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En un mundo injusto, encontre el amor por Girisha

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Notas del capitulo:

Hola queridos lectores!

bienvenidos los nuevos y una sincera disculpa a los antiguos lectores a los que no les he podido dar su dosis de historia semanal. una disculpa

Pasando a otro tema, espero que hayan disfrutados del pequeño regalo Creek, en lo personal no me gusta la pareja pero no por eso les voy a imponer a que les guste la mía. Además el capitulo anterior era necesario para cerrar el ciclo de la relación de Craig y Tweek

Bueno, ahora espero que disfruten del capitulo

Y nuevamente pido perdón mis queridos lectores, deseo que sigan leyendo esta histroria, que, a decir verdad, ya esta a unos pasos del final ;)

En el primer día de celo de Kyle me la pase yendo de aquí allá, trayendo trapos y una tina de agua fría, me la pase intentando bajar la terrible calentura que se cargaba

No era mucho, pues sólo sirvió para enfriar su cuerpo más no logro frenar sus necesidades, aun así, no me rendí y seguí colocando los trapos sobre su frente recibiendo vagos quejidos pues era lo único que lograba articular perdido en ese horrible sentimiento de necesidad y placer

Al segundo día, el calor en su cuerpo había disminuido pero sus necesidades seguían presentes y de inmediato mis oídos se vieron invadidos de jadeos, gemidos y otro tipo de sonidos que como amigo no deseaba escuchar

Así que me vi en la necesidad de pedir ayuda, como primera opción pensé en Craig, pero recordé que era un Alfa y como tal debía ser descartado. Estaba seguro de que él no intentaría nada con Kyle gracias al lazo que nos unía, no así mi amigo que estaba entregado por completo a satisfacer una necesidad básica como lo es el sexo. Por lo que, por la seguridad de ambos deseche la idea de inmediato

Como segunda opción me vino a la cabeza una cabellera rubia y ojos color turquesa, lamentablemente me recordé a mí mismo que Butters estaba junto al gordo nazi y si le llamaba a él inevitablemente le acompañaría el otro tipo, y eso era lo último que quería mi amigo. No tuve de otra que descartarlo a él también

Mi última y tercera opción se trataba de una pelirroja a quien ya consideraba familia por el simple hecho de tratarme igual que cuando nos vimos la primera vez aun después de enterarse que soy un Omega

Se trataba de Red, aunque no estaba seguro de si su apellido era Tucker

Sin pensarlo más me dirigí a la oficina de la chica encontrándola batallando con algunos papeles

Como la puerta estaba abierta toque un par de veces lo más quedito posible llamando su atención

-Hola Stan- me saludo efusiva -¿Qué te trae por primera vez a mi oficina?-

-Elegante forma de decir que nunca vengo a verte-

-Y por eso mismo es una sorpresa que te encuentre hoy, aquí, frente a mis ojos- me hizo un ademan con la mano para que me sentara y muy amablemente me negué

-Vine porque necesito un favor-

-Por supuesto- su voz sonó calmada y con una gran sonrisa me miro hasta que volvió a hablar -¿de qué trata este gran favor?-

-En realidad es muy pequeño y no es exactamente para mí-

-Está bien Stan, no necesito explicaciones, solo dime de que se trata y yo veré si puedo ayudar en algo-

-Veras…- y fue ahí cuando comencé a dudar ¿estaría bien decirle lo que tenía planeado así nomás? ¿y si me tomaba de pervertido? ¡no quería ni pensarlo! -¿sabes qué? Olvídalo-

-Oh vamos, no debe ser tan malo- insistió –vamos, dime-

-Es sólo…Kyle está en mi casa…el celo-

-Comprendo- alzo su mano deteniéndome –puedes parar de sonrojarte-

-¿Qué?- me toque las mejillas sintiéndolas calientes, efectivamente me había sonrojado

-Entiendo lo que quieres decirme- me sonrió picara –y se exactamente lo que necesitas- la vi sacar de debajo del escritorio una caja pequeña que no tardo en enseñarme

-Oh…- me quede sin palabras al ver su contenido –espera ¿en serio entendiste lo que intentaba decirte?-

-Me disté poco o nada de explicaciones, pero pude entender lo fundamental- me guiño el ojo -solo había dos favores que me pedirías tratándose del celo -me enseño dos dedos de su mano –juguetes o que contrate a un prostituto-

-¡La primera!- exclame horrorizada ante la segunda sugerencia –vine por la primera- intente arreglar mi arranque de histeria en vano

-Me lo imaginaba- me sonrió juguetona –Kyle no parece una persona que se acueste con cualquiera-

-No- sobre todo porque creía que en un descuido podía llegar a contagiarse de algo y, según él, era mejor prevenir. Tome la caja –gracias-

-No es nada- hizo un ademan con la mano, restándole importancia –avísame si le agradaron a Kyle, esos juguetes fueron olvidados ya que no logre encontrar a alguien con quien usarlos y es mejor que sean utilizados a que se conviertan en una pérdida de dinero- me sonrió zorruna. Asentí y me fui

No es que no confiara en sus palabras, pero ni bien llegue al apartamento me dedique a lavar los juguetitos prestados por Red y con lavarlos me refería a desinfectarlos

Cuando al fin tuve todo listo, me preparé mentalmente para lo que seguiría y, con nervios, acerque el juguete a la cama donde se encontraba tendido Kyle, apenas lo vi tomarlo salí veloz a encerrarme en el baño

En cuanto escuché el primer gemido me di cuenta de lo estúpida que había sido mi idea y deseé todo el rato que estuve encerrado oyendo sus gemidos placenteros, que fue todo el día y parte de la noche, haberme salido en vez de esconderme en mi propia casa. Lamentablemente también me di cuenta apenas escuché su primer sollozo que entendía a la perfección la razón de su llanto y compartí en silencio su sentimiento de tristeza

No era el único que se sentía solo en esos momentos en los que se necesitaba un poco de afecto. La diferencia, es que yo ya no lo estaba

Ese pensamiento me permitió enfrentar con la mejor actitud su tercer día de celo

-Kyle me encargare de bañarte ¿está bien?- le hable a mi adormilado amigo pelirrojo, cubierto de sustancias como sudor y, me imaginaba, semen

Como todo buen amigo intente ocultar lo mejor posible las arcadas que me provoca el segundo fluido, después de todo un trauma no se supera de un día para el otro

Mis buenas intenciones se vieron opacadas por el timbre de la puerta

Muy extrañado pues estaba seguro que tanto Craig como Red enterados del celo del Omega no se aparecerían, me dirigí a la puerta sin imaginarme quien podría ser. Una cabellera de rizos rubios me esperaba del otro lado de la puerta

-Stan- sonrió coqueta la chica frente a mí -¿Cómo estás?-

-Bebe- exclame sorprendido –bien, gracias por preguntar- mire un poco más a la chica, pero al no encontrar respuesta alguna de sus razones para venir a nuestro hogar decidí preguntar -¿Qué te trae aquí?-

-Oh nada- sonrió inocente –quería pasar a saludar y disculparme por la ultima vez, no me comporte de la manera adecuada-

-Está bien- di una sonrisa forzada y cerré un poco más la puerta a mi espalda evitando que se escapara el olor del celo de mi amigo

-¿Esta Craig en casa?- ella curiosa intento ver por la abertura y en un acto reflejo cerré por completo la puerta ganando una mirada extrañada de su parte

-No, él no se encuentra ahora ¿lo buscabas para algo?- le di una sonrisa nerviosa intentando disimular la tensión que me provocaba su presencia, su mirada se suavizo y me dio una mirada llena de emoción

-En realidad, quiero hablar contigo ¿tienes tiempo?- me preguntaba qué tipo de expectativa tenía sobre hablar conmigo pero la emoción en sus ojos no me dejo negarme a su petición y sin otra alternativa acepte hablar con ella

Me pidió alejarnos un poco de los apartamentos para hablar y lo hice no sin antes cerrar con llave mi apartamento. De esa forma no me preocuparía por la seguridad de Kyle

Bebe muy sonriente me llevo a la parte más alejada del estacionamiento de los apartamentos, a donde estaba estacionado su auto. Yo ingenuamente creí que su felicidad se debía a que por fin arreglaríamos el posible rencor que ella me guardaba por haber provocado que mandaran a su mejor amiga al hospital

Ella se detuvo a unos metros de su auto, se volteó tétricamente y me sonrió con sorna o burla, no estaba seguro, pero se notaba que estaba disfrutando de lo que estaba a punto de pasar.

5 hombres salieron de los lados y de detrás de su auto, todos mirándome con una sonrisa horrible en su rostro, sus miradas fue el único indicio que obtuve de lo que tenían planeado hacer y a pesar de mirar a Bebe esta no parecía tener intención de moverse de su sitio, de hecho, pude ver el momento exacto cuando su sonrisa se ensancho. Muy estúpidamente había caído en su trampa

-¿Este es el Omega del que hablabas?- dijo uno de los hombres a espaldas de Bebe pero siempre manteniendo su vista fija en mí. No pude evitar darme cuenta de que era grande, el más grande de todos ellos

-¿Te gusta?- la chica por otro lado, ni se inmuto ante la mirada de súplica que le dirigí, parecía bastante satisfecha con mi reacción

-Creí que tenía tu edad, no es más que un niño-

-¿No notas que ya está pasadito de años?-

-Se ve más joven que tu- Bebe lo volteo a ver bastante molesta

-¿Me estas llamando vieja?-

-Sólo digo que ese de ahí- me señalo –es un niño y sabes que yo no me meto con niños- la rubia bufo

-Hemos estado juntos desde la primaria y con eso te puedo asegurar que no es ningún niño, además- su sonrisa volvió –está reclamado-

El hombre repentinamente interesado por la nueva información miro un momento a Bebe para volver a posar su mirada en mí, sentí como su mirada me recorrió de arriba abajo estremeciéndome

-Oh- la sonrisa grotesca se ensancho -¿Qué hay de su alfa?-

-Ya me encargué de él- respondió secamente la rubia y yo me horroricé al pensar lo que podían significar sus palabras

-¿Qué dijiste?- por primera vez desde que toda esta locura pasaba frente a mis ojos, me atreví a hablar -¿Qué le hiciste a Craig?-

-El pequeño tiene carácter- hablo el grandulón sin quitar la sonrisa de su rostro

-Mejor preocúpate por ti- me contesto la rubia haciendo caso omiso del comentario del grandulón -¿no planeas ir por él?- esta vez le hablo al hombre

-Me has convencido- el hombre comenzó a estirarse, haciéndose más grande de lo que ya era –no te encuentras con un Omega como este todos los días-

Malicioso comenzó a avanzar con los otros hombres siguiéndole por detrás, yo me plante en mi sitio, dispuesto a darles pelea

-No te me acerques-

-Demasiado tarde pequeñín-

El molesto fortachón alzo sus manos con la clara intención de agarrarme, lo esquive al igual que a otro hombre que me esperaba del otro lado, lamentablemente no esperaba que por la espalda uno de ellos me estuviera esperando y me tomara desprevenido

-Eres rápido- sonrió -pero no tanto- hizo una seña para que dos de sus hombres se acercaran a mí

-Y tú eres confiado- le sonreí -demasiado diría yo-

Apoyándome del hombre que me tenía por la espalda, di un salto para pegarle con ambas piernas a los hombres que se atrevieron a rebasar mi espacio personal, y, a la vez con su ayuda, me apoyé de ambos para poder derribar al hombre en mi espalda. Al chocar con la nieve del suelo su agarre aflojo y yo aproveche ese momento para liberarme y darle un golpe que lo mandaría a dormir

El fortachón me miro molesto y de inmediato hizo una seña para que el único hombre que no se me había acercado, se pusiera a lado de los hombres que apenas estaban recuperándose del golpe dado

Los tres me miraron, los dos primeros molestos y el ultimo serio, al parecer se habían dado cuenta que meterse conmigo no iba a ser fácil. El primero en atacar fue el hombre serio, fue veloz en darme un puñetazo en la mejilla

-¡Eh, en la cara no! Eso es lo mejor- el sujeto lo ignoro y siguió lanzando puñetazos sin detenerse al ver como el primero había acertado. Quise esquivarlo, pero era rápido por lo que opté en enfrentarlo. Antes de darle oportunidad de siquiera levantar su puño en mi contra le tomé el brazo, al verlo querer mover el otro de igual forma lo detuve. Cuando vio mis intenciones hizo fuerzas para soltarse, sabiendo que no aguantaría mucho deteniéndole lo solté y me gire esquivando su puño al mismo tiempo que lanzaba una patada directo a su cabeza

La velocidad del golpe lo hizo retroceder y los otros dos hombres aprovecharon ese momento para acercarse a mí. Uno por la izquierda y otro por la derecha, ambos yendo a golpear mis costados, sin oportunidad de esquivar los dejé golpearme para aprovechar el momento en el que entraran en contacto conmigo y detenerlo, mi plan no salió como esperaba pues sólo fui capaz de atrapar a uno por el dolor y mareo que me provoco recibir ambos golpes al mismo tiempo, aun así, no me detuve. Tome el brazo del hombre solo para torcerlo y darle unos cuantos golpes en el rostro que lo hicieron tambalear hasta caer al suelo. El otro al ver a su compañero derrotado se lanzó con mayor intención de hacerme daño, pero al igual que el otro no dude en darle de puñetazos, a pesar de atacar con la sangre caliente fui incapaz de hacerle daño por lo que decidí atacarlo por debajo. Primero espere a que se confiara dejándolo lanzarme puñetazos, pero sin dejar de esquivarlos, después de un tiempo de recibir y esquivar decidí tomarlo desprevenido al agacharme lanzándole un gancho al estómago después de verlo doblarse me agache aún más para barrer con una de mis piernas las suyas logrando así que cayera inevitablemente al suelo

El serio quiso aprovechar la oportunidad para lanzárseme encima, pero logre evitarlo al levantarme rápido y quitarme de donde me encontraba, lamentablemente y como a cualquiera le sucedería me maree por moverme demasiado rápido. El serio no dudo, y olvidándose del ataque anterior volvió a mí con todas sus fuerzas, su ataque me pareció en cámara lenta, su puño iba directo a la zona donde terminaba mi estómago y esta, al ser una zona sensible me paralizo del miedo

De repente su puño fue detenido y al subir mi mirada me encontré con la mirada molesta del fortacho, lo curioso, no estaba dirigida a mi sino a su compañero

-El vientre no- lo miro serio y yo, extrañado, sin embargo, en vez de voltear a verme se giró a Bebe -¿me has llamado por esto?- la miro enojado –creí decirte cuales son las reglas para contratarme-

-Oh por favor, no me salgas ahora con que eres correcto, me cobraste más porque era un Omega- me señalo

-No me diste información de él- le reclamo -¿sabes lo peligroso que es atacar a un Omega y más si está marcado?-

-Eso no decías antes-

-Antes no sabía de esto- me señalo

-¡Basta de tonterías!- grito la rubia histérica –oye tu- llamo al hombre serio –tu jefe se echó para atrás a pesar de haber un montón de dinero en juego- se cruzó de brazos -¿eres igual de estúpido como para hacer lo mismo?- el hombre la miro un momento como sopesando su propuesta, después volteo a ver a su jefe soltándose de su agarre y le dio un puñetazo sin ninguna pizca de arrepentimiento

El hombre fortachón no mostro sorpresa ni enfado, solo se limpió la poca sangre que había en su labio y lo miro serio, muy serio

-Sabes de las consecuencias que te esperan al meterte con él- y sin más se alejó a pasos lentos del estacionamiento

Yo solo me quede confundido mirando como el hombre se iba, realmente no entendía nada de lo que estaba sucediendo. A Bebe se le hizo fácil ignorar al hombre y seguir con su plan

-Acaba con él- como toda villana de película dio el ultimátum. Gracias a eso, el único hombre que quedaba de los 5 se lanzó contra mí, esta vez lanzando tanto patadas como puñetazos son detenerse

Lo extraño de sus acciones es que, tal como le dijo su jefe, evitaba la zona esa donde terminaba mi estómago y comenzaba mi intimidad

Lamentablemente ya no podía jugar al juego de recibir y esquivar, el pequeño descanso que tuvimos no fue suficiente para recuperar mis fuerzas, estaba demasiado cansado

-¿Qué pasa Omega?- me pregunto el serio siendo la primera vez que escuchaba su voz, era tranquila a pesar de seguir dando golpes sin parar –¿te has cansado?-

-Ya quisieras- le respondí apenas, tenía muy poco aire contenido y estaba seguro que mi contestación fue más un jadeo

-Me sorprendes, eres el único Omega que nos ha dado guerra y, por ende, el que más ha durado-

-Estoy seguro de que hubo más que te dieron pelea- le corregí sintiéndome desfallecer

-Ninguno lo hizo en tu…-

-¿Qué?- ¿Por qué mierda todo comenzó a dar vueltas?, maldición, el hombre frente a mí se convirtió en una mancha borrosa por momentos y deje de sentir las piernas

Estaba seguro de que iba a caer

Brazos largos y fuertes lo impidieron y durante un momento, al querer ver su rostro no logre distinguirlo, pero después el vértigo y la sensación de pérdida del equilibrio desaparecieron momentáneamente permitiéndome ver el rostro de mi salvador

-Craig- susurre, estaba justo frente a mí, me aferre a él sin poder evitarlo. Estaba agradecido porque siempre aparecía frente a mí cuando más lo necesitaba –estas aquí-

-No quise dejarte solo- negué, sintiéndome reconfortado al saber que sin decirlo se estaba disculpando conmigo

-Está bien, yo te pedí que te alejaras por un tiempo- oh dios, detestaba como me estaba comportando. Gire mi mirada para ver al hombre serio y al verlo verme como si fuera un extraterrestre sabía que mi comportamiento no era el de hace poco

-Deberías mirar primero a tus salvadores antes que a tus enemigos- esa voz me hizo abrir grande los ojos y voltear a observar a Craig que se mantenía impasible, entonces mire detrás de él y mire sorprendido como dos figuras se alzaban

Un castaño me miraba molesto y fastidiado, el otro, era un rubio que miraba sin expresión la escena que estábamos desarrollando Craig y yo

Me sentí avergonzado, pero no por eso me alejé

-Cartman, Kenny ¿Qué hacen aquí?-

-¿Por qué más?- respondió fastidiado el gordo –venimos por el judío-

-Pero él está en celo- no podía ser, que por esa razón

-Y por eso venimos-

-No pueden, ninguno…- quise hacerlos entrar en razón, pero la mirada de Cartman no dio lugar a replicas

-Kenny pronto entrara en celo también- señalo al rubio

-¿Vas a intentarlo con ambos?- pregunto Craig serio, como si la idea en si no fuera lo suficientemente loca

-¡No, no puedes!- grite alterado ¿creía que lo aceptaría así como así?

-Puede que sea la única oportunidad que tengamos en años Stan- contesto Kenny, su mirada parecía resignada, pero a la vez con valor. Suplicaba en silencio por mi aceptación –sabes que quiero a Kyle pero no puedo permitirme una vida lejos del gordo- se ganó una mirada molesta de Cartman e ignorándolo prosiguió –y si tengo que compartirlo para hacerlo…- se mordió el labio, como si lo que estaba a punto de decir le calara en lo más profundo del alma, estaba seguro de que era así -…entonces que así sea-

-Oigan- llamo la única fémina en el lugar, de la cual por cierto me había olvidado -¿Qué creen que es esto? ¿una reunión familiar?-

-Mira quien ha hablado- respondió socarrón el castaño –creí que aprovecharías el momento para huir, te encuentras frente a dos Alfa después de todo-

-No estoy sola- le hizo una seña al hombre serio quien se plantó frente a ella. Cartman lo miro y le sonrió despectivo

-Un Beta no hará nada frente a nosotros- la rubia lo miro molesta

-Estoy segura de que puede con ambos a la vez-

-No lo creo- se quitó su saco –solo yo soy suficiente para acabar con él- ella sonrió confiada

-Si te derrota no me digas que no te lo advertí-

-Yo te recomiendo que huyas ahora que puedes- se plantó frente al hombre serio, fácil Cartman le sacaba unos cuantos centímetros de alto -le he notificado a las autoridades de tus acciones malintencionadas en contra de un Omega-

Ella lo miro sorprendida y después llena de rabia. Un solo chasquido de dedos basto para que el hombre serio y Cartman comenzaran a atacarse entre sí

Notas finales:

Disfruten :D


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