Un espíritu confundido, un corazón roto, una nueva vida.
Estaba molesto, cansado y aburrido, podía escuchar el canto de los grillos dedicados a la luna, pero también, podía escuchar los leves ronquidos de Naruto que lo abrazaba a su cuerpo desnudo, pues hacía solo unas horas, habían tenido sexo, sintió como el rubio se removió como intuyendo que el se encontraba despierto, sintió también como con sus dedos acariciaba con sumo cuidado su mejilla para luego besar su frente.
- Sucede algo? – le preguntó el rubio con algo de preocupación.
- Nada, sólo, no puedo dormir – contesto el azabache.
- Estas incomodo por algo? – volvió a cuestionar Naruto, y sasuke se obligó a a contestar con palabras distintas a sus pensamientos de “ solo me incomoda tener que entregarte mi cuerpo cada noche”.
- No, pero puedes contarme más sobre ti? – el azabache se movió aprovechando para liberarse de esos brazos, y fingiendo inocencia se sentó frente a Naruto esperando con atención su respuesta.
- Que más quieres saber?. Ya te he dicho en donde nací, como me volví soldado, y hasta los lugares en los que hemos de atacar a tu nación. – contesto sin interés el rubio con cierta burla. Y sasuke lo miró algo fastidiado por qué tenía razón, ya tenía toda aquella información, solo le faltaba hacérsela saber a kabuto.
- Mmm. – sasuke lo medito – por qué solo tú comprendes el idioma? – pregunto y Naruto tenso su expresión. – alguna o algún antiguo amante?
- No quiero hablar de eso. – su respuesta fue tajante, pero sasuke no se rindió, esa contestación solo había logrado mostrarle que aquello afectaba al rubio, y lo que el más quería era eso, saber cada punto débil de su captor.
- Aún… aún no valgo lo suficiente para tener su confianza mi señor? – preguntó con fingida tristeza al tiempo que bajaba la mirada. – lamento no ser suficiente para usted – Naruto no pudo ante aquella imagen, e incluso se molesto con el mismo por causar ese sentimiento en el menor.
- Estuve casado – respondió al tiempo que suspiraba e invitaba a sasuke a acomodarse entre sus brazos, y el azabache tuvo que ceder – ella era un par de años mayor que yo, llego a nuestra aldea como prisionera de guerra, en ese tiempo era inexperto – el rubio beso la nuca de sasuke – pero aún con esa inexperiencia la amé desde el primer momento en que la vi, roge a mi padre, quien en ese entonces era el líder, para que la dejara permanecer a mi lado, él accedió, la convivencia no fue fácil, así que la necesidad de comprendernos, nos llevó a aprender nuestras lenguas - el rubio abrazo aún más a sasuke, respiro un par de veces como intentando mantener la calma.
- Y? – preguntó el azabache con ansias de saber más
- Y … un tiempo después ella quedó embarazada, pero la gente, mi pueblo la miraba de mala manera, juzgándola y hablando de cuales eran sus orígenes, yo podía ver la tristeza en su mirada, con cada día que pasaba ella perdía aquella belleza de su alma, me propuso… regresar a Japón, escapar juntos e iniciar una nueva vida…- el corazón de sasuke ya latía con algo de angustia, y debía aceptar que sentía algo que también le generaba un nudo en la garganta, espero algunos segundos a que Naruto continuará con su historia, pero parecía que el mayor no tenía intenciones de hacerlo.
- Tu… - sasuke habló con una voz casi ahogada – tu regresaste con ella?.
- Si – contesto de golpe Naruto con cierta decepción – escapamos de tierras mongolas, atravesando el mar y sus peligros, llenos de ilusiones y la esperanza de un nuevo inicio, fuimos recibidos por gente que nos despreciaba, nos corrian de cada aldea o pueblo al que llegábamos, dormíamos en cualquier lugar, el cielo nocturno nos hacía de techo, y muchas veces en silencio esperábamos que todo terminará, vivíamos de lo robado, ya que a mí me negaban hasta el trabajo más sencillo, y ella, bueno, en su estado no era conveniente que lo hiciera, solo viví tres meses a su lado, justo cuando creímos que todo mejoraba, la gente del pueblo en el que logramos asentarnos nos delataron, a mi se me condenaría a muerte, a ella, la dejarían con vida pero como lo peor de su gente, logró contactar a su familia, pidió y rogó por ayuda, pero, nadie se media al referirle lo deshonroso de su situación, le decían que había traicionado a su gente, a su imperio y a si mismoemperador, que en ella no existía dignidad alguna, - Naruto volvió a suspirar y una risa triste salió de sus labios – su vientre ya estaba abultado, me gustaba la sensación de mi mano sobre el, y ella era tan hermosa cuando vestía hasta el más modesto kimono, aún la recuerdo el día de mi juicio, parada en medio de toda su gente, defendiéndome y mintiendo acerca de mi origen, rogando por dar su vida a cambio de la mía, yo no lo aceptaría, la amaba, no quería aquello, pero cuando levantó su mirada vi en sus ojos todo el dolor que le causaba, me veía como la fuente de todos sus males, por mi había sufrido siendo una prisionera, por mi se vio obligada a estar a mi lado, por mi cargaba aquel niño en su vientre, por mi su propia gente le daba la espalda, ¿Qué es un japonés sin su dignidad y orgullo? – las lágrimas mojaron el cuello del menor, y sasuke se dio cuenta en ese momento de que el también lloraba, - ella sacó de entre sus ropas una daga, no hubo duda en su mirada ni en sus actos, simplemente la clavo con desprecio lo más profundo que pudo, y sonrío cuando la sangre brotó de aquel sitio, sus últimas palabras fueron solo para recordarme mi realidad, que ella no sería la madre de un monstruo engendrado por una bestia como yo, entonces lo entendí todo, jamás habíamos superado las diferencias de nuestras naciones, lo siguiente que supe fue que estaba libre, me habían dejado en algún lugar que desconocía, respetaron aquel trato y podia irme, y yo, simplemente volvía a casa.
- Yo… - sasuke luchaba por mantener la calma pero el llanto quebraba su voz, - no se, no sé qué decir.
- No necesito que digas nada, después de aquello me volví en algo parecido a un animal salvaje, un bruto – Naruto soltó una risa esta vez alegre – así es como me llamabas, no? – el rubio se abrazó aún más al cuerpo del azabache. Y acaricio su vientre - pero, estando junto a ti, me siento diferente de aquel bruto, siento que con tu delicadeza, me obligas a dejar atrás esa máscara de valor e indiferencia, siento que puedo volver a abrir mi corazón, que todos los pecados que cargo pueden ser lavados, no sé si en verdad eres un espíritu del bosque, a veces lo dudo por qué eres tan humano, por qué no te haz ido de mi lado, pero también pienso que lo eres, ¿Cómo podría un simple humano hacerme sentir de esta forma si no? – sasuke lloraba ahora con más aflicción, ni siquiera sabía el por qué lo hacía, acaso, se sentía mal por ese hombre que ahora lo abrazaba. Simplemente no supo qué decir, y optó por guardar silencio y dejarse consolar por los brazos que irónicamente tanto le incomodaban.
Al amanecer realizó aquella rutina en la que, buscaba que el agua eliminará todo rastro de sus actos, y si era posible todo rastro de sentimientos o emoción de su cuerpo, aún que ahora también sentía sucia el alma, en que se había convertido?, pues tenía los sentimientos de ese hombre en sus manos, y el plan era precisamente ese, tenerlo bajo su control para luego, machacar todo su ser y hacerle pagar todo el dolor que le hizo sentir, se esforzó por revivir aquellas escenas de su madre siendo ultrajada que aún algunas veces le causaban pesadillas, se esforzó por revivir también el rencor, debía odiarlo, no podía sentir nada que no fuera eso.
Aprovecho todo el movimiento causado por algunos de los guerreros, quienes después de lo que parecía ser un intento de ataque, volvían heridos y con un gran número de bajas en sus filas, que mejor que tener aquel par de horas en las que absolutamente nadie echaría de menos su presencia, eso incluía también a Naruto, que probablemente se dedicaría a analizar todos los pormenores de lo sucedido, un ligero miedo se apoderó de el, habría sido tan obvia su derrota?
Estando en el medio del pequeño lago donde se bañaba, sintió la penetrante mirada de alguien, aún que no se sintió amenazado , volvió su rostro buscando encontrar aquellos ojos y, ahí estaba, Naruto lo observaba desde la orilla, sentado sobre la maleza, y en aquellos ojos azules, alcanzó a notar el rastro del llanto, cerró los ojos antes de suspiran con fuerza, pues su corazón ya latía precipitado, tal vez era solo un presentimiento, pero era tan fuerte, que todo su cuerpo temblaba al sentirse descubierto.
- Siempre eres tan vigoroso al lavar tu cuerpo? – preguntó el rubio. Luego bajo la mirada – sabes… tu gente de alguna forma estaba preparada para el ataque de nuestras tropas, pienso… que el error fue no haberlos liderado, aún que parte de mi mente también piensa, que puede haber otra razón – su mirada busco los ojos de sasuke. – fuiste tú, no es así? – preguntó directamente y sasuke sintió su cuerpo encogerse, Naruto se puso de pie – tu silencio es la peor de las respuestas, LA MUERTE ES EL CASTIGO DE LOS TRAIDORES!!! – gritó con furia y sasuke no pudo hacer más que saltar por el susto – pero… como podría yo matarte?, cuando creo que entiendo que soy el causante de tus males, si, también de los tuyos, - el rubio levantó la mirada al cielo y algunos segundos de completo silencio fue lo que ambos tuvieron – no hablaras?, no te defenderás? – le preguntó, pero sasuke sentía aquel nudo en la garganta que casi le ahogaba.
- Y que quieres que diga – por fin las palabras salían de su boca, - si tú lo has dicho todo, ¿Qué es un japonés sin su orgullo? Fue tu pregunta, pues no es nada, que podría ser cuando frente a él, destruyen todo el mundo que conoce, cuando arrasan con todo rastro de los seres a los que amo y que jamás volverá a ver?, cuando su mente se debate entre el pecado de brindar placer al enemigo con tal de mantenerse con vida?, que quieres que diga, que fui yo? … si, he sido yo, y no sólo hable de este ataque, también he dado información de los próximos, - sasuke comenzó a caminar hasta donde Naruto se encontraba – alégrate, ahora sabes en donde no atacar, y ahora podrás matarme sin remordimiento alguno! HAZLO AHORA!!! Clava en mi tu daga, has sangrar mi cuerpo hasta que el calor de la sangre lo abandone, que moriré con gusto, pues a pesar de todo, no conquistaste nada de mi BRUTO!!!... – la respiración de sasuke era agitada, sus ojos miraban a Naruto con rencor, también algo de miedo que intentaba no reconocer.
- Yo… - Naruto habló en un timbre bajo y afligido – no podría dañarte, como dañarte si te amo?, - sasuke se sorprendió ante su respuesta – solo dime… tu, sientes algo por mi? – preguntó esperanzado.
- Que podría sentir? – contesto con confusión sasuke.
- Entonces vete – Naruto retrocedió algunos pasos y el azabache le miró con sorpresa – vete por qué matarte no puedo, prepare un bote, nadie te verá pues ordene que despejarán las playas y se concentrarán en el campamento, tendrás suficientes raciones de comida y agua, sal de esta isla y vive lejos de todo este terror, pero por favor, si puedes aceptar esta suplica, - y el rubio se dejó caer de rodillas – deja vivir a esa parte de mi que vive en ti … por favor . – sasuke se quedo sin habla, no entendió a lo que Naruto se refería, pero viéndolo así, su mente solo pudo pensar en que, tenía la oportunidad de huir, no perdió tiempo y se colocó sus ropas mientras avanzaba por el bosque, tenía miedo, su corazón latía angustiado y una parte de él quería estar bajo la protección de aquellos brazos, pero no dejo de avanzar, aún cuando las lágrimas nublaron su vista, aún cuando los sollozos ahogaban su respiración y su cuerpo temblaba por sentirse solo.
Por su parte Naruto lo vio caminar, lo vio alejarse y lucho contra la idea de volver a tomarlo en contra de su voluntad, su pecho dolía pero mantenía la esperanza de que aquel pequeño y frágil doncel se volteara a verle y detuviera su partida, cuanto anhelaba eso, quería volver a sentir el calor de aquella alma delicada y aquel cuerpo, que sin querer le recordaban lo más valioso de la vida, ¿ Por que, que era la vida si se está solo?. Pero sasuke jamás volteo, no titubeó y perdió el rastro de aquel cuerpo entre la espesura del bosque, parecía que los árboles e incluso las plantas se esforzaban por cubrir sus pasos, aquel era el final de una breve e irreal historia, una que se tejió entre el miedo y la inseguridad, en la que los sentimientos fueron mal expresados, en la que uno de ellos sufría y en silencio se retorcía en el veneno de probar la futura venganza y siendo tan obvia la situación el se cegó, creyendo que podía imponerse, nunca supo cuánto tiempo se quedo viendo hacia aquel sitio, solo los pasos de alguien a sus espaldas lograron traerlo un poco de vuelta.
- Naruto, todos esperan en el campamento – escucho a shikamaru. – en donde está el? – preguntó al ver el rostro del rubio.
- No lo sé – fue su dolida respuesta – al parecer era un espíritu de esos que no pueden tenerse, y con mis actos lo dañe tanto, - las lágrimas cruzaron por sus mejillas - estaba en el lago lavando su hermoso cuerpo, solo unos segundos después se hizo uno con el bosque, y ahora pienso, que quizá este sintiéndose libre como el mismo mar.
Aquella mañana dio paso a la tarde en un ambiente de pérdida y nostalgia, y todo aquello se reflejaba en el rostro del rubio, las cosas ya estában decididas de nada serviría cambiar las fechas de sus ataques si ya no contaban c on el factor sorpresa y aún más grave, cuando más de la mitad de sus hombres habían perecido, esa misma tarde shikamaru intentó comunicarse con los espíritus, pero ni ellos acudían a las súplicas, y Naruto encerrado en su yurta entendió que todo aquello era parte de su castigo, pero así eran las guerras, siempre se le considera malo a un bando y bueno al otro, aún que ambos peleen por el bienestar de su gente, siempre existe un perdedor y un ganador, por qué, es más fácil utilizar la violencia, por qué ser sabios y utilizar las palabras es más lento al querer algo. Se enfundó en un disfraz de falso valor y animo, en verdad pensaba que el ataque sería algo kamikaze sin posibilidad de victoria, sonrió al recordar la valentía de sus hombres que aún sabiendo eso, no dieron marcha atrás a su entusiasmo, sé sintió solo un poco “digno” … dignidad, cómo podía una palabra como esa hacerle daño? Y es que ahora entendía solo un poco más acerca de ella y del orgullo. El orgullo que mal entendido impide avances y te muestra un solo camino, el más complicado de todos, imploro a sus dioses por aquella nueva vida que peligraba por causa de aquel orgullo.
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