Eran las cuatro treinta de la mañana cuando el pequeño peliazul llegaba al departamento de Karma, tratando de no hacer ningún ruido, intentando evadir las cámaras que el mismo coloco para cuidar de Karma.
Lo hacia bastante bien... Hasta que paso por el despacho de Karma y piso una trampa tan básica, que se sintió estúpido por haber caído en ella.
Una simple cuerda en el piso que había hecho sonar una campana bastante ruidosa, al minuto las luces se habían encendido y un pelirrojo lo veía con una mueca burlona.
-Muy asesino y caes en una trampa tan básica...- le restregó en la cara - ahora dime, crees que estas son horas de llegar? Acaso me estas engañando? - cuestiono dramático.
-Karma... No exageres...- pidió el peliazul rodando los ojos - No te engaño por que aun no somos nada...- explico restando importancia.
-Eso es por que tu no quieres corazón, te pones de apretado - bufo molesto el pelirrojo.
-Akabane, cuida tu lenguaje si no quieres volver a sentir un cuchillo en tu cuerpo - advirtió Nagisa divertido al ver como Karma temblaba ante la idea - Solo para tranquilidad tuya, no estaba con nadie...- dijo calmando un poco a Karma, quien suspiro aliviado. Giro sobre sus pies para darle una sonrisa inocente al pelirrojo y después transformo su rostro en uno malicioso - Nadie mas que mis hijos -.
Karma abrió los ojos por la impresión, pero volvió a su expresión normal y dibujo una sonrisa comprensiva en su rostro.
-Hijos? - pregunto normal - cuantos son? -.
-Son dos -
-Oh~ ya... Y desde cuando los tienes? - le cuestionó recargándose en la pared.
-Pues a ella desde hace 6 años y a el... Creo que desde hace 4 y medio si no mal recuerdo - respondió Nagisa tratando de hace memoria.
-Entonces ya son bastante grandes...- aseguro el pelirrojo.
-El si lo es. Ya paso la mayoría de edad, pero ella no, apenas va a cumplir los catorce - informo Nagisa.
-Oh... Espera, dijiste catorce años? - pregunto el de ojos cobrizos con asombro. Nagisa por su lado solo dio un ligero asentimiento para seguir cepillando su cabello - Nagisa... Como se llaman tus hijos? (Si me responde un nombre como firulais o mero, dejare de temblar...)-
-Bahar y Sauri, nombres clave Sakura y virtualboy - respondió el peliazul - te digo sus nombres por que tengo confianza en ti - le aclaro con una enorme sonrisa.
-Nagisa... Tus hijos... Son asesinos... También? - Pregunto el pelirrojo asustado, pero eso paso a segundo plano cuando recordó el motivo de sus preguntas - Tus hijos son personas!?- grito mas que sorprendido.
-Si... Que esperabas que fueran?-
-Gatos? Quizás perros...- confesó el pelirrojo.
-Que grosero! - le regaño el peliazul dejando el cepillo y sacando su móvil personal para mostrar una foto al de ojos mercurio - ellos son mis hijos -.
El pelirrojo vio con detenimiento la fotografía. En ella se podía ver al peliazul rodeado por dos menores, uno de pelo castaño y ojos verde claro y otra chica, todavía mas pequeña, de pelo rosa y grandes ojos color miel, detrás de ellos se encontraban también los causantes de sus celos, Asano y el difunto Shadow.
-Esta fotografía...-
-Es de mi cumpleaños pasado - explico Nagisa retirando el celular de las manos del mas alto - se empeñaron en celebrarlo aun sobre mis negativas...-.
-Esta bien... A todo esto... Como es que tienes hijos?- le pregunto Karma regresando al tema que, para el, tenía mayor prioridad.
-Bueno, eso es fácil de responder - dijo Nagisa tomando asiento en la cama y dejando un espacio para el pelirrojo quien, sin pensarlo dos veces, se metió en la cama pasando los brazos por la cintura del más bajo y recargando su barbilla en la azulada cabellera - a ella la tome como aprendiz cuando mate a su familia, pero antes de eso ya había hecho de su tutor particular en la escuela -.
-Mataste a su familia y te siguio sin reproches?... Estás seguro de que no busca venganza? - le pregunto incrédulo el pelirrojo.
-Muy seguro -
-Como puedes estarlo? -
-Fácil, ella sabia que tipo de familia tenia y a mi me conocía bastante bien - detallo Nagisa recargando su cabeza en el hombro de Karma - No puso queja ni discutió cuando le ofrecí ser mi aprendiz, así que ella fue mi primer discípulo, dos años mas tarde, cuando termine una misión en latinoamerica, me tope con un chico peleando por su vida, lo defendí y pues el me siguió por cuenta propia - explico.
-Entonces... los "adoptaste" para volverlos asesinos? - ironizó Karma - Que mal padre eres Nagisa, se supone que se guía a los hijos por el buen camino - le regaño.
-Bueno, en ocasiones llegamos a hacer cosas buenas... Pocas... Muy pocas... pero lo hacemos... - se excuso el peliazul - No puedes decirme como educar a mis hijos! Soy un asesino, he hecho lo necesario para que ellos estén bien! - le aclaro con molestia y vergüenza.
-Era broma... Aun no asimilo el hecho de que seas padre, sabes... - confeso el de mirada cobriza - Sin embargo, supongo que viene en el paquete...- añadió jugando con uno de los mechones del mas bajo.
-Paquete? -.
-Si, ya sabes. Si quieres a la madre, debes querer a los hijos - explico Karma divertido por la expresión de molestia presente en la cara de el de ojos fríos.
-A quien llamas madre, vago intento de gangster con corbata! - replico molesto el peliazul clavando un pequeño alfiler en la mano que se posaba en su hombro.
-Mierda! Pasamos de asesino a costurera o que demonios!? - grito el pelirrojo quitando rápidamente sus manos del alcance del peliazul.
-O comienzas a utilizar pronombres masculinos al referirte a mi persona, o también aplicare el papel de carnicero. Idiota - advirtió Nagisa con voz fría.
-Sera muy masoquista de mi parte decir que extrañaba tus maltratos? De hecho, me estaba planteando la idea de comprar un látigo y algunas otras cosas de sm - expreso el pelirrojo con voz sugerente muy cerca de la oreja de Nagisa, quien solo sintió un escalofrió pasar por su espina dorsal - Tu que opinas? Podríamos rolar los papeles. Bueno, no. Creo que esta por demás decir que seria yo quien siempre actuaria de activo - comento deslizando su mano por la pierna semidescubierta del peliazul.
-Opino que eres un idiota y en la vida dejaría que compraras tales artefactos. Además, si te descuidas, podría ser yo quien se apodere de tu trasero y te deje sin aliento, Karma - expreso el peliazul con tono tranquilo perturbando al de ojos cobrizos - Ahora, es muy tarde y mañana tenemos trabajo, así que duerme ya por favor - le pidió arropándose hasta la cabeza y quedando dormido al instante.
-(Eso ni en tus sueños, mi amado pitufo) - pensó Karma superando el shock de las palabras del pequeño peliazul. Se quedo un poco mas observando el pacifico semblante del pequeño, detallo con su mirada cada parte del rostro, los brazos, su cuerpo. Lo amaba realmente y, aunque aun no lo dijera como tal, sabia que Nagisa lo amaba con la misma intensidad -(Eres un ser hermoso de buen corazón, que ha intentado camuflarse en este retorcido mundo lleno de maldad) - dijo en sus pensamientos que fueron callados por el recuerdo de los hijos mencionados - Bueno, esto nos ahorra el trabajo de adopción... Supongo...