Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La persona más importante por ami4alice

[Reviews - 19]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Bueno luego de tanto tiempo traigo el siguiente. Este fic ya esta finalizado, pero falta la revisión... sino mal recuerdo son dos o tres cap más.

Como siempre, KKM no me pertenece, si fuera así patearia todos los dias a Yuuri y le daría amor todo el tiempo a Wolfram.

-¿Ahora vamos en una búsqueda de tesoros? Harás que Gwendal me odie por no realizar mi trabajo –se quejaba Yuuri mientras caminaba de brazos cruzados junto a Lyli.

-Vamos no te quejes –dijo Lyli con una risa.

-Será divertido Yuuri –comento Greta que les acompañaba.

-Por cierto… Anoche no regresaste a la habitación, ¿Dónde dormiste? –pregunto curiosa Lyli.

-Dormí con Greta –comento Yuuri con una sonrisa. Greta rió de manera traviesa ante aquellas palabras.

-Siento que hay algo que me ocultan –comento Lyli con duda. Greta y Yuuri se miraron un instante antes de sonreír.

-No, nada –dijeron al unísono los dos. Aquello no convenció a la peli azul, pero aun así no menciono nada más del asunto.

-Bien. Ahora continuemos con el plan –comento la chica -. Iremos en la búsqueda de un tesoro, pero antes… ¿Dónde estará Wolfram? –pregunto la mujer mirando a su alrededor, llevaban rato caminando y no lo había visto en ninguna parte.

Wolfram se encontraba caminando apresuradamente por los pasillos, se había quedado dormido ese día, era algo vergonzoso para el jefe de escuadra. Finalmente logró llegar al lugar donde siempre entrenaban, todos se encontraban ahí, para su suerte parecía que habían empezado de una vez, algo bueno para él. Suspiro levemente antes de terminar de llegar al lugar viendo a uno de sus soldados dirigir el entrenamiento.

-Buenos días –dijo Wolfram cuando ya estuvo en el lugar.

-Buenos días –contesto el soldado.

-Lamento la hora, no sé qué me paso esta mañana –comento en disculpa el rubio.

-No se preocupe, me enteré que fue a la fiesta de celebración de ayer, así que era comprensible –comento con una leve sonrisa.

-Siempre eres considerado conmigo Yuki –comento Wolfram de manera calmada.

-Estoy aquí para protegerlo, es un placer para mi hacer lo que sea por usted –comento con una sonrisa Yuki. Esa sonrisa se borró de su rostro cuando observo por un momento el cuello del contrario. Al hacerlo pudo observar como habían dos marcar en el cuello del rubio.

-Es bueno saberlo –comento en respuesta el rubio.

-Wolfram –dijo Yuki, era extraño que le llamara por su nombre, solo lo hacía para cosas importantes.

-¿Qué? –pregunto con duda.

-Parece que en su habitación hay bastantes insectos –dijo con una leve sonrisa en su rostro, sonrisa que se borró ante la reacción del rubio. Wolfram se sonrojo llevando una mano a donde creía se encontraba la “picadura.”

-E-eso es… -comento desviando la mirada. Habían sido aquellos dos diablillos, era lo más seguro, mientras dormía seguro que tanto Greta como el Maou habían hecho algo vergonzoso. Aun a pesar de todo eso Wolfram no pensaba que aquello había sido molesto.

-Ya veo… ¿Quieres que llame a un experto para fumigar su cuarto? –pregunto intentando mantener la sonrisa en su rostro.

-No… -murmuro el rubio mirando al suelo.

-¿Qué? –pregunto Yuki cuando no oyó bien.

-¡No es necesario! –dijo de manera alta antes de sin más dar unos pasos, debía de iniciar su entrenamiento diario. Yuki chasqueó cuando estuvo solo de nuevo.

-Al fin tengo una oportunidad y ese Maou sigue molestando –murmuro con molestia en su voz. El Maou estaba arruinando sus planes.

-¡Wolfram! –y no solo el Maou, la pequeña princesa también estaba atravesada.

-Greta… ¿Qué sucede? –pregunto antes de iniciar su entrenamiento.

-¿Estas ocupado ahora? –pregunto con una sonrisa.

-Bueno, voy a iniciar mi entrenamiento ya que he llegado tarde –comento de manera tranquila, pero cuando Greta rió, Wolfram enarco una ceja, así que si lo habían hecho a propósito.

-Ya veo ¿Y después de todo esto? –pregunto la pequeña sin dejar de sonreír.

-Uhm… creo que…

-Después de esto debemos hacer patrullaje –comento Yuki interrumpiendo la conversación.

-¡Oh, cierto! –soltó Wolfram, al parecer lo había olvidado.

-Oh, ya veo… -comento un poco desanimada la pequeña, eso hizo doler el corazón del rubio.

-Pero por una vez que falte no hará ningún mal –comento Wolfram a lo que la sonrisa de Greta regreso.

-¡Wolfram! Eso sería… -comenzó a hablar Yuki, pero la mirada que le lanzo Wolfram lo silencio.

-Está bien, confió en ustedes –palabras que no podía contradecir el otro.

-Está bien, nosotros nos encargaremos del patrullaje –comento Yuki con una leve reverencia, pero en ese mismo momento también miró a la pequeña princesa de mala manera. Esta frunció el ceño por aquella expresión que recibió, pero decidió ignorarla.

-Bien. Entonces podré ir contigo cuando termine con mi entrenamiento diario –comento con una sonrisa a la princesa.

-¡Sí! Te estaré esperando en el jardín –comento la princesa antes de despedirse con la mano e irse del lugar.

Mientras eso sucedía la pareja real se encontraba en el jardín. Lyli estaba sentada en el borden de la jardinera viendo la flores que habían plantadas ahí mientras Yuuri parecía querer hacer una zanja al caminar de un lado a otro. Parecía nervioso por lo que habían planeado, sabían que Wolfram no se iba a negar a Greta por eso es que ella siempre era la que lo invitaría, de esa manera podrían atraerlo para realizar su plan de conquista.

-Vamos Yuuri, deja de hacer eso que me pones nerviosa –comento Lyli frunciendo el ceño.

-Es que… ¿Seguro que esto está bien? Siento que estoy siendo un padre horrible usando a mi hija para todo esto –comento con preocupación el moreno.

-¡Claro que no! Eso solo sería si la estuviéramos obligando, ella se ha ofrecido a realizar ese trabajo, así que no pienses en esas cosas –comento Lyli completamente segura.

-Pero…

-Además que a la distancia se ve la buena relación entre ambos. Todos saben que nunca usarías a Greta para algo como eso sin su consentimiento. Greta parece feliz de hacerlo, después de todo está colaborando para que sus padres estén juntos de nuevo, cualquier niño estaría dispuesto a hacerlo –comento con una sonrisa Lyli.

-Está bien, creeré en tus palabras –comento Yuuri para sentarse al lado de la peli azul -. Si no estuviera enamorado de Wolfram estoy seguro que me enamoraría de ti enseguida. No eran puras palabrería el que eras un buen partido –comento con una risa, aunque se detuvo cuando la mujer le dio un leve golpe.

-¡Que grosero! –dijo Lyli, aunque con fingido enojo -. Lo siento mucho pero mi corazón solo le pertenecerá a Wolfram –comento la mujer con completa seriedad.

-En serio eres una mujer extraña, pero… -e hizo una pausa para levantarse y así arrodillarse delante de la mujer, llevando una mano a su propio pecho -. Cuando todo esto de resultado, prometo que haré a Wolfram el hombre más feliz del mundo –dijo con tanta seguridad que la mujer no pudo evitar avergonzarse.

-¡Por supuesto que sí! –dijo levantándose de golpe con las mejillas enrojecidas -. Aunque eso es algo que debiste hacer desde el inicio –comento después a manera de reproche.

-Ja, ja. Sí, tienes razón en eso –comento el moreno levantándose -. Fui un cobarde enclenque, por esa razón cambiaré eso de mí para hacer a Wolfram la persona más feliz del mundo.

-Será mejor que lo cumplas –dijo Lyli mirándole fijamente.

-Por supuesto –comento el moreno mirándolo sin ninguna duda y seriedad en su rostro, se encargaría de cumplir esa promesa el resto de su vida.

-¡Yuuri!  –ambos se giraron viendo como la pequeña princesa venía corriendo, deteniéndose cuando estuvo cerca de los otros dos -. Ya he hablado con Wolfram.

-¿Si? ¿Y qué te dijo? –pregunto el moreno de inmediato.

-Que vendría luego de su entrenamiento. Eso nos deja un par de horas para arreglar todo –comento Greta con emoción.

-¡Bien! Entonces vamos de una vez –comento el moreno tomando la mano de la pequeña e iniciando su caminata.

Lyli se había quedado en completo silencio observando a la nada. Pensativa sobre la conversación que había tenido con el moreno. Por supuesto que ella se encargaría de que el moreno cumpliera con su palabra de hacer feliz al rubio. Sino lo hacía ella misma se encargaría de hacerle la vida imposible al Maou.

-Después de todo… Wolfram se ve más hermoso cuando se encuentra a tu lado –comento con una pequeña sonrisa en su rostro. Sí, ese era su motivo. Que Wolfram se veía más hermoso y brillante cuando estaba al lado del Maou. Y ella se había enamorado de aquel nuevo Wolfram.

-¡Lyli! –escucho su nombre que la hizo salir de su ensimismamiento.

-¿Eh? –soltó para mirar a los otros dos llamarla desde la distancia.

-¿Qué haces ahí? Será mejor que te apures, tú eres la del plan –comento Yuuri con una corta risa.

-Vayamos a ocultar los tesoros –dijo con ánimo Greta agitando sus brazos.

-¡Voy! –comento para ir a donde estaban los otros dos. Ella se encargaría de hacer que los otros dos de nuevo estuvieran juntos, puesto que hasta la cosa más estúpida se veía brillante si Wolfram y Yuuri se encontraban juntos.

.

.

.

-¡¿En serio?! ¿¡Cómo siempre terminamos de esta manera!? –soltó Yuuri con histeria. Ahora se encontraba en el sótano donde guardaban todos los tesoros del reino encerrado junto a Wolfram. ¿Qué pasaba por la cabeza de aquellas dos mujeres? A veces se lo preguntaba.

-Será mejor buscar otra salida –comento Wolfram intentando ignorar el hecho de que se encontraban solos y de que su corazón quería comenzar a latir.

-¿Ah? Sí, tienes razón –comento en un suspiro el moreno, particularmente no le gustaban ese tipo de lugares.

Ambos hombres comenzaron a caminar por aquel lugar, para ser un sótano era bastante amplio, pero no se podía esperar menos de un lugar que guardaba artilugios peligrosos. El moreno solo deseaba que ninguna de aquellas cosas se activara de la nada, porque ahí sí que tendrían un gran problema. No quería empeorar la situación incómoda que ya llevaba con Wolfram, quien no le había dirigido la palabra en todo ese rato.

-¿Has encontrado algo? –pregunto el moreno intentando entablar una conversación.

-No –de nuevo le estaba contestando con monosílabas. El moreno suspiro con pesadez, pero de pronto soltó un grito cuando escuchó un ruido sospechoso, el lugar estaba oscuro y no podía ver bien.

-¡Ah! ¡Esto no puede ser peor! –soltó luego de ver que se trataba simplemente de una rata.

-¿Le asustan este tipo de lugares? –pregunto Wolfram luego de un rato.

-Bueno, particularmente prefiero mantenerme alejado –comento sin mirarle. En Shin Makoku había visto un sinfín de cosas sorprendentes, pero nada le quitaría el miedo a los espíritus, además que la oscuridad no ayudaba.

Wolfram pareció vacilar en lo que iba a decir pero fue algo que no notó el moreno pues la oscuridad no dejaba ver su rostro bien. Aun a pesar de la duda termino respirando hondo antes de acercarse al moreno y llevar su mano en su dirección.

-Sí te parece bien podemos ir de la mano –comento Wolfram, pero antes de que Yuuri pudiera aceptar este se avergonzó de sus palabras quitando su mano -. Mejor olvídalo.

-¡No! –soltó el moreno tomando con ambas manos la ajena -. Por favor déjame ir de la mano contigo, me sentiré más seguro –comento, aunque aquello era una mera excusa. Wolfram le miro unos instantes antes de asentir con la cabeza.

-Está bien –dijo de manera baja.

Luego de aquella respuesta Yuuri le soltó la mano para sin más, de manera torpe ambos se tomaran de la mano. Qué bueno que el lugar estaba oscuro pues así ninguno de los dos pudo ver lo avergonzado que se encontraba el contrario por aquel contacto.  Ambos tenían la cara como un tomate mirando en otra dirección, aunque la oscuridad no le permitiera ver el rostro ajeno debían estar prevenidos. De esa manera de nuevo iniciaron su caminata por aquel lugar en busca de una salida.

-Parece que no hay nada por este lugar –comento Yuuri nervioso, no quería seguir con aquel silencio vergonzoso.

-Tendremos un problema si es así –dijo Wolfram en respuesta, aun a pesar de estar hablándose no se miraban directamente, tampoco es que pudieran hacerlo en la oscuridad.

-¿Descansamos un rato? Este lugar es bastante grande –dijo después el moreno.

-Supongo que podemos hacerlo –comento el rubio y así detuvieron su andar.

Al hacerlo vino la pregunta que ambos se hicieron. ¿Debían dejar de tomarse la mano? Ninguno de los dos parecía dispuesto a hacerlo pues a pesar de detener su andar ambos se quedaron ahí parados aun tomados de la mano. Yuuri quería quedarse de esa manera un poco más pues había pasado mucho tiempo desde la última vez  que había tomado la mano del rubio, así que quería disfrutar un poco más de aquello antes de que tuviera que dejarlo ir. Por su parte Wolfram tampoco quería dejar ir aquella mano, era como si algo le dijera que no la dejara ir, aunque seguía desconociendo los motivos de tal sentimiento.

-¡Ahg! –soltó el moreno un tanto alterado. Le molestaba grandemente aquellos ambientes incómodos con Wolfram, antes jamás hubiese pasado algo como eso -. Wolfram…

-¿Sí? –comento Wolfram dando un paso hacia atrás.

-No me gusta para nada esta clase de ambiente, yo quiero poder estar de manera normal contigo –comento el moreno, sus frustraciones le habían llevado al límite. Por su parte el rubio volvió a dar un paso hacia atrás aun así no dejo ir aquella mano.

-Pero eso es…

-¡Sé que es raro! Pero… -comento haciendo una pausa. ¿Cómo le iba a explicar todo el asunto? -. No me gusta para nada esta situación… -dijo con gran sinceridad.

-¡A mí tampoco! –dejo salir Wolfram, al parecer reacciono sin siquiera pensarlo.

-¿Eh? –soltó el moreno levemente sorprendido por la reacciono ajena.

-Eh… yo… -dijo dando pasos hacia atrás pero jalo al moreno pues aún seguían unidos por aquellas manos. Por la sorpresa el moreno casi tropieza pero aun así logro mantenerse, aunque tuvo que soltar la mano ajena para así afincarse en algo, para su suerte la espalda del rubio choco con una pared, misma pared donde el moreno afinco sus manos.

-Wolfram… -dejo salir el moreno, ahora el otro no tendría escapatoria.

-Yo… No sé el por qué, pero tampoco me siento cómodo con todo esto –dijo de manera baja el rubio.

-Me alegra no ser el único –comento el moreno en un suspiro de alivio -. Entonces, ¿Qué podríamos hacer? –pregunto, quería saber que pensaba el rubio. Este duro unos minutos en silencio.

-¿Qué podríamos hacer? –se preguntó a sí mismo silenciándose un momento -. Bueno…

-¿Qué? Está bien, aceptaré cualquier cosa.

-Bien… -dijo con una pausa -. ¿Qué te parece ser amigos? –pregunto Wolfram. Yuuri nunca creyó que sus creencias regresarían para darle un fuerte golpe, ese era su castigo por siempre decirle al rubio que eran solo amigos.

-¿Amigos? –soltó el moreno.

-No sé realmente porque pasa todo esto, así que… ¿Por qué no iniciamos como amigos? No… ¡Seamos amigos! ¿Está bien? –pregunto mirando fijamente al moreno. Nunca creyó que en ese tipo de situación vería aquella expresión a la que Yuuri no le podía negar nada.

-Sí… seamos amigos –comento el moreno con un ligero suspiro. ¿Por qué había sido tan idiota para siempre decirle al rubio que eran solo amigos? Ahora entendía su dolor cada que él le llamaba de esa forma.

-¡Bien! –comento con una sonrisa en su rostro, no sabía por qué pero se sentía feliz.

-Wolfram… -llamo el moreno. Lo extraño de todo eso era que no se habían movido de aquella posición en donde Yuuri le estaba haciendo Kabe-don a Wolfram -. Los amigos se llaman directamente por sus nombres…

-¿De verdad? –pregunto con curiosidad el rubio.

-Sí, es para mostrar familiaridad –comento en un suspiro.

-Bien, entonces… ¡Yuuri! –dijo con una sonrisa en el rostro. Eso hizo que Yuuri perdiera la poca razón que aún tenía.

-Wolfram… -murmuro con las mejillas rojas y acercándose al rubio, este se quedó ahí esperando lo próximo que venía.

¡Bip!

De pronto sonó algo proviniendo de la pared cuando Yuuri movió su mano solo un poco. El beso que ambos esperaban jamás llego pues la pared donde estaba afincado Yuuri y Wolfram de pronto se abrió, así que sin más ambos cayeron por aquel nuevo pasadizo que habían descubierto. Aquel pasadizo termino pareciendo un tobogán, pues ambos cayeron un rato antes de llegar al final del recorrido. Yuuri agradeció que donde cayeron era algo suave, aunque por las posiciones Yuuri termino encima de Wolfram en aquella extraña cosa gigante.

-Vaya, vaya, pero que tenemos aquí –la voz la reconoció de una vez como la de Annisima.

-Porque esto no me sorprende –comento Yuuri en un suspiro.

Antes de que se pudiera decir algo más Yuuri recibía un golpe en su mentón, al parecer Wolfram le había golpeado aquella zona con la palma de su mano. El rubio se había avergonzado porque aquella mujer les viera en aquella posición en aquella cosa extraña que era suave. Sin decir nada y luego de golpear al moreno para que se quitara de encima se bajó de aquella cosa y se fue rápidamente del lugar. Yuuri pudo notar como el otro estaba avergonzado cuando se estuvo sobando el golpe a su mentón.

-No sabía que su Majestad era todo un travieso –comento Annisima con una risa.

-¡No es así! –soltó Yuuri, pero la vergüenza que mostró su rostro después hizo que la mujer volviera a reír.

-Está bien Majestad, le guardaré el secreto, pero tendrá que ayudarme con las pruebas de mis experimentos como compensación –comento la mujer con una sonrisa.

-¡Ahh! –soltó en un largo suspiro antes de tirarse en aquella cosa suave y completamente extraña.

Ahora tendría que someterse a los experimentos extraños de aquella mujer para que le guardara el secreto de lo que había visto, no quería que rumores mal intencionados comenzaran a esparcirse. Lo bueno era que había tenido un progreso con el rubio, si es que podía decirle de esa forma. El lado positivo es que ya no era solo un rey para Wolfram, lo que dudaba era el hecho de poder soportar escuchar al rubio llamarle por su nombre sin reaccionar. Iba a ser imposible, eso iba a ser otro reto que tendría que enfrentarse. Al moreno aun le quedaba un largo recorrido.

.

.

.

-¡Yuuri! Si no me dices los progresos, ¿Cómo quieres que ayude más? –se quejaba Lyli mientras se encontraba peinando su cabello.

-Podrías ayudar dejándome dormir en mi cama –comento Yuuri mientras se encontraba parado en el umbral del baño.

-¿Qué? Allá tienes una bonita cama –comento Lyli con una sonrisa señalando con su peine varias almohadas y cobijas tiradas en el piso. Yuuri rodó los ojos ante aquello.

-Sabes bien de lo que hablo, porque estemos fingiendo estar comprometidos no significa que tenga que dormir en el baño –comento Yuuri en un suspiro, dormir en aquel lugar le estaba causando un dolor de espalda.

-¿Eh? ¿Esperas que durmamos en la misma cama? Eso sí que no. Puedo estar ayudándote pero no te creas la gran cosa –comento la mujer mirando el espejo frente a ella.

-Bien, pero ¿Puedo por lo menos pedir algo mejor para dormir? –pregunto cruzándose de brazos.

-¡¿Estás loco?! Si haces eso notaran que no dormimos juntos. Empezaran a sospechar –comento la mujer negando con la cabeza.

-¿¡En serio!? No recuerdo que con Wolfram fuera tan complicado –murmuro en un largo y pesado suspiro. No quería seguir durmiendo en el piso pero Lyli le había prohibido dormir con ella, tampoco es que quisiera hacerlo.

-Eso es obvio, Wolfram te hacía las cosas fáciles –comento Lyli con el ceño levemente fruncido -. Lo normal para los prometidos es dormir juntos, además que eso ayuda a que otras personas puedan entrar aquí.

-¿Qué? –soltó Yuuri confundido -. Entiendo la parte de que no puede entrar a mi habitación si estoy soltero, ¿Pero eso que tiene que ver con lo otro? –Lyli rodó los ojos al escuchar al moreno.

-Yuuri, es prohibido estar en tu habitación a menos que sea tu hija o padres, también los hermanos pueden entrar pero si el dueño de la habitación lo autoriza, pero no viene al caso. El asunto principal es que, el hecho de que Wolfram durmiera contigo daba más paso libre a tu habitación, ¿Por qué crees que ni siquiera el mismo Lord Weller entraba?

-¿Por qué estaba prohibido?

-No solo por eso. La habitación del rey es algo delicada, por esa razón a menos que se hagan todos los trámites no puedes entrar en ella. ¡Se necesita de un papel donde tú les das la libertad a las personas de entrar!

-¿Eh? ¡¿De verdad?! –soltó con sorpresa el moreno.

-Sí. Pero cuando te comprometiste con Wolfram y el vino a dormir a tu habitación… Hizo que no fuesen necesarios los papeles –comento en un suspiro.

-¿Eso significa que ahora sucede el mismo caso? –pregunto curioso.

-Sí, ahora mismo todos pueden entrar aquí como antes porque yo estoy compartiendo la habitación contigo –dijo Lyli dejando su peine y mirando fijamente al moreno -. Son tradiciones que se tiene aquí. La habitación del rey no se puede entrar si este se encuentra soltero por varias razones que no te voy a describir, se encuentra en la ley, pero… Es diferente si pasa a ser la habitación de la pareja real –comento después.

-Sigo sin entender –dijo con sinceridad el moreno. Lyli suspiro volviendo a tomar el peine para mostrárselo al moreno.

-Imagina que este peine es un tesoro. Como todos los tesoros si no tienen dueño es difícil de obtenerlos, pues no lo puedes encontrar con facilidad, pero si este peine tiene dueño… -comento haciendo una pausa -. Eso significa que los demás pueden encontrarlo fácilmente puesto que ahora lo tendrá alguien, hecho que hace que se ubique más fácil. Sucede lo mismo contigo.

-Espera… -comento el moreno haciendo un gesto con la mano, mientras pensaba en las palabras de la chica -. ¿Me estás diciendo que nadie puede entrar porque eso me haría estar al alcance de todos, pero al dormir con un prometido hace que las personas puedan entrar porque ya no estaría a la disposición de todos?

-Sí. Cuando Wolfram comenzó a dormir contigo siendo tu prometido era como decir “este tesoro ya tiene dueño, lo siento” así que no importaba si otras personas estuvieran aquí –comento la chica volviendo su vista a su reflejo.

-Las leyes son demasiado confusas –comento en un leve murmuro el moreno.

-Debiste aprendértelas cuando pudiste, si lo hubieses hecho seguro te fueses ahorrado muchas cosas –dijo Lyli en un largo suspiro -. Para algo fue que las crearon.

-Sí, sí, fue mi error –comento Yuuri sin mucho ánimo -. Mejor iré a dormir de una vez –dijo después para que con un gesto de manos despedirse de la chica. Lyli le regreso el gesto antes de dejar de verlo cuando la puerta del baño fue cerrada.

-Ese fue tu error, suponer cosas –murmuro Lyli antes de terminar de arreglarse para también acostarse, debían de continuar con su plan al día siguiente.

.

.

.

 

-Entonces así es como se encuentra tu situación –dijo el gran sabio mientras pasaba sus dedos por el mentón pensativo -. Lamento haberte interrumpido Shibuya.

-No, no importa mucho –soltó en un suspiro el Maou.

Yuuri Shibuya comenzaba a pensar que todos estaban confabulando en su contra, siempre terminaban apareciendo en el peor momento posible. Así había pasado minutos antes cuando Murata había finalmente hecho acto de presencia en pacto de sangre, aunque Yuuri hubiese querido que lo fuese hecho en otro momento. Luego de que él y Wolfram pasaran de una relación simple de soldado/rey, ahora eran amigos, así que Yuuri debía de aprovechar cada momento y situación para así acercarse más al rubio.

Esa mañana de casualidad habían terminado ambos en su despacho. Agradeció a Shinou por hacer que su trabajo lograra hacer que pudieran encontrarse. No solo eso, en un punto que ninguno de los dos se percató habían quedado solos en aquella oficina, cuando descubrieron su situación lo primero que apareció fue una pequeña incomodidad, pero esta desapareció bastante rápido. Ambos iniciaron una charla normal de amigos, aunque más que todo era que el moreno le contaba cosas sobre su mundo, al parecer al rubio le llamaban la atención.

En algún punto ambos se encontraban sentados en la mesa frente al escritorio uno al lado del otro. Yuuri no podía evitar tener una sonrisa en su rostro, estar así le recordaba a antes de que Wolfram perdiera sus recuerdo, que estúpido había sido al pedirle a todos que no le dijeran a Wolfram la verdad, ahora estaba pagando de todas las maneras posibles. Wolfram actuaba de manera más amigable, no solo eso, ninguno de los dos se percataba que el rubio actuaba de una manera diferente a lo de amistad. Wolfram era un orgulloso Mazoku, era imposible que actuara de manera tan relajada y alegre con alguien, ni siquiera con las personas más cercanas a él actuaba así.

-Ah… Tienes algo en el cabello Wolfram –dijo Yuuri interrumpiendo su historia de su mundo cuando vio una hoja que se quería colar en el cabello del rubio.

-¿En serio? ¿Dónde?  -pregunto el rubio llevando una mano a su cabello.

-Ahí no Wolfram… espera un momento –dijo Yuuri luego de soltar una corta risa. Wolfram no lograba atinar en donde estaba intentando ocultarse aquella hoja. El moreno se levantó de su asiento para llevar sus manos a donde veía la hoja -. Quédate quieto un momento.

Como si se tratara de una orden Wolfram bajo sus brazos y por inercia cerró los ojos para sin más esperar a que el contrario terminara. Yuuri aparto la hoja pero la posición en la que se encontraba el rubio le hacía caer en tentación, una que no pudo dejar pasar. Sin pensarlo mucho termino por romper la poca distancia que había entre ambos y de nuevo, como otras veces, le beso. Wolfram se vio sorprendido, aunque eso no quitaba que correspondiera a aquel beso. A pesar de que una parte de él le dijera que besarse con el rey quien estaba comprometido no era correcto, pero otra de él deseaba con desespero aquellos besos.

Al separarse ambos se miraron, no necesitaban palabras para pedir lo que más deseaban en ese momento. La diferencia de la vez anterior fue que esta vez ambos se movieron en dirección del otro, ambos quisieron iniciar un nuevo beso. A pocos centímetros de terminar de acabar con la distancia para poder besarse de nuevo la puerta del despacho fue abierta con brusquedad, al hacerlo ambos reaccionaron. Ambos se separaron de golpe, pero como Yuuri estaba parado y no cálculo bien termino por caerse hacia atrás. Wolfram lo único que hizo fue levantarse de golpe de su silla.

-¡Shibuya! –dejo salir Murata luego de tan drástica entrada.

-¿Murata? –dijo en su sorpresa el Maou, mientras sobaba un poco su parte trasera.

-Eso es todo lo que tenía que informarle Majestad, ahora me retiro –dijo Wolfram después haciendo una reverencia y girándose para dejar el despacho. Camino un poco antes de detenerse y llevar una mano a su boca. ¿Por qué anhelaba tanto aquellos besos? Seguía sin tener una respuesta a eso.

-Shibuya, ¿Qué es lo que está pasando aquí? –pregunto Murata terminando de entrar al despacho. Yuuri se levantó del suelo dejando escapar un suspiro.

-Muchas cosas Murata, muchas cosas.

Y así habían llegado a ese punto del inicio, en donde ya Yuuri le había contado toda la situación entre él y Wolfram, además de la más grande estupidez que había hecho. Hasta el mismo Murata le había recalcado lo idiota que fue. En ese punto Yuuri no sabía si estaba avanzando o seguía estancado, así que no sabía realmente que hacer, aunque tuviera la ayuda de Lyli seguía sin saber qué cosas podría hacer para poder recuperar al rubio. Después de todo ahora tenía perfectamente claro con quien se quería casar era Wolfram.

-¿Y? ¿Qué es lo que tienes planeado hacer? –pregunto el gran sabio con interés.

-Realmente no lo sé muy bien. Es que cada cosa que siento planeo termina completamente diferente a lo que me imagino.

-Bueno, así es la vida Shibuya.

-Tal vez es una clase de castigo de Shinou –dijo en un suspiro con una débil risa.

-Hm… Eso lo averiguare yo, pero no siempre debes culpar a otros de tus errores Shibuya. Ahora eres un rey y siempre debes pensar con la cabeza en frío. Te dejaste llevar por tus creencias más que por tu corazón, por eso terminaste así.

-Suenas igual que mi madre… -al soltar aquello Yuuri dejo escapar un suspiro -. Pero tengo claro que es así. Supongo que es como dice el dicho: nadie sabe lo que tiene hasta que lo ve perdido. No supe ver que en realidad quería a Wolfram hasta que dejo de quererme.

-Lo más importante ahora es… que tú estás tomando la iniciativa con todo esto. Eso me ha sorprendido, nunca creí que serías tú quien tomaría la iniciativa con algo referente a Lord Bielefeld –dijo Murata con evidente sorpresa en su voz.

-Yo también estoy sorprendido de ese asunto. Si me lo dijera unos años atrás lo que estoy haciendo seguro te diría que ese no soy yo –comento el moreno con una leve risa -. Pero lo importante es el ahora. ¿Se te ocurre algo que pueda hacer? –pregunto Yuuri con curiosidad.

-¿Por qué no simplemente le dices directamente todo? –pregunto con obviedad el gran sabio.

-No es tan fácil como suena. No creo que en el estado en que Wolfram esta pueda aceptarlo –dijo Yuuri en un suspiro. Murata le miro unos minutos en silencio sin decir nada, luego suspiro acomodándose los lentes.

-Si tú lo dices –comento para levantarse de la silla donde había estado todo ese rato -. Iré a hablar con Shinou a ver qué podemos hacer para ayudarte. Si de verdad es una de sus travesuras quiero ser el primero en regañarle –comento Murata con una sonrisa.

-Está bien, cualquier cosa me avisas –dijo Yuuri con un leve suspiro tomando la mano de su amigo en gesto de despedida.

Sin decirse más nada el gran sabio se retiró del despacho quedando en el lugar solo el Maou. Yuuri dejo salir un largo suspiro antes de caminar a su escritorio, primero pensó en sentarse, pero al final termino en aquella ventaja donde siempre veía a Wolfram. Ese momento no fue diferente a los otros así que cuando se recostó del borde de la ventana podía ver con perfecta claridad al rubio conversar con su escuadra. Verlo le hacía recordar el beso que habían tenido antes, sino hubiese sido por la interrupción se fuesen vuelto a besar. Esos pequeños gestos que tenía el rubio sin darse cuenta, eran lo que mantenía la esperanza en el moreno.

-¡Yuuri! –la voz de Lyli interrumpió su momento de admiración de Wolfram.

-¿Qué sucede? –pregunto con curiosidad el moreno.

-Estaba hablando con Greta sobre nuestro siguiente plan –comento la mujer antes de que se asomara la pequeña princesa.

-Hemos venido a decirte –comento Greta con una sonrisa.

-¿Su siguiente plan? –pregunto con duda para sin más los tres sentarse en la mesa frente al escritorio.

-Sí. Pronto tendremos que ir a una fiesta de parte de Lord Felifild –dijo la chica con una sonrisa -. Hagamos que Wolfram venga con nosotros, así podremos tener más oportunidades de que se queden solos. Aquí hay muchos obstáculos –comento cruzándose de brazos.

-Bueno, Conrad y Gwendal tienen sus motivos –dijo Yuuri en un suspiro.

-No me estoy refiriendo a ellos –dijo en un susurro Lyli.

-¿Eh?

-Nada. Regresando al plan. Si logramos que vaya él con nosotros podremos hacer que anden solos sin ningún problema, lo que se quede en otras tierras se quedara en otras tierras –dijo Lyli sin dejar de sonreír.

-Pero el asunto está en si él vendrá con nosotros –comento el moreno ahora cruzándose de brazos él.

-Eso me encargaré yo –comento Greta con orgullo en su voz -. Yo seré la que lo convenceré.

-Cada vez que te involucras Greta, siento que estoy siendo de esos padres que usan a sus hijos para conquistar a su pareja –comento en un suspiro el moreno.

-No digas tonterías, además, tanto Greta como yo queremos que regreses con Wolfram, así que no vemos el problema. Yuuri puedes usarnos todo lo que quieras, ya que también es nuestro deseo –comento Lyli con orgullo -. ¡Además! Para conquistar a la persona que amas debes utilizar todo lo que tengas a tu mano, sean las personas u objetos.

-Eso suena cruel –dijo Yuuri -. Pero lo dejare pasar por esta vez –comento después con una leve sonrisa.

Así empezó un nuevo plan para poder conquistar a Wolfram. ¿Cómo terminaría ese nuevo plan? Era todo un misterio, después de todo, los otros planes anteriores a esos habían tomado un giro inesperado mientras iban en proceso, por eso Yuuri no tenía mucha esperanza de que el plan se diera como Lyli le había dicho que pasaría. Después de todo siempre estaría el factor sorpresa.

.

.

.

 

-¿Qué Wolfram que? –soltó el Maou mientras estaba con Conrad en su entrenamiento mañanero.

-Eso es lo que me ha indicado Gwendal. Al parecer regresara a tierras Bielefeld por una misión –comento Conrad sin detener su acción de estirarse, se encontraban calentando para iniciar su trote.

-Eso es un problema –susurro Yuuri sin mirar al mayor.

-¿Eh?

-¿Eh? –ahora era Yuuri quién miraba al mayor confundido. El castaño paso de una mirada confundida a una seria.

-Majestad… ¿Acaso estaba planeando algo que involucrara a mi hermano? –pregunto frunciendo levemente el ceño.

-Ah…Bueno… -el moreno nunca había logrado mentirle al mayor, así que hacerlo a esas alturas iba a ser una batalla. Conrad suspiro antes de aligerar su expresión.

-Majestad, desde la vez pasada he tenido la intriga –inicio Conrad mirando fijamente al menor -. ¿Usted está tratando de recuperar a Wolfram? –Yuuri dudo unos minutos en si decir la verdad, luego de enfrentar la mirada del castaño suspiro levemente.

-Sí, eso es lo que estoy haciendo, pero no quería decirte ni a ti ni a Gwendal porque sabía que no lo iban a aceptar –comento el moreno deteniendo su estiramiento.

-¿Entonces?

-A sus espaldas he estado planeando diferentes eventos para lograr recuperar a Wolfram –comento el moreno sin ver fijamente al mayor, rascándose la nuca. Conrad soltó un suspiro.

-¿Eso es lo que desea de todo corazón? –pregunto el mayor.

-Sí –contesto de inmediato sin ninguna duda -. Sé que fui todo un enclenque al darles aquella ridícula orden, por eso quiero remediarlo –dijo sin dejar su seguridad inicial.

-Está bien –dijo con una sonrisa el mayor -. Te ayudare en todo lo que pueda.

-Muchas gracias. Ahora continuemos con nuestra practica –comento el moreno antes de continuaran con su actividad.

Duraron unos treinta minutos en su típica rutina de todas las mañanas, aunque lo que no notó ni el moreno fue el hecho de que en mitad de la práctica el moreno se había sentido levemente mareado. Paso desapercibido en ese momento, pero después no fue el caso. Tanto el moreno como el castaño iban caminando de regreso por los pasillos cuando a la distancia vieron a la princesa junto a la prometida del Maou.

-¡Yuuri! –dijeron al unísono las mujeres.

-¿Qué se supone que hacen? –pregunto con curiosidad.

-Estamos esperando que Wolfram termine con su entrenamiento –dijo Lyli de inmediato, aunque luego llevo su mirada a Conrad.

-No te preocupes, él sabe sobre todo –comento el moreno como si hubiese entendido la pregunta no hecha de la chica.

-Cuando termine, Greta irá a pedirle que venga con nosotros –dijo Lyli después.

-¿Qué sucede si el rechaza su invitación? –pregunto Conrad luego de su silencio, mirando en la misma dirección que miraban los otros tres, hacía donde estaba Wolfram y su escuadra.

-Ah, bueno… -dijo Lyli de pronto, no había pensado más allá.

-¿No habías planeado nada por si eso pasaba? –soltó el moreno mirando fijamente a la mujer de pelo azul.

-Bueno, no creo que suceda. Wolfram no rechazaría a Greta ¿Cierto?

-Existe la posibilidad –dijo Conrad a lo que hubo un momento en donde los otros tres cruzaron miradas sin decir alguna palabra. Conrad suspiro un momento -. Si Wolfram rechaza a Greta entonces yo les ayudare a lograr su objetivo.

-¿De verdad? –soltaron Yuuri y Lyli en sus respectivos tonos. Yuuri con alegría de recibir el apoyo de su padrino y Lyli con duda de que los estuviera ayudando.

-Sí. Puedo simplemente decirle que vaya conmigo al evento para así protegerlos –dijo el castaño como idea.

-Está bien –dijo Lyli de inmediato -. Necesitamos usar todas las herramientas a nuestro alcance –comento después.

Un silencio fue lo que siguió, después de todo se centraron en el hecho de que el entrenamiento diario de la escuadra de Wolfram había terminado finalmente. Greta miro a su padre y Lyli antes de llenarse de valor para poder hacerle la petición de que fuera con ellos al próximo evento que había en la agenda del Maou.

-Bien, vamos Greta –dijo en un murmuro Lyli.

-Esperemos que funcione de una vez –comento Conrad quien miraba en la dirección por donde caminaba la pequeña princesa.

-Sí… -la manera en que lo había dicho fue algo vaga, de nuevo estaba sintiendo un dolor en su cabeza. Dio unos pasos hacia atrás por reflejo, pero cuando lo hizo el mareo que antes había tenido se intensifico.

Como todos estaban pendientes del resultado que tendría Greta nadie noto el hecho de que el Maou había dado unos pasos hacia atrás, notaron ese hecho cuando escucharon un fuerte estridente venir de sus espaldas. Cuando ambos se giraron a ver y Greta detuvo su petición puesto que hasta ese punto había llegado el ruido, pudieron observar como el Maou se encontraba completamente en el suelo.

-¡Yuuri!/ ¡Majestad! –gritaron al unísono Lyli y Conrad.

-Jeje, estoy bien –dijo el Maou tratando de levantarse del suelo, pero a los minutos regreso a él.

-Majestad –soltó Conrad cuando fue a ayudarlo, pero al tener un leve contacto con la piel ajena pudo sentir algo que no había notado -. ¡Está hirviendo! –soltó de una el castaño.

-¿Eh?

-Iré por Gisela –dijo Lyli para girarse y salir corriendo del lugar.

-No es para tanto… -soltó el moreno quitándole importancia al asunto.

-Majestad, está sobre los niveles normales de temperatura. Debe tener fiebre –dijo Conrad ayudando a mantener el equilibrio del Maou para solo levantarse.

-¿Fiebre? –soltó el moreno silenciándose unos minutos, ahora entendía el mareo de antes.

-Será mejor ir a su habitación –dijo el castaño para sin más iniciar su caminata a la habitación real.

Wolfram y Greta que miraban la escena desde lejos de inmediato se preocuparon, aunque la primera en reaccionar fue la pequeña princesa que de una fue a donde estaba su padre, a cambio Wolfram hizo el gesto de querer ir al lugar pero se detuvo de golpe. Aún tenía en él el chip de que no era correcto acercarse demasiado al Maou. Quería ir a averiguar qué había pasado, pero su mente no le dejaba hacerlo, terminando por solo ver como se marchaba el Maou, su hermano y la pequeña princesa del lugar.

.

.

.

Wolfram caminaba de un lado a otro mientras decidía que era lo que iba a hacer a partir de ese momento. Una parte de él deseaba quedarse puesto que ya a esas alturas todos se habían enterado de que el Maou estaba enfermo, por eso quería quedarse a ayudarle, pero otra parte le indicaba que era mejor irse para completar la misión que le habían asignado. Caminaba de un lado a otro mientras decidía que iba a hacer.

-Excelencia –uno de sus compañeros le saco de su ensimismamiento.

-Ah… ¿Qué sucede Yuki? –pregunto Wolfram de inmediato.

-Nada, simplemente que le he visto desde hace rato y me preocupa que ande caminando de un lado a otro. ¿Acaso tiene un problema? –pregunto mirándole fijamente.

-Bueno… -soltó con duda sobre si debía mencionar lo que tenía en su cabeza.

-Está bien, puede confiar en mí. Soy su más fiel compañero, por usted estoy dispuesto a cualquier cosa –comento Yuki con una mano en su pecho. La seguridad que mostro fue suficiente para que Wolfram cediera.

-Sé que debemos marcharnos por la misión, pero… Yuuri está enfermo –comento diciendo un poco más bajo lo último.

-El Maou estará bien –dijo de inmediato, ya Yuki se daba la idea del problema del rubio -. Él tiene a su prometida e hija para que lo cuide, además de que su hermano no permitirá que le pase algo peor –comento Yuki con una leve sonrisa.

-Aun así… -Yuki notó perfectamente como el rubio aun dudaba.

-Excelencia… no, Wolfram –comento Yuki. Wolfram sabía que Yuki solo lo llamaba por su nombre cuando era algo serio, así que le vio fijamente luego de tensar sus hombros levemente -. El cuidar al Maou no es su responsabilidad –Yuki fue claro con sus palabras.

-Eso…

-Además, usted no tiene ningún compromiso con el Maou. Es un soldado que debe de protegerlo, pero también debe cumplir con sus otros deberes y según yo veo el cuidar del rey no está entre sus tareas –comento sin duda en su voz. Aunque Wolfram no lo quisiera aceptar completamente, Yuki tenía razón.

-Sí –dijo luego de unos minutos en silencio -. Tienes razón en eso Yuki, gracias por eso –dijo el rubio sonriendo levemente, siempre podía contar con Yuki para esos casos.

-Está bien, para mi es todo un placer ayudarlo con lo que tenga problema –comento regresándole el gesto, sonriendo igualmente.

-Bien, iré a preparar todo para poder marcharnos esta tarde a las tierras Bielefeld –comento Wolfram ahora con tono serio. Sin agregar más nada se marchó del lugar dejando completamente solo a Yuki.

-Ja, ja –rio levemente cuando se encontró solo -. Es bueno lo estúpido que es el Maou –soltó después de reír -. Tan, tan estúpido. Aunque gracias a eso el mismo se quitó del camino, ahora podré fácilmente ganarme a su excelencia –comento después iniciando su caminata.

Lo que Yuki no sabía era que por casualidad había una mujer de pelo azul escuchando tras una de las columnas. Lyli asomo su cabeza cuando notó al hombre marcharse, ya ella se daba una idea de las intenciones de aquel hombre, pero nunca creyó completamente que estaría tan acertada. La intuición femenina es un arma bastante peligrosa.

-Sabía que eso era lo que buscaba ese hombre –comento la mujer con el ceño fruncido -. Será mejor que le diga a Yuuri.

Sin agregar más nada la chica se giró para irse del lugar con dirección a la habitación real, donde descansaba el moreno obligadamente. Tanto había sido su insistencia en que no necesitaba descansar que tuvieron que montar guardia entre los tres hombres para poder convencerlo. En ese tipo de situaciones era que notaban la falta que les hacía el rubio, después de todo aunque no lo dijeran el que lograba convencer al final al moreno era Wolfram. En esos momentos el que se encontraba de guardia era Conrad.

-¿De verdad tengo que estar aquí acostado? –se quejaba el moreno mientras estaba en la cama.

-Esas fueron las indicaciones de Gisela, dijo que le ha dado fiebre por extremo estrés –comento el castaño en un suspiro.

-Bueno, entiendo su punto, pero el estar tirado en una cama no es mi estilo –comento el moreno mirando a Conrad directamente. Quería sentarse, pero sabía que el mayor le regresaría a la cama, debía estar acostado, no sentado.

-No podemos hacer nada, no debemos esperar a que empeore su estado –comento Conrad.

-Ni siquiera me dejan tener una distracción –susurro con molestia.

-Eso podría aumentar su estrés –dijo Conrad -. Gisela fue bastante clara con sus indicaciones, no queremos hacer enfadar a la ex-militar –comento después el castaño.

-Es verdad, pero esto es aburrido –comento antes de que escucharan abrirse las puertas, dejándose ver a su prometida.

-¿Cómo estas Yuuri? –pregunto al entrar.

-¿Cómo crees que estaré? –soltó en respuesta el moreno.

-Vamos, no me tires tu mal genio por tener que descansar –comento la mujer colocando sus brazos en la cintura y frunciendo levemente el ceño -. Yo te había dicho que estabas trabajando mucho, pero no quisiste hacerme caso –refunfuño Lyli.

-Sí. Sí, todo fue mi culpa –comento para sin más acomodarse en la cama dándole la espalda a los otros dos. Lyli suspiro antes de acercarse al castaño.

-Conrad… -le llamo en tono bajo para que solo el mayor le escuchara -. ¿Crees que sería bueno comentarle algo sobre Wolfram en este momento? –pregunto.

-¿Algo sobre Wolfram? –comento Conrad un tanto pensativo -. Estoy seguro que su Majestad quisiera saber, pero si continuamos aumentando su estrés, Gisela dijo que no iba a bajar la fiebre –comento el castaño después.

-Hm…Yuuri no sirve en ese estado… -dijo Lyli llevando una mano a su mentón.

-Es mejor dejarlo por el momento, mientras aún está en recuperación –sugirió Conrad.

-Supongo que esta vez estaré de acuerdo contigo –dijo con un suspiro -. Bien, entonces cuando se sienta mejor le diré lo que tengo que decirle –comento Lyli después. 

Notas finales:

Espero lo disfrutaran...Ahora es que viene lo mejor. 

Yuuri, volvió a ti lo de ser solo amigos... que te duela haber llamado su relación de esa forma ahora. </3

Esperen el siguiente ansiosos <3 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).