Abrió sus ojos enseguida, sintiendo una especie de golpe en el pecho, comenzando a respirar agitado; Pareciera como si hubiese estado a punto de morir ahogado o algo parecido. Observo sus manos y piernas, aún sentado en el suelo; Todo estaba normal, no había señal de algo traslucido o con luz verdosa; De hecho, hasta su ropaje blanco de batalla llevaba consigo.
Fue entonces en que se dio cuenta que había regresado. Ahí estaba su hogar, consumido por las inmensas llamaradas, el momento en que todo comenzó, solo que esta vez, se veía distorsionado. El cielo parecía un enorme espejo desquebrajándose, el césped y algunas montañas a lo lejos, solo parecían fotografías viejas y arrugadas.
— ¿Qué es…?
—Finalmente… ¡Finalmente todo esto es mío!
Se levanto de prisa, notando un peculiar personaje a lo lejos, volando gracias a unas inmensas alas parecidas a las de un águila, sin embargo toda la apariencia de aquel ser, era tan parecido a…
—Colt…
Y el mencionado llego corriendo a su lado, con su pantalón un poco más roto de lo normal, su cabellera revuelta y sus brillantes ojos verdes, justo como la primera vez que le vio, en su pelea, su primer encuentro. Se le veía algo lastimado y respiraba con dificultad, sin embargo eso no evito el que llegara a su lado, cerciorándose de su bien para después posar su vista en el hombre volando a lo alto.
— ¡Príncipe, esto es peligroso, usted debe…!
Ni siquiera termino de hablar, enseguida pasó aquella criatura a su lado; Liam tan solo fue capaz de sentir una ligera brisa, antes de ver como Colt era elevado por los aires, al parecer siendo golpeado por el otro.
— ¡Colt!
—Mira eso… ¿Cómo te ha llamado el chiquillo?—Se mofo en su cara, dejándole caer para después golpearle en el estomago, lanzándolo al aire con fuerza de nueva cuenta. Parecía un simple muñeco de trapo— ¿Colt? ¡Pero qué clase de nombre es ese!
Debía hacer algo y rápido, sin embargo no podía volar tan alto, y el libro profeta continuaba en blanco. Quizá por situaciones como esa, era que la bufanda siempre aparecía con su atuendo.
—No me queda para nada, pero puede llegar a ser muy útil
Y así fue como sonrió, tomo la prenda entre sus manos dándole un par de giros, notando como centellaba de dorado, alargándose en su camino, forjando una especie de soga resistente que se enredo a la pierna derecha del hombre. Sin perder el tiempo concentro fuerza en sus puños, brillando de celeste, tirando con fuerza hacia abajo, donde irremediablemente el hombre cayó estrepitosamente. Trajo de regreso la bufanda hacía sí y corrió de prisa para atrapar el cuerpo del mayor, quien estaba próximo al suelo. Era algo más alto y pesado que él, por lo que sin evitarlo cayeron ambos al suelo.
—P-príncipe… —intento incorporarse, tocando un poco su estomago lastimado— D-disculpe…
—E-ese no es el problema ahora—mentiría si dijera que aquello no le dolió, pero había cosas más importantes— Tenemos que detener pronto a….
— ¡Liam!
—Pero que muchachito tan atrevido—Lo tomo del cuello de prisa, notando como hacía aquel gesto de molestia, intentando zafarse de tan fuerte agarre— Hace tiempo le pedí a este inútil que se deshiciera de ti, pero por lo visto ni eso es capaz de hacer
—B-basta… ¿p-porque hace esto…?
— ¿Por qué dices?—Repitió con burla, estrellando el delicado cuerpo del chico contra el suelo, complaciéndose al ver como soltaba un alarido de dolor— Estoy buscando a aquel que me lo arrebato todo… Pero primero, debo deshacerme de ti…
Sin saber cómo era capaz, Liam noto con algo de temor como el hombre con completa piel de serpiente, hacia aparecer frente a él una daga color negro, apuntando directamente a su cuello, y justo cuando iba a arremeter, una potente patada lo lanzó lejos.
— ¡Liam!— De inmediato le ayudo a levantarse, sin separar el agarre que forjo con ambas manos entrelazadas, viéndole con preocupación, sintiéndose culpable por todo aquello— ¿Estás bien, te hirió?
—Estoy bien, gracias…—respondió algo avergonzado, notando el agarre entre sus manos, y después al hombre causante, aquel con el cual, al parecer formaría algo en un futuro. Sonrió tras recordar aquello, y decidió que ahí no terminaría todo— ¡Debemos detenerle cuanto antes!
—P-pero…
—Tú y yo, podremos hacerlo, solo necesito… que te quedes a mi lado…
Apretó el agarre de sus manos, viéndole con decisión. Colt sabía que nada se le negaba a ese chico, y, por más que quisiera pelear solo, el castaño no le dejaría, no ahora que sabían ambos el fuerte vinculo que los unía. Vio como los ojos del chico cambiaron a un flameante rojo, mientras que su cuerpo y el libro a su lado irradiaban una ligera luz blanquecina. Ya no había marcha atrás, se vengaría por todo aquello que el rey había causado.
[Siempre sonríe para mamá, ¿De acuerdo, Colt?]
Y con la vaga imagen de su madre, fue que acepto su destino. Recordando su pasado pero enfocándose ahora en lo que sería su futuro. Le sonrió al otro con decisión, notando aquel escozor en sus ojos, señal del cambio de coloración. Su cuerpo se cubrió en totalidad por piel de serpiente, que después tomo la forma de una potente armadura color negro con destellos verdosos.
Liam sonrió tras aquello, juntando de nueva cuenta fuerza en sus manos y piernas, alistándose para el potente ataque que se avecinaba al ver como el hombre sobrevolaba con fuerza y molestia el cielo, cayendo en picada hasta ellos, transformando la daga negra en una larga espada.
— ¡Los matare a ambos, después al pueblo completo!
— ¡Eso quisiéramos ver!
Sonrió con burla, miro con decisión a su compañero de batalla, corriendo a la par, esquivando la espada que iba directo a ellos. El malvado sobrevoló los cielos, dando giros mientras reía de una tétrica manera.
— ¡Colt, ayúdame a subir!
— ¿Q-que? P-pero Liam, eso es…
— ¡Aquí voy!
Lo vio retroceder un poco, para luego correr con rapidez hasta él, y sin más opción, Colt junto sus manos, agachándose un poco para que el chico subiera a ellas, usándolas como una especie de escalón, impulsándolo hacia arriba con fuerza; Una vez estando algo alto y cerca del enemigo, lanzo su ahora fiel bufanda, atándola alrededor del estomago del otro.
— ¡Tú, maldito príncipe!
—Pero que lenguaje
Seguía sobrevolando gracias al otro, quien estaba a punto de cortar la bufanda que parecía soga, más enseguida Liam tiro con fuerza de ella, lanzándole hacia abajo, desatando su prenda antes de que lo arrastrara de igual manera. El enemigo no llego a tocar el suelo pues un certero golpe en el rostro le fue otorgado por el de armadura, lanzándolo lejos, tomando Colt enseguida el cuerpo del castaño antes de que chocara contra el suelo.
—No entiendo cómo podemos vencerle…
—Los libros tienen la solución—Fue lo primero que pensó, al ver el libro flotando y brillando a su lado— Debemos quitarle el suyo si queremos parar esto
— ¿¡Donde esta ese maldito!? ¡Díganmelo ahora!
No les dio tiempo a charlar más, cuando el otro ya estaba volando de nueva cuenta, rugiendo cual feroz animal, lanzando escamas tan firmes y afiladas como cristales. Ambos jóvenes esquivaron algunas con un poco de dificultad, antes de sentir como la tierra temblaba a su alrededor y el área parecía fragmentarse cada vez más.
— ¡Y tiene que ser rápido!