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En un mundo injusto, encontre el amor por Girisha

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Notas del capitulo:

Mis criaturitas vengo con un capitulo que me ha dado dolores de un millon de formas, perdonen si el sadismo que se muestra no es el que se esperan pero soy nueva en esto de las torturas a los personajes que quiero

Como dije no es sadomasoquismo ni nada parecido, esto correspondería a la angustia de Stan que, si se fijan en los géneros, coloque en la historia

4to día

Sentí un frío terrible caerme encima

Mis movimientos violentos al despertarme por la sorpresa me recordaron el dolor de mi cuerpo por los golpes recibidos al día anterior

Adolorido y sorprendido en partes iguales, me gire enfadado a la persona que se le había ocurrido echarme un balde de agua fría para despertarme

-Buenos días princesa- sonrió un hombre de cuerpo musculoso pero de altura mediana, su sonrisa era burlona

Le miré mal ya que era lo único que podía hacer, el otro día habían decidido ponerme una venda en mi boca callando las maldiciones y groserías que gritaba a mis secuestradores

Me levanto y cargo como un costal, estaba amarrado de pies y manos como cuando llegue aquí

Me saco del que hasta el momento era el cuarto donde dormía y me llevo de nuevo por ese pasillo lúgubre con tantas puertas y sólo 2 había tenido el desafortunado placer de conocer, sus pasos se dirigieron a una diferente de estas así que el número iba en aumento

Me aventó al suelo y yo caí con un sonido sordo además de un dolor que con tal de que el no escuchara mi queja estuve dispuesto a soportar

Cerró la puerta y lo vi moverse a una esquina donde había una caja larga con quien sabe que cosas, sacó una soga de ella

Se agacho para quitarme la soga en mis pies reemplazándola con la otra mas larga, se levantó estirándola y moviéndome en el proceso

Con un asentimiento, satisfecho por el resultado talvez, caminó hasta el centro del cuarto conmigo a rastras y se quedo parado unos segundos mirando un gancho que se hallaba en el techo

Me miró a mi y luego al gancho, después fue por una escalera que no sabia que estaba ahí y después ya a la altura máxima comenzó a pasar la soga por él, levantándome de a poco hasta que quede de cabeza a uno o dos metros del suelo, asintiendo de nuevo amarró la soga en las escaleras para bajar por ellas y se alejó para después volver empujando un balde largo lleno de agua que me hizo recordar a esos donde le ponen la comida a los marranos y lo dejó justo debajo de mi cabeza

Después me quito la venda de mi boca

-Me imagino que ya sabes lo que planeo hacer ¿no?- no le conteste y el sonrió -ya veremos cuanto te dura el silencio- desamarro el pedazo de soga y se alejó, ya estando a una distancia considerable soltó sin reparo la soga

Pasé de estar de cabeza a caer con una velocidad sorprendente salpicando por la altura

Mi vista se nubló por unos segundos, mi nariz en un intento de respirar involuntario aspiro agua y, de nuevo, en un movimiento involuntario abrí mi boca intentando agarrar aire pero solo logre tragar agua, me removí desesperado por un oxigeno que sabia no conseguiría en ese medio pero que de todas formas necesitaba, quise patalear pero mis piernas estaban de cabeza y amarradas por lo que no servía de nada, con mis manos era lo mismo, intente apoyarme de ellas para sacar mi cabeza pero mi intento de soltarme sólo termino lastimando mis muñecas

No se cuanto tiempo estuve debajo del agua pero para cuando comenzaba a perder fuerzas por luchar para liberarme sentí un estirón en mis piernas que me sacó del agua tan rápido como me metió

Tosí escupiendo el agua que accidentalmente trague, respire hondo para recuperarme y de repente sentí el bajón por el que termine otra vez debajo del agua

El proceso se repitió un par de veces más, yo caía y me ahogaba y después me sacaban y me recuperaba

-Entiendo si sigues sin hablar- se burló

Como una persona con una posición bastante desalentadora lo más cuerda seria cerrar la boca pero creo que ya he demostrado muchas veces que no uso mucho la cabeza

-Idiota- la sonrisa del hombre se borró y soltó de nuevo la soga dejándome caer sin previo aviso

De nuevo me retorcí en un intento desesperado por oxigeno

-Creo que me gusta más que estés en silencio-

Aunque no podía escuchar su voz y con la situación a su favor sentí la malicia en sus palabras y eso en mi situación no significaba nada bueno

Me removí con más desesperación que antes empeorando el daño en mis muñecas junto a el calambre en mis piernas y eso no era todo

El tiempo era mayor a las veces anteriores que permanecí debajo del agua y como todo ser humano necesitaba urgentemente de oxigeno

Mis sacudidas violentas perdieron fuerza a medida que pasaba mas tiempo debajo del agua, mis pies se quedaron inmóviles y aunque aún retorcía mis manos en busca de liberarme me rendí en el momento que el dolor se volvió insoportable

Mi cuerpo dejo de removerse y mi vista poco clara se volvió tan borrosa que apenas pude darme cuenta del momento en que el medio azulino acuoso paso a ser gris lúgubre

-Ja, por lo que veo no eres muy bueno bajo el agua- le miré mal y él con una sonrisa maliciosa soltó la soga nuevamente

7mo día

Esta vez dos hombres me cargaban hacia una puerta, que de nuevo, no había tenido el placer de conocer hasta ese momento

Uno me tomaba de la parte superior de mi cuerpo mientras que el otro lo hacía de la parte inferior, llevarme era una tarea relativamente sencilla sólo que yo no se los dejaba nada fácil al moverme como lombriz

Al llegar uno de ellos, el que me sostenía de los pies, me soltó y se acerco a una mesa que se encontraba en el centro de la habitación

El otro, con el que me habían dejado, se posiciono a un costado de la mesa y me dejo caer boca arriba con un golpe seco

El dolor en mi espalda me obligo a arquearme pero el verme liberado era más importante para atacar en ese momento a mi agresor

Pero me vi detenido por el otro sujeto al tomar mi mano antes de realizar cualquier acción y amarrarla a una esquina de la mesa

Al ver sus intenciones me opuse con el resto de mi cuerpo y aunque resulto difícil ya que el segundo sujeto mantenía mis piernas pegadas a la mesa, me las arregle para que tardara en capturar mi segunda mano y se encargara de ella tal y como lo hizo con la otra

Después de que el primer sujeto se trasladara con el segundo a mis pies no tardaron nada en amarrar un pie cada uno

Así fue como quede sujeto de pies y manos, en una mesa, boca arriba

-¿Qué? ¿ahora tienen algún tipo de fetiche con las mesas?- para mí no tenía ningún sentido el encontrarme de esta manera

Ambos tipos se vieron y mientras que uno se encogía de hombros alejándose del alcance de mi vista el otro se digno a contestarme

-Te equivocas, no podemos tocarte hasta que tu castigo este completo y aún no ha acabado-

-¿Y esto es parte de mi castigo? porque no le hallo sentido- abrí mis manos como para enfatizar mi punto pero lo más seguro es que ni siquiera le haya prestado atención a esa acción

-Tranquilo- el otro sujeto se acerco entregándole un paño que enredo muy fácilmente -pronto lo entenderás- se acercó a mi poniendo ese pañuelo en mi boca amarrándolo detrás de mi cabeza

Al escuchar sus palabras lo único que hice fue mirar a ambos notando como su amigo tenía unos tubos largos de colores en un brazo y en el otro un encendedor

Le ofreció uno de los tubos al sujeto con el que hable y después acerco el encendedor al final de tubo

Al ver como la llama, brillando de un tono entre rojo y naranja en todo su esplendor, pasaba fácilmente del encendedor al principio/final del tubo comprendí que no era un tubo como había creído sino una vela

El sujeto que sostenía el encendedor hizo el mismo procedimiento pero esta vez con el tubo que él tenía

Una vez hechos sus preparativos se acercaron a mi quitándome la ya de por sí desgastada camisa haciéndola jirones

-Bien esto es lo que sucederá- habló el mismo tipo de antes -nosotros preguntamos y tú respondes- se señalo a él y luego a su compañero -si juzgamos que tu respuesta no es la correcta o que nos estas mintiendo- acerco la vela a mi rostro permitiéndome apreciar mi reflejo en ese pequeño pero peligroso fuego -no dudaremos en quemarte con la cera o en el peor de los casos con el fuego mismo de estas velas ¿quedo claro?- con sentir la vela a unos centímetros de mi rostro fue suficiente para saber lo mal que la pasaría si llegaran a quemarme

-¡Mhn!- sentí a un costado de mi abdomen, más específicamente en el flanco izquierdo un ardor que a medida que se reducía se concentraba en un solo punto

Al bajar la mirada me encontré con una gota de cera en el lugar que ya había mencionado y justo sobre ella la vela sostenida por la mano del otro tipo callado

Le miré con rabia

“No hablaras pero si que actúas eh”

-Por si no te has dado cuenta esa era una pregunta- el otro hombre retomó la palabra y me hizo voltear hacia él -ya que tardaste en contestar mi compañero no tuvo de otra más que pasar a la acción- mis ojos viraron de un sujeto al otro en cuestión de segundos -te lo volveré a preguntar ¿entendiste los términos de tu castigo?-

Al ver la mano del otro hombre volteando de a poco la vela no tuve de otra que asentir forzadamente, la mano del hombre paro

-Siguiente pregunta- no había tiempo de relajarse, tenía que estar atento -supimos que el jefe te trajo cuando saliste de tu trabajo mi pregunta es ¿en donde trabajabas? ¿un café maid?- negué, era parecido en cierta medida pero aunque me travestía eso no era un café -¿en un simple restaurante?- negué y luego asentí, era un restaurante si pero no podía considerarse como algo simple -oh ¿era especial?- asentí muy forzadamente -¿en que forma? ¿acaso era en realidad un prostíbulo con fachada de restaurante?- negué -mmm ¿te agradaba trabajar ahí?- negué -¿trabajabas en un restaurante que ni si quiera te gustaba?- asentí -que raro eres- le mire mal, había personas que necesitaban del salario a pesar de que no les gustaba el lugar donde trabajaban, aunque claro, ese no era mi caso

Un ardor que comenzó desde el flanco derecho de mi abdomen al resto de mi cuerpo me hizo retorcerme estirando de más mi pierna provocando un dolor innecesario

Al voltear a ver al causante de mi nuevo dolor me encontré con la sonrisa burlona del tipo que me había estado interrogando

-Por si no lo sabías, esa también era una pregunta- su expresión me decía mas que sus palabras -eres raro ¿no crees?- de inmediato negué

“Rara tu abuela”

Otro ardor me recorrió desde el mesogastrio o mejor dicho el centro de mi abdomen, a pesar de que el dolor comenzaba desde el estómago era más que un malestar estomacal y más porque era un dolor externo, es decir superficial pero que aún así dolía porque era hecho con esa intención

De nuevo me encontré con ese maldito sujeto

-Respuesta equivocada-

-¡Ghg! ¡mhn!- el estúpido trapo no me dejaba insultarlo como se debía

Dos ardores, uno viniendo desde el epigastrio y el otro desde el hipocondrio derecho, lo malo no fue que ambos sujetos dejaran caer la cera sino que lo hicieron uno después del otro convirtiéndose en un dolor continuo y para mi pesar más perdurable que el ataque anterior

-Ahora bien, trabajabas en un restaurante- asentí -pero no te gustaba- negué -correcto, entonces ¿no crees que deberías trabajar para nosotros?- le miré con cara de “ahora que esta diciendo este imbécil” -espera- le hizo una señal al otro sujeto para que se detuviera en dejarme una nueva gota de cera en cuerpecito -veras, según la información que nos has dado trabajabas en un restaurante que ni siquiera te agradaba, si no era por la paga- busco mi mirada y yo negué confirmando sus palabras -entonces era por los clientes- asentí, recordar al hombre que me tiro su orden encima servía como buen incentivo -bien, si es eso, nosotros podemos arreglarlo- le miré “¿a que se refería?” -escucha esto no es sólo un castigo es parte de tu entrenamiento- rodé los ojos, ya me veía venir algo como eso -no te ves muy sorprendido y la verdad no tendrías porqué, hay clientes que les gusta este tipo de cosas- asentí dándole la razón, había muchos locos en este mundo que gustaban de cosas que yo no -pero si aceptas mi propuesta podría hablar con el jefe para evitar que te toquen ciertos clientes con este tipo de gustos ¿no te interesa?- negué

Y así como estaba su sonrisa cayó y junto a ella todo gesto amable que pudo haber fingido quedo en segundo plano en cuanto se lanzó contra mí

-¿Qué has dicho?- me tomó de la barbilla con fuerza, demasiada para tratarse de un beta pero tal vez sólo estaba exagerando, negué de nuevo confirmándole que no me interesaba ninguna propuesta suya ni de nadie -¿es que acaso no entiendes en que posición estas? ¡eres un Omega!- me miró con enojo y yo sólo me encogí de hombros como para decirle ‘¿y qué?’ eso por supuesto sólo aumento su molestia -eres un imbécil, cualquiera sabe que los Omegas sólo sirven para coger, estando aquí sólo estarías haciendo lo que te corresponde, para lo que naciste, por lo que fuiste creado ¿no lo entiendes?- sus palabras me sonaban a un fanático más que un adulto racional pero por su mirada era obvio que esta era su creencia, aún así negué, negué tantas veces como pude, negué porque mi destino no era ser un esclavo sexual, negué porque servía para más que sólo satisfacer deseos carnales, negué porque no sería el juguete de nadie, negué, negué y negué porque sí, era un Omega pero no era el sumiso de nadie y no lo sería de este horrible sujeto ni de su estúpido jefe

Escuché un suspiro rendido de parte del sujeto silencioso, al voltear a verle nuestras miradas se encontraron y aunque sólo fue un momento lo que duraron conectadas pude percibir un deje de lástima en ella

-Lamento decirte esto- el sujeto amigable de antes estaba serio como una roca y acercó la vela en sus manos al centro de mi estómago -esa respuesta es incorrecta- y no perdió tiempo en voltearla haciendo un caminito desde el centro de mi abdomen hacía el flanco derecho subiendo por el hipocondrio derecho pasándose al epigastrio bajando por él y volver a lo que un doctor llamaría como mesogastrio

Más que una gota de cera, en la que él dolor sólo duraba en el momento que caía, este era un dolor seguido y constante ya que después de caer una caía otra gota y así sucesivamente sin darme tiempo de tomar un respiro entre gota y gota, más bien era cómo soltar un alarido más fuerte que el anterior hablando retóricamente, ya que la tela aún estaba en mi boca

El otro sujeto después de recibir la señal de su compañero comenzó a hacer lo mismo pero en el otro lado, empezando en el mesogastrio pasando al flanco izquierdo subiendo por el hipocondrio izquierdo pasando al epigastrio y bajando por este llegando de nuevo al mesogastrio

Si antes no era soportable cuando lo hacía uno, irremediablemente se volvería insoportable cuando lo hicieran ambos y por supuesto eso sólo aumento mi desesperación por evitar la cera que caía sin pausa sobre mi abdomen plano y desnudo, sin ninguna ropa que sirviera de protección de por medio

Lo mejor que podía hacer era cerrar los ojos y apretar los dientes, con la venda como mordaza, cerrar mis manos haciéndolas puño y esperar porque este ardor infernal terminara pronto

Y así como si mis palabras hubiesen sido escuchadas, ambos se detuvieron

-Tienes una oportunidad para retractarte- se oía sincero; me ofrecía la mano que tanto necesitaba pero que aún así no podía aceptar, mirándolo a los ojos negué

No me retractaría ni por mil litros de cera caliente que derramara sobre mí

-Es una verdadera lástima- el sujeto silencioso soplo la llama de su vela apagándola al instante

Por estar de distraído no vi las negras intenciones del verdadero peligro en esta habitación, para cuando me di cuenta ya era presa de un terrible dolor en la parte baja de mi abdomen

Me encontré con la cara sonriente del hombre, siguiendo el largo de su brazo ligeramente doblado me encontré que al final de este, mas específicamente en su mano, la vela que llevaba se encontraba con el extremo donde antes había una llama entrando en contacto con lo que sería mi piel, la forma en que estaba la vela daba la impresión de que había sido enterrada con saña en el hipogastrio de mi abdomen, la pequeña y fina tira negra de humo saliendo de donde hacía contacto la vela con mi piel confirmaban lo que tanto me temía, ese hombre me había quemado

Quemado, “me quemó” pensé y solo hasta que las palabras cobraron sentido en mi mente pude darme cuneta de la gravedad de estas palabras que empeoró al mirar el lugar donde la vela aún se encontraba

Hice lo que para cualquier persona sería lo mas razonable, grité

Pero mi grito se vio irremediablemente enmudecido por ese trapo que aun tenía mi boca y a pesar de saber esto no me detuve, es mas, me agité, moviendo mis piernas en un intento desesperado por alejarme de la cosa que lesionaba mi piel con cada segundo que pasaba cerca a ella, también moví mis brazos de arriba abajo y mis manos de un lado a el otro con el propósito de soltarme consiguiendo por el contrario empeorar el estado de mis ya lastimadas muñecas y mi cabeza se agitaba de un momento a otro en cierta forma silenciosa, mis ojos cerrados con tanta fuerza que llegaron a dolerme y al abrirlos por el insoportable dolor lagrimas cayeron por ellos formando unas finas líneas cayendo desde las esquinas de mis ojos hacia los costados de mi cabeza en la mesa, lo mismo paso en mi boca con una línea de saliva saliendo de ella, de seguro por no cerrar la boca

Su mano con la vela duro enterrada en mi vientre hasta que vio signos de que me desmayaría incluso después de eso no estuve seguro de si la retiro

10mo día

Comenzaba a pensar que se les estaban acabando las ideas

Ahora me encontraba atrapado en un objeto de madera que sería digno de apreciar por la Santa Inquisición

Mis manos y cabeza se encontraban atrapadas en los tres agujeros que le caracterizaban además de estar apoyadas sobre dos tablas de madera que salían del piso, así es como quede prácticamente ofreciendo mi trasero

Una simple humillación como esta no era nada comparada a los otros castigos que había tenido, lo más seguro es que harían otras cosas como no sé arrancarme las uñas o ponerme cosas horribles en la boca, eso creía

Un movimiento brusco de mi cuerpo empezando desde mi retaguardia me hizo ver lo equivocado que estaba

-He escuchado que no haces caso con los métodos convencionales- habló un sujeto que se posicionó frente mío -así que pensé que lo mejor para tratar contigo serían los métodos tradicionales- movió su mano y puso frente a mi una tabla alargada de madera -¿has escuchado sobre los castigos que antes ejercían los maestros a sus alumnos? les pegaban con una tabla de madera y los niños sólo se quedaban ahí parados- retiró la tabla de mi cara y luego se la puso en el hombro -pero como sé que no te quedaras quieto recurrí a unos de los antiguos métodos de tortura “El violón” ¿Qué te parece?- poso su mano sobre esta cosa y luego volteo a mirarme muy alegre

-Me parece que te has equivocado en su descripción, no era un método de tortura servía como humillación pública para aquel que lo portara- tener un amigo al que le gustaba hablar sobre sus conocimientos debía tener sus ventajas, gracias Kyle

-¿Oh? ¿de verdad? bueno, me imagino que a ti no te habrán enseñado la regla básica que le enseñan a todos los niños- como ya se había alejado de mi rango de visión no pude ver el momento en el que decidió acertar otro golpe en mi parte trasera

-No contradecir a tus mayores- esa era una regla ridícula, primero porque los niños son curiosos por naturaleza y siempre intentaran buscar respuestas aunque eso signifique hacerles ver el error a sus padres al considerar que no tienen la razón y segundo porque este hombre tenía unos veintitantos años mientras que yo sólo tenía 24, no era menor que él ¿Cuántos años cree que tengo?

-Ahhh había escuchado de mis compañeros que eras un dolor de cabeza pero que se le va a hacer- sacó un momento la cabeza para sonreírme -soy el único capaz de disciplinarte-

Y así fue como empezó con su ronda injustificada de golpes, uno tras otro, tras otro, con lo único capaz de hacer de mi parte, apretar los dientes y aguantar

Por supuesto los golpes eran suaves con mi pantalón puesto pero la sensación de malestar seguía ahí

-Mmm parece que esto no esta funcionando- dijo el sujeto luego de unos minutos de golpearme -lo mejor será cambiar mi herramienta de trabajo- escuché sus pasos alejándose y para cuando me di cuenta estaba de nuevo frente a mí -saluda a mi nuevo objeto de castigo- mis ojos le miraron asombrados, reemplazo la tabla de madera aplanada por un garrote con clavos incrustados en él, lo alejo de mi rostro -ahora si, esto sin duda te hará gritar- se alejó y después sentí su mano sobre mi pantalón

-¡Hey ¿Qué te sucede?!- le grité removiéndome incómodo por el inesperado toque

-No será divertido si llevas ropa, te servirá para amortiguar el golpe y no queremos eso ¿cierto?-

‘Exactamente quien quiere qué idiota’

Y en menos de lo que para mi se pudo haber considerado como un segundo me vi con un dolor insoportable en uno de mis glúteos, sintiendo como un montón de piquitos pequeños se enterraban en mi piel y que al momento de despegarse dejarían una marca en la zona donde había sido golpeado

Como a alguien a quien le habían inmovilizado las manos no podía hacer nada para detener tan horribles golpes pero esta vez no tenía un pañuelo en la boca y podía gritar o maldecir

En contra de eso, mordí mi labio inferior acallando los improperios que amenazaban por salir de mi boca, no le daría el gusto ni el placer de saber lo mucho que esto me dolía

Así que por mucho que la sangre brotara sin parar de mi labio roto no gritaría ni un sola vez

El no obtendría lo que quería, como yo tampoco

-Ah por cierto- con los ojos nublados por las lágrimas vi un objeto borroso frente a mi rostro -este juego aún no termina-

Llegué a mi cuarto cansado y derrotado, aún sentía la sensación desagradable de la sangre seca en mi espalda

En cuanto me tiraron al suelo y cerraron la puerta, pude escuchar un sonido distinto al que hacía normalmente al tocar el suelo, extrañado moví mi mano hacía mi pantalón pero luego de darme cuenta que no lo habían subido moví la mitad superior de mi cuerpo hacía su altura, tanteando entre la desgastada tela de mi bolsillo encontré un pequeño rectángulo con un botón rojo en el centro, lo volteé al otro lado notando la lucecita del tamaño de un punto

Por supuesto, ya lo había visto antes

11avo día

Esto era malo, mi cansancio físico y mental estaban al límite

El día anterior no habían tenido reparo alguno en darme de latigazos después del castigo de, según ellos, niños y habían pasado a lo que realmente era para adultos

Como resultado de eso quede con un dolor en todo el cuerpo y un cansancio que me imposibilitaba levantarme

Al ver mi estado deplorable, los hombre que me habían traído aquí no se tomaron la molestia de amarrarme las manos y pies

Y ahora después de quedar en completa oscuridad, me hallaba en una posición para nada cómoda, teniendo un brazo sobre el otro y apoyándome sobre uno de mis hombros, mis piernas tenían por la mitad mi pantalón sin quitarlo pero sin estar por completo puesto, gracias a la lastima que uno de ellos sentía por mí, una manta era la segunda y última prenda que cubría mi cuerpo Inmóvil pero despierto era testigo de como cada respiración dolía como no tenía idea, era justo por el daño que quería evitarle a mi cuerpo por lo que no quise enlistarme a soldado, eso y porque un Omega no lo tenía permitido

Deshidratado, con hambre y con pocas fuerza considere mis posibilidades:

1.Aguntar y rendirme

2. Aguantar y morir

Sonara ridículo pero prefería la segunda, de todas formas con lo mal que me tenían no faltaba mucho para que llegara el momento del colapso

Ah sí había una tercera opción pero con cada día que pasaba esa posibilidad se hacía más lejana

3.Rescate

A pesar de mi actitud rebelde evitando pedir ayuda, era consciente de que en lo profundo de mi mente quería salir de este lugar y el dolor en mi cuerpo me incentivaba

Me voltee boca abajo y mordí mi labio abriendo la herida que ya había sanado, pero el dolor al realizar un simple movimiento era mayor, el sentimiento que intentaba desesperadamente alejar se hallaba presente en cada uno de mis dolores y quejidos, cada herida abierta y la presencia de cada hematoma sólo aumentaba ese sentimiento

Odio

Los odiaba con todo mi ser, no podía soportar que ellos disfrutaran con mi martirio y se burlaran en mi cara pero no podía hacer nada, era impotente y eso me desagradaba

La puerta se abrió, se oyeron varios pasos y me vi rodeado de 4 sombras a mi alrededor

-Buenos días bello durmiente- ese maldito

Me voltearon y estrellaron en el suelo tan rápido que ni tiempo tuve de reaccionar

-Ya veo, así que estabas despierto- 4 hombres y su jefe, un número digno de considerar

-¿No planeas hablar?- mi mirada se paseó por cada uno de los hombre que estaban a mis lados, a ninguno lo había visto -vaya, te dejamos hasta mudo por los golpes ¿eh?- mi mirada regresó a él -bien, ya que no planeas hablar, esto será más fácil- chasqueo sus dedos y los 4 hombres se agacharon para tomarme cada uno por mis extremidades

Los hombres que me sostenían de los pies quitaron mi desgastado pantalón, también me quitaron la manta y me dejaron descubierto

Ahora estaba desnudo frente a estos hombres y a pesar de encontrarme magullado pude ver la lujuria en las pupilas de estos degenerados

El hombre al que obedecían se agachó y se acercó a mí, posicionándose entre mis piernas y luego de mirar con atención mi entrepierna me miró directo a los ojos y sonrió

-He esperado tanto por esto- cerré los ojos esperando lo peor

Después de eso todo fue borroso

Escuche puertas abrirse estruendosamente, pasos acercándose corriendo y golpes a metales u otras cosas que no pude distinguir

Después sentí como alguien me cargaba y quise moverme en un intento desesperado por soltarme

-Tranquilo- esa voz, abrí mis ojos encontrándome con una mirada gris, que tal vez sea por la oscuridad u otra cosa, ya no se veían opacos como nuestro primer encuentro -ya estamos aquí- este imbécil era al único que podía soportar, eso seguro -puedes descansar ahora- sonreí como no lo había hecho en estos días y me entregué a los brazos de Morfeo

Notas finales:

Disfruten :D


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