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12 BESOS DE NAVIDAD por Mariposa23

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Notas del capitulo: Mariosa23:- Bueno. Mil disculpas por el atraso. Este fic va dedicado a Tanis, jamás no íbamos a olvidar de ti, solo dejamos el reto para el final, ya q este, como autores, es uno de nuestro personajes más complicados de desarrollar. Gracias por todos tus comentarios, y por tus hermosas palabras. Este es nuestro regalo. Espero q te guste. Y realmente estamos felices de poder darte, tras todo este año, donde hemos compartido, nuestro gusto por Batman, q te vaya bien siempre Tanis.
Principalmente queremos aclarar, q no nos imaginamos una navidad normal para este querido y lúgubre personaje. Asique esta es nuestra propia versión de retorcido. Esperamos q le agrade y q lo disfruten. Gracias, y feliz navidad.
La mansión así de enorme, esta sobriamente decorada; asique, tal y como se espera, la mansión, está acorde a las fechas, aun así. La casa es opaca, eh inquietante, se la decore con lo q sea, las luces mismas se ven apagadas, todo adquiere esa aura muerta q se respira, pesada y vieja, y es muy fría de lo grande q es, la nieve alrededor no ayuda en nada a mantener el color. Esa imponente casa, solo se viste de gala en contadas ocasiones. Navidad es una. Los adornos, mayormente antiguos por ser más finos, le dan otra apariencia al interior, uno añejo y olvidado, aun q en realidad no sea así, te sientes atemporal dentro de la “casa”, más parecido a un cuadro q aun hogar. Totalmente abandonado pero aun así, intacto en aquel momento de hermosura q pinta frente a quien la vea.
Bruce ni siquiera nota lo q hay o no dentro.
Bruce solo sabe q este invierno está azotando con ganas, a su ciudad. Lo siente en cada noche de patrulla. Cada copo inmaculado q cae al negro abismo profano, con ese frío calando hasta los huesos. Bruce siente el frio, y piensa en todos los q también, sienten frio, en todos los niños, ancianos y mujeres, de la calle, esos q no tienen casa a la q retornar, esos q duermen en cloacas o en esquinas. Ladrones, indigentes y prostitutas, eso son; aun así, todos ellos sienten frio, todos ellos son humanos, horribles, pero mortales al fin. Bruce casi escucha crujir a la cuidad entere, con cada ventisca agresiva q amenaza con tumbar a la isla entera q es su ciudad.
Quizás si Bruce, tratara de “calentar, sus ideas”. En todo caso piensa en Gordon, en lo q el comisionado representa para él. Un ciudadano bueno, en una tierra del mal, alguien relativamente común, considerando las personalidades q le rodean. Piensa en el típico hombre, q disfrutara de un pavo, de regalos bajo un árbol y de una tibia chimenea prendida. Como una historia q si tiene un final feliz. Bruce no envidia esa vida, pero si fantasea con ella. Con ser alguien más, pero bueno, y vivir una vida normal, q como sea, parezca tener un final feliz.
Pero es él, y su realidad es distinta, y es la misma, no importa en q mundo este, Bruce siempre es esa reina blanca q juega en una ajedrez mortal. Todos juegos mentales, todo bien contra mal.
Bruce a hace mucho q no sabe de una navidad normal.
La última q tuvo, la paso de luto, y con un solo deseo en su corazón. Uno q nunca se podría cumplir. La ya patética, suplica de volverlos a ver, aun q sea 5 minutos más, a sus padres, y otra vez, tener un hogar, una familia…
Hoy, la noche del 24 de diciembre. Sigue anhelando lo mismo. Como cada navidad desde q tiene 8 años.
Son las 2 de la maña del día siguiente, y Bruce jura oler aun sobre su piel cubierta, ese olor tan característico de las fiestas. Olor a pino recién cortado, muérdago, adornos y galletas dulces.
Los Wayne, siempre dieron una cena para la familia y amigos, el 24 de diciembre.
Y aun q no le agrade demasiado la idea. Él no es quien para llevarle la contraria a una tradición de dinastías en la familia Wayne. Y aun q aquellos q compartan su mesa, cada vez sean más contados. Bruce siempre se preciara de pertenecer a la familia q pertenece, de hacer, y de vivir, cada costumbre o tradición, q formó al apellido Wayne. Asique cada noche del 24 de diciembre, él también ofrece una cena. Ya sea a una sola persona. No importa mientras sea un amigo o “familiar”. Llegadas las 12 de la noche, como es la tradición, todos se dan un abrazo, comparte un pequeño obsequio, algo en con cariño sin importar cuan complejo o cuan sencillo sea, es honesto; y se despiden. Para las 12:30, él ya tiene puesto el traje y está listo para saltar al cielo nocturno y nevado de su ciudad. Listo para cumplir como siempre con su ronda. La infaltable y siempre fiel, ronda q da por las calles.
Gotham, por estas fechas. Parece, tranquila. Pero esta ciudad nunca lo está. Y si hay breves momentos de silencio, es por q conspira. Alguien, conspira en sus oscuras esquinas, el siguiente asalto, la próxima masacre.
Bruce lo controla todo, de cerca y de lejos. Mira y observa a su ciudad. En caos o en calma.
Su único deber es custodiarla; y la época de navidad no tiene por q ser la excepción.
Asique fiesta o no. Mientras sea de noche, Batman siempre estará allí, para ella. No hay vacaciones, o recesos, no hay feriados ni licencias. Siempre está allí.
Francamente, la mansión tanto como la ciudad entera, son igual de inquietantes. Gotham por supuesto q está decorada para navidad, cada año el alcalde de turno oficia la ceremonia del árbol, donde lo encienden y lo admiran. Pero se ve todo viejo, y desgastado. Como si de repente pusiéramos roscas navideñas en vez de coranas de flores, en las puertas de las necrópolis.
El buen espíritu no llega hasta allí, solo la fría comercialización del materialismo.
Y Bruce está bien con ello. Porque al igual q la ciudad y a cada uno de sus habitantes, las fiestas actuales le vienen igual.
Pero quizá todo el trabajo y toda la nieve. Solo cubran la soledad.
La soledad q la ciudad y Bruce sienten.
Porque todas esas personas q dentro de su ciudad ya no creen en navidad. Es por q se cansaron de esperarla. Se cansaron de pedir algo q no llego. Ausencia q es reforzada, por la mala sociedad, el frio, la corrupción, el desgaste, la ingratitud. La esencia misma de lo q es Gotham, quebranta tu esperanza.
Porque nada en esa vida es normal. Porque no hay navidad, o día del amor, no hay fiesta q llegue, q alcance hasta los podridos cimientos de Gotham, y mientras la ciudad sigue respirando ese denso toxico, q la hace extraña y des dejada, anormal. Matándola.
Bruce se siente viejo y apático. En su larga vida, nada le sorprendería, nada le importaría ya.
A estas alturas, ya no pide nada en navidad. Aun así sabe q Alfred le obligara a abrir regalos el 25 por la maña. Lo aran solo por costumbres mundanas más q por convicción, ha sido así desde hace años. Pero si solo Bruce, pensara en algo q quiere. Pecaría de ingrato.
Porque igual q todas esa personas de la calle. No importa lo q él sea o haga. Sigue siendo humano. Y en esa condición, es voluble a muchas cosas.
Una de ella, es el verde. El de esos ojos.
O las puntas, onduladas y bravas de su cabello negro.
Es especialmente permisivo y flexible, para con esa delicia piel de nieve.
Porque, ese él, se parece a esta helada temporada. Y ahora este inverno es incisivo, en esa desolación q siente. Sin él.
Ya van 2 años desde q no lo ve. Puede creer, seguir sin problemas el resto del año. Pero como es humano, en estas épocas le extraña más. Lo inquebrantable q es, titubea, se ve tentado a rendirse, a romperse.
Extraña su traviesa sonrisa o su desafiante postura. Porque cometió el peor error. Ese q nunca espero. Porque siempre supo q podía hacer cualquier sacrificio, aun lo hace. Aun así, eso no evito la desgracia.
¿En q momento se volvieron Rome y Julieta?
En q momento se enamoró de un enemigo tan brillante.
Porque ese es su error; no tiene idea de cómo en minutos, Loki deshizo todas las protecciones, y simplemente se llevó su corazón, con tan solo miradas de sus ojos verdes.
Esa navidad, solo piensa en él.
Y esta tan solo y tan desahuciado, como siempre lo estuvo. Pero por esta época es peor.
Porque puede perderse en sus pensamientos y en las calles, pero no puede huir. No lo suficientemente rápido, ni lo suficientemente lejos.
No esta tan convencido de q todo este bien. Pero está seguro de lo q quiere.
Lo quiere a él.
Ese es su pecado. Porque quien no cae a la sartén, se va directo al fuego.
Quiere a Loki. Quiere q con ese brillo verduzco y divino. Coloree la casa. Lo quiere de anfitrión a su lado, lo quiere simplemente a su lado, para desterrar así, con su compañía, la soledad tan profunda q siente desde hace tiempo, y solo entonces sentirse capaz de por fin, ya no recuperar su familia, sino crear una nueva.
Porque el verde pícaro, hace relucir todos los pinos, y los destellos de su magia iluminarían por milenios a la tierra.
Si tan solo. Estuvieran juntos.
Y en cada patrulla, culposamente puede pensar eso.
Es como estar en casa, frente a la esposa, pensando solo en la amante.
Quizás lo único ventajoso de su tormento, es q se come las horas como si fueran segundos. Bruce no sabe en q momento de repente empezó a salir el sol. Solo sabe q debe correr, todo lo q le dé el cuerpo, antes de q esos brillantes dorados, toquen siquiera las puntas de la capa. Batman nunca aparece de día.
Y ya en el resguardo de su cueva, mientras prenda tras prenda negra, descubren su translucida piel.
Bruce sigue perdido, si pensando.
Hasta q sus agudísimos sentidos. Lo escuchan. Ese ligero ruido en la mansión.
Bruce sabe de sobra, q es un feriado para Alfred, asique este descansará plácidamente toda la noche. No puede ser él.
Asique como felino salvaje y sigiloso avanza por la oscuridad de su casa. Hasta donde proviene el eco de ese sonido.
Su alcoba. La más grande, la más apartada.
Tras una puerta, tras otra. Debela el lujo de su propio lecho, y cuando está listo para atacar, sus sentidos no responden. Todo el no funciona. Porque lo q tiene en su cama, lo q está en su casa, ese “intruso”, no lo es para nada.
Es Loki, en toda su gloria, en todo su esplendor.
Pálido, despeinado, desnudo sobre sus sabanas, esperándole.
Y como es realmente, Bruce solo es un hombre, uno más, q no puede evitar amar, o morir, ese q tiene necesidades propias de un macho sano.
Bruce siente su polla llenarse con solo ver los ojos verdes de Loki, frente suyo. Con esa falsa inocencia q solo torea.
Aprieta los dientes y tensa la mandíbula cuando, siente q puede correrse solo con rosarse apenas un poco.
Y ataca y ruge, y muge, cuando pone a prueba su resistencia y devora a Loki.
No hay palabras, el dios de las mentiras calla, cuando es honesto.
Tan rápido como aparece Loki, así de rápido se va.
Bruce siente el movimiento tras sus espaldas, aun así no se voltea, no quiere detener a Loki. Quiere q él se quede porque quiere, no lo obligara a estar.
Y ya, después de un rato cuando siente la habitación vacía y la cama fría.
Se da la vuelta. y sobre la gris sabana, hay una nota. En una pulcra tarjeta blanca, en una cursiva hermosa, con tinta verde se lee “feliz navidad”.
Y aun q no es el mejor escenario.
Bruce. Piensa q aun q Loki no sepa, como exactamente se celebran estas fiestas; algún día, él miso le enseñara.
Entonces solo una cosa se le antoja.
Pero no lo dice.
Bien entrada la maña, se levanta, hay intercambio de regalos; y mientras Bruce se toma un café cargado y lee el periódico.
Entonces lo siente.
Aroma a hielo y gardenias, el frio. El olor a hierva.
Es Loki. Otra vez.
Y antes si quiera de q lo piense.
Vuelve a sentirlo contra los labios.
Es un beso.
Un beso normal, uno q sabe a cotidiano. Como si Bruce y Loki se besaran cada mañana a modo de “buenos días”. Y Bruce solo se puede quedar estático.
Porque es lo q quería.
Porque ese cálido toque de costumbre. Le da aquella fuerza q su inquebrantable necesita. La presencia de Loki en él, tiene el poder de compactarlo. Evitar q se despelote en un millón de personalidades q es. Solo q todas se unen cuando se trata de ese dios.
Cuando todas, de él, están enamoradas de la misma persona.
Bruce sierra los ojos y sabe q Loki desaparecerá.
Pero está bien, Bruce esta repuesto y lo esperara. Otro día, otro año, q más.
Cuando los vuelve a abrir. Esta solo otra vez. Todo ha sido un sueño.
Uno hecho por el dios Loki.
Bruce bufa antes de hacer crujir su periódico, medio satisfecho, medio feliz.
Solo espera con ansias, el siguiente beso normal. Su propio final, ese grande. Que le espera, de la mano de un dios pagano. De un enemigo redimido.
Solo espera el momento, donde todo sea vivir o morir.
Porque solo en lo extremo, es cuando el humano es honesto.
Y él siempre será así, y sus navidades siempre serán igual.
Algo opacas, algo apaticas, inquietantes, y muy distintas de lo q lo son para todo el mundo.
Después de todo, su vida no es suya, si no es complicada.
Y él es Batman, en cualquier realidad. Enamorado, de un sol caído y agonizante.
Porque solo pudieron ser ellos. Y nadie más. Porque están, recluidos a su esencia.
Esperando, solo, su gran final…

Fin.
Notas finales: Tras mucho esfuerzo, hemos sido capases de llegar hasta el fin. Agradecemos a todos cuantos nos siguieron, y nos tuvieron la paciencia necesaria, para llegar con nosotros, hasta esta meta conjunta. Este Fic, esta especialmente dedicado a Lili, Tanis, y Aurora. Además de las otras gentiles personas q nos dejaron su rw. Tales como Cristabelle, lau-5, Zia, Democles, Xio, Seimy, Valeri1958, Charlotte, Polaris, Anyi, etc. Y ya ni notas nos alcanza, para nombrar a todas, esas personas. Eh incluso, a nuestros lectores fantasma, y aquellos q nos hicieron sus favoritos. Gracias. De corazón, se los dice Mariposa23. Tengan todos ustedes, una feliz navidad y un prospero año nuevo.

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