Stan nos contaba de su vida en Canadá, de lo dura que fue su estancia en la escuela de policías y sobre su única amistad que había hecho en todos los años que duro ahí, un Omega llamado Christophe de nacionalidad francesa
Su descripción me sonaba pero por más que intentaba recordar, mi mente no logro relacionar algún rostro con la descripción que nos ofrecía Stan
Mire a Cartman por unos momentos esperando que él notara mi mirada en su persona pero el parecía mucho más interesado en la plática de Stan que en mi punzante mirada
Escuchar que Stan le conto su más grande secreto a una persona que conocía de poco fue un golpe duro para mí, no esperaba que el prefiriera hablar de sus problemas con un desconocido que con su mejor amigo
Verlo hablar con una sonrisa, con un brillo que en la secundaria presumía no tener me hizo ser más consciente de lo que antes ignoraba
Él era feliz, no una felicidad falsa como las que nos quería hacer creer en secundaria, ni tampoco de una felicidad inocente como la que tuvimos entre los 5 y 8 años, no
Su felicidad era genuina, era una que aceptaba el mundo en el que vivimos y a la vez una que deseaba uno mejor
Era extraño, parecía que después de lo de ayer él entraría en shock y se quedaría varado en recuerdos dolorosos que hablaran sobre la pesadilla de humillación que sufrió, pero no era así
El sonreía, no con falsedad, lo hacía como todos lo hacen cuando hablan de recuerdos agradables o de épocas de su vida que ellos estarían dispuestos a repetir, casi parecía irradiar felicidad
La noche de la fiesta era una pesadilla que estoy dispuesto a olvidar, pero aunque él había sido la víctima, no era ese su caso
Fui testigo de como sufrió, de como lloro, de como se vio obligado a soportar una terrible y horrible humillación, sin embargo, ahora estaba aquí frente a nosotros, rodeado de personas que tenían sus propias razones para odiarlo, guardarle rencor o en mi caso, dolor, pero él no parecía afectado, estaba soportando volver al pasado que duro toda una vida intentando evadir y nos estaba rindiendo cuentas aún cuando no era su obligación dar explicaciones
Estaba siendo fuerte, no para enfrentarnos, lo era por él, para poder seguir hablando y no derrumbarse por el dolor de algún recuerdo
Sus fuerzas, aquellas que provocaban que una sonrisa se instalara en su rostro no parecían ser del todo de él
Mire detrás de Stan
Un hombre alto de cabello azabache con traje negro, atractivo, sin expresiones, estaba de pie a sus espaldas, casi como un guardaespaldas
Su rostro serio parecía mirar y no mirar a la vez, pero si prestabas la suficiente atención podías darte cuenta que su mirada estaba centrada en una sola cosa, o mejor dicho, persona
Después de ver esto, relacione lo dicho por Cartman, tal vez su forma de explicarlo no fue la mejor pero uso las suficientes palabras para hacernos entender que si bien Craig o Stan se amaban, existía algo más allá de ese sentimiento, una conexión que sólo ellos parecían compartir
Les di otra mirada a ambos y lo confirme
…
-¿Qué miras?-
-¿Qué?- mi mejor amigo salió de su ensimismamiento y me miro confundido, parecía no saber de que le hablaba
-¿Qué miras?- voltee a ver en la dirección que anteriormente se encontraban sus ojos y me encontré con la figura de un Alfa azabache, no había que ser un genio para saber de quien se trataba
-No veía nada- respondió desconcertado -me quede pensando-
-¿Y en que pensabas?- no me tragaba tan pobre excusa
-En que clase nos toca-
-Matemáticas- le respondí siguiéndole el juego
Él asintió a mis palabras y se dedico a dar una mirada disimulada al lugar de antes para después entrar a la siguiente aula
Yo también voltee al lugar y la sorpresa que me lleve al encontrarme con dos pozos negros que veían en la dirección por la que se había ido mi amigo
No había otra razón por la que se estuvieran mirando si no era por un duelo de miradas ¿cierto?
…
Sonreí
Ese recuerdo había sido olvidado porque yo así lo había querido
Solté un quedo suspiro, no me había puesto a pensar de lo ignorante que fui en aquella época, pasando por alto hechos que hasta ahora me resultan relevantes
Fui un pésimo observador y puede que hasta alguien insensible pues nunca me pregunte si algo malo pasaba con quien yo consideraba mi mejor amigo
Pero claro, estuve tan ocupado con mis propias preocupaciones de Omega que, ver una sonrisa en el rostro de mi amigo de cabello negro, compensaba cualquier otro detalle que me advirtiera sobre su verdadero estado de ánimo
Aún con esa lógica, seguía sin creer ni aceptar que mi Súper Mejor Amigo me oculto información personal de vital importancia para él y su familia
Si tan solo…
Si tan solo nos hubiese contado…
Pero el hubiera no existe
…
Mi madre y mi padre se sorprendieron, esperaban que yo fuera un Alfa pero no tardaron en aceptar que era Omega
Según ellos, mi actitud daba suficiente de que hablar
A veces me comportaba como Alfa otras como Omega y estuvieron satisfechos de que fuera alguien importante de la pirámide
Tal vez el hecho de que mi madre sea Omega contribuyo a que aceptaran tan rápido mi condición
Nunca fueron criticados a pesar de ser una pareja de Beta y Omega
Así como ellos esperaba correr con la misma suerte
-Tranquilo amigo- me sonrió mi mejor amigo, casi hermano -si tus padres pudieron ¿Por qué tu no?-
Le había comentado mi idea de querer tener a mi lado un Beta y no a un Alfa y me apoyaba
Mis deseos por ser libre sin nadie que me detuviera o atara a su lado me hacían sonreír con sinceridad, esperando a que esa persona que me librara de tan horrible destino llegara
Pero no sucedió
En vez de eso, llego a lo que todos llamarían la pareja perfecta pero para mí no lo era y más porque parecía llegar acompañado
-¡No puedo creerlo!- Kenny se cubrió sus labios después de soltar ese grito sorprendido
-¿Tu…?- murmure molesto
-Nunca- nos dijo burlón -estarán conmigo ni yo con ustedes, grábense eso en la cabeza-
-Ni yo lo hubiese dicho mejor- le sonreí prepotente al único que lograba sacar lo peor de mí
-Pues ya somos tres- Kenny estaba decidido -compartir tiene límites- me miro por unos momentos y después a Cartman -que no estoy dispuesto a pasar por alto-
El destino se había dedicado a darme falsas esperanzas, esperando un amor Beta que nunca llegó y entregándome un Alfa que hasta en el lazo me era infiel
Odie al destino y todo lo que implicaba
…
-Ya escuchamos suficiente de tu vida en la escuela de policías- escuche la voz molesta de Cartman, sacándome de mis pensamientos -queremos saber sobre tu pasado que nos implica a nosotros-
Miré el rostro asustado de Stan, al parecer Cartman había descubierto su plan para despistarnos de lo realmente importante
Se hizo hacia atrás y el Alfa a su espalda no dudo en tomarlo de los hombros para evitar que retrocediera
El que aún no asimilaba como Omega miro a su captor suplicante, pero el otro sólo le devolvió una mirada seria
Duraron unos segundos así, compartiendo miradas hasta que el de cabello negro y ojos cielo rompió el contacto
-Les dirá todo- hablo por primera vez la pareja de mi antes amigo -sean pacientes-
-No es a ti a quien le pidieron explicaciones- respondió molesta Bebe -no necesita que hablen por él-
-No te hable a ti- respondió frío Craig, mirando directamente a Bebe -les decía a los únicos que les concierne saber el pasado de Stan- sus palabras eran crueles pero honestas -tú estas de más-
-¡¿Qué?!- Bebe estaba sorprendida y furiosa -¿Cómo puedes hablarle así a la esposa de uno de tus mejores amigos?- creía que por ser esposa de Clyde ganaba automáticamente inmunidad a los comentarios crueles del Alfa
-Clyde es mi amigo pero aunque tú seas su esposa, eso no te convierte en nada mío- Bebe estaba por contestarle pero Craig dejo de prestarle atención para mirar a su pareja nuevamente, aunque éste haya dejado de hacerlo -ignórala- todos sabíamos a quien se refería
El Omega asintió, nos miro directamente a Kenny, Cartman y a mí, obedeciendo las anteriores palabras del Alfa ignoró por completo la molesta presencia de la rubia y nos hablo
-Es realmente difícil guardar un secreto de aquellos que consideraste tus confidentes de toda la vida- empezó -pero no lo hice por desconfianza-
-¿Y por qué fue?- pregunte
-Tuve miedo-
-¿Miedo a que? ¿a que te odiáramos por ser Omega? ¿o a que nos burláramos por que no resultaste ser Alfa?- dijo Kenny sarcástico y dolido
Todos estábamos enfadados por como resultaron las cosas y, por la sonrisa triste de Stan, él lo sabía
-Miedo a que me juzgaran- y eso me sorprendió
-¿Juzgarte? ¡jamás lo haríamos!- me había intentado contener pero su verdad era demás ridícula -¡por el contrario te hubiésemos apoyado!-
-¿Enserio?- pregunto con los ojos entrecerrados -¿Cómo esa vez en la que descubrieron que tenía cinismo?- termino mordaz
Era la primera actitud que le veía parecida a la de hace años, aquella en donde no tenía miedo de hablar con nosotros y nos enfrentaba
-Era un Omega que se drogaba para poder ocultar su olor y si me hubiesen descubierto quien sabe que me habría hecho el gobierno- explico, era bien sabido que los Omega podían usar supresores para su Celo, pero usar drogas como inhibidores o algo parecido para ocultar su olor quedaba estrictamente prohibido
Para el gobierno era sumamente importante contar con un contado de Omega cada que un niño cumplía 13 años, las probabilidades de natalidad eran importantes para ellos y el que hubiera más Omega aumentaba esa posibilidad
Por el contrario si no había suficientes Omega ellos tomaban un régimen estricto donde juntaban varias parejas de Alfa y Omega, enlazándolos y teniendo un buen número de hijos
Por cada hijo que naciera Omega ellos recibían a cambio una remuneración
Claro que hasta ahora esa sólo era una medida de emergencia, y donde leí la información, decía que hace muchos años que tal cosa no se aplicaba
Pero de todas formas, si el gobierno tenía medios para conseguir más Omega también tenía planes para aquellos que iban en contra de su sistema
-Ustedes no sólo habrían sido cómplices de que ocultaba mi casta sino también de que mis padres eran Beta y ambos eran secretos gordos por los que cualquiera habría pagado para tener en sus manos- siguió explicando -el peligro que representaba guardar mi secreto los habría llevado a abandonarme igual que lo hicieron cuando no soportaron mi cinismo- el fuego en sus ojos decía mucho de lo que sentía en ese momento -yo me habría quedado solo y eso era lo último que quería- dejo de mirarnos de esa forma tan… resentida y nos miro con un temor que nunca había presenciado antes en su mirada
Sí, lo hiciste ¿recuerdas? Esa noche en la que Wendy cumplió tu venganza
Mi subconsciente Omega era igual de correcto que yo y vaya que a veces me hacía parecer como un doble moral
Miré a Kenny, parecía que se había quedado sin voz y esa mirada triste le ganaba por mucho a la disgustada de antes
Luego voltee a ver a Cartman, su mirada enojada desapareció pero su seriedad seguía presente en sus facciones
Y luego me puse a pensar en lo que yo sentía, ¿estaba triste? ¿enojado? O tal vez ¿herido?
No estaba seguro pero sea lo que sea no podía ser lo mismo que sentí en el momento en que descubrí su mentira
Aquella vez fue como una puñalada, esta fue como abrir una herida
Tal vez no haya sido por desconfianza que nos oculto su secreto pero el que dijera que tenía miedo a que lo abandonáramos por su secreto era…
Era la pura verdad
Y saberlo era lo que me dolía
¿Qué clase de amigo era si mi mejor amigo vivía atemorizado porque nuestra amistad terminara? ¿Podía seguir llamándome su Súper Mejor Amigo después de saber que cada día que pasábamos juntos, Stan vivía atemorizado de que yo dejara de estar a su lado?
Me sentí mal pero sonreí
-¿A que juegas Stan?- le pregunte cansado, al fin me había dado cuenta
-¿Qué? ¿jugar?- él me miro extrañado pero no caería, no de nuevo
-Este intento de manipulación es demasiado bajo hasta para ti-
-¿Manipulación?- su rostro cambio a uno sorprendido -Kyle no se de que hablas-
-¡No te hagas el tonto conmigo!- me gane una mirada extrañada de Cartman, eso me hizo sonreír para mis adentros, esta vez era yo quien lo sorprendía con mi actitud -todo lo dices para hacerme sentir mal e ignorar el dolor de tu engaño- le respondí, furia fluyendo de mis labios -pero esta vez no, quiero saberlo todo, saber tus razones para irte y no tus razones para ocultarlo, quiero entender porque si nosotros te tuvimos la suficiente confianza para decirte todo tú jamás mostraste signos de querer decirnos algo y preferiste escudarte en mentiras- no se en que punto la rabia se había mezclado con la tristeza pero pude sentir lagrimas aglomerándose en mis ojos -sólo por favor acaba con esto- le suplique -estoy tan harto de las mentiras, de vivir en incógnitas- comenzaba a decir incoherencias -sólo quiero dejar de sufrir, de cerrar mi ciclo, de, de- esto nada tenía que ver con Stan y el llanto había ahogado lo que sea que hubiese querido seguir diciendo -¡te quiero pero me haces tanto daño que no se si odiarte!- dije al fin -soy tu amigo pero- respiré -pero ahora estoy en duda de si incluso somos conocidos- termine sollozando -tengo tanto- proseguí -pero tanto miedo de odiarte porque eso ¿donde me dejaría a mí?- me señale y solloce más -sería la peor persona que hayas conocido y yo no quiero ser el malo del cuento- hipé -¡no quiero!-
Este no era yo
Me estaba comportando como un niño mimado, uno que necesitaba que le dijeran que todo iba a estar bien, que le dijeran que nada pasaba y que luego le cantaran una canción de cuna para poder dormir
Me sentía tan pequeño, tan mimado, tan caprichoso y es que necesitaba que me dijeran que lo que hice no estuvo mal, que mis decisiones nunca estuvieron erradas y que mi vida era perfecta a pesar de que negaba a mi Alfa y que otro de mis mejores amigos estuviera dispuesto a seducirlo porque a él también le pertenecía
Necesitaba volver a tener 8 años, a esa época donde mi vida no estuviese marcada por pertenecer a la peor casta
Quería volver a sentirme como yo
Pero hace tiempo que había dejado de hacerlo que lo termine olvidando Odiaba con todo mi ser, ser Omega
Unos brazos no tardaron en rodearme para atraparme en un abrazo de oso
Levante mi vista llorosa esperando encontrarme con una cabellera rubia y ojos del color del mar, pero en vez de eso, me encontré con una cabellera negra y ojos cielo que me miraban con ternura
Sus manos que me rodeaban me atrajeron a su pecho y fui recibido por la dulce melodía acompasada de sus latidos
-Esta bien- detuve mi llanto sorprendido -no pasa nada- después lloré con más fuerza
Él comenzó a tararear una ligera canción que si bien no era de cuna era lo bastante tranquila para calmarme
Y eso sólo me hizo sentir peor
-No has hecho nada malo-
Se equivocaba horriblemente pero él ¿Cómo podía saberlo?
-No eres malo- susurró y a pesar de mis lloriqueos concentre todos mis sentidos en el sonido de su voz -tomar decisiones es parte de la vida, pero eso no te convierte en villano por el contrario- acarició con dulzura mi cabeza -demuestra lo maduro que eres, no te avergüences por ello-
Y finalmente el llanto que tenía retenido escapo
Porque la persona a la que yo había tachado de mal amigo justo ahora me estaba tratando como una madre a su hijo
Y realmente se lo agradecía
…
Mi habitación era el lugar que más recuerdos guardaba, era el lugar donde más presente tenía mis sentimientos y donde más disfrutaba estar en soledad
Excepto el día que descubrí mi pareja
Mientras que mis padres parecían alegres por mi situación, yo sufría en silencio por como se desarrollaron las cosas
El Alfa al que consideraba como mío no lo era y nunca lo sería
Mi habitación era la única testigo de mi llanto inagotable por culpa de mi inevitable destino
-¿Kyle?- hasta ese día
Volteé asustado encontrándome con una cara sorprendida por mi rostro lloroso
Stan, notando que la situación no era beneficiosa para mí, cerro la puerta a su espalda y se acerco despacio como si me tratara de un animal herido
-¿Qué pasa?-
No estaba dispuesto a contarle nada de lo que me sucedía ni tampoco el porqué de mi sufrimiento
Eso no detuvo mi descarga de sentimientos al escucharle sumamente preocupado por mi estado
Tal vez por eso en cuanto miró mis ojos, me dio una mirada comprensiva y una sonrisa cariñosa
Se puso a mi altura y rodeándome con sus brazos no tardo en susurrarme palabras de aliento
-Tranquilo, no pasa nada, todo estará bien, estarás bien- esas y más palabras susurraba a pesar de que quedaran opacadas por el llanto
Esa noche Stan durmió conmigo y yo no deje de estar abrazado a su pecho, ni deje de llorar
A la mañana siguiente mis ojos estuvieron rojos y aún así no podía dejar de llorar
Stan me cubrió con mis padres diciéndoles que necesitaba espacio pero en ningún momento me dejo solo
No importaba que yo pareciera un oso abrazado a su torso, él no dejo de sonreírme y decirme que era fuerte, que iba a superarlo, que era yo y no existía mejor persona que yo
-Mientras recuerdes esto- beso mis cabellos -no necesitas preocuparte por nada-
-¿Qué hago si me olvido de ser yo?-
Él soltó una pequeña risa y me miró con la misma ternura de un inicio
-¿De que hablas? ¡eso es imposible!- me acaricio los cabellos
-Pero de verdad no creo poder soportarlo, tengo miedo de perderme a mí mismo por culpa del destino-
-El destino se ensaño contigo- respondió sonriente -pero no por eso debes dejarte vencer-
-¿Y si el destino es más fuerte que yo?-
-El destino siempre será más fuerte que todos- respondió provocándome desesperanza -lo que tienes que hacer, es ver como sobrellevar lo que te depara el destino-
-¿Cuando te volviste tan sabio?- le pregunte agradecido, sus consejos aunque no los comprendiera me ayudarían en un futuro
-Todo se lo debo a la vida- con una sonrisa, que en ese entonces creí juguetona, me respondió
Y yo se la devolví, mirando por primera vez una actitud maternal en Stan que cuadraría perfectamente con la casta de Omega
Lástima que olvide la conversación de ese día tal como temía en un inicio