarazado tuve pánico, pero no quise abortar, aún cuando todos me lo decían, no iba a ser como mi padre que me abandonó, estuve a nada decirle a Itachi pero y si no quería a mi hijo sino era suficiente para él, si renegaba de su sangre, no tenía la fuerza para enfrentarlo y que mi hijo fuese rechazado. Sabe lo peor de todo es que apenas lo conozco, me ha acostado dos veces con él y lo he visto mil veces en la televisión, en revista, parece inalcanzable para mí y aún así me enamoré de él – Seguía llorando desesperado, siendo abrazado por Fugaku.

Afuera Sasuke e Itachi escuchando el sollozo monologo del rubio.

- ¿Crees que esté embarazado? – Sasuke trató de romper la tensión que sentía emanar del cuerpo de su hermano.

- ¡¡Dios!! – Itachi masajeó sus sienes, estaba a un paso de que le doliera la cabeza por la tensión que sentía – Un doncel de por sí es mucho más fértil que una mujer, y este doncel en particular quedó embarazado la primera vez cuando apenas estaba consciente. Pero ayer ¡Oh cielos! Estaba muy consciente de lo que estaba haciendo, así que si él estaba en sus días fértiles y no usaba nada además de cuidarse con condones, por supuesto que debe en este momento estar engendrándose un hijo mío, en caso que no lo esté pronto lo estará si nadie es compatible con Daiki – Hasta decir el nombre de su hijo le hacía sentir extraño. – Ayer pensé que era una locura que Sai tuviera un hijo y resulta que yo también tengo uno, sino no hubiera querido tener sexo anoche, quizás nunca me hubiera enterado que tenía un hijo, y que podría morir porque su padre doncel me tiene tanto miedo que no tenía los cojones para decirme de su existencia, y quizás ayer cuánto valor le tomó hacerlo conmigo solo para salvar la vida de nuestro hijo –

- Hola – Naruto dijo llegando junto con Madara.

- Qué hacen aquí – Sasuke tomó la mano de su novio.

- No recuerdas que tenía control con mi abuela, acabo de terminar, papá me dijo que Shin e Ino llegaron a casa, pasamos a buscar a tío Fugaku – Aún no tenía la confianza suficiente para decirle suegro.

- Lo siento mi amor – Besó la mejilla del rubio.

- Qué ha pasado, porqué todos salieron de casa. Fue Shizune quien nos dijo que estaban aquí – Madara observó a Itachi y Sasuke que se miraban por el costado del ojo cada uno – Qué paso ahora –

-Itachi es padre, tiene un hijo de tres años con leucemia – Sasuke respondió.

- Tú qué – Madara flipó – Un día ninguno de mis sobrinos tenía hijos, hoy dos de ellos tienen ¿Sasuke no esconderás un hijo por ahí? –

- ¡¡Hey!! – Naruto chilló - ¿No tienes verdad? –

- Que yo sepa no. ¿Quieres que investigue a mis ex? –

- Cuántos ex tienes –

- Un caballero no tiene memoria…auch – Naruto lo golpeó – No son muchos honestamente y estoy al corriente de la vida de mis ex, así que no. Estoy seguro que no tengo hijos –

La puerta de la habitación de Deidara se abrió, saliendo de ahí Fugaku pero dejando la puerta abierta, Naruto miró hacia dentro pensando que estaba el hijo de Itachi.

- ¿Deidara? – Naruto dijo sorprendido, llamando la atención de todos.

- ¿Naruto? – Deidara sintió que iba a volver a llorar.

- ¿Daiki es hijo de Itachi? – Preguntó entrando a la habitación del mayor.

- Oooh, qué está pasando aquí – Itachi y Sasuke dijeron a la vez.

- Deidara es como mi hermano, llegó al orfanato cuando yo tenía ocho años, pero con todo lo que pasó nos separamos –

- Parece que tendrás otro hijo Madara – Dijo divertido Fugaku


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