Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Un recuerdo de París por ladyjeevasmichaeils

[Reviews - 10]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hello!!

Aqui estoy con el nuevo capitulo de este extraño fic.

En fin no los distraigo mas

A leer!

Un recuerdo de Paris.

Capítulo 2.

Lanzaba con fastidio su teléfono contra el colchón de su cama, no recordaba el momento exacto en el que con solo escuchar aquella voz, perteneciente al que alguna vez fue su más grande musa, ahora solo le irritaba, era tan confuso, como es que todo lo que tenía al día de hoy, era gracias al joven rubio, mas allá de su talento innato, se había esforzado tanto, demasiado, para…. Quizás solo creer que se merecía a un bello príncipe mimado como lo era Deidara, posiblemente esa era la razón de su ahora frustrada confusión ya que ahora no le quería como al inicio, o más bien ya no lo amaba como al principio, cuando lo conoció, ese pequeño estudiante de primer grado de preparatoria, tenía solo dieciséis años, tan pequeño, inocente, tan hermoso y perfecto pero, también tan infantil y egocéntrico. Más sin embargo, aún le pertenecía  solamente a él y no lo dejaría ir así de fácil.

Algo egoísta de su parte y de su propio punto de vista, algo ilógico, ya que al ser consciente de que sus sentimientos ya no eran los mismo que al comienzo de todo, también hacia casi cerca de un año que le era infiel, casi frente  a sus propias narices, ¿Deidara no era consciente de eso? Quien sabe, Sasori sabía que Deidara no era para nada estúpido, y sin embargo nunca menciono nada acerca de esos inexplicables rasguños en su espalda, o las misteriosas marcas en su cuello, o el notorio perfume francés, ese tan delicado y con aroma a flores, a jazmines.

Kimmimaro, aquel joven contratenor de 19 años, un año menor que Deidara y quince años menor que él, solo con escuchar aquel exótico nombre para un parisino, o solo escuchar aquella melodiosa voz. Lo hacía sentirse tan relajado, como si cualquier cosa o problema fueran minúsculos, sentía como…. Si su apagada inspiración naciera nuevamente. Quizás era su humildad lo que le había conquistado, si, ya que esa era la cualidad que le faltaba a Deidara,  Deidara solamente pensaba en el mismo, pensaba que todo lo merecía solo por esa avasallante belleza con la que había nacido o por venir de aquella envidiable familia, solo por eso todos le debían obedecer y estar a sus pies. Ambos eran tan diferentes pero, siendo sincero, la sola idea de que alguien le arrebatara al narcisista rubio le aterraba.

Y bueno, desecharlo no era una opción viable y mucho menos por Kimmimaro, el parisino podría ser demasiado humilde y noble, podría tener el corazón más puro del mundo pero, así como fue de “fácil y rápido” con él, así pudo ser con varios más, quizás allá sido su razón para ese éxito tan  prematuro, Sasori conocía del negocio.

Suspiro mientras se tumbaba en la cama. Este reciente triángulo amoroso le resultaba demasiado inspirador.

-Lo siento, “amor” no volveré a Japón por el momento.- Susurró mientras cerraba los ojos.

********************En Japón**************

El moreno se deshacía de su chaqueta dejándolo en un lugar aleatorio del living, su departamento tan solo y vacío como era costumbre, desanimado se sirvió un vaso de whisky, tomo unos documentos y se sentó en uno de los sofás; Comenzó a leer los papeles en sus manos, revisando cualquier posible error, un permiso de construcción para un nuevo laboratorio, si, a eso se dedicaba la prestigiosa familia Uchiha, poseían la más grande empresa farmacéutica del mundo y ahora, esto significaba la creación de nuevos medicamentos.

Le dio un nueva trago a su vaso, le dio la vuelta de página a los papeles, ahora dejándolos sobre la mesita de centro, a primera hora de la mañana le enviaría los documentos a su abogado, Shisui, para los últimos retoques.

Se puso de pie sin ninguna prisa y se desabotono la camisa, esos últimos días habían sido realmente agotadores, aunque no como meses atrás cuando tomo le presidencia del grupo Uchiha, cuando inesperadamente atrás sus padres decidieron tomarse un largo crucero de un año de duración, no tardaría en acabar pero, para su mala o buena suerte su padre, Fugaku, estaba retirado, así que regresase o no, era lo mismo para él. Se encamino hacia el baño, mientras se deshacía de su camisa y abría su cinturón, ya dentro abrió el grifo del agua caliente, esperaba que la tina se llenara, deshaciéndose por completo de sus ropas; cuando la tina estuvo llena entro, recostándose, relajándose un poco, eso era lo que necesitaba. Miraba la botella de shampoo como si fuese lo más interesante del mundo, y sin siquiera esperarlo o desearlo, unas imágenes que había estado tratando de borrar de su mente, aparecieron nuevamente. Hacía casi un año en aquel restaurant francés, aquel chico de bellos ojos azules bebiendo directamente de esa botella de vino, ese que había sido plantado por su pareja, y a quien amablemente se ofreció a llevarlo a su hotel, mas sin embargo, todo cambio totalmente sus planes de esa noche, recordaba cada beso, cada caricia dada y recibida, todo había sido tan inesperado e inexplicable, si alguien le preguntara porque lo hizo, no sabría qué contestar, después de todo no podría decir simplemente que Deidara lo sedujo, ya que si él no lo hubiese deseado como lo deseo en ese momento, podría haberlo rechazado, mas eso no paso y le hizo el amor de una manera que ni siquiera el mismo imagino. Trato de olvidar todo, las miradas, los gemidos, todo, no le conto absolutamente a nadie lo sucedido, siquiera a Kisame o Shisui quienes eran sus mejores amigos desde el preescolar, tal vez por respeto a Sasori, mas sin embargo no tenía sentido, ya le había faltado al respeto y hoy en día aun lo hacía, no podía sacarse de la cabeza al rubio y ahora que se había encontrado nuevamente con él, le parecía más y más difícil. Saber que ahora estaba aquí en Japón y solo, le hacían tener la mínima esperanza que quizás…. Podría pasar otra vez lo ocurrido en Paris, pero, ¿En qué demonios pensaba? No era posible, porque aun después de lo ocurrido, a pesar de que el rubio se quedó con él hasta las tres de la madrugada y a pesar de que hayan tomado un baño juntos, algo por demás erótico, Deidara aun lo odiaba, o por lo menos eso siempre ha parecido así, Deidara siempre lo ha tachado de arrogante, narcisista, pretencioso y quien sabe que tantas cosas más.

-Demonios, tengo que sacarte de mi cabeza.- Susurro.- Pero, aun no sé cómo.- Dijo mientras entrecerraba los ojos.

Final segundo capítulo*******

Notas finales:

Bueno, eso es todo por hoy.

Nos leemos a la proxima!

:*


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).