Charles entró al café donde su hermana había arreglado su "cita a ciegas", y tuvo que hacer un esfuerzo sobre-humano para no salir corriendo de ahí. ¿Por qué había aceptado? era una pregunta que aún no había podido responderse, pero ahí estaba. Sentándose frente a la mesa para dos reservada por Raven.
Se peinó (o despeinó) con dedos nerviosos el cabello, mirando ansioso la puerta del café cada vez que se abría. Ni siquiera sabía como lucía el sujeto en question, algo más que agradecerle a su maravillosa hermana.
Respiró profundo varias veces para calmar el malestar que se estaba instalando en su estómago. Le sugería a sus pacientes todo el tiempo probar con cosas nuevas, superar relaciones del pasado... y ahí estaba él, al borde de las náuseas. Desde que se había divorciado con Erik prácticamente no había tenido citas, y las que había tenido habían sido fácilmente olvidables.
- ¿Charles? - Una voz grave lo sacó de sus pensamientos y enseguida levantó la vista para encontrarse con un par de ojos azules mirándolo con simpatía.
- Sí! Soy Charles. - Se puso de pie de golpe y con algo de torpeza le extendió la mano automáticamente para estrechársela. No estaba muy seguro si debía saludarlo como a uno de sus pacientes, pero un beso en la mejilla le parecía demasiado confianzudo.
El hombre le dedicó una cálida sonrisa, y depositó un breve beso en el dorso. Charles se quedó anonadado. ¿Estaba en frente de alguna especie de caballero medieval?
- Mi nombre es Thor. Thor Odinson. Es un placer conocerte! - Aguardó a que Charles se sentara, y tomó asiento frente a él.
- Lo mismo digo. Thor... qué nombre extraño tienes. ¿De qué procedencia es? - Bueno, no es que realmente le quitara el sueño la duda, pero de algo tenía que hablar o el silencio incómodo del que tanto se quejaban sus pacientes iba a terminar por cernirse sobre ellos.
- Es de origen nórdico. Tu tienes un hermoso nombre. - El sujeto repuso en tono coqueto y Charles se obligó a sonreír por cortesía. Su nombre era tan común como una manzana, y esa debía ser una línea completamente pre-armada que tendría Thor para todas sus citas.
- Y dime, Charles. ¿A qué te dedicas? - El rubio preguntó sonriendo, mientras apoyaba su mentón sobre sus manos entrelazadas.
Ahí estaban las aburridas preguntas de rutina. Y su respuesta incomodaría indefectiblemente a Thor. Luego de explicar que era psicólogo, los hombres comenzaban a sentirse irremediablemente psicoanalizados.
- Bueno... soy psicólogo. Tengo un consultorio hace algunos años y allí atiendo a mis pacientes. - Los ojos de Thor se abrieron ligeramente en un gesto de sorpresa y Charles sonrió avergonzado. - Tranquilo, no te psicoanalizaré, en verdad sólo lo hago si la otra persona me lo pide. - Aclaró divertido.
- ¡Debe ser interesante! Yo jamás he ido a un psicólogo, mi padre solía decir que era para locos. Pero mi infancia fue algo complicada, bueno, en verdad no fue mala pero tengo un hermano. Bueno, no es exactamente mi hermano, es decir... sí, pero nos enteramos hace relativamente poco que es adoptado. Y él no se lo tomó demasiado bien... - Thor explicó atropelladamente.
Charles sonrió con suavidad.
- Y tú...? Cómo te lo tomaste? - Preguntó dulcemente. Era obvio que el hombre necesitaba hablar de eso.
- Yo... no lo sé. Por alguna razón que desconozco no me sorprendió del todo, pero no me importa. Mi amor por él no cambia, sabes? No me importa que lazo nos una, él significa mucho para mi. -
Algo en las palabras de Thor lo hizo dudar. ¿Realmente lo quería como a un hermano?
- Bueno, debe haber sido traumático para tu hermano enterarse de grande que es adoptado. En verdad suele serlo a cualquier edad, pero debes darle tiempo. Ya se acostumbrará a la idea... no hay mal que por bien no venga, no? - Charles comentó haciendo especial énfasis en la última parte pero al parecer su interlocutor no lo notó.
- Lo superará, yo estaré a su lado. En fin... siento que me he ido por las ramas, lo siento! - Thor se disculpó con una genuina sonrisa en su rostro y Charles hizo un gesto con la mano, como restando importancia al asunto.
- No te preocupes. Ahora cuéntame tú a qué te dedicas. - Lo alentó con entusiasmo y el rubio sonrió ampliamente.
- Trabajo en la empresa de mi padre. Junto con él y mi hermano, bueno, al menos hasta hace poco. - Agregó amargamente y Charles sintió pena por él. Era obvio que el tema lo preocupaba, aunque en lo que respectaba a él creía que era positivo. Sabiendo que no eran verdaderos hermanos Thor podría terminar de descubrir que su cariño no era precisamente fraternal. Al menos para Charles eso ya era obvio. La próxima debía recordarle a Raven que no concertara una cita con una persona que ya estuviera enamorada de alguien más.
- Ahora, dime Charles... ¿por qué no tienes pareja? Eres muy atractivo, y agradable. - Thor deslizó su mirada desvergonzadamente por su cuerpo y las mejillas de Charles se encendieron. Agradeció a la interrupción de la camarera. La mujer tomó el pedido de ambos y se retiró, no sin antes guiñar un ojo descaradamente hacia Thor. Charles tuvo que hacer un esfuerzo por no reír.
- Bien... respecto a tu pregunta, tengo dos hijos a los cuales dedico mi vida. No suelo tener tiempo para estas cosas, y lo cierto es que jamás fui bueno para las citas, como bien podrás darte cuenta. - Comentó sonriendo y Thor sonrió también.
- Raven me contó que tienes hijos. Los niños me gustan! - El rubio comentó alegremente y dio un sorbo a su café negro.
- Sí, bueno ya no son exactamente niños. Al menos no Peter. Él tiene 17, y Lorna tiene 10. El mayor se la pasa mirando pornografía a escondidas, y ella jugando con muñecas. Es difícil, están en diferentes estadíos... - Repuso divertido y rió al ver la sorpresa en el rostro de su compañero.
- Pornografía y gimnasio son mis dos mejores amigos. Ya tengo algo en común con tu hijo! - El rubio repuso con una amplia sonrisa.
Charles se lo quedó observando con incredulidad. ¿Realmente acababa de decir eso? Bien, no sólo estaba enamorado de su pseudo-hermano, si no que también era bastante idiota.
- Sí, lo noté. - Murmuró por lo bajo y dio un trago a su té. Su cuerpo parecía esculpido, pero si su cerebro no estaba tan desarrollado como el resto de los músculos de su cuerpo, no valía demasiado la pena.
- ¿Y a ti te gusta hacer ejercicio? Es muy importante ejercitarse. Yo tomo un suplemento muy bueno que me ayuda. Mi hermano dice que me vuelve más idiota pero no es cierto. Me vuelve más sexy. - Le guiñó un ojo con picardía.
Punto para el hermano adoptado. Definitivamente era un idiota. Buen tipo, pero idiota al fin. Esa cita era deplorable y no tenía nada en común con el atractivo rubio.
- Juntar la ropa que mis hijos dejan tirados por la casa es todo el ejercicio que hago. ¿Cuenta? - Respondió mordazmente. Demonios, ya sonaba como Erik.
Thor soltó una estruendosa carcajada.
- Eres tan gracioso, Charles. Me encantaría conocerte con más profundidad... - Deslizó su mano por encima de la de Charles y éste sintió ganas de salir corriendo. Si tan solo fuese de las personas que podían acostarse con cualquiera que le resultara atractivo... pero jamás había sido de ese estilo. Por más de que fuese muy sexy eso no compensaba su ausencia de neuronas. Sin contar el asunto de su "hermano".
Charles retiró su mano del agarre de Thor lo más sutilmente que pudo, y cambió de tema hablando de trivialidades. Una hora después decidió que ya era hora de concluir con ese disparate. El rubio era afable pero tenían menos química juntos que el agua y el aceite.
Thor pagó la cuenta, por más de que le discutió no cedió en eso y finalmente se resignó. Era bastante caballeroso, debía concederle eso.
Salieron juntos del café, y el rubio lo miró expectante. Genial, otro momento incómodo, tal vez peor que el mismísimo comienzo.
- Thor... tengo que irme. Mi hija saldrá pronto de la escuela y tengo que pasar a buscarla. Te agradezco por la salida, la he pasado bien! - Su conciencia lo reprendió por mentiroso, pero era cierto sólo un poco. Tampoco la había pasado enteramente mal.
- Oh, es una lástima. No te preocupes! Yo también la he pasado bien. Espero verte de nuevo! - El rubio sonrió pícaro y antes de que Charles pudiera reaccionar, lo besó. Fue algo bruto, pero respetuoso. Una mezcla que al parecer sólo podía contener Thor.
Charles se separó con un poco más de brusquedad de la que hubiese querido, pero su cita no pareció percatarse en lo más mínimo.
- B-bueno. Cuídate! Se me hace tarde, adiós Thor! - Y tras dedicarla una sonrisa nerviosa, se fue prácticamente corriendo por la acera hasta llegar a su auto.
Volteó una sola vez para ver como el rubio lo despedía animádamente con la mano. ¿Se habría dado cuenta de que la cita había sido un desastre? Evidentemente no.
Subió al auto con prisa, y una vez sentado allí respiró hondo. Ya todo había pasado. Había salido con un completo desconocido, y había sobrevivido. A pesar de que hubiese sido un fracaso debía concederse el haberlo intentado. Sin embargo la desazón comenzó a punzar muy en el fondo, y sus ánimos decayeron un poco. La arrogante sonrisa de Erik apareció en su mente, burlándose de su intento y se enfadó consigo mismo. Tal vez no hubiese funcionado con Thor, pero habían muchos peces más en el mar. Y definitivamente encontraría a alguien mejor que a su ex. No podía ser tan díficil.
Con una renovada confianza, arrancó el auto y condujo hacia su casa. No más hombres en su mente por ese día. Se dedicaría a sus hijos y nada más que a ellos.