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Plan a la felicidad. por AnonimoHarui

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Notas del capitulo:

Hooola mis hermoso lectores!! :D

Aqui esta la conti asi que sin mas dilacion!!!

Respondi a todos sus comentarios. Pueden leerlos cuando gusten ^w^

Ahora si, a leer se ha dicho jejeje.

Capitulo 4. S.O.S.  Un intruso.

 

 

Satoru aun no sabía cómo sobreponerse o que decir en aquella situación. Aquí el viene con un plan, se reúne con su esperado y querido papá y ahora este le rompe los esquemas presentándole a su “amigo”.

- Vaya, por fin conozco al famoso Tadashi – Acercándose al borde de la silla. – He querido conocerte hace bastante. Todo el verano tu padre no dejaba de hablar de ti… - Sasuke se avergonzó, para disimular se agachó junto a su hijo. – Pensaba ver a un niño pero… pareces todo un chico grande – Sonrió más. Satoru igual “Maldito…”

- Pronto cumpliré 14 ¿Tú cuantos? – Sasuke respingó.

- Tadashi… - Advirtió.

- Está bien, no te preocupes – Restándole importancia. Miró al niño – Bueno, mi edad actual es 23, pero pronto tendré 24 – Amplio su sonrisa.

- ¡Ah! Solo eres 10 años mayor que yo. – Miró a su papá - ¿Cuántos años tenias padre?

- Wow ¿Y ese interés en mi edad ahora? – Arqueando la ceja no gustándole mucho la actitud de su hijo. Jamás fue así. – Mejor voy adentro por una botella de champan para celebrar mientras platican – Levantándose ya que se había agachado.

- ¿Y qué celebramos? – Haciéndose el loco.

- El que hayas vuelto – Dijo Naru sin quitar la sonrisa. Se quedaron callados y sonó un celular.

- Ahora vuelvo – Dijo Sasuke.  Mientras Naruto atendió.

- Uzumaki Naruto – Miró al niño e hizo un gesto de un segundo. Satoru asintió y se giró en dirección a la pisciana, aprovechando a revolear los ojos, y se sentó en el borde. – Que tal, reverendo Lee Yehooh… si… ajam… - El pelinegro teñido se fue sacando la remera – Por supuesto, entiendo que sea para un evento de caridad local – El rubio hizo un gesto arrugando el ceño – Si, claro. La lo tengo anotado – Mirando el movimiento de los dedos de su mano. Satoru lo miró con malos ojos, no podía creer aquello – Parece que en verdad vale la pena, y lo entiendo y estoy de acuerdo, pero…desafortunadamente el señor Uchiha estará fuera del país esos días, cuanto lo siento – Sonrió el rubio. Ahora el ojijade lo miró impactado y quedó pensativo – Si, claro. Lo comentare por usted reverendo… Gracias a usted. – Y colgó. Naruto ahora con esa sonrisa se acerco al chico – Y dime Tadashi ¿Qué tal el campamento? ¿Es fabuloso?  – Interesado.

- ¿Mi padre saldrá fuera del país? – Consternado o sospechando.

- ¿Eh? No – Mirando a celular – Bueno… en realidad. Esa fue una mentirilla para zafarlo de algo – Satoru sonrió forzado “Mira no más este…” - ¿Sabes? Jamás he oído hablar a un padre de la forma que habló el tuyo de ti… se nota que son muy unidos – Sonrió más.

- Bueno… - Levantándose – Es que solo nos tenemos, él y yo – Y se lazó estilo bomba a la piscina. Salpicando mucha agua. Naruto se paró - ¡Ah, lo siento, perdón! ¿Te mojé mucho? – “Jaja. Te lo mereces” Naruto tomó una toalla.

- Solo un poco – Algo mosqueado. – Por cierto. Fui con tu padre a montar y me dejó subir a tu yegua… espero no te moleste – Le dijo algo adrede.

- Oh, no. No te preocupes. Felicia está acostumbrada a las extrañas – Subiéndose a un inflable. Naruto forzó su sonrisa – No digo que tu lo seas – La cara de Satoru era buena actuando – En realidad, tú eres relativamente normal comparado con las demás parejas – Sonriendo con doble intensión.

- ¿Las demás? – La cara de Naru era contraída - ¿Qué quieres decir? – Forzando la sonrisa.

- Bueno, solo te daré un poco de información. Esto no es poco común, ya s seguido. Pero no te preocupes, saber que eres el 28, mejor dicho 29, en la vida de un hombre no esta mal.

- ¿Soy el 29? – Anonadado.

- Si. Ya es una rutina. Traer a sus parejas en la playa – Naru tenía cara de rememorar en sus recuerdos – Tener salidas. Paseos románticos en sus viñedos. Nadar a la luz de la luna – Naru respingó con eso – Cenas especiales con su reserva especial de vinos – Justo llegó Sasuke.

- Traje una botella especial de mi reserva de vinos ¿Qué tal? – Sasuke sintió un aura rara. Naru miró al chico y el encogió los hombros con cara de te lo dije. - ¿Pudieron hablar de algo mientras me fui? – Satoru se sumergió. Naru solo forzó una sonrisa a Sasuke.

- No tienes idea…

***~~~~***~~~~***~~~~***~~~~***

Esa noche, después de cenar un festín y reír, Tadashi estaba recibiendo un tratamiento de hiervas de sabia y aloe vera. Junto con flores que el chico no sabía de dónde carajos sacó su madre porque no había nada de eso en el pequeño jardín. Sakura pasaba una peineta suavemente mientras tarareaba. Era algo raro y como dicen ahora creepy. Jamás hizo esto. Ponerle ese cuidado al cabello ¿Acaso era un doncel? Se supone que esas cosas solo van para ellos y las niñas. No decía que los varones debían ser unos barbaros, pero se entendía el concepto. No pudo no sentirse algo avergonzado.

- Vas a ver Satoru que recuperarás tu hermoso cabello – Agregando de un frasquito de vidrio un liquido denso de color rosa. Definitivamente ahí el color rosa mandaba.

- Mmm… Pero madre…

- ¿Algo que objetar? – Mirándolo de manera afilada. Tadashi se calló. Sakura asintió y comenzó a masajear el cabello.

A todo esto tenían la silla especial del lavado capilar, de esas que solo ves en salones de belleza. Es más, la habitación, aunque pequeña, era una especialmente para eso. Como un pequeñito spa. El pelirosa teñido comprendió que su madre en verdad era pulcra… eso estaba bien. Ella era muy hermosa por hacer aquello, y si volverá con su padre que mejor que hacer que la competencia se sienta mediocre en cuanto la vean. Esas locas y locos no son nada a comparación de su madre.

- Mamá… ¿Cómo era papá?

- ¿Eh? – Tomándola por sorpresa. – Hoy, cuando descubrí que estabas en el hospital – Volviéndolo a regañar – Me preguntaste lo mismo ¿Por qué el repentino interés, cielo? – No dejando la labor de masajear.

Y es que apenas salió de la operación se encontró con todas las enfermeras abrazando y pellizcando las mejillas de su hermoso hijo. Eso no le gustaba mucho, que toqueteen sin consentimiento de uno.  Se lo llevó de ahí y lo regañó. El hospital no era para jugar. Pero luego se fueron a tomar un café por ahí. Pero algo le  había parecido extraño antes, porque Satoru jamás se quejaba de la atención y en ese momento… se veía claramente irritado con la situación. No negaba que esa expresión le recordó…

Cerró los ojos queriendo alejar los recuerdos. Volvió  a la realidad captando que su bebé la miraba esperando una respuesta. Al final de cuentas debía recordar.

- Tú padre ¿Eh? – Mirando al techo ralentizando sus movimientos en el cabello – Nos conocimos desde muy, muy jóvenes. Yo desde niña estaba interesada en él, y ese interés se volvió amor. Y con el paso del tiempo ese amor fue correspondido y te trajo al mundo… a ti y a… - Cayó un segundo. Tadashi abrió los ojos esperanzado. – Pero bueno. Cuando naciste aun éramos muy jóvenes. No pudimos con nuestra convivencia… hubo una pelea y… - Su cara se puso triste – La verdad es que ni recuerdo de que trataba aquella pelea… solo lo eché en un ataque de rabia y… se fue – Los ojos de Sakura se llenaron de lagrimas.

- ¡No llores! Perdón, lo siento mamá – Volteándose alterado por lo que hizo. Sakura se quito aquellas lágrimas con los brazos y sonrió.

- Son solo recuerdos. No te preocupes, cielo – Moviendo su mano – Ahora vuelve a recostarte para…

- ¿Aun lo amas? – Sakura quedó callada. - ¿Aun amas a papá? – La pelirosa siguió muda unos segundos y luego empezó a reír.

- ¿Qué te sucede, Satoru? Estas muy insistente – Cubriéndose el rostro – No es propio de un caballero presionar a una dama a hablar – Guiñando un ojo y alzando su índice. Tadashi se apenó un poco.

- Pero…

- Pero nada.  Suficiente por hoy – Dejó el punto y claro con una sonrisa autoritaria – Ahora sigamos que no hemos terminado – Haciendo que vuelva a recostarse.

- ¿Eh? Hemos estado una hora ¿Cuánto más falta? – Calmando como podía su fastidio.

- Jajaja. Suenas como si nunca lo hubiéramos hecho, Satoru – Sonrió – Falta varias cositas. No debemos ahogar a tu cabello, pero le aplico las formulas y productos en menor medida – Empezando los masajes de nuevo – Faltan 2 horas como máximo – La cara de Tadashi se pasmó.

- ¿EEEHHHH?

- Satoru, no grites – Regañó la ojijade.

Luego de un largo tratamiento, Tadashi estaba recostado en la cama boca abajo. Quedo agotado y su cabeza pesaba una tonelada, o así lo sentía. Seguramente su hermano disfrutaba un día tranquilo sin cosas de mujeres como esta. Con su tío ayudándolo a desempacar y comiendo en la alcoba a escondidas de su padre. Riéndose pronto con la visita de los amigos ruidosos de padre y festejando. No decía que el la pasaba mal. Pero extrañaba su casa un poco… pero estaba con su madre, y ella era increíble… quería estar con ella más tiempo.

Sus ojos se abrieron y su cuerpo se sobresaltó. El sonido de su celular lo despertó. Gruñó y con pereza tomo el móvil para ver quién era el desgraciado. Era su número… por ende, su hermano ¿Quién más? Otros sabrían que estarían muertos… pero cierto que este era el móvil de Satoru, así que sus contactos no lo llamarían.

- Más vale que sea urgente – Respondió enojado.

- < ¡Desde luego lo es!> – Oyó la alteración de su hermano y alejó el móvil de su pobre oreja.

- ¿Quieres dejar el escándalo? ¿Qué pasó? – Tratando de abrir mejor sus ardidos ojos.

- < ¡Papá tiene pareja!> – Se oyó el lamento. Tadashi sintió unas ganas de tirar el celular hacia la pared.

- ¿Eso era todo, tonto? – Enojado porque lo despertaras. Su madre le había dicho que mañana tendrían una salida y viene su hermano a despertarlo.

- < ¡¿Cómo que si “eso es todo”?! Por favor ¡No me vengas a decir que no es urgente!> - Tadashi se pasó la mano por la cara y miró la hora. 3:30, que maldito.

- ¡Porque no es urgente! – Cayó de repente al ver que elevó la voz. Suspiró un poco y hablo despacio – Escucha, esto no es fuera de lo común – Satoru, encerrado en el baño, abrió los ojos impactado, además que de que él le había dicho algo así al doncel por fastidiar.

- <Pero ¿Qué hay del plan?> - No entendiendo nada.

- Nada ha cambiado. Créeme – Poniéndose ahora boca arriba – Padre siempre tiene parejas, pero nunca duran. No es nada serio. Así que no te alarmes.

- < ¿Estas completamente seguro? Porque me preocupa ver qué padre está con ese doncel> - Mirando hacia la ventana del baño.

- Te lo aseguro. En unos días ya ni lo veras – Se hizo un silencio - ¿Mejor?

-… < No mucho, pero algo me siento reconfortado > - Suspirando.

- Que bueno. Buenas noches – Y colgó dejando con la palabra a Satoru quien molesto también salió del baño para irse  a dormir. Puso en silencio el celular y se tumbó a dormir… maldita sea ahora notaba que la cama de su hermano olía a su cabello. Ósea, a jardines florares. Ahora entendía porque, su madre lo hacía tener esas sesiones con su cabello. Al diablo, a dormir.

 

Era un nuevo día, pero no el día después de ayer. Pues Sakura tuvo que retrasar la salida por trabajo. Así que ya había pasado una semana, aunque Tadashi no la pasó solo, tenia al abuelo, a Ten-ten y a los molestos amigos de su hermano.

El ya le había comentado algo de aquello, solo recalcó lo importante de sus amistades. Y esos eran, su mejor amigo, el hermano doncel de su mejor amigo, su amiga y un viejito que le da de comer a las aves en el parque, el cual todavía no visita por obvios motivos. Ellos eran, Takeshi Yumaru: 14 años. Mejor amigo. En su clase, aplicado, algo serio, de palabras precisas, buen deportista talentoso y popular. Se notaba que sería un rival digno, no por nada es el mejor amigo de su hermano. Luego estaba Inoue Yumaru: De 11 años. Hermano menor doncel de Takeshi. Es bueno en los deportes, bastante amigable y sonriente, demasiado optimista y muy hiperactivo, se podría decir que es otro chico, no creería llevarse bien con él, no le gustan los donceles, pero debía hacer el esfuerzo por fingir ser su hermano.

Luego esta Botan Kimashi, de su edad. Amigable, femenina, graciosa, algo juguetona y dulce. Desgraciadamente a su hermano le gustaba esa chica y se hacia el galán con ella… le estaban dando arcadas, pero por suerte aun no la había visto en persona, no estaba preparado al cien para aquello. 

Pero dejando eso a un lado, Sakura ya por suerte dejó dicho en el hospital que se tomaría el día y que no le llamen, puesto que quería compartir con su hijo. Ahora por fin, después de días, Tadashi era recompensado con la salida que siempre quiso.

Conocer a Tsunade Senju. La mujer estaba en la cuidad hospedada en un hotel donde se hizo un tiempo para reunirse con su madre. Estaba muy emocionado aunque lo escondiera. Nunca se había sentido tan vivo. Sakura también estaba algo nerviosa. No veía hace meses a su maestra, seguro que luego le pediría informes o avances de su tesis y estudios. Debía dar lo mejor para ser su digna sucesora.

Ya habían llegado al magnífico hotel y al parecer había una fiesta, puesto que había varias mujeres y hombres de un lado al otro con atuendos y telas.

- Ay, no – Suspiró Sakura.

- ¡¿Qué es ese suspiro?! – Llegó Ino y le palmeó la espalda – Más te vale que no estés pensando es que soy un fastidio o algo – Mirándola mal.

- Por supuesto que no… - Sonrió de lado y la empujó un poco, pero Sakura era bruta y casi la tira. Menos mal que un apuesto joven la atajó.

- Cuidado Ino. Debes accidentarte luego que pase el desfile – Ayudándole a equilibrarse.

- ¡Pero Sai-kun! ¡Es la frente de marquesina la que me empujó! – Con los puñitos a la altura de la cara y con cara exaltada, se le asomaban unos colmillos.

- ¡¿Qué dices puerca?! – Sakura también se enojó. Tadashi impresionado retrocedió, pero chocó con algo. Al voltear atrás había una señora con cara de pocos amigos.

- ¡Oigan! – Las mujeres se tensaron y se pararon firmes. – Ya son mayorcitas. Mujeres de 30 años peleando como niñas de primaria – Con los brazos en jarras.  - ¿Les parece bonito? – Las  regañadas bajaron la cabeza.

- Lo sentimos – Dijeron al unísono.

- Así me gusta – Sonrió. Miro hacia abajo y se encontró con la mirada ojijade del niño - ¡Miren nada más! – Agachándose – Si es Satoru – Sonrió más – Has crecido bastante. Ya eres casi todo un adolescente – Tadashi quiso objetar ese “casi”, pero se contuvo.

- ¡Lady Tsunade, que alegría poder verla! – Fingió la emoción. La rubia lo abrazó, que bueno porque Tadashi no lo haría. Aunque se sintió afortunado de que la mejor y reconocida medica del mundo le abrazara.

- ¡Me alegra igual! – Parándose – Bueno, que tal si dejamos las payasadas y vamos a divertirnos – sonrió. Las chicas afirmaron energéticas y Sai solo asintió con su sonrisa.

Ese día Tadashi, aunque al principio algo desconfiado de pasar tiempo con tres mujeres, y Sai, se la pasó de lo más genial. La mujer Ino, aunque a veces histérica, era perfeccionista y hacia un trabajo excepcional. Y Sai, aunque raro y le daba malas vibras, era realmente dedicado y poseía un impresionante talento en diseños, bocetos y perspectivas.

No podía creerlo, pero Satoru, si se divertía. Y esperaba que al ser una familia se divirtieran ambos.

***~~~~***~~~~***~~~~***~~~~***

- ¡¿Qué no me escuchaste?! – Se oyó terrible golpe - ¡¡Te dije ½ kilo!! ¡¡½  kilo!! – Se oía una mujer furiosa - ¡¿Cómo le pudiste agregar 1 ½  K?! ¡¡Retrasado!!

- ¡No me grites! ¡Además tienes la culpa! – Levantándose después de terrible golpe - ¡¡Levantarnos a estas horas de mañana, solo para hacerle un desayuno al bastardo de Sasuke!! ¡¿Es que eres tú la tonta?! – Esquivando un cucharon.

- ¡¡Es amor!! ¡Debo demostrar que puedo ser una digna esposa! – Acomodando sus lentes y poniendo su mano en la cadera.

- ¡¿Esposa?! No me hagas reír, Karin. En el único que siempre estarás, será de “compañera de traba-” – Varios huevos le cayeron en la cara y terminó de espaldas al piso. Jugo estaba sentado en la silla de la barra leyendo un libro.

- ¡Por eso debo hacerle ver que soy mejor que ese doncelucho aprovechado! – Puso sus manos en el corazón. – Pensar que Sasuke llegó al punto de caer con esa clase de persona. – Casi llorando - ¡Es obvio que está desesperado! – Alterada.

- ¡Ni siguiera lo conoces, solo le haces caso a lo que dicen los demás! – Quitándose huevo de los ojos y viéndola molesto.

- ¿Y se equivocan? – Alzando la ceja cabreada.

-… Pues no sé – Pensándosela. Aunque no negaba que podría ser verdad.

- Lo ves – Volviendo a la mescla que tenía en un bol, aunque era algo rara. – En cuanto Sasuke-kun vea mi femineidad al 100%, entonces…

- Entonces… ¿Qué? – Todos quedaron quietos, aunque Jugo ya lo estaba. - ¿Me responden? – Dijo un muy enojado Satoru con brazos cruzados. Levantarse muy temprano por gritos no era su manera de empezar bien el día.

- Oh, es el niño – Dijo Suigetsu con una sonrisa.

- Que susto, pensé que era tu papá – Karin se relajó. Aun había tiempo.

- Créeme que mi padre seguramente esté al tanto de esto, pero los ignora – No debía fingir ser Tadashi para sonar tajante y molesto ¡Estaba molesto! “¡Estúpidos, mis horas de sueños, idiotas!” cabreadísimo por dentro.

- ¡No digas bromas así! – La pelirroja no quería ser descubierta, quería dar una sorpresa.

- Karin. Si mi padre no te eligió antes ¿Qué te hace pensar que lo hará ahora? Y más cuando vea su cocina – Dejando a la chica boquiabierta y luego dejándole ver con espanto que el lugar era un chiquero.

- Te dije que todo era un asco – Karin iba a revolearle el batidor de mano.

- Lo limpiaremos enseguida, Tadashi. Ve a dormir un poco más – Habló Jugo, y a todo esto eran las 6:13 de la mañana, estaban haciendo lio desde hace 20 minutos.

-… Okey – Retirándose calculando en su mente cuanto tiempo podía recuperar y que consecuencias le traería a su ciclo de sueño.

-… Soy yo o parece diferente – Pensó Karin – No aprovechó a pegarte o insultarme… fue más cortes de lo que siempre es – Aunque Satoru pensó que fue grosero, la verdad es que se portó bastante bien para poder ser un Tadashi que lo levantan a gritos a seis de la mañana en vacaciones.

- Ese mocoso está madurando a un mejor nivel que tú – Asintió todo serio. Aunque el bol terminó en su cabeza con fuerza y termino todo manchando.

- ¡No quiero que alguien como tú me diga eso! – Muy encabronada.

- Ya basta… hay que ponernos a limpiar…

- Si, por favor háganlo – Habló una chica detrás de ellos. Era una joven de grandes ojos marrones y cabellos castaños largos entreabiertos que cae un poco en medio de su cara. – Debo empezar el desayuno – Dijo molesta.

- ¿Qué dijiste perr…?

- Discúlpanos, Sari-san, enseguida lo haremos – La joven asintió y se retiró y aprovecharía para pensar mejor que hacer.

- ¡Esa…! Se cree mucho porque trabaja para mi Sasuke-kun. Pero en cuanto sea la señora, la echo – Protestó.

- Y con eso llegaría tu divorcio – Se rio Suigetsu.

- ¡Que nadie te habló!

- Ya basta. A limpiar.

 

Ya todos estaban tomando el desayuno de manera tranquila. Sari estaba terminando de cocinar otra ración de comida.

- ¡Aquí tienes, Tadashi! Es la comida más importante del día, recuerda – Poniendo el plato - ¡Huevos con tostadas! – Satoru tenía cara de circunstancias - ¿Eh? ¿Qué pasa? – Poniendo cara de preocupada – ¿No ha vuelto tu apetito, aun?  No has tocado no hotcakes y apenas terminaste el primer plato y tú macedonia ¿Te estarás enfermando? – Tocando su frente.

- Si él no lo quiere, conozco a alguien que sip – Dijo el peliblanco con la boca llena.

- No hablo contigo – Dijo haciendo mohín. Satoru sonrió un poquito.

- No t-te… No tengo absolutamente nada. Solo que el estomagó se me cerró un poco – No quería ser grosero, esa chica era agradable.

- ¿Será así? – Aun preocupada.

- Ya déjalo, Kamizu (Inventado) – Comía Sasuke con una mano ya que la otra era sostenido por la pesada de Karin, quien desprendía corazones - Si no quiere comer ahora ya lo hará después. Sobre todo después de hoy – Llevándose lo poco que quedaba de su macedonia. Satoru miró a su papá raro – Hoy me acompañaras a la empresa – Los ojos jades del niño brillaron extremadamente impresionando a todos que quedaron atónitos con la luz que desprendía.

- ¡S-Si…! – Balbuceo – Digo, sino queda de otra – Haciéndose el indiferente pero no le salía, seguía brillando. Karin y Suigetsu estaba que no se lo creían, pero Sasuke ya se estaba acostumbrado un poco y Jugo estaba normal. – Iré a prepararme – Llevándose una tostada.

Sari sonrió, el señor Uchiha tenía razón. Tadashi recuperaría su apetito poco a poco cuando vuelva a la empresa.

Una vez listo. De camisa abierta blanca y playera gris, bermudas beige y zapatos de cuerina marrones con cierres. Bajó. Todos lo miraron unos segundos, pero a Sasuke no le importaba si el estilo de ropa de su hijo cambiaba, le parecía raro, pero no iba a hacer un drama por eso.

- Vamos – Caminando hacia afuera donde ya Rock Lee estaba esperando a sus jefes con una sonrisa.

- ¡Todo listo, señor Uchiha! – Pose militar. Abrió la puerta.

- A la empresa Rock Lee – Dijo sin más al entrar. Satoru antes de entrar le dio una mirada al chofer, sin contenerse hizo una reverencia y entró.

El pelinegro quedó maravillado. Con las energías a mil, subió. Sasuke vio la “felicidad” del hombre y con tranquilidad y elegancia se puso el cinturón. Ante la carita de desentendido de su hijo le puso el cinturón también, es más, le colocó otro para que su hijo quedara bien protegido por los cinturones en forma de equis. Satoru antes de preguntar se dio cuenta, puesto que Lee comenzó a toda carrera derrapando llantas.

Por fin llegaron, después de un viaje que casi le casa el corazón a Satoru, a la empresa. Por fin, vería lo que su padre hacia y lo mejor ¡Es que lo acompañaba! Con su madre es diferente, él no puede ir por mucho que quiera. Pensar en los meses de soledad no estaba bien en ese momento, debía disfrutar. Conteniendo la emoción se adentró en el lugar. Ahí todos lo saludaban junto a su padre. El infundía respeto, notaba como varias y varios se les caía la baba por él, como los varones lo admiraban. Su padre era increíble.

Asombrado le daban batas ¡Incluso una de su tamaño! Para entrar a los laboratorios donde contraían la nueva tendencia.  La capacidad de controlar toda tu casa con un solo dispositivo en forma de asistente. Así que su padre fue quien comenzó aquella moda, ahora él quería superarse y trataba de hacer un modelo único para la policía. Las ideas eran maravillosas, desde pedir refuerzos y activar en la zona alarmas y hasta mover a voluntad las cámaras de la calle cuando se están en persecución. No terminó ahí. Estaban mejorando varios productos electrodomésticos e incluso estaban en los planes a futuro la posibilidad de que algunos muebles contaran con tecnología.

La oficina de su padre fue la mejor parte. Era grande, limpia, y llena de versiones en miniatura de sus creaciones. No solo eso, había un pequeño escritorio ya bien puesto donde decía “Tadashi”.

- ¡! – “¡¿Incluso tiene un puesto aquí?! ¡¿Enserio?! ¡Qué pendejo con suerte!” su inner se mordía un pañuelo de rabia.

- Tadashi – El niño volteo. – ¿Qué opinas de una tablet pero que pueda diseñar en holograma? – Los ojos de Satoru brillaron “¡¿Hasta le pide opiniones y participa en inventos e ideas?! Definitivamente Tadashi es un maldito con suerte” Ahora su interior se arrancaba los cabellos.

- ¡Es…! ¡Ejem! – Calmándose – Me parece bastante interesante. Ahora el problema sería el desarrollo – Sasuke se llevó las manos el mentón.

- Ya veo. Pero… - No pudieron continuar porque alguien tocó la puerta – Adelante. – En eso entro para desencanto del pelinegro teñido, Naruto. – Naruto. Te dije que no hacía falta…

- Ya, ya. Solo vine a recordarte que tienes en quince minutos una reunión con… - Notando que el niño estaba ahí – Oh…. Esta Tadashi-kun aquí – Con tono y mirada que el pequeño no pudo descifras. Realmente ese doncel sabia actuar como sorprendido.

- Es verdad – Miró a su hijo. Se acercó hasta él y se agachó – Tadashi. Como oíste, tendré una reunión ahora. Tardaré un poco ¿Quieres irte a casa? ¿O me esperarás? – El niño sonrió de lado.

- ¿Para qué hubiera venido si me fuese como si nada? – Sasuke sonrió también de lado y le acaricio los cabellos a su hijo. Asombrado se miró la mano.

- En verdad tienes el cabello muy suave. – Mirándolo raro - ¿Acaso usas productos de belleza?

- ¡¿No tenias una reunión, viejo?! – “¡Ah! Perdón papá, se me salió” llorando por dentro. Sasuke se rió un poco.

- Ya no te enojes – Volviéndolo a acariciar – Ahora vuelvo – El niño asintió y se sentó en “su” escritorio, donde encendió la computadora. Sasuke se acercó a Naruto, quien comenzó a hablarle y a tenderle hojas. Luego de lo que parecía una charla profesional Naruto sonríe bobamente, Satoru lo veía de reojo y le asqueaba verlo tratar de coquetear. Nunca espero ver a su padre besarlo así como si nada. Abrió la boca. El rubio le dijo algo bien pegado a él, así que no vio su rostro, a Sasuke le temblaron los hombros y se alejó. Satoru no lo creía, enserio estaban coqueteando en sus narices. Que poca vergüenza. – Nos vemos ahí – Y salió dejando solo a los otros.

- ¿Qué no vas a trabajar? – Dijo de mala gana “¡¿Es que acaso no tienes moralidad de trabajo?!” Muy enojado por dentro. Naru sonrió.

- Pues, le dije a tu padre que debo hacer otras cosas. Y que me perdone pero no estaré, a partir de mañana a la noche, durante unos días. Satoru frunció el ceño.

- Desde esa vez en la piscina que no volviste ¿Acaso te ofendí? – Mirándolo burlón. A Naruto le tembló la ceja.

- Para nada, pero yo soy una persona ocupada. Tuve que salir para hacer negocios – Tratando de relajarse. El ex pelirosa le miraba mal “Claro. Negocios con otros que te alimenten” no dejando de pensar mal. Naruto no soportó más – Tadashi-kun ¿Acaso me odias? – El “mencionado” respingó.

-  ¿Por qué la duda? – Apoyando en su palma la cara. “¡Rayos! Se dio cuenta. Bueno es mejor, así no debo fingir que lo tolero”

- Bueno, desde que nos conocimos no dejas de atacarme con comentarios y miradas gélidas – Mirándolo con reproche, cosa que al chico no le gustó.

- ¡Sabes! No te entretengo. Debes trabajar – Levantándose de la silla y caminando a la salida – Es para eso por lo que estás aquí, no fanfarronees – Naruto arrugando el ceño giró para encararlo pero se fue.

Satoru corrió y se escondió en una planta en un pasillo de descanso, Naruto salió rápido de la oficina y lo buscó pero no lo estaba hallando, justo cuando iba a revisar la planta más gente apareció. Lo vieron como un loco que estaba agachado y Naruto tratando de decir algo, solo lo contuvo, saludó y se retiró con las miradas de extrañeza en su espalda. El niño se asomó sonriendo con triunfo, cuando estaba por salir.

- ¿Qué estaría haciendo? Parecía buscar algo – Comentó un hombre.

- Eso, o solo presumía sus posaderas. Créeme ese doncel cada día más vulgar. Desde que está con el señor Uchiha se cree mucho – Dijo una mujer joven.

- No solo eso, se toma libertades que no le corresponden. Qué asco de persona – Exclamó con asco una señora algo mayor.

- No solo eso ¿Escucharon lo que hizo? – Todos se acercaron a oír al doncel después de murmurar cosas como “No, no, claro que no, cuenta”. El doncel se puso en pose de contar algo jugoso y ser la atención de ello – Me enteré que hace poco volvió a salir de viaje. – Todos asintieron.

- No es novedad. Ese aprovechado se sale con la suya cuando le pide al jefe algo. Siempre esta viajando mientras otros cumplimos nuestras horas – Se quejó la mujer.

- Claro, como él no paga sus cosas. Yo también me iría a ver el mundo si mi apuesta billetera viviente me costea los viajes y mis caprichos – Haciendo gestos elegantes de diva, todos reían con la señora.

- Si, pero esta es peor – Todos volvieron a escuchar al doncel.

- ¿Peor? Ya siendo un doncel que sedujo a su jefe por codicia y que le gasta el dinero como quiere ¿Qué más podría hacer ese cualquiera? – El hombre sonó todo burlón.

- Pues prepárate – Retó el doncel – Porque esta vez, le pidió el numero de su cuenta bancaria, la de la compañía – Todos abrieron la boca.

- ¡No me jodas! – Se impresionó el hombre.

- ¡No puede ser! – La señora.

- ¡Que hijo de puta! ¡¿Por qué el jefe permite eso?! – El doncel les hizo un gesto de silencio.

- Como ven, estamos condenados a pronto quedar en bancarrota. Me enteré, porque el administrador es buen amigo de un conocido mío, que se ha extraído en ese viaje  323.581.000 de Won (Aprox: $300.000 dólares) – Las caras de todos eran un poema.

- ¡Que escándalo! – Aterrada.

- ¡¿Por qué nadie lo para?! – El hombre se llevó la mano a la cabeza.

- Porque nadie quiere someterse a la furia del jefe – Respondió el doncel.

- ¡¿Es que esta demente?! ¡¿No piensa en la gente que come y mantienen familias aquí?! – El doncel negó a la señora.

- Naruto Uzumaki… es de lo peor. Un vulgar cualquiera – Todos asintieron.

- En vez de estar hablando de la gente ¡¡Vuelvan a trabajar!! – Todos se asustaron cuando llegó el gerente. Todos se disculparon y asintieron. El hombre de cabellos castaños gruñó y se fue.

- ¡Jah! Ya tenía que saltar el amante – Dijo con jactancia  la mujer joven. – Kiba Inuzuka solo es otro a su lista. – Enroscando un mechón de su cabello.

- A ese doncel teñido no le basta uno, ya sabes. Siempre anda con alguien por ahí para divertirse – La señora negó.

- No me sorprendería que en todos sus viajes se acueste con otros – Se burló malvadamente el doncel – Seguro tiene uno para cada día de la semana – Riéndose.

- Que mierda. Bueno, esos pobres bastardos no saben en lo que se meten. Mi pésame – Comenzando todos a retirarse.

- ¡Pero que te haces! ¡Si te mueres por estar con él también! – Le acusó con burla la mujer.

- ¡Ca-Cállate! Eso es mentira – Y con esas palabras pocos convincentes que fueron más risas, se fueron.

Satoru salió cuando el pasillo quedó en silencio. Su cara estaba obscurecida por la impactante verdad. Ese doncel… era un puto. Y él no iba a permitir que su padre se quedara con él… no iba a permitirlo. Buscaría más información. Al parecer aquí todos conocen bien al tal Naruto Uzumaki, y el haría que su padre entrara en razón… debía llamar a su hermano.

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Ya era de mañana, habían pasado un par de días desde el pequeño desfile en el hotel. Tadashi estaba pasándola excelente. Pese a las cosas de nenas, era genial la compañía de todas y de gente tan culta. No envidiaba a su hermano en su estilo de etiqueta, pero debía admitir que estaba enriquecido con gente innovadora de otra perspectiva. Aprendió muchas cosas. Todas aquellas nuevas enseñanzas se transformaron en ideas para nuevos proyectos. Esas ideas frescas las estaba anotando en su cuaderno, y como era un hábito, las escribía mientras caminaba por la casa. Justo estaba caminando por el recibidor cuando el teléfono sonó, lo cual Ten-ten con una bandeja respondió.

- Residencia Haruno ¿Con quien desea hablar? – La cara de la mujer se pasmó - ¿Satoru?

- ¿Si? – La castaña le miraba extrañada.

- ¿Ah? Perdón señorito, me confundí – Volvió al teléfono – Vuelva a decirme quien es y con quiere hablar – La castaña asintió. – Es un tal Kenji Kokuto – Puso cara rara por ese nombre – Pensé que eras tú haciéndome una broma, sus voces se parecen un poco…. – Quedando pensativa.

- ¿Yo? Por favor Ten-ten, no digas disparates – Tomando el teléfono – Ah, dime Kenji ¿Qué se te ofrece? – La castaña se fue al comedor. Tadashi aprovechó y se encerró en el armario bajo la escalera - ¿Qué pasó? – Preocupado.

- < ¡Hermano! Enserio hay problemas> - El pelirosa teñido suspiró.

- Ya te dije, papá no tendrá nada serio con ese doncel… ¿Cómo se llamaba? – Pensándolo – Bueno no importa, porque no va a durar…

- < ¿A cuántas parejas les da su clave bancaria de la empresa?> - Tadashi quedó mudo, solo emitió un ¿Qué? - < Estuve en la empresa. Por cierto, es genial. En fin. Allí me encontré con ese desagradable doncel, pero no quise empezar un pleito innecesario, por lo cual me escondí para perderlo de vista. Lo hice, pero unos trabajadores comenzaron a hablar cerca de donde estaba escondido sobre este doncel. Hermano, perdón por lo que voy a decir… ¡Pero es un cualquiera!> – Tadashi revoleaba los ojos, por fin su hermano fue al punto, y los volvió a revolear por la “mala palabra”.

- ¿Entonces? ¿Qué averiguaste?

- < Viendo que muchos conocen a ese doncel, Naruto Uzumaki, me puse a escuchar a ver que más soltaban por ahí. Así que te doy todo lo que he averiguado.> - Se escuchaba serio, pero al pelirosa teñido no le importaba.

- A ver… - Desinteresado.

- <Naruto Uzumaki. Es un doncel de 23 años > - Tadashi asintió sorprendido por eso, bastante joven - <Me enteré que, aparte de que es un cualquiera, esconde otras cosas. Primero, que está donde está por ser de piernas flexibles con otros, ya sea quien sea nunca para hasta acabar con una persona o hasta desesperarla y quitarle todo. Al parecer tiene un historial de que no es la primera vez que lo hace, ya que estuvo antes trabajando para otras buenas empresas. Y eso no es lo peor, Tadashi ¡Tiene hijos ilegítimos!> - Tadashi arqueó la ceja - <Las fuentes dicen que él no los quiso, por eso los abandonó en orfanatos. Ayer justo lo oí hablar por teléfono, antes de que se fuera a preparar sus cosas para irse de viaje otra vez, con alguien que al parecer trabaja ahí. Me lo confirmó cuando preguntó por sus niños ¡Qué asco de ser humano! ¿Entiendes lo que digo, Tadashi? Este lunático que está con nuestro padre es un vulgar mentiroso y una persona sin corazón. Se está aprovechando de papá ¡Hace unos meses fue modelo! Fue en el periodo cuando estábamos en el campamento ¡Todo por el dinero y los contactos de padre! Se está asegurando su nivel usando a otros, hay que hacer algo ¡Debemos actuar antes de que robe todo su capital y destruya la empresa!> - Tadashi abrió los ojos, si que era mucho.

- ¿Qué propones? – No gustándole por donde iba la cosa.

- <Debes adelantar el plan. Dile a mamá que…>

- ¡¿Qué?! No. No voy a hacerlo, quiero estar más tiempo con mamá – Satoru se calló.

- <Lo sé. Más que nunca debes aprovechar el tiempo con ella… ¡Pero esto es una emergencia! Debes pensar en lo que es mejor, ya habrá más tiempo adelante cuando seamos una familia los cuatro> - El ex pelinegro tomó una envoltura de caramelo y comenzó a brotarla contra el micrófono del teléfono - < ¿Eh? ¿Qué está pasando?>

- ¡Ah! Parece que se corta, no te escucho ¿Hola? ¿Hola? – Y colgó. Satoru quedó con la boca abierta de la cólera.

Tadashi salió del armario para llevarse la sorpresa de que todos estaban ahí mirándolo raro. El ojiverde pensó rápido.

- Ah, lo siento mucho mi comportamiento. Es que la charla era algo privada, al parecer mi amigo no la está pasando bien. En casa hay tensión por la pareja de su tío – Todos se miraron y luego la miraron. – Y… ¿Ya desayunaron?

- Satoru ese comportamiento no es digno de un señorito, luego lo hablamos. Pasemos a desayunar antes de que llegue mi turno – El niño le miró raro.

- Pero madre, pensé que tenias libres unos días – Sakura suspiró.

- Al parecer allí son unos incompetentes sin mi – Sentándose en la mesa – Iré. Arreglaré algunas cosas y volveré. No me tomará mucho tiempo, cielo – Le sonrió al niño quien sonrió por igual.

- ¿Por qué no mejor comemos? Ya me muero de hambre – Con el tenedor comenzó a golpetear la mesa.

- ¡Papá no hagas eso! No eres un niño… Además ¡Este es tu segundo plato! – Molesta de la pena que era su papá a veces.

- Oh vamos querida. Déjale a este viejo algo de juventud – Riendo - ¿No te acuerdas la tuya? No eras muy delicada como… ¡Ammdphhh! – La mesa se movió y al abuelo se le erizaron sus cabellos y se le desfiguró el rostro en una mueca de dolor.

- Padre no saques esos temas en la mesa – Tomando un poco de té. Pero Tadashi estaba curioso.

- ¿Cómo eras de joven mamá? – Sakura le miró no sabiendo donde meterse, pero se controló.

- Yo era una niña muy linda. Pese a que los otros niños me molestaban por mi frente, solo era envidia por mi inteligencia y apariencia – Guiño el ojo – Yo siempre fui bastante eficiente en todo lo que hacía y muy educada – Sonreía con orgullo.

- ¿Conociste a mi padre de joven? – Todo quedó en silencio. El pelirosa grisáceo, ósea el abuelo, se congeló esperando que todo fuera bien. Sakura sonrió de lado.

- Si. Yo me enamoré de tú padre desde muy, muy joven – Le sonrió más ampliamente. – Desde un poco antes que tu edad - Kizashi suspiró al ver que el tema iba por la paz.

- ¡¿En verdad?! – No esperándoselo – ¿Cómo era él a mi edad? – Sakura hizo cara de pensar.

- Él era un chico muy solitario. Le gustaba estar solo y hacer las cosas a su manera. Pero todo lo hacía genial. Tú padre desde temprana edad ya era muy popular, todas las niñas caían rendidas y hacían cola por él. Yo misma me hice rivales por el amor de tu padre – Los ojos del niño brillaban – Al final pude estar con él, pero… por razones… por una pelea que ni me acuerdo de que fue, nos separamos…. Y así estamos bien. Punto – Abnegada de seguir hablando tomó más té. Tadashi no iba a dejar la cosa así, ya sabía donde atacar para seguir la charla.

- Esas rivales ¿Aun tienes contacto con alguna de ellas? – Haciéndose el loco, pero le salió bien.

- Por supuesto, la maleducada de Ino – Sonrió con autosuficiencia – Ella y yo nos peleábamos mucho por tú padre. Ella creía que siempre me podía ganar. Pero yo era más educada, ella era una lanzada, solo lo incomodaba. – Sakura arrugó el ceño – Ella jamás podría competir conmigo. Yo conocía mucho mejor a Sasuke de lo que ella podría asegurar. El compartió conmigo sus penas y sus tiempos ¡A ella siguiera le daba una mirada! Mi amor era verdadero, ella solo se dejaba llevar por lo apuesto que él era. Nunca se tomó el tiempo para conocer todo de él, con sus virtudes y sus defectos ¡Yo era la única e indicada para él! ¡Todo el mundo lo veía! – Ambos varones quedaron impactados ante semejante explosión. Sakura al darse cuenta se aclaró la garganta – Claro, así era antes. Ahora como mujer, he madurado – Le acaricio el cabello al niño – Y eso es porque te tengo. – Amplio la sonrisa – Eres mi tesoro… mío. – Tadashi sonrió, Kizashi se preocupó un poco. – Pero… ¿Por qué estás preguntando tanto? Ya te dije que no quiero hablar más de eso – Tadashi confirmó que su madre aun amaba a su papá. Eso era bueno.

- ¿Qué harías si vieras a pap…?

- ¡Oh, ya recordé! ¡Hoy hay una feria! ¿Vamos? – El abuelo intervino antes de que se arme una guerra. Tadashi quiso protestar, pero según su hermano, el jamás se niega a una salida en familia y más si se lo propone el abuelo.

- ¡Claro, vamos! – Sonrió forzado.

Ahora con más razón no podía preocuparse con ese doncel. Su hermano seguro se alteró demasiado y escuchó mal, era un paranoico. Pero si su madre aun amaba a su padre… entonces su felicidad estaba asegurada.

Pero Tadashi y Satoru jamás se preguntaron…

¿Estaban haciendo lo correcto?

 

 

 

Continuará…

 

 

 

Notas finales:

Bueno como ven ya empiezan mis toques y estos pequeños, sera escalones de monumentos!!!  Ya veran como parecen que no son la misma historia xD

Espero que les haya gustado. Por favor dejenme sus insultos, comentarios, consejos, sugerencias, yo los recibo con amor.

Un gran abrazo!! Espero leerlos jeje

Nos vemos n_n/


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