Llevaban alrededor de 2 horas caminando, Jimin estaba amarrado con una soga sujetada por el doctor como precaución en caso de que quisiera escapar y Suga del otro lado, los tres estaban un poco agotados por el fuerte sol que se encontraba sobre ellos sin ninguna nube que pudiera taparlo, llevaban botellas con agua en una mochila que cargaba el chico de cabellos rosas, Jimin cargaba en su espalda un sniper sin balas mientras que Jin veía esa horrible arma que usaba recordando cómo se había salido con la suya
—¡Denme mi Sniper! —Decía el Legionario antes de partir
—¿Estás loco? ¿Crees que te lo daremos? —Decía Jin
—Ni siquiera tiene balas, puedes revisarlo, solo déjame llevarlo… ¡Tiene un valor sentimental!— Gritaba Jimin, el doctor lo revisó y efectivamente no tenía balas y pareciera que no había sido usado en mucho tiempo.
—Vamos, no hará nada— Suga le ponía ojitos de cachorro y Jin después de gruñir terminó bajando la guardia
—Toma — Le dijo lanzándosela — ¡Pero si encuentro que llevas alguna bala escondida voy a volarte los sesos!
Jimin sonrió y negó con la cabeza tratando de ponerse el arma en la espalda sin éxito, Suga lo miró y tomo el Sniper ayudándolo a colocárselo, el chico le sonrió y el peli rosa se sintió bien al ver la sonrisa del legionario….
Por fin llegaron a PRIMM la calle estaba destruida y era imposible usar un vehículo de 4 ruedas, los edificios pareciera como si tuvieran 100 años y algunos perros callejeros corrían libremente, las ciudades no se había recuperado de la guerra y eso se hacía notar, pero trataban de vivir y salir adelante.
Caminaron un par de cuadras más y encontraron el local Mojave Express, Jin le preguntó a Suga si debían esperar pero les pidió que entraran con él, ya que no sabía que decir o que preguntar; era una pequeña oficina postal y un señor de edad mayor sentado leyendo el periódico mientras la radio se escuchaba
En cuanto los vio los saludo —Bienvenidos al Mojave Express — Los chicos saludaron también y Suga se dirigió al mostrador esperando que lo reconociera el señor —¿Estas esperando un paquete hijo?
El chico de cabellos rosas se decepcionó un poco al ver que el señor nunca lo había visto, Jin se percató del silencio incómodo y fue a interrumpir
—Si, disculpe estoy aquí por un paquete…. Un chip que nunca llegó….
—¿Ah si? ¿Hace cuánto y el chip como era? — Jin titubeó al no saber esa información
—Un chip de platino…. Hace poco más de un mes…. — Dijo Jimin
El señor miró al chico y observó detenidamente dándose cuenta de la pañoleta roja y de la soga que sujetaba sus manos, contempló a los otros dos chicos y notó que la soga terminaba con uno de ellos, Jimin al ver el rostro del señor torció la boca, podía notarse que repudiaba al legionario y se hizo para atrás agachando la cabeza.
En el desierto de Mojave era “normal” ver esclavos nuevamente, él sabía que en estos momentos se había convertido en uno y como tal no gozaba de muchos privilegios así que rodó sus ojos y esperó a que Jin repitiera lo mismo, una vez que lo hizo el empleado buscó en una libreta vieja y después de cierto tiempo mirando minuciosamente todos los apuntes negó con la cabeza
—Lo siento chicos no tengo ningún encargo de un chip, ¿Seguros que fue aquí?...
Negaron con la cabeza y salieron del lugar después de despedirse del señor no sin antes invitarlos a visitar el Casino que se encontraba a la vuelta de la calle y se sentaron en la banqueta más desanimados que nunca.
—No te desanimes— Le tocó la espalda Jin
—¿Si verdad? Ya tenía un mes sin saber nada… creo que puedo pasar más tiempo siempre y cuando me dejes quedarme… contigo — Lo último lo dijo tímidamente, Jin solo rio y Jimin rodó de nuevo sus ojos al escuchar esas cursilerías
—Bueno después del éxito no obtenido ¿Qué quieres hacer? ¿O prefieres que ya nos vayamos? —Pregunto el doctor levantándose del lugar
—Hay un casino…. ¿No quieren ir? — Preguntó Jimin apuntando la esquina donde se veía un gran letrero
—Mmm creo que no es mala idea, tengo algo de efectivo — Dijo Suga sacando unos billetes
—Bueno pues vamos —El doctor jaló a Jimin para que se levantara, mirándolo este con mucho odio por ser tratado como un animal
Entraron al enorme establecimiento llamado Vikki and Vance Casino y lo primero que notaron fue el Automóvil viejo baleado perteneciente a Bonnie y Clyde, algunas meseras caminando en la alfombra y en sus bandejas bebidas y dinero, había Protectrones de seguridad caminando y algunos solo de pie, los tres fueron hasta la caja y cambiaron algunas fichas.
Se sentaron en un juego y Suga notó como la gente veía mal a Jimin, este solo fruncía el ceño o los ignoraba, se sintió mal por ello y por un momento quiso irse de ahí cuando de pronto la gente gritó, se asustó un poco pero luego se relajó al ver que los gritos eran porque Jin había ganado en la ruleta
—¡Gané! —Decía levantando sus brazos y recibiendo las fichas de premio —¿Vuelvo a apostar? — Preguntaba nervioso
—Si Jin, puede que estés de suerte — Dijo Suga acercándose para ver el juego, Jimin también se acercó para mirar mejor
—Está bien mmmmmm Rojo 42 — Dijo cerrando sus ojos y cruzando dedos
—La doblo…— Dijo un sujeto; Jin tragó saliva y miró a sus compañeros, estos asintieron y el también dobló junto con los demás apostadores
—Muy bien fin de las apuestas — Dijo la dealer y giró la ruleta soltando la pelotita
Todos miraban entusiasmados como la pelotita empezaba a detenerse, Suga veía el dinero acumulado y por fin la pelotita se detuvo
—¡Rojo 42! — Gritaba la chica
—¡Jin! ¡Ganaste! — Gritaba Suga brincando de emoción, Jimin le aplaudió y Jin abrazó a los dos, alejándose rápidamente del legionario
—¿Ahora dónde quieres apostar? — Preguntaba el castaño mientras caminaban por el casino
—¿Qué tal las maquinitas?— Apuntó Suga
—Está bien pero solo un poco —Decía contento el chico con las fichas en un bote
Los tres se sentaron y Jin comenzó a jugar, una mesera fue a entregarles unas bebidas cortesía de la casa
Mientras Jin jugaba entusiasmado Jimin alcanzó a escuchar a dos señores ya mayores cuchicheando
—¿Cómo, Rap Monter va dejar de administrar New Vegas?
—Es lo que dicen… — Jimin prestó más atención — Dicen que es porque la Legión tiene el chip que él había solicitado
—¿Qué chip?
—El chip que él había alardeado diciendo que con eso revolucionaria la tecnología y la seguridad de New Vegas
—Ahh… ¿Y porque lo tiene la Legión?
—Porque nunca llegó con Rapmon, probablemente la Legión lo interceptó y robó
—¿Y tú como sabes todo eso? Se me hace que solo me estas engañando— Le decía el primer sujeto golpeando un poco al otro
—¡Es verdad! Hasta salió en la Radio, algunos creen que es el final de Rap Monster, ¿Te imaginas? Dejando el poder todos van a querer controlar la ciudad
—Pues si… ahí está todo el dinero….
—Quien sabe que ocurra…. Solo espero que lo de la Legión sea mentira… si ellos lo tienen terminaremos muertos…
Los dos hombres asintieron y caminaron hasta la mesera para pedirle algo, Jimin se quedó pensando cuando un grito lo sacó de sus pensamientos, alzó la vista y vio la máquina de Jin brillando y tirando fichas, la cara de sus compañeros no podían estar más asombrados al ver que habían ganado el acumulado.
La gente empezaba a hacerle una rueda al ver como Jin ganaba en cada juego que se sentaba, Suga lo abrazaba cada vez que esto sucedía, y cuando no lo hacía cruzaba miradas con Jimin sonriéndose mutuamente.
Sin saber porque el peli rosa en cada chiste o comentario burlesco sobre algo buscaba la aprobación de Jimin y esas miradas que empezaban a lanzarse le producían mariposas en el estómago.
Por fin cambiaron todas las fichas y a Jin le brillaban los ojos por ver tanto efectivo en sus manos, cuando salieron del lugar notaron que ya estaba oscuro
—¿Cuánto tiempo hemos estado en el casino? — Preguntó Suga mirando las estrellas
—No lo sé alrededor de 5 horas supongo — Dijo Jimin contemplando el rostro del chico de cabellos rosas, la luna le daba una luz “especial” o al menos así lo había calificado
—Lo mejor será que pasemos la noche aquí, a esta hora ya no es seguro, hay muchos legionarios rondando — Dijo Jin mirando de reojo a Jimin gruñendo por el comentario
Fueron hasta un hotel y solicitaron una habitación, rápidamente se la dieron y subieron hasta el tercer piso, cuando entraron vieron dos camas y Jin sonrió tomando la primera
—Esta será tuya — Dijo apuntando la otra
Suga miró a Jimin quien solo bufaba y se sentaba en el suelo, le prestó un poco de atención y vio como sus muñecas estaban lastimadas por las sogas apretadas, sintiéndose horrible fue hasta donde estaba y comenzó a soltarle las manos con mucho cuidado, Jimin levantó la vista y lo miró haciendo un tierno puchero, el peli rosa le sonrió cálidamente y sus mejillas se pusieron un poco rojas decidiendo mejor desviar la vista
—¡Que haces! — Jin al ver lo que hacía fue hasta él
—Vamos, no seas malo, aquí vamos a estar como quiera, si quieres lo cuido toda la noche — Le dijo ya un poco molesto, estaba harto que lo tratara como un esclavo
— No es eso ¡Solo quiero que recuerdes porque está aquí! No es ningún invitado, él fue quien te intentó matar, ¿Le crees eso de que solo era una misión? Por favor, hombres como él matan hasta porque se les atravesó alguien en su camino
—Yo lo cuidaré ya te dije —Le dijo en un tono que solo enojó más a Jin
—Está bien ¡Haz lo que quieras! —Dijo molesto azotando la puerta del baño. Suga solo suspiró y acercó una silla cerca de la puerta para cuidar al legionario
Entrada la madrugada Jin se encontraba envuelto en una sábana roncando mientras Suga seguía sentado cruzado de brazos, Jimin estaba en el suelo con sus pies extendidos, miró al peli rosa y observó cómo se le cerraban los ojos y cabeceaba en ocasiones.
—Si quieres amárrame y duerme un poco — Suga parpadeó un poco y dando un bostezo, se puso de pie y se sentó a su lado
—¿Debería de amarrarte? —Extendió sus brazos estirándose
—Yo… escuché algo…— Dijo mirando la vieja alfombra
—¿Qué escuchaste? — Preguntó Suga prestándole atención
—Creo que Rap Monster puede saber algo de ti…
Suga abrió los ojos — ¿Por qué dices eso?
—Escuché a dos hombres hablar de un chip y de un mensajero y…. —Prefirió no decir lo de la Legión— Y eso… Rap Monster es quien lo solicitó, tal vez si lo visitas puedas descubrir algo
Suga se le dibujó una sonrisa de lado a lado y abrazó a Jimin — Gracias — Le susurró en el oído poniéndosele la piel chinita— Pero no sé quién es Rap Monster
Jimin rio por la forma inocente con la preguntaba y se dedicó a explicar quién era Rap y qué papel tomaba en New Vegas…
—Entonces Rap es prácticamente el dueño de New Vegas — Dijo finalizando la plática — ¿Me escuchaste? — Vio a Suga cerrando sus ojos asintiendo lentamente y comenzando a recargarse en su hombro, sin poderse molestar mejor se recargó también cerrando sus ojos…
***
Jin despertó con un bostezo y miró a la otra cama notando que no estaba Suga, se levantó preocupado y vio a los chicos dormidos recargados uno con otro sentados en el suelo, se molestó al ver la escena y se levantó tocando la cabeza de Jimin rudamente
—¡Ah! ¡Quítate! — Dijo agitando sus manos y asustando al otro chico
—Es momento de irnos — Dijo sin ver a Suga
El peli rosa se sintió decaído por esa fría reacción y no pudo evitar soltar un suspiro atrayendo la atención del legionario, éste frunció el ceño y se levantó alegando que necesitaba ir al baño, sin estar muy convencido le permitió el doctor que se encerrara solo
Cuando cerró la puerta Suga se puso de pie algo cabizbajo y con pesar tomo del hombro a Jin quien se disponía a alejarse de ahí — Oye… — El doctor presto atención al agarre y luego al joven — Jimin dijo que Rap Monster pidió el chip
El chico giro rápidamente y le sonrió aliviado — ¿Es cierto? — Suga asintió mientras Jin con las manos tomaba sus mejillas
—Lo siento —Suga abrió ligeramente sus ojos ante esa confesión —Lamento portarme así…. Es que…. No tolero mucho a los legionarios…
—Está bien…. Lo siento yo también… Pero es que mientras pueda decirme algo sobre mi pasado…. Yo
—Lo entiendo —Le dio un abrazo —Me portaré mejor —Sonrió un poco al igual que Suga
Después de estar unos segundos así le explicó un poco lo que había platicado anteriormente y salió Jimin, el doctor con cara de pocos amigos lo apunto con el arma preocupando a Suga pero bajándola de inmediato habló
—Escucha, odio a los legionarios no puedo evitarlo, pero si es cierto lo que dijiste entonces iremos a New Vegas — a Suga le brillaron los ojos —Así que, creo que es momento de dejarte ir, aunque me cueste… — Dijo suspirando — Puedes irte, hazlo antes de que me arrepienta y quiera matarte
—¿Jin? —Suga lo tomo del brazo preguntándole con la mirada
—Es mejor, ya tenemos una base así que empezaremos desde ahí, ya no lo necesitamos confía en mi —Le guiñó un ojo
Jimin no se movió un centímetro
—¡No lo entiendes que te vayas!— Jimin se sorprendió al escuchar eso pero siguió sin moverse
— Primero ¡No soy perro! Y segundo no me quiero ir — Dijo tranquilamente mirando a Suga
—¿Por qué no?— Dijo comenzándose a estresar Jin
—Porque por yo lo maté y ahora que me dieron una segunda oportunidad, por el pecado que cometí quiero ayudar —Mintió, la verdad era que una parte de él quería seguir a su lado, ese chico se le hacía extremadamente interesante, pero a pesar de haberlo asesinado no tenía algún remordimiento, nunca lo había tenido y no empezaría ahora o al menos eso creía.
Jin entrecerró los ojos un momento, no confiaba en el legionario, los conocía demasiado bien —Como tu veas— Le dijo a Suga, finalmente dejando que decidiera
—Pues… Creo que está bien… Si en verdad quiere reivindicarse porque no
Jimin se alegró pero Jin lo detuvo —Estas consciente que te amarraré de nuevo — Suga trató de decir algo pero este lo cayó
—Está bien — Dijo por alguna extraña razón, satisfecho