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Dimensión Espejo por Whitekaat

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Notas del capitulo:

Cap nuevo y la relación entre nuestros chicos avanza un poco.

Si, la primera parte es algo aburrida pero debo hacerlo explicativo para formar un poco mejor la trama.

saludos.

 

CAPÍTULO IX

LLUVIA

 

— ¡Saga, Saga! — la voz de la chica frente a él por fin había alcanzado a llamar su atención.

— Si, lo lamento Marín, estaba algo distraído — Saga enfocó su vista desde la nada a la persona frente a él, cada día que pasaba su mente divagaba aún más, se había prometido en dejar el pasado atrás, en volver a su aburrida vida, pero tener al causante de tus problemas internos frente a él todos los días haciendo clases normalmente no le servía de mucho.

— Con los chicos teníamos planeado un paseo a las ruinas de Athenas este fin de semana, se hará un festival cerca del templo y me preguntaba si deseabas venir con nosotros — No, esa era su respuesta interna, no lo deseaba, es más no deseaba hablar con ninguna persona en lo que le quedara de vida pero sólo quizás una salida, crear recuerdos con personas que podían ser potenciales amigos o al menos conocidos no era tan mala idea para sacarlo de sus pensamientos.

— Si, está bien me gustaría ir con ustedes, si a los demás no les molesta — terminó contestando ganándose una enorme sonrisa por parte de la chica.

— ¡Perfecto! — fueron las palabras con las que concluyeron la conversación al momento que el profesor entraba al salón para comenzar con su clase.

— Buenas tardes chicos — saludó el profesor de física, recibiendo el saludo de sus alumnos de respuesta.

— Hoy haremos un cambio de planes, estuve leyendo mucho el fin de semana que pasó, participé en unas conferencias y me pareció mucho más interesante este tema que hablar sobre leyes de la física — Aquel profesor siempre había sido algo extraño para Saga, una especie de cruza entre científico loco y ratón de biblioteca y si lo pensaba es lo que parecía con sus incisivos y orejas grandes, su cabellos desordenado ya canosos por la edad y esos lentes redondos y con demasiado aumento.

— El tema de hoy serán las dimensiones — finalmente pronunció su profesor captando la atención de Saga a diferencia del resto de sus compañeros de clase que sólo suspiraron al saber que otra vez el profesor Kido volvería con sus extrañas clases e ideas que bordeaban lo fantasioso.

— Verán, en el último congreso al que asistí se tomó una nueva hipótesis en torno a las dimensiones y la actual, la cual habla acerca de que existe una dimensión en particular que nos acerca a las demás, es decir, que a diferencia de las demás dimensiones que existente en otros planos las cuales se encuentran sin tener ningún contacto entre sí, sin afectarla en lo más mínimo a las demás, la de nosotros posee un singularidad que la une a otra u otras, una especie de canal por así decirlo — Saga escuchaba atento al profesor mientras veía como su profesor dibujaba muchos círculos en el pizarrón todos separados y marcaba uno en especial como la de ellos.

— Verán este canal sería una copia exacta de nuestra dimensión, pero con la diferencia que se encuentra al revés, como una especia de molécula con quiralidad, algo así como un espejo, que refleja todo pero no está en el mismo sentido — El gemelo observó como el profesor colocaba un circulo de otro color sobre el otro que simbolizaba su dimensión.

— Y lo que hace esta dimensión en específico, la cual llamaremos dimensión quiral es formar una unión que permite el traspaso entre nuestra dimensión y otra que esta sobre la nuestra pero en un diferente plano— y a los círculos anteriores se les fue unido un circulo al costado topándose entre sí.

— ¿Y de que traspaso estamos hablando? Se preguntarán, energía, se han observado fuentes de energía de radiación electromagnética que afectan sectores, lo cual nos permite ver que lo sea que la dimensión del otro plano permite traspasar hacia la dimensión “quiral” afecta de una manera similar a la nuestra al ser su espejo — Terminaba concluyendo el profesor envuelto en un frenesí de información, mientras algunos alumnos sentía una especie de colapso mental al intentar ver de qué es lo que hablaba su profesor, o trataba de tomar apuntes.

— Pero, profesor si ese fuese el caso ¿Cómo se ve esa energía en nuestra dimensión? Y ¿És posible cerrar ese canal entre la dimensión quiral y la del otro plano? — Saga, fue el único de levantar su mano para preguntar, mientras sus compañeros lo miraban extraño por haberse interesado de la aburrida clase del profesor Kido.

— Buena pregunta, joven Saga, se han reportado fuentes de esta energía en ciertos sucesos por ejemplo, terremotos, tsunamis, tormentas y aunque no lo creas en accidentes varios vinculados a fuentes energéticas, o sea apagones, descontrol de equipos electrónicos y respecto a tu otra pregunta, es algo complicado de responder, una dimensión es un universo en sí, no es algo delimitado para poder cerrar el paso entre estas dos dimensiones o sea, entre la nuestra y la del otro plano la dimensión que las une debería desaparecer y para eso había que destruir una dimensión lo que significaría destruir un universo, y para eso se necesitaría una fuerza inversa a la creación de aquella dimensión, algo bastante difícil de hacer cuando apenas entendemos la creación del universo en sí — Saga sólo logró asentir aún no satisfecho con lo que el profesor había mencionado pero sin más preguntas que agregar, era algo difícil de digerir, pero si lo pensaba aquella teoría con la que el profesor de física había llegado estaría bastante cercana a lo que ocurría con la dimensión espejo.

 

***°***°***°°***°***°***

 

Atrapado, aunque decir que estaba atrapado era exagerar, sólo era lluvia, una fuerte lluvia que le cortaba el paso, todos sus compañeros ya debían estar en sus casas, su hermano huyó antes con el único paraguas que habían traído, el paragua que guardaba en su casillero había sido destruido por la última lluvia de hace dos semanas y por haberse quedado buscando en la biblioteca algo acerca de dimensiones y entre libros de física. El tiempo había empeorado y el pronóstico de esa mañana se cumplía junto a él frente a la puerta principal de la escuela mirando y rogando que esas gotas se volvieran una simple llovizna para regresar a su hogar.

Saga suspiró por tercera vez en esa media hora que llevaba sentado en los escalones, había dejado de usar su celular para ahorrar batería por si algún imprevisto ocurría y debía llamar a sus padres, el colegio era bastante silencioso sin alumnos y con los pocos profesores que aún quedaban dentro de él.

Su cuerpo comenzó a temblar cuando los primeros signos del frío se colaron por entre la delgadas capas de ropa que llevaba ese día, se maldijo a sí mismo por llevar algo más abrigado, por no comprar un paragua con anterioridad y de paso maldijo a su hermano por no haberlo esperado para volver juntos a casa, la lluvia no tenía intención de detenerse y por cómo se veían las nubes era poco probable de que ocurriera de todos modos, así que sólo le quedaba una opción para volver antes que anocheciera a su hogar y no quería retrasar más lo inevitable.

Saga suspiró una vez más mientras se levantaba y tomaba aire para comenzar aquella maratónica carrera hasta la estación, pero antes de que diera el primer paso su muñeca fue tomada y tirada hacia atrás con poca delicadeza asustándolo un poco de paso.

Sus ojos se volvieron a posar en aquellos verdes tan intensos que sólo podían pertenecer a una persona que él conocía y que en ese momento era a quien menos deseaba ver, sintió la sorpresa marcharse tan rápido como apareció dando paso a la molestia, molestia que sentía cada vez que veía a ese sujeto frente a él y que de un manotazo apartó la cercanía que existía entre ambos.

— Profesor, debo marcharme, permiso — sólo eso fue lo que dijo, sólo esas palabras eran necesarias a su juicio para dirigirse a aquel tipo de cabellos castaños y de mirada poco amigable.

— Saga, el clima está horrible, no puedes irte así, ten mi paraguas — habló Aioria extendiendo el paragua de color negro que llevaba en su mano.

— No, es suyo, prefiero correr antes que deberle algo — sus miradas batallaban la una contra la otra, una presionando aquella poca paciencia que poseía el castaño de ojos esmeralda.

Y eso ocurrió, el paragua fue abierto ante una mirada bastante molesta que logró erizar la piel del menor pero no amedrentarse frente a ella, y luego de aquello ser tomado como un saco de harina o papas y llevado en el hombro por su profesor a pesar de sus sonoras réplicas.

El gemelo pataleó, rezongo, incluso fue capaz de decirle hasta de lo que moriría al mayor, mientras el otro con una cara de pocos amigos lo llevaba contra su voluntad y escuchaba rechinando los dientes todo lo que su alumno le decía, sintiendo que el camino hasta el estacionamiento era más largo e incómodo que nunca.

Saga sintió la alarma de un auto sonar, sintió las llaves abrir una cerradura y una puerta ser abierta para ser lanzado con la misma nula delicadeza con la que había sido tomado hacia el interior del vehículo, para que después de unos pocos segundos su profesor entrara por la misa puerta aumentando su cercanía y acorralándolo contra la otra puerta del auto.

— ¡Basta! —exclamó autoritario el león.

— ¡Esto tiene que parar, Saga! Deja de comportar como un pequeño maldito mocoso — El sonido de una fuerte cachetada resonó dentro del auto congelando por completo el ambiente.

— ¡Déjeme en paz! Se lo pedí, Se lo exigí, no quiero nada de usted, no lo deseo cerca de mí, que tan difícil es de entender — la voz del geminiano comenzaba temblar y a volverse cortada con cada palabra que dada — por favor deje de lastimarme, se lo pido…— y otra vez aquellas lágrimas comenzaron a caer por el rostro del menor, Aioria había dejado de contar las veces que había visto a su alumno llorar por su culpa, ya no quería contarlas, le dolía saber que era él quien causaba aquel dolor.

Pero esta vez actuó distinto, esta vez su interior no dejó que su parca personalidad actuara y dejara lastimado al chico, con sus brazos envolvió el cuerpo del menor que se removió en un principio para luego aferrarse a él mientras dejaba escapar el llanto.

— Yo… yo… lo siento Saga, he hecho todo mal, creo que cada vez que abro la boca te lastimo, lo siento — la gran mano del mayor se posó sobre los cabellos azulados con una tacto suave e inusual y se aferró a ella para juntar más un cuerpo con el otro — cada maldita cosa que hago te hiere, intenté alejarte, intenté que me odiaras para protegerte, para que temieras de aquel mundo, de esta maldición de la que estoy preso, pero sólo terminé siendo una especie de monstruo en el proceso, esa noche fue relevante, no, fue más que eso, lo siento —

Aioria separó su cuerpo de su alumno viendo como una pocas lágrimas se resbalaban por sus mejillas, con sus dos manos tomó su rostro limpiando de paso aquellas salinas gotas de agua para mirarlo directamente a los ojos, para mirar aquella mirada verdeazulada enrojecida y cubierta de un brillo acuoso para convencerse de una vez por toda que lo que estaba a punto de hacer era lo correcto y que ya no podía seguir manteniendo esa farsa que llevaba dentro de sí.

Sus labios tocaron los ajenos con una sensación diferente a la que obtuvo en aquel primer beso que se dieron, más tranquilo, con un sentimiento un poco más cálido en comparación al fuego del anterior, Saga respondió el beso moviendo sus labios como si fuese lo que necesitara para respirar en ese momento, sus lenguas y bocas se movieron en un vaivén de emociones que ambos se habían negado desear, emociones que creían que no necesitaban pero aquel beso les enrostraba a ambos  todo lo que su interior quería pero sus mentes y bocas no les dejaban decir.

 

 


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