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Viejo Amor - CHERIK AU. por AlatheaMorwellan

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- ¿Puedes dejar de moverte? - Raven exclamó indignada mientras obligaba a su hermano a recostarse otra vez.

- Estoy bien, Rav. Además necesito levantarme y preparar la cena para los niños... -

- Erik dijo que se quedaría con ellos hoy. Acaba de avisarme. Así que apoya tu trasero de nuevo en esa cama y no me hagas enfadar! - La mujer repuso mientras lo empujaba hacia atrás.

Charles dejó escapar un sentido suspiro. Realmente quería levantarse y hacer cosas. Y si ahora su ex le había sacado su única excusa válida para estar de pie, que era encargarse de sus hijos, se sentía mal.

Lo único que lograba estando acostado era rememorar esa mañana, dejándose llevar por la calidez de los brazos de Erik, y realmente quería sacar esa imagen de su mente.

Aún agradecía que su hermana hubiese interrumpido el momento o no sabía que hubiese sido capaz de hacer.

- Charles, ¿qué sucede entre tú y Erik? -

Bueno, tal vez no estaba tan agradecido de su interrupción...

Nada. ¿Qué podría suceder? - Repuso más a la defensiva de lo que realmente hubiese querido. Se incorporó un poco, sentándose sobre la cama, intentando calmar sus nervios. Ni él sabía que le pasaba.

Raven lo miró con el ceño fruncido, examinándolo con detenimiento hasta que finalmente decidió hablar.

- Es decir que los encontré abrazados porque sí? Sin motivo o razón aparente? - Preguntó con una sonrisa maliciosa al notar la mueca horrorizada de su hermano.

- Eso fue... Fue una equivocación, no fue nada. - Respondió cortante. Lo que menos necesitaba en ese momento era tener que dar explicaciones sobre algo que ni él podía explicarse a sí mismo.

- La única equivocación aquí es que ustedes dos se hayan divorciado. ¿Sabes? Me llamó enseguida para avisarme lo que te había pasado, me pidió que te cuidara, decidió quedarse con los niños para que pudieras descansar y me obligó a llamarlo en caso de que volvieras a sentirte mal. Así que tu dime... eso es nada para ti, Charles? -

Ignorando como su corazón se había alborotado al oír esas palabras, decidió detener la irreal perspectiva de su hermana menor. Por el bien de todos no podía dejar que esos gestos de Erik lo confundieran.

- Soy el padre de sus hijos, Rave. Es entendible que se preocupe por mi bienestar. Además es médico y... -

- Patrañas. Patrañas y más patrañas. Me juego una teta a que aún te quiere. - Raven lo acusó enojada y Charles no pudo evitar reír ante su comentario.

- Yo que tú no lo haría. O al menos juégate las dos, así quedas pareja. - Respondió burlonamente y su hermana lo fulminó.

- No eres gracioso, Charles. Y no cambies el tema... - Raven dejó escapar un suspiro y su semblante se suavizó notablemente. Se sentó junto a su hermano y volvió a hablar.

- Escucha... Yo intento que tu tengas citas, que re-hagas tu vida... Pero tú estás seguro de querer empezar de nuevo con alguien más? Porque no puedes empezar a leer un nuevo libro si tu atención quedó en el anterior a medio comenzar. No sé si me explico... -

Charles resopló con fastidio. Estaba harto de idealizar lo que había tenido con Erik.

- No quiero seguir con esta historia. ¡Me enamoré de él cuando apenas tenía 19 años! Probablemente ni siquiera sabía lo que era el amor en esa época... tal vez ni siquiera lo sepa ahora. - Alisó su pijama con ahínco, algo que solía hacer cuando se ponía nervioso y su hermana sonrió casi imperceptiblemente.

Charles aún amaba a Erik, y Erik aún amaba a Charles.

Estaba segura de ello.

- Además... - Continuó él. - Me haría bien probar con algo nuevo, ya sabes, salir con alguien, divertirme... Pero tu elección de citas es terrible, Raven. Ninguno ha valído la pena hasta ahora! - Se quejó molesto y ella rió por dentro.

Por supuesto no valdrían la pena porque el objeto detrás de todas esas citas, era convencerlo de que nadie era mejor que Erik. 
Después de todo no era un misterio para nadie que ellos dos se habían separado por idiotas. Amor jamás les había faltado. Inclusive siete años después de haberse separado, Erik se preocupaba por él como si aún fuese su esposo.

- Prometo que el próximo será diferente! - Mintió con una amplia sonrisa. - Pero ahora tienes que sentirte bien. ¿Y qué mejor que hacerlo viendo películas románticas con tu hermana favorita? -

- Oh, no Rav... -

- Oh sí, Charles. Iré a preparar pochoclos! - Y sin esperar respuesta salió escaleras abajo directo a la cocina.

Charles suspiró sonriendo. Su hermana no tenia remedio.

* * * *

Magneto:

Hey, profesor. ¿Cómo estás?

Charles leyó el mensaje que su nuevo amigo cibernético le había enviado y observando a su hermana dormir profundamente, decidió responder. Raven siempre se dormía a mitad de las películas y él ya la había visto al menos 5 veces.

Profesor X:

¡Hola! Bien, aquí observando a mi hermana babearse mientras duerme. ¿Tú?

Magneto:

Imagino que debe ser muy divertido. Déjame decirte que tienes unos pasatiempos un tanto extraños. O tal vez sea porque yo no tengo hermanos, y desconozco la diversión que pueda haber en eso.

Profesor X:

Eras el niño mimado de mamá y papá? Tener hermanos es divertido, por supuesto que tiene sus desventajas, pero ahora mismo puedo extorsionar a la mía con una selfie de su deplorable estado.

Charles rió pensando en cómo se enojaría su hermana si él le tomase una foto en ese momento.

Su celular volvió a brillar con un mensaje.

Magneto:

Esa envidia puede palparse desde aquíPor supuesto fui el niño mimado, aún sigo siendo el niño mimado de mamá. 
Imagino que de tener hijos, debes tener uno solo para depositar en él todo el cariño por el que tuviste que competir en tu infanciacierto?

Charles leyó el mensaje, y abrió la boca sorprendido. Luego rió ante la maldad de su interlocutor.

Magneto:

Oye... Era broma. Tengo un humor un poco complicado. Espero no te lo tomes a mal...

Aww, y ahora se estaba sintiendo culpable. Charles volvió a sonreír.

Profesor X:

Oh, no te sientas culpable, mi amigo. He notado que puedes ser malvado cuando quieres.
Para tu información tengo dos preciosos hijos, cuyos nombres no diré debido a nuestro acuerdo de confidencialidad. Sólo diré que los amo por igual, y ninguno tiene que competir por mi amor.

Charles dejó el celular mientras esperaba la respuesta, y pensó en lo silenciosa que era su casa cuando sus bebés no estaban.

Si él y Erik nunca se hubiesen divorciado, su hogar sería ruidoso todos los días...

No, no pensaré en Erik. No ahora.

Por suerte su celular volvió a titilar, pero al parecer su amigo había leído su mente.

Magneto:

¿Y qué hay de tu ex - esposo? ¿Intenta competir por tu amor también?

Profesor X:

No veo porque debería hacerlo. Estamos divorciados. 
¿Y tú tienes hijos?

Charles no quería hablar de Erik con él. En verdad no quería hablar de Erik con ningún ser humano viviente.

Magneto:

Casualmente también tengo dos hijos. A diferencia de mi, quería que ellos disfrutaran de tener un hermano. Me costó convencer a mi esposo, en un principio no quería que tuviéramos otro, pero finalmente lo logré. Jamás me arrepentiré de ello.

Magneto:

*Ex - esposo

Charles supo enseguida que Magneto aún seguía enamorado del padre de sus hijos. Ese acto fallido y su olfato de psicólogo se lo decían.

Raven dejó escapar un sonoro ronquido que lo sobresaltó, y luego comenzó a moverse. Estaba a punto de despertar.

Profesor X:

En un principio tampoco quería tener más de uno, ahora estoy feliz de haber decidido tener dos. 
Son mi vida entera.

Magneto:

No descartes un tercero. Si no mentiste con tu edad, aún podrías tener otro.

Charles rió ante lo absurdo de la idea. Por supuesto no tendría ningún otro.

Raven abrió lentamente los ojos y Charles supo que la charla había llegado a su fin. No tenía caso explicarle a su hermana quien era Magneto. Después de todo él tampoco lo sabía.

Profesor X:

Olvídalo. Ya no estoy para esos trotes. Ahora si me disculpas, debo dejarte. Que termines bien el día. Saludos.

Magneto:

Adiós, profesor. Cuídate.

- Bueno, bueno. ¿En dónde me quedé? - Raven inquirió soñolienta y su hermano soltó una carcajada.

- Eres terrible, hermanita. -

Guardó el celular ignorando el buen humor que sentía, y despeinó los cabellos rubios de su hermana en un gesto cariñoso.

* * * * * * * * * * *

- ¡Papi! - Lorna lo abrazó entusiasmada. - ¿Estás bien? ¡Te extrañé! -

- Sí mi amor, ya me siento mucho mejor. Y yo también te extrañé. ¿Te portaste bien con tu padre? - La condujo adentro de su casa mientras hablaban, y Erik llegó con las cosas de la niña al umbral de la puerta, respondiendo por ella.

- Se ha portado como un ángel. - Repuso con una amplia sonrisa dejando la mochila de ella sobre el sofá de Charles.

- Mientras no sea un ángel travieso... - Aventuró Charles mientras despeinaba el cabello de Lorna. Se sentía incómodo de tener que ver a Erik, pero habiendo pasado dos días en el medio, ya se sentía un poco más seguro de sí. Lo mejor sería actuar como si nada hubiese ocurrido.

- ¿Verdad que no soy un ángel travieso? - Lorna se soltó del abrazo de Charles y fue directo hacia Erik. Éste estampó un beso en su frente.

- No mí amor, no lo eres. El único travieso aquí es Peter. -

- Por cierto, ¿dónde está él? - Preguntó Charles desconcertado.

- Me dijo que iba a acompañar a Kurt al gimnasio. No tengo idea desde cuando frecuentan un gimnasio pero... No tengo idea. No me pareció peligroso así que se lo permití. - Explicó Erik con tranquilidad.

- Quizás les gusta algún chico musculoso... - Aventuró Lorna con inocencia y ambos padres la miraron sorprendidos.

- ¿De dónde sacas esas ideas? - Preguntó Charles con curiosidad. Erik sonreía mirando la escena. Sabía que su ex estaba notablemente celoso.

- De ningún lado. Iré a dejar mis cosas a mi cuarto! - Tomó su mochila y corrió escaleras arriba, desoyendo las protestas de Charles.

El menor dejó escapar un suspiro y Erik lo miró sonriendo.

- Estás celoso. -  Sentenció seguro.

- ¿De qué hablas Erik? -

- Estás celoso de la posibilidad de que nuestro hijo esté interesado en alguien. Eres muy tierno. - Repuso acercándose a él. Antes de que Charles pudiese reaccionar, Erik acunó su mejilla en su mano.

- ¿Cómo te sientes? ¿Estás mejor? - El mayor inspeccionó su rostro con preocupación y Charles se sintió repentinamente mareado por sus emociones. Erik lo confundía, y él no necesitaba eso.
Se alejó, carraspeando incómodo.

- E-estoy bien, Erik. Gracias por preocuparte. Cuando tenga los resultados te los enseñaré. Y respecto a Peter no estoy celoso. Sólo estoy preocupado. Me gustaría saber con qué personas se relaciona, es todo. Ahora si me disculpas... -

- Si, te disculpo...Sigue huyendo de mi, Charles. Vendré por los niños el viernes. -

Charles se quedó boqueando en el aire, como un pez fuera de agua. Normalmente Erik no era tan directo y él no tenia idea de qué responderle.

Sin titubear Erik alcanzó la puerta y salió dando un leve portazo. Charles se quedó de pie, viéndolo partir, con una incómoda sensación de pesar en su pecho.

¿Realmente estaba huyendo de él?

* * * *

Notas finales:

Holi! Bueno, ante todo quería disculparme con quienes leen la historia. Realmente había olvidado actualizar acá ya que escribo mis historias en otra plataforma.

Espero que la disfruten, y cualquier duda no dejen de consultarme en las reviews.

Un besote!


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