Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Misión Destiel (Semi - Au) por Babaau

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

El reciente apetito de Castiel cambió por completo el ambiente de aquella cena. El ángel estaba de excelente buen ánimo ahora que sentía sabores, y Charlie y Sam se divertían dándole a probar distintas cosas que Gabriel hacía aparecer con sus poderes. Hasta Dean se sentía menos hostil respecto al arcángel luego de ver el cambio positivo que había obrado en su mejor amigo. 

Y sí que estaba cambiado. Dean lo miraba de tanto en tanto y no podía creer que fuese el mismo. Bueno, en verdad no había nada demasiado distinto (Aún era esencialmente Cas) pero su divertida fascinación por los sabores, su atuendo más ligero y hasta su cabello revuelto por Charlie más temprano le resultaban... agradables. Incluso sonreía más a menudo que lo usual, con esa sonrisa torcida y brillante que tanto iluminaba su rostro. 

Era raro, pero de todos los extraños comportamientos que había visto en Cas a través de los años y todos los cambios de actitud que había sufrido, Dean podía afirmar que éste era su favorito. Uno positivo, para variar.

Cuando los dos más jóvenes vieron que el ángel se estaba poniendo panzón con tanta comida, decidieron darle un respiro. Ser celestial o no, no querían que terminase vomitando por los rincones del bunker. Cas se los agradeció.

La atención derivó enseguida a su hermano mayor, quien en ese momento estaba degustando un chupetín de frambuesa. Charlie encontraba fascinantes sus poderes, y no perdió tiempo en hacérselo saber.

-Oye Gabe, ¿qué más puedes hacer? ¡Tus poderes son increíbles!

-Oh no. No le preguntes eso. No quieres saber de lo que este cretino es capaz. -Dean le advirtió con una mezcla de risa y pavor en la voz. Sam lo secundó.

-No lo hagas, Charlie.

El arcángel sonrió complacido y se sacó la golosina de la boca con un sonoro "POP".

-Chicos, chicos... No me tengan tanto miedo. ¡Hemos pasado momentos divertidos juntos!

-Sí, si ver morir ciento tres veces en el plazo de dos días a tu hermano te parece divertido... -Murmuró Sam, sombrío.

 -¡O terminar atrapado en la jodida Tevelandia! -Agregó Dean con fastidio mientras Gabriel se encogía de hombros.

-¡Oh claro! -Charlie exclamó feliz -¡Amé esos dos tomos de la saga! 

Los hermanos Winchester la miraron con una ceja en alto cada uno, y ella rió nerviosa.

-Lo siento... pero fueron originales.

-¿Ven? La señorita sí sabe apreciar mi arte. -Gabriel le sonrió con aprobación mientras Castiel negaba con la cabeza.

-Siempre fuiste el más travieso de todos. -Reflexionó en voz alta. Su hermano le sonrió complacido.

-¡Gracias Cas! Lo tomo como un cumplido. Y ahora vamos, pequeña Weasley, ¡ponme a prueba!

Charlie sonrió ampliamente ante la invitación y el apodo, y de inmediato comenzó a murmurar ideas disparatadas sin decidirse. Finalmente se le ocurrió algo:

-¿Puedes hacerme parte de una película?

-Puedo. ¿Qué película? 

-¡Oh Dios!. -Charlie se removió exaltada en su asiento, hasta que Sam intercedió.

-Oye, oye, ¿otra vez queriendo escapar a otros mundos, Charlie? La última vez nos costó bastante cara. 

-Oh, bueno... -La chica agachó la vista, apenada. -¿Qué tal entonces traer un personaje de la película aquí? 

-Sólo nómbralo. -Gabriel exudaba confianza, al parecer le encantaba tener una fanática.

-¡Loki! -Exclamó Charlie con una enorme sonrisa. Dean y Sam comenzaron a reírse de pronto, mientras ella los miraba extrañada. -¿Qué?

-No necesito magia para eso, linda -El arcángel le guiñó un ojo con descaro.

-¿Qué--? Oooh, ya. -Cerró los ojos y negó con la cabeza- No me refiero a tu alterego, ¡hablo del personaje de Marvel! ¿Alto, de pelo azabache y ojos soñados...?

-Aguarda un momento -Dean la interrumpió, confundido. -¿No te gustaban las mujeres?

-¿Y? Todos tenemos un permitido. -Charlie lo miró como si fuese una obviedad.

-¿Un qué

-Un permitido. Alguien del género opuesto al que normalmente te atrae, pero por el cual harías una excepción.

-Cierto -Sam murmuró para sí mismo sonriendo -Ya habías mencionado que te gustaba Loki.

-¿Y a quién no? -La chica rió. -Vamos, ¿cuál es el tuyo, Sam?

El muchacho la miró como si estuviese hablando en klingon de nuevo.

-¡Yo no tengo uno!

-Oh, patrañas. ¿Cuál es? Vamos. Escúpelo.

Sam abrió y cerró la boca horrorizado, sin esbozar sonido alguno, mientras su hermano se reía de él. Charlie los miró a los dos y sonrió con malicia. Excelente.

-B--bueno. Ehm... ¿George Clooney? -Dijo tentativamente. Esta vez a la carcajada se sumaron Charlie y Gabriel también. Cas como siempre no entendía.

-¿El maldito George Clooney? -Dean se estaba atragantando -Dios Sam, ¿eres una señora de cincuenta? 

-¡Era mi Batman favorito! -El menor se encogió de hombros, defensivo, y su hermano volvió a reír.

-Sigamos la ronda -Dijo Charlie sin querer perder la oportunidad. En esta ocasión giró hacia el arcángel, quien la observó casi como si hubiese estado esperando ese momento. -¿Qué hay de tí, Gabe? 

-Es fácil. -Dijo con una sonrisa complacida- Sam. 

La risa de Dean se convirtió en tos.

-¿Sam? -Dijo con los ojos como platos.

-Ja-ja, muy gracioso. -Sam fulminó al trickster.

-¡Puedo convertirme en George Clooney si quieres!

-Cállate.

Charlie comenzó a reír tan fuerte que tuvo que frenar la ronda de preguntas por un momento, mientras el arcángel y el humano se lanzaban flirteos e insultos respectivamente. Dean estaba secándose las lágrimas de la risa cuando se dio cuenta que el próximo en responder sería él. 

No tuvo ni siquiera que formular la pregunta en su cabeza pues la respuesta lo golpeó como un rayo: Cas. Cas era su permitido.

Su corazón comenzó a latir una vez más frenético. ¡Por dios, no podía dar esa respuesta! Desesperado, comenzó a pensar en actores o cantantes o algo. Quien fuera. ¿Cas? ¿De dónde diablos había salido eso? 

Levantó la vista hacia el objeto de sus pensamientos y lo encontró observándolo, ajeno a las risas de los otros tres. Sus ojos azules se clavaron en él y Dean tomó aire con dificultad. ¿Mierda, habían dejado el horno prendido

Cas ladeó la cabeza tan sutilmente que el cazador creyó estárselo imaginando, y sin embargo allí estaba, suspendida en el aire, la pregunta entre ambos. 

¿Acaso Dean sería su permitido también?

Charlie notó a pesar de la risa la intensa mirada que estaban intercambiando Cas y Dean en ese momento, y se las ingenió para hacerle un disimulado gesto con la cabeza a Sam. La comisura de la boca de él se elevó apenas en una mueca de triunfo, y sin necesidad de ponerse de acuerdo, él y la chica dejaron lo que estaban haciendo de inmediato. Gabriel se les sumó, interesado.

-¿Y bien, chicos? -Dijo Charlie -¡Sólo faltan ustedes dos! ¿Jugamos a adivinar?

Dean se puso tieso como una vara, y Castiel sólo desvió la vista hacia la botella de cerveza más próxima, a la cual le dio un pequeño trago. Su rostro no vislumbraba tensión alguna sin embargo, a diferencia de el del cazador. Sam casi sintió pena por su sexualmente confundido hermano.

-Y--yo... -Dean sólo tenía un nombre en la cabeza, y preferiría morir antes que decirlo, así que optó por otra estrategia. Adoptando una pose engreída, tomó él también un trago a su cerveza y los miró con una mueca- ¡Ja! Yo no tengo un permitido. Sam, Charlie, vamos... ¡Me conocen! 

Los nombrados ladearon al unísono sus cabezas y arquearon una ceja, escépticos. El interrogado se encogió de hombros.

-¡¿Qué?! Es verd--

-Doctor Sexy. -La sedosa voz de Gabriel inundó el aire, y las mejillas de Dean se encendieron de golpe. Sam hubiese querido continuar presionando a su hermano, pero el recuerdo del fanatismo del mismo por esa estúpida telenovela le arrancó una carcajada. 

-Tú deberías saberlo, ¿verdad? -Le dijo al arcángel, quien complacido le regaló una enorme sonrisa.

-¡Claro! Hice sonrojar a Dean como una colegiala cuando me hice pasar por ese doctor. -Sam rió más fuerte, y Charlie se le sumó al recordar esa parte de los libros.

-¡Oh, púdranse! -Dean aprovechó la oportunidad para escabullirse hacia la cocina, llevando consigo todas las botellas vacías que pudo juntar en sus manos. Cuanto más lejos pudiese estar de ese estúpido cuestionario, mejor.

Una parte inconfesable de él, sin embargo, se moría de ganas de saber cuál sería la respuesta del ángel a aquella maldita pregunta...

Había cruzado el umbral de la puerta rumbo al pasillo, fuera de la vista, cuando oyó a Charlie por fin dirigirse a Cas. La respuesta que llegó a sus oídos, sin embargo, casi lo hace soltar todas las botellas al piso.

-Dean.

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).