Sasuke y sus compañeros volvieron al castillo un poco antes del atardecer siendo escoltados por el pequeño grupo que el rey les había proporcionado. Una vez en el castillo y ver a sus hombres, volvió a sus aposentos junto al peliblanco.
Su recamara se encontraba limpia con la cama tendida. algunas de sus cosas habían sido movidas, cualquiera que las viera, pensaría que la criada asignada había movido para limpiar, lo que no les preocupa si no estuvieran en el nido de una serpiente.
Kak - Hogar dulce hogar - dijo con un suspiro
-no se ustedes… - escucharon que la voz venía del closet de madera contra la pared, la puerta se abrió lentamente dejando ver a un azabache que se asomaba - pero yo enserio prefiero mi cuarto - Sai les sonrió a ambos, pero ellos se percataron de los moretones y rasguños que estaban en su rostro y manos.
Kak - ¿Que te ha pasado? - pregunto preocupado y acercándose a su segundo pupilo.
Sas- seguramente le dijo algo indecente a una mujer - su maestro lo fulminó con la mirada, pero el azabache se encogió de hombros.
Sai- algo parecido - salió completamente del closet - pero más bien altere a sasori de akatsuki- ambos abrieron grande los ojos, Kakashi se acercó rápidamente para hacerle una revisión. Afortunadamente eran heridas menores.
Kak - ¿como demonios terminaste enfrentando a uno de ellos? - dijo mientras le hizo sentarse y quitarle la ropa para examinarlo
Sai- pues…. -
Flash back
Sai
Apenas ante por la puerta me encontré con un enorme cuarto circular de aspecto rústico, el castillo había sido construido sobre unas grutas naturales que se extendía por toda la montaña. Estas rutas abastecen de agua toda la montaña a través de los ríos subterráneos, algunas de esas cuevas ya no albergaba agua, por lo que no me extrañaba que estas se utilizarán con otros propósitos.
Tan solo después de un paso me percate de que el suelo estaba lleno de relieves, formando diferentes figuras en el suelo. Al observarlas detenidamente parecía una especie de escritura antigua (similares a las que había en la entrada) y estaba por todo el salón. También note los relieves de línea recta, las cuales dividían el salón en nueve partes. Estas a su vez delimitaban un círculo menor en medio de la sala.
Cerré la puerta detrás de mí, me coloque en cuclillas, vertí un poco de mi tina en el suelo, - ninpo jutsu copias de escritura – la tinta comenzó a recorrer todo el salón pintando de negro por donde pasaba.
Mis sentidos estaban atentos a cualquier sonido, mientras ordenaba a la tinta que recorriera el salón, cuando terminó su tarea y comenzaba a volver al envase. El sonido de unos pasos al otro lado de la habitación llamó mi atención, se aproximaban a la entrada.
Ordene a la tinta que volviera más rápido, los pasos se acercaban cada vez más pero no podía moverme, si lo hacía lo que había conseguido podría estropearse. Los pasos cada vez más cerca, sus voces retumbaron en mis oídos, cuando regañaban a sus compañeros por dormir en el trabajo, veía los últimos rastros de tinta, que entraban a la botella. En cuanto estuvo adentro, rápidamente la cerré y sin pensarlo salté hacia el techo. Apenas a tiempo cuando la puerta se abrió.
Me percate que me sujete de algo que colgaba del techo, de un color café oscuro y un poco blando al contacto. Pero tuve que desviar mi atención cuando los recién llegados empezaron a hablar.
-no queremos que esto se repita – la voz del hombre que acababa de entrar al cuarto retumbó hasta donde estaba. – maldita sea, como dejan al cuidado de este cuarto a ese par de incompetentes – decía una de las voces. Desde arriba podía notar que se trataba de un sujeto de cabello blanco, quien poseía una gran oz en la espalda.
Su compañero era una persona grande y jorobado (me recordaba a una tortuga) ambos tenían túnicas de color negro con nubes rojas. Tarde tan solo unos segundos en entender quienes eran, Akatsuki
- no es asunto mío lo que hagan los demás – el más grande se adelantó hasta llegar al otro extremo del salón, observe cómo se acercaban a unos de las fracciones del círculo.
-tu si que eres optimista – el de pelo blanco alcanzó a su compañero, vi como sacaban algo de un bolsillo – maldición tantas molestias por este pequeño objeto – alzó una pequeña piedra de un color rojo intenso con partes más oscuras, casi como si la joya se fragmentara en piezas más pequeñas.
-deja de quejarte – el más joven colocó la piedra en un lugar que no alcance a ver bien.
-demonios ¿Por qué a nosotros nos dejan las tareas más aburrida, ya prefería ir encontrar de esa familia de riquillos–
-no deberías tomar las tareas tan a la ligera Hidai – lo reprendió
Hi- engreído, solo tenía curiosidad por las supuestas habilidades que poseían, pero parece que los tales Uchiha no son dignos para ser ofrecido a mi Dios – O al menos eso fue lo que les hicimos creer, sonreí satisfecho de la gran actuación de mi familia.
Hi – pero al menos me hubiera gustado comprobarlo yo mismo – Estaban por pasar debajo de mi
-por mí no habría problema que lo hubieras hecho, así al menos tenías la posibilidad de quedar como ellos – sentí como su mirada se dirigía hacia donde yo estaba, y trate de esconderme lo mejor posible en el bulto que me sostenía, usando mi capa para camuflarme.
Hi – mjum, me da alegría saber cuánto me amas – río y después de escuchar a su compañero mofarse, salieron del cuarto.
Espere unos momentos hasta que se alejaran un poco, para después volver a respirar. Fue entonces que realmente puse atención a lo que estaba a mí alrededor. Yo estaba sujetado a un tipo de capullo, pero en todo en el techo había cientos de estos, la mayoría del tamaño de un adulto.
Rápidamente tome una muestra, la guarde y volví al suelo, tenía que salir de este cuarto antes de que alguien viniera.
Antes de siquiera tocarlo, algo se acercó reaccione apenas a tiempo para defenderme, sentí como mi cuerpo chocó contra la piedra del otro lado de la habitación, la vista se me nubló por unos segundos, pero cuando pude enfocar mi vista me di cuenta de que se trataba de un joven de cabello negro y piel como el cartón, vistiendo una túnica negra, no, no era una persona.
la puerta volvió abrirse dejándome ver al sujeto grande de hace unos momentos, - así que la rata salió de su escondite- mi salida estaba bloqueada, acomode mi ropa para ocultar mi rostro. –Dime –dio un paso hacia mi – ¿como encontraste este lugar? – aventé mi kunai apuntando directamente a la cabeza del más grande, algo totalmente inútil dado que el muñeco desvió el ataque.
El muñeco daba ataques rápidos y precisos, apenas dándome tiempo de defenderme con mi espada. Tenía que hacer algo, sabía que aunque venciera el muñeco todavía tenía que enfrentarme a su titiritero e incluso a su compañero que no debía estar lejos. Divise a mi atacante y volví a aventarle Kunais, mientras esquivaba los ataques de mi enemigo.
Estos no impactaron contra mi enemigo, sino que le salió una extraña cola que desvió los ataques.
-nada mal chico – en ese momento el muñeco dio un giro e intento darme una patada que esquive de un salto, cuando aterricé me di cuenta de la trampa que me había tendido. – pero te falta -
El piso que toque estaba cubierto de arena negra que impidió que me moviera, el títere cayó sobre mí sujetándome. Escuche la risa de mi oponente.
Sa – como lo esperaba del gran titiritero Sasori de Akatsuki – la mirada de mi oponente se frunció
Sas- así que sabes quién soy –
Sa- desafortunadamente lo sé – no parecía feliz con mi respuestas.
Sas – ya que tu sabes mi identidad, supongo que es justo que yo sepa la tuya – el muñeco se aproximo a mi banda.
Sa – usualmente estaría de acuerdo pero ahora debo negarme – los Kunais que habían lanzado explotaron, en un rápido movimiento me libre de la arena (aprovechando la distracción) y volví a tirar una de mis armas con el mismo papel a una de las paredes. (Rezaba que la información de Itachi fuera correcta) estas explotaron al contacto, dejándome una abertura por donde me escabullí, encontrando un río al cual no dude en saltar.
Final del flash back,
Cuando Sai terminó su relato y curación, su hermano y maestro estaban sorprendidos.
sas - así que realmente ocultan algo - su hermano asintió.
sai - a primera vista parece que no es nada importante, pero definitivamente el dibujo decía algo - extendió un pergamino junto a su bote de tinta. movió sus dedos formando sus sellos, la tinta salió por voluntad propia dirigiéndose hacia al papel, dibujando diferentes figuras y letras.
Cuando esta se detuvo se pudo ver claramente que se trataba de un círculo con uno más pequeña central, este estaba dividida en 9 secciones y en cada uno había un círculo secundario rodeado por un extraño lenguaje, las cuales se extendían a lo largo del diseño.
Kak - Esto es - dijo acercándose a el pergamino.
Sas - ¿Lo conoces? - el peliblanco asintió y examino un poco más el diseño.
Kak - Es una escritura muy antigua, la última vez que las vi fue en los antiguos santuarios - Sasuke y Sai hicieron memoria. Según la creencia había un pequeño grupo selecto que habían sido elegidos desde el nacimiento para ser la voz de las bestias con colas, las comunidades se preparaban desde el nacimiento con eso propósito.
Pero debido a las guerras los santuarios fueron atacados y destruidos, ya que intentaban conquistar mediante la destrucción de la fe. Aquellos grupos eran representantes de las deidades lo que no fue extraño que fueran los principales objetivos.
sas - ¿puedes leerlo? - el peliblanco nego.
Kak - era algo que solo se transmite entre ellos - lo analizo un poco más - pero se creía que este lenguaje es la base de todos los idiomas, tal vez Shikamaru pueda descifrarlo -
Sai - Entonces tenemos que hacerle llegar lo antes posible - ambos asintieron. El menor se dejó caer contra la pared dejando salir un prolongado suspiro - justo cuando había llegado - el peli blanco lo miro.
Kak - no considero apropiado que seas tu quien lleve el mensaje -
sas - ¿por que no? - le reclamo con la mirada.
Kak - Akatsuki te vio, estarán con la guardia en alto, por lo que el se valla ahora sería demasiado peligroso -
sas - ¿Entonces que propones? - el mayor sonrió
kak - ya verán - envolvió el pergamino de Sai, - por ahora debemos mantener un perfil bajo - ambos asintieron, - por cierto - el peliblanco miro al menos de los hermanos - ¿que paso después de que cayeras al río - el menor sonrió.
Sai - fui rescatado por un hada -
Guarida Naruto
No estaba seguro cuánto tiempo había pasado desde la pelea, pero me había arrepentido cada segundo. Sabia que había tocado un punto muy sensible, una herida que a pesar de los años no había sanado. La cara de Yugito se repetía una y otra vez en mi mente. De todas las personas de aquí, quien pensé que mejor me entendería sería ella. No, tal vez porque me entendía era por lo que había dicho todo eso.
La puesta de mi alcoba se abrió y por el rabillo del ojo logre divisar a Gaara quien caminaba con paso lento hasta estar a mi lado, bajo un pequeño frasco que llevaba en el hocico y lo puso a mi lado.
Gaa - Karin me pidió que te diera esto - mire el frasco un momento - ella se va en un par de horas junto a Han y quería que lo tuvieras en caso de sentir dolor - el silencio invadió el espacio, me esperaba un regaño por su parte por la forma que me comporte, pero no esto, me poniendo incomodo.
Nar - ¿no me vas a decir nada? - dejo salir un prolongado suspiro
Gaa - No puedo decirte nada que tu ya no sepas - era curioso como siendo Gaara uno de los que más me sermoneaba me entendía perfectamente.
Nar - parece que si - me incorpore y lo mire. - bueno tendré que disculparme - él asintió - por otra parte, - lo mire seriamente -tenemos que pensar que hacer sobre el chico que te vio -