Tener clases teóricas en las mañanas no debería de ser legal.
Llevaba apenas 20 minutos de esta clase y ya estaba cayendo en el aburrimiento total, y era evidente que otros estaban de la misma forma. Pues al ser tan aburrida la clase y el profesor tan distraído, cada quien hacía lo que quería aunque todos se encontraban en silencio, gracias a dios.
Volteo ligeramente y aquel chico a mi costado se encontraba leyendo, de nuevo, solo que ahora un libro diferente. Alcanzo a leer en la portada el título: “El señor de las moscas”. Vaya, ese era otro libro que había leído ya, de verdad que tenía buenos gustos este chico. Y por lo que veía, era un adicto a la lectura, pues a pesar de haberle visto un libro ayer, parecía que con este ya llevaba la mitad.
-¿Tengo algo en la cara? – Escucho justo en ese momento. Notando que era éste mismo chico el que me hablaba. Demonios, seguro debo de haberme quedado viendo a su dirección sin darme cuenta.
-Eh no..-
-¿Entonces? ¿Tienes algún asunto conmigo? – Preguntó nuevamente, con aquella misma voz tan cargada de seriedad, comienzo a pensar que esa es su voz normal.
-No, es solo.. que veía el libro que tienes, es.. es uno muy bueno te deja un sentimiento bastante.. pesado, al tratarse de niños y todo lo que llegan a hacer.- ¿Qué rayos estoy diciendo? Debo de sonar como un tonto. Este chico mantiene su mirada un momento sobre mi, antes de voltear a ver su libro un momento.
-Parece que sabes bastante.. no pensé que fuera a haber alguien con verdadero cerebro o buen gusto en este lugar.- Aunque seguía sonando un tanto monótona, su voz ahora tenía un pequeño cambio, algo que se sentía como si.. fuera comodidad.
-Tengo mucho tiempo muerto en casa así que.. lo gasto con cualquier cosa, una de ellas es leyendo. Aunque tampoco podría decirse que se demasiado.-
-Ya es bastante que conozcas sobre buenos libros y no de esos estúpidos libros de adolescentes que leen otros chicos.-
-Veo que eres un amante verdadero de los libros.. déjame adivinar, ¿Literatura? – Es extraño, sin querer esta conversación fluye y no estoy seguro de cómo.
-Estas en lo cierto.. Soy Zexion, creo que ayer no nos presentamos correctamente.- Me extendió la mano, la cual solo miré un tanto sorprendido. Es la primera vez que.. hablo de esta manera con alguien. Normalmente solo entablaba conversaciones porque fuese necesario por la escuela pero ahora.. es diferente.
-Soy.. Soy Roxas. Es un gusto, Zexion.- Estreché su mano tan solo unos segundos mientras este chico asentía como regresándome el saludo, antes de que este chico, Zexion, volviera a su lectura después de unos momentos. Pensé que ahí moriría la conversación, por lo que me voltee hacia el frente, cuando de repente escuché nuevamente su voz.
-Me disculpo por el alboroto que causo Demyx ayer, es un poco imbécil, pero no es mala persona.-Su voz sonaba baja, y en ningún momento aparto la mirada de su lectura. Desde ayer me había imaginado que estos chicos se llevaran, pero al no verlo en nuestro salón, he de suponer que es de otra área o es de un grado mayor.
-¿Siempre es así de.. bueno, ya sabes, tan a la defensiva? Juraba en su momento que podría saltar sobre mi antes de que siquiera se detuviera a analizar correctamente la situación.-
-Es demasiado impulsivo, y muy pocas veces se da cuenta de que realmente la culpa la tiene él, por descerebrado.-
-Veo que lo conoces bien.. ¿Son cercanos? - ¿Qué? Uno puede tener curiosidad, es normal en cualquiera.
-Algo así.. Nos conocemos por un grupo en el que estamos en común con otros chicos. Aunque no podría decir que somos los mejores amigos ni nada. Por lo general solo se la pasa alrededor como una mosca: Por más que lo espantes, siempre se mantiene ahí. -
-Pues puedo ver que te respeta.. o te tiene miedo. Ayer con unas palabras y pasó de querer darme una paliza a ir corriendo contigo.-
-Es porque no quiere salir lastimado de nuevo..- Aquello me indico que en efecto, Zexion es alguien un tanto peligroso. Por suerte iniciamos con el pie derecho.
Después de aquello no volvimos a hablar en lo que restaron las clases. Debo decir que fue bastante extraño.. Comenzaba a pensar que todos serían de esas personas desconsideradas o carentes de inteligencia, pero al parecer hay personas.. Agradables, podría decirse, en este lugar. Al menos con Zexion era un tanto gratificante conversar, con él podía tener charlas que con Ventus no tenía, pues era claro que a él no le interesaba nada de eso.
Al terminar las clases y entrar a receso, Zexion se fue rápido del aula, mientras que yo apenas recogía mis cosas. Una vez afuera me pasee un poco por el lugar, como había hecho el día anterior, así al menos iba conociendo bien los lugares que habían, y de esa manera tal vez encuentre donde quedarme y estar tranquilo en los recesos.
Mis esfuerzos dieron frutos, al dar con una parte cercana a las escaleras donde no pasaba gente, al menos estaría tranquilo por los próximos 30 minutos. O eso creía.
-Y entonces todos se sorprendieron con mi grandiosa habilidad al tocar, debiste de verme. ¿No quieres que te haga un show gratuito, Zexion? – Aquella voz me sonó bastante familiar, y por el nombre mencionado, supe ya quien era su acompañante.
-Para nada, no me interesa ese intento de música que haces con tu instrumento ese..-
-Oh vamos, seguro que te terminará gustando..- De repente ambos se detuvieron al entrar al pasillo en donde me encontraba, aquel chico rubio de ayer era el que acompañaba a Zexion. ¿Cómo dijo que se llamaba?.. -¡Hey tu! ¡Eres el chico de ayer! –
-Hola Roxas.- El saludo de Zexion sonó totalmente calmado, como si ignorara por completo a su acompañante.
-Hola Zexion. Veo que tienes compañía..- Me mantenía alerta debido al chico ese, Zexion mencionó que fuese impulsivo, y no tenía nada de ganas de entrar en alguna disputa.
-¿Eh? ¿Lo conoces, Zexion? – El rubio volteo a verlo sorprendido, antes de regresar su mirada a mi.
-Es un chico de mi aula. Hablamos un poco en clase.-
-¿Qué? ¿Tu hablas con alguien por voluntad propia? Eso si que es extraño..-
-Es gratificante hablar con alguien que tenga un poco de coeficiente intelectual mayor al tuyo o al de Axel, ya que son los que siempre andan cerca.- Era bastante extraña la manera en que esos dos se llevaban, es como si aunque Zexion lo despreciara, aun así el otro chico supiera que es su forma de quererlo..
-Ehm.. ¿podrían no hablar de mi como si no estuviera presente? – Mencioné, a lo que ambos chicos voltearon a verme a la vez. El chico rubio soltó un suspiro antes de pararse frente a mi y extender su mano, acción a lo cual yo lo mire totalmente extrañado.
-Si Zexion habla contigo debe de ser porque eres alguien de fiar.. Empecemos de nuevo, Soy Demyx ¿Y tu eres? –
-Eh.. Roxas.- Estreché su mano un tanto precavido, no sabía del todo como reaccionar o que esperar de este chico tan.. cambiante.
-Bueno, un gusto Roxas. Disculpa lo de ayer, supongo que empezamos mal. Pero hey, ¿quién diría que llegaríamos a conocernos así? Y al menos ya sé que eres un tipo con agallas, para responderme de esa manera y no intimidarte.. y sobre todo para querer hablar con Zexion sin temor a morir – De repente solo se escuchó un “Ouch” proveniente de Demyx, quien había recibido un golpe en el hombro por parte de Zexion, he de suponer que por el ultimo comentario que había hecho.
-Supongo.. – Susurré mientras los observaba. De la nada vi como este chico rubio tomaba asiento en frente de mí, antes de voltear a ver a Zexion.
-Hey, ¿Y si pasamos el almuerzo con él? Parece un buen chico..- Apenas intercambiaste unas palabras conmigo y ahora resulta que soy buen chico.. o eres demasiado amigable, o demasiado estúpido. Claro que no soy malo, pero esa velocidad para tomar confianza no es sana.
-Como quieras.. iré a buscar a Axel primero.- Y sin decir una palabra más Zexion retorno por donde habían llegado y nos dejó a mí y a Demyx en ese pasillo.
Debo decir que pensé que todo se quedaría en un silencio incomodo, pero por el contrario este chico se mantuvo haciéndome preguntas o diciendo comentarios, contando experiencias suyas con otras personas de las cuales no recuerdo ni la mitad de los nombres, entre otras cosas.
-Si estas en el aula de Zexion, quiere decir que eres de Artes, ¿no? ¿Qué especialidad? –
-Eh.. música.- Este chico podía seguir hablando y hablando.. es sorprendente. Aunque en absoluto es normal para mi.. creo que lo que he respondido a él y lo que he hablado con Zexion ha sido lo máximo que he hablado con alguien que no fuese mi hermano.
-¿En verdad? ¡Wow! ¡Que coincidencia! Soy de esa misma área, solo que yo ya voy un año delante de ti. ¿Qué tocas? -
-Piano.. ¿Y tú? –
-Un grandioso instrumento, y soy el mejor en ello. Toco el Sitar.-
-Vaya, es bastante.. inusual, que alguien toque eso..-
-Lo sé, pero es un instrumento mágico. Algún día te mostraré que tan bueno soy. Pero mientras, ante cualquier cosa, No dudes en decirme- Y una sonrisa bastante amplia y confiada se mostró en su rostro. Ayer apenas tenía la intención de golpearme y hoy me está diciendo todo eso. Vaya que es un tipo peculiar.- ¡Ah! Que bueno que están aquí ya se habían tardado, ¿Dónde rayos estabas, Axel? –
-Tal vez estaba ocupado, o tal vez solo quería estar comiendo sin tenerte cerca. -Aparentemente todos ellos se llevan de manera un tanto agresiva, supongo que así tienen una extraña armonía. Y de repente frente a mi, se encontraba Zexion acompañado de un chico, bastante alto y de figura delgada y con un cabello rojo y puntiagudo que se me hacía bastante familiar. ¡Era el chico que empujó a Ventus ayer!
-¡Hey! Tu fuiste el imbécil que empujó a mi hermano ayer por estar corriendo como loco.- Lo miré con el ceño ligeramente fruncido, era obvio que no estaba feliz de verlo.
-¿Ah? Oh eso.. Disculpa, andaba con prisa y si llegaba tarde Xemnas me habría hecho picadillo incluso antes de que iniciaran las clases.- Aquel chico pelirrojo se encogió de hombros, restándole importancia al asunto.
-Al menos pudiste detenerte a decir lo siento.- Murmuré con una mueca en el rostro. Sé que no servía de nada molestarse ahora y era claro que no pretendía pelear, pero no me quitaba la molestia.
-Ya, ya, está en el pasado. ¿Qué dices si iniciamos de nuevo? Mi nombre es Axel ¿Lo captas? – Con su dedo índice hizo un gesto indicando que lo “recordara”. Yo tan solo chasquee la lengua y me levanté de mi lugar con la intención de regresar al salón.
-¡Hey! ¡Roxas! ¿A dónde vas? – Gritó Demyx detrás de mí, sin embargo no voltee a verlo, tan solo seguí mi camino. De los otros dos chicos, no alcancé a escuchar que dijeran algo.
Ya se, esa molestia se debe de pasar. Después de todo, no puedo estar eternamente disgustado con alguien. Pero al menos por ahora no quiero nada que ver con aquel chico de cabellos como puercoespín.