— ¿Y quién es tu amigo, Li?
— ¡Su nombre es Colt!—le dijo animado, completamente feliz, antes de darle una mordida a su muffin de chocolate—.
—Colt, que nombre tan valeroso. Lamentamos no haberte dado la bienvenida ayer, mi esposo y yo tuvimos un día ocupado y recién llegamos
Ambos castaños resaltaban aquella mañana, se les veía tan llenos de vida, muy animados como siempre. Desayunando un montón de cosas dulces. Jack por su parte estaba algo serio, sin dejar de examinar a un muy incomodo chico mitad serpiente.
—N-no hay problema, su majestad…
—Oh vamos, deja las formalidades, después de todo ya eres amigo de nuestro…—guardo silencio al ver como el otro castaño negaba ligeramente con la cabeza— N-nuestro… lindo… eh…
— ¡Sobrino!—interrumpió con rapidez, casi pasando entero el pedazo de muffin que antes llevaba en la boca—Tío, al parecer aun tienes algo de sueño esta mañana
—Cierto, quizá sea eso… En fin, Colt, siéntete como en tu casa
—Pa…Tío—río algo nervioso, corrigiéndose enseguida antes de cometer una tontería. Sin duda le sería difícil llevar aquella mentirilla todo el tiempo en presencia del chico serpiente— Ayudaré a Colt con lo que necesita, así que estaremos fuera
—Pero Li, ¿No tienes que…?
—Bueno, bueno. Nosotros nos vamos, andando, Colt.
El castaño le guiño un ojo a su papá, para después sonreír, diciendo que todo estaría bien. Después de todo Liam siempre solía pensar en otros antes que en sí mismo, cosa que le preocupaba un poco a Anthony, quien algo afligido, observo a su esposo aun con ese semblante tan frio que llevaba desde que vio a Colt.
— ¿Sucede algo, Jack?
—Ese chico se me hace un tanto… extraño
— ¿Por qué lo dices?
—Quizá el libro del que habla Liam…—Jack empezó a hablar entre susurros, siendo observado por el castaño, quien se levanto de inmediato y fue a su lado, tomando su mano—.
— ¿Jack?
—Anthony, mi padre solía coleccionar un montón de libros, pero entre ellos había uno en especial…
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—Vaya, hoy si que hace un buen clima, ¿No, Colt?
—P-pues sí…
— ¡Vamos, no seas tímido! Conmigo puedes quitarte esa gabardina, no me importa como seas. De hecho, hasta es magnífico…
— ¿E-eh…?
El castaño se acerco hasta él, arrebatándole la prenda por más que este se negara. El resultado fue que ambos cayeron al césped. Un divertido Liam sobre el otro, y con todo el atrevimiento y confianza que caracterizaban al animado castaño, se aventuro a tocar esos brazos, que sin duda como ya lo había dicho, le resultaban magníficos. Nunca había visto algo así antes, y se sentía un poco triste por el chico, perderlo todo y ser el único con esas características… Era sin duda triste…
Pero no continúo con aquel semblante ya que el otro pasó su mano delicadamente por su mejilla, sintiendo aquel extraño tacto en su piel. Era frío, pero a la vez tibio. Su piel era tan suave pese a tener aquella textura. Sus manos fueron hasta la contraria, acariciándole los dedos, recorriendo todo hasta llegar a su codo. Se dejo llevar por unos momentos, hasta que una profunda risilla le saco de su ensoñación, apartándose enseguida de Colt.
—L-lo siento…
Se disculpo enseguida, apartándose del cuerpo ajeno. Le miro de reojo, lo bastante avergonzado. El chico serpiente tan solo le miraba divertido, sin dejar de sonreírle cálidamente. Así que sin más, devolvió el gesto.
—Y dime Colt, ¿En qué puedo ayudarte?
—Pues…—borro aquella sonrisa, mirando como el césped se movía al compás del cálido viento— Es algo complicado…
— ¡Sí es alguien malo, déjamelo a mí, soy bueno en las peleas!—le dijo animado, como era su costumbre. Levantándose enseguida del césped para colocarse en pose de pelea— Me encargaré de él no importa que tan fuerte sea
—No creo que alguien tan delicado como tú pueda hacer eso
— ¡O-oye!—le reprocho algo avergonzado en el momento en que se levanto a revolver su cabellera castaña con ternura, haciéndolo sentir como un bebé— No soy un niño pequeño, ¿Sabes?, puedo cuidarme yo solo, además…¡Ngh!
— ¡Príncipe!
Ni siquiera termino de hablar cuando sintió un fuerte dolor en su pecho, a la altura de su corazón, o de ahí provenía, la verdad no sabía pero, el aire le hacía falta y se sentía un poco mareado. Colt enseguida lo tomo entre sus brazos, sin embargo Liam parecía perder el conocimiento a cada momento. Lentamente observo sus manos, aun respirando con dificultad, y se dio cuenta de que parecían un poco traslucidas. Sus manos, dedos y brazos se tornaban transparentes, como… como si fuera a desaparecer…
—Colt…
—T-tranquilo, estarás bien…t-tan solo no…
Y lo último que sus ojos apreciaron antes de cerrarse, fue la imagen del chico serpiente, y por un momento, parecía como si sus ojos hubieran cambiado de color, ahora brillaban de un peculiar verde.
¿Cómo le había dicho…?
¿Príncipe…?
¿Cómo es que Colt sabía aquello…?