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La persona más importante por ami4alice

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Notas del capitulo:

Bueno, otra parte de este fic... ya vamos en la mitad de todo lo que hay por leer de este fic. Espero lo disfruten <3

Ya habían pasado unos días desde que había iniciado con aquel plan para volver a recuperar a Wolfram. Si no recordaba lo único que tenía que hacer era volverlo a enamorar, aunque aún a esas alturas se preguntaba cómo lo harían, pero Lyli le había dejado claro que lo dejara en sus manos, el moreno solo debía comportarse como siempre. Ese día iba caminando por los pasillos para encontrarse como siempre con Conrad para entrenar. A diferencia de las otras veces al moreno le toco ir a donde estaba el castaño.

-¡Conrad! –le llamo cuando estuvo cerca.

-Majestad, lamento no haber podido ir a su habitación, pero usted sabe… -comento con un ligero suspiro el castaño.

-Sí, sí. La regla de no entrar a la habitación del Maou, pero antes lo hacías –comento pensativo.

-Eso se debía a que estaba comprometido con Wolfram. Si hago lo mismo sin su presencia entonces incitaría a muchas cosas –comento con su típica sonrisa.

-Sí. Sí. Por cierto, ¿Cómo esta él? –pregunto mirando fijamente al castaño mientras comenzaba con sus estiramientos.

-Como siempre, pero… -dijo pensativo el castaño.

-¿Pero? –pregunto deteniéndose por un corto momento.

-No, nada. Debe ser solo cosas mías –dijo el castaño regresando a su típica expresión -. ¿Empezamos?

-Supongo… -soltó el moreno. Sin hacerse esperar ambos hombres comenzaron con su trote de todas las mañanas.

La otra diferencia de ese día de los otros era que en mitad de su camino el moreno se detuvo a lo que el castaño hizo lo mismo unos pasos por delante. Se giró para ver a su rey sin entender el porqué de su acción. El moreno duro unos minutos en silencio antes de decidirse finalmente a comentar algo.

-Conrad… -fue lo primero que dijo.

-¿Qué sucede Majestad? –pregunto acercándose al moreno.

-Conrad, ¿Tú crees que pueda enamorarme de tu hermano? –pregunto mirando fijamente al mayor. La sorpresa se vio presente en el rostro de Conrad, ¿De nuevo le estaba preguntando eso? ¿Por qué?

-Majestad, eso… -dijo con duda de lo que debería contestar. Sentía que en parte era su culpa que el moreno tomara aquella decisión en aquel momento, pero no lo quería aceptar aun.

-No –dijo interrumpiendo el moreno -. Ya se la respuesta a esa pregunta –comento de manera tranquila. El castaño le miró con algo de terror por lo próximo que pudiera venir.

-¡Majestad…! –iba a iniciar pero fue interrumpido.

-Después de todo… Ya estoy enamorado de tu hermano –comento, pero además de las palabras, aquella sonrisa que había en el rostro del Maou tenían en completo shock al castaño. ¿Era real lo que estaba escuchando?

-Yuuri… -inició pero de nuevo fue interrumpido.

-Será mejor continuar nuestro entrenamiento –comento el moreno para de nuevo ponerse a andar.

El castaño duro unos minutos en reaccionar. Aun no procesaba lo que acababa de pasar, pero cuando entendió aquella conversación el castaño solo sonrió de manera aliviada. Finalmente su ahijado había aceptado el amor que sentía por su hermano, ese en definitiva era un gran paso para el moreno. El mayor se sentía aliviado de que su rey al fin había conseguido la respuesta a aquella pregunta que seguro se había estado haciendo durante mucho tiempo, aunque la duda de cómo resolvería todo ese problema que tenían venía a su mente. ¿Qué tenía planeado el moreno para recuperar a su pequeño hermano? La duda estaría en su mente un poco más.

Terminaron por volver al jardín del castillo, en donde habían iniciado, pero no lograron continuar con su rutina pues fueron interrumpidos por dos hermosas mujeres. Una de ellas era su amada hija quien venía acompañada de su ahora prometida. Su hija se lanzó en sus brazos de inmediato mientras que Lyli le miraba con esa sonrisa orgullosa de siempre. No le diría a la peli azul, pero sinceramente una de las cosas que hizo que aceptara el trato de compromiso con Lyli era que le recordaba mucho al rubio.

-Yuuri, tengamos una cita –dijo la mujer de inmediato.

-O… ¿Qué? ¿Una cita? ¿Por qué? –pregunto pero tensó sus hombros cuando Lyli frunció el ceño.

-¿Necesito un motivo para salir con mi prometido? –pregunto la mujer mientras se acercaba al moreno -. Será mejor que aceptes, esta es una de las fases del plan –susurro la mujer cuando estuvo más cerca.

-Espera... Greta, esto es…-dijo, después de todo aún tenía a la princesa en sus brazos cuando Lyli susurro aquello. Greta rió levemente ante aquella reacción -. ¿Eh?

 -Greta sabe del plan de Yuuri –comento ella también susurrando.

-¿Eh? –dijo el moreno mirando a Lyli.

-No me veas a mí, ella sola dedujo todo –comento -. Tienes a una hija muy lista –comento con una sonrisa la mujer.

-Yo también ayudaré a Yuuri a que  vuelva a conquistar a Wolfram –comento con una sonrisa en su rostro.

-Tengo curiosidad por lo que pasa ahí –dijo Conrad con su típica sonrisa mirando a los otros tres. Los involucrados se miraron un momento.

-Es un secreto –dijeron los tres al unísono.

-Conrad, por hoy hemos acabado –dijo después el Maou.

-¿Tan rápido? ¿Tiene un compromiso? –pregunto con curiosidad el castaño.

-Tengo una cita con mi prometida e hija –dijo después con una risa.

-Ya veo… -dijo el castaño. Ahora estaba más confundido que antes, le había dicho que le gustaba su hermano pero parecía feliz de salir con su prometida, ¿Qué pasaba por la cabeza de su rey?

-Nos veremos después –comento para comenzar a caminar junto a Lyli y cargando a su pequeña hija.

Caminaron por los pasillos de pacto de sangre buscando a la persona más importante para poder llevar a cabo su plan. Como siempre lo consiguieron en el mismo lugar que acostumbraba a practicar con su escuadra, cuando llegaron parecía que estaban tomando unos minutos de descanso, pues estaban simplemente conversando. Yuuri no pudo evitar fruncir el ceño cuando vio que el mismo hombre de la otra vez hablaba de manera insistente con Wolfram.

-¿Celoso? –pregunto Lyli mientras estaban ocultos detrás de una columna.

-¡Eso…! –soltó antes de escuchar la risa de su hija -. Ya sabes la respuesta.

-Bien, Greta es tu turno –comento Lyli señalando en dirección en donde se encontraba el rubio.

-Bien –dijo para bajar de los brazos del moreno -. Iré a pedirle que vaya con nosotros al paseo –comento con alegría la pequeña princesa.

-Suerte –dijeron ambos al unísono antes de que Greta caminara en dirección del rubio.

La pequeña princesa respiro hondo antes de terminar de llegar. Era cierto que había logrado que Wolfram la tratara mejor que al inicio, pero aun sentía que había una pared entre ellos, cosa que no le gustaba para nada. Esa era una de las razones por las que debía de llenarse de valor cada que iba a conversar con el rubio. Cuando estuvo cerca tomo de la manga de su camisa al rubio para llamar su atención.

-Wolfram –llamo la princesa.

-Prin… Greta, ¿Qué sucede? –pregunto con curiosidad.

-Excelencia, deberíamos regresar al trabajo –dijo aquel hombre que a Yuuri le molestaba.

-Ah, cierto –dijo mirándolo unos minutos, pero regreso su vista a Greta cuando esta tomo insistente su manga -. ¿Qué sucede? –volvió a preguntar.

-Wolfram, ¿Quieres ir conmigo, Yuuri y Lyli a dar un paseo? –pregunto con algo de nerviosismo.

-¿Eh? –Soltó el rubio en respuesta.

-Excelencia –volvió a interrumpir aquel hombre.

-Demonios –escucho Yuuri susurrar a Lyli luego de chasquear -. Ese hombre es insistente –volvió a murmurar antes de salir de su escondite.

-Claro, Greta yo…

-¿Acaso estas negando el proteger a tu rey? –Lyli fue la que interrumpió al rubio. Con su porte orgulloso se paró delante de los otros tres. Yuuri miraba con pánico desde su escondite.

-Eso… -inició Wolfram con duda.

-Excelencia usted no es la persona principal que debe protegerlo, no es necesario –comento el hombre mirando con furia a la peli azul.

-Bueno… -Wolfram no sabía qué hacer en esos momentos y la pelea entre los otros dos no ayudaba.

-Pero yo como la prometida de su rey he decidido que lo quiero a él para protegernos en esta salida –comento Lyli insistente.

-Ahora mismo su excelencia está ocupado entrenando, no puede ir con ustedes –la pelea parecía cada vez empeorar.

-¿Acaso están negando una orden directa? –preguntaba Lyli notándose cada vez más lo molesta que estaba.

-Hay muchos guardias que con gusto podrían acompañarlos –el hombre tampoco daba su brazos a torcer.

-¡Ya basta! –grito el Maou saliendo finalmente de su escondite -. Esta pelea es absurda –dijo con severidad.

-Lo lamento mucho Ma…

-¡Tú no eres el que se debe disculpar! –comento interrumpiendo al rubio -. Esta ridícula pelea acaba ahora. Si quieres disculparte entonces vendrás con nosotros a nuestra salida y no quiero una negativa como respuesta  -dijo completamente serio.

-Yuuri –dijo con alegría la pequeña princesa. Yuuri tenía unos momento para actuar genial muy extraños, pero en esos momentos había ayudado bastante.

-¿Y? –pregunto mirando fijamente a todos los presentes.

-Entendido –soltaron Wolfram y aquel hombre parte de su guardia.

-¡Bien! Entonces vamos saliendo de una vez –comento para girarse y comenzar a caminar. Lyli le siguió detrás acercándose al moreno.

-Así que tienes tus momentos de genialidad –comento en una corta risa.

-¡Eso…! –pero no termino la frase pues la vergüenza le gano. Lo que no sabían ambos es que detrás de ellos le seguían Wolfram y la pequeña princesa. Wolfram al ver aquello sin poder evitarlo apretó la mano de la princesa.

-¿Wolfram? –soltó con duda la menor.

-¿Eh? –soltó el rubio cuando reacciono y dejo de ver aquella escena.

-¿Estas bien? –pregunto preocupado.

-Claro que estoy bien, será mejor que aceleremos el paso –comento con una ligera sonrisa. La princesa le miro dudosa pero aun así le hizo caso.

.

.

.

-Entonces, ¿Cómo regresaremos? –preguntaba Wolfram mientras se encontraba en aquella cueva viendo fijamente al moreno. Afuera de la cueva estaba cayendo una gran llovizna que le impedía poder regresar al castillo.

-Eso mismo me pregunto yo –comento el moreno sin mirarle. En esos momentos se encontraban solo ellos dos en aquel lugar, ¿Cómo la salida grupal había terminado de esa manera? La respuesta seguro la sabía una mujer de pelo azul.

Todo había comenzado bien en la salida que Lyli había planeado, iban a caballo una gran parte, pero para la otra parte del recorrido la mujer indico que era mejor ir caminando. Dejaron los caballos para seguir andando a pie. Por supuesto Wolfram iba unos pasos atrás viendo a los otros tres que caminaban delante de manera emocionada, pero lo que más llamaba su atención era la manera en que el moreno y su prometida actuaban de vez en cuando. ¿Celos? Quizás, pero en esos momento Wolfram no se daría cuenta de ese pequeño hecho, lo único que podía hacer era mirar con el ceño levemente fruncido.

-¿Ahora que se supone que debemos hacer? –preguntaba Yuuri en susurros.

-Tu tranquilo y yo nerviosa. Todo estará bien –comento Lyli.

-Dime que tienes algún plan, ¿Cierto? –dijo y ante la risa de la mujer se alteró un poco más -. ¡¿Ya no habías pensado en algo?! –soltó alterado, pero aun en susurro.

-Está bien, está bien. Ya verás que todo se dará –soltó Lyli con una risa palmeando un poco el hombro del moreno. A veces Yuuri se preguntaba si era seguro dejarle su futuro a esa mujer.

-Bien –dijo en un suspiro continuando con su caminata.

-¡Ah! –soltó de pronto Lyli -. ¿No creen que sea hermoso el paisaje? –pregunto la chica luego de señalar el escenario que se veía desde aquella subida que estaban realizando.

-Sí es bonita –dijo la pequeña princesa.

-Vamos señor guardaespaldas, acércate más. Desde esa distancia no veras nada –índico Lyli con la mano cuando Wolfram se había quedado atrás observando en silencio. Iba a negar aquella petición pero cuando miró a los otros dos no le quedó más que aceptar.

-Sí es una linda vista –dijo cuándo se encontró al lado de los otros tres.

-¡Cierto! ¡Yuuri! –dijo la mujer para tomar la mano del moreno quien había estado viendo el paisaje, este se sorprendió no pudiendo evitar seguir los pasos de la mujer.

Lyli tomo la mano del moreno y bailo un poco con él, le hizo rodearla y terminar del lado donde se encontraba el rubio, dio unos pasos adelante antes de levantar su mano. Por reflejo el moreno fue hacia atrás y cuando la chica levanto la mano hizo que se impulsara hacia atrás. El rubio se dio cuenta demasiado tarde de ese asunto, cuando lo notó ya tenía casi encima al moreno.

-¿Qué…? –no termino la frase cuando tanto él como el moreno se encontraban cayendo por aquel pequeño cerro.

-¡Yuuri! ¡Wolfram! –soltó Greta viendo como los otros dos seguían vivos luego de esa caída.

-¿¡Qué estabas pensando!?  –soltó Yuuri alterado antes de quejarse un poco por el dolor que le había causado la caída -. ¿Wolfram estas bien? –pregunto cuando se acordó que el otro también había caído.

-Sí, estoy bien –dijo en respuesta el rubio mientras se sacudía un poco las hojas que tenía encima.

-¿Ahora como haremos? Es un acantilado bastante inclinado –dijo Lyli, con fingida preocupación por los otros dos. Yuuri por su parte le vio de mala manera.

-Ella tiene razón, sería peligroso subir, ¿Habrá otro lugar por donde podamos subir? –dejo salir Wolfram viendo el acantilado y con una mano en su mentón.

-Supongo que la mejor opción es que caminen para buscar –comento Lyli con una sonrisa bajo la mirada fruncida del moreno -. Nosotras continuaremos por este camino para buscar una bajada –dijo uniendo sus manos.

-Está bien –dijo Yuuri en un suspiro -. ¿Te parece bien Wolfram? –pregunto mirando al rubio.

-Estoy bien, pero estoy preocupado de que a ellas les pase algo –comento el rubio en respuesta.

-¡No te preocupes estaremos bien! –grito Lyli cuando ya se encontraban algo lejos.

-¡Estaremos bien! –soltó la pequeña princesa apoyando a la prometida del rey.

-Supongo que eso es suficiente –dijo Yuuri volviendo a suspirar, ¿Qué tenía en su cabeza Lyli? Eso pudo haber sido bastante peligroso -. Será mejor iniciar nuestra caminata.

-Sí –contesto Wolfram para sin más comenzar a caminar.

Ambos dieron inicio al recorrido, viendo a ver a donde les llevaba aquel camino que ahora tendrían que seguir. Wolfram miraba a su alrededor chequeando que no hubiese ningún peligro, debía de proteger al rey de la nación por sobre todas las cosas. El que el rubio anduviera caminando de esa forma fue lo que le dio el mayor problema al moreno para poder entablar una conversación con el rubio. Este estaba más concentrado en vigilar el camino que simplemente le respondía con monosílabas al moreno. Eso le frustraba pero debía de soportarlo, tenía que lograr llevarse mejor con Wolfram, aunque a esas alturas no sabía cómo, y aún estaba el asunto que sucedió  en aquella habitación.

Caminaron un buen rato, pero parecía que no había ningún acceso al camino de arriba por el que originalmente venían, lo cual les causaba un problema. ¿Cómo iban a regresar al castillo si ni siquiera podían regresar al camino por el que venían? Ambos hombre se hacían aquella pregunta, no solo eso, estaba comenzando a oscurecer, así el camino iba a ser más difícil. Se detuvieron un momento pues el moreno ya estaba cansado de tanto caminar y necesitaba de un descanso. Minutos después de haberse detenido de pronto sintió unas gotas pegar contra su rostro. Agregando a su desgracia había comenzado a llover, sin ninguna duda ambos hombres salieron corriendo buscando un refugió consiguiéndose con una cueva que les pareció mejor que estar afuera mojándose con la lluvia. Así habían terminado de aquella manera.

-Achú –estornudo el rubio rompiendo aquel silencio que había en la cueva.

-¡Ah! –soltó Yuuri cuando le escuchó seguro que tendría frió teniendo la ropa toda empapa. Sin más se quitó la chaqueta negra que llevaba para colocársela al rubio que estaba sentado enfrente de donde se encontraba sentado él minutos antes.

-¿Uh? –soltó Wolfram cuando sintió la prenda encima. Miró fijamente al contrario, quien sin dudar se puso nervioso.

-¡Ah! Es para que no tengas frio –dijo nervioso el Maou.

-También esta mojado –soltó como si fuera lo más obvio. El moreno se quiso pegar a si mismo por lo idiota que había sido en esos momentos. Solo quería que la tierra se lo tragara en ese mismo momento, Wolfram que le veía fijamente parecía ver el dilema del otro -. Aun así, gracias por el gesto –finalizó mirando en otra dirección.

-¡Sí! Está bien… -dijo levemente avergonzado. El moreno sin más se giró dispuesto a regresar a su lugar, pero en eso fue detenido por el brazo.

-Tú también tendrás frió, así que… -inició pero desvió la mirada sin terminarla. Yuuri quien miraba al otro sin entender de pronto sintió como si alguien le golpeara en la costilla. El moreno sentía que se trataba de la Lyli de su imaginación obligándole a que entendiera la situación.

-¡Sí! –soltó de pronto -. Yo también tengo frió y según mi madre el calor de otra persona te puede ayudar –dijo después. Era estúpido su razonamiento, pero aun así pudo escuchar una risa ahogada de parte del rubio. No dijo más nada y cuando el contrario le soltó se sentó a su lado, pero su vergüenza hizo que dejara una distancia entre ambos.

De nuevo el moreno sintió como si le pegaran en el costado. Lyli podía no encontrarse pero Yuuri la sentía perfectamente a su lado regañándolo por su comportamiento. ¡Se había sentado dejando un espacio entre ambos! ¡Esa era su oportunidad de poder relacionarse con el rubio! Esas cosas eran las que escuchaba en su mente gritarle la chica de pelo azul. Yuuri salió de sus pensamientos cuando escuchó de nuevo un estornudo.

-¿Estas bien? –pregunto preocupado.

-Sí, estoy bien –contesto de inmediato Wolfram. Era un soldado, no podía ser el más débil en esa situación.

Luego de aquella respuesta de nuevo el lugar fue invadido por un gran silencio. Ahora la atmosfera era incómoda y el moreno no tenía ni idea de cómo solucionarlo, jamás se había encontrado en ese tipo de situación. En esos caso normalmente era Wolfram quien tomaba la batuta, así que su mente era todo un caos en esos momentos pensando en qué podría hacer para poder terminar con esa brecha que ahora existía entre ambos. El moreno miró de reojo al contrario un momento, su leve respiración, su perfil, aquellas gotas que se escapaban por su rostro, el cabello que se le veía brilloso por encontrarse mojado. En esos momentos la mente del moreno estaba invadida con solo un hecho, y ese era que Wolfram de verdad era un hombre hermoso.

Sin darse cuenta algo abajo comenzó a reaccionar por los pensamientos en su mente. Cuando se dio cuenta la vergüenza invadió su cara, pero lo que más vergüenza le causo fue que justo en ese momento que intentaba tapar su excitación el rubio había girado en su dirección. De inmediato la mirada del contrario bajo hasta aquella zona. ¿Ahora que debía hacer? ¿Qué excusa debía de decir? Su mente en caos no le ayudaba mucho para encontrar una rápida solución.

-¿Necesita ayuda? –aquella pregunta le dejo fuera de base. ¿Qué clase de cosas había preguntado Wolfram? Este pareció notarlo pues desvió la mirada avergonzado.

Unos minutos. Eso fue lo que le llevo al moreno a decidirse por completo y actuar. Cuando pudo verlo avergonzado desviando la mirada fue suficiente para que de nuevo perdiera el control de sus emociones. La vergüenza fue dejada de lado para sin más moverse a donde se encontraba el rubio, este se giró al sentir algo pero de nuevo, antes de poder decir algo fue acallado por los labios ajenos. Yuuri de nuevo estaba besando a Wolfram y no solo eso, el rubio a primeras correspondió.

Por el movimiento del moreno pronto la espalda del rubio se encontraba en contacto con el suelo, mientras que el moreno se encontraba encima de este sin dejar aquellos labios. Al separarse ambos se encontraban completamente agitados, se miraron un corto momento antes de sin más volver a unir sus labios en un nuevo, más profundo, más erótico y lleno de más deseo. Sus manos realizaban su trabajo de ir desprendiendo uno a uno los botones de la camisa del otro, así cuando finalizaron el segundo beso ambos tenían el pecho descubierto.

El moreno se volvió a acercar pero esta vez no a besar al otro, sino a repartir besos por el cuello, lamiendo aquella zona un poco, de inmediato pudo escuchar un leve quejido de parte del rubio. Aquello solo causo que su parte baja se sintiera más incómoda, ese asunto parecía que el rubio lo notó pues llevo una mano a aquella zona comenzando a desabrochar el pantalón y bajar el cierre. Yuuri por reflejo gruño levemente antes de ser ahora él quien llevaba una mano al pantalón ajeno. Ambos se estaban dejando llevar por el deseo, uno sabía perfectamente el porqué de ese deseo y el otro aún se preguntaba porque su propio cuerpo gritaba por aquel tacto.

De nuevo se encontraban en un beso lleno de deseo mientras sus manos seguían el mismo ritmo en aquella masturbación. En un punto el moreno apego sus cinturas para así comenzar a masturbar ambos miembros unidos. Las manos de ambos se turnaban cada cierto tiempo para realizar la masturbación en conjunto. Wolfram en un punto de aquel beso tuvo un deseo que no pudo dejar pasar, en mitad de beso sin más mordió el labio ajeno. Este se quejó por el mordisco y aun así no detuvo el beso.

Finalmente se separaron cuando sus pulmones pedían oxígeno, viéndose como sus pechos subían y bajaban a un ritmo descontrolado. En ese momento Yuuri labio sus labios, aquella mordida le había producido un poco de sangre, Wolfram rió al ver aquella acción. En venganza Yuuri se inclinó para sin más morder el cuello ajeno, este jadeo al sentir aquello en su cuello. Wolfram deseo volver a unir sus labios con los ajenos, pues los gemidos que ahora salían por sus labios le daban vergüenza, aunque su compensación era escuchar al contrario también jadear por lo que estaban haciendo.

-Yuuri… -jadeo el nombre del contrario sin darse cuenta, no iba a durar mucho.

Aquello sorprendió tanto al moreno que sin darse cuenta soltó un gemido de orgasmo, se había corrido por aquello, pero su reflejo fue apretar ambos miembros cuando se corrió. Aquello fue lo que provoco que Wolfram también terminara corriéndose llenando aquella cueva con sus gemidos ligados a los ajenos.  Ambos habían llegado al orgasmo, ya no sentían para nada frió, lo que en ese momento sentía era más calor que cualquier día caluroso.

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-¡Yuuri! –la voz de Lyli le sacaba de sus pensamientos -. ¿Qué tal te fue con Wolfram? –pregunto.

Luego de todo aquello que habían hecho en la cueva, la lluvia se detuvo y lograron salir. Sin decir algo fueron el resto del camino luego de limpiar todo lo que habían hecho. Así fue que finalmente lograron regresar al castillo donde todos le esperaban preocupados, aunque ninguno de los dos dijo algo sobre el tema, simplemente dijeron que esperaron en una cueva antes de regresar, pero más nada fue dicho.

-Eso… -soltó avergonzándose un poco cuando recordó lo que había pasado, no era algo para decir.

-Vamos ¡Habla! Necesito saber si hiciste un avance –comento Lyli refunfuñando.

-Bueno… ¿Tal vez? –dijo con duda sin mirar directamente a la mujer. Esta suspiro con molestia ante aquella respuesta tan abierta.

-Yuuri, tenemos que apurarnos en nuestro plan, sino lo hacemos entonces otras personas se nos adelantaran. ¿Quieres que alguien más se lleve a Wolfram? –dijo Lyli con seriedad.

-¡Por supuesto que no! –dijo sin duda el moreno.

-¡Entonces avanza más rápido! –soltó Lyli señalándolo.

-Majestad –Conrad aparecía interrumpiendo la apasionada charla de la pareja real.

-Conrad ¿Qué sucede? –pregunto. Yuuri y Lyli estaban en el despacho conversando.

-He venido para decirle que los nobles realizaran una fiesta en celebración de su compromiso –dijo Conrad con su típica sonrisa.

-Ah… sí –dijo sin mucho ánimo.

-¡Eso es! –soltó Lyli sorprendiendo a los dos hombres -. Yuuri, piensa en lo que dije. Ahora me retiro –dijo la mujer para sin más salir del despacho.

-En verdad que es toda una mujer con personalidad –soltó Conrad cuando se encontraba a solas con el Maou.

-Eso es muy cierto –comento el moreno con una corta risa.

-Majestad –dijo el castaño con un porte serio -. ¿De verdad se casara con Lady Grewster? –pregunto viéndole fijamente. Yuuri soltó un suspiro.

-No –dijo sin ninguna duda.

-¿Eh? –dejo salir el castaño con duda en su rostro.

-Sí tengo que casarme será con Wolfram –comento sin ninguna pizca de duda en su voz.

-Eso es… -dijo el castaño, aun no podía creer lo que estaba escuchando.

-Ya te dije que me gusta tu hermano ¿No? –tuvo una asentida de cabeza como respuesta -. Por esa razón también decidí que con la única persona que me casare será él. Así que no tienes nada de que preocuparte –comento con una sonrisa.

-Majestad… -iba a agregar algo, pero finalmente se decidió que era mejor no hacerlo -. ¿Quiere un poco de ayuda? –pregunto con su típica sonrisa.

-Según, Wolfram ha regresado a ser el mismo que cuando llegue, así que… -dijo haciendo una pausa -. ¿Por qué no me dices que le gustaba en aquel entonces? Eso podría ayudarme.

El castaño se sorprendió que el moreno le estuviera diciendo algo como aquello. Sinceramente Conrad creyó que Yuuri se iba a rendir con Wolfram cuando este perdió la memoria, pero verlo actuar de aquella manera le certificaba su creencia. El moreno correspondía los sentimiento de su hermano, simplemente necesitaba un poco más de tiempo para poder darse cuenta de aquello.

-Está bien, será un placer ayudarlo con eso –dijo con una sonrisa el castaño para acercarse al escritorio.

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Wolfram había terminado con su entrenamiento de ese día, así que se dirigía de regreso a su habitación. Normalmente hacia otras cosas en vez de ir a su cuarto, pero en esos momentos concluyó que lo mejor era regresar a aquel lugar. Su mente había estado divagando con lo que había pasado el día anterior, y cada vez que lo recordaba hacía que su rostro tomara un color carmesí. ¿Por qué había hecho esa clase de cosas con su rey? No es como si él fuese una persona que se acostaría con cualquiera, pero no había podido evitar hacerlo. En aquel momento sintió que todo su cuerpo gritaba por aquel tacto.

Llego a su habitación cerrando tras de sí la puerta con llave, no quería un invitado no deseado, en ese momento no deseaba ver a nadie. Se recostó de la puerta para sin más soltar un suspiro, debía de sacarse aquel recuerdo de su mente o no podría continuar con su trabajo, aunque parecía que su mente no lo deseaba, pues cada vez que cerraba los ojos podía recordar perfectamente la sensación. Por reflejo se llevó una mano a la zona que el moreno había mordido, le había costado ocultarla, aun así lo había logrado. Pero lo que más le hacía recordar el suceso era cuando todos le preguntaban al moreno sobre el corte en su labio. ¿Cómo había podido osar morder los labios del rey?

No, aquello no era lo importante. Aun se preguntaba cómo había podido hacer aquellas cosas con el rey. No solo eso, cada vez que recordaba el momento también lo hacía su cuerpo, así que en esos momentos no era extraño que su cuerpo comenzara a sentir la excitación. Termino por deslizarse al suelo mientras tenía ambas manos en su entrepierna, recordar el momento de nuevo le había excitado. Su cuerpo pedía a gritos el tacto de aquel hombre, quería volver a sentir las caricias del moreno, pero sobre todo quería volver a atrapar aquellos labios que le quitaban el aliento.

Wolfram agito su cabeza con brusquedad para sacarse aquellas ideas de la cabeza. ¡Era imposible que se encontrara deseando de manera sexual al rey! Ellos no tenían nada y Wolfram era un simple soldado que se encontraba ahí para protegerlo, era imposible que se diera ese tipo de relación. Aun así el rubio se preguntaba porque su cuerpo no solo se agitaba sino también su corazón. Se daba el mismo caso cada vez que veía a la pareja real. ¿Qué era lo que sentía en su pecho cada vez que los veía? Era desconocido en esos momentos para el rubio.

Él no era de ese tipo de personas que simplemente se quedaba sin hacer nada. No iba a continuar con aquello, iba a finalizar todo eso, no podía continuar deseando algo que no iba a tener, después de todo era imposible que fuera aceptada una relación entre él y el Maou. Nadie iba a estar de acuerdo con aquella clase de relación, conociendo a todos los demás eso era lo más seguro. Wolfram se golpeó levemente las mejillas para dejar de lado el asunto de la cueva, dejaría aquello como un simple recuerdo. Pondría fin a eso que estaba sucediendo con su corazón. No preguntaría ni indagaría más en el asunto, él era un simple soldado y seguro lo mejor era dejar las cosas de esa manera.

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-¡Bien! Ya he pensado el siguiente paso del plan –soltaba Lyli con orgullo.

-¿No me tiraras de un barranco de nuevo o sí? –pregunto en un suspiro el moreno.

-¿Cómo podría hacerlo en un salón de fiesta? –dijo la mujer con fingida ofensa.

Ya era el día en que se estaba celebrando el nuevo compromiso del rey de Shin Makoku. En la fiesta se encontraban varios invitados además de los nobles. La fiesta había dado inicio en horas de la tarde así que en ese momento que ya la pareja real estaba en la fiesta el cielo estaba cubierto por un sinfín de estrellas. Esa era la razón por la que en esos momentos estaba la pareja real completamente sola en una esquina del salón. Todos los invitados les estaban dando su momento de privacidad.

-¿Ahora qué se te ocurrió? –preguntaba el moreno, era bueno que todos le habían dejado. No habían podido hablar en todo el rato que llevaban en la fiesta. Por primera vez Yuuri se sintió molesto el tener que atender a todos los invitados, fue ahí que se dio cuenta que Wolfram siempre le hacía la cosa más fácil, a pesar de sus constantes celos eso era algo que le distraía de su pesado trabajo.

-Bueno, pronto tendremos que bailar juntos en celebración, así que estaba pensando en usar eso a nuestro favor –comento Lyli con una risa, cuando ella reía así Yuuri sentía un escalofrió.

-Ya veo… -dijo con un toque de duda.

-¡Yuuri! –la pequeña princesa se acercó a la pareja real con una sonrisa.

-Greta, ese vestido realmente te queda bien –dijo Yuuri con una sonrisa.

-Gracias, lo escogí para llamar la atención de Wolfram –dijo con una risa -. Hoy Wolfram es mi pareja –dijo después.

-¿Tu pareja? –pregunto el moreno curioso.

-Sí. Wolfram no iba a venir a la fiesta, pues Gwendal y Conrad se estaban encargando de todo. Así que Greta le dijo que viniera como su pareja –comento la niña con tono travieso.

-Greta eres una genio –dijo Lyli con emoción.

-Estoy tan orgulloso de ti Greta –soltó ahora Yuuri.

-Je, je. Greta también ayudara para que Yuuri recupere a Wolfram, ya que a Greta le gusta más cuando Yuuri y Wolfram están juntos, después de todo ambos son mis padres –dijo con alegría la pequeña.

Yuuri por reflejo coloco una mano en la cabeza de Greta en gesto de cariño. Era sorprendente lo humilde que podía ser su pequeña hija. Aun a pesar de todo lo que había hecho el moreno ella seguía ayudándolo sin importa qué, esa era una de las tantas razones por las que amaba con todo su corazón a su hija.

-¡Ya sé! –dijo Lyli de pronto asustando a los otros dos.

-¿Qué sucede? –pregunto Yuuri.

-Greta, necesito que hablemos un momento –dijo Lyli con una sonrisa traviesa tomando la mano de la pequeña princesa y yéndose del lugar donde se encontraba con el Maou. Yuuri las vio partir confundido.

-¿Y yo que se supone que haga? –se preguntó cuando se quedó completamente solo.

Yuuri soltó un largo suspiro, ahora se encontraba completamente solo y en esos momentos era que recordaba las palabras de la chica. Así que era verdad que las personas se acercaban a él para llamar la atención de Wolfram, darse cuenta de ese hecho era algo que no le agradaba y más cuando al llevar la vista al salón pudo encontrarse con Wolfram rodeado por un par de personas. El moreno frunció levemente el ceño cuando vio aquel escenario, todos tan amigables con Wolfram. Gruño como perro por reflejo mientras en su mente les insultaba de mil maneras, saber que simplemente lo usaban y que ahora aprovechaban que no tenían nada era algo que le molestaba grandemente.

Fuese continuado con aquella expresión si no fuera porque su mirada se encontró con aquellos orbes verdes. Ambos se miraron un minuto antes de que el rubio desviara la mirada, eso impresiono al moreno en más de una forma. Sin importar que Wolfram nunca desviaba la mirada cuando sus ojos se encontraban, claro, ese era el Wolfram que podía recordarlo. Suspiro levemente, eso era algo que tenía que soportar ahora, aunque cerrar los ojos le hizo recordar un momento lo que había pasado en la cueva. Aún estaba ese asunto sin resolver. Llevo una mano a su boca para intentar disipar la vergüenza, sin más se puso a deletrear el abecedario para así despejar su mente.

Mientras se encontraba en su ensimismamiento el moreno no se dio cuenta que en realidad Wolfram le había vuelto a mirar. Este había desviado la mirada pues intentaba no recordar aquel asunto sin revolver, pero se sintió incómodo al hacerlo así que de nuevo regreso la mirada, sin darse cuenta ver al contrario actuar de aquella manera le hizo soltar una corta risa. Llevo la mano que tenía su bebida a su boca para cubrirla un poco ¿Acaso había reído hace un momento? Imposible, no podía parecerle graciosa la manera de actuar de su rey.  

-Lord Bielefeld –escucho a lo que le miro de manera penetrante pues fue la reacción que tuvo el rubio cuando le sacaron de su ensimismamiento.

-¿Qué? –pregunto con aquel típico carácter que siempre mostraba.

-Le preguntaba si estaba disponible, para así invitarlo a mis tierras –dijo el mismo hombre de antes. Wolfram duro unos minutos en silencio… ¿Cómo era que se llamaba ese Lord?

-Ah. ¿Quién dice que quiero ir a sus tierras? No se crea la gran cosa –dijo frunciendo levemente el ceño.

-Si no quiere ir a sus tierras puede venir a la mías –ahora era una Lady quien hablaba con tono emocionado.

-¿Eh? ¿Acaso tienes una especie de ser increíble en tus tierras? Porque ese sería la única manera que pise esa clase de lugar –dijo con completa sinceridad antes de girarse y sin más caminar con dirección a la mesa de bebidas.

-Ahhh… Sigue siendo igual de increíble –soltaron todos los de aquel grupo en un largo suspiro de amor. Era inevitable si ante sus ojos podían estar cerca ante aquel ser orgulloso y caprichoso que tanto anhelaban.

Wolfram soltó un suspiro mientras termino de llegar a la mesa de bebidas, odiaba a la mayoría de Ladys y Lords que siempre iban a las fiestas, aun recordaba aquella vez en que aquel hombre se quiso sobrepasar con él. Solo recordarlo producía un tic en su ojo. No iba a permitir que nadie más le tratara de aquella manera, además que tampoco estaba interesado en entablar una amistad con aquellas personas, Wolfram era muy selectivo ante las personas que quería a su alrededor.

-Wolfram –la voz de la pequeña princesa lo saco de sus pensamientos.

-¿Qué sucede? –pregunto con una sonrisa. Esa pequeña niña era la única que le hacía sonreír de corazón, aunque aún no entendía el por qué.

-¿Podemos bailar dentro de unos minutos? –pregunto con duda.

-¿Bailar? –soltó pensativo antes de regalarle otra sonrisa -. Por supuesto que sería un honor bailar con usted Lady Greta –dijo haciendo una leve reverencia y llevando su mano en dirección de la pequeña. Greta sonrió tomando la mano del rubio.

-Para mí sería también un honor –dijo tomando con la mano libre la falda de su vestido y levantarlo un poco, también haciendo una reverencia.

-¡Atención! ¡Atención! –se escuchó la fuerte voz de un soldado -. Ahora mismo tendremos el baile de la pareja real –grito para que todos le oyeran. Luego de eso llevo su mano en dirección de la pareja real que entraba a la pista de baile con elegancia.

-Cuando podamos entrar a la pista, bailemos –dijo Greta con una sonrisa. Wolfram por su parte duro unos minutos en contestar.

-Ah… sí –dijo con una pequeña sonrisa. No lo iba a aceptar, pero todo aquello no le gustaba nada, así que no podía evitar quedarse viendo aquel escenario con cierta molestia.

Luego de aquella presentación la pareja real llego al centro de la pista soltando finalmente las manos que tenían unidas. Yuuri hizo una reverencia y Lyli levanto su falda haciendo también una reverencia. Luego de aquella introducción ambos se posicionaron para sin más, al inicio de la música comenzar a bailar. Todos veían aquel baile en completo silencio. Viendo como el vestido de Lyli se movía por los movimientos que realizaba, por las vueltas que el moreno le hacía hacer. El hecho de que el moreno tenía un porte recto y seguro mientras guiaba a Lyli por aquel suelo.

-¿Cuál se supone que es el plan? –pregunto Yuuri en un susurro sin dejar de bailar.

-Ya lo sabrás –dijo con una sonrisa en su rostro Lyli. Pronto comenzó a unirse otras parejas a la pista de baile.

-¡Vamos Wolfram! –soltó de manera animada la pequeña princesa jalando al mayor del brazo para llegar a la pista.

Al llegar a la pista Greta y Wolfram también hicieron lo mismo que la pareja real había hecho antes de iniciar el baile. Luego de aquello comenzaron también a danzar por aquella pista de baile, junto a otras parejas que bailaban de manera alegre. Duraron unos minutos de aquella manera bailando, lo que no se esperaban era lo que habían planeado las dos mujeres sin su consentimiento.

-¡Ahora! –dijo un poco alto Lyli, antes de hacer que Yuuri le diera la vuelta y que él mismo diera también una vuelta. Antes de que el moreno pudiera reaccionar tenía al rubio delante de él. Por reflejo ambos tomaron la mano del otro, fue reflejo por haberse encontrado bailando.

Lyli y Greta habían planeado realizar aquello. Habían acordado que en un punto harían girar a sus parejas para que de esa manera Wolfram y Yuuri se encontraran. Los otros dos ni siquiera habían notado que en sus giros ambas mujeres le guiaban hacía los otros. Cuando Lyli dejo salir aquella palabra fue la indicación para soltar a sus respectivas parejas y de esa forma hacer que ambos se encontraran. Como estaban bailando a ambos no le quedaba de otra que continuar.

Greta y Lyli ahora eran pareja de baile y comenzaron a tener su recorrido por el alrededor de donde bailarían los otros dos, para de esa manera evitar que otra pareja se acercara a intercambiar parejas, ellas ahora eran las guardias de la nueva pareja de baile del moreno y el rubio. Yuuri y Wolfram por su parte lo primero que sintieron fue la sorpresa, pero aun así su cuerpo reacciono con la música así que ambos se posicionaron para continuar con el baile, aun la música no había parado, así que debían continuar bailando.

Al principio ambos se sintieron incómodos con aquella situación, por esa razón sus pasos eran algo tensos, pero luego de unos minutos ambos comenzaron a reírse de sus propios movimientos, ¿Acaso eran una especie de robot? Claro que no. Esas risas fueron suficientes para aligerar el ambiente, así que luego de eso ambos continuaron bailando con más emoción, en realidad sus pasos y movimientos se sincronizaron aún más, parecía que ambos conocían lo que iba a realizar el contrario. Aquel momento estaba siendo divertido para ambos hombres. Yuuri en ese momento se sintió estúpido, pues se había negado siempre a bailar con Wolfram, si hubiese sabido que era tan divertido como en ese momento estaba seguro que jamás lo fuese rechazado.

Un paso, otro paso, una vuelta, otra vuelta. Ambos estaban realmente inspirados con aquel baile que estaban teniendo ambos. Si no fuera porque sabían que el rubio no recordaba nada hubiesen podido creer que estaban viendo al viejo Wolfram, después de todo el rubio se estaba comportando como lo hacía antes de perder sus recuerdos. Pero el cuento termino cuando la música llego a su fin indicándoles que aquel baile debía de terminar. Ambos se miraron unos minutos con una sonrisa en sus rostros, aquello había sido realmente divertido para los dos.

-Eso ha sido divertido –dijo el moreno con una sonrisa, aunque estaba un poco triste de tener que dejar ir esa mano.

-Sí –dijo en respuesta Wolfram algo agitado por el baile.

-Ha sido todo un honor bailar con usted –dijo a manera de broma el moreno con una reverencia.

-El placer ha sido todo mío –comento en respuesta a aquella broma.

-¿Eh? –soltó Yuuri mirando al rubio un momento. ¿Le había seguido la broma?

-Yo… -dijo Wolfram cuando se dio cuenta -. Creo que es mejor movernos de la pista de baile –comento después antes de girarse y comenzar a caminar afuera de la pista de baile. Yuuri se le quedo mirando unos minutos, ¿Qué acaba de pasar?

-¡Yuuri! –dijo con emoción Lyli -. ¿Qué tal te fue? –pregunto con alegría.

-Creo que bien –dijo con duda rascando su nuca.

-¿Cómo que crees? –dijo la mujer enarcando una ceja.

-Es que todo iba bien pero de pronto… -dijo en un suspiro mientras dejaba la pista de baile junto a Lyli.

-Uhm… ya veo –dijo Lyli pensativa antes de llevar su vista al rubio. Este se encontraba con la pequeña princesa.

-Wolfram ¿Verdad que fue divertido el baile? –preguntaba la pequeña con emoción.

-¿Eh? Ah… sí, lo fue –soltó. Wolfram no lo aceptaría ni mostraría en su cara, pero en esos momentos su corazón latía con tanta fuerza que sentía que los de su alrededor lo iban a escuchar. La pequeña princesa le miró un instante.

-Wolfram… ¿Qué piensas de Yuuri? –pregunto por simple curiosidad.

-¿Eh? ¿De qué estás hablando? –dijo algo nervioso, pero logro calmarse -. ¿Qué pregunta es esa? Por supuesto que pienso que es un excelente rey –comento con una sonrisa.

-¿Esta bien para ti que se case con alguien más? –pregunto, no es que odiara a Lyli, pero quería saber que pensaba el rubio en esos momentos del moreno.

-¿Por qué debería importarme? –por alguna razón el rubio sintió un dolor en el pecho por sus propias palabras -. Es mejor si se casa pronto, así su pueblo lo respetara aún más.

-¿De verdad eso es lo que piensas? –dijo la pequeña con una expresión de tristeza.

-Yo…

-¡Lord Bielefeld! –justo en el momento en que iba a ser sincero con la pequeña princesa fue llamado. Wolfram se giró para ver que era el mismo grupo molesto de antes, rodó los ojos por reflejo. Algo que no recordaba Wolfram era que el moreno no era el único que las tenía más fácil con el contrario a su lado, Wolfram también las tenía más fácil si estaba con Yuuri, así no se acercaba gente molesta.

-¿Qué se les ofrece? –pregunto con el ceño fruncido. Greta le miro con un suspiro antes de girarse y sin más marcharse -. Ah… Greta –dijo el rubio con un tono triste al ver a la pequeña marcharse así sin más.

-¿Por qué no platicamos un poco? –pregunto uno del grupo.

-Lo siento, prefiero gastar mi tiempo en algo mejor –dijo con su tono odioso, aunque parecía surtir el efecto contrario.

-Está bien, podemos ir con usted a hacer lo que quiera –dijo una chica que también se encontraba en el grupito.

-Tsk –chasqueo el rubio antes de rodar los ojos y girarse dejando a aquellas personas molestas. Tenía un mejor asunto que resolver, como por ejemplo hablar con la pequeña princesa.

Sin más salió de aquel salón de fiesta para buscar a la pequeña princesa, había llevado toda su vista por el salón sin encontrarla así que dedujo que había salido. Luego de salir camino por el pasillo mirando a los alrededores para ver si la encontraba en algún lugar, si no lo hacía iría a su habitación, no podía dejar las cosas de aquella manera. Fuese continuado con su recorrido sino fuera porque escuchó a lo lejos la voz de la pequeña, acelero el paso pero al hacerlo le hizo escuchar que no se encontraba sola la pequeña. Cuando estuvo ya en el lugar pudo ver con quien se encontraba. Era el Maou, al parecer estaban teniendo un momento de padre e hija.

-¡Greta no agarres con los guantes a los insectos! –le escucho decir al moreno.

-¿Eh? ¿No puedo? –soltó Greta con sus ojitos de cachorro.

-No digo que no puedas, solo no lo hagas con los guantes puestos –comento en un suspiro agachándose para poder ayudar a su hija a quitarse los guantes.

-Yuuri, ¿Crees que las cosas mejoraran? –pregunto mientras dejaba a su padre quitarle los guantes de las manos.

-Eso deseo con todo mi corazón, pero debemos seguir esforzándonos para lograr que mejoren, ¿Bien? –dijo con una sonrisa finalizando su acción -. Ya está listo.

-Ok –soltó Greta con una sonrisa para sin más irse a buscar el insecto que antes había visto. Yuuri suspiro antes de sentarse en una banca observando a la pequeña buscar entre las flores.

-Hermoso Wolfram –dijo el moreno, a lo que el rubio que estaba cerca tensó sus hombros. Aligero su cuerpo cuando miró a donde estaba la princesa, viendo aquellas flores de su madre. No le había dicho hermoso a él, estaba diciendo el nombre de la flor, se sintió aliviado y a la vez avergonzado.

-¡Yuuri! –comento Greta cuando regreso -. ¡He conseguido una oruga! –dijo mientras tenía el insecto entre sus dos manos.

-Realmente te gustan muchos, ¿No? –dijo en un suspiro para ver al gusano que se encontraba en las manos de la pequeña -. Cuando termines recuerda devolverlo, si no lo haces no podrá volverse una mariposa.

-¿Crees que tendrá alas bonitas? –pregunto con curiosidad.

-Ya la veremos cuando realice el proceso –comento con una sonrisa. Greta rió antes de girarse para devolver la oruga al lugar donde la había encontrado.

-Regresemos después a verla –dijo cuando volvió a regresar al lado del moreno, luego de decir aquello bostezo.

-Por supuesto –dijo levantándose de la banca para cargar a su hija, esta volvió a bostezar mientras sus ojos comenzaban a cerrarse.

-Veámoslo todos juntos… -dijo somnolienta Greta.

-Claro –comento el moreno mientras caminaba de regreso al pasillo. Wolfram quien les miraba anonadado no se percató de eso así que se encontraron cuando el moreno piso el pasillo.

-Ah… -soltó Wolfram cuando fue descubierto.

-Wolfram… -dijo con un bostezo la pequeña.

-Ah… yo venía porque no había terminado mi conversación con Greta –dijo el rubio dando un paso hacía los otros dos. Yuuri suspiro levemente, el otro no le miraba directamente, ¿Estaba avanzando o no?

-Ya veo, lo siento pero tendrá que ser en otro momento, ahora ella se está durmiendo –comento Yuuri con una sonrisa.

-Sí eso veo…

-Wolfram… -volvió a decir la pequeña somnolienta, indicando con su mano que se acercara.

-¿Qué sucede? –pregunto el rubio acercándose a esta. Greta tomo la ropa del rubio sin más antes de cerrar en definitiva sus ojos.

-Ah… -soltaron ambos hombres cuando vieron a la pequeña dormirse.

-Creo que les dejare entonces –comento Wolfram pero cuando se movió el agarre de Greta se hizo más fuerte impidiéndole su partida -. Esto…

-Supongo que dejaré que la lleves a su habitación –comento el moreno al ver que la pequeña no dejaría ir al otro.

-¿Seguro? –pregunto el rubio, en ese momento parecía como si ambos olvidaran lo que había pasado antes.

-No puedo hacer más nada si ella no te quiere soltar –dijo con un poco de celos, Yuuri siempre actuaba así si se trataba de su hija. Wolfram rió levemente.

-Pero no te sientas celoso –comento el rubio.

-¡No lo estoy! –comento levemente apenado el moreno.

-Bien, entonces me la llevare –comento Wolfram luego de reír levemente, pero no logro su objetivo. Greta no solo tomaba con fuerza a Wolfram, cuando intentaron hacer que el otro la cargara esta también endureció su agarre al moreno. Ahora ambos se encontraban unidos por la pequeña princesa.

-Parece que no nos dejara ir –dijo en un suspiro el moreno.

-¿Ahora qué haremos? –pregunto Wolfram.

-Supongo que nos tocara dormir juntos –dijo el moreno sin pensar. Ambos les llevo unos minutos reaccionar a aquellas palabras, así que desviaron su mirada en direcciones diferentes, avergonzados.

Wolfram aun avergonzado miró de reojo a la pequeña princesa notando como dormía plácidamente en los brazos ajenos, parecía que esa noche no dejaría ir a ninguno de los dos y tampoco es que deseaba despertarla, parecía dormir muy feliz. Wolfram respiro hondo antes de decidirse finalmente a hablar.

-Solo será en esta ocasión –dijo aun sin verle. Yuuri se vio sorprendido con aquello.

-¿De verdad? –soltó en su sorpresa el moreno.

-Solo por esta vez –comento el rubio más avergonzado que antes.

-Está bien –dijo con una amplia sonrisa el moreno -. Este será nuestro secreto –comento después con alegría.

Yuuri estaba emocionado por aquello, luego de mucho tiempo podría volver a dormir junto a Wolfram, por supuesto que estaría feliz, solo esperaba que los latidos de su corazón no se escucharan afuera de su pecho. Por su parte Wolfram también trataba de evitar que los latidos de su corazón sonaran fuera de su pecho, lo único diferente del otro era que él no entendía porque reaccionaba de aquella manera, era como si estuviera emocionado y lo deseara al mismo tiempo, pero no entendía el motivo de ese sentimiento. Lo triste que era no recordar.

Notas finales:

Espero les haya gustado, nos veremos en otra parte del fic... <3 


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