Aquella noche lo vi, la espalda recta, los brazos frente a su pecho, la seguridad con la que tocaba cada tecla de aquel piano, el leve danzar de su cabeza, disfrutando seguramente de lo que ama, en ese momento recordé su rostro, pero aquel de hace varios años atrás, el mismo que con mis crueles bromas se llenó de lágrimas.
Es imposible olvidarlo, como olvidar al primer amor, como olvidar que casi lo hago trizas, teniéndolo frente a mí, solo pude dedicarme a disfrutar de su presencia, para mí era como estar frete a la más deslumbrante de las estrellas, o incluso, frente a una luna de octubre, tan grande majestuosa e hipnotizante.
Mi corazón no lo resistía mas, debía acercarme, debía intentar borrar todo el daño del pasado, explicarle que la ignorancia te hace actuar de maneras tan aberrantes, apenas pude susurrar su nombre, un “sasuke” que increíblemente en medio de todos los demás sonidos llego a sus oídos, y la paz que adornaba su rostro se esfumo, un gesto de ansiedad y dolor se instaló en su lugar, lo vi respirar a prisa, y todo eso dolió, porque comprendí que él me teme.
Fue mi cuerpo el que se movió, casi con una voluntad propia, quería abrazarlo, consolarlo, rogarle su perdón, explicar tantas cosas, pero en su lugar, la cobardía me llevo a salir de aquel sitio.
Por algún tiempo me mantuve siguiéndolo, siempre observando de lejos, siempre oculto de la mirada de su hermano que seguramente y sin dudarlo me mataría a golpes, y no es que huya de eso, pero solo dejare que lo haga cuando sasuke haya aceptado mis disculpas.
Lo siguiente que supe después de un tiempo de seguirlo, fue sobre sus rutinas, en donde estudia, donde vive, y con la filosofía de que si la segunda oportunidad no te llega tu debes ir a buscarla, fui a la universidad, me anote en un curso de apenas unos meses, en los que espero ganar algo de él.
Busque pasillo por pasillo, en un sinfín de rostros, hasta que lo vi, como podría explicar la emoción que sintió mi corazón, me acerque con cautela, su bastón choco con el pie de un tipo y este respondió con una ofensa, mi sangre hervía en enojo, no por aquel chico, sino porque era el reflejo de lo que yo fui, sasuke bajo ligeramente la cabeza, ¿estaría apenado?, ¿se sentiría triste?
Mi mano toco su hombro, lo sentí estremecerse por la sorpresa del acto, su rostro giro, quedando apenas a centímetros del mío, y me perdí en aquella hermosa oscuridad de sus ojos, aquel negro tan puro y profundo, que se llenaron de lágrimas y terror, de nuevo, aquel gesto de miedo, su bastón cayó al piso, camino tan rápido como pudo, lo vi chocar con un chico, temí cuando lo vi bajar por las escaleras, en verdad quería seguirlo, detenerlo, evitar que se hiciera daño, pero, era de mi de quien huía.
No, el castigo que recibí por los errores de mi pasado no son suficientes, que podría ser suficiente, cuando ya eres consciente de que el amor que ha nacido en tu corazón es la causa del dolor del ser al que amas, y se que debo sufrir aún más, sé que aún quedan muchas cuentas que saldar, pero aun asi, con todo el mundo en mi contra me aferrare a la ilusión de que algún día, en algún momento, pueda llamarlo por su nombre, y el sonreirá como respuesta, y su cuerpo se estremecerá pero no por miedo, y aquellos ojos podrán ver que mi alma es suya, y mi corazón latirá al ritmo del suyo.
Lo anhelo tanto, lo deseo desde el fondo de mi corazón…
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