¡¿Quién se creía?!
Eran más de las 3 de la mañana y ese sujeto no aparecía
Miré mi celular una vez más, tampoco había ninguna llamada de su parte
Era ilógico pensar así cuando no habíamos intercambiado números pero si ese imbécil estaba al tanto de que la comunicación entre nosotros era nula, no entendía porque no estaba en nuestro hogar provisional a estas horas de la madrugada
Me levante de la silla que había colocado frente a la puerta para atraparlo cuando llegara y fui a acostarme
No fueron más de 10 segundos los que dure acostado en la cama antes de comenzar a dar vueltas en ella
Rendido, me levanté dando vueltas frente a la puerta y asomándome un sinfín de veces por la ventana
-¿Por qué no llegas?-
¿Qué si estaba preocupado? Por supuesto que no, quería estar seguro de que ese imbécil no me haya traído aquí sólo para abandonarme
Vi unas luces de coche estacionarse frente al complejo de apartamentos y sin demorarme corrí a su encuentro dispuesto a enfrentarlo
-¡¿Qué horas son estas para que llegues?!- grité apenas abrí la puerta
-¡Ah! ¡l-lo s-siento!-
-¿Pero que mierda?- me di cuenta que esa vocecita nerviosa no era de Craig
Provenía de un chico de cabello rubio, piel blanca y ojos como los míos
-¿Stan?- mierda
…
El rubio me entregó una taza de café en las manos y luego se sentó frente a mi
-Me alegra verte de nuevo Stan-
-A mi igual Butters- me mordí la lengua -perdón, Leopold- me corregí de inmediato
-E-esta bien, hay personas que me siguen llamando así, n-no te preocupes- el muchacho se frotaba los nudillos igual que cuando éramos niños
-Veo que algunas cosas nunca cambian- me miro extrañado a lo que señale su tic nervioso
-Sí, son algo difíciles de quitar- me dijo apenado
-No veo porque lo harías, ese tic es parte de ti desde que eras niño- él se me quedo mirando -¿Qué pasa? ¿tengo algo en la cara?- comencé a tocarme pero no sentía nada -¿es una mancha o algo?- pude haberme ensuciado de todo el día que me pase limpiando el apartamento
-N-no, no es eso- él reaccionó bastante nervioso deteniendo mis movimientos -intentaba recordar que fue lo que hice para que te portaras tan bien conmigo-
-Oh- comprendí -te trate como la mierda cuando éramos niños ¿no es cierto?- sonreí sin ganas al recordar esa época
-Bueno…-
-Esta bien- le interrumpí -se lo inmaduro que era en ese entonces y de verdad lo siento Butters- él me miro extrañado -¿Por qué me miras así?-
-No creí que tú te disculparías- me hablo sin creerse lo que le dije -de ustedes 4, Cartman y tú eran los últimos que pensé se disculparían conmigo-
-¿Nosotros 4?- pregunté no muy seguro de querer saber
-Sí, Cartman, Kenny, Kyle y tú-
-Ah, nosotros-
-¿Cómo les ha ido?- preguntó sonriente tomando un sorbo de su taza
-Yo…- vaya, que pregunta tan difícil -…no lo sé-
-¿No lo sabes?-
-No me he contactado con ellos desde que…- respiré hondo -…me fui- pronunciar esas palabras me hizo ser mas consciente de mi realidad
Luego de años de haber desaparecido sin dejar rastro siendo mis padres las únicas personas con las que me mantuve en contacto, volvía al lugar donde comenzaron todos mis problemas esperando con el corazón en la mano y el grito en la boca poder explicarle a mis amigos mis acciones del pasado
Pero ¿Cómo esperaba hablar con ellos sobre esto, cuando ni siquiera podía contárselo a un conocido como lo era Butters?
-¿Oye estas bien?- me pregunto Butters preocupado
-Sí, sólo necesito de- mi Alfa, no, eso era lo que pensaba mi Omega además ese estúpido no estaba presente -creo que es mejor que me vaya-
-Te acompaño-
-No- le detuve cuando lo vi levantarse -somos vecinos, no creo que me pase nada por llegar a la puerta de al lado-
-P-pero-
-Esta bien Butters puedo cuidarme solo- le sonreí -tienes una linda casa por cierto-
-No es mi casa, sólo la rento temporalmente mientras visito a mis padres-
-Ya veo ¿iras a la fiesta de Token?- él asintió y yo sonreí -entonces allá te veo-
…
-Butters eres todo un ángel- y es que la palabra le quedaba perfecta al ver el desayuno que dejo frente a mí
*Hace menos de una hora*
Después de ir a mi casa y no dormir toda la noche, darme cuenta que ya eran pasadas de las 9 de la mañana y que ese idiota no había llegado no tuve de otra que pensar en algo para distraerme y ese algo fue el desayuno
Para mi desgracia no había nada que pudiera comer, como apenas habíamos llegado ayer no teníamos nada en el refrigerador, además por andar ocupado pensando en cuando llegaría Craig, no me tome la molestia de cenar y por eso me di cuenta hasta esta mañana, por lo que decidí pedirle ayuda a mi querido vecino preguntándole donde estaba la tienda mas cercana a los apartamentos
Muchas cosas habían cambiado en South Park y no tenia idea de como estaba distribuido el pueblito
-Hay una tienda a media hora de aquí pero no puedes ir a menos que sea en auto-
-¿Por qué?- le pregunte impaciente y enfadado ante esa ridícula condición
-No hay nada en el trayecto que nos separe de los apartamentos a la tienda, por lo que resulta un camino muy peligroso para transitar sobre todo a estas horas de la mañana- que ya no me parecía muy ridícula luego de escuchar su explicación
-¡Ay no! ¿y ahora que hare?- el idiota se había llevado el auto y como consecuencia, no tenia ningún medio de transporte
-¿Pasa algo?-
-No quisiera agobiarte con mis problemas Butters- le dije apenado, los roles de la niñez se habían intercambiado
-E-esta bien Stan, puedes contármelos-
-Bueno, ya que insistes- bromee y el me sonrió -esa tienda era mi única salvación para no morir de hambre-
-¿Necesitabas comprar un almuerzo?- buena estrategia para no preguntar directamente si se cocinar
-No es eso, llegue ayer y como me la pase limpiando no tuve tiempo de ir a comprar la despensa-
-Oh ya veo- se quedo unos segundos pensando -¿y por qué no desayunas conmigo?-
-¿Estas seguro?- mi cara se ilumino, ahí estaba mi salvador
-Claro, prepare bastante comida para 2 personas-
-Butters, muchas gracias, no se como agradecértelo- en serio que no tenia idea
Él se hizo a un lado permitiéndome pasar y en eso creí escuchar que dijo algo
-¿Qué dijiste?-
-No dije nada- me miro sonriente
-Ah perdona-
Que extraño pude haber jurado que él dijo algo parecido a
No me odies
¿Pero por que lo odiaría?
*Ahora*
Y así fue como llegué a estar sentado frente a Butters, comiendo de su deliciosa comida
-No es para tanto Stan- me dijo risueño, los halagos de mi parte a su persona no podían faltar
-Claro que sí, nunca en mi vida había probado una comida tan deliciosa- él soltó una risa y vi como dirigió una nueva cucharada a su boca -¿estas casado?- pregunte
-¿Cómo?- el abrió y cerro los ojos como para asegurarse de que hubiese escuchado bien
-Lo digo por tu anillo- señale su mano izquierda -¿estas casado?- pregunte otra vez
Él miró su mano y luego pareció comprender algo que yo no
-Sí lo estoy- miró su mano con una sonrisa soñadora -me casé con Charlotte, mi novia canadiense ¿la recuerdas?-
-Vaya ¿enserio? y eso que muchos decían que no durarían mucho-
-¿Tú no pensabas de esa forma?-
-La verdad Butters apenas y recuerdo a la chica, no creo que su relación haya sido de mi interés tampoco-
-Gracias, supongo-
-Acabo de decirte que no me importaba nada que no fuera yo mismo, no creo que deba recibir un agradecimiento por algo como eso- le dije distraídamente -¿tienen hijos?- cambie el tema cuando vi que la conversación quedo en un punto muerto
-Sí, dos pequeños, una niña y un niño-
-Han de ser igual de bellos que la madre-
-Bueno en el físico se parecen a mi pero por suerte la actitud la sacaron de su mama-
-Debe ser lindo tener una familia-
-Ni te lo imaginas- nunca había visto esa sonrisa en su rostro, era una sonrisa de orgullo no producto de sus logros sino de los de sus hijos -¿y tú Stan?- le mire extrañado -¿tienes familia?-
-No- le respondí serio y sin ganas -no creo tener esa oportunidad-
-¿Por qué?-
-He hecho muchas cosas malas Butters, y a la gente mala solo le pasan cosas malas-
-¿Por qué dices eso? ¿Qué cosas has hecho?- no conteste -¿Stan?-
-Irme de aquí es una de ellas- miré el plato vacío y me levante -gracias Butters pero creo que ya es hora de que me vaya- irse así nada mas terminar se consideraría grosero pero yo ya no tenía hambre ni ganas de hablar
-Claro, adiós Stan- se despidió con la mano a lo que sólo sonreí como despedida
…
-¿Dónde estabas?- era mi imaginación o esos ojos grises casi me miraban con odio
-Eso es lo que yo debería preguntarte- me acerque a él deteniéndome a medio camino cubriendo mi boca y nariz -¿Qué es ese olor?- me aleje un poco y luego camine un poco más, el olor aumento a unos centímetros de Craig -¿pero que hiciste anoche?- un olor rancio era lo que captaba mi sentido del olfato, tuve que alejarme al sentir que devolvería el almuerzo que tan amablemente me preparo Butters
-Ya te lo había dicho, fui con un amigo-
-Ah, y te fuiste de parranda con él- no era una pregunta
-Tome unas copas en su casa-
-Pues unas se convirtieron en muchas, apestas- le dije asqueado
-No seas exagerado, no puedo oler porque no me emborrache-
-Eso dices tu porque eres el que trae el olor- le señale la puerta del baño -ve y date una ducha- él se me quedo mirando serio, muy serio, más que de costumbre
-Estas armando este alboroto para no decirme donde estabas ¿no es cierto?-
-¿Cuál alboroto?- le pregunté indignado -de verdad apestas, no puedo estar contigo en la misma habitación sin querer regresar la comida que llevo en el estómago-
-Deja de fingir- ese imbécil ¿estaba mal de la cabeza o qué? acabo de decirle que puedo devolver mi desayuno por su culpa y el sólo se pregunta donde estuve, era tan molesto
-¡Bien! ¿quieres saber donde estaba?- me acerqué al armario que tenía este pequeño apartamento comenzando a buscar -estaba con el vecino, me invito a desayunar ya que la única tienda cerca de aquí esta a media hora de camino y como no tenía auto porque alguien se lo había llevado no pude ir- le avente un cambio de ropa -ya te dije donde estaba, ahora ve a bañarte- le señale de nuevo la puerta del baño, enfadado
Él me miro con su ceño fruncido de siempre, casi creí que estaba por hacerme su característica seña del dedo medio pero lo único que hizo fue levantarse, tomar el cambio que le avente y caminar al baño cerrando la puerta de un portazo
Volví a respirar en cuanto estuve seguro de que se fue, el olor hediondo que cargaba literalmente me asfixiaba
Ahora sabía lo mismo que ayer, estaba con un amigo y la única diferencia de ayer a hoy es que supe que estuvo tomando algunas copas
Lo que quería saber es ¿Por qué ayer no me llevo con él? prefirió evadir cualquier pregunta que pudiera hacerle e irse prácticamente sin decir nada
Ese hombre se jactaba de haberme aceptado como pareja pero no podía hacer algo tan simple como llevarme con uno de sus amigos
Miré un poco más el apartamento, esperando en silencio a que saliera del baño
Después de media hora mas o menos, él salió cambiado y bañado, dejando tirada la ropa en el suelo y tomando las llaves del auto
-¿A dónde vas?- le seguí hasta la puerta de entrada
-Vamos a conseguir comida- me tomo del brazo sacándome junto con él del apartamento sin mi consentimiento -ya no tendrás necesidad de mendigar comida con el vecino- me zafé enfadado de su agarre
-No mendigue- le dije acomodando mis ropas ya que su agarre en mi fue brusco -y para empezar no lo hubiera hecho si alguien se hubiese preocupado por llenar el refrigerador vacío que tenemos en casa-
-Apenas llegamos ayer y además tú pudiste encargarte de eso-
-No pude, estaba ocupado limpiando y como a alguien se le hizo fácil irse nada más llegar, tuve que hacer doble trabajo por que también acomode los cambios de ropa que trajimos ¡tuyos- le pique el pecho con mi dedo índice -y míos!- me apunte
Él me miro mal y yo se la devolví, estábamos bastante concentrados en nuestro duelo de miradas que no nos dimos cuenta de cuando alguien se nos acerco
-Oigan chicos es muy temprano para que ustedes estén peleando- ambos volteamos a ver a la pelirroja -casi parecen una pareja de enamorados-
-No es lo que crees, no estábamos peleando- me aleje del lado de Craig
-¿Ah no? ¿y que hacían entonces?-
-Estábamos por ir a la tienda que esta cerca de aquí- Red le miró con sospecha
-¿Y saben donde esta?- preguntó
Ambos intercambiamos miradas y esa pareció ser la señal para que la pelirroja comprendiera que no teníamos ni puta idea
-Entonces yo los llevo- enseñó unas llaves y apunto al estacionamiento a una camioneta verde con la pintura un poco desgastada, no se veía vieja pero tampoco nueva, quizás algo usada -me queda de paso de todas formas- sonrío
…
El camino fue incómodo, no estaba seguro de si era porque ambos eran primos pero sus actitudes eran tan parecidas que me sentía como si estuviera entre dos Craig
-¿A dónde vas tú Red?- quise sacarle conversación
-Voy al pueblo por unas cosas que acaban de llegarme para decorar mi departamento- al menos ella sonreía -y para rentar un vestido para la fiesta de hoy- intercalo su mirada entre Craig y yo -¿ustedes irán?-
-Ya te dije ayer que sí- contestó Craig, respondiendo por los dos
-Respondiste por ti, no por Stan-
-Ahora te respondo por los dos- noté en Red una cara no muy agradable
Al notar las no muy gratas intenciones de iniciar una pelea en esos dos, voltee mi rostro a la ventana
Vi la carretera y conforme avanzábamos en el camino sólo veía más y más carretera, Butters tenía razón, no había absolutamente nada en el camino, ni señales ni nada, sólo nada
-¿Ya saben que se pondrán para la fiesta?- mi atención volvió a la conversación cuando escuche esa pregunta, estaba tan preocupado que no había pensado en ese pequeño detalle
-Sera una sorpresa- hablo Craig respondiendo, de nuevo, por los dos
-¡Ja! ¿tú diciendo eso? no te creo-
-Lo será- la interrumpí, ella me miró por unos segundos y luego volvió su vista a la carretera
-Esta bien, si eso dicen- respondió -pero conozco un buen lugar donde venden trajes, puede que tú también lo conozcas Stan- la miré confundido pero ella no se dio cuenta, seguía con su vista puesta en la carretera- después de todo es tu hermana quien la maneja-
¿Shelly? ¿ella estaba aquí? o ¿vivía aquí? ¿desde cuando?
-Todos nos sorprendimos cuando llego hace algunos años- me contó como si hubiera sido algo importante su regreso, para mí lo era, pero no entendía como podía serlo para ella -debiste haber visto nuestras caras, ninguno podía creer que ella era un Alfa- soltó una risa, no era una divertida era una seca y luego me miró con una sonrisa en los labios pero con seriedad en su mirada -¿tú lo sabías?- evadir su mirada fue lo primero que pensé en hacer pero la sostuve, de lo contrario ella no me creería
-Sí, lo sabía-
-¿Y por que no dijiste nada?-
-¿Por qué debería? era la casta de mi hermana y por ende su vida, no había razones para que anduviera divulgando cosas que no me correspondían- la ataqué sin querer, eso era lo que pensaba y la verdad, no tenía razones para decirle a las personas que mi hermana era un Alfa en toda regla
-Tienes razón, perdona, es sólo que puede que algunas personas no comprendan ese tipo de cosas y crean que lo ocultaste- ouch
Esa era mi situación pero ella no tenía porque saberlo por el momento
-Llegamos- nos estacionamos frente a una tienda pequeña de mercado -si quieren los espero, no creo que se tarden mucho comprando y podemos dar una vuelta por el pueblo-
-No-
-Sí-
Craig y yo nos miramos
-¿Puedes esperarnos aquí? no tardaremos-
-Claro, ustedes preocúpense por comprar que yo no iré a ningún lado-
-Gracias- tomé del brazo a Craig y lo arrastré junto conmigo adentro de la tienda antes de que pudiera quejarse
-Debiste dejar que se fuera-
-¿Olvidas que es nuestro único medio de transporte? esta cosa esta en medio de la nada- la tienda era la única en kilómetros -y aparte quiero ir al pueblo-
-¿Por qué?-
-¿No la escuchaste? mi hermana esta aquí-
-No entiendo que tiene que ver conmigo-
-No tiene nada que ver contigo- nos detuvimos frente a la sección de carnes rojas -sólo conmigo, necesito saber si lo que dijo sobre Shelly es verdad, hace años que no la veo- no parecía muy convencido -Craig, es mi hermana- le miré, suplicando en silencio que me hiciera este gran favor
-De acuerdo, sólo la ves y nos vamos, nadie puede saber que estamos en el pueblo-
-Sera una visita rápida, te lo juro- él no dijo nada y mejor fue por uno de esos carritos de supermercado
-Por ahora encarguémonos de la comida- no dudó en tomar unos cuantos paquetes de salchicha y jamones
-Gracias- le susurre, el no contestó pero estaba seguro de que me había escuchado y si no, sentiría mi gratitud a través del enlace, algo bueno debía sacar de todo esto