La criatura vocifero un gran rugido, logrando que retrocedan ambos un paso por la fuerza de su voz, las personas cerca de la joyería huyeron por el enfrentamiento.
– Olvídalo, aquí tampoco está, solo deshazte de ellos – era nuevamente aquel guardián corrupto de silueta delgada y cabello largo, a pesar de la capa que usaba, su figura delicada era notoria. Las joyas estaban regadas por el piso.
Guiada por su orden, la bestia con semejanza a una avispa pero de tonos oscuros, escupió una sustancia acida hacia ambos. Esquivaron dando un salto, aquella sustancia viscosa derrito gran parte del suelo.
Max empezó a disparar sus flechas hacia los ojos de la criatura, pero esta se protegía con sus múltiples patas. Lucas aprovecho que no cuidaba su retaguardia para cortar sus patas traseras, al dejarla sorprendida Max pudo darle a su objetivo, terminando en una lluvia de brillo mágico. Ambos tomaron la mitad del poder de aquel ser para fortalecerse.
Lejos del lugar, se encontraban ahora en su forma humana, lograron esquivar a los policías y transeúntes con cámaras, pero sin duda alguna lo sucedido saldría en el noticiero de esa noche.
– Me cansé de él, sus desastres siempre tienen que ver con lugares con joyas – se quejó Max, estaba junto a Lucas en una parada de autobús vacía.
– Busca lo mismo que nosotros, sin embargo su método es muy poco efectivo – Lucas suspiro por el cansancio.
– Eso es porque las Jewel Pride están ocultas en este mundo, únicamente cuando un ser guardián o guerrero del Reino Luce hace contacto revela su forma, y solo con aquellos que son de su mismo elemento puede otorgar poder – explico Owel en voz baja – Max, el elemento que represento es fuego.
– Lucas, el elemento que debes buscar es hielo – hablo ahora Wolfram – Existen en total diez joyas, cada una de un elemento diferente: Fuego, viento, trueno, agua, planta, luz, metal, sombras, tierra y hielo, cada una de un color diferente.
– ¿De qué elemento es el guardián corrupto? – pregunto interesado Lucas.
– Viento – el tótem de búho se agito un poco – Niño no pienses en un enfrentamiento directo, él es un guardián corrupto, aun si no tiene la Jewel Pride de su elemento, es mucho más fuerte que ustedes gracias a la magia de Discord.
– ¿Él? – Max sonaba confundido – Es que pensé… que era una chica…
Lucas se mostró sorprendido, carraspeo un poco su garganta – Entiendo tu confusión, por la silueta delgada y el cabello largo, de hecho yo pensé que era el único que me había confundido – confeso algo nervioso.
– Menos mal fuimos ambos – sonrió Max, el otro asintió sonriendo.
Los jóvenes tomaron rumbos distintos junto a sus guardianes. Ambos no esperaban tener la oportunidad de encontrar al día siguiente a aquel guardián corrupto apenas saliendo de clases. Él se encontraba en un pasaje que llevaba hacia una pequeña tienda de joyería de fantasía para niñas. Sin dudarlo se transformaron, uniendo su cuerpo y espíritu con su guardián respectivo.
– Detente allí – Max sonaba serio.
Se giró a ver a ambos, levanto su brazo, apuntando con uno de sus delgados dedos – Desaparezcan – apenas hablo una ráfaga de viento se disparó hacia ambos, por suerte lograron esquivarlo gracias a su reflejos – Que patético, Owel y Wolfram, dos guardianes uniendo su espíritu con dos sucios humanos, en verdad deben estar muy débiles para llegar a tal acto desesperado – se burló con una gran sonrisa color morado que contrastaba con su rostro pálido, sus grandes ojos oscuros de tonos violáceos miraban a ambos con superioridad.
– Al menos ellos no traicionaron a su reino – Lucas hizo aparecer su espada, la empuño antes de ir rápido hacia el otro, pero no era lo suficientemente veloz, el guardián corrupto esquivaba sus ataques sin dificultad, al final lo alejo con un golpe en el estómago. Lucas retrocedió por la fuerza del golpe, se tocó la zona afectada.
“Se supone que tengo una fuerza superior por el tipo de guardián que tengo, sin embargo, la diferencia es muy notoria”
Se preguntaba internamente como derrotarle, por el momento solo tomo una distancia prudente. Su mirada se nublo por unos instantes antes de tocar su cabeza por el dolor.
“Lucas… ¡Lucas! ¡Reacciona!”
Wolfram lo llamaba al darse cuenta de que estaban ejerciendo magia en él.
– ¿Estas bien? – preocupado se acercó Max, quien no pudo ayudarle por temor a apuntar mal y dañar a su amigo – ¿Qué es lo que le pasa? – preocupado pregunto esperando que alguien le respondiera.
– Es mi poder – se acercó a paso tranquilo, acomodo uno de sus largos mechones detrás de su oreja – Soy el guardián de la belleza, Bel, mi poder me permite controlar a mi oponente, ahora guardián de la fuerza te ordeno atacar al guardián de la sabiduría.
– A la orden – el color de ojos de Lucas cambio por un tono violeta, estaba bajo el control del corrupto. Blandió su espada hacia su compañero, sus movimientos eran más agiles.
“¿Qué demonios haces? Debes atacarlo”
Owel regañaba a Max, quien solo esquivaba los ataques.
“¡No puedo! Él es mi amigo, está siendo controlado”
“Está siendo controlado porque es débil, ¿crees que si la situación fuera diferente él no te atacaría? Deja de ser tan iluso”
Max se rehusaba a pelear, a pesar de los regaños de Owel intentaba buscar una solución.
– Es inútil, solo ríndete ante mi belleza, seré gentil contigo – se relamió los labios perfectamente pintados, su mirada maliciosa no se despegaba de la escena.
En ese momento la idea llego a él, observando a ambos encontró la manera para liberar a su amigo. Seguía esquivando el ataque del otro, pero ahora iba en dirección al corrupto.
– Es inútil, él me protegerá.
– Yo dudaría eso – empezó a disparar flechas, las cuales el otro esquivaba, Max debía ser cuidadoso de no ser atacado por la espalda mientras intentaba darle a su objetivo. Siguió con eso hasta que logro se acercara al contenedor de basura – Tu belleza no soportara la basura de un barrio como este – derribo el contenedor, todo quedo regado por el suelo, el hedor hizo tapar la nariz al corrupto, quien se mostraba asqueado y algo desorientado.
– Que peste – intento salir de allí pero se resbalo y cayó al suelo, su cuerpo tembló al sentir la sustancia pegajosa en sus manos y rostro, intento quitarse rápido la peste pero solo la esparcía más – Ganaste esta vez humano – se fue lo más rápido que pudo, definitivamente odiaba lo asqueroso.
Lucas regreso a la normalidad apenas se marchó, una vez le contaron todo se disculpó con Max por intentar atacarlo, se mostraba realmente avergonzado, incluso su rostro tomo un tono carmín.
– Lo importante es que no paso a mayores – Max intento hacerle sentir mejor.
– ¿Cómo fue que lo resolviste? – se mostraba curioso sobre que razonamiento utilizo el otro.
– Fue suerte de hecho… Veras, seguía presumiendo sobre su belleza, así que pensé que odiaba las cosas asquerosas, la verdad fue una verdadera suerte de que ese contenedor de basura este lleno – se empezó a reír alegre. Lucas no podía creer que fue salvado de esa manera, pero simplemente rio junto al otro.
Una vez que Max llego a su cuarto, Owel tomo su forma humana, le miraba de manera severa.
– Lo que hiciste hoy fue una tontería.
– No iba a dañar a mi amigo.
– No lo digo por eso, lo digo por la estrategia, pudiste haberme consultado, demonios, se supone que soy el guardián de la sabiduría y fuimos salvados por una estrategia tan boba como esa – bufo.
– ¿No estas molesto por qué no ataque a Lucas? – se sorprendió.
Suspiro – Estuvo mal de mi parte decirte que atacaras a un compañero… Bien hecho Max – puso su mano sobre la cabeza del más bajo, dio suaves palmadas, las mejillas de Max tomaron un color carmín – Pero aun sigues siendo un idiota con suerte – le revolvió el cabello. Volvió a su forma de búho para posarse en el marco de la ventana, mientras Max se sentía realmente un idiota por pensar que esa felicitación venía sin un insulto.
– Tu eres el búho con suerte por tenerme a mí – se jacto, pero su respuesta llego tarde, su guardián estaba dormido.