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Two Halves of One por CheekyMint21

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Notas del capitulo:

¡RIKURAS! >~<

¡KYAAAAAAAAAAAA!

Lo siento por el grito, pero tenía que hacerlo porque es que… ¡KYAAAAAAA! ^3^

DP: Jo-der. ¿Por qué gritas escritora psicótica? ¡¿AL FIN PUDE DARLE A SPIDEY DURO CONTRA EL MURO?! :3

Spidey: ¡¿KHÉ?! ¡De eso nada! ¬¬*

DP: ¡Aww! Spidey, no te hagas el que no te gusta si sabes que te encanta cuando *BEEP* bien duro por el *BEEP* y te pongo a cuatro contra el *BEEP* ^^

Spidey: *con un tic en el ojo* V-Vale, no necesitaba ésa imagen mental O.O

¡OKAY YA, GENTE! ¡¿Me váis a dejar hacer la jodida intro de *beep* de una buena *beep* vez o voy a tener que haceros sufrir al más estilo G.R.R Martin, bitches?! ¬¬*

Spidey & DP: O.O

¡NO SEÑORA! ¡YA NOS VAMOS!

Eso. Así me gusta: Qué le teman tanto al hecho de cuánto me aman LO XD

¡ENFIN!

Luego de ése extraño y bizarro momento (?) cómo siempre quería deciros MILLONES MILLONESIMAS MIL GRACIAS ♥-------♥ Sé que a lo mejor ya os tengo hasta el copete con la misma cantaleta, pero es que no puedo sino daros las gracias porque es que cada vez que entro a AY y veo los leídos y mis RW mi corazoncito pequeño y negro aumenta de tamaño una milésima :’3

En verdad que significa el mundo entero para mí que ya más de +900 personas hayan leído mi fic, siempre creí que era pésima escribiendo y muchas veces pensé en darme por vencida porque estaba convencida de a nadie iban a gustarle mis historias. Pero aquí estáis vosotros, demostrándome lo mal que estaba y que ésta es una de ésas cosas que no debo dejar nunca y por eso os digo GRACIAS desde el fondo del heart ♥

Y bueno, luego de toda ésa mariconería… ¡THE END IS NEAR BITCHES! ¡INFINITY WAR IS COMING! En verdad que estoy flipando, no estoy para nada preparada para ello más porque sé que, al igual que en Harry Potter, va a haber muchísimas muertes y mi kokoro no está ready para ése salseo intenso T.T Pero bueno, igual iré a ver la peli éste viernes, ya tengo mis entradas y todo LOL XD

¡Y YA! Os dejo de dar tanta lata, pero antes de empezar, quiero dedicar ésta capítulo a:

+ FrozenRoze1498: ¡Holi! :3 Gracias por tú telegrama, en verdad me ha llegado al kokoro ♥ Y… ¡TE AMO! En verdad no creí que nadie fuese a pillar lo de Baekhyun y estoy flipando porque alguien entendió la referencia a EXO LOL XD Si te soy sincera no soy muy fan del K-POP, pero mi hermanita sí y ella siempre me está dando lata con eso así que… cada vez que pienso en coreanos automáticamente mi cerebro piensa en EXO XD ¡Aw! Pues muchas gracias por tu review, espero que te siga gustando la historia y siéntete bienvenida a comentarme cuando quieras… ¡Un besazo! Y aunque no soy fan, ¡QUÉ VIVA COREA DEL SUR! :3

+ Gabito: ¡Ay mujer! Tú siempre sabes sacarme una sonrisa con tus ocurrencias, tus reviews siempre me inyectan las mejoras vibras, en verdad me alegra MUCHISIMO que la historia te guste tanto que estés dispuesta a darme caza para qur continúe. ¡PERO! No te preocupes porque éste fic en verdad me tiene enganchada y a pesar de la Universidad y la vida en general pienso acabarlo. No sé cuán largo sea, pero la historia la tengo en mi cabeza y mientras mi kokoro siga latiendo (Esperemos que no muera cuando vea Infinity War éste viernes XD) siempre voy a continuar la historia. Me encanta qué hagas teorías y todo, sólo queda esperar a ver si estás acertada con lo de los dos DP, ¿será…? ¡MUAHAHAHAHA! ¡Te adoro mujer! Gracias por tu apoyo ♥

Y bueno, luego de mi biblia semanal… sin más…

¡A LEER! :3

-Capítulo Cinco-

“The Art of War”

POV’s Wade:

{¿No te parece un poquito irónico que estés fumando tomando en cuenta que tienes cáncer de pulmón, Wadey?}

-Cierra la boca, blanca… estoy estresado hasta el culo aquí. –masculló Wade, dándole otra profunda calada a su cigarrillo.

El mayor desvío de nuevo la vista al joven inconsciente en el asiento trasero del Rabbit de Weasel, tragando grueso al pensar de nuevo en la siguiente parte de su “plan” si es que alguna vez tuvo alguno.

< Creo que nunca pensamos bien las cosas, Wilson… ¿Qué se supone que hagamos con Spidey boy ahora?>

-¿Y yo qué mierda voy a saber, amarilla? Nunca pensé que llegaría tan lejos… -el mercenario aplastó la colilla con su zapato, lanzando un sonoro suspiro. –No queda de otra… voy a entrar.

{Wade, nunca te lo digo, pero te admiro… mis respetos, cabrón.}

<Qué en paz descansen nuestras bolas azules… vamos a tener sueños húmedos lo que resta del mes…>

Wade se mordió el labio, claramente nervioso.

-Bueno… está inconsciente, ¿verdad? Y no parece estar soñando que le dan por detrás así que no creo que esté… duro. –se dijo a sí mismo, intentando darse valor.

“Vale, listo o no Petey, aquí voy…” pensó el mercenario, abriendo la puerta e inclinándose con cuidado sobre el cuerpo de Peter que se encontraba en posición fetal, respirando profundamente con los labios entreabiertos. Wade frunció el ceño.

-Jodido Peter, con toda su lindura y su sensualidad sexy… -masculló Wade, tratando de mover al castaño para tener mejor acceso a su pelvis. –No, espera… ¡Mierda!

{¡Aborten! ¡ABORTEN! El sujeto está comprometido. Repito: ¡El sujeto está comprometido!}

< ¡YASSS BITCH! ¡¿Viste, Wilson?! ¡¿VISTE?! El destino quiere que nos follemos a Spidey y yo sugiero que le hagamos caso.>

-¡Cierren la boca, par de idiotas! Y ahora… mejor ayúdenme a salir de éste lío… -masculló el mercenario, tratando por todos los medios de no rozarse con el cuerpo del castaño al que había ido a caer encima. Peter se removió, envolviendo al mayor entre sus brazos. - ¡Oh, joder! ¡No puedes ser tan hijo de puta, Peter!

El castaño nada más inhaló profundamente, apretando su agarre en torno al cuello del mercenario. Wade dejó caer la cabeza hacia adelante en un gesto de frustración… ¿Cómo se suponía que saliera del nudo humano en el que el castaño lo había envuelto?

-Dios, si estás ahí y me estás escuchando quiero decirte… primero: Eres un hijo de la gran puta. Y segundo, si valoras en algo a mi sanidad, por favor… haz que Peter dejé de rozarme las bolas. Amén. –cerró los ojos, inhalando profundamente para controlar su excitación.

{No queda de otra, Wade… yo digo que apliquemos la vieja confiable.}

<O la de “127 horas”, ésa también funciona…>

Wade suspiró, alzando la mirada y buscando a su alrededor… seguramente Weasel debía tener algún objeto corto punzante por algún lado y aunque sabía que iba a dolerle un huevo cortarse el brazo, era la única opción viable que veía por el momento. Eso claro, hasta que Peter volvió a removerse, soltándole en el acto. Wade se alejó de inmediato, suspirando de alivio.

-¡Aleluya! Ya puedo volver a respirar… -el mayor respiró profundamente, agradecido de no tener el olor a vainilla del menor revolviéndole los sentidos. –Y ahora… dame ése jodido móvil, Baby boy…

Wade volvió a inclinarse, ésta vez con movimientos más rápidos y certeros y empezó a revisarle los bolsillos al castaño. El mayor cerró los ojos, mordiéndose el labio con fuerza.

{Piensa en algo feo, piensa en algo feo…}

<Un mundo sin chimichangas. Un mundo sin pistolas. Perritos muertos. Al follando…>

- ¡Puaj! ¿En serio, amarilla? ¿Al follando? Muchas gracias, ahora tendré que lavarme el cerebro con lejía para quitarme ésa imagen mental… te odio. –el mercenario rodó los ojos hasta que sus dedos se cerraron en torno a un pequeño objeto en el bolsillo derecho del castaño. –Por favor que no sea su ganso, por favor que no sea su ganso… -Wade cerró los ojos, empezando a retirar el objeto. - ¡Ajá!

{Aw… yo quería tocar otra cosa. La vida es dura.}

<Wilson, ya en serio… date un tiro. Acabas de desperdiciar tu única oportunidad de tocarle los cojones a Spidey.>

-Ya, déjenme en paz… ahora tengo qué decidir a quién llamar. –Wade cogió el móvil, frunciendo el ceño al ver que el fondo de pantalla era Peter con Gwen, besándose. - ¿Qué tiene ésa rubia pelo teñido? Mi culo está más bueno… -el mayor rodó los ojos con fastidio, topándose con el código de desbloqueo. –Mierda…

{Un aplauso a Wade por ser un idiota que olvidó que los móviles traen contraseña…}

<Bravo genio, seguro y te ganas el premio nobel… ¿Y ahora qué vamos a hacer? Ni aunque te folles a ése móvil vas a poder desbloquearlo.>

Wade resopló, examinando el pequeño objeto por todos lados, pero si llegaba a estropearlo estaría en verdad jodido. “Maldita tecnología…” pensó con acritud el mayor, listo para darse por vencido e ir a buscar al cerebrito de Weasel para que le ayudase a desbloquear el móvil cuando notó algo.

-Un segundo… éste es un iPhone, ¿verdad?

{Si tiene una manzana, entonces sí, Wadey… ¡DUH!}

El mayor sonrío, complacido.

-Vale, Weasel tiene un iPhone también… sí cojo uno de los dedos de Petey…

< ¿De verdad vamos a volver a confiar en algo de lo que dice Weasel? La última vez nos dijo que la mostaza hacía crecer el ganso y todos sabemos cómo terminó eso…>

-Ya, no sigas amarilla. He visto al cabrón hacer esto muchas veces, no perdemos nada con probar… -el mayor se inclinó de nuevo sobre el cuerpo del castaño.

Las cajas protestaron, pero Wade las ignoró: Cogió la mano izquierda de Peter y separando el pulgar del resto de los dedos, lo puso sobre el botón de encendido durante unos segundos. El móvil se desbloqueó al momento.

- ¡Chimichanga! –gritó el mercenario con júbilo.

{¡Ja! ¡En tu cara, Steve Jobs! Qué sepas que nunca dudé de ti, Wadey…}

< ¿Tony qué? Mejor cuídate las espaldas, Starky, el próximo genio ya nació.>

Wade se quedó muy quieto, contemplando el móvil en su mano y con la curiosidad picándole con fuerza… tenía ganas de revisar los mensajes, ver las fotos… ver en qué andaba metido Peter en su vida normal y si era un adolescente tan normal como aparentaba. Vale, quizá no tan normal.

{¡Hazlo! ¡Hazlo! ¡Hazlo!}

<Concuerdo con blanca, métete en sus fotos y ve si encuentras su pack por ahí…>

El mayor se mordió el labio, a veces las cajas eran como dos diablitos en lugar de un angelito para decirle lo que estaba bien y un diablito que le dijera lo que estaba mal. Clavó los ojos en la distancia, la noche oscura y gélida cubriendo con su manto a toda la ciudad y negó con la cabeza… no era justo, no quería conocer a Peter. No así, invadiendo su privacidad y quizá topándose con algo que arrojara su poca sanidad por la borda. Se fue directo a los contactos, frunciendo el ceño y preguntándose a quién coño llamar para que viniera a por el castaño.

{¡WADEEEEEE! ¡¿Por qué?! ¡Eres un aguafiestas! ¡Nunca quieres hacer nada divertido!}

<No sé qué mosco te picó el culo, Wilson, pero la decencia nunca es la solución.>

Wade negó con la cabeza, tratando de silenciar a las cajas para poder concentrarse.

-Vale, es obvio que si llamo a Stark y al Capi le van a armar un drama al pobre Petey y no estamos para eso… si lo castigan, ya no podrá salir a patrullar con nosotros. Y eso no está de puta madre. –razonaba el mayor, viendo el registro de llamadas para ver con quién hablaba más el castaño.

{¿Qué tal ése tal Harry? El príncipe del Reino Unido se llama Harry. Los Harrys son buena gente. Harry Potter era buena gente.}

<Yo digo que pruebes con ése tal Ned… a lo mejor es puritano como Flanders y no nos arriesgamos a toparnos con algún loco.>

-Deadpool… Deadpool no… no me dejes… -le interrumpieron los gemidos débiles del castaño, que se revolvía en el asiento. Wade sonrío.

{¡AWWWW! Miren como Spidey tiene sueños húmedos con nosotros… incluso así se ve tan lindo.}

< ¡Muevan el culo, par de idiotas! Si se despierta y se topa con Chucky aquí vamos a estar de verdad jodidos.>

“Amarilla tiene razón, tengo que darme prisa…” pensó el mayor, viendo que no faltaba mucho para que amaneciera y no podía arriesgarse a que alguien viese su rostro a la luz del día. Cruzó los dedos y marcó el número de Harry, rogando al cielo que le cogiera el teléfono y fuese muy buen amigo de Peter. Contestó al segundo timbre.

-Peter… ¿tienes idea de qué hora es? ¡Estábamos muertos de preocupación por ti! Y ni hablar de tus padres… ¡Han estado toda la noche buscándote! Joder, ¿qué rayos pasa contigo? –Wade tuvo que colocar el teléfono lejos de su oído para que los bramidos del chico no le reventaran el tímpano. - ¡¿Dónde mierdas estás?!

{Hostia puta, ni Al se pone así…}

<Queríamos a Harry Potter y nos dieron a Snape… qué asco de vida.>

Wade cogió una bocanada de aire.

-Vale, en primera como ya te habrás dado cuenta no soy Peter. En segunda, ¿podrías dejar de chillar tanto? Joder, casi me revientas el tímpano… -rodó los ojos el mercenario.

Silencio. Al menos por dos minutos.

- ¿Quién puñetas eres tú? ¿Dónde está Peter? ¡Cómo le hayas hecho algo, desgraciado, te juro qué…!

-¿Quieres relajarte las pelotas y dejarme hablar? Mierda, para ser tan joven sí que eres un cascarrabias, tío…  -Wade se pasó la mano por la cara, sintiendo el pesor de la noche caerle encima. –Vale, ¿ya me estás poniendo atención? –silencio, que el mayor decidió tomar como afirmativo. -Tomaré eso como un sí. Peter está… vivo. –masculló, mirando no muy seguro al castaño en el asiento trasero. –Lo encontré en un bar a punto de ser abusado por un tipo y como no le conozco muy bien, decidí llamar a alguien para poder llevarlo a casa. ¿Hasta ahí vas bien?

-Déjame hablar con Peter, quiero comprobar que esté bien. Ponlo al móvil. –demandó el rubio al otro lado, apretando las manos en dos puños al imaginarse al castaño en manos de un desconocido.

Wade resopló.

-Sí, vale, respecto a eso… verás, Peter no está… ¿cómo decirlo? En condiciones para hablar por el móvil. –el mercenario se rascó la nuca, incómodo.

-Ponlo al móvil y te creeré. Necesito saber que mi amigo está a salvo. –volvió a demandar Harry, su voz dura y firme.

“Maldito crío…” pensó el mayor, rodando los ojos con fastidio. Miró a Peter de nuevo y con un suspiro, se inclinó nuevamente sobre el castaño e inhaló profundamente.

-Perdóname, Petey… pero tu amigo se está poniendo un poquito pesado aquí. –le susurró. Acto seguido, llevó su mano a la entrepierna del arácnido y apretó con fuerza.

-Deadpool… ñgh… más… -masculló, revolviéndose de placer ante el estímulo.

Wade cerró los ojos y apartó la mirada, pero ya era tarde: La imagen del castaño excitado estaba en su cabeza y ya empezaba a trastocarle la moral y la entrepierna.

{¡Aleluya! ¡Así se hace, Wade! Estoy orgullosa de ti… creces tan rápido, tan sólo ayer le andabas levantando las faldas a las niñas y ahora aquí estás: Tocándole las pelotas a Spidey…}

< ¡¿Lo grabaste, Wilson?! ¡Dime que lo grabaste! Ése debe ser nuestro nuevo ringtone para cuando Spidey nos llame…>

“Cierren la puta boca” pensó el mercenario, respirando hondo para enfocarse de nuevo. Cogió el móvil de donde lo había puesto a un lado de Peter y volvió a llevárselo al oído.

- ¿Suficiente prueba para ti, Señor amigo de Peter? –el mercenario se revolvió, incómodo al sentir el bulto semi despierto entre sus piernas. Maldijo al rubio al otro lado de la línea.

-Vale, te creo. ¿Dónde están? Iré de inmediato a por Peter, pásame la dirección y tu nombre. –demandó el muchacho y Wade sentía como las pelotas empezaban a hinchársele, ésta vez de ira.

-Vamos a aclarar una cosa, mocoso: Aquí tú eres el crío y yo el adulto, ¿vale? Y tengo coche, dame tu dirección y yo llevaré a tu amigo hasta ahí, ¿está claro?

Silencio de nuevo. Wade se mordió la lengua… aquel mocoso estaba poniéndole de mal humor.

- ¿Cómo sé que no eres el mismo chiflado que quiso hacer daño a Peter? ¿O qué vas a traerlo aquí y no a secuestrarlo luego de que cuelgue? –inquirió el rubio, alzando una ceja.

Wade se apretó el puente de la nariz, tratando de no perder los estribos. “Maldito mocoso hijo de la grandísima…”

-He cuidado de él toda la noche y créeme cuando te digo que de haber querido hacerle algo a tu amigo… ya se lo hubiese hecho hace tiempo. –explicó el mayor entre dientes.

{Y vaya que sí quiere, pero al parecer Wade aquí tiene ganas de unirse al convento.}

<Yo digo que tomemos su sugerencia y secuestremos a Peter… éste tío no merece nuestra caridad con lo mandón qué es.>

-Vale, ven al 50 de Oakland Gardens en quince minutos. Si no apareces en ése lapso de tiempo, voy a llamar a la policía… Deadpool. –y dicho eso, el rubio cortó la llamada.

Wade se quitó el móvil de la oreja, parpadeando incrédulo ante lo que acababa de pasar: Un crío de no más de dieciocho años acababa de tratarle como si fuese su puta sirvienta. El mayor sintió ganas de romper el móvil en su mano hasta que recordó que no era suyo sino de Peter.

{Y luego dicen qué porque nos gusta matar gente…}

< ¿Estás seguro de que no traes la Desert? Digo, siempre podríamos prestarle una pistola a alguien…>

-Ya, da igual… -masculló el menor, chequeando la hora en el móvil antes de arrojarlo en el asiento del copiloto.

4:41 de la madrugada.

Volvió a inclinarse sobre el castaño, ésta vez para ponerle el cinturón de seguridad porque la dirección del rubio estaba apartada… y Wade no era precisamente un conductor respetuoso de la ley, no quería que Peter saliera lastimado en una de sus maniobras peligrosas. El mercenario suspiró, contemplando el rostro suave de Peter una última vez antes de revolverle los cabellos con dulzura.

-Un placer haber pasado la noche contigo, Petey… -el castaño nada más suspiró el nombre del mercenario de nuevo, arrancándole otra sonrisa al mayor. –Sigue soñando bonito. Con él… con Deadpool, no conmigo.

Y dicho eso, Wade se metió en el asiento del conductor, las llantas chirriando en el asfalto húmedo cuando el coche salió a toda hostia lejos de aquel bar.

Aquel bar donde Peter había visto el otro rostro de Deadpool por primera vez.

[…]

Harry suspiró, mirando la hora en el móvil.

4:50 de la madrugada, iban nueve minutos.

El rubio hundió las manos en su chamarra, tratando de calmar sus nervios y preguntándose si no debió haber llamado a los padres de Peter en cuanto recibió la llamada de aquel sujeto diciéndole el paradero de su mejor amigo.

-Un día de éstos vas a matarme, Peter… -susurró el rubio, pasándose las manos por el pelo como había estado haciendo toda la noche.

La verdad sea dicha: Harry siempre había estado enamorado de Peter en secreto.

¿Cómo no estarlo? Si el castaño era tan dulce e inocente, con un corazón de oro. Desde el primer día en que se habían convertido en mejores amigos, el rubio no había podido sacarse de la cabeza los enormes ojos avellana del arácnido ni la forma en que un hoyuelo se formaba en su barbilla cada vez que sonreía. Todo en Peter era perfectamente imperfecto, delicado, suave… adorable. Harry moría todos los días por gritarle sus sentimientos en voz alta al castaño, pero siempre había sabido cuál era su lugar y que Peter jamás le correspondería. El rubio prefería mil veces callar a su corazón y tener una amistad duradera con el castaño antes que confesarle sus sentimientos y arriesgarse a alejar a Peter definitivamente de él. Eso sí que no lo resistiría.

Un chirrido atrajo la atención del rubio y cuando se volvió, se topó con un coche amarillo y destartalado derrapando en la esquina a toda velocidad. El rubio palideció, rogando internamente que ése no fuera el coche en el que venía su amigo. Maldijo a todos los muertos de Deadpool en cuanto aquel coche aparcó delante de él, casi aplastándolo en el trayecto cuando el tipo se montó a la acera. Harry apretó los puños… odiaba al tal Deadpool, ni siquiera tenía que conocerlo para saber eso. Cualquiera que pusiera en riesgo la vida de su amigo se ganaba de inmediato un lugar en su lista negra. Se acercó en cuanto el bullicio proveniente del estéreo murió junto con las luces del coche y la puerta del conductor se abrió en ése instante.

Harry se quedó helado.

Aquel tipo era alto, le sacaba por lo menos una cabeza. Y musculoso, la sudadera se le pegaba a su enorme cuerpo marcando los músculos duros y firmes por debajo. El rubio parpadeó, asegurándose de que estuviese viendo correctamente pero así era… un tipo enorme y que daba miedo había traído en su coche a su Peter. Harry casi pudo sentir la bilis subiéndole por la garganta, pero antes de poder notar algo más, el extraño abrió la puerta del pasajero revelando a un pálido e inconsciente Peter. Ante la visión del castaño en muy mal estado, el rubio despabiló.

- ¡Peter! ¡Dios mío, Peter! –chilló, empujando al tipo a un lado y cogiéndole la cara al castaño. Tenía varias cortadas y moretones. El rubio sintió la ira estallar en sus venas. - ¡¿Qué carajos le hiciste, bastardo?! ¡Dijiste qué estaba bien!

El tipo se mantenía impasible a un lado, con el rostro cubierto por la capucha de la sudadera. Aquel gesto sólo aumentó la ira del rubio.

-Dije qué estaba vivo, no en buen estado. Además, ya te dije que yo no le hice nada, mocoso… si quieres buscar a alguien a quién echarle la culpa, mejor vete a hablar con un tal Flash. –masculló el tipo, la voz ronca y profunda. Era obvio que era un adulto.

Harry abrió los ojos como platos ante la mención del moreno.

- ¿Flash? ¿Qué coño pinta Flash aquí? –el rubio rechinó los dientes… aquel tipo estaba poniéndole de los nervios con su actitud tan pasiva.

-Yo qué sé, es lo que dijo tu amigo cuando lo encontré. –Wade puso los ojos en blanco, el desagrado entre ambos hombres era mutuo.

El rubio empezó a abrir la boca para insultar a aquel sujeto y exigirle que le mostrara su rostro, pero justo en ése momento un quejido ahogado le interrumpió.

- ¿Harry…? ¿Eres tú? –preguntó el castaño. El rubio le apartó los cabellos, frunciendo el ceño ante el rostro pálido y sudoroso del menor. –Harry, ¿dónde está…?

No pudo concluir la frase porque otra sarta de vómito salió disparada de su boca, Harry se apartó lo suficiente para dejarle vomitar en la acera, pero se mantuvo al lado del castaño sobándole la espalda con dulzura. Aquel gesto no pasó desapercibido por el mercenario, que apretó los puños con ira ante el contacto del rubio.

{¿A qué esperas, Wade? ¿Qué se lo follé enfrente nuestro? ¡Vuélale los sesos de una jodida vez!}

< ¿En verdad vas a dejar que un rubio estirado toqué a NUESTRO Spidey? ¡Haz algo, idiota!>

Wade dio un paso en dirección al rubio que seguía distraído en ayudar a Peter, pero se contuvo: No tenía derecho alguno sobre el castaño. Además… ¿qué era él a comparación del rubio? Harry era guapo, Wade no era ningún ciego como para no darse cuenta, pero más importante era normal. Bueno para Peter, algo que alguien tan jodido como él jamás podría llegar a ser. Retrocedió, sintiendo como si alguien le hubiese apuñalado en el pecho.

-Ya, tranquilo cariño… ya pasó. Ya estás aquí conmigo y yo cuidaré de ti… -susurraba el rubio, depositando un beso en la sien del castaño.

Aquello fue más de lo que Wade pudo soportar. Se dio media vuelta y empezó a dirigirse al asiento del conductor… como no se largará cuánto antes de allí acabaría partiéndole el cuello a Harry y estaba seguro de que a Peter no iba a hacerle gracia que matase a su amigo pelito planchado.

-¿Dónde está Deadpool? Deadpool, no te vayas… -masculló el castaño antes de volver a desmayarse, dejando atónito a Harry.

El rubio alzó la vista sólo para toparse con el mayor alejándose, listo para marcharse.

- ¡Eh, tú! ¡Espera! –le gritó, cargando a Peter entre brazos. Wade se detuvo, más no se volvió. –Gracias… por traerlo a salvo. De no haber sido por ti…

-No tengo tiempo para mierdas, niño. Ahórratelo. –gruñó el mercenario, retomando su camino y queriendo alejarse de ahí… sentía que su sanidad flaqueaba.

-Una cosa más… -habló nuevamente el menor. Wade suspiró fastidiado, ¿y ahora qué quería? –Tú… ¿de qué conoces a Peter? ¿Quién eres?

Wade apretó los labios.

-Nadie importante…

Y con eso, se montó en el coche y se perdió calle abajo con un chirrido de llantas. Cuando vio por el retrovisor, el rubio seguía allí con Peter entre brazos.

-Deadpool… -susurró el castaño una vez más, su mente nublada por el recuerdo del enmascarado. Harry le miró, frunciendo el ceño.

Deadpool.

¿Quién podría ser Deadpool?

[…]

El castaño abrió los ojos levemente, arrepintiéndose al instante en cuanto un dolor atroz le atacó las sienes y el cuerpo entero. Maldijo suavemente, su mente una serie de imágenes sin sentido que se empujaban unas contra otras, empeorando su dolor de cabeza.

-No te muevas mucho, todavía estás débil. –le aconsejó una voz familiar.

Peter hizo justo lo opuesto, empujando a través de las ráfagas de dolor azotándole el cráneo. Harry estaba sentado en una silla a su lado, mirándole fijamente con su rostro sombrío algo raro en el rubio que siempre estaba de buen humor. Peter pestañeó, mirando a su alrededor y dándose cuenta de la intravenosa conectada a su brazo. Sintió un vuelco en el estómago.

- ¿Harry? ¿Qué pasó? ¿Por qué tengo esto en el brazo? –preguntó el castaño alarmado, Peter siempre había detestado las agujas desde pequeño.

El rubio suspiró, apoyando los codos sobre las piernas en un gesto frustrado. Peter se mordió el labio cuando los recuerdos de anoche lentamente empezaron a inundar su mente.

-Vamos a ver, ¿por dónde comenzar? –soltó el rubio, su tono duro como el acero. Peter se estremeció al ver a su amigo así. –Tal vez por el hecho de que casi te mueres porque tu cuerpo tuvo una mala reacción a las drogas que, ¡oh, sorpresa! Flash puso en tu bebida por haber estado en un bar donde no debiste haber entrado nunca. ¡Ah, sí! Casi se me olvida mencionar el hecho de que un loco te trajo en su coche anoche, inconsciente y luego de habernos tenido a mí y a tus padres en vela toda la noche muertos de angustia por ti. Creo que eso es un buen resumen de lo que pasó anoche. –el rubio le miró de forma severa, haciendo al castaño bajar la mirada.

“Menudo gilipollas…” pensó Peter, sintiéndose terriblemente culpable por haber preocupado a sus padres y a sus amigos. Se mordió el labio tembloroso, tratando de contener un sollozo porque no quería llorar… nunca le había gustado llorar en público, pero se sentía tan avergonzado de sí mismo y su comportamiento. El suspiro de Harry le hizo alzar la vista, topándose con el rubio que se acercó y cogió su mano entre la suya. Peter desvió la mirada nuevamente, no podía verle a los ojos luego de lo que había hecho.

-Perdóname, Harry… no quise… no quería preocuparlos. No sé en qué estaba pensando, cuando vi que era el cumpleaños de Gwen… -el nombre le quemó el pecho, como siempre que lo decía en voz alta. Sacudió la cabeza, tragando en seco para continuar. –Me asusté, entré en pánico y todo lo que quería era alejarme de… del dolor. Perdona, de verdad no quise… -no pudo contenerse más, las lágrimas salieron rodando por sus mejillas en ése instante.

-Me imaginé que había sido por Gwen, pero Pete… te pusiste en riesgo anoche, cualquier cosa pudo haberte pasado metiéndote en ésos bares de mala muerte y, peor aún, con una basura como Flash. –el rubio se sentó a su lado, tomando al castaño entre sus brazos y acariciándole el pelo mientras éste lloraba en su pecho. –Mira, entiendo que te pongas mal y eso, pero… ¿Podrías al menos pedirme a mí que haga éstas gilipolleces contigo? Al menos así no tendré que salir a las cuatro de la madrugada a esperar a que un loco venga a dejarte a mi casa…

Peter frunció el ceño, contrariado. Se separó de Harry para verle a los ojos. El rubio alzó las cejas, confuso ante la expresión del castaño.

- ¿Extraño? ¿Qué extraño? Creí que tú me habías traído… -Peter frunció el entrecejo, tratando de recordar, pero su mente estaba muy enmarañada. Luego de haber ayudado a Flash, no recordaba mayor cosa.

Harry rodó los ojos en una expresión fastidiada.

-Eso habría sido lo ideal, pero resulta que no tenía idea de dónde rayos estabas metido hasta que ése pesado de mierda me llamó… un tal Deadpool. –escupió el nombre a regañadientes.

Peter alzó la vista deprisa, con los ojos abiertos como platos. “¿Deadpool…?” ¿Deadpool había estado en el bar que él anoche… y le había salvado de Flash? Peter pestañeó, totalmente atónito ante las palabras del rubio, le parecía increíble que el mercenario hubiese estado ahí. “Un segundo… si estaba en un bar, dudo mucho que estuviese usando la máscara” pensó el castaño y justo en ése momento recordó algo… recordó una figura grande sobre él, tomándole entre brazos y con una capucha sobre la cabeza. Trató de forzarse a recordar las facciones, pero sólo se topó con un rostro vacío, cubierto por las sombras.

-Peter, no soy tu mamá para decirte con quién salir o quién no… pero ése tío me da muy mala espina. –el rubio negó con la cabeza de forma desaprobatoria. –Algo en él no está bien, no creo que ande metido en nada bueno y no quiero que te arrastré a su mierda con él.

-Tú no lo conoces.

Peter se quedó helado en cuánto las palabras escaparon de su boca… el tono con el que se había dirigido a Harry había sido cortante y defensivo, algo raro en él que siempre era respetuoso la mayoría de veces. Harry lo miró parpadeando, incrédulo ante lo defensivo que se había puesto su amigo por lo que había dicho de Deadpool. El castaño desvío la mirada, sus mejillas teñidas de carmín. “Yo tampoco le conozco de nada, ni siquiera sé cómo luce su cara” pensó Peter, sintiéndose estúpido ante su afirmación. Iba a disculparse con su amigo cuando el sonido de una llamada entrante le interrumpió.

- ¿Diga? –una pausa, el rubio se volvió a ver a Peter con gesto abatido. –Sí, Capitán Rogers, está despierto ¿quiere hablar con él? Ah… ya, vale. Vale, yo le digo. Ahora mismo baja. –otra pausa, Peter sintió como los vellos de todo el cuerpo se le erizaban. –No lo mencione, Capitán, no ha sido nada. Vale, adiós. –cortó la llamada.

Ambos se quedaron viendo fijamente, no había necesidad de decir nada. Peter suspiró, preparándose para lo que se le venía encima… estaba seguro de que sus padres iban a castigarle por el resto de su vida. Y con justificación, no iba a negar eso.

-Era Steve… dice que él y Tony vienen a recogerte en cinco minutos. Lo siento, papá les llamó porque estabas muy mal anoche. –se disculpó el rubio.

Peter negó con la cabeza.

-No te disculpes, no estoy enojado.

Al menos no con Harry ni sus padres, sino consigo mismo y lo irresponsable que había sido anoche. Suspiró, apartando las sábanas a un lado cuando la mano de Harry le detuvo. Alzó sus ojos confusos.

-Pete… -Harry se mordió el labio, debatiéndose en sí confesarse a Peter, pero decidió que no era momento. –Me alegro de que no te haya pasado nada… si te hubiesen hecho daño…

El castaño abrazó al rubio, con cariño. Harry lo envolvió entre sus brazos, perdiéndose en la calidez del cuerpo de Peter que empezó a decir algo, pero el rubio ya no le escuchaba. En su mente sólo le decía a Peter dos palabras.

Te quiero.

[…]

-Por favor… digan algo. –pidió Peter, con la cabeza baja e intentando con todas sus fuerzas no reventar a llorar.

Durante todo el camino del condominio de Harry a su casa, sus padres no le habían dicho ni pío, pero tampoco necesitaban hacerlo: El ceño fruncido en los rostros de ambos hablaban por sí solos. Peter se mordió el labio… nunca había visto a sus padres tan decepcionados y no los culpaba, él también se sentía decepcionado consigo mismo y la forma en la que había actuado. Alzó la vista… Tony seguía apoyado contra la barra, con una taza de café ya frío a un lado mientras que Steve estaba sentado a su lado en el comedor, nada más mirándole con sus profundos ojos azules. Tony suspiró, el primero en romper el silencio.

-Mira, Peter, sé que aún eres un adolescente y a tu edad es normal hacer estupideces. Yo también cometí muchos errores cuando tenía diecisiete años. –Peter desvío la vista, no podía con la expresión dura en el rostro del genio. –Pero te creía más listo como para no cometer mis mismas cagadas… sobre todo después de saber en carne propia lo que el alcohol le ha hecho a ésta familia.

Aquellas palabras destrozaron al castaño… Por supuesto que sabía lo que el alcohol le había hecho a su familia, él mismo tuvo que pasar noches en vela sólo para cerciorarse de que Tony siguiese respirando y no en un coma etílico durante el tiempo en que él y Steve estuvieron separados. Aún tenía pesadillas de aquella época, en las que Tony moría por una sobredosis de alcohol y Steve nunca volvía a su lado. Sollozó con fuerza y aquello le retorció el corazón al rubio que de inmediato envolvió a su pequeño entre sus brazos, consolándole.

-Petey, mírame… -le pidió Steve suavemente, limpiándole las lágrimas al castaño. –Sé bien que huiste porque ayer era el cumpleaños de Gwen, y lo entiendo, necesitabas tiempo para estar solo. Lo que en verdad me asusta… es que busques la solución en el alcohol, porque ésa no es la forma de lidiar con tu dolor. Hijo, el padre de Harry me dijo que un poco más y hubieses sufrido un paro respiratorio… no quiero que nada malo te pase, ¿entiendes eso?

-P-Perdón, pops… de verdad, no sé qué estaba pensando… -susurró, limpiándose las lágrimas con el dorso de la mano. Se volvió a ver a Tony, que sin duda era el más afectado por la situación. –Papá… siento mucho haberte decepcionado, sé que…

Tony no lo dejó acabar porque justo en ése instante lo rodeó entre sus brazos, besándole con cariño. Peter se quedó momentáneamente descolocado porque Tony no era muy emotivo que digamos, le costaba lidiar con los sentimientos y emociones y raras veces tenía muestras de afecto. Pero ahí estaba: rodeándole con fuerza, como si fuese lo más preciado en su vida aparte de Steve. El menor le devolvió el abrazo con fuerza, sintiéndose como un niño de nuevo.

-Un día de éstos vas a sacarme canas verdes de verdad, Peter… -Tony negó con la cabeza, separándose de su hijo. –Hijo de Rogers tenías que ser.

El rubio rodó los ojos y Peter nada más sonrío. El genio sólo sonrío y miró a Peter seriamente… aquí venía el castigo, el castaño podía sentir su sentido arácnido alertándole del peligro inminente. Inhaló profundamente, preparándose mentalmente.

-Ya, sólo dime cuántas semanas van a ser… -suspiró el menor, sin oponer resistencia.

-Dos semanas, sin móvil ni tecnología… -Peter alzó la vista deprisa, dispuesto a protestar, pero se mordió la lengua. –Te irás de la casa al instituto y del instituto a la casa. Nada de salidas, Happy te recogerá y te llevará todos los días a partir de mañana.

- ¡Pero…! –Peter volvió a morderse la lengua, detestaba sentirse como un crío. Asintió a regañadientes. –Eres severo, pero justo. De acuerdo, ¿algo más?

Steve se levantó en ése instante, yendo a uno de los armarios en la cocina de donde extrajo un pequeño bote amarillo lleno de píldoras. Peter frunció el ceño cuando las empujó hacia él… sabía perfectamente lo que eran.

Antidepresivos.

-Es eso o terapia, Pete… -sentenció el rubio y Peter volvió a suspirar, cogiendo el pequeño bote en su mano y examinándolo. –Son suficientes para un mes. Tómalas y… ya veremos cómo te sientes luego. Ahora, ve a darte una ducha… apestas a cigarro. –Steve arrugó la nariz.

Peter suspiró, poniéndose de pie y conteniéndose de rodar los ojos… a pesar de que le trataran como un crío a veces, Peter amaba a sus padres. Eran lo más importante en su vida.

-Me sobreprotegen mucho, ¿lo sabían? –les dijo, y volvió a suspirar. –Aun así, los quiero muchísimo… lo saben, ¿verdad?

-Por supuesto que lo sabemos, cariño… nosotros también te queremos, eres lo más importante para nosotros, Pete.

Ambos mayores abrazaron al menor, haciéndole sonreír al sentirse seguro entre los brazos de sus padres. Peter se separó y se dirigió escaleras arriba hacia su habitación: Estaba cansado, quería dormir y quitarse aquel pesor en el cuerpo de encima.

-Oye, Pete… -le llamó Tony. El castaño se volvió y su papá estiró una mano en dirección a él. - ¿No se te olvidó darme algo?

Peter rebuscó en sus bolsillos, incluso en su mochila… pero no había nada. Y entonces cayó en cuenta: Deadpool tenía su móvil, así fue como había contactado a Harry. Sintió como su corazón se aceleraba… sepa Dios qué iba a hacer el mercenario con su móvil, por dos semanas. Alzó el rostro apenado en dirección a su padre que le miraba con una ceja enarcada.

-Sé que no es buen momento para decir esto, pero… creo que perdí mi móvil anoche. –sus mejillas se encendieron al rojo vivo.

Tony rodó los ojos.

-Vale, vete a ver quién te compra otro. –se dio media vuelta alejándose.

Peter abrió la boca, pero negó con la cabeza: Tenía mayores líos, uno de ellos el recuperar su móvil de manos de Deadpool. “Por favor, Dios que no vaya a desbloquearlo” rogó el castaño, sus mejillas ardiendo con más fuerza al imaginarse al mayor revisando sus fotos… las fotos vergonzosas que tenía ahí. Subió escaleras arriba, ya pensaría en ello luego de haber dormido un poco.

Tony volvió al lado de su esposo, dejándose caer pesadamente en una de las sillas a un lado. Steve le sonrío, apretándole el hombro de manera afectuosa.

-Hey, Tony… está bien, ¿vale? No ha sido culpa tuya. –le dijo suavemente, depositando un beso en la mejilla del castaño.

-No lo sé, Steve… sé que no he sido el mejor ejemplo para él, pero de todos mis errores el que menos quiero que cometa es buscar consuelo en el alcohol. –el genio se sacó las gafas, apretándose el puente de la nariz.

-Pete está creciendo, Tony, no podemos hacer contra eso… nada más aconsejarlo y estar ahí para apoyarle. Nuestro hijo es brillante y esto nada más ha sido un error. Conozco a Pete lo suficiente para saber que no es ningún irresponsable. –el rubio cogió la mano de Tony entre la suya, acariciándole los nudillos con el pulgar. –Eres el mejor papá del mundo, Tony, sin importar tu pasado. Y ése chico te admira y te quiere mucho… igual que yo.

El castaño miró fijamente a Steve, sonriéndole de forma dulce… ¿qué sería de él sin su Steve a su lado? Siempre estaba ahí para apoyarle y hacerle sentir valioso, a pesar de sus errores. Y también para tocarle los cojones de vez en cuando, pero aún y con eso amaba Steve con cada fibra de su ser.

-Siempre sabes qué decir para alegrarme, Stevie… -se inclinó, depositando un suave beso en los labios del rubio. –Y también qué hacer…

-Tony, aún no… Peter no se ha ido a dormir… -susurró Steve, estremeciéndose al sentir las manos de Tony bajo su camisa.

-Vale, está bien… por ahora. –el castaño le guiñó un ojo y Steve no pudo sino sonrojarse. Tony le cogió la cara entre sus manos, besándole de forma profunda pero suave a lo que Steve correspondió de la misma manera apasionada. –Te amo, Steve…

El rubio le sonrío, apoyando su frente contra la del genio.

-Te amo, Tony…

Peter sonrío desde las escaleras, porque ningún amor era más puro y verdadero que el de sus padres… y por alguna extraña razón cierto mercenario vino a su mente.

Y sintió tristeza.

Dos semanas después.

- ¡Sí! ¡Al fin! ¡Soy libre! –gritó Peter llenó de júbilo, marcando el último día de su castigo en el calendario.

Había cumplido con sus dos semanas.

Y gracias a Dios Deadpool también, ya que a pesar de no haberse visto el mercenario no había causado ningún destrozo en la ciudad ni se había dejado ver en las calles. Peter había enviado a drony para avisarle de su castigo y había estado pendiente de las noticias las dos últimas semanas, pero el mayor cumplió su palabra al pie de la letra.

Peter hizo un pequeño baile, celebrando el fin de su encierro. Pudiese ser que a veces quisiera ser normal y tomarse un respiro de ser Spiderman pero la verdad es que dos semanas habían sido más que suficientes: Se sentía listo para volver a patrullar y sobretodo, para que Happy dejase de llevarlo al instituto. Eso había sido lo más vergonzoso, el tener que aguantar las miradas de los demás cada vez que llegaba en el coche de lujo de Tony era lo que más le había sacado de quicio. Pero todo terminaba hoy.

Recuperaría su móvil hoy.

Ésa era otra de las razones por las que estaba más contento… recuperar su móvil. Dos semanas usando el móvil rosado que MJ le había prestado también le habían bastado. Quería su móvil y esperaba que el mercenario no le hubiese causado ningún daño a su móvil, pero más importante que no hubiese conseguido desbloquearlo. La vergüenza se lo tragaría vivo si Deadpool llegase a ver algunas de las fotos que tenía guardadas, no porque fuesen sexuales ni nada de eso sino porque… bueno, simplemente al castaño le causaban vergüenza.

Peter bajó la escalera sonriente, silbando una alegre tonada y sentándose frente al desayuno que Steve le tenía ya listo. Tony le miró de reojo mientras leía el periódico y Steve trataba de aguantarse la risa… a su marido no le hacía gracia levantarle el castigo a Peter, pero dos semanas eran dos semanas y el adolescente había demostrado un comportamiento impecable. El genio seguía asustado de que su hijo fuese a seguir sus pasos. Suspiró.

-Vale, Peter… me imagino que ése buen humor es porque hoy se cumplen dos semanas de tu castigo. –miró a Peter fijamente y éste nada más le sonrío. El genio volvió a suspirar. –Espero que sepas usar mejor tu libertad, muchacho… no quiero tener que irte a buscar a casa de Harry en medio de la madrugada de nuevo.

-Sí, señor. –respondió Peter, muy seguro de sus palabras. Aquella había sido su primera y última vez en un bar. –Prometo no hacer nada que tú no harías, papá.

Steve se río y Tony nada más rodó los ojos.

-Mejor no hagas nada que YO no haría… Tony tiene la mente demasiado abierta. –dijo el rubio, bebiendo un zumo de naranja.

-Ja, ja. Muy chistoso, Rogers, pero el anciano aquí tiene razón Pete: No hagas nada que el vejete de más de un siglo no haría. –contratacó Stark, sonriéndole burlonamente al rubio.

- ¿De verdad quieres empezar con eso, Stark? ¿Quién es el que me lleva diez años de edad? –masculló Steve, colorado.

-Técnicamente el asalta cunas eres tú, querido… tienes cien años y estás casado con un pobre jovencito de cincuenta y tres. Deberías tener vergüenza. –Tony bebió de su café, mientras Steve le miraba de manera fulminante.

Peter nada más río… sus padres en verdad eran algo especial y no les cambiaría por nada en el mundo, con todo y lo mucho que le sobreprotegían a veces. De nuevo, cierto mercenario cruzó sus pensamientos.

Y de nuevo, sintió cierta tristeza oprimirle el pecho.

[…]

- ¿Dead? ¿Estás aquí? –preguntó el menor, sacándose la máscara cuando llegó al edificio abandonado en el que Deadpool y él siempre se encontraban. –Karen, localiza a drony… no pueden estar lejos.

-Mis sistemas indican que Deadpool y drony se encuentran a…

- ¡BABY BOY! ¡Te extrañé mucho, arañita! La vida sin ti es taaaaan aburrida… -Wade fingió echarse a llorar.

“No… puedo… respirar…” pensaba Peter, mientras Deadpool lo apretaba entre sus enormes brazos y lo zarandeaba de aquí hacia allá en un enorme abrazo de oso. Por un segundo, el castaño cerró los ojos perdiéndose en el aroma tan característico del mayor: A salsa picante y a pólvora, una extraña combinación. Peter sintió como se le coloreaban las mejillas al sentir todos los músculos del mercenario contraerse contra su cuerpo con cada movimiento que hacía. Sacudió la cabeza, ¿qué puñetas hacía pensando en los músculos de Deadpool?

- ¡Dead, bájame, idiota! ¡Estás quebrantando la primera regla! –chilló el menor, separándose del mercenario todavía con las mejillas de un suave tono rosa.

-Aww, lo siento Spidey… es sólo que en verdad te extrañé. No me gusta salir a patrullar solito, aunque drony venga conmigo. –el pequeño dron volvió al centro del pecho del arácnido.

Peter nada más rodó los ojos, aunque en el fondo le alegraba saber que el mercenario le había extrañado. Por supuesto que Deadpool no necesitaba saber eso.

{Mírenlo… ¿cómo un ser humano puede ser tan jodidamente sexy? No está haciendo nada y ya nos la puso dura…}

<No tendríamos que manosearnos todas las noches si Wilson aquí hiciera lo que debe y no se comportara como una jodida monja. Eres un hijo de puta, Wade.>

-Sí, cómo sea… -masculló el mayor, Peter alzando las cejas confuso. –Las cajas, se ponen algo inquietas cuando andas cerca, Spidey.

-¿Sabes? Tengo curiosidad en saber qué te dicen, pero al mismo tiempo no estoy muy seguro de querer enterarme. –el castaño se encaminó hacia el borde el edificio, sentándose en el asfalto.

{Por supuesto que no quieres saber… te gustaría mucho lo que pensamos, Spidey.}

<O podría salir huyendo. Una de dos, nunca hay intermedios con nosotros.>

Wade rodó los ojos y fue a sentarse al lado de Peter, sonriendo debajo de la máscara. No había mentido cuando dijo que había extrañado al castaño, su mera presencia calmaba a su agitada mente.

-¿Me vas a contar por qué te castigaron el Capi y Stark? Tengo curiosidad, para que te hayan castigado debiste de haber hecho algo muy malo… -Peter alzó una ceja ante el tono pícaro que había usado Wade.

-Cómo si no supieras por qué. –el menor desvió la vista, volviendo a concentrarse en la radio policial que escuchaba en ése momento a ver si captaba algo.

-Bueno, mentiría si te digo que no tengo mis teorías. –aquello atrajo nuevamente la atención del adolescente.

-Sorpréndeme. –le retó Peter, con una sonrisa de lado.

{Hostia puta… si nos vuelve a sonreír así, ¿podemos follarlo? ¡¿Podemos, Wade?! ¡Va, porfi!}

<Imagínense cómo luciría con nuestra salsa de hombre encima… Puta araña sensual.>

Wade trató de no imaginarse lo que amarilla le había dicho, pero falló. Y tuvo que desviar la vista porque entonces veía a Peter con la cara llena de “leche” de Wade y eso le traía problemas luego, en la soledad de su habitación y sin nada qué hacer más que usar su mano y pensar en el castaño a su lado.

-V-Vale… mi primera teoría es que descubrieron que eres Spiderman. –dijo, carraspeando y tratando de ignorar las obscenidades que las cajas chillaban dentro de su cabeza.

Peter negó con la cabeza.

-Nope, intenta otra vez. Y ésta vez sé más original.

-Segunda teoría… te fuiste de barcos y putas. –Wade se encogió de hombros.

Peter enarcó una ceja.

-Para tu información, Tony no tiene un yate. Siguiente.

{Esperen… ¿quiere decir que si Stark tuviese un yate entonces sí lo haría?}

<Uuuh, Spidey sucio… me gusta. Aprovecha, Wilson.>

Wade suspiró… no había remedio con las cajas.

-Tercera y última teoría. Con tus poderes de Spidey llamaste a un ejército de mujeres araña y te montaste la orgía del siglo.

Peter no sabía si Deadpool lo decía en serio o no. Cuando el mayor nada más le miró, probablemente sonriéndole debajo de la máscara, supo que lo decía en serio. Desvió la vista, sin saber si sentía vergüenza ajena o vergüenza de sí mismo por haber preguntado en primer lugar.

-Dead, no sé qué clase de persona me creas, pero… en primera, no tengo un poder específico para hacer algo así y en segunda, no existen las mujeres araña. –se molestó en explicarle el mayor.

{¡Gracias Dios Chimichanga! Si hubiese mujeres araña, tendríamos más competencia.}

<Por otro lado… tendríamos más opciones de dónde escoger, ¿O creen que una mujer araña sería igual de apretada que Spidey?>

-Cómo sea, deja de hacerte el gracioso y devuélveme mi móvil… si sigo usando el que MJ me prestó juro que voy a llorar. Ésa cosa me da vergüenza. –Peter negó con la cabeza, no queriendo siquiera recordar el hecho.

Deadpool le clavó la mirada, confuso.

-Yo no tengo tu móvil, Spidey boy. Lo siento.

Peter rodó los ojos.

-Dead, en verdad no tengo tiempo para tus juegos… sólo devuelve el móvil, ¿quieres? Prometo no darte una paliza si has estado revisándolo. –Peter trató de tener paciencia, se había olvidado que para tratar con Deadpool debía tener paciencia de Santo.

-Baby boy, te lo digo en serio… no tengo ni puta idea de qué me estás hablando, yo no tengo tú móvil. Y puedes hacerme un cacheo si no me crees. –le ofreció el mercenario.

Ésta vez fue Peter el que parpadeó… Deadpool parecía sincero, en verdad no tenía idea de lo que le estaba hablando. El castaño negó con la cabeza, enfocando toda su atención en el mayor.

- ¿Acaso no fuiste tú el que me llevó con Harry el viernes pasado? ¿En un bar? –preguntó, pero el mercenario nada más negó con la cabeza.

-De haber estado en un bar contigo, Spidey, lo recordaría. Todo lo que hice el viernes por la noche fue verme la segunda temporada de RuPaul’s Drag Race… ¡El LipSync de Alyssa Edwards fue la puta hostia! Las Drag Queens son un milagro del Dios Chimichanga, Spidey, en verdad te digo que…

- ¡Deadpool, concéntrate! –Peter le tomó de los hombros, zamarreándole un poco. - ¿En verdad no fuiste tú el que estaba en el bar conmigo el viernes? Porque Harry me dijo que fuiste tú el que me trajo a su casa ése día… ¿Por qué iba a mentirme?

Wade tomó a Peter por el rostro, viéndole fijamente a sus enormes ojos avellana y viendo como un tenue rubor rosa se extendía sobre su nariz y sus mejillas.

-Baby boy, te juro por lo más sagrado o sea mis pelotas qué no estuve en ningún bar el viernes. Pregúntaselo a tu esposa computadora. –Peter se estremeció… nunca había tenido el rostro de Deadpool tan de cerca.

-Dice la verdad, mis sensores no detectan anomalías en su ritmo cardíaco ni en su respiración. Tampoco transpira excesivamente salvo… bueno, tiene indicios de una erección.

El rostro de Peter se tornó al rojo vivo y de inmediato se apartó de Deadpool, más por la sorpresa que por otra cosa. El castaño trago en seco, desviando la mirada. “No mires abajo, no mires abajo” se repetía internamente, volteando el rostro lo más lejos posible de la entrepierna del mayor.

- ¿Qué sucede, Baby boy? ¿Alguien anda cerca? –preguntó Wade alerta, ajeno a la verdadera razón tras la reacción de Peter.

-N-No… no es nada, no te preocupes. –Peter se rascó el cuello, tratando de olvidarse de lo que Karen le había dicho. –No entiendo… si tú no fuiste quién estuvo conmigo aquel día en el bar, entonces… ¿Quién? –se preguntó a sí mismo el joven, desconcertado.

-No tengo idea, pero la radio de la poli dice que hay un robo cerca… ¿vamos? –preguntó Wade, olvidándose de inmediato de la pregunta del castaño.

Peter le miró un segundo, incapaz de entender qué era lo que había ocurrido el viernes, pero decidió no darle más vueltas al asunto: Se puso su máscara y sin más, extendió su mano hacia Deadpool que la tomó dando un saltito.

Peter sonrío y sin más, se echó al vacío con Deadpool a sus espaldas.

Ya luego conseguiría otro móvil.

[…]

- ¿De verdad? ¿Estás cien por cien seguro de que no fue él quien vino a dejarme el viernes a tu casa? –preguntó el castaño, frunciendo el ceño disgustado ante la respuesta de Harry.

El rubio se paró en seco y rodó los ojos: Era la enésima vez que Peter le hacía la misma pregunta.

-Pete, ya te lo dije… de haberte venido a dejar un tipo en traje rojo y enmascarado, lo recordaría, pero ni siquiera pude verle el rostro a ése tío. Sólo sé que tenía una sudadera gris con capucha y era muy musculoso, eso es todo. ¿Estás seguro de qué te sientes bien? –Harry enarcó una ceja, clavando sus ojos azules en su amigo.

Peter resopló con frustración y cerró el libro de biología de un tirón… no había caso, era obvio que Harry estaba diciendo la verdad y no había sido Deadpool quien le había traído el viernes. “Pero si no fue Dead, ¿de dónde coño sacó Harry el nombre? No tiene sentido” pensó el menor, frunciendo aún más el entrecejo: Detestaba cuando no podía resolver una situación y definitivamente quería recuperar su móvil. La campana del instituto le trajo de nuevo a la realidad.

-No te preocupes, Pete, te prometo que después de clases iremos a comprar un móvil nuevo, ¿vale? –le aseguró Harry, revolviéndole el cabello. –Ahora debo irme, si vuelvo a llegar tarde la Señora James me colgará de las bolas… ¡Te veo en el almuerzo!

Peter vio al rubio perderse dentro del instituto más no le siguió. Su mente iba a mil por hora y no hacía más que pensar en el extraño que le había salvado de Flash el viernes. El castaño se mordió el labio… quizá aún hubiese una forma de recuperar su móvil, o al menos, averiguar quién era el que lo tenía. “Juntarme con Deadpool ya me está afectando las neuronas…” pensó el castaño, cogiendo el móvil rosa de Hello Kitty que MJ le había prestado y marcando su número. Tomó una bocanada de aire y se llevó el aparato al oído y esperó. Y esperó mientras timbraba una, dos, tres veces hasta que…

Shoot to Thrill de AC/DC.

Peter reconocería ésa melodía donde fuese, ésa canción era su favorita y la de Tony sin mencionar que había sido el tono de llamada de su móvil desde hacía años. El castaño se volvió lentamente porque estaba seguro de que escuchaba a su móvil timbrando no muy lejos de dónde él se encontraba. “A ver, a ver…”  pensó el menor, escudriñando la calle e intentando identificar de quién provenía el ringtone de su móvil hasta que sus ojos repararon en un hombre de sudadera gris, muy quieto casi tenso en medio de toda aquella multitud. “Te tengo… te acabas de meter con el chaval equivocado, idiota…” pensó Peter, cortando la llamada y sintiendo como la ira estallaba en sus venas.

- ¡Eh, tú! –gritó, atrayendo la atención de varios transeúntes. El tipo de la capucha no se movió, molestando más al castaño. - ¡Espera! ¡No huyas, cobarde!

Peter se echó a correr detrás de aquel tipo: Estaba seguro de que era él, su apariencia encajaba perfectamente con lo que le había dicho Harry. El castaño corrió con todas sus fuerzas, pero aquel sujeto era alto y en una perfecta condición física por lo que alcanzarle estaba tomándole cierto esfuerzo al menor. Peter apretó los labios y se desvió en un pequeño callejón a un costado, cortando camino y antes de darse cuenta había empujado a aquel tipo con todas sus fuerzas contra la pared, haciéndole darse un golpazo en la cabeza y caer al suelo sobándose las costillas. Quizá había usado más fuerza de la necesaria, pero al menos el sujeto ya no estaba huyendo.

-Maldita sea, pega duro para ser un mocoso… -se quejaba el tipo, todavía en el suelo y con una voz rasposa. Seguramente luego de años de fumar.

Peter se acercó decididamente al tipo, cogiéndole de la sudadera y dándole vuelta bruscamente… el castaño sintió como si le hubiesen sacado el aire de una patada. Retrocedió abruptamente, sus ojos abiertos de par en par y su rostro tornándose blanco como la cal.

- ¿Qué mierda miras, mocoso? ¿No te enseñaron tus padres a no andar de mirón? –le escupió a la cara aquel tipo, pero Peter no podía apartar sus ojos de su rostro deforme.

Aquel tipo se llevó las manos a la cara y ahora fue él quien abrió los ojos con sorpresa: La mascarilla quirúrgica con la que siempre solía cubrirse la cara ya no estaba, había salido volando cuando Peter le había empujado. Bajo la mirada, tratando de ocultar su rostro deforme lo mejor que pudo, pero Peter ya había visto las enormes cicatrices que surcaban toda su cara. Parpadeó, desviando la mirada a duras penas y sintiendo un enorme nudo en el estómago. Alzó la vista deprisa cuando escuchó como aquel tipo se ponía de pie y empezaba a marcharse.

- ¡Eh! ¡Espera, yo no…! ¡Hey! –chilló el menor, cuando aquel sujeto lo empotró contra la pared de aquel callejón con una fuerza descomunal.

Y fue entonces que lo notó por primera vez.

Aquel sujeto tenía los ojos más azules que había visto en su vida.

Los ojos de un ángel en el rostro de un demonio.

Notas finales:

¡BUM BITCHES!

XD

Vale, ése ha sido el capítulo de hoy. Admito que es uno de mis favoritos hasta el momento, no sé porque LOL Creo que porque lo tenemos todo, el cliché del mejor amigo enamorado y Wadey que casi lo caga a hostias ¡GRRRR! ¿Será qué habrá un enfrentamiento entre éstos dos más adelante? ¿Qué opináis del momento Super Family? ¡Adoro a Tony & Steve! Realmente tengo que escribir un fic sobre ellos luego de éste, pero para mientras me concentraré en el three-shot que tengo pendiente y quizá suba ésta semana aunque no estoy muy segura :$ Espero qué os haya gustado el cap y no os haya parecido muy largo o muy corto, os agradecería mucho si me decís en los comentarios si os gustarían capítulos más largos o más cortos (?) ¿Créeis que lo he hecho bien con el momento Stony? ¿Os gustaría que hiciera un capítulo especial dedicado al Capi y a Tony? ¡Decídmelo en vuestros RW! En verdad me gustaría saber qué opináis, porque yo la verdad adoro el Stony con todo el heart ♥ ¡AL FIN APARECIÓ WADEY! ¿Qué opináis? ¿Será que Petey al fin descubrirá la verdad? ¡MUAHAHAHA! ¬u¬

Y pues, nada más quería avisaros que ésta semana voy a estar un poco complicada. El miércoles es mi cumpleaños y luego el viernes iré al cine a ver Infinity War, pero os prometo que si no puedo actualizar éste fin de semana que viene, actualizaré a más tarde el Lunes de la semana próxima si la Universidad deja de joderme el culito con tantos exámenes de mier…coles ¬¬ Y de nuevo, quiero daros las gracias por leerme y siempre dejarme vuestra opinión, en verdad sóis los mejores y os quiero mucho a pesar de que no os conozco en persona. Para mí son mis cositas lindas y el hecho de que os toméis un poquis de vuestro tiempo para leer mis guarradas significa el mundo entero para mí… ¡Y bueno, ya! Os dejo de dar tanta lata que sé que ya os he hasta mareado con tanta palabrería y me piro.

¡Un besazo! ♥  Y nos vemos hasta la próxima :3


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