1 mes…
-Así que tengo un mes de embarazo- me toque el vientre con cuidado, por más que quisiera me era imposible imaginarme como sería en unos cuantos meses más
-De ahora en adelante deberías cuidar tu alimentación- me aconsejo Craig quitando una de sus manos del volante para colocarla a un lado de la mía sobre mi vientre
Después de unas cuantas palabras más del doctor, sobre no esforzarme demasiado y un poco de reposo, nos dirigimos a nuestro hogar aquí en Canadá
-Puede que tengas razón, debería empezar por quitar el café- pensé en voz alta –aunque no sé cómo vaya a ser cuando comiencen los antojos-
-Espero que no vayas a despertarme a la mitad de la noche sólo porque tienes hambre- por muy neutro que intentara sonar note el tono burlón en su voz
-¡Eso no sucederá!- le quite la mano de un empujón indignado –y en todo caso primero me levanto yo a prepararme algo antes de pedirte que salgas a la calle a media noche ¿sabes lo irracional que suena eso?-
-No deberías ponerte tan gruñón por una broma- volvió a colocar su mano en el volante –apenas te supiste embarazado pero tus hormonas parecen haberlo aceptado bastante rápido- esas palabras tenían un gran toque de verdad, pero no eran completamente acertadas
-Creo que sí he estado algo hormonal- masculle resignado pues era consciente de mis actuaciones anteriores, de solo recordar esos episodios mi rostro se calentaba de vergüenza –pero han estado desde antes de que lo supiera-
-Sí, estabas muy llorón- lo golpee –y ahora eres agresivo ¿Qué otra faceta te falta?-
-Ninguna, ya te he demostrado que puedo ser tanto alegre como cariñoso- Craig me miro unos segundos para que después apareciera un destello de maldad en sus pupilas
-Te falta demostrarme tu otra forma de ser cariñoso- susurro en tono bajo y grave que me hizo temblar, lo miré y en cuanto vi que en su rostro había burla no dude en golpearlo ignorando el calor que cubría mis mejillas y llegaban hasta mis orejas
-¡Calla idiota!-
2 meses…
-Entonces me estás diciendo que estas embarazado- hablo el Omega castaño mirándome como si fuera otra persona y no el Stan detesta Alfa que él conocía. Asentí
-Comprendo que estés embarazado- hablo el Alfa rubio viéndose exasperado ante mi explicación –lo que no entiendo es que sea de Craig, es decir, ¿a qué hora sucedió esto?- señalo alterado, intercalando su mirada entre el Alfa y yo, como si no pudiera creerse que de la noche a la mañana tuviéramos algo parecido a una relación. Si yo fuera él tampoco lo creería
-Sólo sucedió- hablo el Alfa encogiéndose de hombros y restándole importancia a la situación
-Pero si estas embrazado- hablo de nuevo Christophe aun mirándome consternado -¿Qué estás haciendo en la oficina?-
-Estoy embarazado no minusválido- le respondí sonriendo desde mi lugar
-¿Estás de acuerdo con esto?- le pregunto Gregory a Craig quien de nuevo se encogió de hombros
-Él puede hacer lo que quiera- con una sonrisa victoriosa los mire a ambos
-Son todo un caso- hablo resignado el Omega que en ningún momento había quitado el brazo del rubio en su cintura
3 meses…
-¡Buarg!- el ardor en mi garganta era terrible, podía sentir como todo lo que había comido hace un rato ahora era vaciado
-¿Estás bien?- me pregunto Craig sobando mi espalda, como si eso fuera a ayudarme
-¿Tu que cree-¡buarg!- volví a meter mi cabeza en el escusado, vaciando de nueva cuenta mi estómago y arruinando mi intento por sonar sarcástico
-No esperaba que fueras de las personas que tienen náuseas y vómitos en el embarazo-
-Yo tampoco- respondí fatigado –que asco- comenté al ver mi almuerzo digerido y vaciado en la taza del baño –es horrible- cubrí mi rostro avergonzado
-Es normal- me aseguro Craig tomándome de los hombros y atrayéndome en un abrazo
-No por eso deja de ser terrible- y ahí iba con mis reacciones hormonales –dios, estaré con el sabor del vomito todo el día-
-¿Entonces debo acostumbrarme a que tus besos sepan a vomito?-
-¡Ni creas que te dejare hacerlo!- le conteste avergonzado e indignado
4 meses…
Mire la hora en el reloj de pared, intente pensar positivamente pero el sonido de las manecillas del reloj me ponía cada vez más ansioso y en cierta medida molesto
Cuando comencé a contemplar la idea de morder mis uñas fue entonces que escuché la puerta abrirse. Me levanté de un salto de la silla del comedor y me dirigí a la puerta donde me encontré a un alto azabache colgando su abrigo en la entrada
-¿Aun estas despierto?- me pregunto apenas me noto –deberías descansar, pasarte las horas de sueño le hace mal al bebe-
-¿Dónde estabas?- cruce mis brazos sobre mi pecho y le dirigí al Alfa una mirada inquisitiva
-El trabajo se retrasó- no podía saber si me mentía pues algunas semanas atrás un grupo había solicitado el apoyo de ambos Alfa dejándonos solos a Christophe y a mí en nuestra oficina
-¿Y por eso tenías que llegar tan tarde?-
-También tuve que encargarme de unas cosas-
-¿Qué cosas?- el Alfa suspiro, tal vez intentando tenerme paciencia
-Si te digo que es un secreto ¿no te enojaras?-
-No estoy enojado-
-Parece que lo estas- suspire, repentinamente consciente de lo ridículo que soñaría si seguía negándolo
-No estoy enojado, solo un poco frustrado- alzo una de sus estúpidas y perfectas cejas
-¿Y eso porque?-
-Es todo por culpa de esto- señale la mordida sin poder contener mi enojo
-¿Qué hay con el lazo?-
-¡Me molesta!- le dije exasperado y él sólo se mostró indiferente
-¿Enserio?- pregunto como si, como si…
-¡Como si te importara!- me gire indignado y me dirigí al segundo piso con paso veloz
…
Escuche la puerta abrirse. Me encontraba recostado en la cama dándole la espalda a la entrada sin poder ver quien era, pero sabiendo en el fondo de quien se trataba
-Sé que no estas dormido- no le respondí preferí quedarme callado -¿aun estás enojado?- sentí el otro lado de la cama hundirse, tal vez se había acostado o sentado pero no tenía las ganas de voltearme para confirmarlo
-Nunca estuve enojado- mascullé resignado
-¿Y que fue ese espectáculo de hace rato?- me senté de inmediato para mirarlo enojado encontrándome con una mirada seria que dreno toda voluntad de pelear
-Te extrañaba- admití avergonzado juntando mis rodillas y escondiéndome en ellas
-Pero solo fueron un par de horas-
-Lo sé, pero supongo que ambos nos acostumbramos a estar siempre contigo- me separe un poco para tocar con cuidado mi vientre hinchado. Me sorprendí al sentir otra mano sobre él
-Este fue el último día- me aseguro –pediré que me devuelvan a la división mañana por la mañana-
-No tienes que- me tomo la mano y me beso en ella enterneciéndome, culpa del embarazo
-A mí también me molesta haberte dejado solo- me tomo de los hombros para recostarme junto a él sin dejar de abrazarme –no me importa si te niegas, volveré- sorprendido pero agradecido le sonreí
-Entonces espero verte mañana-
5 meses…
Suspiré por cuarta vez al escuchar el segundo timbre de la línea sonar, en el tercero consideré la idea de colgar y al cuarto me apresure en hablar en cuanto escuche del otro lado el sonido de descuelgue
-¿Hola? ¿Kyle?-
-No- respondió una voz adormilada –soy Kenny-
-Oh perdón, marque mal-
-Este es el celular de Kyle, espera, deja te lo paso- escuché ruidos del otro lado que no logre identificar y luego de un momento de silencio escuche la voz de mi mejor amigo -¿hola?-
-¡Kyle!- ignore que su voz se oyera igual de adormilada que la del rubio, a las 2 de la tarde –necesito consultar algo contigo-
-¿Qué es?- parecía realmente desinteresado pero no me importo
-Antes de eso, ¿Cómo lo llevan?- decidí que sacar un poco de platica era bueno antes que tratar mis asuntos
-Bastante bien, casi 3 meses de embarazo no se comparan con los 5 que tú te cargas- hubo una extraña mezcla de felicidad y burla ante eso
Porque si, Kyle y sorprendentemente también Kenny, se encontraban en cinta al igual que yo. No sabía cómo fue que sucedió, pero dos meses después de enterarme de mi embarazo Kyle y Kenny ya contaban con 1 mes en cinta. Cabe decir que, aunque me tomo por sorpresa no dude en felicitarlos y omitir el hecho de que ambos habían logrado estar en cinta al mismo tiempo
Estoy seguro que en algo tuvo que ver Cartman, pero entre menos sepa mejor para mí
-Pero dejemos de hablar de lo obvio y mejor dime ¿Qué te tiene angustiado?-
-No es angustia- masculle –Craig ha estado comportándose raro en el trabajo, cada vez que se da la oportunidad de patrullar, ir de incognito o misiones que impliquen salir de la oficina y no volver en un buen rato él las toma voluntariamente y eso, ya es decir mucho- mi pareja no era la persona con más iniciativa en el mundo ni menos una que ofrecía su ayuda
-Bueno sin duda suena extraño-
-Lo es-
-Pero es posible que haga eso por ti-
-¿Qué?-
-Stan, los Alfa toman una actitud protectora cuando su Omega esta embarazado, mírame a mí- ignore el hecho de que no podía hacerlo –Cartman no ha dejado que me presente en la oficina, a ninguno- recalco –no quiere que salgamos de la casa por temor a que nos pueda suceder algo, como si Kenny y yo estuviésemos hechos de cristal-
-Craig no es así, él si me deja ir al trabajo-
-Sí, pero dime ¿Cuántas veces has salido de la oficina desde que él toma todas esas misiones?- pensé y pensé, pero no recordaba la última vez en la que había salido a resolver casos en vez de llenar papeles desde que Craig se puso en plan de buen samaritano
-No puedo creerlo- le dije indignado. Todo este tiempo Craig me había tratado como alguien que no podía cuidarse de sí mismo. Un suspiro cansado se escuchó del otro lado
-No lo tomes a mal- me tranquilizo –está en su naturaleza querer protegernos, aunque a veces eso resulte asfixiante para nosotros- y tenía razón, no podía enojarme por algo que estaba en su genética además comparado con mis amigos, yo tenía mucha más libertad
-Gracias Kyle-
-De nada, si me permites volveré a dormir-
6 meses…
Mire mi vientre una vez más. Se veía grande, expandido e hinchado
-¿Estaré exagerando?- solo llevaba 6 meses de embarazo, me faltaban 3 más pero ya me sentía fatigado pues el peso al frente de mi cuerpo comenzaba a aumentar. Resulta obvio decir que mi espalda era la que se llevaba la peor parte en cuanto al crecimiento de mi vientre
-Lo dudo- Pip, mi querido amigo al que no había visto en bastante tiempo tenía una panza que casi le hacía competencia a la mía. Era normal pues él estaba casi a término –debe ser herencia- mire mi reflejo una vez más
Mi madre nunca había dicho que tan grande creció su vientre cuando estuvo embarazada de mí, por lo que no lo sabia
Me separe del espejo dejando de ver mi estómago y me las arregle para girarme y abrazar, sin aplastar nuestros vientres, al festejado
No por nada Christophe y yo habíamos organizado un Baby Shower para el pequeño ingles
-Felicidades Pip- le sonreí
-Igualmente Stan-
7 meses…
Comencé abrir mis ojos, mirando sin ver el ambiente de oficina que me rodeaba. Sobresaltado me apresure en levantarme desperezándome al instante al notar que esta no era mi casa, menos mi habitación
-Buenos días bello durmiente- se burló el francés de mi rostro somnoliento
-Lo hice otra vez cierto- pregunté avergonzado, podía sentir la baba seca formando un camino de mi boca a mi barbilla
-Tranquilo, nadie más que yo te ha visto de esa forma- me paso un pañuelo con el que me limpie –Gregory y Craig aun esta fuera-
-Qué vergüenza- cubrí mi rostro apenado. No era la primera vez que pasaba
Entre más aumentaran mis meses de embarazo igual lo hacían mis horas de sueño. Por mucho que durmiera para mi cuerpo no parecía ser suficiente, y en casos como este, el cansancio que me invadía era tanto que me terminaba rindiendo al sueño
-Lo bueno que pronto te darán la licencia- se burló de nueva cuenta el francés
8 meses…
-No puedo creer que me hayas convencido- me hablo malhumorado el amargado de Craig
-Vamos Craig, sé que tú también querías venir- me burle en respuesta
Un día como cualquier otro me llego una revelación a la que no había prestado atención. Nuestros padres no sabían de nuestra relación. Compartí mi pensamiento con Craig, pero al notarle reticente le insistí en decirle que deberíamos decirles para vivir una vida más amena, no me sentiría a gusto ocultándole a mis padres que estaba enlazado con un Alfa al que amaba y con el que tendría un hijo
Así que de inmediato hicimos las maletas y viajamos en auto
Al primer lugar que llegamos fue con mis padres. Primero nos recibieron con sorpresa después con lágrimas en los ojos corrieron a abrazarme después de años de no vernos y al final vino de nuevo la sorpresa al descubrir que no podían abrazarme como hubiesen querido. Una vez que se dieron cuenta por sí mismos del motivo por el que había ido y quien me acompañaba, nos invitaron a pasar
Les conté un poco de nuestra historia omitiendo una que otra cosilla para al final terminar en felicitaciones y un abrazo grupal que por supuesto también incluyo al Alfa quien se avergonzó por ser recibido de tan buena manera por mi familia
El problema vino cuando llegamos a la casa de Craig. El Alfa, tenso, toco el timbre de su puerta y antes de poder preguntarle lo que le pasaba la puerta fue abierta con brusquedad encontrándonos de frente con un hombre serio de cabello naranja que reconocí de inmediato como el padre de Craig. Cuando su mirada se posó en mi Alfa, su ceño se acentuó y el aire a nuestro alrededor se tornó denso
-Al fin te dignas a venir- Craig le respondió sacándole el dedo medio –espero que recuerdes lo que te dije-
-Lo de “no regreses hasta que tengas pareja”, si lo recuerdo- le respondió mordaz –por eso he venido- me miro y por consiguiente atraje también la atención del señor Thomas
-Hola- salude con una sonrisa nerviosa con una mano en mi vientre
Después de eso, las cosas fueron más calmadas. El señor Tucker nos invitó a pasar, vi y saludé de la misma forma a la señora Tucker y Ruby, nos invitaron a comer y en la comida fui bombardeado por preguntas de parte de ambos señores Tucker. Fue un poco difícil explicarles que era un Omega y no un Beta como todos creían y para mi sorpresa a ellos no les importo ese punto y lo pasaron por alto. Fue una plática agradable y tanto los padres como la hermana de Craig me trataron mejor que al mismo Alfa
-Ahora todo está como debería de estar- le sonreí a Craig y tomando mi mano, me beso
9 meses…
-¡Agh!- me queje/grite por quien sabe qué vez
-Calma, ya mero llegamos- intento tranquilizarme, pero solo me hizo enfadar
-¿Cómo quieres que me calme? ¡¿no ves que este niño o niña ya quiere salir?!-
-Te hubieses enterado de que era si hubieses ido a tu última consulta- me regaño, pisando el acelerador del auto para alcanzar a pasar en amarillo antes de que el semáforo se pusiera en rojo
-¡No me salgas con eso! ¡¡No iba a permitir que mi hijo o hija naciera sin conocer a sus abuelos!!-
-Es un Tucker, iba a poder lidiar con ello-
-También es un Marsh y por si no te has dado cuenta somos muy apegados-
-Lo sé de primera mano- me mando una mirada lasciva que me hizo estremecer y aproveche estar en el asiento trasero para darle una patada
No había querido ir en el asiento del copiloto por la sensación asfixiante del cinturón y es que mi estómago había crecido tanto que ¡parecía una puta ballena!
Y si Craig creía que me iba a olvidar de haberse burlado en algún punto de mi gordura, estaba muy equivocado
-¡Ahh!- sentí una nueva patada que me hizo arquearme. Me quedé sin aire un segundo y pensé en ese instante de dolor que, si Craig creía que iba a volver a pasar por este dolor tan indescriptible, de nuevo, ¡estaba muy equivocado!
El auto se detuvo, Craig bajo apresurado para después abrir mi puerta para sacarme al estilo princesa y entrar de inmediato al hospital. En mi agonía no supe en que momento habíamos llegado
-¡Un doctor!- grito, la enfermera de la recepción se acercó y con calma le respondió
-Va a tener que esperar…- ¡ah, eso sí que no!
-Escuche bien señorita, he roto fuente como desde hace media hora, hemos tardado otra en llegar hasta aquí y si de milagro no he tenido él bebe es porque decidí aguantar hasta llegar ¡así que me atiende o me atiende!-
La mujer comprendiendo lo delicado de la situación le indico al Alfa que me pusiera en una camilla, ella llamo a otras enfermeras y después de hacerme un rápido registro y un cambio de ropa me llevaron a la sala de parto donde ya no podía ni con mi existencia
El doctor llego apresurado, me pidió abrirme de piernas y con toda la vergüenza que eso conllevaba obedecí. Esperaba que el servicio médico de South Park hiciera bien su trabajo o me encargaría de matarlos apenas me recuperara
Note que mi Alfa había entrado junto al doctor y me tomo de la mano, pero yo estaba tan ocupado lidiando con las contracciones que apreté su mano como si fuera un medio para liberar mi estrés
-Ya está dilatado, ahora sólo necita pujar- y así lo hice, puje y puje
-¡Ah!- grite de dolor
-Puje- me insto
-¡AH!- y el llanto se dejó escuchar por toda la habitación. Respire
-Ahí viene el otro- ¡¿Qué?!