Aspros abrazaba a Milo mientras su esposa conducía hacia el hospital.
Era silencio en aquel auto, no querían presionarlo ni menos juzgarlo.
Eran policías habian sido preparados para casos asi pero como dolia, dolía mucho ver a sus hijos sufrir.
Si tan solo se hubiesen dado cuenta antes de lo que su hijo pasaba hubiesen ahorrado tal dolor que sentian en ese momento.
Al llegar al hospital lo primero que le dieron fue oxígeno, aunque Milo no se daba cuenta un minuto más en el agua y se hubiese muerto.
Las heridas de su muñecas eran bastantes graves ¿Cómo podía estar despierto? Con toda la sangre que perdió.
—Papá, crees que Aioria se acuerde de mi.
—Claro que si.
—Me dolería que no me recuerde.
—Pero Milo debes entender que estuvo en coma, si no te recuerda podrías ayudarlo a recordar, el que haya despertado es un avance muy grande. —mientras le acariaba su cabello con su mano mecánica.
—Lo entrañe mucho, no sabes cuánto lo extrañe, él era al único al que yo le importaba de verdad.
El único que me comprendia al qué no le estorbaba.
—Tú no estorbas, Milo. Jamás estorbaste, jamás lo harías manzanita.
(...)
—Milo, me necesita. Milo, no lo hagas —asi había estado un largo rato hasta que por fin lo tranquilizaron.
—Ya les avise Aioria ni bien tenga novedad de algo te aviso.
De repente la puerta se abrió Aspros entro a la habitación donde estaba Aioria, junto con Milo en silla de ruedas, un enfermero y el tubo de oxigeno acompañándolo, sus manos y muñecas completamente vendadas...
—Pedi una excepción, para que lo dejen estar aquí solo hay tres habitaciones con oxígeno y está es una.
Aioros estaba sorprendido —¿Qué le pasó?.
—Luego te explico. ¿Cómo has estado tu Aioros? Hace mucho que no te veía.
Sasha siempre me pregunta por ti, pero tu solo mensajes ¿Estás yendo al psiquiatra?
El enfermero asistia a Milo, para que recibiera la dosis exacta y guió al padre, estaria dos días allí recibiendo oxígeno para evitar una insuficiencia cardíaca.
(...)
~Pov Aioria~
Se conocían hace añares de todas las personas malas que habían en su vida.
Aspros y Sasha eran aquellos que le hacían tener una pequeña esperanza.
La primera vez que vio a Aspros.
Fue cuando su madre murió vinieron policías y él les hizo de comer, llevaban dos días sin probar bocado alguno.
El nos trataba bien, estuvimos 3 días viviendo con el y su familia. Fue allí donde nació mí amistad con Milo, fue amistad a primera vista, jugábamos, reiamos, imaginábamos.
Pasado los tres días nos tuvimos que ir nuestro padrastro vino por nosotros, nuestro infierno empezaba.
Recuerdo que Sasha al despedirse nos dio una nota a cada uno, un código telefónico un interno, ellos sospechaban de él.
—No dudes en llamarnos, ante cualquier prolema.
Pero que podian hacer ellos, ellos hacían lo que podían. Milo antes de irme me regaló aquel peluche, un Leoncito.
Pero no era cualquier peluche dentro de el había un wakie takie, toda las noches charlabamos y nos reiamos.
Luego de que mí hermano desesperado llamase aquel número, mí padrastro huyo a pesar del mal momento que ellos pasaban fueron a nuestro auxilio.
Recuerdo como íbamos de hogar a hogar, ninguna familia nos trataba bien.
Todos la misma respuesta Aioros era muy grande nadie quería un Adolescente y los que aceptaban no podían con los llantos nocturnos de mí hermano, los únicos que nos aceptaba ambos que nos comprendia que se preocupan por nosotros era aquel matrimonio de policías, pero no podían adoptarnos, ni siquiera los dejaban entrar a la lista de hogares transitorios porque para el sistema eran malos padres.
Recuerdo a mi hermano, sentado en su cama llorando, quieto.
Su ojo estaba morado, nuestro padrrastro lo había golpeado.
Se cubria el rostro con sus manos para luego frotarse las piernas.
Conocía a su hermano eso solo podía significar una cosa, ese desgraciado lo violó nuevamente
Tome aquel leoncito para llamar a Milo.
—Milo, manzanita puedes pasarme a tu padre.
Estaba agitado tenía miedo sabía que si me descubrían, ese hombre nos mataría.
Ni bien me pasó con el, le conté de la sitúacion le conté lo que nos hacia ese hombre.
Sabia que hermano no hablaría ya estaba cansado de ir de hogar a hogar, por lo que siempre al huir volvíamos a esa casa y terminábamos a la merced de aquel mounstro, pero yo no soportaba verlo llorar.
Le di la dirección de dónde estábamos
pero el me vio.
—¿Qué haces bastardo?
—Proteger a mí hermano, ya no lo vas a lastimar.
Ese hombre me sujeto y me tiró a la cama, me golpeó.
Recuerdo que intento quitarme la ropa, iba atacarme cómo a mí hermano, iba abusar de mi otra vez.
Empeze ha gritar y gritar.
—Te voy a coger como a la puta de tu hermano.
—Soltalo, por favor, te lo ruego.
Mí hermano estaba en la puerta llorando.
—Dime a quien le dijiste, a quién le dijiste.
—A la policía.
El solo mencionar eso su rostro se desfiguro completamente parecía sacado del mismo infierno, aún recuerdo el sonido de mí cabeza contra la pared y mí hermano quieto mirando desde el umbral, pálido, el miedo que tenía era horrendo.
Podía sentir la sangre recorrer mí cabeza estaba apunto de perder la conciencia hasta que los vi, aquellos cabellos lila y azul, una tranquilizaba mí hermano y el otro disparaba aquel tirano.
Mí hermano estaba salvo, estaría bien
Me acerque a aquel peluche debía despedirme de él.
—Milo, estás ahi.
—Si Aioria.
—Te quiero mucho.
—Yo también Aioria.
—Milo te casarías conmigo.
—Eso es cosas de grande.
—Yo no llegaré a grande Milo, solo me quedare con el quizás.
—Aioria no hables así.
—Milo te quiero mucho.
Sus ojos se fueron cerrando en aquel sueño que si no era la muerte se parecía mucho.
—Aioria, Aioria si lo haría, Aioria responde, Aioria si me casaría contigo.
Aioria respóndeme.
Después de eso todo fue extraño podía ver a mí hermano, pero no tocarlo era un fantasma, pero estaba en aquella cama con aquellos aparatos.
Las primeras veces que mí hermano me vio, grito y me arrojo cosas.
Por fin este había cumplido sus 18 años aquel matrimonio le ayudaba con un psiquiatra para que pudiese entrar a la policía y llevar una vida normal, lo asistían económicamente pero mí hermano estaba roto, cada relación que tenia había un problema uno lo golpeaba, otro que lo celaba, uno que lo manipulaba y el que parecía que iba ser una bueno relación les puso unos cuernotes enormes hasta que se enamoró de él, de Saga quien estaba en una relación.
Ahora sumamos otro problema más uno en pareja, pareciese que la desfortuna lo perseguia hasta que esté se separó dándole una oportunidad.
Pareciese que por fin una buena pero entonces se dio cuenta que su hermano, había cambiado.
Su Aura oscura, al tirar aquel cuchillo en la pared.
Luego estaba Milo, el dulce Milo.
El verlo llorar me partia el alma, ver cómo todas las noches le hablaba a aquel peluche, esperando una respuesta.
Me contaba sus prolemas y cómo se sentía solo y abandonado.
—Sí, despiertas algún día me caso contigo.
Pero entonces apareció aquel pelirrojo, al principio me sentí bien que Milo sonriese, pero ahora lo odiaba, si tanto amaba Milo cómo no se dio cuenta del dolor que esté sentía, su Milo casi comete una locura y el no hizo nada por evitarlo.
(...)
Aioria quedó un rato sorprendido, su mente estaba confusa recordaba muy pocas cosas, su mente era un mareo solo sabía que Milo lo necesitaba.
Al verlo entrar quedó callado, Milo había crecido, el había crecido, su hermano había crecido.
¿Cuánto tiempo había pasado dormido?
—Aioria, despertaste.
—¿Milo eres tú?
—Sí.
—Estas hermoso.
—Celos Fraternales activados —
(...)
Camus había llegado al hospital después de un rato, necesitaba saber de Milo luego de un rato, Sasha le dijo en que habitación estaba para que pase, al llegar lo oyó.
—¿Milo eres tú?¿Eres Manzanita?
—Sí
—Estas hermoso.
Por lo que el pelirojo se puso más rojo, pero de los celos estaba trinando quería matar a ese desgraciado de no ser porque sus principios no se lo dejaban.
Pero el odio era mutuo porque Aioria también lo hacia.
Ambos amaban a Milo y lucharán por el amor de Manzanitas.
Continuara...
....
Aquí les dejo más detallado la historia de Aioros y Aioria desde la vista de Aioria, cómo nació su amistad con Milo y como quedó en coma, iba contar la historia de Radhamanthys y sobre los dolorosos dos años de los padres de Milo buscando a sus gemelos, pero me emocioné y escribe sobre esto.
Mas adelante les contaré.
Aioria y Camus son rivales ¿Para ustedes quién debería quedarse con Manzanita?
Porque si fuera por mí vivirían en poligamia.
¿Les dejo una adivinanza para ustedes quién es el que le metió los cuernotes Aioros?.