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En mas de una forma por Yui Taisho

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Notas del capitulo:

¡Hola a todos! Dios mío, casi no puedo creer que me atreviera a escribir una continuación, y lo que es peor, debo decir que para bien o para mal la historia que idee originalmente como un one-shot terminara siendo de unos 5 capítulos según mi estimación. Esto es lo que pasa cuando das rienda suelta a tus desvaríos.


Como siempre debo aclarar que los personajes no me pertenecen, son del genial Stan Lee y los nórdicos por supuesto, la historia es mía.


¡Espero disfruten el capítulo!

La familia real se encontraba dividida, eso saltaba a la luz con solo contemplar sus semblantes; el gobernante de Asgard, Odin Borson, sentado en el extremo de la enorme mesa miraba con desaprobación a su primogénito, la ira se podía percibir ardiendo como un fuego en su único ojo; fulminaba al rubio heredero con la mirada. El ya mencionado joven no se quedaba atrás en la guerra de miradas, su semblante recio gritaba determinación, o eso esperaba, la verdad es que estaba aterrado, tenía el presentimiento de que su corazón se detendría en cualquier momento, eso o que los intestinos se le macharían hasta que solo quedara en su estómago una masa sanguinolenta de tejido y jugos gástricos.


No temía por él, oh no, aun cuando su padre le había estado reprochando hasta hace unos minutos su inmadurez el ya no se consideraba un niño, y definitivamente no era ningún cobarde que temblara ante la perspectiva de que sobre su persona callera la ira del rey, si sentía la sangre repiquetearle en los oídos era porque no dejaba de pensar que de un momento a otro Odin llamaría a los guardias y les ordenaría apresar a Loki, o tal vez incluso, si su ira era tan grande, podría formar un portal y lanzar al mínimo por él, lo desterraría a un lugar horrible y lejano donde nunca podría volver a verlo, ni cuidarlo ni saber si había conseguido comida que saciara su apetito... Thor Odinson estaba aterrado a niveles que no creía normales, y que su mascota (enserio, debía dejar de pensar del joven azabache de esa forma) estuviera totalmente desnudo, comiendo de los manjares repartidos en la enorme mesa con total tranquilidad y restregando una de esas largas piernas contra SU pantorrilla no ayudaba nada.


Tenía que ser un comportamiento de gatos.


Alegaría hasta quedarse afónico que aquellos toqueteos tan insistentes que estaba recibiendo solo eran una vieja costumbre gatuna.


- Odin, tal vez deberíamos…- la voz conciliadora de la reina se fue apagando poco a poco, terminando el susurro con cierto tono sugerente, ella era la otra protagonista de este dilema familiar.


Le había costado asimilarlo, luego de entrar a la habitación de su hijo y encontrarse con un hombre desnudo echado sobre el nadie la podía culpar; tal vez en algún futuro se reiría de esto, ahora ya casi comenzaba a hacerle gracia el imaginarse la cara que habría puesto al enterarse que ese joven que no se soltaba de su pequeño era nada más y nada menos que Loki, el gato.


Su mente se aclaró bastante luego de escuchar la explicación del azabache, claro que eso no le calmo del todo los nervios pero al menos comprendió un poco mejor. Ella misma había escuchado historias sobre ese pueblo donde todos sus habitantes tenían maravillosas habilidades mágicas, mas allá de cualquier comprensión y que resguardaban con recelo, lamentablemente no eran especialmente buenos luchadores, eso les llevo a perder sus tierras, su mundo fue destruido y acabaron vagando alrededor de los demás reinos. Tal vez fue la certeza de que los padres del gato de su hijo debían estar muertos lo que le hablando el corazón, ella conocía el dolor de perder a su gente o verse obligado a vivir lejos de ellos.


Así que acepto la misión de ayudarles, si tan solo el desdichado felino cooperara… Frigga no era tonta, sabía que lo rojo en la cara de su hijo no se debía exclusivamente al enfrentamiento que estaba teniendo con Odin, si él lo notaba (cosa que probablemente ya había hecho)… además ¡Estaba desnudo! ¡Se había atrevido a presentarse desnudo ante el gobernante! ¡Y Thor no había hecho nada por impedirlo! A pesar de que ella había mandado a unas doncellas a conseguir ropa de su talla, y les había indicado al par de niños que ella trataría de ablandar terreno mientras se arreglaban.


Sus esfuerzos habían sido inútiles, la imagen que había tratado de construir ante su marido se había desmoronado. Pero a pesar de eso, se había prometido ayudarles,  lo había hecho… aun a sabiendas de que el pueblo no estaría feliz cuando la noticia se hiciera pública, ella quería la felicidad para su hijo, y sabía que él era feliz estando con Loki.


- No Frigga. Tú lo sabias.- No fue una pregunta. El ceño del Padre de Todo se apretó todavía más.


- Me entere hace una hora.


- No puedes aprobar esto. ¿Sabes lo que será de Asgard cuando los otros reinos se enteren?


- Lo realmente importante es.- El de ojos verdes hablo luego de 20 minutos en los que había conseguido devorar todos los platillos a base de pescado o carne que había a su alcance. Por lo general no era de excederse, pero era su primer banquete real así que no podía desperdiciarlo.- ¿Cuándo se anunciara el compromiso entre Thor y yo?


El sentimiento fue unánime, cinco ojos lo fulminaron, el dueño de los más azules rogaba porque el techo se desplomara sobre él.


- No estás en posición de hacer semejante declaración. Thor es mi heredero.- y por la forma en que el soberano lo expreso no parecía especialmente orgulloso de eso.- Tu aquí solo eres un forastero, no obtendrás mi consentimiento.


- Esposo mío, tal vez deberías reconsiderar.- se apresuró a intervenir la reina antes de que el impertinente muchacho dijera algo más que los pusiera en peor situación. Se aseguró de mandar una mirada de advertencia al rubio, más vale que controlara a su gato.- Thor nos aseguró que él fue quien le propuso matrimonio a Loki en primer lugar.


- Asi fue padre, si me permites incluso…- La mirada que recibió contenía la suficiente ira como para hacerlo callar y bajar la mirada. Maldiciéndose interiormente aunque no por eso menos alarmado. Enserio, ¿Cuánto tiempo podría aguantar su corazón latiendo tan desaforado?


- No te permito. Me has deshonrado, ahora no eres más que una vergüenza para mi casa.- Solo la mirada que se formó en la reina tuvo el suficiente peso como para hacerle callar antes de sacar más de su enojo. Cerró con fuerza el único ojo que le quedaba, por las líneas que se formaban en su mandíbula quedaba claro que esta igual estaba sellada, luego se recargo contra el respaldo de su enorme silla.


El silencio reino una vez más.


El menor de la familia real no se atrevía a buscar los ojos de su madre, la vergüenza le impedía levantar la mirada, se sentía indigno de sus padres, de su título y de su reino; tal vez el pelinegro se dio cuenta de eso, por eso es que se inclinó tratando de recargarse contra su regazo y comenzó a producir un sonido similar a un ronroneo.


Se consumió un pesado minuto más hasta que el patriarca se dignara a dirigir su voz nuevamente, parecía que sus reflexiones habían concluido, y en su expresión, aun cargada de reproche, se pudo intuir que había tomado una resolución. Los otros dos miembros de la familia sabían que poco se podía hacer cuando el rey daba un mandato.


- Estas son mis condiciones, cúmplelas y permitiré que la pequeña bestia habite en mi casa. Si has decidido que estás listo para el matrimonio que así sea. A partir de mañana y durante treinta días las puertas del palacio permanecerán abiertas en una continua celebración, todas las doncellas solteras y en edad fértil serán recibidas, la invitación se extenderá a los demás reinos, todas tendrán la oportunidad de cortejarte, y tu Thor, estarás obligado de tomar como cita al menos a una cada día. Si me doy cuenta que no le das las atenciones que merece mandare a Loki a dormir a los establos.


Luego de concluir volvió a echarse para atrás en el asiento, conservando la figura recta e imperturbable, totalmente inaccesible para cualquier trato. El ojo inquietante fijo en su primogénito, tal vez a la espera de una respuesta.


El príncipe estaba lejos de saber que responder, quien lo viera podría conjeturar que su cuerpo estaba presente pero su mente vagaba en un limbo. Comenzaba a volverse incomodo, más si se consideraba que había quedado sujetando a Loki con sus fuertes brazos y tapándole la boca con una mano. Había estado en esa posición desde que su padre comenzó a hablar y se percató de que el felino se disponía a lanzársele encima tras el primer insulto, el mencionado minino forcejeaba, gruñía, trataba de rasguñar los brazos del asgardiano pero el desgraciado parecía estar echo de acero, había incluso comenzado a morder la palma de su mano con la esperanza de que lo liberara.


Comenzaba a cansarse cuando pudo respirar nuevamente, se llevó las manos al cuello jadeando, la mirada de reproche que le lanzo al rubio nunca llego a ser vista.


- No hablaras enserio. No quiero casarme con una mujer que no conozco.- Se había levantado airado, sus puños se estrellaron en la mesa.


- Sin embargo pensabas hacerlo con una bestia.- Los músculos de Thor se tensaron sin proponérselo conscientemente, se hubiera lanzado a los golpes de no ser porque el rey supremo también se levantó. La imponente figura, pese a la edad, con su lanza dorada en la mano formaba una imagen incuestionable. El joven apretó tanto los dientes que rechinaron. No tenía forma de hacer valida su objeción.- 30 días Thor, si después de eso sigues queriendo desposarte con él lo permitiré.


~ • ~ • ~ • ~ • ~


- ¡Jamás me habían insultado tanto!.- Grito colérico el azabache una vez estuvo de regreso en la habitación del rubio. En su habitación.


La respiración agitada, sus garras cerradas en puños con tanta fuerza que podía sentir las puntiagudas uñas lacerar su propia piel pero no le importaba, no cuando la rabia que lo consumía era tan malditamente intensa. Hierro candente derramado en sus entrañas. Bilis vertida en su boca. Veneno corrosivo salpicado en su rostro.


Escucho la respiración tras suyo, sabía quién era pero eso no menguaba su furia. Profiriendo un feroz gruñido giro sobre sus talones y en un movimiento tan rápido que Odinson no fue capaz de predecirlo se lanzó contra el príncipe, aferrando su cuello con una de sus garras, gruñía mostrando los dientes frente a la cara del otro.


- ¡Esto es tu culpa! ¡No me defendiste! Permitiste que ese estúpido viejo me insultara. ¡Eres un asqueroso cobarde!.- chillaba con tanta fuerza que cada silaba desgarraba su garganta, salpicaba saliva entre las palabras. Una parte de él sabía que el rubio tonto no había tenido la culpa. ¡PERO MALDITA SEA! La sola idea de verle cortejando mujeres, tener que soportar a malditas zorras insinuándosele a SU prometido y que este tuviera que hacerles caso… la furia era tan grande que por un segundo sintió que su visión se volvía roja. Durante el mismo segundo su cuerpo había convulsionado.


Thor ya se sentía bastante mortificado sin necesidad de agregarle a eso los reclamos de su mascota, el cumulo de sentimientos negativos que se aglomeraban dentro de él fueron la gran razón por la que en un ataque de furia y fuerza bruta se libró del débil agarre que tenía el menor sobre él y con brutalidad le empujo hasta hacer que la delgada espalda chocara contra la pared más cercana, ni siquiera el quejido que salió de los labios del otro, o el ruido de cristales quebrándose consiguieron frenar su furia titánica.


-¡¿Y qué esperabas que hiciera?! ¿!Que carajos por las barbas de Odin esperabas que hiciera si te mostraste desnudo ante mi padre?! ¡DESNUDO!.- Quien viera a Thor en esos momentos fácilmente hubiera podido asociarlo con la imagen de un toro embravecido, totalmente rojo de furia, su respirar era tan agitada y la ira que le recorría era tal que literalmente su cuerpo se sacudía de cuando en cuando, mostrando espasmos musculares involuntarios.


Thor Odinson, el valiente guerrero que a los ojos de la mayoría del castillo seguía siendo un chiquillo rubio demasiado grande y ruidoso daba miedo justo ahora. Loki lo podía atestiguar aun cuando nunca lo admitiría ante nadie, preferiría tener que comerse su propia lengua a reconocer que el asgardiano que adopto como tonto personal le hacía estremecer de temor.


En la posición del moreno poco podía hacer, estando empotrado a todos luces con una pared evitándole el escape, y las enormes manazas del príncipe impidiéndole la huida. Su propia boca lo traicionaba negándose a proferir palabra alguna. Temía desencadenar más furia sobre su persona.


Afortunadamente, el súbito torrente demencial del heredero al trono se fue tan pronto como llego, el arrepentimiento y vergüenza remplazaron la furia en sus facciones cuando torpemente retrocedía, permitiendo que el escuálido cuerpo del felino se deslizara hasta quedar tendido en el piso. A los ojos del rubio Loki, aun en forma aesir, parecía un gatito acorralado, temeroso del enorme perro que le acechaba.


Thor no era alguien especialmente sabio a la hora de usar las palabras, eso no era lo suyo, era un hombre de acción, lo cual quedo demostrado en su incapacidad por saber que decir para suplicar perdón, en lugar de eso corrió cayendo de rodillas ante el azabache y como una tempestad lo aprisiono en un abrazo de oso que a alguien débil fácilmente habría conseguido romper más de una costilla. Loki no era débil, aunque inevitablemente la repentina proximidad de quien segundos antes había sido su atacante le hizo encogerse, temiendo que los grandes brazos en vez de brindarle afecto le causaran más daño. El leve temblor que sacudió su cuerpo fue suficiente para que el dios de las tormentas sintiera su corazón hacerse añicos.


Había dañado a Loki.


Se había enojado y atacado a quien más amaba.


Porque podía auto engañarse todo cuanto quisiera pero muy en el fondo (y en situación de vida o muerte como esta) podía admitir que amaba a su minino con locura, no importaba cual fuera su aspecto, eso no cambiaba para nada todo lo que lo quería.


- Perdóname.- La voz que en ocasiones era como la tormenta misma ahora sonaba sofocada, pues quien la emitía no considero necesario apartar la cara del hombro ajeno para hablar.- Perdóname. Sé que eso no es suficiente pero no sé qué más decir. De verdad lo siento, te quiero mucho no podría perdonarme si te hiciera algún daño.- Las suplicas sonaban torpes a sus oídos, en esos momentos se maldecía por no haber leído más, tal vez si hubiese pasado más tiempo en la biblioteca como su madre siempre le decía cuando era más joven ahora podría disculparse como era debido.


Por su parte quien estaba a un segundo de quedarse sin aire o sin costillas, lo que ocurriera primero, seguía sin conseguir conectar boca con cerebro. Su cuerpo no estaba temblando, pero aun así podía sentir un temblor sacudirlo ligeramente, tardo demasiado en comprender que ese pequeño terremoto era provocado por quien le abrazaba.


El gigante idiota se sentía lo suficientemente mal por lo que le había hecho como para echarse a llorar. Bien. Perfecto. Más vale que así fuese.


Quería odiarlo, quería reclamarle eternamente por este momento, hacerlo miserable e infeliz por el resto de su patética vida. ¿Quién se creía que era para haberlo tratado así? A quien mierda le importaba si era un príncipe heredero. A él no, desde luego. Se encargaría de hacer que se humillase hasta parecer un alma en pena y aun así no le otorgaría el perdón.


Esos pensamientos todavía surcaban su mente cuando sus brazos (otra maldita parte de su cuerpo que al parecer se revelaba a su voluntad) se movieron alrededor de la ancha espalda de Odinson, aferrándose con fuerza a la tela que le cubría.


Eso no podía ser catalogado como un abrazo. Él nunca lo llamaría como tal, y más aún, le arrancaría la tráquea a quien quiera que osara decir que si lo era.


Una parte de su cerebro (otro desgraciado traidor) se dijo sin embargo que estaba bien, que entre esos brazos se estaba realmente bien. Y debía ser verdad, porque en algún momento las sombras de la inconciencia se apoderaron de su mente arrullándolo hasta el mundo de los sueños mientras oía el potente latir de un corazón que no era el suyo a modo de canción de cuna.


~ • ~ • ~ • ~ • ~


Fandral, uno de los mejores amigos de Thor, solía decir que todos los problemas de pareja se resolvían en la cama, lo cual según el entendimiento del príncipe no tenía mucho sentido, primero porque aunque su querido amigo espadachín mostrara mucho más interés en seducir mujeres, cortejarlas y llevarlas a su lecho de lo que él jamás había hecho, dudaba seriamente que alguna vez hubiese tenido una pareja lo suficientemente seria como para ya no solo resolver un problema, sino para tenerlo. Y segundo, porque si los miembros de la pareja están molestos entre ellos era muy poco probable que quisieran dormir juntos, por lo menos él cuando se enojaba lo único que deseaba hacer era irse a algún lugar donde pudiese destruir cuanta cosa se le pusiera por enfrente. No es que se enojara con gran frecuencia, pero cuando llegaba a pasar eso era con lo único que se volvía a serenarse.


No obstante, si ahora mismo tuviese a Fandral delante suyo, diciéndole con aires de sabiduría la dichosa frase no le quedaría de otra que otorgarle la razón.


Aun cuando su madre seguía viéndole como un niño Thor ya estaba lejos de ser uno, su poco interés en las mujeres o cualquier cosa que no fuese su bendito gato no significaba que fuese desconocedor de temas sexuales, así que sabía bien a lo que el espadachín se refería al decir eso de que los problemas se resolvían en la cama, pero él se atrevería a darle otra interpretación, y estaba seguro de que cualquiera con más sensatez que Fandral también lo haría; los problemas sí que se podían resolver en una cama, pero bastaba dormir abrazados para que la magia ocurriese, a estas horas de la mañana ese era su caso, podía jurárselo a los mundos mientras la cabeza de Loki descansaba en su musculoso brazo, manteniendo una respiración acompasada.


Llevaba varios minutos despierto, contemplando en total silencio lo pacifico que lucía el pelinegro, la otra noche habían tenido una discusión bastante fea que rogaba a lo sagrado nunca se repitiera, luego de haber estado abrazados por mucho, mucho rato y que su pequeño Loki se quedara dormido con la cabeza apoyada en su hombro, él, con muchísimo cuidado, le había cargado en brazos y llevado hasta su lecho, una vez allí de nueva cuenta lo había abrazado contra sí. Sus músculos que con cada nueva sesión de entrenamiento parecían aún más hechos de acero ahora habían pasado a adquirir la función de una almohada. Thor se sabía patético al reconocer el hecho de que no le molestaba en lo más mínimo.


La idílica escena se resquebrajo ante el repiquetear en la puerta, el príncipe había estado tan absorto contemplando el rostro del más joven que el repentino sonido consiguió hacerlo pegar un respingo, no había sido tan exagerado, pero si lo suficiente como para que unas orbes verdes se hicieran presentes nuevamente.


- Su alteza perdone que moleste.- habla una joven con el atuendo típico de la servidumbre luego de entrar y componer una inclinación de cabeza.- Su padre el rey reclama su presencia. Las puertas del palacio ya han sido abiertas, El Padre de Todo solicita que usted se encuentre allí para recibir a las damas.


Si Loki no estaba del todo consciente cuando entro la doncella ahora sí que se encontraba en sus cinco sentidos, todo rastro de sueño se había esfumado ante la simple mención a las mujeres que se suponía, Thor Odinson debería comenzar a cortejar a partir de hoy.


El heredero al trono asgardiano no deseaba tener que repetir la discusión de ayer. De eso estaba seguro.


- Entiendo, ahora te agradecería que te marcharas, en cuanto este presentable acudiré ante padre.- Contemplo como la joven volvía a reverenciarle antes de salir. El ambiente en los aposentos del príncipe había perdido toda aura relajada.- debo ir, ya haz conocido el carácter de mi padre, si no cumplo con lo acordado tendré consecuencias.


Se bajó del enorme lecho sin atreverse aun a sostener la mirada al minino, se podía hacer una idea de los sentimientos que se encontraría al chocar contra esas esmeraldas y por más que le llamaran cobarde prefería evitarlo, no iba ocasionar otra contienda.


Con la mayor de las prisas se fue arreglando, colocarse la armadura (uno de sus más grandes tesoros) por si solo siempre era complicado, luego de unos minutos de estar batallando con sus propias extremidades al fin lo había conseguido. ¿Cómo se atrevía su madre a decir que aún era un niño? ¡Por las barbas de Odin! Si él ya era todo un guerrero, héroe en muchas gloriosas (aunque pequeñas) batallas, y más importante aún, capaz de colocarse la pesada armadura por sí mismo. Él, Thor hijo de Odin ya era todo un hombre, prueba de eso era su inminente compromiso. Lo único que quedaba hacer era rogarle a los cielos que consiguiera llegar a feliz desenlace en una sola pieza.


- No perdonare una infidelidad Odinson.- el mencionado había esperado una indiferencia absoluta, así que las repentinas palabras lo dejan descolocado durante unos segundos. El felino chasquea la lengua, profiere un quedo gruñido y finalmente alza la mirada con cierto toque altivo que Thor está seguro haber visto en la bolita de pelos negra en más de alguna ocasión. Lo único incuestionable en esa suposición es que el príncipe no tiene ningún motivo para sorprenderse.


- No te preocupes.- después de casi un siglo (en estimación del pelinegro, por supuesto) el rubio le responde, una cálida sonrisa adornando sus facciones. El gato se maldice internamente por dejarse ablandar ante aquel rostro que parecía resplandecer por cuenta propia.- Yo estoy segura de que ninguna doncella será capaz de igualarte.- La frase está cargada de tanta sinceridad y aprecio puro que el receptor de tales halagos siente un vergonzoso abochornamiento posarse en su rostro.


- Espero que así sea.- atina a responder, con voz compungida y la mirada fija en las frazadas como si en ellas estuvieran escritas las respuestas de la vida.


Un renovado afecto, aproximadamente del tamaño de un planeta, se conglomera en el pecho del musculoso rubio que en esos momentos no podría contener mayor ternura hacia Loki, pues de seguro la sobrecarga de amor le provocaría vomitar flores y arcoíris. Cada segundo que pasaba al lado de su futuro prometido le hacía estar seguro de que había tomado la decisión correcta al elegirlo a él.


Claro que esas revelaciones podía guardárselas para después, no ahora que prácticamente debió echar a correr fuera de sus aposentos cuando de nueva cuenta una doncella llamo a la puerta informándole que el Padre de Todo estaba cada vez más irascible por su retraso.


Mientras Thor marchaba lo mas rápido que podía al encuentro de su progenitor, procurando evitar correr para mantener las apariencias; Loki decidió permanecer un tiempo más en el mullido lecho, posiblemente no conseguiría dormir nada en todo el día al saber que su tonto se encontraría rodeado de horrorosas mujeres ansiosas por conseguir la atención del príncipe. La simple idea de que todas y cada una de ellas querrían arrebatárselo de las zarpas le hacía hervir la sangre.


Loki no conseguiría apartar su mente de cada posible escenario fatídico a futuro, pero mientras su inquieta cabeza seguía mostrándole horrorosos desenlaces en los cuales el fortachón prefería a alguna puta en lugar de a él, se repite por milésima vez en lo que iba de la mañana que su apreciación inicial había sido correcta, no existía marco de error, Thor Odinson, futuro rey de Asgard estaba loco por él, porque por supuesto que no podía ser de otra forma, ni en cien mil años lo permitiría.  El solo imaginar el maravilloso futuro que le aguardaba al lado del guerrero le provoca un suave ronroneo a la par que acomodaba mejor su cabeza en una de las almohadas y se cubria hasta las orejas con una suave manta.

Notas finales:

Lamento muchísimo el retraso, no pienso prometerles que subiré capitulo cada cierto tiempo porque de seguro mentiría, me odio a mí misma por haber tardado casi un mes en escribir los últimos párrafos de este capi. Reconozco abiertamente que tengo serios problemas de organización. ¡PERO! Juro y perjuro que no abandonare esta historia, ya tengo pensadas muchas cosas que ocurrirán así que más me vale plasmarlas antes de que se me olviden.


¡Pues bien creo que eso es todo! Cualquier duda, queja o sugerencia estoy a un mensaje de distancia, si alguna dulce persona ha leído hasta aquí me haría muy feliz que dejaran algún comentario, los reviews son el mejor pago que podría recibir <3  


¡Nos leemos pronto y besos!


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