—Papá. Menma me envió un mensaje. Está en el centro comercial.
—¿Qué quiere?— dijo después de ver que Kushina sirviera el té.
—Vio a Naruto entrar al cine...
Ambos miraron a su hija, y luego se miraron —Vamos.
Los tres abordaron el auto y se dirigieron al centro comercial. Al llegar esperaron a que salieran, vieron a Sasuke Uchiha con él. Ambos entraron a una tienda para donceles.
—¡¿Qué hace Sasuke?!
Ino sonrió —Es normal papá. Después de todo son pareja.
—¡INO!
—¿Qué? Es la verdad.
Esperaron por una hora hasta que ambos salieron.
—Vamos.
—No— minato miró a su familia —. Debo hablar con él.
—Te acompaño— Kushina lo dejaría solo a su esposo.
Perdieron a ambos pero se dirigieron al estacionamiento subterráneo. Buscaron el auto del azabache.
—¡Él que está jugando eres tú, Naruto Ōtsutsuki! Te dije claramente que quiero que seas mi novio. En cambio tú no me has respondido, y me has calentado como no tienes idea.
Escucharon al azabache y se dirigieron hacia donde la escuchaban.
—¿Qué? ¡Pero fuiste tú quien me mordió! ¡Tenía que cobrarme de alguna manera!¡Y no te calenté!
Minato frunció el ceño ¿Calentar?
—Cierto. Lo hice... ¡Y claro que me calentaste!
Kushina se sonrojo al entender de qué estaban hablando.
—¡No!
Minato camino hacia ambos, veía la cabeza de Sasuke. Se apresuró.
—Sí ¡Ahora estoy más caliente al verte enfadado!
Llegó a su destino. Naruto estaba acorralado contra el auto del pelinegro. Sasuke estaba sobre él, y la mano de Naruto estaba sobre la pelvis del pelinegro.
—cof ... cof...
Uchiha y Ōtsutsuki lo miraron.
Naruto rápidamente se apartó del azabache. Era bochornoso que los encontrarán así. Vio a la pelirroja aparecer detrás del rubio.
Sasuke bufó molesto al verlos —Se le ofrece algo, Namikaze.
Kushina miró al rubio. Por primera vez lo aprecio tan cerca. Naruto era hermoso. Se parecía tanto a Minato.
—Hablar con Naruto.
El mencionado frunció el ceño y se paró recto —No tenemos nada de que hablar.
Kushina se acercó y Naruto retrocedió —Hijo, por favor.
—Namikaze, yo no soy su hijo. mi padre falleció hace tres años.
—Hijo, no hagas esto— Kushina sollozó.
—¿Hacer qué, Namikaze? Es la verdad.
—Sabes que no es la verdad— Minato intervino —. Somos una padres biológicos quieras o no.
—Para desgracia de Gaara y mía, eso es cierto. Pero Ōtsutsuki Hagoromo es nuestro padre. Es quien nos dió amor y cariño de un padre que nunca tuvimos.
Ambos bajaron la mirada.
—No sé que quieren, pero Gaara y yo no los necesitamos. Quizás, cuando éramos unos niños sí pero ahora ya no. Nuestro padre nos dió todo el amor y cariño que necesitábamos. Vamos, Sasuke.
El azabache sintió pena por los Namikaze. Naruto había Sido duro con ellos, si, pero era la verdad.
Naruto abrió la puerta y estaba a punto de subir —No se acerquen a Gaara. Acabaré con ustedes si le hacen daño.
Subió al auto, cerró la puerta y miró a Sasuke —Vámonos.
—Si— arrancó el auto y se alejó.
Dejando a los Namikaze devastados.
—Minato... Naruto nos odia.
Abrazo a su esposa —Le explicaremos todo. Nos creerá Kushina. Te juro que los recuperaremos.
—Minato.
Menma e Ino se miraron dolidos por la actitud de Naruto hacia sus padres. Sabían que debían decirle la verdad a Naruto y Gaara.
Tal vez así lograban perdonarlos.
—Buscare a Gaara— dijo Ino decidida.
—Y yo a Naruto- niichan. Tiene que escucharnos.
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Sasuke conducía sin dejar de mirar, ocasionalmente, al rubio. Naruto se miraba mal.
—Naruto
—humm
—No es mejor que hables con ellos… digo esto porque realmente se miraban mal, y arrepentidos.
Naruto subió las piernas al asiento del auto y las abrazo —. Cuando tenía 4 fue que supe que ellos eran mis padres. Recuerdo que Ino y Menma siempre me buscaban. Un día, los tres estábamos jugando, ellos llegaron junto con otro señor. Ese señor fue amable conmigo. Jugando a las escondidas, escuche al señor le dijo que yo me parecía a él de niño y a Menma ¿qué cómo era posible? Él le dijo que yo era su hijo, y que estaba vivo... Yo no supe que hacer. Tenía los padres que siempre había deseado pero ... Ellos no me querían. No jugaban conmigo como lo hacían con mis hermanos. Entonces lo escuché. Qué yo era una aberración por ser doncel... Mi propio padre no me quería.
¿Cómo quieren que los perdone?
—Naruto...— estacionó el auto y lo abrazó—. Lo siento. Siento todo lo que has vivido.
Naruto sollozó en los brazos del azabache.