"El aire frío de la noche movía el cabello suelto del peliazul que sentado en una roca cerca del mar. Se encontraba abrazado a sus rodillas, su ropa estaba manchada de rojo, sus brazos tenían pequeños rasguños, se podía apreciar que lloraba por el simple temblor que soltaba su cuerpo y los inconstantes suspiros.
-Que hice?? - pregunto viendo sus manos llenas de sangre - ahora ya no puedo regresar... Yo... Yo mate a una persona... En frente de mis amigos... Al fin era aceptado en un lugar como yo... Lo arruine! - grito llevando sus manos a su rostro de forma desesperada mientras su llanto resbalaba cual cascada por su cara, sus ojos azules se encontraban rojos e hinchados a causa de ello.
Lloro y lloro todo lo que pudo en ese lugar pensando en todo lo que había perdido a causa de un mal manejo de la ira.
- Koro-sensei... Que... Que hago ahora... - susurro con voz quebrada mientras sus manos hacían presión sobre su pecho - Koro-sensei... Karma-kun... -
Tuvo que dejar de llorar para esconderse cuando los pasos de algunas personas se escucharon.
-Ahora debemos buscar niños perdidos y no solo pulpos amarillos - se quejo uno mientras apartaba algunas hojas.
-Deja de quejarte, tragas de esto - le dijo otro con molestia - Además, solo es un niño, que tan difícil puede ser? -
-Bueno, eso si...- respondió el primero - Espera, hay un mensaje de Karasuma -
-Y que dice? - preguntaron otros cuatro sujetos que llegaban al lugar.
- Debemos atrapar al chico y llevarlo con Karasuma para que el se haga cargo del asunto... - respondió el otro en un suspiro largo.
-Consiente o inconsciente? - dijo uno divertido mientras sacaba una pistola.
-No lo específico... - respondió divertido el que dio el mensaje.
-(Planean capturarme... Karasuma-sensei... Me entregara...) - pensó el peluazul con un cumulo de emociones en su interior.
-Nagisa!!! -"
-Nagisa...-
El peliazul se removió en el sofá donde se encontraba dormido, había rastros de lágrimas en su rostro lo cual había alertado al de ojos color mercurio que había despertado por los quejidos del mas pequeño.
-Nagisa... Despierta... - le hablo con dulzura mientras pasaba de forma delicada sus manos por la cabeza tratando de calmarlo.
-Karma! - grito Nagisa aun medio dormido saltando a los brazos de Karma, quien pese a la sorpresa, lo tomo de forma protectora, el peliazul dejo salir sus lágrimas sobre el pecho del mas alto.
-Tranquilo, aquí estoy - dijo Karma abrazándolo con cariño mientras el mas bajo iba regulando su respiración, su corazón se estrujó al ver como Nagisa lloraba - (Que es lo que soñaste que te ha causado tal dolor? ) - se pregunto mentalmente antes de sentir como el mas pequeño se separaba de el con rapidez - Nagisa? -
-Olvida lo que acaba de pasar - ordeno el peliazul limpiando su rostro y volviendo a mostrar su fría expansión.
- Pero Nagisa... Que es lo que... -
-Eso no te importa! - grito Nagisa enviándole una mirada molesta - no es nada que debas saber -
-Pero hace unos momentos estabas llorando! - grito Karma tomando el cuerpo del mas bajo entre sus brazos - llorabas con demasiado sentimiento... Yo... Yo no se lo que paso con tu vida en estos años, pero quiero saberlo - le dijo afianzando su abrazo mientras hundía su rostro en el cabello del mas bajo.
- No hay nada que debas saber - respondió el mas bajo nervioso - Yo... Yo no debo hablar de nada... - dijo sintiendo que su corazón poco a poco cedía ante el abrazo del pelirrojo y también como, aquellas emociones que creyó olvidadas renacían como una llama que es avivada por una cálida brisa.
- Nagisa, te lo ruego... No desconfies de mi... Yo... Yo solo quiero que vuelvas a ser como antes... Que todo sea como si nunca nos hubiéramos separado - dijo el pelirrojo soltando todo aquello que guardaba en su corazón desde años atrás.
-Yo no... Tu no deberías saber tales cosas... - Nagisa se encontraba confundido, las palabras de Karma habían llenado su pecho de una calidez que creyó no volver a sentir en su vida, se manos, ahora en la espalda del pelirrojo, estribaban la camisa de este como si de ello dependiera su vida.
-Nagisa, por favor... Te ruego que me dejes entrar en tu vida y leer tu pasado - pidió el mas alto dando un tierno beso en la azul cabellera del mas bajo - dejame leer tu pasado, vivir contigo el presente y escribir juntos el futuro...-
-Karma... Yo... Hay cosas de las que te sorprenderías al saber que he hecho... Y... Y seguramente me rechazaras al saberlas porque... Yo no me arrepiento de haberlas hecho... - le confeso el pequeño viéndolo a la cara mientras sentía como la distancia entre sus rostro se acortaba.
-Nagisa, yo jamas te rechazaría - dijo Karma lleno de seguridad, misma que se transmitió a Nagisa, quien estaba a punto de cerrar por completo la distancia entre sus labios...
Una explosión los obligo a separarse de inmediato.
Una de las habitaciones tenia un enorme hueco en la pared, por donde un pelinegro de tranquila sonrisa entraba con una pistola en mano.
-Shadow... - dijo en voz baja pero alerta el mas bajo, quien ya tenia un cuchillo en una mano, y una pistola en otra.
- Mi amor! Estoy tan feliz de verte! - grito el pelinegro corriendo a abrazar al peliazul, que fácilmente esquivo el abrazo - tan frío como siempre...- se quejo.
- Tu no deberías estar aquí... - le aclaro Nagisa molesto - se supone que en el trabajo, no deben interferir las emociones! -
-Me lo dices tu? - respondió el mas alto borrando de un momento a otro su sonrisa - tu que te alteras solo por ver a ese estúpido pelirrojo!? - grito molesto disparando en dirección a Karma, quien se encontraba escondido detrás de un sofá.
-No te atrevas a tocarlo! - grito molesto el peliazul para saltar cuchillo en mano contra el de ojos verdes.
-Ahora lo vas a defender incluso de mi!!! - le dijo molesto el pelinegro disparando en su contra - El jamas entenderá tu mundo! El jamas te aceptara con tu pasado - le dijo con malicia viendo que había conseguido darle en ambos brazos.
-No hables de mi sin conocerme cabrón! - grito con rabia el pelirrojo saliendo de su escondite con un arma en las manos lista para atacar al pelinegro y proteger al peliazul que había caído inconsciente - tu no sabes nada de nosotros - le dijo con furia mientras disparaba en su contra.
-Tu no sabes nada de el, el jamas se mostró ante ti con su verdadera naturaleza - le dijo el pelinegro logrando disparar a una pierna y un hombro del pelirrojo - el... El solamente puede estar conmigo - le dijo con locura reflejada en sus ojos.
-El decidirá con quien quedarse... - dijo Karma con dificultad notando que Shadow apuntaba directo a su cabeza - y te aseguró, que se quedara conmigo... - declaro con una sonrisa en el rostro esperando el disparo.
El disparo jamas llego, en su lugar un grito de dolor invadió el lugar.
La hoja de un cuchillo atravesaba completamente el brazo derecho de Shadow haciendo que soltara el arma.
-Si unos cuantos disparos y un golpe fueran suficientes para detenerme, como seria digno de portar el nombre de "El hijo del dios de la muerte" - hablo con arrogancia el peliazul, quien tenia sangre escurriendo de sus brazos y de su frente - sin embargo, tu no cuentas con la .misma resistencia... - dijo sonriendo con sadismo mientras arrojaba otro cuchillo al mismo brazo.
- Sin duda, eres mas hermoso cuando la sangre cubre tu cuerpo Snake... Por desgracia ya no estoy apto para pelar... Pero tampoco tu, así que dejaremos esto así por el momento... - dijo Shadow emprendiendo su escape - pero no estés triste mi amada serpiente, pronto nos veremos, y entonces tu volverás a mi! - grito saltando por el mismo lugar por donde había entrado.
-No lo creo... - murmuro el peliazul cayendo desmayado.
-Nagisa! -
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Después del incidente, todos en el edificio fueron evacuados, Nagisa y Karma fueron llevados al hospital mas cercano para atender sus heridas.
-Karma! - le llamo un pelinaranja al de ojos mercurio que se encontraba ya en la sala de espera mientras Nagisa era atendido - Hombre, pensé que esta vez si moririas! -
- En tus sueños - bufo Karma con arrogancia - jamas moriria, y menos cuando Nagisa esta junto a mi - le dijo señalando uno de los consultorios.
-En serio esta aquí! - grito un pelinegro que llegaba detrás de Maehara.
-Si, y esta conmigo Sugino - dijo con seriedad el pelirrojo - así que ni intenten acercarse a el - advirtió.
-Solo queremos saludarlo... -
-De momento sera mejor que no los vea...- le dijo con seriedad.
-Entiendo, dale nuestros saludos - dijeron los otros dos despidiéndose del pelirrojo.
-Lo haré - dijo el despidiéndose también mientras se sentaba en la pequeña banca de la sala - (aunque no se si pueda hablar contigo ahora... Estaré contigo siempre, y algún día haré que tus sueños dejen de hacerte llorar...)-