No hubo necesidad de que Kakashi dijera de quien hablaba, Neji lo comprendió rápidamente, pero, aun así, no pudo evitar hacer la pregunta con la molestia comenzando a crecer en su pecho.
—¿De qué hablas? ¿Inocente? ¿Quién?
—El Omega rubio —dijo destrozado y Neji contuvo un gruñido lleno de dolor y frustración, él era un policía que siempre buscaba el bien común, no el dolor. Se sentó y agarró su cabeza mirando a Kakashi, este lo miró de vuelta y con voz ronca comenzó a relatar.
—Me pagaron para encubrir todo… —Neji sabía que había policías corruptos adentro, pero no esperaba que Kakashi fuera uno de ellos—. La señora Uchiha estuvo tras todo esto, por órdenes del difunto, ¿puedes creerlo? Agarré el dinero por puro egoísmo, después de todo, no tengo a nadie a quien alimentar ni nada por el estilo. Sólo soy un gran hijo de puta codicioso.
—Lo eres —dijo Neji frunciendo el ceño y el otro Alfa guardó silencio por un momento.
—Sasuke Uchiha era el Alfa más retorcido que pudo haber existido en este planeta —bramó—. Planeó todo con cuidado, yo sólo tuve que borrar las evidencias que lo inculpaban, así como las grabaciones de su casa, falsificar algunos documentos y sobornar a los jueces; también soborné al abogado de ese Omega. Todo fue tan sencillo…
—Eso es ilegal, es un crimen. ¿¡Cómo pudiste!? —dijo Neji afectado—. Era alguien inocente.
—El dinero puede comprar hasta tu honor… Lo siento —dijo débil—. Lo siento.
—¡No te disculpes conmigo, idiota! Al Omega, a él le debes todo. A Naruto Uzumaki, escucha bien su nombre, para que lamentes más lo que has hecho. Le echaste a perder la vida a un Omega, a los seres que, como Alfas, debemos proteger y cuidar.
—Lo sé…
—¡No! ¡No lo sabes! —se levantó golpeando la barra y Kakashi sonrió débilmente, reconociendo su error.
—Sé que tú siempre serás un buen policía, siempre fuiste el bueno en los interrogatorios… Estoy orgulloso de ti.
Neji sólo lo miró dolido.
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—Mi-Mikoto… —tartamudeó.
¿Qué hacía esa mujer ahí? Un terror completo se apoderó de su cuerpo, se estremeció y jadeó levantándose y echándose para atrás, lejos de esa Alfa que lo miraba con el ceño fruncido y una mueca de asco.
—Por fin te veo donde perteneces… en la basura.
Naruto se levantó y se topó contra la pared, cuando vio la puerta la golpeó fuertemente.
—¡Déjenme salir! ¡Por favor! ¡¡Por favor!!
—Cállate —dijo fuerte y ocupando su voz, dominándolo sin piedad y logrando que Naruto chillara aterrado mientras se encogía en su lugar—. Ahora, ¡mírame!
El rubio de inmediato levantó la cabeza para mirar a la matriarca de la familia Uchiha, ésta sonrió cruel y se acercó de inmediato reteniéndolo contra el muro, ahogándolo y apretando sus mejillas para hacerlo abrir la boca, rápidamente introdujo una pastilla que le hizo tragar al rubio, y después de eso, se alejó, sentándose en una escuálida silla sin quitar su negra mirada de Naruto.
El rubio tenía tanto, tanto miedo…
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—En la grabación, se veía a ambos peleando, y luego, el tipo se dispara a sí mismo. El Omega no mintió cuando nos contó el relato, ese Alfa había tenido problemas con Naruto muchas veces, miré todas las cintas y vi muchas peleas, incluso la violación. Yo borré toda esa evidencia por órdenes de la madre.
—¿Me estás diciendo que Sasuke Uchiha si se suicidó?
Neji estaba incrédulo, ahora Kakashi se encontraba más sobrio, y le estaba contando cada pequeño detalle. Ambos Alfas se habían movido a una mesa alejada de la gente que comenzaba a entrar.
—Sí, el tipo estaba tan loco y enamorado, que no quería que nadie se quedara con Naruto, así que decidió mandarlo a la cárcel donde nadie podría estar con él. Es un plan muy macabro.
—Lo es. ¡Carajo! ¿Y el arma?
—De hecho, si es de Naruto, pero fue justamente por eso que Sasuke la agarró, planeó hasta el último detalle para inculpar al Omega, hizo esa pelea para así tener ADN de Naruto bajo las uñas, y era obvio que Naruto iba a tocar el arma. Naruto siempre fue inocente.
—Esa Omega, Sakura Haruno, ¿qué con ella?
—De hecho, esa Omega es una buena actriz, ella se moría por Sasuke, traicionó a su mejor amigo de la infancia, que es Naruto, muchas veces se le insinuó a Sasuke, pero este no le hizo caso, y si… hubo un pequeño encuentro entre los Omegas, pero ambos terminaron en el hospital, Naruto fue el más lastimado de los dos, Sakura sólo versionó todo para hacer ver que la maltratada fue ella. Conseguí todos los documentos falsos para así hacer ver al rubio culpable y con una inestabilidad emocional.
—No puedo creerlo —dijo bajo—. ¿Cómo…?
—Mikoto le pidió a Sakura testificar en contra del rubio, ya que esa fue la última voluntad de su hijo, estuve presente en esa pequeña charla y la idiota dijo que sí, sólo para honrar a su amado muerto, así que, se encargó de hacer grandes escándalos por los medios de comunicación y la cereza del pastel fue el tribunal.
—Pero no entiendo porque Mikoto te contrató a ti, ¿por qué no dejar salir todo a la luz?
—Porque esa tipa está tan loca como su hijo. Amaba tanto a Sasuke que no pudo decirle que no a lo que le pidió. Los vi conversar varias veces y todas esas cosas, pero nunca pude escucharlos ya que sólo eran las imágenes.
—¿Dónde están esas cintas, Kakashi?
—Las quemé… —y ahí quedaba la esperanza de Neji de poder hacer algo por ese Omega, apretó los puños enojado—. Tenía que hacerlo, era parte del trato. También me encargué de darle dinero al abogado de Naruto para que no lo defendiera, igual lo hice con algunos jueces, y ahora veo lo malo que fue todo esto, cada noche me carcomía la cabeza pensando y pensando. No he podido estar alejado del alcohol últimamente, es la única manera de olvidar lo que le hice a ese pobre Omega.
—Dios eso está mal, ¡muy mal! Tienes que confesar todo Kakashi, lo harás, ¿verdad?
—Claro que sí, ya no puedo mantenerlo por más tiempo… ya es hora de que ambos seamos libres —dijo refiriéndose a Naruto y a él.
—¡Bien! Veo que no he perdido a mi camarada. Sabes que no será fácil —dijo el castaño—. Perderás tu placa y el trabajo. Serás dado de baja.
—Lo sé muy bien y es algo que tengo que pagar por mi error. Estoy dispuesto a cumplirlo si con ello puedo liberar a Naruto, no espero que me perdone, pero verlo libre me dejará dormir en las noches y evitará que me mate con el alcohol.
—Eres un buen Alfa después de todo —dijo poniendo una mano sobre su hombro—. Sólo eres un puto bastardo codicioso cegado por el dinero.
—Gracias, Neji…
Neji sonrió un poco y se levantó, miró la hora notando lo tarde que era, decidió que era hora de marcharse, yéndose con la idea de un mejor futuro por venir sin saber que, un poco después, al salir del bar Kakashi sería brutalmente asesinado cerca de un callejón para silenciar otro de los oscuros secretos de la familia Uchiha
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Naruto tembló contra el suelo, gimiendo por el calor que controlaba su cuerpo. Estaba completamente asustado y deseoso, su celo… era como tener un celo. Se sintió mareado y con mucho frío al estar sin fuerzas en el suelo, de reojo podía ver cómo Mikoto lo miraba fijamente y se relamía los labios, sabía que estaba jodido.
Gimió cuando sintió su entrada mojarse y eso fue todo para que la Alfa se levantara y fuera hacia él, agarrándolo sin delicadeza y pegándolo contra la pared, dejando su trasero empinado, luego jaló su caballo para dejar expuesto su cuello, el rubio tembló completamente, lleno de dos sentimientos contradictorios, asco y deseo.
—Hueles tan bien, Omega —dijo con voz ronca, presionando sus caderas contra el trasero de Naruto y sus pechos redondos contra la espalda temblorosa—. Voy a joderte tan mal.
Y ahí, en la bruma de sus pensamientos, Naruto supo que Mikoto había causado su celo con la pastilla que le había dado, su mente reaccionó y se aclaró cuando su mono fue rasguñado y su ropa interior bajada, las fuertes manos de la Alfa retuvieron sus caderas y pronto sintió el miembro de ella entrando fuertemente en él, haciéndole jadear sin voz, dolía como el infierno. Lloró siendo consciente de que la Alfa estaba violándolo sin compasión y se removió, pero ella apretó fuertemente su cuello dejándolo sumiso. Lloró más fuerte y gritó por ayuda, pero Mikoto tapó su boca, empujándose enérgicamente contra él, gimiendo ronca por la humedad del Omega.
—¿P-por qué h-hace esto? —dijo entre jadeos y lloriqueos.
—Porque estuve esperando años por esto —dijo excitada dando fuertes estocadas—, pero mi hijo se interponía, y Dios, yo sólo quería cogerte y dejarte preñado.
Naruto se quedó sin aire y se horrorizó, trató de impulsarse para alejarse, pero Mikoto nuevamente lo estampó contra la pared, golpeándolo, él gimoteo por el dolor mientras que la Alfa lo dobló contra el suelo y mordió fuertemente su nuca, el rubio se estremeció, no quería un lazo; casi vomita al sentirse tan vulnerable.
Arañó fuertemente las manos que le estaban reteniendo y Mikoto gruñó furiosa, doblando el brazo de Naruto y dejándolo en un punto en el que, si se movía mal, podría quebrárselo o dislocárselo, entonces el rubio supo que eso era todo, cerró los ojos sollozando y gimiendo, era la peor sensación del mundo y se odio por ello.
Odio su vida.
—Alguna vez, hubo un Omega en mi vida igual a ti —gruñó moviéndose—, la única diferencia era que ella tenía ojos miel. La quise tan espléndidamente, e hice lo imposible por ella —se detuvo para hablar mejor—. Me aproveché de su celo y la preñé, pero sabes, la muy estúpida se largó, dejándome a mi único hijo… Nunca más supe de ella…
El rubio pudo sentir la rabia cuando Mikoto volvió a penetrarlo con fuerza, apretando su piel sin contemplación.
—¡Ah! —gimió fuerte.
—Sí, así gemía esa puta, igual que tú…
—P-para…
—Tsunade era su nombre, esa puta se fue dejándome sola, tuve que hacer que Fugaku criara a mi hijo. Tuve que fingir que todo había sido dentro del matrimonio y éramos una familia feliz, ¡mentiras! —dijo furiosa—. Todo era una mentira.
Después de eso todo fueron gruñidos, embestidas y magulladuras, gemidos rotos y sollozos, lágrimas que corrían como sangre al cortarse; hasta que anudó a Naruto. El rubio gritó y sollozó fuertemente, quedándose casi afónico, tuvo miedo de que Mikoto se retirara y lo lastimara, pero la Alfa se quedó pegada a él cayendo al suelo sin fuerzas.
—U-usted es m-mala…
—Oh cariño, claro que lo soy —dijo con voz ronca—. Si perdí un hijo, volveré a tenerlo gracias a ti.
—B-basta —lloró—. No, no...
—Cuando tienes dinero es tan jodidamente fácil hacer todo lo que te place —dijo feliz—. Tan fácil como ocultar la verdad, tan fácil como montar un video y hacerles creer a las personas la falsedad. Hacer que un Omega pierda sus verdaderos recuerdos y hacer a su propio hijo perder la cabeza con una que otra mentira… Tan fácil como eso.
Pronto Mikoto salió de su interior y se sentó contra el suelo respirando rápidamente y viendo el cuerpo que acaba de poseer mientras sonreía ladina, por su parte, el rubio la miró con miedo sin comprender.
—¿De qué habla?
Mikoto sonrió enormemente, cómo si hubiera estado esperando que el rubio preguntara eso. El Omega miró su camisa formal un tanto desordenada y abierta, mostrando su escote, luego la vio arreglarse el pantalón, cerrándoselo y ordenando un poco la coleta de cabello que tenía.
—Soy tan mala como para matar a mi propio hijo —Naruto abrió los ojos con asombro—. Fue fácil escabullirme entre la oscuridad del cuarto y dispararle entre las sombras mientras tenían esa absurda discusión, en cuanto a ti, sólo tuve que drogarte un poco para que no recordarás con exactitud lo que ocurrió, luego te influencie con mi voz Alfa para que dijeras ese tonto cuento de que mi hijo se había suicidado.
Al entender, Naruto rompió a llorar.
—Sasuke te amaba tanto que me enfermaba, no fue difícil darle fotos falsas de ti y ese doctor, para así quebrarlos un poco, sin embargo, cuando noté que todo estaba volviendo a la normalidad fue el colmo, tú tenías que ser mío y de nadie más. Sólo fue un estorbo en mi camino, después de matarlo sólo tuve que montar un nuevo video y contratar a ese policía, y henos aquí, estoy muy satisfecha con todo, mis dotes de actriz son muy buenos, nadie sospechó que yo te deseaba con locura, y todos creyeron mis lágrimas de dolor por Sasuke —bufo.
—¡¡Está loca!! —gritó con todas sus fuerzas levantándose, luego miró un pequeño metal, y, sin pensarlo dos veces, lo agarró y se lo enterró en el hombro, Mikoto gruñó con dolor empujándolo, pero Naruto alcanzó a arañar la hermosa cara de la Alfa.
—¡Puto Omega!
La sangre comenzó a salir rápidamente y el rubio se quedó quieto, luego, con manos temblorosas, se vistió lo más rápido que pudo. Mikoto se acercó a la puerta dejando rastros de sangre tras ella y tocó fuerte, en cuanto las puertas fueron abiertas el rubio lloró más al darse cuenta de que todo ese tiempo esos policías habían estado ahí y no habían hecho nada por detenerla. Finalmente, Mikoto le dio una última mirada oscura y con voz fría habló.
—Estarás aquí hasta pudrirte y el hijo que tengas nunca sabrá de ti, me lo llevaré conmigo, y reza para que no sea un Omega ni se parezca a ti —dijo sonriendo y Naruto se dejó caer al suelo.
Después cerraron la puerta, dejándolo con el corazón completamente destrozado. Se quedó en la oscuridad del lugar pensando que todo era una locura, y, cuando el frío llegó hasta él, se dio cuenta de que por fin todo tenía sentido, ahora cada cosa encajaba.
Recordó rápidamente —como un destello—, ver en sus brazos a su Alfa, quien había muerto con los ojos llenos de amor y dolor, derramando lágrimas y pidiendo disculpas por todo lo que había hecho. Incluso pudo recordar cómo se habían besado por última vez antes de que Sasuke muriera y Naruto llorara desconsoladamente. Luego todo había sido confuso, hasta que lo sacaron de la casa paras ser interrogado.
Se encogió en el suelo y deseó desaparecer, porque en el silencio pasan cosas, el silencio guarda secretos y la oscuridad te abraza, arrullándote. Porque la maldad existe y te mata mientras la desgracia te persigue.
Ahora Naruto comprendía que no había nacido para ser feliz. Porque, encerrado en esas cuartas paredes, supo que nunca más iba a volver a ser el mismo, y que, una parte de él, había muerto.