Despertó antes de que su alarma sonara, aun se veía oscuro el cielo y las luces de las calles alumbraban el vacío en ellas.
Despertó con un peso extra sobre el, un peso que no le molestaba en lo mas mínimo.
El pequeño cuerpo sobre el, se aferraba con fuerza inconsciente a su camisa, se veía tranquilo a primera vista pero el murmurar en su boca daba a entender lo contrario, hablaba en diferentes idiomas, cosa que le complicaba al pelirrojo saber que era lo que soñaba su querido peliazul.
-Estará poseído? - preguntó al aire mientras trataba de entender la discusión que soñaba el mas pequeño - no, no creo... Sigue viéndose hermoso...- dijo como estúpido mientras acariciaba con suavidad el rostro de Nagisa.
Se detuvo cuando llego a su cabello, recordó varias cosas que habían pasado antes de el incidente de Takaoka, especialmente los momentos en que lo habían molestado por parecer chica a causa del largo de su cabello, sus curvas muy bien definidas y su baja estatura.
La primera vez que lo conoció también lo confundió con una chica, bastante plana, pero una chica. Nagisa le había aclarado, con la amabilidad propia de el en aquel entonces, que era un chico.
Ahora parecía que no le molestaba el tener un aspecto femenino ya que por lo que había visto y oído, muchas veces utilizo esa apariencia para lograr sus asesinatos.
El solo pensar en lo que el pequeño peliazul que ahora reposaba entre sus brazos, había hecho llevando esa dulce y falsa sonrisa, le causaron una ira inmensa, misma que fue sosegada cuando el mas pequeño murmuro su nombre.
Lo miro un rato mas, había crecido si acaso un centímetro, Kayano parecía mas alta que el ahora, su cabello estaba un poco mas largo, casi llegaba a su cintura, tenia dos pequeñas perforaciones en cada oreja, cosa que le sorprendió casi tanto como el tatuaje.
Paso su mano por uno de los hombros descubiertos y noto tres relieves diagonales perfectamente cicatrizados, un poco mas abajo había otro pero en forma de hueco.
-Haz tenido una vida agitada, no? - pregunto continuando con su exploración pero ahora del lado derecho. Ahí encontró una cicatriz mas reciente, la herida de bala que Shadow había causado, una pequeña sutura (ahora ya curada) de los vidrios de aquel ataque a su vehículo, un pequeño moretón, posiblemente de el día que rescataron al pelinegro y un rasguño bastante pequeño al cual no podía dar explicación - Y este de cuando fue? - pregunto pasando sus dedos por encima de este.
-Ayer, en el probador... Había un clavo o algo parecido...- respondió el peliazul recién levantado.
-Por que no me lo dijiste! Hay que curar eso de inmediato! Te puede dar tétanos! - regaño Karma alzando la voz.
-Uno, no grites que no estoy sordo - dijo molesto el peliazul alejándose de Karma - dos, esto no es nada para mi, he tenido heridas peores - aclaro tallando sus sienés - y tres, traeme unas pastillas para el dolor de cabeza...- ordeno.
-Alguna otra cosita patrón?- respondió el ojimercurio con una clara burla en su voz.
-Si, callate y también prepara el desayuno, algo ligero de ser posible - mando Nagisa con el mismo tono de voz para luego levantarse he ir al baño.
-A la orden, jefe...- refunfuño el pelirrojo aceptando que no había forma de discutir con el pequeño de ojos azules.
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-Y... Que tenemos en la agenda para el día de hoy? - preguntó Karma mientras dejaba los platos en la mesa.
-Es domingo, así que lo tienes libre, pero mañana tienes que ir a Osaka para una reunión con un mandatario del lugar, después a Yokohama para una conferencia, a las 5:00 de la tarde debes estar en Tokyo para una rueda de prensa y...-
-Corta la ahí, hombre... Soy solo un humano! - se quejo Karma callando al peliazul al meterle una tostada en la boca - De saber que mi vida seria tan agitada y llena de personas, me hubiera decidido por manejar el negocio familiar...- murmuro molesto.
-A ser yakuza? Mafioso? Estafador? Abogado? - dijo Nagisa una vez que la comida había pasado por su garganta.
-Que clase de ruin y baja familia crees que tengo!? - pregunto el pelirrojo con indignación fingida.
-Si te lo digo, creo que terminaremos muy mal...- respondió Nagisa jugando con los guisantes en su plato.
-Me ofendes pitufito - dijo Karma divertido - Mis padres sé encargaban de una agencia de protección ambiental... Algo parecido a greenpeace, pero con remuneraciones...- le explicó sobando su cabeza - Pero querías ser burócrata Akabane...- se lamento con dramatismo.
-Deja de llorar de una vez, quieres? - dijo Nagisa rodando los ojos en señal de fastidio - Era lo que querías, o no? - le cuestiono con enfado recibiendo un claro si por parte de Karma - entonces no te quejes y se feliz! -
Karma guardo silencio por un momento mientras miraba con detenimiento a su querido peliazul, ahora notaba que no solo había cambiado en aspecto, si no también en carácter, ahora era más directo y no se avergonzaba con facilidad (cosa que el y Nakamura lamentaban), su forma de hablar también era más agresiva y se notaba que la paciencia que antes creían infinita en el, ahora era casi nula.
Lo único que quedaba del viejo Nagisa era su pelo y su voz, todo lo demás había sido transformado para uso laboral, por decirlo de alguna manera.
Entonces algo cruzo por su cabeza, una pregunta que nunca se había hecho; que profesión hubiera tomado Nagisa de nunca haberse ido?
-Oye Nagisa...- le llamo haciendo que frenara su comer - que era lo que querías ser, antes de volverte asesino? -
-Hmmm...- gruño el mas bajo dejando su tenedor sobre el plato - Que quería ser...? - pregunto al aire mientas su vista apuntaba a la nada - no lo se, nunca lo pensé realmente...- confeso con desinterés.
-En serio? Nada te llamaba la atención? - volvió a cuestionar el pelirrojo sorprendido - medicina? Política? Computación? Mínimo periodismo...- hablo esperando alguna reacción del menor, pero este solo permanecía pensativo - Algo? -.
-No, nada de eso me llamo la atención...- respondió divertido por la reacción de Karma, hasta que un recuerdo llego a su mente...
~Flash back~
No era el mejor en lo que estaba haciendo, y eso lo sabia, pero no podía evitar querer ayudar a la pequeña infante frente a el.
Recién había terminado su primer misión en solitario, y al haberla terminado antes de tiempo, se dedico a vagar por la pequeña ciudad de Bristol en el suroeste de Inglaterra.
Había pasado ya medio año desde que pertenecía a la agencia de asesinos, por lo que su vocabulario, en diferentes idiomas, se había extendido.
En una de sus tantas caminatas se topo con una niña de llamativo cabello rosa que aparentemente estaba sufriendo con algunos ejercicios de matemáticas, la vio borrar y escribir varias veces, maldecir en voz baja otras mas y arrojar la libreta entre sus manos para después ir por ella y volver a empezar.
Se acerco a ella de forma cautelosa y echo una rápida mirada a los problemas en el cuaderno. Eran sumas y restas con decimales, algunas cuantas divisiones de el mismo tipo y unas multiplicaciones con fracciones.
-Se ven difíciles...- comento una vez sentado junto a ella, que al no haberlo visto llegar, se asusto demasiado cayendo de espaldas - lo lamento, no era mi intención asustarte - se disculpo tan amable como aun podía ser.
La niña lo miro un momento, atenta a todo movimiento que el pudiera realizar, y al no percibir peligro alguno se acerco a el para tomar sus cosas.
-Eso se ve algo difícil, quieres ayuda? - pregunto con voz suave.
-Eres maestro? - pregunto la niña mirando con atención al mayor, quien sonrió al pensar en Koro-sensei.
-No soy maestro... Pero mi antiguo profesor se esforzó porque supiera lo suficiente y me he esforzado por seguir con lo que el me enseño - dijo orgulloso - quieres que te ayude?-
La niña lo miro dudosa por unos momentos, después volvió la vista a su libreta y soltó un suspiro al ver que no llevaba mas de uno de los problemas resueltos.
-Si... Por favor...- acepto con pesar.
Tardo cerca de tres horas para explicar de forma completa, la niña era bastante lista y no fue mucho trabajo entenderlo, incluso termino su tarea y resolvió unos extras que le pidió a Nagisa que le pusiera.
-Gracias señor! Me fue de bastante ayuda! Es un excelente maestro! - le agradeció la pequeña mientras presionaba el cuaderno contra si misma - Ha sido mas fácil entenderle a usted que a mi maestra del colegio! Podría verlo después? - le pregunto con entusiasmo.
-Ammm... No creo que sea posible...- dijo percibiendo la tristeza que comenzaba a sentir la pequeña.
-Pero... Y si vuelvo a tener problemas con las matemáticas o cualquier otra materia?- pregunto la pequeña al borde del llanto.
-No llores! Por favor! - pidió el peliazul alarmado mientras trataba de controlar las lágrimas que amenazaban con salir de los pequeños ojos verdes que lo observaban - Como te llamas? -
-Bahar - respondió la pequeña.
-Bien Bahar-chan, yo soy... Nagisa...- se presento el peliazul dudando sobre dar su nombre original, pero ya lo había hecho - mira pequeña, no tengo permitido dar información mía a causa de mi trabajo, pero ya que tu lo necesitas te voy a dar algo para que te comuniques conmigo -.
-De verdad!? Que bien! - grito la menor con emoción.
Así pasaron rápido los días después de su partida, la pequeña niña le hacía consultas frecuentes por medio de la dirección que el le había dado, a veces por tareas, a veces por consejos, pero se mantuvieron en contacto durante mucho tiempo, tiempo en el que el dios de la muerte era llamado también maestro...
~Fin del flash back~
-Bueno, alguna vez alguien me dijo que era un gran maestro... Supongo que eso hubiera sido agradable...- dijo regresando su mente al presente.
-Estoy seguro de que Koro-sensei tendría un círculo rojo en la cara para mostrar su aprobación a esa idea - aseguro Karma con una gran sonrisa para el pequeño.
-Si posiblemente - comento Nagisa volviendo a comer - En fin, no fue así que, que más da-.
-Y si pudieras? - pregunto el pelirrojo con seriedad.
-Bueno, supongo que sería divertido... Para mi obviamente... Para mis alumnos... No lo creo...- respondió este con sonrisa siniestra - ahora, te informo que saldré un rato... Te dejaré vigilado...- informo levantando su plato de la mesa.
-Que? A dónde? Con quién!?-
-Lo que escuchaste, saldré un rato, el lugar es confidencial y el quién... También -
-Pero...-
-Nada - dijo Nagisa interrumpiendo las quejas del ojimercurio - Ahora, me voy... Hasta luego!- se despidió para salir rumbo a su destino mientras Karma exigía a Ritsu que le dijera lo que sabía.
-Ritsu! Dime ya lo que sepas! -
-No se nada! Me apago cuando arreglaba verse con alguien - se defendió la I.A.
-Mierda! -
Puerto pesquero de Osaka, Japón
13:47
-Segura que vendrá? - pregunto un chico de pelo blanquecino y ojos extrañamente morados.
-Claro que si! Nagisa-sensei siempre cumple! - grito la pelirosa - Ya lo verán... Ya lo verán...