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Izuku trago saliva.
Ozamu le dirigía su mejor mirada inquisitiva, y eso le hacía temblar. Cuando trataba de formular una oración, inmediatamente su cerebro la olvidaba por la presión en esos momentos.
Quiso romper a llorar por su mala suerte.
-Midoriya-san, sé que esto te tomo de sorpresa. En realidad a los dos, pero te aseguro que existe una solución que frene las decisiones concernientes a ti– hablo finalmente Dazai, tranquilo –. Hace unos momentos me comunique con algunos contactos y me sugirieron un plan que tal vez les interesaría.
Izuku levanto la vista. Sus ojos mantenían un destello de esperanza resplandeciendo en sus pupilas, indicándole que procediera con la charla.
-Escúchenme atentamente y en verdad quiero que lo consideren –dijo logrando captar el interés de los implicados.
-Hace pocos años, un caso similar al de ustedes se presentó en la corte. Fue bastante difícil, pero logramos retrasar por bastante tiempo la marca para una omega.
-No me digan que asesinaron al alfa que trato de forzarla – dijo el azabache divertido.
-No, fue algo menos complicado. En realidad, el plan fue simple. Todo lo que hicimos fue hablar con uno de los amigos de la omega para que formaran un matrimonio. Excelente estrategia ¿No?
-¿Qué?
-Aizawa-san, si contrae matrimonio con el omega Midoriya Izuku, tendrá la opción de no marcarlo, pues desea que continúe con su educación. Además tendrá una gran excusa para ya no presentarse en las reuniones que organiza Yaoyorozu Chiasa.
Un nuevo silencio de nuevo comenzó a manifestarse en el lugar.
El azabache suspiro mientras se levantaba de su asiento para dirigirse a la salida.
-Midoriya, avisa a tus compañeros que por hoy las clases conmigo se suspenden, pero quiero que contesten un par de ejercicios de la página cincuenta – dijo para después abandonar el lugar.
-Supongo que lo va a pensar – agrego Dazai al ver que Midoriya se encogía en su asiento.- No te preocupes, pase lo que pase todo estará bien, porque todo tiene solución.
Dazai se cruzó de brazos sin saber que más decir al omega que tenía enfrente. Realmente quería animarlo con la frase que le habían dicho sus padres antes de morir, pero reconocía que se le daba mejor consolar al género femenino que a niños.
-Creo que…debo regresar a clase.
-Entiendo. Mañana regresare en la tarde. Esperare la respuesta de ambos.
El menor asintió.
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Le gustaba ir a la azotea de la escuela. Aquel lugar le aseguraba una tranquilidad que disfrutaba enormemente.
Su vista miraba hacia el horizonte, como tratando de perderse por unos momentos. Lo habría conseguido si no fuera por la ruidosa voz de su mejor amigo. Ese mejor amigo que solo se dedicaba a fastidiarlo.
-Estaba merodeando los pasillos y me di cuenta que tus alumnos comenzaron a hacer escandalo – dijo Mic con su característico tono ruidoso, moviendo exageradamente sus manos de un lado a otro.
Aizawa comenzó a masajear su cien, estresado, recargando sus codos sobre el barandal que tenía justo enfrente.
-Esos mocosos me la pagaran el miércoles.
-Se supone que tú abandonaste tu lugar de trabajo. No culpes a los pobres chicos –dijo el rubio, tratando de relajar el ambiente –. Escuche de Midnight que un tipo del gobierno solicitaba tu presencia. Supongo que el asunto es delicado porque el director no paraba de hablar.
Shota arqueo su ceja. A veces, Mic llegaba a sorprenderlo, pues era muy raro que el rubio mostrara una expresión seria.
-Supones bien - dijo irritado –. Y necesito un consejo.
Aizawa casi golpea al otro héroe por la cara de sorpresa que mostro.
-¿Tu? ¿Pidiéndome consejos a mí?
-Ozamu Dazai trajo una notificación donde se me obliga a marcar a Midoriya. – soltó sin ningún tapujo ni duda. – También nos dijo que el asunto seria arreglado con una boda entre el chico y yo.
Y de nuevo quiso golpear a su compañero.
-Déjeme decirte algo – mascullo Mic cuando Shota lo había envuelto en su arma de combate – Reconozco que eres un tipo duro. Para serte sincero, si no fuera porque en tus análisis marcaran que eres un alfa y que a veces te acuestas con uno que otro beta, pensaría que eras asexual o algo. Sé que no están mínimamente interesado en las relaciones, y que por eso tratas a todas las personas por igual, sin embargo, conservas una pisca en tu conciencia para hacer una buena obra. Por otro lado, Midoriya es un joven muy bueno, además de talentoso. En mi opinión, sería injusto que alguien tan dedicado como él se le sea negado la oportunidad de ser libre…por lo menos un tiempo.
Aizawa aflojo su agarre, invitándolo a proseguir.
-El asunto de la boda es complicado, pero sé que en el fondo, deseas ayudar a uno de tus alumnos favoritos. O al menos, piensa que de esta manera te libras de asistir a la mansión de Yaoyorozu.
Ante lo dicho, Mic fue arrojado al suelo, ya inconsciente.
Shota ya tenía una respuesta en la mente.
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No paraba de morderse la uñas. Incluso comenzaba a dolerle.
Las clases estaban por finalizar, aunque sus compañeros se habían marchado desde ya hace mucho. Momo había sospechado su situación, yéndose no sin antes darle ánimos. Después de todo, su padre se encargaba de mostrarle el funcionamiento y la información de las personas que asistían a la reconocida mansión.
Y Aizawa no aparecía desde el encuentro con Ozamu Dazai.
Midnight le sugirió que lo esperara afuera de la sala de reuniones de los profesores. Sin embargo, la presencia del mayor no se encontraba presente por ningún lado de la inmensa escuela.
Izuku sintió que las lágrimas no tardarían en salir. Su frustración comenzaba a estresarlo.
Le dolia la cabeza. Sentía nauseas por tener que encarar su futuro tan pronto.
-Midoriya, mi chico ¿Aun sigues aquí? – All Might, asomo su cabeza, intrigado por la presencia de su pupilo.
El peliverde volteo en dirección de su ídolo, ofreciéndole una sonrisa que apenas pudo mantener.
-No se preocupe, ya regreso a casa.
Toshinori asintió, aunque extrañado por la actitud del chico. No era raro verlo en ese estado, ya que Izuku solía deprimirse con nimiedades y asuntos sin importancia.
Afuera, la suave brisa se estrelló contra el rostro del pecoso.
-¿Así concluirá mi sueño? -. Se preguntó tras observar detenidamente su imponente escuela.
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Llevaban aproximadamente quince minutos esperándolo. Aizawa, impaciente, comenzó a tener un tic en su ojo izquierdo provocando una inseguridad en Izuku. El tic tac del reloj con forma de algún felino era el único sonido en la inerte oficina.
No se habían dirigido la palabra. No era necesario.
Finalmente Dazai se hizo presente, disculpándose inmediatamente por su tardanza al notar la seria mirada del azabache.
-¿Y bien?
-Solo espero que analizaran la situación en la que se encuentran – el castaño les brindo una mirada seria. –El gobierno me exige que me den una respuesta inmediatamente.
-¿Puede dejarnos a solas por un momento, Dazai-san?- pregunto Aizawa educadamente, decidido a confrontar el futuro que le deparaba.
-Por supuesto – Una vez que Dazai abandono su posición, Shota se levantó de su lugar, para después poder arrodillarse frente al peliverde.
-Yo…usted…- farfullo el menor. No podía mirar a los ojos al héroe Eraserhead. No era tan fuerte como creía que se había vuelto en esos meses de duro entrenamiento con All Might.
Definitivamente seguía siendo el niño cobarde y llorón que no podía hacer nada que Kacchan tanto despreciaba en su niñez. El niño llorón que ni siquiera podía defenderse a sí mismo.
-Eres un chico problemático – comentó Aizawa, mientras desviaba la vista hasta la pequeña ventana que mantenía una vista privilegiada de la entrada principal de la escuela.
-Si –sollozo Izuku –. Solo estoy causando problemas.
Para su sorpresa, sintió un fuerte golpe en su frente que le hizo soltar un quejido medio infantil.
-Sigues diciendo las mismas idioteces de siempre. A este paso te quedaras sin puntos y tu nivel académico será peor que la Kaminari o Ashido – Aizawa arrugo el entrecejo, para después ablandarlo.
El menor le miro, sorprendido.
-No quiero casarme. De hecho, aborrezco la idea, no voy a mentirte – relajo su mirada para poder tranquilizar al menor –… sin embargo esta vez quiero hacer una excepción. Aceptare el trato sin con ello puedo hacer algo para ayudar a uno de mis alumnos más talentosos.
-Pero, si algo sale mal, yo…
-Midoriya, con los puntos que te quedan, apenas podrás pasar el parcial, así que será mejor que dejes de hablar y hazme caso por lo menos en una cosa – entono Aizawa con cansancio.
La expresión de Izuku finalmente también se suavizo.
-¿Puedo pasar? – pregunto el castaño detrás de la puerta, destruyendo el momento de confidencialidad entre profesor y alumno.
Ya habían tomado una decisión.
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La última clase estaba por concluir. Midnight a veces podía ser bastante cruel con alguno de sus compañeros cuando infringían sus reglas de juego.
Izuku no pudo evitar voltear hacia la puerta del salón.
El castaño había comentado que era necesario informar inmediatamente a su madre sobre el compromiso, por lo que irían los tres a la residencia Midoriya después del horario escolar.
¿Qué le diría a su madre?
¿Se avergonzaría de él?
¿Se preguntaría que por su culpa, su profesor se sacrificaría para poder ayudarlo?
Un nudo de pensamientos invadió su corazón…y las marcas que tenía en ambos hombros comenzaron a pulsar, haciendo que dirigiera sus manos en dirección de estos, ejerciendo una pequeña presión para que dejara de doler.
-Maldito Deku – farfullo Bakugou silenciosamente.
-"¿Ahora que hice?" – pensó Deku divertido. Al menos, Kacchan lo distrajo lo suficiente como para que olvidara sus problemas por lo menos unos segundos.
Al finalizar la última clase del día, Bakugou se levantó pesadamente de su lugar y se fue tan rápido como pudo, dejando sorprendido a más de uno. Todoroki entrecerró sus ojos, como sospechando el motivo de su extraña retirada.
-Midoriya, quiero acompañarte hasta la estación de tren ¿podemos irnos juntos? – Pregunto Todoroki al observar la actitud que mantenía el pecoso desde temprano, además de que un mal presentimiento se había instalado en su ser desde hace un par de días. Algo lo mantenía inquieto y eso no le agradaba.
Izuku oculto su mirada en su flequillo.
-Lo siento Todoroki-Kun, pero hoy tengo algo que hacer – dijo para después retirarse lentamente. Dejando a Todoroki pensativo, preocupado.
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-¿E-Es una broma, verdad?
Izuku ya no logro mantener la mirada de su madre, dirigiendo su vista donde sea. Y quería desaparecer, gritarle a los dos alfas de su lado que se fueran y no regresaran a su hogar. Quería esconderse en el regazo de su madre y poder llorar tranquilamente.
Sin embargo, la realidad de aquel momento lo golpeaba a tal punto que dolía.
-Señora Midoriya, sé que esto es difícil. Pero si no se establece este matrimonio, su hijo podría ser reclamado como premio pon el alfa que intento abusar de el en la reunión de hace algunos días – el tono serio de Dazai sorprendió a Aizawa. Nunca habría imaginado que el tipo hablaba sin rodeos.
-Pero…mi hijo aun es un niño – la mirada de la señora de la casa se volvió dura-. Me encargare de que mi Izuku no sea obligado a estar con un malvado alfa.
-Señora Midoriya, comprendo su miedo –intervino Aizawa –. Sin embargo, se equivoca si cree que mi objetivo es el de aprovecharme de uno de mis alumnos. Tampoco es que me interesara abusar de él. Mi intención es solo ayudarlo.
-Si no hacemos algo, el gobierno puede tomarse el caso muy seriamente. Además de que si el chico se encontrara con su destinado o su vínculo seria otro problema. Ya sabe que el incremento de la natalidad es muy importante, y si es necesario, obligarían a Izuku a procrear una vez que encuentre a su "verdadero alfa". Así que demos gracias de que hallar a la pareja destinada o el vínculo es verdaderamente difícil.
Inko apretó impotente su vestido. Con lentitud, dirigió su mirada a la figura de su único hijo.
-Izuku…tu… ¿Estás de acuerdo?
Izuku, decidido, se levantó de su asiento sorprendiendo a los presentes e inclinándose respetuosamente frente a su profesor.
-Aizawa-sensei, permítame contraer matrimonio con usted. Permítame cumplir mi sueño de poder ayudar a las personas con una sonrisa, por favor. Yo… ¡En verdad quiero ser un héroe!
El azabache sonrió de lado, mientras se dirigía a Izuku y acariciaba suavemente su enmarañado cabello.
-No queda otra opción ¿Verdad?
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