Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Viejo Amor - CHERIK AU. por AlatheaMorwellan

[Reviews - 6]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

- Eso Charles, cuéntanos como te fue en tu cita? - La voz de Erik lo golpeó como un látigo en su espalda, y se sintió descomponer.


- Me fue bien, gracias. - Respondió cortante sin atreverse a mirar a Erik. Le dedicó una débil sonrisa a su hijo que lo miraba de manera divertida. Comenzaba a pensar que lo estaba disfrutando.


- Me alegro pa. Por cierto papá nos fue a buscar a la escuela y se quedó a ayudar a Lorna con una tarea. Yo iré a hacer la mía, así que los dejo! - Se despidió con un gesto de la mano y salió corriendo escaleras arriba.


Menuda criatura traidora. Lo dejaba a solas adrede, tendría que hablar seriamente con él luego.


Tomó una respiración profunda, intentando calmar sus nervios. Se sentía frustrado tras su cita con Loki y lo que menos quería era discutir con Erik mientras sus hijos estaban arriba.


- Así que... tu cita. Te fue bien, Charles? - Erik se paró frente a él, mirándolo reprobatoriamente. El menor dejó escapar un suspiro.


- Sí, Erik. Ahora creo que fui claro la vez pasada, éste no es un asunto tuyo y no veo porque deba explicarte nada. - Repuso lo más calmo que pudo. Si había algo que Charles no extrañaba de estar en pareja, era tener que dar explicaciones, pero tener que dárselas a su ex ya era absurdo.


- En cualquier otro caso debería ser así, pero considerando que ambos seguimos sintiendo cosas por el otro... -


- Hey, hey.. ¿De qué demonios estas hablando? ¿Te golpeaste la cabeza o algo, Erik? Estás diciendo incoherencias! - Charles lo interrumpió abruptamente. Su corazón estaba latiendo con fuerza contra su pecho. ¿Por qué repentinamente sus palabras lo alteraban de esa manera?


- Sólo digo lo que es verdad, Charles. Y en el fondo sabes que estoy en lo cierto... - Erik acortó la distancia que los separaba, y tomándolo por el rostro, susurró. - Mírame a los ojos, y dime que todo lo que alguna vez sentiste por mi desapareció... -


Charles deseaba gritarle que sí, que había enterrado todo sentimiento que alguna vez le hubiere profesado, pero últimamente se sentía muy dudoso respecto a eso. Y ahora, teniéndolo tan cerca, sintiendo el calor de sus manos, navegando en sus profundos ojos... ya no se sentía seguro de nada.


- Yo... no entiendo por qué haces esto... pero los niños están arriba y creerán cualquier cosa. Así que por favor... - Charles ya no pudo continuar. Sus palabras quedaron suspendidas en el aire luego de que Erik pegara sus labios a los suyos. El contacto le envió una corriente eléctrica por todo el cuerpo, al igual que la anterior vez, sólo que en esta ocasión su ex-esposo no lo soltó tan rápido. Los labios de Erik se movían con exigencia sobre los suyos, reclamando su boca con voracidad. Charles deseaba resistirse pero se sentía a completa merced de él. Su ex lo rodeó por la cintura, pegandolo más a su musculoso cuerpo y un calor insoportable se situó a la altura de su vientre. Aún lo deseaba, seguía deseando a Erik como hace tantos años atrás.


- Papi! - La voz de Lorna se escuchó a lo lejos y ambos se soltaron abruptamente. Charles ni siquiera podía mirarlo a los ojos, se sentía avergonzado y aturdido. Aún no podía creer que hubiesen hecho eso.


Para cuando Lorna bajó las escaleras, ambos se habían recompuesto. Al menos en apariencia.


- Mi amor! Qué sucede? - Charles preguntó con dulzura mientras sus hija corría hacia él para abrazarlo. La rodeó con cariño entre sus brazos, evitando cualquier tipo de contacto visual con Erik.


- Me pareció oír tu voz! No sabía que ya habías llegado! - Lorna repuso con dulzura y lo observó detenidamente. - Papi, tienes fiebre? Tu rostro esta muy rojo. Te sientes mal? - Comentó preocupada.


Erik sonrió maliciosamente. Charles lo asesinó en su mente.


- No, cariño. Tal vez fue la mezcla de temperaturas entre afuera y adentro. El contraste frío-calor a veces me hace eso! - Charles le sonrió intentando fingir una tranquilidad que lejos estaba de sentir.


- No lo sé, tal vez te estás enfermando? Pa! - Lorna se giró hacia Erik. - Y si revisas a papi? Tu eres médico, podrías ver que tiene? -


- Claro cariño, por mi no hay problema! - Erik repuso con inocencia y le dedicó una imperceptible sonrisa diabólica a su ex - cónyuge.


- Oh, no. Estoy bien, en serio cariño. No tengo nada. Lo juro! - Charles se esforzó por convencer a su hija. Antes muerto que permitir que Erik lo revisara, mucho menos si su malestar sólo se debía a sus imprudentes instintos más bajos.


- En serio, Charles. Si quieres puedo revisarte...- Erik aventuró sonriente y él lo fulminó.


- Estoy bien, gracias! - Respondió con rudeza y su hija lo miró confundida.


- Bueno, entonces ya debo irme. Lorna, muñeca, espero que mi ayuda te haya servido. Nos veremos el sábado. ¿Está bien? - Erik la levantó en brazos y estampó un cariñoso beso en su mejilla mientras la pequeña sonreía complacida. Charles amaba como Erik se desenvolvía con sus hijos.


- Si me permites, iré a despedirme de Peter. - Pronunció serio, y tras obtener el permiso silencioso de Charles, se dirigió escaleras arriba para buscar al joven.


Cinco minutos después Charles lo acompañó a la puerta para abrirle. Una pesada incomodidad se apoderó de él y lo único que deseaba era que su ex se marchara. Sin embargo Erik se frenó un segundo frente a la puerta, y volteó, mirándolo de frente con el ceño fruncido.


- Respecto a tu problema de "frío-calor"... continuarás encontrando hielo ahí afuera en la medida que sigas saliendo con idiotas, pero si quieres algo caliente, sólo tienes que buscarlo adentro. Ya sabes, puedes contar conmigo. - Le guiñó un ojo travieso, y antes de que Charles volcase en él una catarata de improperios, desapareció con un suave golpe en la puerta.


*         *          *           *            *


- Papá... - Peter habló luego de un rato de silencio mientras cenaban. Lorna se había quedado a dormir donde una amiga, y él deseaba aprovechar la ocasión para darle un empujoncito a su complicado padre. Ya había convencido a Erik, ahora sólo restaba Charles.


- ¿Qué sucede cariño? - Respondió mientras daba un bocado a su carne.


- Yo estaba pensando... que tú eres joven, muy joven! Y es una pena que estés solo... - Peter comenzó intentando contener su risa al ver la cara de espanto en el semblante de su padre.


- Peter, cariño... tú sabes que no debes preocuparte por esas cosas. Tú y tu hermana son mi vida, y no necesito... -


- Detente. No otra vez con ese discurso! Además pa, la tía Rav ya me contó de tus citas, y no pongas esa cara de enojo! Tengo 17, no soy un niño como Lorna! - 


Charles dejó escapar un sentido suspiro.


- Está bien... sí es cierto que he salido, pero realmente no me sentí cómodo. Y de todas maneras eso no interferirá con uste... -


- Y qué tal si pruebas en un chat de solos y solas?? - Peter lo interrumpió con efusividad.


Charles se quedó observándolo como si una segunda nariz le hubiese salido en la cara.


- ¿De qué estás hablando hijo? -


- Un chat papá, donde la gente soltera o divorciada entra a hablar con otras personas. Y lo bueno es que no tienes que ver a la personas hasta que realmente quieras! - Explicó seriamente.


- No creo que eso funcione conmigo, cariño. Te lo agradezco pero no te preocupes por mi, si? -  


- Está bien, tú te lo pierdes. Si quieres estar solo, yo no te lo impediré. O es que acaso sigues enamorado de mi padre? - Peter inquirió enarcando una ceja y Charles se atragantó.


- Hijo... no sé de donde sale tu repentino interés en mi vida amorosa, pero por favor déjalo así. - 


- Ok. No molestaré más con el tema. - Peter se levantó y tras juntar su plato se fue directo a la cocina. - Buen provecho padre, iré a estudiar. - 


- Pet, cariño... no te ofendas. - 


- Para nada, pero tengo un exámen mañana. Tengo que estudiar! -


- Esta bien, ve tranquilo. Buena suerte con eso. - Repuso dulcemente. Peter sólo se limitó a asentir y subió corriendo las escaleras. Era exactamente igual que su padre cuando estaba enojado. Imposible de tratar.


Dejó escapar un suspiro, y tras juntar los restos de la cena, fue directo a su estudio. Se sentó en frente de su pc que ya estaba encendida. Probablemente Peter la había usado antes aunque lo tenía terminantemente prohibido. Ese niño simplemente no tenía remedio.


Abrió una pestaña, y estaba a punto de ponerse a buscar lo que necesitaba, hasta que divisó una página que al parecer Peter había dejado abierta. "Solos y Solas" se leía en letras grandes, y Charles dejó escapar el tercer suspiro del día. Al parecer su hijo estaba empecinado en encontrarle una pareja, y la pregunta qué le hizo en la cena revoloteó por su mente. ¿Seguía enamorado de Erik? 


No, eso era prácticamente imposible. 


Y su tortuoso beso sólo lo había afectado porque hacía mucho tiempo no era besado de esa manera. Thor había sido respetuoso con su casto beso y Loki... bueno, Loki era un sociópata. Ninguno de ellos contaba.


Volvió a mirar la página, y estaba a punto de cerrarla cuando la curiosidad lo llevó a inspeccionarla. Después de todo era un psicólogo. Debía probar cosas nuevas para luego recomendarle a sus pacientes. Sólo sería por fines de investigación, nada tendría que ver con Erik, ni su afán por olvidar su inexplicable episodio de la tarde.


Completamente convencido de eso se dispuso a elegir un nombre. Por supuesto no usaría el propio y su apodo en la universidad vino a sus recuerdos: "Profesor X". Tecleó el usuario, sintiéndose raro y adolescente, y pulsó enter. Una sala virtual apareció rápidamente frente suyo y una inmensa lista con otros nombres ordenados en columna aparecieron también. Al parecer era un espacio bastante frecuentado. Eso lo sorprendió.


 Una ventana emergente comenzó a titilar, y un extraño nerviosismo lo recorrió. ¿Estaría bien intentar con eso? Al menos no tendría que salir, como le había dicho Peter. 


Leyó el nombre de su interlocutor, y se animó un poco más. 


- Bueno Magneto, hora de conversar! - Pronunció divertido.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).