Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Wishes of the Heart por RingogoShiroyama

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Holaaa ya vine con la actualización~~

Jiyong estaba parado en su cocina, con los labios apretados, sin moverse y con la vista fija en la ventana. El sol estaba saliendo y pronto tendría que ponerse a trabajar, pero él sabía que antes tenía que hacer otra cosa. Tenía que pedirle perdón a Seunghyun por haberle gritado. El problema era que no sabía cómo. No podía llegar así nada más porque seguramente el mayor estaba molesto con él y no le abriría o no le haría caso. Tal vez si esperaba a que saliera a hacer sus tareas, podría intentar hablarle.

Estaba tratando de pensar cómo iniciar la conversación, cuando alguien tocó a su puerta. Jiyong abrió y se sorprendió al ver a Seunghyun frente a él, con una pequeña florecita en su mano y extendiéndola para que Jiyong la tomara.

-          Lo siento Ji, fui un tonto, no tendría que haberte tratado de obligar a que me dijeras qué te pasaba… es solo que me preocupo por ti y quiero ayudarte pero si no quieres decirme está bien, no importa, si puedo ayudarte solo con estar a tu lado aunque sea sin saber qué te pasa, lo haré, solo perdóname ¿sí?

-          ¿De qué hablas? El que debería pedir perdón soy yo. Te traté mal allá afuera y te grité, no tendría que haber hecho eso.

-          No, no. Tenías motivos para hacerlo porque yo fui un tonto.

-          ¿Qué? Claro que no, yo me porté mal contigo así que yo tengo que pedir perdón.

-          No, el que tiene que pedir perdón soy yo, no tú.

Jiyong rodó los ojos. Seunghyun seguiría insistiendo y él no quería quedarse ahí todo el día para discutir quién tendría que pedir perdón.

-          Yo aceptaré tu disculpa solo si tu aceptas la mía –Jiyong vio como Seunghyun fruncía el ceño al escuchar eso, pero después de pensarlo por unos segundos asintió con la cabeza–. Bien.

Seunghyun le extendió aún más la mano con la flor y Jiyong la tomó, para luego ser atrapado en un abrazo.

-          ¿Entonces estamos bien?

-          Sí… –Jiyong rodeo el cuerpo de Seunghyun con sus brazos al igual que los del mayor rodeaban el suyo.

-          Qué bueno, tenía miedo de que me odiaras para siempre.

-          Yo nunca podría odiarte para siempre Seunghyunnie.

-          ¿Ni aunque sea un tonto?

-          Claro que no. Así te... quiero… –Jiyong dudó unos segundos en lo que iba a decir, pero terminó diciéndolo de todos modos. Sintió los brazos de Seunghyun estrecharlo un poco más contra su cuerpo.

-          Yo también te quiero Jiyongie. Mucho más de lo que imaginas.

Él estaba casi seguro de que no era así, pero se quedó callado. Después de unos segundos más de estar abrazados y parados en la puerta, ambos entraron a la casa y fueron a la cocina. Jiyong preparó el desayuno siendo observado por el mayor igual que siempre. No entendía muy bien qué le había pasado en la mañana, pero desde hace unos días que se estaba sintiendo demasiado mal como para soportarlo. Y aun así no quería estar lejos de Seunghyun, quien era el causante de todos sus problemas.

El resto del día pasó relativamente normal. Jiyong estaba feliz de poder reírse de nuevo con Seunghyun mientras hacían sus tareas juntos, solamente disfrutando de esos momentos y sin pensar en sus sentimientos no correspondidos. Cuando por fin terminaron sus tareas antes de que se hiciera de noche, ambos entraron a casa de Jiyong para cenar. Jiyong preparó un poco de fruta y yogurt, y se sentaron a comer.

-          Jiyongie… ¿quieres venir a dormir conmigo hoy?

-          ¿E-eh? –Jiyong sintió sus mejillas calientes. ¿Dormir con Seunghyun mientras no había nadie más en su casa?

-          Así no estaremos solos… anda, ven a dormir conmigo.

Seunghyun comenzó a batir sus pestañas y formó un puchero con sus labios, lo cual hizo sonreír a Jiyong.

-          ¿Qué estás haciendo?

-          Uso mis encantos para que vayas a dormir conmigo –Al parecer el mayor no se había dado cuenta de lo mal que había sonado eso, pero Jiyong sí. Comenzó a reír agarrándose el estómago fuertemente. ¿Qué pasaba por la mente de Seunghyun cuando hacía esas cosas?–. ¿Qué? ¿De qué te ríes? ¿Qué es tan gracioso?

-          ¿Acaso… –Intentó dejar de reír y tomó aire para poder contestar– acaso no escuchaste lo que acabas de decir?

-          ¿Qué cosa?

-          ¡“Uso mis encantos para que vayas a dormir conmigo”! –Jiyong comenzó a reír de nuevo– ¿Estás intentando seducirme o qué?

Cerró los ojos y continuó riendo sin poder parar, pues por alguna razón esa frase le había parecido sumamente graciosa en vez de avergonzarlo, hasta que se dio cuenta de que Seunghyun estaba demasiado silencioso. Abrió los ojos y de inmediato su risa se detuvo. El mayor se había levantado de su asiento y ahora tenía el rostro demasiado cerca del suyo. Su expresión era de seriedad total y Jiyong no tenía idea de qué estaba pasando, así que instintivamente se alejó unos centímetros, pero Seunghyun volvió a acercarse.

-          ¿Y si lo estuviera haciendo?

Jiyong sintió que estuvo a punto de ahogarse con su propia saliva y sus ojos se abrieron desmesuradamente. No sabía qué responder a eso, así que se quedó callado. Pasaron unos segundos que a Jiyong le parecieron horas, hasta que Seunghyun por fin se alejó y volvió a sentarse, para luego mirarlo con una sonrisa algo extraña.

-          Solo bromeaba Yongie. Está bien si no quieres ir a dormir a mi casa, no hay problema.

Jiyong parpadeó un par de veces y después regresó a su posición correcta en la silla, pues se había hecho un poco hacia atrás al tener a Seunghyun tan cerca. Dirigió su vista a la mesa y notó que su corazón latía demasiado rápido. ¿Qué había sido eso? Era como si Seunghyun hubiera querido jugar con él como siempre lo hacía, pero se sentía diferente. Jiyong miró de reojo al mayor y lo vio observando la mesa también. Ahora ambos estaban callados, mirando la mesa como si fuera lo más interesante del mundo. Tenía que decir algo antes de que Seunghyun decidiera irse.

-          A mí… me gusta alguien –No sabía por qué eso había sido lo primero que salió de sus labios, pero algo le decía que tenía que contarle la verdad al mayor… aunque fuera solo parcialmente.

-          ¿Qué? –Seunghyun habló con un tono de sorpresa, pero Jiyong no levantó la vista.

-          Me gusta alguien pero a esa persona no le gusto yo. Es por eso que estaba así en la mañana, creo que… fue un momento de debilidad emocional o algo parecido. He sabido manejarlo bastante bien por mucho tiempo, supongo que algún día tenía que pasar. Lamento haberte preocupado Seunghyun.

-          Oh. Ya… ya veo.

Nuevamente todo se quedó en silencio. ¿Cómo es que habían llegado hasta ahí? Hace unos momentos Jiyong no podía parar de reírse y ahora lo único que se escuchaba era… nada. Literalmente nada. Afuera ya había oscurecido y a esa hora todo estaba muy silencioso. A Jiyong le gustaba salir y acostarse en el pasto a ver las estrellas, mientras pensaba en Seunghyun…

-          ¿Has hablado con ella? –La voz del mayor rompió el silencio. Jiyong levantó la vista y por fin sus miradas se encontraron.

-          ¿Eh?

-          ¿Le has dicho que te gusta?

-          N-no –Sintió sus mejillas calentarse–. Y-yo no puedo… me rechazaría y…

-          ¿Cómo estás tan seguro de que te rechazaría si nunca se lo has dicho?

-          P-pues… porque es obvio que lo haría…

-          ¿Cómo lo sabes? –Seunghyun se veía muy serio, casi como si estuviera molesto– ¿Cómo lo sabes si no le has hablado? –Jiyong no contestó y Seunghyun continuó hablando– Creo que deberías decírselo. No creo que ella te rechace. ¿Conoces a Yuko la chica japonesa que vive cerca del molino azul? A ella sí le gustas.

-          ¿Qué? –Jiyong enarcó una ceja. ¿Por qué Seunghyun sabía eso?

-          Le gustas a muchas chicas aquí, probablemente una de ellas sea la que te gusta, así que deberías decírselo –Seunghyun volvió a mirar a la mesa–. Tal vez la chica que te gusta siente lo mismo por ti, entonces… entonces tú serás feliz con ella y formarás una familia y no tendrás de qué preocuparte nunca más, y los dos…

Jiyong se quedó en blanco. Ya no entendía lo que el mayor decía, solo veía sus labios moverse mientras sus ojos estaban fijos en la mesa. Él no quería a ninguna chica. Quería a Seunghyun.

-          No –Jiyong habló y Seunghyun por fin lo miró de nuevo, quedándose callado–. No me gusta ninguna de esas chicas. Me gusta un chico.

Inmediatamente Jiyong se dio cuenta de que había hecho mal al decir eso. Se puso de pie y se tapó la boca con ambas manos, observando al mayor. Éste lo miraba con los ojos muy abiertos, como si de repente le hubiera crecido una segunda cabeza o algo parecido. Ninguno de los dos decía nada, simplemente estaban mirándose el uno al otro. Jiyong no sabía qué estaba pasando por la mente de Seunghyun y la verdad era que le daba un poco de miedo saberlo. ¿Qué tal si ahora comenzaba a odiarlo? De cualquier modo ya no podía hacer nada, si bien no se había confesado; le había dicho que le gustaba otro hombre, y para el caso era prácticamente lo mismo. Suspiró cansadamente y alejó sus manos de sus labios. Ya no había manera de arreglarlo.

-          Solo no le digas a mis padres ni a mi hermana ¿de acuerdo? –Jiyong le pidió al mayor, pero éste solo siguió observándolo con los labios entreabiertos por la sorpresa y como si Jiyong hubiera hablado en algún otro idioma– Emm… supongo que puedes tomar lo que quieras de la cocina, si es que todavía quieres algo de aquí…

Al no obtener respuesta, Jiyong salió rápidamente de su casa y caminó hasta llegar al árbol donde había llorado en la mañana. Se acostó a un lado, donde las hojas no le taparan la visión, y observó las estrellas. No estaba seguro de cómo iba a ser su relación con Seunghyun ahora que sabía que le gustaba un chico. Si esa era su reacción, no quería imaginar cómo sería el decirle que él era el chico que le gustaba. Aunque si ya iba a dejar de hablarle, probablemente el confesarse no haría mucha diferencia. Estaba tratando de decidir si hacerlo sería una buena idea o no, cuando alguien apareció y se acostó a su lado. Jiyong no necesitó voltear para saber quién era. La presencia de Seunghyun era inconfundible para él, lo que se le hacía extraño era que hubiera ido a buscarlo después de su media-confesión, y que se hubiera acostado ahí así sin más. Esperó un rato pero el mayor no decía nada, y la curiosidad lo estaba matando, así que decidió hablar.

-          ¿No me odias?

-          ¿Odiarte? ¿Por qué debería odiarte?

Fue entonces cuando Jiyong se volteó para mirar a Seunghyun. Éste estaba observando las estrellas como él había estado haciendo hace unos segundos. Su rostro no mostraba ninguna emoción, y eso hacía dudar a Jiyong sobre si estaba hablando en serio o si era sarcasmo. Se levantó un poco y se sentó, pero cuando el mayor fijó su mirada en él y le sonrió dulcemente, sintió un rayo de esperanza iluminarlo.

-          No tengo por qué odiarte Jiyongie –Seunghyun también se levantó y se acercó más a él para sentarse a su lado–. No me importa si te gustan las mujeres o los hombres, tú sigues siendo mi Jiyongie.

Jiyong no lo pensó dos veces y se lanzó a los brazos de Seunghyun, sintiendo como el alma le volvía al cuerpo al tener al mayor abrazándolo fuertemente como siempre lo hacía.

-          Gracias… yo… no sé qué haría si tú me odiaras…

-          Jamás te odiaré Ji, pase lo que pase. Eres… una de las mejores cosas que tengo en la vida. Nunca podría renunciar a ti voluntariamente.

-          ¿Sabes algo? A veces eres demasiado cursi –Jiyong soltó una risa. Seunghyun siempre había sido así con él, dulce en extremo, a pesar de que ambos eran hombres.

-          No puedes culparme.

-          ¿Ah no? –Jiyong se alejó para mirar al mayor a los ojos– ¿Por qué no?

Seunghyun no contestó. En vez de eso se quedó mirando a Jiyong. Era esa mirada intensa que normalmente hacía que sus piernas temblaran, pero que ahora lo estaba poniendo nervioso. ¿Por qué lo miraba tan insistentemente y sin decir ni una sola palabra?

-          ¿S-seunghyun? –Jiyong habló y de la nada Seunghyun se acercó mucho a su rostro, exactamente igual a como había pasado hace un rato en su casa– ¿Qué estás haciendo?

-          Antes dijiste que tú tampoco podrías odiarme para siempre, ¿cierto?

-          Cierto…

-          ¿Ni si quiera si hiciera algo que te haga enojar mucho?

-          Eh…

-          El chico que te gusta… no sabe que te gusta y no se lo has dicho, ¿cierto?

-          ¿A dónde estás tratando de llegar con todo esto?

-          A tus labios.

-          … ¡¿A mis la-?!

Antes de que Jiyong pudiera terminar la frase y de que su cerebro pudiera procesar lo que acababa de escuchar, Seunghyun cortó la distancia y lo besó.

 

 

Notas finales:

Chan chan!! (?) lol

A ver qué pasará ahora...


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).