Pájaro Negro
Capítulo VI – La Fuente de la Inmortalidad
Las cosas parecían haber vuelto a la normalidad, salvo por el hecho de que Sasuke lucía un poco triste, quizás para todo el mundo era el mismo bastardo arrogante de siempre pero en su mirada se podía notar cierto tinte de tristeza. Sasuke se culpaba a si mismo por lo que había sucedido con Itachi.
― Hola ― saludo el rubio.
― Hola ― respondió el Uchiha, tomando en cuenta todo lo que habían pasado últimamente parecía un saludo escueto, podría haberle saludado como dicta la regla ya que finalmente era su profesor pero se sentía un poco tímido.
El azabache le miro, pero Naruto pudo notar como su mirada se detenía en un punto entre su hombro y oreja, había intentado peinarse de modo que no se notara mucho el pedazo de cabello que le faltaba, su madre le había visto y se alarmado le pregunto qué le sucedió, él le invento una tontería de que mascando chicle se le había pegado al cabello y no le había quedado más opción que el cortarlo.
Su madre le miro escéptica, hasta llego a pensar que era abusado en la escuela pero al final, no le quedo más que aceptar la patética excusa de su vástago.
Ofreció arreglarlo, o al menos intentarlo y eso fue lo que hizo aun así, para Sasuke era como estarlo viendo, un recordatorio de lo inútil que había sido para proteger a Naruto.
― Mama lo arreglo, pero no me preocupa el cabello crecerá eventualmente ― intentaba hacerle sentir mejor, pero al notar que no lograba nada, en un arrebato lo atrajo del saco y lo beso.
El sorprendido Uchiha no tardo en corresponder, sin embargo antes de que pudieran intensificar el contacto se vieron obligados a separarse al escuchar cómo se acercaban algunas personas.
― Uchiha-sensei, Naruto ― Haruno la amiga de Naruto, fue la primera en notarlos.
― Oh, hola chicos ― saludo el rubio un poco nervioso.
― Uzumaki te encargo ― El Uchiha se despidió, para la mayoría no era raro verlos juntos ya que se sabía que el profesor asesoraba al rubio que era realmente malo en matemáticas.
Eso no evitaba que Naruto se sintiera un poco nervioso, sin embargo disimulo bien o al menos eso pensó.
― Oh, Naruto por cierto después de clases iremos a comer, ¿te gustaría venir?
Le encantaría, no solía salir con sus amigos ya que entre mayor era la concentración de gente, también lo era la de los monstruos que le perseguían.
Temía que alguno de sus amigos se viese afectado ― Lo siento pero debo ayudar a mamá, para la próxima.
― Siempre nos dices eso, pero nunca vas ― dijo Ino con cierto tono de reproche.
― Lo siento chicos de verdad.
No insistieron más, y se fueron hablando de trivialidades pero Naruto en verdad deseaba salir con ellos.
Llego a la mansión Uchiha, al entrar se encontró con todos los chicos quienes al verle le hicieron una reverencia.
― Bienvenido príncipe ― saludaron a coro, el rubio les miro afectadamente.
― Gracias, eh chicos yo quería pedirles que no me dijeran príncipe.
― Pero serás el esposo del líder, para nosotros eres nuestro príncipe ― comento Juugo
― Eh, pero no soy su esposo. Y me es incómodo, solo díganme Naruto.
― Si insiste ― contesto un formal Neji.
― Gracias, y quería pedirles un favor, ¿alguien se podría hacer pasar por mi novio, y tomarnos una foto? Mis amigos me la piden, pero sería complicado ya que Sasuke es mi profesor.
― ¿Quién podría ser? ― pregunto al aire Neji.
El rubio les observo a todos, eran muy guapos pero. Juugo se veía demasiado serio e intimidante, para ser sincero le daba un poco de miedo, Suigetsu era raro, Sai tenía esa sonrisilla que ponía los pelos de punta, Gaara y Neji parecían mejor opción aunque podría decantarse por Neji ser veía serio y responsable.
― Yo no tengo ningún problema, Naruto-kun encantado me tomo una foto contigo ― Sai comento como si nada.
― Creo que Gaara sería la mejor opción ― apunto Neji ― se ven de la misma edad.
Bueno ya que lo pensaba, al final fue el pelirrojo quien se tomó la foto con el Uzumaki la verdad se veían bastante bien juntos.
En ese momento apareció el dueño de la casa, quien no se veía muy alegre que digamos.
― ¡Sasuke! ― exclamo con sorpresa el rubio ― estabas aquí.
El Azabache tan solo le llamo con la mano, cuando el rubio se acercó le arrebato el teléfono para observar la foto.
― Valla, parecen una verdadera pareja, se ven muy bien juntos ― dijo con cierto veneno, sin embargo antes de que Naruto pudiese decir algo borro la foto.
― ¿Pero qué te pasa imbécil? ¿Por qué la borras? La necesitaba como prueba. ― ¿ahora qué haría? Necesitaba una foto, conocía demasiado bien a sus amigos y sabía que no le dejarían en paz hasta que les enseñara una foto de su “novio”.
Aun recordaba como Sakura e Ino le acorralaron durante el almuerzo hasta que les confeso, que efectivamente tenía a alguien en su vida.
― ¡Yo soy tu hombre! ― se señaló el bruno ― ¿Cómo puedes mostrar las evidencias de tu infidelidad a tu esposo?
― ¡Bastardo! No eres mi esposo, y tampoco soy infiel.
― Dobe
― Teme
Ah pero que divertido era verlos discutir.
― No seas necio, Usurantokachi. Además no te conviene veras Gaara está envuelto en un complicado trio amoroso con Neji y Sai, Suigetsu se ama demasiado a sí mismo para poder ver más allá de su nariz., y Juugo es asexual. ¿Ves? El único que te conviene soy yo.
― ¿Qué? ― El rubio estaba bastante shockeado ante la confesión, no podía creer que esos tres anduvieran aunque si rememoraba el poco tiempo que llevaba de conocerles, Neji solía ser bastante protector con el pelirrojo, pero lo atribuyo a que era porque Gaara era menor, y Sai bueno le había visto en más de una ocasión dirigir cierta mirada de anhelo al menor ¿Cómo no lo vio antes?
Era temporada de caquis, y en la mansión Uchiha había varios árboles, Naruto y los chicos se dispusieron a cortar a Naruto le gustaban mucho.
― ¡Hay muchos árboles! ― comento el rubio asombrado.
― Si, el amo Sasuke decidió que se quedaran dice que te gustan mucho. Me conto de que de niños se divertían mucho cortando. ― Neji le ayudaba a cortar en estos momentos, los demás estaban en los otros árboles divirtiéndose con los más pequeños.
― Si, muy divertido ― dijo con cierto sarcasmo el rubio, cuando niños él le pedía ayuda a Sasuke para bajar caquis, pero el pelinegro se divertía de lo lindo lanzándolas sobre el pequeño rubio hasta este terminaba completamente sucio.
― Me da gusto ver que Konohamaru ya está más recuperado ― Uzumaki miro hacia el pequeño que sonreía junto a sus hermanos y los demás tengu.
― Escuche un poco sobre su historia, cuando fuimos capturados por Itachi estaba realmente traumatizado.
― Cuando Itachi aún era el heredero para ser cabeza de clan, decidió tomar la batuta del entrenamiento de Konohamaru y sus hermanos, ellos en un futuro, como estaba designado, formarían parte del grupo de elite que sirve al líder. Fue algo inusual pero nadie sospecho nada, sin embargo fue una masacre, si no lo detienen los hubiese matado a todos.
El rubio se quedó consternado algo así había escuchado pero tanta crueldad era demasiado; el castaño continuo el relato. ― Udon murió, como demonios que somos tenemos dos vidas en caso de perder una tenemos una de “repuesto” que una vez perdida no hay vuelta atrás. Quedaron muy afectados pero Konohamaru se sintió responsable por sus hermanos. ― Ambos dirigieron su mirada a los tres hermanos que corrían y sonreían.
― Sasuke les tomo bajo su protección, y decidió hacerse cargo de su entrenamiento el mismo. Es paternal con los más pequeños, porque le recuerdan a ti., el me platico que tenías la misma edad de Konohamaru cuando él se fue de aquí. Siempre hablaba de ti, por eso teníamos muchos deseos de conocerte.
Naruto le miro sorprendido, no pudo evitar pensar en el hecho de que ellos le habían aceptado sin ningún tipo de reparo debido a Sasuke, pero no solo se trataba del hecho de que el fuera su “amo”, no, es porque él le quería realmente.
Se sintió mal al recordar y pensar en lo que sentía el azabache, cada vez que él le rechazo y le decía aquellas crueles palabras, se sintió terriblemente culpable y, se prometió a si mismo que le compensaría por aquel hecho.
No es que se fuera a volver de ahora en adelante un obediente y dulce novio, no estaba en su naturaleza, pero trataría de pagarle.
Y le agradecía por todo lo que le daba, y le seguía dando.
Le dolía terriblemente la cabeza, abrió los ojos y al enfocar no reconoció el techo, con cuidado miro a un lado y hacía el otro y definitivamente ese no era su cuarto.
Al girar se topó con el rostro sereno de Sasuke que le miraba, casi se avienta al techo del susto.
¿Qué paso? ¿Cómo termino ahí? Auch ¿Por qué su cabeza dolía tanto? Se llevó una mano hacia esta y descubrió que tenía sangre.
En serio ¿Qué mierda había sucedido?
― Te emborrachaste, y no pudiste dar dos pasos antes de caerte y terminar en el piso sangrando. Tuve que traerte hacía aquí.
― Pero yo no ― Intento decir pero recordó que mientras comían los chicos le ofrecieron un poco de ponche pero al parecer este tenía un poco de alcohol. ― El ponche.
― Te volviste el monstruo de los besos, le robaste su primer beso a los trillizos.
Naruto quería decirle que mentía pero el recuerdo de él besando a Konohamaru llego a su mente, rayos como pudo emborracharse así. Se halo de los cabellos con desesperación, Sasuke solo le veía divertido mientras el rubio hacia su drama.
― Bien suficiente, voy a curarte y para castigarte hare que duela ― dijo el azabache, acostó al rubio sobre la cama y se puso encima suyo.
― Detente, Sasuke ― quiso decir pero el azabache había comenzado a lamer la herida ― Es-espe – auu ― se quejó si le dolía, pero como cada vez que Sasuke le curaba era placentero también.
Le curo la herida, pero no se conformó con eso y comenzó a besarle apasionadamente, a lo que el rubio no se opuso.
Bastante motivado por la participación de Naruto, el tengu comenzó a pasar sus manos por el cuerpo del rubio, comenzando a colarlas debajo de la ropa, el rubio no deseaba quedarse atrás y el también comenzó a tocar a Sasuke.
Las cosas estaban subiendo de nivel bastante rápido, pero el sonido del celular del rubio les interrumpió, Sasuke estuvo a punto de dejar al Uzumaki sin teléfono pero este lo impidió.
Era una llamada de su madre, quién le avisaba que su padre había llegado a casa, y que le esperaba. Había extrañado bastante a su progenitor así que también deseaba verlo.
― Es mamá, mi padre ha llegado a casa debo irme.
― Tu padre viaja mucho, ¿verdad?
― Si, es profesor de universidad, pero viaja mucho debido a su trabajo de investigación.
― Es profesor, ¿y aun así tienes tan malas notas? Usurantokachi ― dijo burlón.
― ¡Solo soy malo en matemáticas! ― contesto irritado.
― Como digas, bien te acompaño a la salida.
Le hubiese gustado llevarlo a casa, pero el mismo Naruto le había dicho que aún no era tiempo que le vieran sus padres.
Al llegar a casa su padre le recibió con un fuerte abrazo.
― ¡Mi bebé! Al fin después de pasar tanto tiempo separados, estamos juntos.
Su padre sin importar el tiempo no dejaba de ser dramático.
― Esta bien papá, ya no soy un bebé.
― Oh Naru, sin importar cuanto lo digas para mí siempre lo serás. Lamento haberme perdido tu cumpleaños, pero te he traído varios regalos y tenemos una sorpresa.
Lo llevo hacia la sala de estar donde en una mesa había diferentes platillos, desde su amado ramen hasta pastel de chocolate ¡eran sus platillos favoritos!
Su madre estaba ahí esperando por él ― Gracias mamá, papá pero ya me habían celebrado.
― Pero este viejo no estuvo presente, y quería festejar como era debido.
Pasaron un rato agradable, estaban viendo los presentes cuando Naruto se percató del paquete de libros de su padre; debido a sus investigaciones solía haber montones de ellos regados por doquier.
― ¿En que trabajas ahora, papá?
― Estoy investigando el Folclore Japonés ― le paso uno de los libros, y Naruto casi se le sale el corazón al verlo.
En ese libro hablaba de los demonios tengu, es como si ese libro fuese hecho para que lo leyera.
― Ese en especial habla sobre los demonios tengu, quienes según la leyenda suelen capturar jovencitas para convertirlas en sus esposas y comérselas, si alguna llega a sobrevivir solo le esperan cosas terribles. Debes tener cuidado Naru, no quisiera que algo malo te pasara que tal que un horrible tengu te roba.
Casi, casi le dan ganas de reír histéricamente si su padre supiera ― ¡No soy una chica papá!
― Ya lo sé, pero eres tan lindo que seguramente no podrían resistirse.
Se sonrojo de vergüenza, pero una parte de él no podía parar de pensar en lo que le esperaba, aún era incierto su futuro, si bien había aceptado sus sentimientos por Sasuke.
¿Qué es lo que le sucedería si se casaba con este? En ese momento el sonido de los truenos en el cielo anunció una tormenta.
Al llegar a la escuela noto cierto revuelo, lo que le extraño en demasía, entre el grupo de personas pudo distinguir a sus amigos.
― Buenos días chicos, ¿Qué sucede?
― ¿No lo sabes Naruto? ― pregunto su amiga pelirosa.
― Tenemos un héroe en la escuela ― apunto Ino con emoción ― Debido a la tormenta el rio se desbordo, y un niño cayó en él, pero ¡Uchiha-sensei salto para salvarlo!
El mencionado apareció por el pasillo, se había quitado el saco y la camisa, iba medio desnudo por la escuela e iba completamente mojado.
― Estúpido exhibicionista ― murmuro el rubio molesto, ya que las chicas y uno que otro chico, babeaban por donde pasaba el Uchiha.
¡Era suyo! Quería gritarles, pero se tuvo que morder la lengua ya que no podía decirlo, sus ojos se toparon los pozos insondables del tengu, quien le hizo la seña de que lo acompañara.
― ¿Naruto-kun? ¿A dónde vas? ― pregunto lee al ver que el rubio comenzaba a desaparecer.
― Eh- olvide algo en el casillero ahorita regreso ― y se fue, alcanzo al Uchiha en su oficina y nada más entrar este le abrazo.
― ¡Suéltame idiota! Me vas a mojar. ― dijo tratando de soltarse del abrazo.
― No, tengo frio necesito que me des calor o moriré de hipotermia.
― ¡Pues no deberías de ir por el pasillo, desnudo!
― ¿Celoso?
― Eso quisieras.
― Oh, yo que te llame porque tenías esa mirada ya sabes como diciendo ¡No lo miren es mío!
― Yo no mire a nadie así.
El Uchiha sonrió porque sabía que Naruto mentía, entonces el rubio se percató de algo el tengu estaba prácticamente seco.
― ¿Cómo? ― pregunto extrañado.
― Es debido a ti, secarme es algo que no toma mucho de mi poder pero al estar cerca de ti tú lo potencias.
Nuevamente las dudas asaltaron al rubio, que es lo que le pasaría una vez casado con Sasuke, tal y como dicen los libros ¿Moriría? Al final Sasuke no resistiría y terminaría por comérselo.
El azabache noto la duda en los ojos cerúleos que tanto amaba ― ¿Qué pasa?
― Nada ― mintió, no se atrevía a preguntarle.
― Tengo algo para ti. ― dijo y le extendió un collar, de este colgaba una pluma negra, lo giro y se la ato al cuello.
― ¿Qué es?
― Es una de mis plumas, te servirá como protección, y es mi manera de decir que ya tienes dueño.
― Valla están muy juntitos, al parecer ya es un hecho que están juntos.
― ¡Kuzunoha! ― exclamo el rubio al ver al joven zorro, hacia días que no le había visto.
El futuro líder del clan de los zorros estaba frente a él, había escuchado que había peleado con Sasuke por el derecho a casarse con él, al final fue el tengu quien ganó pero había resultado herido.
― ¿Vienes a que te mate de nuevo?
― No, he reconocido mi derrota y me rindo. Naruto es tuyo y lo he aceptado ― dijo levantando las manos en son de paz.
― Me cuesta creerte ― dijo el azabache y levanto la ceja, confiar en los zorros sería un completo error.
― Soy sincero, de verdad.
― Si tus palabras son sinceras, demuéstralo. Déjame ver tu fuente de la inmortalidad.
― No sé de qué me hablas.
Sasuke resopló ― Tu lo que quieres es que te mate.
― No, de verdad no lo sé, aun no soy el líder por lo tanto aún hay cosas que desconozco pero averiguare.
Dicho esto se fue, pero Naruto se preguntó que es “La Fuente de la Inmortalidad”, y porque sentía que tenía que ver con él.
Tras la insistencia de sus amigos, Naruto accedió a salir con ellos fueron a comer y por primera vez pudo estar rodeado de ellos sin que ningún demonio o espíritu le molestara, de hecho desde que Sasuke le dio el collar pudo notar como este los repelía.
Comieron y fueron de compras, al finalizar insistieron en ver la foto con su novio cosa que le avergonzó ya que Sasuke se había transformado para que no le reconocieran, pero en su lugar se había dejado el cabello largo, ojos rojos, en su mejilla estaba escrita con tinta roja que simulaba sangre la palabra “Death”
En resumen era un loco, sus amigos le miraron como diciéndole que tenía problemas pero al final hablaron con él, y le externaron su apoyo sabía que podía contar con ellos.
No había podido ir al dojo de Lee, pero prometió regresar esa misma semana.
Eso le hizo ver lo valiosos y preciados que eran sus amigos para él, definitivamente aún no estaba listo para perderlos.
Aún no sabía cómo tocar el tema con Sasuke, pero quería saber, y también que el tengu supiera que aún no estaba listo para separarse de las personas que le importaban.
Llego a la casa del azabache y entro, la verdad siempre se preguntaba por la seguridad de la casa aunque suponía que debido al poder que los demás podían sentir dentro de esta nadie se atrevía a acercarse.
La voz de Sasuke llegó a sus oídos, sin querer ser visto aún, se permitió escuchar la conversación que este sostenía con su general.
― Sasuke, no puedes retrasar la boda por mucho, la gente del clan se empieza a impacientar.
― Lo sé, pero Naruto aún no está listo y no me atrevo a alejarlo de los suyos.
― Lo sé, hemos aprendido a conocerlo y apreciarle, pero no olvides que tienes una obligación.
― Le pedí a Kuzunoha que me permita ver la fuente de la inmortalidad, pero fingió no saber nada.
― Sería muy útil si pudieses verlo, incluso para los más ancestros es un misterio “La Senka”.
El rubio se sorprendió, desde el día anterior había tenido la duda sobre la famosa fuente de la inmortalidad, ahora sabía que tenía que ver con él.
Cuando el momento llegará, ¿podría elegir? Sasuke o las personas que le importaba, ¿sería así?
El rubio iba a prisa por los pasillos del colegio, iba tarde para la asignatura de historia el estúpido de Sasuke le había retenido, se sonrojo al recordar que el también había participado activamente.
― Hola Naruto ― El saludo del peliplata le sobre salto, Kuzunoha se hallaba frente a él.
― Hola ― recordó lo que había escuchado el día anterior ― Kuzunoha, quería saber ¿Qué es la fuente de la inmortalidad?
― Realmente no tengo del todo la información, pero sé que pertenece a mi clan y el viejo no me deja mostrarlo, pero sé que habla de “La Senka”; si habla de Naruto ¿No deberías poder leerlo?
― Pero dices que no te dejan mostrarlo.
― No me dejan sacarlo de casa, pero si vienes a mi casa creo que podría mostrártelo. ¿Qué dices? Ven mañana a mi casa y te lo mostrare.
¿Qué debía hacer?, el rubio miro al zorro y por alguna razón aquella sonrisa que le dio le provocó un escalofrió.
Continuara…