Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Rehabilitación/Creek por javithabadeer

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Abrió de manera lenta los párpados, sus largas pestañas rubias acariciaron sus cejas. Sus cabellos ondulados hacían cosquillas en su frente, frunció el ceño despertando, la luz del sol ingresaba a través de las aberturas de la persiana. Pasó una mano por su rostro, quitó sus cabellos pasándolos hacia atrás. Estaba a torso desnudo, la sábana cubría su cuerpo, al voltearse esta murmuró de manera suave contra su piel. En aquel lado encontró a su amado, dormía pacíficamente, sus cabellos negros esparcidos por la almohada y su frente. Su respiración era lenta, suave y tan tranquila. Sonrió totalmente enamorado, se acomodó contra su cuerpo buscando su calor, apoyando su mejilla en su pecho, su mano derecha acarició sobre sus costillas. No quería despertarlo, pero lo hizo, este respiró hondo moviendo su caja torácica. Su mano izquierda acarició su espalda, lo cual hizo que los vellos se erizaran a su paso. Terminó con un estremecimiento, rió por eso, apoyó su codo en la cama, subió quedando sobre su rostro, este abrió los ojos. Se quedó en silencio mirándolo, su mano subió por su pecho, siguió por su cuello para ubicarse en su mejilla de barba incipiente. Besó sus labios, un dulce toque que lo derritió. De manera lenta sus bocas se abrieron para encontrarse, cerró los ojos mientras se deshacía con su lengua tibia. Jadeó cuando este lo hizo recostarse y se ubicó sobre él, sus muslos quedaron a cada costado de su cadera. Ambos estaban desnudos, ¿Para qué querían ropa? De sus labios escapaban suspiros a medida que este frotaba su miembro contra el propio, la sangre comenzaba a acumularse en aquella zona y su piel ardía cada vez más haciendo que sudara. Alzó el mentón hundiendo la cabeza en la almohada, Craig bajó por su cuello regalando besos quedos, su lengua húmeda bajaba haciendo un camino hasta su pezón. Mordió su labio mientras se dejaba, sus manos se aferraron de sus fuertes brazos, soltó un gemido cuando este metió un dedo en su recto. 

—Hey hey, ¿Y la delicadeza dónde quedó? —Preguntó mirando su rostro. 

—Lo siento, aún estoy medio dormido. —Respondió sonriendo. 

Riendo levemente besó sus labios provocando sonidos estrepitosos. Lo hizo recostarse nuevamente en la cama, sobre él fue directo a su objetivo. Tomó su miembro a medio despertar, lo lamió desde la base hasta la punta. Había aprendido con el tiempo a dar buenas felaciones, había sido complicado al principio, pero Craig siempre le había ayudado. Su lengua lamía alrededor de la punta, su saliva dejaba una sensación de calidez que luego pasaba a ser fría e incomoda. Oír los sonidos que soltaba su novio desde la garganta lo calentaban aún más. Respiró de manera profunda, de aquella manera engulló su falo por completo, apretó los párpados conteniendo las arcadas. Lo sacó de manera lenta, su mano comenzó a masturbarlo mientras lo miraba desde donde estaba, sin querer esperar mucho más se ubicó sobre él. Tomando su largo lo ubicó en su entrada, lubricado con su saliva comenzó a descender, su interior lo recibió con aquella calidez envolvente. Soltó un largo suspiro ante la sensación de llenado, arqueó la espalda estando apoyado de sus rodillas en la cama. Las manos del azabache acariciaron su cuerpo, pasaron por sus muslos y subieron hasta sus rozados pezones. Comenzó a mover su cadera hacia delante y atrás, cerró los ojos alzando sus manos hacia sus cabellos rubios. Dejó escapar gemidos agudos cuando Craig lo tomó por la cadera y comenzó a embestir desde abajo. Pasaba saliva espesa por su garganta, el placer hacía a su cuerpo temblar. El sonido de los choques llenaba la habitación, sumado al crujir de la maldita cama. 

—¡Craig! —Llamó.

Su cuerpo quedó vacío cuando este sacó su miembro, lo jaló obligándolo a recostarse sobre la cama. Frente a frente miró su rostro, este volvió a introducir su palpitante músculo. Sus manos fueron atrapadas por las de él, con los dedos entrelazados lo hizo ponerlas a cada costado de su cabeza. Sus estocadas fueron más rudas y duras, el sudor bajaba por sus sienes, apretó los párpados reprimiendo las lágrimas, pero los gemidos ya salían lastimeros. No pasó mucho para que él se viniera en su interior, el calor fue abrasador, soltó un gemido que nació en su garganta. También acabó haciendo que el semen cayera sobre su abdomen tenso. Jadeando sintió como Craig continuaba golpeando su  cuerpo contra el suyo, golpes certeros que abatían contra sus entrañas. Finalmente se zaceó, se separaron dejando aquel vacío otra vez en su interior. Sonriendo miró a su pareja, este estaba apoyado de sus rodillas, el sudor hacía brillar su piel. Se veía glorioso. Pasó sus manos por su piel y así lo hizo  bajar hacia él. Besó sus labios cerrando los ojos. 

—Buenos días.

—Buenos días, mi amor. —Respondió Craig con una voz ronca. —¿Quieres que pase a dejarte a la pastelería? 

—Sabes que ya no es chistoso, ¿Verdad? —Vivían literalmente arriba de la pastelería, había construido un segundo piso para hacerlo su departamento. Su hogar que habían formado hace ya dos años, Craig había dejado su trabajo en Canadá, al menos físicamente, ya que su desempeño era tan bueno que le permitieron seguir trabajando desde su casa. Una vez al mes viajaba a Canadá para presentaciones o esas cosas.

Terminó de decorar los pastelillos con las florecitas de azúcar,  los metió en la caja y así la cerró. Estaba sentado en lo que era su espacio personal, ahí horneaba y preparaba los dulces de la tienda. Clyde y Token atendía el café junto con su padre. Aquel lugar era su herencia, algún día todo aquello sería suyo. Su camiseta estaba manchada por harina, siempre era un desastre, pero le quedaban bien las preparaciones. Se levantó de la silla, al alzarse un mareo lo obligó a apoyarse de la mesa para no caer. Cerró los ojos respirando hondo, llevaba días sintiendo aquellos mareos repentinos. No, no vería un médico, jamás lo haría. Había sido suficiente con la cirugía de su tobillo. Habían logrado reconectar sus tendones, así que otra vez podía mover todos sus dedos sin problemas. Luego de unos meses en terapia había logrado volver a caminar con naturalidad, aunque era mejor evitar exponerse a riesgos, como cargar mucho peso o hacer saltos. Ya calmado fue hasta la cafetería, en la barra estaban sus amigos, les sonrió con amabilidad, también tenían jovenes universitarios que buscaban ganar algo de dinero.

Wendy ingresó por la puerta, saludo a los chicos y luego fue directo con él. Lo tomó de la muñeca obligándolo a volver a entrar en la zona de atrás. La chica cerró la puerta, se volteó hacia él estirando un test de embarazo.

—Ten, hazlo.

Se quedó en blanco por aquello, habían estado hablando del tema días antes, pero no había pensando que ella podría llegar con algo así.

—No.

—Tweek, necesitas salir de la duda. Yo creo que lo estás. Estas subiendo de peso, te mareas y vomitas. ¿Qué más puede ser?

—Eso es la cosa más descabellada que podrías haber dicho, no estoy embarazado.

—¿Seguro? ¿A qué le temes? Craig estaría feliz, creeme. Anda, es solo para sacarnos de la duda. Si no lo estás pues daremos como que nada ha pasado. Pero si lo estas hay que comenzar a ver tu alimentación, todo lo que comes afecta a tu bebé. Si no consumiste suficiente ácido folico antes de embarazado el bebé podría nacer com hidrocefalia o que no cierre bien su cresta neutral.

Palideció al escuchar aquello, ¿Y si estaba embarazado y su descuido había provocado todo eso en su bebé? Tomó el test y así se metió en el baño que había en aquel lugar. Nervioso sentía su cuerpo temblar, mal momento para no querer orinar. Su cuerpo temblaba tanto que no podía evitar salpicar donde no, su dedo se mojó con su propia orina. 
—Oh Dios, esto es demasiada presión. —Murmuró asqueado. —Una vez logró hacerlo esperó el resultado sentado en el váter. Su pantalón y estaba en sus talones junto con su bóxer. Esperó con temor, miraba las paredes y lo que lo rodeaba. Volvió su atención al Test, lo dejó caer cuando marco positivo, no era verdad... no podía ser. Tocó su abdomen, sin aire se quedó en silencio, cerró los ojos tomando aire. Las lágrimas bajaron por su rostro, negó con la cabeza varias veces, no podía ser real, no podía. Si con suerte podía cuidar de un Conejillo de Indias. ¡Joder! 
Wendy ingresó sin poder esperar más y se sorprendió demasiado al verlo llorar. Ella le había dicho que su bebé podía ahora no estar bien, ¿Tendría que ver un doctor? No quería... no quería ver alguno. Pero su bebé.

—Le arruine la vida... —Murmuró este.

—Oh claro que no, Tweek. —Contestó ella abrazandolo. —Oh por Dios de verdad lo estabas... ¡Es una bendición! —Comentó ella sonriendo. —Estas esperando un pequeño bebé de Craig. Eso es hermoso.

No podía escucharla del todo, continuó llorando como si no hubiera mañana. Su rostro se tiñó de rojo debido al llanto.

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).